martes, 29 de julio de 2008

Sobre la inexistencia de dioses

La teología no puede considerarse una ciencia

En una sociedad de individuos civilizados florece el amor por el conocimiento, vale decir, la filosofía. También se cultiva el arte, porque no sólo de comercio vive el hombre.

Desde el principio de los tiempos, el ser humano se ha preguntado de dónde venimos. El instinto natural del hombre es conocer su entorno e indagar los misterios de la naturaleza, y para ello, ha especializado su saber y la filosofía, que es el sucedáneo del conocimiento, ha abierto paso a las ciencias.

La ciencia desde siempre se ha basado en evidencia e investigación, y a partir de éstas, enuncia leyes generales. Y como veremos en este artículo, una sociedad sana debe asumir que no hay un ser creador del universo que ha diseñado un plan para cada uno de nosotros y que escucha nuestras plegarias. Esta creencia es una aberración de nuestro intelecto, y este artículo pretende explicar por qué esto ocurre.

El espejismo metafísico de la mente
La existencia de un sujeto Todopoderoso es una creencia que ha acompañado al hombre desde siempre. Y la existencia de dicha criatura debe considerarse una hipótesis. Si alguien afirma con certeza absoluta que no es una hipótesis, entonces aquella persona debe presentar las pruebas correspondientes que respalden su certeza.

La propia sobrevivencia del Homo economicus se debe a la destreza de éste para confeccionar herramientas, organizar expediciones de cacería, desarrollar armas de caza, trabajar la tierra, y capacidad para comerciar. Todo esto ha sido creado por el hombre, desde tiempos inmemoriales.

El hombre antiguo miraba a su alrededor y notaba que había diseñado viviendas y caminos, había cazado animales y curtido pieles para confeccionar vestimentas. Había dominado el fuego y había inventado todo lo que le rodeaba. El hombre moderno también sabe que todo ha sido diseñado. La pantalla en la que lees estas líneas fue creada por alguien, manufacturada por alguien, y vendida por alguien. La electricidad que necesitas para leer este artículo fue inventada por alguien, es proporcionada ahora por alguien, y es pagada por alguien. Los edificios fueron planeados por alguien. Detrás de todos nuestros electrodomésticos, construcciones y medios de transporte, hay alguien.

Mediante un mecanismo que aún no comprendemos bien, el hombre mira al cielo, observa las montañas, contempla los ríos y el mar, y también cree que Alguien los diseñó. Esta confusión de la mente es -como decíamos-, una aberración de nuestro raciocinio. El hombre cree que existe un Alguien que nos mira, Alguien nos dio vida, Alguien nos construyó el mundo, Alguien inventó el universo.

Y para algunos ese Alguien no es una hipótesis, sino una certeza absoluta y eterna.


Afirmaciones extraordinarias exigen pruebas extraordinarias
Si tú declaras, con total seguridad, que Alguien nos creó, este blog insiste en que se debe presentar pruebas que avalen dicha afirmación. Mientras no se produzca evidencia, es lógico que uno se declare escéptico (el estado por defecto de una mente racional) ante la hipótesis del Alguien.

En el video que este blog presenta al final del artículo, el filósofo norteamericano Sam Harris (el verdadero gestor del ateísmo militante) nos recuerda que el escepticismo rige para todos, incluso los creyentes. Con no poca sorna, Harris nos plantea que si yo le digo a un creyente que su esposa lo engaña con otro hombre, él me pedirá pruebas. No se le puede decir "lo escuché en un sueño" o "tuve una revelación". Una afirmación debe respaldarse, siempre, y corre para todos sin excepción, y todos exigimos respaldos a las afirmaciones que nos hacen. ¿Por qué entonces los creyentes afirman con certeza absoluta que hay un creador del universo, e insisten en creer sin evidencia alguna ("tener fe")?

Algunos aseguran que sí hay pruebas. En particular, se considera "pruebas" a las especulaciones de Tomás de Aquino. Ya lo vimos en Dawkins analiza a Tomás de Aquino. Pero como vimos, ninguno de sus argumentos confirma la existencia de dios. A continuación un breve resumen de las "vías" de Tomás de Aquino.

Vía 1, 2 y 3: las regresiones
Hubo un originador del universo. Nada viene de la nada, nada se mueve por la nada, etc. El problema es que si llegamos al origen del universo, y declaramos que ese origen es "dios", el sr Aquino no demuestra cuál es el origen de lo que él arbitrariamente llama "dios". Dicho de otro modo, él afirma que existe dios, pero no clarifica el problema de fondo: ¿quién creó a dios? Su regresión es terminada abruptamente para asegurar, sin convencer, que dios existe. Más aún, ¿por qué le llama dios? No explica tampoco por qué dicho ser escucha nuestras oraciones, nos envía pruebas, bendice a nuestro ejército, o designa a un ciudadano alemán como su representante en la tierra.

Vía 4: el amor
Muchos dicen que el amor prueba que dios existe. Ésta es lejos la prueba más tonta, pero la más convincente para algunos. El amor es un sentimiento, o sea, un flujo de reacciones químicas de nuestro cerebro, que nos permite vivir en sociedad, y cuyo origen es claramente explicado mediante los mecanismos biológicos evolutivos (que veremos más adelante).

Vía 5: la apariencia de diseño
Desde las vellosidades en las ventanas de la nariz hasta la complejidad del ojo humano, todo parece estar sujeto a un diseño. Es entendible por qué nuestros antepasados pensaron que un ser desde el cielo nos mira y nos creó, simplemente porque nuestro raciocinio, por elemental que sea, nos dice que hay una apariencia de diseño. Pero es una ilusión. La Teoría de la evolución mediante selección natural explica con elegancia cómo se ha llegado a tal grado de complejidad, y por qué los organismos mayores aparentan estar diseñados.

Para comprender todo lo anterior, partimos de la filosofía, y continuamos por los senderos más profundos de las ciencias, sea la astronomía, la física o la química, para comprender el origen del universo; o la biología y medicina para comprender el funcionamiento del cuerpo humano. Las ciencias sociales, por su parte, permiten estudiar y comprender los grupos de individuos y sus reacciones. Y más aún, hemos inventado el arte, la cultura y la ética, que forman parte del humanismo, gracias al cual entendemos todo lo que va más allá de las ciencias y que es producto de nuestra mente. Todo lo anterior surge desde nuestro cerebro, y uniendo a materia y cultura ya encontramos a especialistas como Steven Pinker, que continúan desentrañando los misterios del comportamiento humano y de su mente.

En ninguna parte se necesita a "dios". Por lo mismo, el estudio de aquella hipótesis de "dios", la teología, no puede tomarse en serio, porque su hipótesis fundamental es débil, y se desmorona irremediablemente a medida que las ciencias avanzan. Su propio objeto de estudio, el tal dios, es improbable, de hecho, es tan enorme la escasez de pruebas que la misma falta de evidencia a su favor ya puede considerarse casi como -aunque parezca absurdo- una prueba de su inexistencia.

¿Al azar?
Es común escuchar gente que dice que la evolución no puede ser, simplemente porque es ridículo creer que el hombre surgió y se desarrolló al azar. En esto estamos todos de acuerdo. El azar sería absurdo, casi como creer que un automóvil puede crearse a partir de un remolino en un taller mecánico.

Pero la Teoría de la evolución mediante selección natural explica EXACTAMENTE LO OPUESTO. La selección natural nos muestra que nada es al azar. Las mutaciones de los organismos sí son al azar, pero la selección natural es implacable: sólo los más aptos sobreviven. De aquí se desprende por qué existe una apariencia de diseño.

De hecho, el creer en dios es lo inverosímil. Afirmar que "un ser creador del universo nos ha creado" es descabellado, no así las explicaciones darwinianas. Creer en dios es equivalente a asumir que un remolino en un taller mecánico producirá un automóvil.

Darwin ha presentado su teoría, nos ha explicado la selección natural y cómo los organismos finalmente muestran una apariencia de diseño. ¿Dónde están las pruebas de los creyentes?

En ninguna parte.

A no ser que las especulaciones de Aquino se consideren pruebas. Ya vimos que el monjo medieval no comprobó absolutamente nada.

Algunos dicen que "el corazón tiene razones que la mente no entiende". Si así es, entonces ya no estamos hablando ni de ciencia ni de un estudio sistemático. Por lo mismo, la "teología" pudo aceptarse como ciencia en una etapa primaria del conocimiento humano. Hoy, la evidencia es abrumadora en contra de un ser celestial todopoderoso.

Quizás insistas en creer en dios. Si así es, te debo recordar qué es la selección natural, y que nada es al azar, todo lo contrario. Si después que se te explica la evolución mediante selección natural sigues afirmando que no te convence, y que un inverosímil ser todopoderoso te parece más lógico, quizás se deba a que no eres una persona muy inteligente, o quizás, aún te falta pensarlo bien.

Pero si eres una persona medianamente inteligente, y has pensado y meditado las explicaciones dadas, e insistes en creer en dios, eso significa que eres un completo imbécil... o simplemente eres una persona intrínsecamente perversa.

Entrevista a Sam Harris (en castellano)


domingo, 20 de julio de 2008

Orden en la jungla

¿Qué es el Estado de derecho ("rule of law")? ¿Cuál es su definición? ¿Cuál es su relación con el crecimiento económico? ¿Qué relación tiene con la corrupción? ¿Por qué es tan importante luchar contra la corrupción? ¿Qué relación hay entre economía y derecho? ¿Por qué es tan vital defender las libertades individuales y los derechos de propiedad? ¿Qué impacto tiene la probidad y el Estado de derecho en el desarrollo económico?

Todas estas interrogantes, y muchas otras, se analizan en el siguiente artículo de The Economist (ver original), que el blog Chile Liberal ha traducido y publica para su difusión y discusión. Este blog tiene un compromiso irrestricto, casi enfermizo, por defender las libertades civiles y la justicia. Todo esto tiene un positivo impacto económico, si bien los nexos aún se están investigando.

El siguiente es un breve repaso sobre los recientes hallazgos en este materia, que como sabemos, en Chile y América Latina es un tema de máxima importancia. La lucha contra la corrupción debe ser la prioridad de este y del próximo gobierno, por su efecto en el crecimiento y rendimiento económico.

Como veremos, el éxito de la Reforma Procesal Penal en Chile ha sido, por decir lo menos, discreto.

Hemos resaltado en rojo las referencias a Chile, en negrita los extractos clave, y hemos añadido vínculos a páginas de interés. Al final del artículo hay una sección con fuentes de referencia y lectura complementaria (desgraciadamente, sólo en inglés).

Un saludo libertario,
Chile Liberal



Economía y Estado de derecho

Orden en la jungla

© The Economist, Order in the jungle
© Traducción de Chile Liberal

El
Estado de derecho ha sido un concepto muy importante en los estudios de economía, pero ha enfrentado varios obstáculos



“¿Soy el único economista culpable de usar el término “Estado de derecho” sin saber en realidad de qué estoy hablando?” se preguntaba Dani Rodrik, de la Universidad de Harvard. “Bueno, quizás soy el primero que lo confiesa.”

El concepto “Estado de derecho” normalmente se asocia con cuestiones políticas o legales. El país más nuevo del mundo, Kosovo, ha declarado que su prioridad es poner orden y mejorar el Estado de derecho para reducir la corrupción y consolidar su institucionalidad. Pero en estos últmos diez años el Estado de derecho se ha convertido en un tema muy importante para los economistas. De hecho, se ha situado en el corazón mismo del desarrollo económico. Por lo mismo, la confesión de Rodrik se vuelve aún más impactante. Se considera que el Estado de derecho no sólo es bueno en sí mismo porque posibilita y fomenta una sociedad justa, sino que además es un causante de otros beneficios, principalmente desarrollo económico. “Ningún otro concepto político ha conseguido ser universalmente aceptado,” afirma Brian Tamanaha, catedrático de derecho de St John's University, Nueva York.

Pero como concepto económico, el Estado de derecho ha sufrido una historia turbulenta. Apareció abruptamente durante la década 1990 a partir del colapso de las monedas asiáticas y de las economías del antiguo bloque soviético. Por un período breve dio la impresión de que era la respuesta a todos los problemas de desarrollo económico de todos los países, desde Azerbaiyán hasta Zimbawe, hasta que varias críticas comenzaron a apagar el fulgor de su estrella. A partir de entonces se ha reestablecido como un concepto primario en el proceso de entender cómo crecen ciertos países, pero ya no es la panacea.

Los economistas comenzaron a fascinarse con el Estado de derecho después de la caída del “consenso de Washington”. Éste, que fuese la ortodoxia económica en los años ‘80, sostenía que la mejor forma que tenían los países para lograr el desarrollo económico era contando con “buenas leyes y buenos principios” en temas como presupuestos y tasas de cambio. Pero la crisis asiática que estalló en 1997-1998 esfumó la confianza de los economistas sobre cuáles eran las políticas “buenas”. Esto les obligó a reexaminar los hechos para determiar en qué se habían equivicado. La respuesta, concluyeron, fue el establecimiento institucional de políticas, especialmente del propio Estado de derecho. Si las reglas del juego son un desastre, no importa cuánto se experimente con las políticas macroeconómicas ya que jamás se van a lograr los resultados deseados.

Esta conclusión se vio reforzada por los acontecimientos en el ex imperio soviético. Muchos países post-comunistas diseñaron sus políticas relativamente bien y en corto tiempo. Pero pronto se llegó a la conclusion de que faltaba algo. “Hasta 1992 yo era un economista tradicional, a favor del libre comercio y del libre trabajo” dice Daniel Kaufmann, hoy jefe del grupo de Gobernabilidad global del Instituto del Banco Mundial. “Cuando fui a Ucrania, cambié de opinión. Los problemas de gobernabilidad y del Estado de derecho estaban socavando nuestros logros". Rápidamente, “gobernabilidad”, —responsabilidad política y calidad de la burocracia, así como el Estado de derecho—, se convirtieron en el último grito de la moda. Los economistas se entusiasmaron y empezaron a usar su tiempo calculando qué era la “gobernabilidad” y cómo los países la lograban y qué utilidades entregaba. Kaufmann y su colega Aart Kraay estimaron que producía un “300% de beneficios”, o sea, a largo plazo, el ingreso per cápita de un país aumenta un 300% si mejora su gobernabilidad en una desviación estándar. Una desviación estándar es aproximadamente la diferencia en el puntaje asignado al Estado de derecho en Chile e India, según los cálculos del banco. Como es de esperarse, Chile es un 300% más rico que la India en cuanto a poder adquisitivo. Lo mismo se observa entre Sudáfrica y España, Marruecos y Portugal, Botswana e Irlanda. Los economistas una y otra vez se encuentran con que mientras mejor es el Estado de derecho, más rico es el país. (El gráfico a la izquierda muestra los resultados de los tres estudios, desplegados en una base comparable, según los estudios de Kaufmann.) Cada país rico, con las excepciones de Italia y Grecia, obtienen altos resultados en la medición de su Estado de derecho, no así los países pobres.

Rodrik revisó las contribuciones al crecimiento que proporcionan la gobernabilidad (“las instituciones”, como él dice), geografía y apertura comercial. El título de su artículo publicado en el 2002 con sus hallazgos resume fielmente su conclusión: “Las instituciones te hacen rico”. Desde la perspectiva de un cientista político, Francis Fukuyama (Universidad Johns Hopkins) asintió: “Los institucionalistas han ganado este debate, no cabe duda”.

Debido a lo anterior, y porque el Estado de derecho es algo deseable por su propia naturaleza, los gobiernos y agencias de ayuda han destinado enormes recursos a las reformas destinadas a mejorarlo mediante tareas específicas como la formación de jueces, mejoramiento de cárceles, establecimiento de ministerios públicos y reformas judiciales. Tales reformas ya habían comenzado en América Latina a mediados de los años 80. Hoy en día son universales.

La Unión Europea insiste en que todos sus miembros cumplan con ciertos parámetros que midan el Estado de derecho. Exige a todos los países candidatos que se comprometan a efectuar reformas judiciales para cumplir con los parámetros y envía verdaderos ejércitos de abogados para asesorarlos sobre cómo lograr un Estado de derecho eficiente. En EEUU, la corporación Desafío Milenio, fundada en el año 2004 para mejorar la eficacia de la ayuda oficial nortemericana, asignó recursos sólo a los países que se comprometieron a cumplir ciertos estándares mínimos de Estado de derecho (uno de los tres requisitos básicos). Los donantes occidentales en estos últimos 20 años han contribuidos miles de millones de dólares a diferentes proyectos destinados a mejorar el Estado de derecho. El Banco Mundial ahora está llevando a cabo proyectos dirigidos explícitamente al fomento del Estado de derecho equivalentes a US $450 millones; en una definición más general, casi la mitad de los préstamos de esta institución, $24 mil millones en 2006, tenían alguna relación con el Estado de derecho (por ejemplo, asesoramiento en resolución de conflictos en proyectos de desarrollo comunitario, o en leyes de quiebra en programas de privatización). En apenas una década el Estado de derecho pasó de ser un tema legal y político propio de especialistas a un tema habitual en el pensamiento económico que ha acaparado interés general y que recibe grandes sumas de dinero.

Por lo mismo, nadie se llevó una grata sorpresa cuando el 2003 uno de los más reconocidos expertos en gobernabilidad se dio cuenta de que en realidad nadie sabe de qué habla. Thomas Carothers, del Fondo de Beneficencia Carnegie para la Paz Internacional, un centro de estudios en Washington, DC, escribió un tratado elegantemente titulado “Promoción del Estado de derecho: El problema del conocimiento”. Según Carothers, el problema fue, como William Goldman dijo sobre Hollywood, que nadie sabe nada.

Thomas Carothers sostuvo que la dificultad intrínseca de definir Estado de derecho, junto con los problemas de saber cómo funcionan en la práctica ciertas leyes específicas, significa que “los crecientes grupos de asistencia al Estado de derecho operan sobre una base inquietantemente débil”. Muchas de sus dificultades son inherentes —dijo—, pero no todas: las organizaciones de ayuda siempre tienen más ansias por encontrar un nuevo proyecto que en detenerse a sacar lecciones del pasado y ganar experiencia; los abogados que llevan a cabo los proyectos no tienen gran interés en el desarrollo económico; los profesores universitarios no están sujetos por los principios de la investigación aplicada. El resultado, según uno de los promotores del Estado de derecho, es que “para ser honestos, no tenemos ni la menor idea de qué estamos haciendo”.

El impacto que produjo el argumento de Carothers fue saludable. En respuesta, se ha publicado una enorme cantidad de nuevos estudios. Ha aparecido un nuevo corpus que podemos llamarlo “la economía del Estado de derecho”. En él se muestra que ciertamente se puede mejorar. Se ha clarificado lo que economistas y otros profesionales han venido diciendo sobre el Estado de derecho. Se han establecido algunas líneas generales sobre las áreas que necesitan reformas, ayudando a entender qué funciona y cuándo, por ejemplo, se ha dado importancia a la capacitación de jueces y policías. Lo que aún no se demuestra sin dejar ninguna duda es que el Estado de derecho es una precondición necesaria para el crecimiento económico en todo lugar del mundo. En el proceso, el Estado de derecho como objeto de estudio económico ha comenzado a florecer. Ya pasó de su infancia vigorosa a la adolescencia conflictiva.

Leyes indisciplinadas
En “El Estado de derecho y el desarrollo económico”, publicado recientemente por Edward Elgar, los investigadores Michael Trebilcock (Universidad de Toronto) y Ron Daniels (Universidad de Pennsylvania) abordan el problema de determinar a qué se refieren los economistas cuando hablan de Estado de derecho. Un informe de un nuevo grupo de investigación, el Instituto Hague para la Internacionalización del Derecho, ha hecho lo mismo. Ambas publicaciones sostienen que la gente normalmente usa dos definiciones diferentes, que ahora se denominan “gruesas” y “finas”.

Las definiciones gruesas tratan al Estado de derecho como el eje de una sociedad justa. En esta versión, el concepto se encuentra indisolublemente unido a la libertad y la democracia. Sus adherentes dicen que un país puede definirse como “gobernado por leyes” sólo si el poder del Estado se encuentra restringido y si las libertades básicas, como la libertad de asociación y de reunión, están garantizadas. La “Declaración de Delhi”, redactada por la Comisión Internacional de Juristas en dicha ciudad en 1959, siguió este concepto al establecer que el Estado de derecho “debe emplearse para salvaguardar y promover los derechos políticos y civiles del individuo” para así crear “condiciones donde sus aspiraciones legítimas y su dignidad puedan realizarse”. Entre otros precursores de la definición gruesa de se encuentra Friedrich Hayek, un economista de la "escuela austríaca", y Cass Sunstein de la Universidad de Chicago. Para ellos, el Estado de derecho incluye elementos de moralidad política.

Las definiciones finas son más específicas. Las cosas importantes, bajo este concepto, no son la democracia o la moral sino los derechos de propiedad y la administración eficiente de la justicia. Las leyes deben proporcionar estabilidad. No deben ser necesariamente morales ni promover los Derechos Humanos. Los estados sureños de EEUU en la era de Jim Crow fueron gobernados bajo un Estado de derecho según su definición fina, no gruesa

La existencia de definiciones que compiten entre sí pueden dar la impresión de que menoscaban fatalmente la utilidad del objeto que se busca definir. Si uno sostiene que el Estado de derecho es vital para lograr crecimiento, ¿a qué versión de Estado de derecho me refiero? ¿A la que defiende los Derechos Humanos o la que garantiza los derechos de propiedad? Pero a los economistas les fascina la competencia. Las definiciones divergentes de Estado de derecho reflejan las explicaciones en competencia de lo que estimula al crecimiento económico.

Una perspectiva del crecimiento, asociada con Douglass North (Universidad de Washington), es “institucional”. Se enfoca en la importancia de los derechos de propiedad, costos de transacción y organización económica. Desde este ángulo, leyes estables y predecibles estimulan la inversión y el crecimiento. Las definiciones finas de Estado de derecho se acomodan muy bien a esta idea. La otra, asociada con Amartya Sen, de Harvard, dice que si uno expande las “capacidades” (término acuñado por él mismo) de la gente, ellos actuarán de tal modo que harán cosas que ayuden al crecimiento del país. Liberar a la gente para que aproveche al máximo sus capacidades normalmente significa derribar las barreras opresoras que impone el Estado, garantizando ciertos derechos básicos, lo que entraría a calificarse como un concepto más bien grueso.

La distinción entre la versión gruesa y fina de Estado de derecho sobrepone otra distinción entre tradiciones legales. Desde 1997, un grupo de economistas encabezado por Andrei Shleifer (Harvard) y Robert Vishny (U. de Chicago) empezaron a comparar el rendimiento económico de países regidos por el derecho anglosajón o common law (EEUU y Gran Bretaña) con aquellos donde existe el derecho civil (Francia, Alemania, Países Escandinavos). Ellos afirman que los países con derecho anglosajón gozan de derechos de propiedad más seguros, mejor protección para los accionistas y acreedores, propiedad más diversificada y leyes más estrictas sobre divulgación de información y responsabilidad civil, lo que beneficiaría al rendimiento de los mercados.

Tal como ocurrió al comienzo de la defensa del Estado de derecho, aquellos que tomaron posición a favor del derecho anglosajón fueron ferozmente criticados, casi al mismo tiempo, principalmente por economistas europeos. Algunos dijeron que las diferencias entre el derecho anglosajón y el derecho civil no son tan grandes como parecen, y eran el reflejo más bien de diferencias políticas, históricas y culturales. Otros mencionaron que los orígenes legales de un país no parecen explicar mucho sobre el rendimiento económico o el Estado de derecho. Por ejemplo, Corea del Norte y Corea del Sur tienen el mismo origen legal.

Pero así como los investigadores han respondido a las críticas con más investigación, lo mismo han hecho los que defienden el origen de la ley. En una seguidilla de estudios se ha encontrado evidencia que demostraría que los países con derecho civil estimulan la propiedad gubernamental de los medios de comunicación y los bancos, lo que constituye un gran impedimento para la entrada en los negocios ya que exige más regulación laboral y mayor formalismo en los procedimientos judiciales, lo que finalmente a ellos mismos les afecta.

Es probable que estas diferencias nunca se superen. Como afirma Rainer Grote (Instituto Max Planck), el Estado de derecho “pertenece a la categoría de conceptos no exactos que son sujetos de debate”. Esta parte de la nueva economía del Estado de derecho clarifica su papel, pero no más que eso. Pero hay otros hallazgos más constructivos.

El rigor de la ley
Ha habido mejoras enormes en cuanto a monitoreo y medición del Estado de derecho, a pesar que nadie sepa a ciencia cierta qué es. “Hace 15 años, esto ni siquiera era tema de conversación”, dice Steve Radelet (Centro para el desarrollo global, Washington). “10 años atrás no teníamos datos.” Ahora, el proyecto de Indicadores de gobernabilidad mundial, —“uno de los secretos mejor guardados del Banco Mundial”, como dice Gordon Johnson, veterano de la ayuda económica—, es lo que está en boga. Recopila datos sobre más de 60 indicadores tales como nivel de criminalidad, calidad de la policía, independencia judicial, etc., para crear medidas de gobernabilidad y Estado de derecho aplicable a prácticamente cualquier país del mundo. Esta forma de recopilar datos —y la honestidad necesaria para reconocer márgenes de error, como dice Kaufmann—, no es para nada perfecta, pero es una aproximación bastante buena.

Estas medidas confirman que de todos modos una cosa está clara: algunos países han sido capaces de mejorar sus estructuras legales en poco tiempo. En el año 2000, Mikhail Saakashvili, ministo de justicia de Georgia, despidió a dos tercios de los jueces de su país por no aprobar un examen. Cuatro años más tarde, en la presidencia del país, despidió a todos los policías del tránsito. El puntaje de Estado de derecho del país mejoró, en la escala del Banco Mundial, de 9/100 el año 2000 (en el 10% más bajo) a 33/100 a fines del 2006. Aún bajo, pero sin duda una mejoría. Los países centroeuropeos y bálticos han mejorado mucho más: los cambios radicales en las leyes, exigidos por la UE, han mejorado la economía y los sistemas judiciales.

En general, como muestran las medidas, las reformas agresivas funcionan mejor que las graduales. América Latina ha modernizado sus códigos penales y ha hecho los juicios más transparentes. Chile, por ejemplo, llevó a cabo una reforma procesal penal a partir del año 2003. Pero muchos de sus funcionarios carecen de la experiencia necesaria y han encontrado resistencia por parte de la policía chilena. Rusia implantó algunas reformas judiciales en la década 1990 y aumentó el gasto en las cortes el año 2000, sin experimentar ningún resultado positivo: el puntaje de su Estado de derecho ha disminuido estos últimos siete años.

La diferencia entre Europa Central y América Latina quizás se deba a una cuestión de apoyo político. Trebilcock y Daniels han dividido los países en tres grupos: aquellos donde los políticos, profesionales de las leyes y el público apoyan las reformas (Europa Central pos-comunismo, Sudáfrica pos-apartheid); otro grupo en que los políticos apoyan la reforma pero no así los abogados y la policía (Chile y Guatemala); y aquellos donde los abogados quieren un cambio, pero no los políticos (como en Pakistán). Sólo en el primer grupo, como sostienen los investigadores, el Estado de derecho logra consolidarse.

Siguiendo este mismo razonamiento, algunos nuevos estudios han encontrado una relación débil entre Estado de derecho y crecimiento económico. La conexión con la riqueza está bien establecida (ver gráfico nuevamente) pero es diferente: se ha forjado por décadas, o incluso siglos. El nexo con crecimiento a corto plazo es más difícil de comprobar: China parece ser un ejemplo vivo de una contradicción al argumento que el Estado de derecho es necesario para el crecimiento. Es un país con un crecimiento acelerado y es el mayor receptor de inversion extranjera del mundo, a pesar de sus gigantescos niveles de corrupción y nada remotamente similar a lo que en occidente se llama Estado de derecho. No obstante, es un país que garantiza algunos derechos de propiedad y su gobierno hace un buen trabajo cuando se trara de aplicar políticas al respecto.

Por otro lado, sí hay una conexión entre las reformas legales llevadas a cabo en Europa Central y los países Bálticos y sus primeras tasas de crecimiento, o entre la apertura legal de España pos-Franco y su sostenido boom económico. Y hay indicadores que demuestran relaciones entre reformas legales y crecimiento en otras áreas. El valor de las tierras rurales en Brasil, Indonesia, Filipinas y Tailandia aumentó considerablemente cuando a la gente se le entregó títulos de propiedad ya que los dueños estaban más dispuestos a invertir. Un estudio independiente para el Banco Mundial hace una década mostró un vínculo sorprendente entre proyectos que el banco financió y las libertades civiles: los proyectos en países con fuertes libertades civiles mostraban rentabilidad mucho más alta que en los países sin una tradición libertaria.

Pero estos nexos no dicen nada sobre las causas. Quizás el crecimiento sí ayuda al Estado de derecho, pero no viceversa. Quizás los países que pueden darse el lujo de tener un Estado de derecho sólo después de lograr un nivel de crecimiento económico. La persistencia de creer que existía una “justicia fronteriza” en EEUU durante la década 1930 hace pensar que es una idea plausible.

Así todo, la opinión de Kaufmann es distinta. Él sostiene que las mejoras en el Estado de derecho tienden a ayudar al crecimiento; que pocos países pueden lograr un crecimiento sostenido sin mejorar su Estado de derecho; y aquellos países donde el crecimiento no abrió paso a dichas mejoras acabaron por retroceder (como Argentina, que en su momento fue uno de los diez países más ricos del mundo). El verdadero misterio es explicar las excepciones a la regla: el capitalismo corrupto que ha emergido en los países de mayor crecimiento en Asia o el bandidaje del Kremlin en Rusia. La respuesta, él afirma, es que sin un Estado de derecho, los corruptos con buenos contactos pueden apoderarse de los botines del crecimiento, especialmente si incluyen ganancias inesperadas de petróleo y materias primas.

La existencia del “capitalismo de amigotes” y del “botín del estado” por barones del robo es, sin duda, un argumento para reforzar el Estado de derecho donde sea posible, ya que sugiere que el crecimiento no creará automáticamente leyes. También hay otros argumentos: el Estado de derecho es deseable en sí mismo —para mejorar el respeto a los Derechos Humanos o para aumentar las oportunidades de los ciudadanos para defenderse de gobiernos depredadores. Tal como escribió John Locke en 1690, “donde termina la ley, empieza la tiranía.” Para decirlo sin rodeos, en algunos países, como Minamar y Zimbawe, los abusos legales de regímenes ultrapoderosos son obstáculos directos para el crecimiento. Las reformas serían de gran utilidad, si es que llegan a concretarse.

Pero como generalización, los esfuerzos de los últimos años han enviado señales confusas. Hay evidencia de que el Estado de derecho puede mejorar considerablemente; que las reformas legales son una cuestión política y no técnica, y que él se relaciona directamente con el crecimiento, si bien a corto plazo el nexo es débil. Pero aún no hay una confirmación categórica de que el Estado de derecho sea un prerequisito para el crecimiento. Más bien, mientras cosas descubren los economistas, más deseable se vuelve el Estado de derecho, y se complica aún más la tarea de establecerlo como guía económica universal.



Fuentes

"Growth without Governance", Daniel Kaufmann y Aart Kray

"Governance Matters IV", Daniel Kaufmann, Aart Kray y Massimo Mastruzzi

"Civil Liberties, Democracy, and the Performance of Government Projects", by Daniel Kaufmann, J. Isham and L.H. Pritchett

"Institutions Rule", Dani Rodrik, Arvind Subramanian y Francesco Trebbi

"Promoting the Rule of Law Abroad: The Problem of Knowledge", Thomas Carothers

"Rule of Law Reform and Development", Michael Trebilcock y Ron Daniels


"Institutions, Institutional Change and Economic Performance", Douglass North

"Development as Freedom", Amartya Sen

"Law and Finance", Andrei Shleifer, Robert Vishny et al.

jueves, 17 de julio de 2008

Diosa del Metro, otra víctima de la represión

La mentalidad represiva y prohibicionista del chileno ha cobrado nuevos bríos con el arresto de Montserrat Morilles, una muchacha de 26 años que baila en los caños del metro de Santiago. Quiso llevar su performance a los alrededores de la casa de opresión pero fue injustamente arrestada por los pacos culiaos Carabineros de Chile. Viva Chile.

Como siempre, tenemos que preguntarnos si alguien resultó o podría resultar lastimado con los bailes de la Diosa. Respuesta: nadie. Lo que los hijos bastardos del Opus Dei, los besaculos de los Pacos y las encomenderas de la Santa Nosécuantito no soportan es que una mujer proteste contra la intolerancia, que era la consigna de Montserrat.

En Santiago se puede ser víctima de un atraco, de una paliza, del robo del auto, de asalto en el propio hogar, de un carterista, etc., y nadie responde, ni siquiera la mundialmente infame policía chilena. Pero basta que una mujer aparezca en paños menores amenizando el desplazamiento diario de los santiaguinos para que en unos pocos minutos hagan presencia decenas de pacos. Pero ¿dónde están cuándo uno realmente los necesita?

En el video que pueden ver aquí contabilizo al menos OCHO PACOS que arrestan a Montserrat antes de que se quite la ropa. ¿Qué ley sinsentido habrá violado? ¿Hay una ley, como en Irán, que prohíbe exhibir el cuerpo? ¿Por qué fue arrestada ANTES de su performance frente al Kremlin de La Moneda? Para más burla, llega hasta un vehículo blindado para detener a la Diosa del Metro, víctima de una vejación contra la libertad de expresión y libertad de desplazamiento.

Ella tuvo el gran gesto de presentarse luego de cerciorarse de que no hubiese niños. Así todo, los niños desde pequeños deben comprender que estas cosas son así y que el erotismo no tiene nada de reprochable. Pero en un país que dicta días de vagancia en honor a un mona de yeso llamada "virgen" Carmen, la arbitrariedad y el abuso de poder están a la orden del día.

Chile e Irán: firmes en la defensa de la moral y las buenas costumbres.


miércoles, 16 de julio de 2008

Hey, teacher, leave those kids alone!

El sindicato de profesores es una mafia sin propuestas constructivas ni ideas sensatas


El comunismo es como la fiebre: es un síntoma de que algo está mal. Lo peor que se puede hacer es romper el termómetro para creer que así se acabará la fiebre. La presencia del fenecido Partido Comunista en el sindicato de profesores es un signo de que estos profesionales, claves en la economía del conocimiento, son serviles a rancias ideologías, ya probadas y desechadas.

La postura de este sitio en el actual debate educacional es situar al Estado como un ente que facilite el financiamiento de la educación, o sea, que cumpla un papel subsidiario. La educación es en sí misma un bien, el cual se rige por las leyes de oferta y demanda, y debe pagarse por obtenerla.

La educación NO es un derecho
La masa rabiosa cree que tiene "derecho a educarse". Esto es falso. Los burócratas de turno no tienen una varita mágica con la que dicen "ya, estás educado" y de un santiamén los niños se educan. Al contrario, es un proceso complejo en el que los primeros actores son los padres, quienes contratan a los profesores para que éstos eduquen a sus hijos. Cuando alguien paga por algo inmediatamente el demandante exige calidad, y el ofertante está obligado a cumplir con lo pactado. Los profesores no pueden continuar con la obstinación de creer que su actividad no es parte del mercado. Sin educación de calidad, Chile jamás dará el salto a la economía del conocimiento, ni podrá darle valor agregado a sus productos, ni podrá funcionar como país moderno.

Los profesores deben entender que son parte del mercado. Y la educación no es un derecho, es una obligación.

La indolencia y pereza que genera el asistencialismo es el peor enemigo de la calidad educativa, que se logra eficientemente cuando está motivada por el lucro. Si adoptásemos la modalidad de cheque escolar (subsidio a la demanda), ya hemos visto que se generarán los necesarios incentivos para educar, pero también es razonable deducir que a partir de este sistema la propia profesión de maestro será una de las mejor recompensadas. Es absurdo creer que los padres no están dispuestos a invertir en la educación de sus hijos, y para ello, los profesores serán bien remunerados por ser el pilar sobre el cual se sostiene la calidad educativa.

Desde luego, el lucro forzará a los establecimientos a esmerarse por contratar a los mejores profesores, quienes serán generosamente recompensados por el mercado. Por otro lado, el mercado castigará a los malos. Quizás esto es a lo que teme el sindicato de profesores.

Es lógico creer que los profesores más activos en la agitación estudiantil actual son los profesionales que saben que si se adopta el lucro, se verán forzados a mejorar, o cambiarse de rubro. O sea, el sindicato de profesores sólo representa a los maestros mediocres, quienes sólo se refugian en el estatuto docente que dificulta la medición de calidad y el castigo (y los incentivos) conforme al desempeño. Debemos preguntarnos, ¿qué incentivo tiene un profesor hoy, en el sistema municipal, para ofrecer un servicio óptimo a sus clientes? ¿Es el amor al arte o, en su defecto, las bolitas de dulce, factores que incentiven a los profesores?

Los virtuosos mecanismos de mercado no deben ser temidos. Si los profesores tienen en sus manos la formación de los futuros cerebros que alimentarán a la economía chilena, ¿por qué el sistema educativo no se va a regir por las leyes del mercado? ¿Acaso no aspiran los padres a que sus hijos se integren al mercado? ¿O hay padres que quieren que sus hijos sean cesantes (desempleaados) y que vivan de las dádivas del Estado? Incluso quienes con más encono defienden el estado del bienestar saben que sólo es viable en la medida que la economía sea productiva. Para ello, es esencial formar hoy al capital humano. Dejemos que el mercado lo haga, y los profesores deben de entenderlo y aceptarlo.

Los pelusones que lanzan piedras y jarrones de agua, si no tienen cabeza para los estudios, que trabajen. El mercado laboral es en sí mismo una maravillosa escuela de virtudes. Si a los 13 años ya un joven no demuestra aptitudes intelectuales, entonces que aprenda un oficio a media jornada y que el resto del tiempo trabaje, a excepción de aquellos que tengan las manos crespas o sufran de alergia al trabajo. Los hinchapelotas deben ser expulsados de las salas de clases para unirse al mercado laboral, donde pueden civilizarse (acá se hace necesario, nuevamente, eliminar el sueldo mínimo. Por ejemplo, la niñita Música debe irse a un taller a trabajar. A todo esto, la muchacha se llama "Música"... ¿a ustedes también se les viene a la mente el capítulo 6 de Freakonomics, The socioeconomic patterns of naming children?)

"El mercado es cruel", sentenció el ex presidente Patricio Aylwin. Y tenía razón. El mercado es cruel con el holgazán, el mediocre, el tonto y el improductivo. Pero es generoso con el esforzado y el diligente. Cada uno sabe donde le aprieta el zapato, y el sindicato de profesores debe elegir si pertenece al primer grupo o al segundo.

(De paso, cerremos el ministerio de Educación, eliminemos los planes de estudio y derrotemos la odiosa planificación central, es costosa, represiva y totalmente inútil.)

"El jovencito se cree poeta"


domingo, 13 de julio de 2008

Todos somos franceses

"Nunca un acontecimiento histórico fue tan esperado, y a la vez tan inesperado"
- Alexis de Tocqueville

"¿Qué pienso sobre la Revolución Francesa? Aún es demasiado pronto para opinar"
- Chou En-Lai (Fundador del Partido Comunista de China), en 1960

On ne peut pas faire d'omelette sans casser des oeufs
- Maximilien Robespierre


Basta ver los recientes hechos en Colombia, o las revoluciones de colores en Europa del Este, para darse cuenta que Chou En-Lai tenía razón, porque aún está demasiado fresca en la memoria la Revolución Francesa. Nuestro sistema educacional se ha asegurado de convertir este acontecimiento histórico, lejos el más importante del milenio, en un polvoriento y latoso capítulo que se resume en una matanza de reyes, reinas, nobles y curas y monjas. Nada más alejado de la realidad. La próxima capitulación de las FARC deben comprenderse en el contexto de la influencia que ha ejercido todo lo que ha ocurrido en el mundo desde que la turba enfurecida se tomó la Bastilla el 14 de julio de 1789.

De hecho, entender este blog implica comprender la Revolución Francesa.

No voy a entrar narrar los hechos, porque la información es abundante. Pero sí quiero analizar brevemente las causas de la revolución, y sus consecuencias.

Guerra, deudas, impuestos, proteccionismo: ¡Revolución!
La primera causa de la RF fue la liberación económica. La aristorcracia durante el Antiguo Régimen, con la complicidad bendición del clero, cobraba impuestos exorbitantes al Tercer Estado (la burguesía). Incidentemente, éste último estamento abarcaba a casi toda la población francesa. La aristocracia y el clero estaban exentos de impuestos. Hasta hoy, los que más pagan impuestos son los pobres y la clase media. Antes, el Antiguo Régimen enseñaba que ellos mantenían la paz y el orden. Esto sería inaceptable, pero si además se nos enseña que nuestra Santa Madre la Iglesia Católica Apostólica Romana bendice a la aristocracia y que el poder del rey proviene de Dios Todopoderoso, entonces al pueblo se le podía apaciguar.

Pero no por mucho tiempo.

Las aventuras expansionistas francesas y el pésimo manejo económico empezaron a afectar gravemente las finanzas del país. Para proteger a los agricultores franceses, se cobraban aranceles a la importación de granos. ¿No es acaso exactamente lo mismo que vemos hoy con los aranceles a la importación de alimentos? ¿No les recuerda las interminables discusiones europeas sobre la PAC?


La Razón

"Con las tripas del último cura, ahorquemos al último rey"
- Denis Diderot

Los ánimos estaban caldeados en 1789. La hambruna ya se sentía. Cuando hay hambre, estallan revoluciones ("queda harina para tres días", etc). Pero un hecho extraordinario ocurrió a comienzos del siglo. Un grupo de filósofos, principalmente Voltaire y Rousseau, comenzaron a promover la superioridad de la Razón por sobre las supersticiones. Las críticas al sistema establecido fueron feroces. Todos estos colosos del pensamiento occidental fundaron un movimiento intelectual llamado la Ilustración (Enlightenment, en inglés, o Siècle des Lumières, en francés). Fue este movimiento el que instigó la RF (y al Liberalismo). La iglesia católica no era la fuente de la verdad absoluta, era mera superstición. El poder no proviene de dios, proviene del pueblo. En fin, todo fue cuestionado.

Un fenómeno poco comentado es la influencia de los periódicos. A comienzos del s. XVIII las noticias se imprimían una vez al mes y muy pocos podían leerlas. Ya a mediados de siglo, existían periódicos semanales. Antes de la Toma de la Bastilla circulaba una gran cantidad de periódicos, y comenzaba a surgir una "opinión pública". La propia Bastilla era una cárcel en la que Voltaire pasó una breve temporada, y su estatus de símbolo odioso fue la chispa que hizo estallar los acontecimientos. Hacia 1789, la situación era insostenible y la necesidad de cambio, que alguna vez pareció imposible, se volvió inevitable.

En EEUU e Inglaterra se encontraron formas más flemáticas de romper con el pasado. Pero en Norteamérica, el mismo pensamiento ilustrado europeo, particularmente de les philosophes, había dejado una marca y el país del Norte se preparaba para dar el puntapié inicial a un sistema republicano y democrático. Francia, en cambio, no tenía que independizarse de una potencia extranjera sino que de su propio régimen.

La constante censura por parte del Absolutismo a los intelectuales, y el nulo acceso que tenía el pueblo al poder, finalmente desataron la furia, que a poco andar se convirtió en odio, y luego, en una masacre a gran escala.

Las monjas de Compiègne
Todos hemos visto al cura Hasbún en el canal católico, el más reaccionario, hipócrita y de doble estándar. Todos hemos visto el encubrimiento de pedófilos que organizó Wojtila, aunque el cerebro de ello fue Ratzinger. Todos hemos visto las interferencias de la iglesia de Roma en política, sea la PDD, el condón, o el derecho a discriminar en sus colegios. Hemos presenciado a los curas de la Teología de la liberación. El problema de esa gente es que dios no es una hipótesis, es una certeza, sin que se explique o se demuestre, porque las Verdades Absolutas son así, lo que anula el debate, y peor aún, el portador de estas eternas revelaciones se declara superior al escéptico y al ateo.

Pues bien, los revolucionarios franceses se enfrentaron al poder más aberrante que ha ejercido la iglesia de Roma y uno de los hechos de sangre más publicitados ha sido el ajusticiamiento de monjas de Compiègne (ver ilustración izquierda). Lean este artículo. Para resumir: los revolucionarios se pitearon monjas.

La primera medida que dictó la Revolución fue abolir la esclavitud. En el ideario ilustrado todos somos iguales y por ello la esclavitud era inaceptable. Pero luego la Revolución comenzó simplemente una carnicería que más bien responde al odio acumulado del pueblo francés contra el poder del clero. Las monjas éstas se convirtieron en santas. Por lo visto, piterase monjas y curas es parte del plan de dios.

Lo que quiero destacar con este hecho es que en Chile aún estamos en la infancia, cuando los padres nos dicen qué podemos y no podemos hacer. Aún no llegamos a la rebelde adolescencia, que en Francia fue su revolución. Hoy, Ingrid Betancourt puede ir con toda seguridad a agradecerle a la virgen Lourdes que el presidente Uribe la haya liberado, ella puede hacer demostración pública de su fe. Sin embargo, me consta que esto es motivo de vergüenza ajena para la opinión francesa, que ya superó la etapa de la religiosidad. Francia es un país adulto.

Cuando algunos quisieron hacer referencia al cristianismo en la Constitución Europea, el país que con más fervor se opuso fue Francia. El lacicismo es el pilar de la identidad francesa. Hasta hoy se asocia a los adeptos al catolicismo romano con las clases altas. La matanza de curas y monjas en ningún caso empaña las celebraciones del 14 de julio, que siguen representando el nacimiento de la Francia moderna, laica e igualitaria.

EEUU e Inglaterra no tienen una "cultura católica", por ello, el quiebre con sus instituciones religiosas fue más suave. Romper con la iglesia Católica Romana demanda sangre, porque una asociación riquísima y centralmente organizada como el vaticano no se da por vencida fácilmente. Y así como Francia surgió a partir del odio declarado a Roma, algo de eso nos falta en Chile para ser una nación realmente libre del yugo vaiticano. O al menos, alguien debe ir donde estos curas chilenos y pedirles que se metan en sus cosas ya que la política es de este mundo, y que ellos no, los espirituales católicos, no son de este mundo. Si insisten en inmiscuirse en política, mostrarle una foto de una guillotina debe servir para ilustrar el punto.

¿Cuándo terminó la RF?
Normalmente se dice que la RF terminó con la llegada de Napoleón al poder. Éste, un dictador, fue el único que pudo poner orden. Hubo más revoluciones en Francia, principalmente porque -afírmense- podemos decir que la RF no ha terminado. Ésta representa el deseo de un pueblo de tomar el destino en sus propias manos y decidir su rumbo. Hoy, aún vemos cómo estallan revoluciones, que no son otra cosa sino una continuación de la toma de la Bastilla.

Si el resultado de las revoluciones es bueno o malo, eso depende de qué y quiénes las inspiren. Si a los revolucionarios los inspira el marxismo, como a las FARC, nada constructivo podrá esperarse. Si se inspira en los ideales de libertad individual, racionalismo, ateísmo y propiedad privada, entonces un país como Francia podrá surgir. El artículo 17 de la Declaración de los derechos del hombre y el ciudadano dice

"Siendo la propiedad un derecho inviolable y sagrado, nadie puede ser privado de ella, salvo cuando la necesidad pública, legalmente comprobada, lo exija de modo evidente, y a condición de una justa y previa indemnización."

Lo anterior disgustó a Karl Marx, quien jamás vio con buenos ojos a la revolución francesa por ser eminentemente una "revolución burguesa" (tenía razón, por cierto).

Es por ello, que la RF debe ser digna de elogio, de aplausos y celebraciones. Es cierto, aún es demasiado pronto como para tener una opinión. Pero también debemos mantener vivo el espíritu revolucionario, porque si se vuelve a levantar el sangriento estandarte de la tiranía, habrá que volver a gritar: ¡a las armas, ciudadanos!


La Marsellesa (en francés y castellano)


Madonna y el rechinar de dientes

Entonces el rey dijo a los sirvientes: "Átenlo de pies y manos, y échenlo afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes." (Mateo 22:13)


El Banco Central ha vuelto a aumentar la tasa de interés, la que ahora llega a 7,25%. Pero ya es demasiado tarde. La llamada de alerta sonó hace ya mucho tiempo, pero las presiones sobre el Banco Central no cesaron, y éste perdió credibilidad. No es injusto concluir que la política monetaria chilena ha sido mala. Por otro lado, la política fiscal tampoco impresiona, ya que todos sabemos que estamos ante un gobierno obsesionado con redistribuir, y para ello, no se cansa de aumentar el gasto público, más allá del crecimiento económico. El resultado lógico ha sido una inflación fuera de control y el gobierno ahora, ya con le leche derramada, viene a advertirnos que habrá llanto y rechinar de dientes, o como dijo el personero, hay que apretar los dientes.

Hoy, el ministro Velasco nos muestra una vez más que el gobierno tiene problemas, y serios. En El Mercurio nos dice que La política fiscal hará su aporte a la lucha contra la inflación. Pero le basta con bajar algunos impuestos, no con eliminarlos. Creo que el público brama por eliminar los impuestos a los combustibles, y sobre los aranceles al software y otros insumos que estimularían la productividad. Es imperativo aumentar la productividad porque la política monetaria del Banco Central afectará en este aspecto. Sin embargo, el gasto fiscal no se recortará porque la presidenta Bachelet así lo ha ordenado. Lo lógico, en estas condiciones, sería crear las condiciones para que en realidad se produzca una recesión, pero que sea breve, y luego, la economía retomaría el crecimiento, después de de podar todo lo improductivo y podrido en el país. Si la presidenta insiste en negarse al rebajar el gasto fiscal, sólo empeorará un problema que si lo hubiésemos enfrentado a tiempo, hoy estaríamos en mejor pie. Además, contradice las palabras del ministro Velasco.

Las críticas también llegaron desde The Economist (ver The Economist: Inflación y bajo crecimiento golpean la reputación de Chile), no sólo a Chile, sino a todo el continente. Pensamos en un momento que la inflación estaba bajo control, pero las tasas de interés en todo el continente han estado demasiado bajas. El Banco Central no debe perder credibilidad. Si la situación no mejora, no habrá alternativa: se cierra el Central y se dolarizar la economía chilena.

Como vemos en el gráfico a continuación, la crisis internacional es grave. La contracción del crédito afecta a las economías desarrolladas como consecuencia de la crisis hipotecaria ("subprime"). Ya se hará sentir en Chile, y habrá más llanto y aún más rechinar de dientes. Pero los enemigos tradicionales del sistema capitalista debiesen saber que si el petróleo estuviese en manos del mercado, el precio no habría llegado a $142. Si el mentiroso e irresponsable de George Bush hubiese reconocido la gravedad del cambio climático y no hubiese subsidiado los biocombustibles, el precio de los alimentos no habría aumentado tanto.



No hay mal que por bien no venga
Lo bueno de todo es que el Banco Central ha dicho que el 61% de los hogares chilenos tiene algún tipo de deuda. Mejor aún, es la clase media la más endeudada: el 67% de los chilenos de la clase más castigada está endeudado hasta los tuétanos. La situación a finales del segundo semestre será calamitosa. Pero esto es magnífico. Ahora que todos estamos endeudados, a todos nos conviene mantener la inflación bajo control. Las medidas que se apliquen, por infames que sean, serán aceptadas ya que no hay alternativa.

A fines del semestre, y en período post-elecciones, quizás haga su entrada triunfal a Chile la cantante norteamericana Madonna, y como todos sabemos, los precios no serán módicos. Si la Chica Materialista efectivamente concreta su visita, podremos respirar tranquilos porque significa que el diagnóstico de la economía chilena será estable dentro de su gravedad. Quizás, incluso, sea un signo de mejoría económica. En lo social, si no se organizan protestas contra ella por parte de amigos del Cura Hasbún, canutos varios y otras faunas que sólo existen en Chile, incluso será un síntoma de nuestra madurez social. Dudo que haya protestas de grupos anti-aborto ya que, extrañamente, Madonna se opone al aborto.

Ya en el pasado la iglesia de Roma logró abortar una presentación de la artista que ha hecho del pop una industria mulitmillonaria y cuyos estándares de profesionalismo son deslumbrantes. Será el colmo que esta vez la crisis económica sea el impedimento. Lo único que sé es que la Chica Materialista no se presenta por amor al arte ni por bolitas de dulce, sino por el lucro.

Ya, empecemos a juntar las lucas, o en su defecto, a hacer sufrir la tarjeta de crédito. ¡A apretar los dientes se ha dicho! Si Madonna se decide a cantra y bailar en Chile, tendremos que recordar que las entradas más baratas costarán unas $50 lucas para verla. Si llena el Nacional, habrá motivos para celebrar. ¿Crisis? ¿Qué crisis?

El bruxismo es un problema de salud que consiste en apretar demasiado los dientes. Si se nos diagnostica bruxismo, valdrá la pena para ver a la blasfema pornógrafa materialista... la Soberana del Pop. ¡Viva el bruxismo!



miércoles, 9 de julio de 2008

Privaticemos el Ejército

Una medida que quizás disguste a los socialistas de derecha y a los socialistas de izquierda, pero que en la práctica ya existe

El asunto de fondo en política es determinar el papel y límites del Estado. Desde la perspectiva de este blog, la sociedad organizada políticamente y asentada en un territorio determinado debe proteger sus fronteras para disfrutar de los beneficios de la paz. Sin paz no puede haber crecimiento económico sostenido (aunque las guerras a veces sirven para estimular el crecimiento). Un país civilizado es la unión voluntaria de todos sus miembros. Para resguardar la civilización y para que exista paz es necesario que cada uno de nosotros renuncie a las armas y que éstas se entreguen a profesionales que resguarden las fronteras. En una economía avanzada, no hay justificación para que el resguardo fronterizo esté a cargo del Estado. Si privados pueden desempeñar esta función, pues debe asignarse a ellos.

La idea puede parecer absurda, pero si se fijan bien, no lo es en lo absoluto. La guerra de Iraq se ha concesionado al ejército privado Blackwater USA, entre muchas otras firmas de seguridad. ¿Por qué no podría concesionarse por completo la seguridad de EEUU a dicha empresa privada? Es cuestión de tiempo hasta que ocurra. A nadie debe extrañar que ex miembros de las FFAA chilenas hayan sido contratados por Blackwater USA, y reciben recompensas económicas que el Ejército estatal de Chile jamás podría haberles pagado. Chile Liberal congratula a todos quienes han arriesgado su vida y así todo han podido ganar sumas inimaginables gracias al desempeño en esa firma. Pilotos de la Fuerza Aérea también han ofrecido sus servicios a LAN Chile, empresa que los remunera muchísimo mejor que la aviación estatal. Si los propios miembros de las FFAA están dispuestos a emigrar al sector privado, que los recompensa generosamente, ¿hasta cuándo seguimos desangrando al erario nacional (dinero de todos) para subsidiar al Estado en sus fuerzas militares, a las que sus propios miembros ya no quieren pertenecer?

Jamá$ vencido$
En una economía incipiente, el Estado exalta el nacionalismo para lograr reclutar tropas. Mientras los más acaudalados ocupan exclusivamente los puestos de menor peligro, los más desposeídos son usados como carne de cañón. Como decía Jean-Paul Sarte, "las guerras las declaran los ricos y las pelean los pobres".

La conscripción voluntaria siempre afecta a los menos adinerados y constituye un acto de coacción pura -e inaceptable- por parte del Estado. La diferencia con un ejército privado es que todos sus miembros son profesionales voluntarios, algo que históricamente no ha ocurrido en Chile (aún no se ha profesionalizado el Ejército). Hechos como la Carnicería de La Concepción o la Derrota Naval de Iquique sirven para exacerbar la furia nacionalista. El Estado, astutamente, adoctrina a los pequeños para creer todas estas barbaries, y una vez adultos, vitorean el conflicto bélico como si fuese algo heroico o digno de elogios.

Si privatizásemos por completo las FFAA, las agencias de seguridad deberán recompensar como se debe a sus miembros, en especial a quienes arriesgan su vida. Las fuerzas estatales hacen exactamente lo contrario. ¿Cuántos efectivos de las FFAA cuentan con buenos seguros de vida? El mercado regularía mucho mejor esta actividad, que por cierto, es necesaria. El único seguro de vida que tienen hoy es la gloria de la patria y la vida eterna gracias a una imagen virgen.

Homo chilensis
Una de las caracterísitcas más notorias de la idiosincrasia chilena es el fervor con que celebramos las derrotas. A las autoridades (que rara vez envían a sus hijos a los ejércitos) les interesa hacer creer a la comunidad libre que si son reclutados, lo peor que les puede pasar es morir con gloria. Normalmente, las iglesias (en particular la de Roma) bendicen a los efectivos militares con la leyenda de la "vida eterna" (cada bando en una guerra de desgarra seguro de que dios está de su lado).

Muy útil es exaltar lo ocurrido el 9 de julio de 1882 en el poblado peruano de La Concepción. Chile mantenía a Perú ocupado y actuaba con brutalidad, cobrando impuestos y matando civiles, en el marco de la "Campaña de la Sierra". Un grupo de soldados fueron emboscados y acorralados en un templo romano por más de mil peruanos que defendían su propio país del invasor chileno. Ante la evidente inferioridad numérica, se le exigió la rendición a los 77 soldados del Regimiento Chacabuco. En vez de ello, se lanzaron a la muerte, lo que no sólo significó la pérdida irreparable de efectivos militares, sino que además arrojaron a la muerte a personal civil de apoyo, un niño de 8 años e incluso un bebé recién nacido. De algún modo, las autoridades sólo han concientizado a los escolares para que recuerden a los 77 soldados, y no al resto. Cabe destacar que éstos mismos eran miembros de la clase urbana santiaguina, de otro modo no habrían pasado a la historia. El más célebre ha sido Ignacio Carrera Pinto, no por heroísmo sino por por aparecer en el billete de $1.000 pesos.

Algunos celebrarán la abnegación y entrega de estos 77 soldados. Pero nunca se ha visto que ocupar otro país sea en sí mismo un acto de valentía. Menos aún en el contexto de la ocupación que dirigía el criminal Patricio Lynch. ¿Por qué a los escolares chilenos nunca les enseñan quién fue el señor Lynch? ¿Por qué se oculta que algunos soldados chilenos sí se rindieron el 10 de julio?

Seamos agradecidos
El Ejército de Chile ha sido instrumental en la construcción de una sociedad democrática, con notables excepciones, por ejemplo durante las torturas y asesinatos en Chile y el extranjero que ordenó Augusto Pinochet (a quien póstumamente la institución debiese darlo de baja). Es hora de agradecer todo lo que la institución ha hecho, y nada mejor que traspasando sus funciones al sector privado. Necesitamos un Blackwater Chile o agencias similares para concesionar la defensa nacional, será más eficiente y menos oneroso.

El siguiente documental fue producido y exhibido por la televisora estatal de Chile, sin embargo, es bastante imparcial. Véanlo.

Batalla de La Concepción, Parte I

domingo, 6 de julio de 2008

Eternamente agradecidos, presidente Uribe...

...pero el 2010 váyase, por favor


La Operación Jaque ha sido un éxito rotundo que le ha valido a Álvaro Uribe, presidente de Colombia, el reconocimiento unánime de la comunidad democrática internacional. El silencio de Morales, Correa y Chávez es elocuente. La oleada roja que arremetió a América Latina está en franca retirada gracias a sus coqueteos con la guerrilla. Chávez no es el líder de nadie (según el cuasi-dictador venezolano, las FARC no son terroristas; si las FARC no son terroristas, ¿quién rechuchas son terroristas entonces?). El presidente Uribe sí es el verdadero héroe del rescate de Ingrid Betancourt. Es hora de que el presidente Uribe demuestre su fibra democrática y no asipre a un tercer mandato presidencial. Uribe debe irse como héroe y traspasar su exitoso plan de lucha contra las guerrillas a su ministro de defensa, Juan Manuel Santos.

En su columna de El Mercurio (conservador), Carlos Peña califica como "artimaña" al plan de rescate de las fuerzas democráticas colombianas. No es cierto.

Ésta es la narrativa de Chile Liberal: el presidente Uribe, elegido democráticamente, ha propuesto emplear mano dura frente a los guerrilleros marxistas, y fue elegido para actuar conforme a su plan. Inteligentemente, buscó el apoyo de las potencias democráticas, EEUU, Francia e Israel, para planear su asalto final a las FARC. Las fuerzas militares estuvieron subordinadas al poder político, lo que demuestra una eficiente división del trabajo. El poder político cuenta con un mandato popular reflejado en las encuestas y triunfos electorales. El resultado de años de preparación fue una operación de rescate ejemplar y prístina, no una "artimaña". ¿No es acaso signo de una inteligencia aguda el fraguar una artimaña?

No está demás decir que en nuestra lucha contra el marxismo no hubo nada de lo anterior: un militar golpista, Augusto Pinochet, ordenó torturar, exiliar, relegar y matar -sin juicio ni defensa- a centenares, siendo él mismo el dueño absoluto del poder militar y político. Los restos de los "desaparecidos" fueron arrojados al mar o furtivamente sepultados en fosas comunes, sin registro de juicios ni entrega a sus familiares, y menos aún con compensaciones económicas ni gesto alguno de reparación. Pinochet se granjeó el repudio unánime de la comunidad internacional, mientras el presidente Uribe es aclamado como héroe.

Todos somos colombianos
Colombia es un país que todos amamos. No sólo por lo exquisito de su café, tan suave e intenso como su cadencioso fútbol o su folklore, o por la simpatía de su gente, que deslumbra cuando habla en un castellano bello, a diferencia de nosotros los chilenos, que balbuceamos y entrecortamos palabras. Colombia se merece una institucionalidad fuerte que asegure el respeto a los derechos del individuo. Colombia no se merece vivir a merced de quien ocupe la presidencia de su país. Uribe ya logró una reelección mediante una reforma constitucional, lo que está muy bien. Es bueno que un incumbente esté obligado a ir a una reelección con un líder opositor, así el electorado valida lo hecho en un primer mandato, o decide un cambio. EEUU lo ha logrado mediante su inteligente sistema que entrega la presidencia (oficina débil, además) por 4 años, y luego un segundo período, sin posibilidad de volver a ocupar el cargo nunca más. Fue un acierto el segundo período de Uribe quien ganó por paliza el año 2006. Es necesario hacer vista gorda de algunas irregularidades, como por ejemplo la invasión a territorio ecuatoriano (donde se eliminó a Raúl Reyes y se obtuvo información preciosa), sus conflictos con el poder judicial (que permitieron agilizar la desarticulación de la guerrilla), o acusaciones de soborno para lograr aprobación para su segundo mandato (que significaron este golpe letal a las FARC gracias a la liberación de Ingrid). Podemos usar la analogía de las salchichas para describir la Operación Jaque: muy sabrosa, pero no preguntemos de qué está hecha ni cómo se hizo.

El tiro de gracia al marxismo
Nos gustaría ver al presidente Uribe vitoreado como héroe, traspasando el mando a Juan Manuel Santos, el actual ministro de defensa y elemento instrumental en la lucha de las fuerzas democráticas contra los terroristas. Santos debiese aplicar los latigazos, mientras Ingrid Betancourt puede colaborar ofreciendo las necesarias zanahorias a los terroristas, y así buscar la fórmula de reconciliar al país para sanar las heridas y pacificar, e imponer el Estado de derecho. Luego, el país puede continuar con el debate sobre lo que importa: políticas fiscales, etc.

Lo peor que podría ocurrir sería que Uribe se engolosine con el poder y que la lucha contra el terrorismo dependa de una sola persona, él mismo, y no de instituciones, leyes y de variados representantes del electorado. El continente del realismo mágico puede mostrarnos a niñitas de pelo verde volando hacia el cielo, y Macondo puede ser testigo de Betancourt, Santos y Uribe peleando a muerte en la elección del 2010. Esperamos que no ocurra. Y esperamos que de una buena vez EEUU termine con la prohibición sobre las drogas.


NOTA: Después de leer el artículo pueden expresar su opinión en la encuesta situada en la parte superior de la barra lateral.

Chile Liberal exige a los simpatizantes de la guerrila que depongan las armas y que entreguen a los rehenes.

"Las FARC no es la construcción voluntarista de alguien, las Farc es el producto de la resistencia del pueblo colombiano, frente a la agresión del imperialismo y la oligarquía que durante centenas de años a asesinado, perseguido, agredido al pueblo colombiano". (fuente: ver video a continuación, del 10 de junio del 2008)







Ilustración y gráficos: The Economist

sábado, 5 de julio de 2008

El papel de la religión

Un exabrupto de Ingrid


Como saben todos, este sitio es enemigo acérrimo de la religiosidad. Simplemente, porque promueve la indolencia y porque es una herramienta política para controlar a la masa (rebaño). No es intención de este sitio, como nos pidera Carl Sagan, el herir sentimientos, pero sí queremos estar en lo académicamente correcto. Es inevtitable el no emocionarse al ver a Ingrid Betancourt liberada y comenzar a planear una Colombia libre y una América Latina próspera, una vez derrotada la violencia marxista, pero puede sentirse como una bofetada en la cara que Ingrid agradezca a "Dios" su libertad, se arrodille y dé gracias a alguna imagen virgen, acompañada de un funcionario de la iglesia de Roma. A Ingrid Betancourt se le liberó gracias a la acción coordinada del presidente Uribe con muchos elementos nacionales y extranjeros. ¿Cómo es posible que le agradezca a algún creador del universo?


Es esencial respetar las creencias individuales, es uno de los axiomas del liberalismo. Sí molesta la actitud de algunos medios chilenos en destacar la religiosidad de Ingrid.

Es ridículo pensar no sólo que existe un ser omnipotente y omnisciente, más encima bondadoso, que permite una guerra civil en Colombia, y que permite que a Ingrid la secuestren, y que tarda 6 años en responder a las plegarias. O dios no es omnisciente, o no es todopoderoso, o simplemente es un sádico. Lo más seguro es que no exista.

Ingrid Betancourt ha vivido una situación límite, y eso es, a diferencia de los medios chilenos, lo que destaca la prensa francesa. La opinión pública francesa, ferozmente laica, no podría creer que Ingrid Betancourt agradeciera a dios por su liberación. En el artículo Le retour sur scène d'une combattante politique de Le Figaro un siquiatra nos explica lo que realmente ha ocurrido. Ante las primeras expresiones de Ingrid, «Accompagnez-moi d'abord pour remercier Dieu et la Vierge.» y «Mon Dieu, c'est un miracle», se nos explica lo siguiente

"Le psychiatre Gérard Lopez parle de «facteurs résilients». Chacun peut comprendre que dans des situations d'abandon et de danger, Dieu apporte une protection salvatrice. La foi d'Ingrid, qui a toujours été catholique pratiquante, n'a pu que grandir pendant sa captivité. Ses premiers propos ont parfois des accents christiques, notamment quand elle se fixe comme mission d'«ouvrir le chemin de la paix» aux hommes et femmes demeurés otages."

O sea, que Ingrid agradezca a dios y virgen es lo que el siquiatra llama "factores de resiliencia". Desde luego, como dice Gérard Lopez, nadie puede comprender que en una situación de abandono y peligro, dios entregue una protección salvadora. Sus declaraciones sobre dios y la virgen tienen una connotación crística.

Por supuesto, no podemos negar que la religión cumple un papel muy importante, es un "factor de resiliencia", como ya nos explicó el siquiatra francés. Es importante destacar que en ningún caso acá se admira la profunda fe crística de Ingrid. Sus desconcertantes declaraciones inmediatamente después de su liberación responden a aquellas creencias que le ayudaron a enfrentar su cautiverio. La intensidad de sus creencias no convierten a su fe en verdad, ni hacen que dios exista. Por mucho que yo me ponga de rodillas, no voy a lograr que una virgen de a luz un hijo, menos aún podremos creer que ese hijo era el hijo de dios, ni menos aún podemos creer que un dos exista. Por mucho que yo alabe al Chanchito Volador, el chanchito no existirá salvo en mi mente.

El artículo de Le Figaro corresponde a la mentalidad racionalista de la prensa francesa. No hay lugar para emociones de la calaña cebollera que tanto gustan en el contiente del realismo mágico. La mujer que más ha acaparado la atención de la sociedad francesa ha sido liberada de su cautiverio, y se pone de rodillas: preguntémosle a un siquiatra cuál es su diagnóstico.

La verdad sea dicha, este acontecimiento no fue el más cubierto, se hizo vista gorda y se le ha considerado más bien un exabrupto.

Hasta el límite
La fe, o sea, el creer en algo sin evidencia, puede llegar a ser conmovedora. La actitud de un ateo debe ser firme, pero no por ello podemos dejar de comentar este fenómeno.

A continuación les presento una escena extraordinaria de la película "El hombre elefante". John Merrick fue un niño inglés de la época victoriana que nació con deformidades tan serias que su madre lo abandonó y lo vendió a un circo. Su vida transcurrió tal como la de un monstruo de feria. Finalmente fue rescatado por el doctor Treeves (Anthony Hopkins) quien buscaba notoriedad con sus pares científicos y quiso alojar al Hombre Elefante en el Hospital de Londres. Para ello debía convencer al director del recinto de que Merrick era sólo deforme y que sus capacidades mentales eran normales, y por ello no debía irse a un centro siquiátrico.

Hopkins esperaba que su propia teoría no fuera cierta. Sabía del sufrimiento del Hombre Elefante, y por su propio bien esperaba que sólo repitiese las respuestas que había preparado con él para una entrevista con el director del hospital. Enorme fue la sorpresa de Hopkins al darse cuenta que las capacidades mentales de Merrick estaban intactas, y de hecho recita el Salmo 23. Toda una vida viviendo como bestia en un circo, y todo ello había sido experimentado con lucidez por el Hombre Elefante. Esta es una de las escenas más conmovedoras de una de las películas más profundamente humanas y desgarradoras de la historia del cine.

Si la fe sirve a alguien para resistir y continuar con su vida, es una cuestión que se merece respeto. Si la fe organizada y convertida en religión recibe el estatus de verdad eterna, y se instrumentaliza con fines políticos, es algo que no merece respeto.

"El hombre elefante", Entrevista en el hospital (Salmo 23)




Salmos 23

Salmo de David.
1 El Señor es mi pastor, nada me falta;
2 en verdes pastos me hace descansar.
Junto a tranquilas aguas me conduce;
3 me infunde nuevas fuerzas.
Me guía por sendas de justicia
por amor a su nombre.

4 Aun si voy por valles tenebrosos,
no temo peligro alguno
porque tú estás a mi lado;
tu vara de pastor me reconforta.

5 Dispones ante mí un banquete
en presencia de mis enemigos.
Has ungido con perfume mi cabeza;
has llenado mi copa a rebosar.

6 La bondad y el amor me seguirán
todos los días de mi vida;
y en la casa del Señor
habitaré para siempre.


Palabras bellas, sin duda. Pero "el Señor" no existe.