sábado, 28 de noviembre de 2009

Columnista invitada: Un voto liberal por Marco

Hemos invitado a Catalina, gran amiga de este sitio, a contribuir con una columna de opinión en nuestro blog para explicarnos las razones para votar por Marco Enríquez-Ominami. Gentilmente Catalina aceptó. He acá su columna


Si bien no soy miembro oficial del grupo "Liberales de Chile", me invitaron a dar mi opinión acerca de por qué la candidatura de Marco Enriquez-Ominami a mi parecer es la que más se adapta al perfil de un liberal. Acepté el desafío y ahora expondré algunas razones personales que me han hecho decidirme a votar por ME-O.

Mi intención aquí, no es tratar con minuciosidad las propuestas del candidato independiente, sino más bien, dar una especie de introducción, invitando así a participar a futuros "noteros" que quieran profundizar en aspectos específicos de las políticas que el candidato ha propuesto para su gobierno (y por qué no, en las políticas de los otros candidatos también).

Pues bien, en primer lugar es necesario explicar qué entiendo yo por liberal y por qué me autodefino como tal.

Cuando alguien se refiere a sí mismo como un liberal, obviamente hace alusión a una cuestión política. Y cuando hablamos de política, hablamos de una realidad basada en el hecho de la pluralidad de los hombres, de la capacidad de organización a partir de la diversidad de intereses. Esta organización sugiere dar la posibilidad del hombre de realizar su existencia a partir de las diferencias que existen en el encuentro interpersonal. El hombre es por esencia individuo y relación, es un "ser con los demás" que no puede reducirse a la esfera del yo. Desde este punto, cuando hablamos de libertad, hablamos de la autodeterminación de uno mismo que implica una dimensión interpersonal, donde la propia libertad repercute en la libertad del resto, y viceversa. Por lo tanto, toda libertad auténtica debe tomar en cuenta esta orientación intrínsecamente humana que existe hacia los otros.

En siglos pasados surgió un grupo de hombres que entendieron esta esfera de la libertad y la política, y notaron que una autoridad excesiva en un régimen que se denomina político va contra el respeto a esa multiplicidad de intereses que existe en un grupo social. Los liberales comprendieron que la autoridad ejercida con exageración representa un desequilibrio en la esfera social, desequilibrio que sólo conlleva a una usurpación de los intereses personales que permiten la auto-determinación y finalmente, sólo genera una unicidad impuesta. El objetivo de estos liberales era la estabilidad del sistema, preservando los elementos individuales y defendiendo un equilibrio donde ningún interés individual ganara espacio por sobre el de otros. Sabemos que los derechos del hombre y la demanda de que la naturaleza moral debe ser ejercida libremente son consecuencia de este pensamiento liberal.

En fin, no debiera aquí hacer exposición del pensamiento liberal, pero quiero dejar en claro que es éste el pensamiento que me representa, porque lo considero un modo de ejercer la política que hace una igual consideración de intereses para todos los hombres. Otro sistemas políticos tienden a ejercer ilegítimamente el poder sobre el individuo, y no crean límites justos que defiendan la libertad.

¿Qué tiene que ver todo esto con Marco Enriquez-Ominami? Mucho tiene que ver. Porque a mi parecer, es él y sus propuestas programáticas para un futuro gobierno las que más acordes están con las propuestas de los liberales.

A diferencia del resto de los candidatos, Marco ha manifestado una posición equilibrada, en la cual ha propuesto políticas del orden social y económico que promueven el respeto por la libertad. Además ha defendido al Estado como medio para favorecer a los más desposeídos, sin dejar de manifestar que él NO odia al mercado (lo dijo con sus palabras).

Quisiera detenerme en este último concepto que he ingresado: el mercado. Cabe mencionarlo, porque el liberalismo es además defensor no sólo de las libertades civiles, sino también un defensor de las libertades económicas. Sin embargo, me gustaría destacar la errónea confusión que existe entre liberalismo clásico y neo-liberalismo. El neo-liberalismo ha sido un sistema mal desarrollado que finalmente ha convertido al mercado en un poder absoluto, similar a un estatismo exacerbado. Como decía Adam Smith "el monopolio es el gran enemigo de una buena administración", y estaba en lo cierto. El monopolio es el mercado que hoy rige la economía y ha violado el derecho que todos tenemos de ser parte activa del ejercicio económico. ME-O pareciera notar esta diferencia y comprende que el mercado puede ser un gran aliado del desarrollo de una nación cuando es capaz de funcionar con una regulación adecuada. Lo ha expresado a través de sus propuestas programáticas. No hay que olvidar que para un liberal, el Estado se comprende como un sistema que tiene las atribuciones necesarias que permitan regular el ejercicio de las libertades y velar porque éstas efectivamente se cumplan, sancionando aquellos que las violen.

Interesante es el proyecto de reforma tributaria que Marco quiere implementar en su futuro gobierno, posiblemente una de las propuestas que más llama la atención en la opinión pública. Si bien esta propuesta tiene algunas cosas que muchos pueden no compartir respecto al aumento del IVA en el tabaco y alcohol, lo referido al impuesto de primera categoría permite terminar con la elusión fiscal y la baja tributación de las empresas mineras extranjeras, además de ir directo al gran principio de la desigualdad: la educación. Con su reforma tributaria, Marco pretende obtener una alta cantidad de recursos fiscales que sean designados a educación, lo que permitirá acrecentar su presupuesto anual casi en un triple de lo que es hoy. Cosa que me parece plausible y aplicable. Sabemos que la base del desarrollo es la educación, y que sin ésta se generan relaciones de dependencia ineficientes, las cuales finalmente el Estado debe reparar con políticas parches.

En cuanto a las ideas valóricas, algunos le critican a Marco que ha sido cambiante en sus posturas. Me parece que sus posturas no son las cambiantes, de hecho me parece que él tiene sus ideas bastante claras. Creo que Marco comprende que el secreto de un buen gobierno es saber orientar sin romper con cierta institucionalidad de un día para otro, sino yendo gradualmente hacia ese Chile que como liberales deseamos tener. Se dice que los liberales son conservadores en el sentido que se oponen a una desestabilización en la política a partir de constructivismos como el sistema marxista, por ejemplo. Yo estoy de acuerdo.
Cabe mencionar las ideas que Marco tiene respecto al medio ambiente, que muestran profunda preocupación por éste. No entraré en detalles, pero asumo que su postura va en equiparación con las opiniones de liberales y utilitaristas que además entienden que la destrucción del mundo natural sólo tiene objetivos económicos que suelen ser no un bien mayor como algunos creen, sino todo lo contrario.

Y bueno, ¿Por qué no Arrate, Frei o Piñera?
- Arrate: Porque su concepción de Estado y Mercado es incompatible con la de un liberal (no vale ni la pena explicarlo). Además su llamado a hacer pactos y defender a la concertación "con tal de que no salga la derecha" demuestra una mediocridad política condenable. Por cierto, resulta cínico hacer una declaración así cuando la concertación bien poco tiene que ver con el discurso que ahora esgrime Arrate.

- Frei: Porque entre tantas cosas, es parte de una mala administración concertacionista que ha monopolizado al mercado. Durante 20 años el gobierno ha fortalecido las medidas poco constitucionales desarrolladas en dictadura. Vale la pena recordar la ley del royalty, el tratado que Menem y Frei firmaron el '97 que es el que permite proyectos mineros como el de Pascua Lama, etc. Claramente varias medidas hechas por la concertación han ido contra los intereses de muchos chilenos.

- Piñera: En primer lugar porque, al igual que la concertación, el monopolio es su aliado. Segundo, porque el conservadurismo de la UDI le pesa más de lo que él quisiera, y bien sabemos que la UDI, llena de moralina y nacida bajo dictadura, poco o nada de liberal tiene. Quizás la única ventaja de Piñera es no haber sido presidente antes.

Vota por ME-O
MARCO POR TI

http://marcopresidente.cl/programa/utiles/descargas.html
Catalina A.

martes, 24 de noviembre de 2009

Arrate = Frei = Piñera

"Votar por Arrate es votar por Frei y votar por Frei es votar por Piñera."

Con estas palabras, Marco Enríquez-Ominami, el candidato que Chile Liberal ha endosado, selló sus intervenciones en el último debate televisivo. MEO logró describir magistralmente la situación de la presente campaña electoral, a menos de tres semanas de su desenlace.

Claro, porque Arrate no tiene posibilidad alguna de ganar. Los votos de Arrate, los más extremos de la izquierda de nuestro espectro, se pierden con el Tatita Gagá. Eduardo Frei, ya ha quedado claro, no es capaz de derrotar a Piñera en el balotaje.

El único capaz de ganarle a Sebastián Piñera es Enríquez-Ominami, y si los votantes chilenos quieren una justa electoral competitiva, y si quieren evitar que los Udibanes lleguen a La Moneda, la opción es una sola: votar por MEO.

Y Chile Liberal vota por MEO.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Metallica versus la apatía política (ah, y los derechos de propiedad)

"Turn on to politics, or politics will turn on you."
Ralph Nader, ex candidato presidencial de EEUU

En más de una oportunidad Metallica casi nos reventó los tímpanos, hasta que se aburguesaron y empezaron a experimentar con el blues y el rock más melódico, y hasta con música clásica. Es que todos nos aburguesamos, ¿por qué Metallica iba a ser la excepción?

Los monstruos del rock están planeando presentar su música en Chile... si es que la UDI, por supuesto, asiente. ¿Hay que pedirle permiso a la UDI? Sí, y no. No porque cada uno es libre de venr a Chile y ofrecer un concierto. Sí porque el concejal Alessandri ha dicho que quiere impedir el recital, y no va a renunciar hasta que lo logre (la UDI ya logró cerrar la Blondie, entre otros logros). Por otro lado, Alessandri es un concejal elegido libremente por sus electores para que impioda estas estruendosas bullas, como dirá alguno. ¿Ha burlado alguna ley la UDI al tratar de bolicotear a Metallica? No. De hecho, está cumpliendo con el mandato que le han entregado los ultramontanos y ultraconservadores.

Si el concierto se cancela es culpa de ustedes, los que creen que por unirse a un grupo Facebook "Queremos a Metallica en Chile" o "Estamos contra la UDI porque prohibió a Metallica" van a conseguir algo. Los conservadores se organizan, se inscriben, y van a votar. Si ustedes no se inscribieron, son apáticos y creen que Facebook vale más que un voto, entonces estamos cagados. Si ustedes no se vuelcan hacia la política, la política se volcará en contra de ustedes.

Metallica es una banda de lujo que no puede seguir el derrotero de Iron Maiden durante la transición, en que por presión de la iglesia Papista se impidió su concierto. Como sabemos, Metallica es un grupo que ha sido uno de los principales cultores del speed metal y el thrash, y si Santiago de Chile pretende seguir siendo parada obligada de los tours latinoamericanos de las principales bandas de rock de la escena internacional, entonces ustedes tendrán que votar contra la UDI en las elecciones venideras.
La banda que interpreta One despierta mucho interés en los liberales. La prestigiosa e influyente revista de negocios Fortune hizo un seguimiento de su proceso de selección y recrutamiento de su bajista Robert Trujillo, tarea complejísima que en nada se diferencia de lo que experimenta una transnacional en busca de un alto gerente (ver artículo: Unleash The Vulcan Within). Después de todo, Metallica es una empresa que mueve millones en todo Occidente.

Lo que nos lleva a otro tema de gran importancia, y es cómo en el mundo de la música, especialmente el rock, se hacen respetar los derechos de propiedad y los derechos de autor.

En una economía de mercado es absolutamente esencial que se hagan valer y se respeten los derechos de propiedad. Los agentes que conforman el mercado, o sea, todos nosotros, producimos más y mejor cuando sabemos que podemos quedarnos con el fruto de nuestro trabajo. O sea, gracias a los derechos de propiedad existe la división del trabajo, y gracias a ésta última se genera riqueza. Si una banda como Metallica no percibe las ganancias que genera su propio talento, ¿cuál es la motivación que tienen para seguir trabajando? Recordemos que en último término, la economía es una cuestión de incentivos. Si no hay incentivo (o "lucro", ¡puaj!), entonces no hay producción. Los derechos de propiedad intelectual estimulan la creatividad ya que el incentivo de las ganancias motivan para seguir creando.

En el año 2000, la demanda de Metallica a Napster, un sitio de distribución de música por Internet, marcó un punto de inflexión en la lucha contra la pitarería (Chile siendo un país escandaloso por su falta de rigor contra la piratería). Metallica logró una orden de clausura contra Napster, lo que enfureció a varios fans. No a los liberales. Nosotros sabemos mejor que los creadores del mítico álbum And Justice For All volverán a los estudios y seguirán de gira mientras sigan percibiendo ganancias. La distribución "gratis" (!) de música terminará por destruir a las bandas consagradas.
Por otro lado, los medios electrónicos pueden servir como medio de difusión, y para que otros artistas se consagren. Hoy una banda no necesita ir a rogarle a un productor. Basta con que suban su música a YouTube (Arctic Monkeys fue un caso emblemático). Una vez establecidos, pueden entonces empezar a preocuparse por los derechos de autor.

Las soluciones al problema de cómo respetar derechos de autor son varios. Para empezar, debe abaratarse el costo de bajar música. A nadie le importa pagar una luca por una canción. De hecho, servirá para incentivar que se grabe mejor música (pregunta: ¿alguien pagaría por música que es una mierda? Respuesta: no). Ya vemos a iTune cobrando precios bajos por descargar música. Y así, creemos que se puede conciliar intereses de creadores con los intereses de los fans. Lo importante es no olvidar que alguien es dueño de una creación, y que en estos conflictos, es imprescindible contar con un estado de derecho, en que un tribunal resuelva basándose en leyes sensatas.

El siguiente es un tema de Metallica que aborda la problemática de la adoctrinación religiosa de niños (que como nos propusiese Richard Dawkins, debiese considerarse como forma de abuso infantil). ¡Larga vida al rock!


domingo, 22 de noviembre de 2009

Hayek, la desigualdad y la UDI

Ahora que, como dice Carlos Peña, gracias a la candidatura de Marco Enríquez-Ominami ha llegado la hora de los liberales, es necesario hacer diferencias con los neo-liberales (de esto habrá más en nuestro siguiente artículo). Para entender por qué, además, no es bueno que gane la UDI en los próximos comicios, Chile Liberal los deja con el siguiente artículo de la Revista Capital.


Hayek, la desigualdad y la UDI
Por Renato Cristi
Fuente: Revista Capital


Es importante preguntarse si la UDI sigue adhiriendo a los planteamientos de Jaime Guzmán acerca de las bondades de la desigualdad social.

Es posible que Piñera gane la elección presidencial y que la UDI vuelva al gobierno. Dado que uno de los desafíos centrales sigue siendo la enorme desigualdad en la distribución de ingresos, es importante preguntarse si la UDI, que se vende como partido comprometido con los pobres, sigue adhiriendo a los planteamientos de Jaime Guzmán acerca de las bondades de la desigualdad social.

Guzmán tiene una deuda histórica con Hayek, quien busca derivar su filosofia neoliberal del liberalismo clásico. Aunque existen similitudes entre esas dos corrientes de pensamiento, hay también una esencial diferencia que dificulta su asimilación.

El liberalismo clásico afirma la libertad, pero a la vez la igualdad. El contexto histórico de Locke y Kant nos muestra que su adversario principal fueron las jerarquías feudales y la idea de desigualdad como un dato natural. En cambio, el adversario histórico del neoliberalismo es el socialismo. Hayek hereda de Mises la orientación anti-Estado que se expresa en sus célebres disputas con Keynes y Oskar Lange.

En The mirage of social justice, Hayek se opone a la idea de igualdad de oportunidades, pues ello significaría poner en manos del Estado un control ilimitado de las circunstancias que afecten al bienestar de las personas. Durante una visita a Chile, Hayek, en una entrevista realizada por Guzmán, admite que la desigualdad es motor indispensable de la producción capitalista: “como he sostenido otras veces, si la redistribución fuera igualitaria habría menos que redistribuir, ya que es precisamente la desigualdad de ingresos la que permite el actual nivel de producción” (Realidad, mayo de 1981).

Pinochet, y luego Thatcher y Reagan, diseñan sus políticas teniendo a la vista el rechazo de Hayek al igualitarismo y su opción por un ideal de libertad preferencial que exige la ausencia de interferencia estatal. El 10 de octubre de 1975, en un discurso en los Winter Gardens de Blackpool, Thatcher afirma: “todos somos desiguales. Nadie, gracias a Dios, es igual a otra persona por más que los socialistas pretendan que no es así. Creemos que toda persona tiene un derecho a la desigualdad, pero a la vez todo ser humano es igualmente importante para nosotros”.

En 1980, Guzmán publica Reagan y el fracaso socialista (Ercilla, 12 de noviembre), en que enrostra a la izquierda democrática el intento de atenuar el carácter totalitario de la izquierda marxista “como el costo de implantar una sociedad supuestamente igualitaria”.

¿Cuáles son los logros del neoliberalismo? Según Guzmán, ha revitalizado la propiedad privada y la libre empresa. El Estado ahora “disminuye su tamaño y orienta su función redistributiva a superar la pobreza –y no una utópica igualdad– como instrumento de efectiva justicia social”. Enfatiza el impulso privatizador en “ámbitos como la educación, el mercado laboral, el sindicalismo, la seguridad social, la salud”, puntos claves del neoliberalismo de Pinochet.

La idea hayekiana de la desigualdad como motor del capitalismo determina tambien el argumento de ¿Que no haya ricos o que no haya pobres? (Realidad, marzo 1980). Guzmán, inspirado en José Piñera, postula que la necesaria desigualdad entre ricos y pobres es el motor del crecimiento económico y la única solución realista para eliminar la pobreza. La alternativa es el socialismo igualitario que conduce al empobrecimiento de la sociedad entera. Soluciones intermedias (“terceras vías”) son ilusión y utopía. Concluye con una afirmación de temple aristocrático: “siempre el progreso se ha logrado por el fruto con que la obra de pocas eminencias cumbres se ha derramado sobre el resto del cuerpo social”. Ello implica, reconoce, “aceptar la desigualdad como dato de la Creación”. Las objeciones del liberalismo clásico a las jerarquías feudales han sido olvidadas.

El pensamiento político de Guzmán se plasma en la Declaración de Principios de la UDI. Reconoce su acápite 4 que es función indelegable del Estado “la promoción de la mayor igualdad posible de oportunidades básicas”. Pero lo que otorga este párrafo lo quita el acápite 6, que desconoce y cercena la función del Estado en aras de la libertad preferencial en la educación, la salud, la seguridad social y la actividad gremial.

Prueba de que estamos lejos del liberalismo clásico es el acápite 27 de la Declaración, en que se lee: “frente a quienes hacen de la política una mera reivindicación de derechos, silenciando las obligaciones que le son anexas…[la] UDI se propone… respetar las jerarquías naturales en los diversos ámbitos del quehacer nacional, combatiendo la tendencia al igualitarismo rasante de las sociedades masificadas”.

En la lucha contra el socialismo, Guzmán y la UDI, ciñéndose a Hayek, abandonan la lucha por la igualdad clásica y optan por las jerarquías naturales del medioevo. Hay que considerar que Guzmán fue partidario del carlismo español, movimiento que buscó revitalizar las jerarquías feudales.

En 1962, visita Chile el joven príncipe Heinrich von Starhemberg. Es invitado el 30 de abril al Colegio de los SSCC y Guzmán prepara una reseña de su charla. Starhemberg dirige su diatriba contra el paradigma revolucionario que se inicia con la “rebelión de los ángeles en el Paraíso”. En la modernidad esta rebelión se manifiesta en tres “fenómenos diabólicos: la Reforma luterana, la Revolución Francesa y el comunismo”. También anuncia una nueva época en que no tendrán “cabida los absurdos parlamentos de las democracias modernas” y encomia al régimen de Franco. Guzmán concluye afirmando que Su Alteza “hizo votos por nuestro éxito en la batalla en que estamos empeñados, para que se abra en Chile… la nueva era, jerárquica, tradicionalista, dinámica, pero por sobre todo, profundamente católica.”

El camino hacia la decadencia se desencadena con la revolución liberal de la igual libertad. La contrarrevolución que se anuncia busca restaurar la desigualdad jerárquica feudal. ¿A qué otra cosa pueden aspirar estos jóvenes contrarrevolucionarios sino a re-establecer el modo de vida aristocrático que corrompen Lutero, Locke y Kant?

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Un voto por Marco Enríquez-Ominami

Chile Liberal es un sitio Web que como tal no tiene derecho a sufragio. Pero si lo tuviésemos, votaríamos por Marco Enríquez-Ominami, tanto por ser el único candidato que impulsa las reformas privatizadoras que anhelamos, como por su compromiso por defender libertades civiles como el matrimonio homosexual y la interrupción voluntaria del embarazo


Marco Enríquez-Ominami, o MEO, es un joven diputado (36 años) que quiso presentarse legítimamente a las elecciones primarias de la Concertación. Fue ignorado. Se lanzó sólo a la carrera presidencial, así nomás, de puro choro. No lo consideramos en un principio por su personalidad hiperkinética, su modulación atropellada, y cierto aire de inmadurez. Claro, porque ser presidente es una empresa seria que necesita surgir desde pactos y proyectos comunes, no por actos de choreza. Pero en estos pocos meses, MEO ha crecido enormemente, y se ha ganado nuestra admiración.

Ha organizado un equipo económico respetable, encabezado por su asesor Paul Fontaine, quienes buscan encausar las fuerzas del mercado, no dominarlas, ni asfixiarlas. El ex candidato díscolo ha abordado temas tabú como privatizar parte (pequeña) de Codelco, Enap, y otras empresas "de todos", que en realidad son bolsas de trabajo bien remunerado para los amigos del partido. Ha sido el único congresista que ha presentado una ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo, y se ha opuesto públicamente la exclusión del matrimonio homosexual en nuestro ordenamiento jurídico. En cuanto a perfeccionamiento democrático, es enérgico opositor al sistema binominal, un obsceno subsidio a la derecha conservadora, e incluso propone iniciar los trámites para una nueva Constitución. Su postura hacia el comercio y consumo de drogas es tratarlas desde el ángulo de la opción personal, no como un acto criminal. Siendo las drogas el principal causante de corrupción y violencia, su despenalización traerá más beneficios que costos. Lo interesante es que todas las anteriores provengan de un mismo candidato, quien se ha puesto más allá de la clásica escisón de izquierda versus derecha.

Nuestro sitio cree que una economía moderna y pujante se basa en la inventiva, el emprendimiento, y la iniciativa de los individuos, que como actores económicos, necesitan desenvolverse en un sistema de bajos impuestos. Pero la innovación de verdad, y el emprendimiento efectivo, se produce en la medida en que los individuos sean libres en la sociedad. Nuestra máxima es: individuos libres en una economía libre. Marco Enríquez-Ominami ofrece liderar reformas liberalizadoras en ambos frentes.
Para llegar a la conclusión que MEO es nuestro candidato, ordenamos en la siguiente tabla los temas que hemos desarrollado y debatido en este sitio durante nuestros tres años en la blogósfera. Luego, pusimos los nombres de los candidatos, y por cada tópico, le asignamos un 1 al candidato que públicamente ha defendido tal postura, un 0 si han sido indiferentes, y un -1 si se han manifestado en contra.


La verdad es que si bien en un principio creímos que Sebastián Piñera era una opción, por ser aparentemente capaz de liderar a la derecha hacia el centro del eje político, de paso moderando los instintos intransigentes de aquel sector, al final el magnate ha sido decepcionante, y aunque parezca difícil de creer, se ubica debajo de Eduardo Frei en nuestra matriz. Mientras Frei, increíblemente, se desplaza a la izquierda del espectro, llegando al absurdo de defender las privatizaciones efectuadas bajo su mandato (1995-2001), pero ahora reniega el papel modernizador de nuevas privatizaciones, Piñera por su lado se desdice sobre las uniones homosexuales, hace alarde de invocar a dios en sus discursos, y se limita ha contentarse con el voto conservador tradicional. En este desolador panorama, MEO irrumpe con su característica agilidad, tratando de captar al votante hastiado de la Concertación—la misma que lo ignoró en las primarias—, pero que además desea profundizar las reformas tan necesarias en el actual estado de evolución de nuestro país.
MEO ha sido objeto de críticas por su admiración hacia la izquierda rancia y populista del Eje Atlántico, tema ya abordado en Chile Liberal. En su Franja Política, hemos visto sólo imágenes de Lula, un social-demócrata moderado que ha llevado a Brasil a un sitial de prestigio a nivel internacional, y no hemos visto asomarse a Chávez. Confiamos que MEO desea aliarse con la vertiente de Lula, y no la del populismo reelectivo de Chávez. Aclarado este punto, la verdad es que no queda gran trecho entre nuestro sitio y el ex díscolo, ex militante del Partido Socialista, y hoy candidato-estadista e independiente.
Un escollo preocupante es la carencia de plataforma política del futuro "presidente de la república el señor Marco Enríquez-Ominami". No tiene una bancada en el Congreso, ni siquiera alcaldes o concejales. Pero desde el palacio presidencial puede comenzar a reformar el ordenamiento político, y comenzar a atraer a nuevos políticos para converger en torno a sus ideales —y ojalá no en torno a su persona— una suerte de conglomerado que lo acompañe. Ciertamente, tal como está planteada la elección actual, MEO es un riesgo. Pero Chile ha tomado ya antes otros riesgos, y en una nación institucionalizada, este escollo es salvable. Chile no será gobernado por MEO, sino por instituciones y leyes, cuya administración estará a cargo de MEO por un período limitado. Creemos que no hay tanto que temer.
Hay temas pendientes en la campaña de MEO, como por ejemplo el cheque escolar. También hay absurdos como por ejemplo, los impuestos pigouvianos al alcohol y el tabaco, que sólo castigarán a la gente responsable fomentando la clandestinidad. Otro sinsentido es querer formar un Congreso unicameral, sin el congelador del senado, que sirve como muro de contensión ante leyes promulgadas en caliente. MEO debe ser un presidente que llega con un mandato para reformar, no para refundar. Sus sinsentidos deben encontrar la debida y constructiva oposición que existe en toda sociedad abierta, donde hasta los conservadores deben gozar de plena libertad para expresar sus ideas, por torpes que sean. Otro tema no menor es el tacto para tratar asuntos sensibles para el lobby conservador, como la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) o el matrimonio homosexual. Estas cosas deben surgir en la sociedad por común acuerdo, no mediante decretos impuestos por la mayoría a la minoría conservadora. Los liberales debemos ser capaces de explicar racionalmente, y con elocuencia, por qué ciertas reformas son necesarias. Los conservadores están dispuestos a usar las armas, los golpes de estado y la violencia física y verbal. Nosotros, no. Queremos que MEO sea un hombre conciliador.

Ningún otro candidato, ni ahora ni antes, ha propuesto una agenda tan radical, y a la vez tan realista. Es por eso que Chile Liberal adhiere a la campaña de Marco Enríquez-Ominami. No proclamamos a MEO como el mal menor, sino que deseamos fervientemente que gane en primera y segunda vuelta, y que el 11 de marzo se convierta en el primero entre sus iguales, y que lleve a Chile a ser un modelo de respeto a la diversidad, de democracia, y de adhesión a los principios de una economía libre. Pedimos vivir en un sistema tributario justo, no rapaz.
Por estas razones, Chile Liberal vota por Marco Enríquez-Ominami, y esperamos que nos lleve a la victoria en esta justa electoral.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Inmoralidad, obscenidad, y decadencia artística

En tono irónico, siempre le digo a Chanchi que su país es una nación decadente, obscena, que va rumbo al despeñadero por haber extraviado su brújula moral después de la descristianización. Es evidente que Francia es un lugar acabado, sin "valores", donde el colapso social es inminente. Ejemplos sobran de la obscenidad gala, que tanto daño ha infligido en la conciencia nacional.

Hoy abro Le Monde, voy a la sección Culture, donde este respetable medio en el artículo Découvrir kes nus sulfureux d'Atget me muestran la siguiente bajeza, exhibida en una exposición de "arte", como esos pervertidos le llaman a la obscenidad:

Femme (1925), de Eugène Atget (1927 -)

Díganme: ¿es necesaria esta falta de pudor en los medios escritos, lo que nos llevará sin duda a la crisis moral y los suicidios colectivos? ¿Hasta cuándo con estas inmoralidades que ofenden a Dios y al Verbo Encarnado?

Lo que me lleva a pensar en todas las groserías que se deben aguantar en un país decadente, que "viene de vuelta", donde los padres se comen a sus hijos y donde todos quieren escapar y emigrar a Chile. Hay obras que han sido un escándalo, por ejemplo, celebrar el erotismo con el mamarracho llamado Idole Éternelle, del decadente Auguste Rodin, escondido en un lugar non-santo llamado Musée Rodin, lejos de la vista de los visitantes a la ciudad, ya que constituyen lo peor del arte y la cultura de los hijos de Dios. Ver foto a continuación:

L'Éternelle Idole (1886), de Auguste Rodin (1840 - 1917)


Estas cosas, gracias a Dios, Jesús y la Virgen Santa, en Chile no ocurren. No pues, ¡qué se han imaginado! Nosotros tenemos artistas que pintan bellos parajes campesinos. En 1866 jamás habríamos permitido estas bajezas, que atentan contra la estética y el "amor". Miren que venir a mostrar monas piluchas y cochinadas que pervierten la mente y el alma, contraviniendo las enseñanzas del Cristo.

Pero Francia, ¡puaj! Imagínense que la perversión tanto ha percudido a esas naciones imperialistas que en el horrible Musée d'Orsay (ver entrada), otra exaltación del mal gusto, se encuentra la siguiente obra de un degenerado llamado Gustave Courbet, llamada L'Origine du monde:

L'Origine du monde (1866), de Gustave Courbet (1819-1877)

Bueno, ya no hay más que decir. Quizás el real motivo por el que una mujer con minifalda no puede caminar por las calles en Chile, ni en Brasil ni ningún país católico, sin que la tapen a piropos, silbidos, e incluso groserías, es porque somos un país que ha vivido brutalizado por la moralina de la iglesia de Roma. Probablemente esto explique por qué las mujeres en Chile ganen mucho menos, y además si no pueden exhibir un mulso aunque haya 35º C de calor, y si el macho piropero de seguro la agarra a puñetes, me imagino que también sobran los machitos latinoamericanos que le prohíben a la mujer el interrumpir voluntariamente su embarazo. Sospecho que todo se engloba en un mismo fenómeno, que es la represión sexual que promueven los de sotana. Los mismos que con un descaro inédito, incluso bajo estándares chilenos, nos quisieron meter un mamarracho de 14 metros de un tal Karol Wojtila. Al cual, menos mal, le dijeron que no.

Somos un país que produce esculturas de un Santo Varón. Jamás tuvimos, ni tendremos, a un Auguste Rodin. Es que así somos. Viva Chile, amén.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Piñera sigue empeorando

Piñera promete ganarle la guerra al narcotráfico. Acá explicamos por qué se equivoca

Como vimos anteriormente, la administración de Barack Obama ha comenzado a liberalizar las leyes que prohíben el consumo y comercialización de drogas, empezando por la liberalización de la cannabis. En la práctica, la cannabis puede adquirirse libremente siempre y cuando sea con fines terapéuticos. Por una módica suma, cada vez más profesionales recetan la droga a quien la solicite. Sólo en el estado de California, la liberalización de cannabis permitiría recaudar 1.300 millones de dólares al año (fuente: The Economist), recursos que podrían destinarse para educar sobre un uso responsable de la droga, o incluso pueden utilizarse para inyectar liquidez a los alicaídos mercados financieros (en EEUU, la Gran Depresión fue la gran causante del fin de la prohibición de alcohol). Efectos colaterales de considerar el consumo de drogas como una cuestión de elección personal o, en el peor de los casos, una cuestión médica, serían el terminar con la corrupción de los carteles de drogas y su consecuente trágico saldo de guerras civiles, barrios desamparados, gobiernos paralelos, y posibilitaría ahorrar costosos recursos policiales, además de cerrar cárceles (que son las escuelas de delincuencia).

Las drogas son comunes. Como muestra el siguiente gráfico (fuente: The Economist), un quinto de los europeos ha consumido cannabis.



Pero alejado de esta realidad, y sin una pizca de sentido común, Sebastián Piñera cree que él va a derrotar a los narcos. ¿Cómo? De seguro con más policías armados hasta los dientes, cárceles más sofisiticadas y más grandes, más leyes represivas (con miles de horas de carísimo trabajo legislativo desperdiciado), más miedo a las autoridades, y por consiguiente, subiendo más impuestos para pagar todo este derroche descomunal de costosos y escasos recursos. A continuación palabras del propio candidato al respecto, en el minuto 0:38.



Está chiflado Piñera si cree que él va a lograr la guerra que declaró Nixon, y que se ha perdido en todo el mundo, y que cada presidente norteamericano ha perdido. Obama se ha dado por derrotado, lo que está muy bien: sólo se puede ganar una guerra justa. El candidato-magnate desciende en un peligroso círculo vicioso conservador, al insistir en querer derrotar a los narcotraficantes y negarse a descriminalizar el consumo y venta de drogas. Los únicos interesados en seguir en la clandestinidad son los propios narcos. La legalidad los haría desaparecer. Piñera, por seguirle el jueguito a los conservadores, ha caído redondito en los brazos de los propios narcos... ¡a quienes él mismo jura que va a derrotar!

Nuestro sitio continuará argumentando a favor de la despenalización del consumo y venta de drogas, e invitamos a abrir este debate en la campaña electoral de este año.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Evaluación de la "Franja"

Poca sustancia en general, excepto en los 5 minutos de Frei

Fue en el fragor de la campaña para el plebiscito de 1988 cuando vi por primera vez una franja política, es decir, un espacio de TV asignado por ley a cada facción en una campaña electoral. La verdad es que en aquella época no la vi el primer día, porque tampoco me interesaba, no estaba en la edad de meterme en política tampoco. Sí recuerdo que a la mañana siguiente, algunos de mis compañeros de curso hablaban de ella. Mi mejor amigo hace un gesto con los brazos moviendo las manos, al tiempo que da un paso de baile y canta "vamos a de decir que No-oh oh". Le pregunté qué hacía. "Así salió bailando un gallo en la Franja del NO", me contestó. "Ridículos", exclamaba algo molesta la mamá de mi amigo. "Salió un tonto bailando", me decía mi mamá. "No vale la pena ver esas leseras", escuchaba decir. En general era gente del Sí. Hasta que vi la franja. Con lo del baile se referían al minuto 0:18 de este extracto de la franja del NO, de fondo la inolvidable canción "La alegría ya viene". La franja del Sí, como sabemos, fue un bochorno. La del NO en cambio logró cautivar a la audiencia. Desde ese momento que la franja ha sido el plato fuerte de las campañas políticas, donde se impone la cancioncita y el spot por sobre el debate y las ideas, todo en detrimento de la democracia.

Hoy al ver la franja del No me pregunto cómo es posible que en un momento decisivo de la evolución histórica de Chile se recurra a tanta liviandad. Porque la sustancia en la franja del No brillaba por su ausencia. Pero 21 años más tarde, la cosa no mejora.

Analicemos los primeros episodios de la Franja en la campaña de este año.
Sebastián Piñera.
Su sección fue vacua. Abundaron los eslóganes y declaraciones grandilocuentes, pero sin clarificar los "cómo". Claro, porque es fácil decir que le va a ganar la batalla a la delincuencia. Pero aun no explica "cómo" lo hará. La verdad es que Piñera no explicó nada de nada, sólo usó su franja para mostrarse como un hombre rodeado de asesores, interesado en escuchar las propuestas de quienes él mismo ha contratado, aunque estimulando el pensamiento crítico y la confrontación de ideas, pero así todo, mostrando liderazgo ejecutivo. Todo aquello es elogiable, pero lamentablemente no se plasma en las propuestas de su comando, que ya abortó el matrimonio homosexual, no se ha pronunciado sobre rebajas de impuesto, y no ha explicado satisfactoriamente "cómo" va a crear el millón de nuevos empleos que promete. Más aún acusa incómodo recibo del golpe de sus adversarios quienes le critican su incapacidad para escuchar. Acá va su emisión:

Marco Enríquez-Ominami
Empezó con una cancioncita más o menos pegajosa acompañada de imágenes estereotípicas, excepto por una pareja de hombres caminando de la mano, quienes además visten de traje. Marco explotó bien una de sus principales ventajas y es la simpatía sureña con algo de glamour que transmite su mujer, la presentadora de TV Karen Doggenweiler. Su discurso sobre la familia fue muy bueno: importa la calidad de la familia, no su forma. Punto para MEO. Luego un beso con la Karen. Otro punto para MEO.

El ex díscolo de seguro recurrirá a la imagen de su mujer para transmitir calma y sensatez, y así neutralizar su imagen alocada e hiperkinética (en un momento incluso sale corriendo). MEO ahora se expresa mejor, modula bien y trata de convencernos, con trajes grises o negros, que es estadista. Pero de llegar a La Moneda, MEO lo hará con un claro mandato para ponerle una estructura legal a la modernización que ha experimentado la sociedad chilena, particularmente en cuanto al matrimonio homosexual y el aborto. No mencionó a "Dios" como sí lo hizo, desgraciadamente, Piñera. Marco en todo caso pudo haber puesto una franja un poco mejor.



Jorge Arrate
Arrate fue abúlico y su franja fue la más débil de todas. "Voto por Arrate porque mi hijo es maravilloso", se dice en 1:18. Voto por Arrate porque Chanchi hizo gratin dauphinois con pato asado y le quedó súper rico.... nada que ver, ¿cierto? "Arrate, Arrate, es poderoso", brama casi en éxtasis una mujer que al parecer se dirige a su trabajo. Arrate luego nos dice que votará por él mismo por sus principios y valores. El menos tiene un voto asegurado.

Los principios del socialismo real están ya sepultados bajo los escombros del Muro de Berlín. Arrate parece simplemente hacer acto de presencia y montar un pequeño show mediático para la izquierda dura, antes de que éstos voten en bloque por Frei, si es que no quieren ser gobernados por Piñera. En suma, la del candidato socialista fue la más débil de todas.



Eduardo Frei
Los cinco minutos de Frei fueron soberbios, en el buen sentido de la palabra. Nos cuentan la historia de una mujer joven que luego de embarazarse en el liceo, no pudo graduarse, pero así todo, una reforma impulsada por la Concertación, le permitió terminar su educación y recibir su liencia de enseñanza secundaria. Un país que desee insertarse en la economía del conocimiento debe poner especial énfasis en educación. La idea de expulsar a las niñas embarazadas fue del Pinocho y su irracional mojigatería conservadora. Frei no hizo otra cosa sino comenzar a exhibir los logros de la Concertación en estas dos décadas, si continúa por esta senda, los próximos capítulos serán tan buenos como el primero.

Luego prosiguió a hacer propuestas. En la franja se nos explicó que los planes sociales ahora se extenderán a la clase media. Acá estamos en total desacuerdo con el ex presidente. Mucho mejor sería rebajar los galopantes cobros de contribuciones y que dicho ahorro lo usase cada familia para negociar con entes privados, sean bancos o aseguradoras, sus propias pólizas para seguros de desempleo, etc. La franja de Frei fue enfática en proponernos que esta red será estatal. Piñera no ha dicho nada al respecto, sólo nos mostró a él mismo con su grupo Tantauco. Frei se atrevió con algo y a pesar de la discrepancia, lo aplaudimos porque podemos estar en desacuerdo. Con Piñera, no hay nada que decir porque no dijo casi nada.

Como broche de oro, Frei le explica a una joven que es mejor votar por él porque es más "buen mozo". Un Frei dicharachero no es sino el reflejo de una nueva época, ya no la del engominado presidente de los 90 que debía mantener relaciones con las Fuerzas Armadas bajo la sombra atemorizante de Pinochet. El país se ha consolidado, y Frei ofrece estabilidad y confianza, hasta un toque de humor.




Balance
Por su formato claro, su presentación profesional, y por exponer contenidos, el ganador de la primera jornada de la franja política ha sido Eduardo Frei. El abanderado de la Concertación también ganó el debate abierto organizado por Canal 13, con lo que su candidatura sigue cobrando fuerzas, a pesar que casi lo habíamos desahuciado.

Lo anterior nos lleva a preguntarnos si es mejor exigirle a la Concertación que se reforme, y no cambiarla. Después de todo, Frei es un hombre decente y ajeno a la corrupción, quien puede encabezar la necesaria reforma que el bloque en el gobierno tanto necesita.

Con un Frei que se estabiliza, si logra pasar a segunda vuelta, es claro que captará más votos de Arrate y MEO que Piñera. El magnate ya se ha estancado en el 43% histórico de la derecha, y no tiene por donde aumentar. Para derrotar al nominado por la opositora Alianza, basta simplemente con que Piñera siga empantanándose con lo más conservador de su sector, como lo ha hecho hasta ahora. El país en unas pocas semanas tendrá que decidir si le devuelve el poder a quienes aplauden la expulsión de adolescentes embarazadas de los liceos. Dudo que Piñera sea tan cabeza dura como para no entenderlo. De no ser así, no quedará nadie para explicar cómo el mercado de los seguros privados puede mejorar nuestra calidad de vida.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Elecciones Chile 2009: En la recta final

La campaña ha sido mejor de lo que muchos creen

Ha culminado el debate abierto de Canal 13, se ha publicado la encuesta CEP, y estamos a punto de presenciar el inicio de la franja política (absurdamente obligatoria y gratuita).

El ganador del debate fue Eduardo Frei. El ex presidente exhibió desplante de estadista y se mostró seguro. Justamente fue ese el departamento en que MEO sorprendió por su inmadurez, y donde Frei se vio más fuerte. Piñera, en cambio, no logra presentarse como un líder de la derecha, sino más bien como lo que es: el sujeto proclamado por un bloque decadente y dividido, siendo el propio billonario un político que no entusiasma mayormente a los votantes, sino que hace incómodas contorsiones para congraciarse con liberales y conservadores (y falla en el intento). Arrate tuvo el descaro de celebrar la dictadura cubana frente a todo el país. Entre todos, mostraron atisbos de un debate vogoroso y una confrontación de ideas constructiva, pero los intercambios muchas veces cayeron en descalificaciones. Así todo fue un buen debate.

Hay dos temas que nuestro sitio destaca del debate, y en los que felicitamos a MEO. El primero fue tocar el tema de la eliminación del escandaloso IVA a los libros, medida impuesta por el régimen militar para embrutecer al país (uno de los pocos logros de la dictadura), y que ha sido desde hace tiempo un caballo de batalla del director de cine. En cuanto al tema de la "puerta giratoria", MEO puso el dedo en la llaga: los delincuentes tienen hijos delincuentes. En el tema de la criminalidad, como hemos dicho, desde que nuestro país prohibió el aborto (1989) ha vivido un espiral de vioencia e inseguridad, magnificado además por El Mercurio. Todos al menos sí coincidieron en que la represión no es el único método para erradicar la criminalidad, algo que Chile Liberal viene insistiendo desde su lanzamiento a la blogósfera. Desgraciadamente, sólo Piñera se mostró partidario de seguir construyendo cárceles, a pesar que Chile a más que duplicado su población carcelaria en estos 20 años (mientras, en contraste, Holanda cierra cárceles).

Por otro lado, Piñera fue categórico en su oposición a la despenalización del aborto. Respecto al matrimonio, pone el énfasis equivocado el hombre de negocios cuando destaca que es una institución entre un hombre y una mujer, y no entre dos personas que se aman y deciden unirse. En resumen, Piñera usó el debate para guiñarle el ojo a la derecha ultra-conservadora, como si acaso el empresario no supiese que esos votos han sido insuficientes para ganar comicio alguno desde 1988.

Lo que nos lleva a la encuesta CEP. Según el estudio, Piñera gana en primera y segunda vuelta. Pero no estoy tan seguro. Como hemos dicho en nuestro sitio, Chile posee una economía avanzada, pero una sociedad retrógrada. El país eligió a Bachelet para subsanar esta anomalía, y aún la presidenta goza de popularidad. ¿Qué le hace creer a Piñera que el país quiere ahora entregarle la administración de lo público al sector de raigambre conservadora? ¿Las encuestas le dan esa impresión?

Sebastián Piñera debe darse cuenta que para ganar necesita los votos de los jóvenes, y de la mayor cantidad de "históricos" posibles de la Concertación. Hasta el momento, no ha logrado ni lo uno ni lo otro, y su votación no sobrepasa a la cifra tradicional de 43% que logra la derecha. Es factible que en una segunda vuelta, la derecha logre explicar su argumento a favor del cambio, pero que no convenza a nadie sobre por qué debemos reemplazar a la actual coalición por un grupo que quiere seguir encarcelando a las mujeres que abortan, prohibiendo la PDD a una niña violada, o negándole a los homosexuales su legítima aspiración a formar una familia. En cuanto al plano económico, la derecha no propone eliminar el impuesto a los libros, ni menos bajar otros impuestos (en particular a la clase media). En una democracia sólida, los votantes despiden a la coalición gobernante no por las puras, o porque sí nomás, o porque es bueno, sino porque la Oposición demuestra que puede hacerlo mejor. Está chiflado Piñera si insiste en que lo van a elegir a él porque él no es la Concertación. Señor Piñera: no se confunda.

Basta con que en segunda vuelta, todos se situén detrás de quien resulte segundo. No sé ustedes, pero aún no he visto a un sólo concertacionista histórico querer votar por Piñera. Ni jóvenes tampoco, quienees como vemos prefieren votar por MEO. Piñera ha decidido asegurarse el voto conservador. Lo que el magnate sabe es que esos votos no son mayoría.

Con todo, la campaña ha mostrado contrastes interesantes. La intensidad y el fragor de la lucha contra una tiranía ya es cosa del pasado, y aún hay varios que encuentran la de hoy una campaña "fome". Ha sido mediática, sí, pero así es en todas las democracias avanzadas. Chile se ha ido consolidando, y hemos llegado a entender que en todo sistema saludable sólo existe un tema en cuestión: seguimos con los mismos, o le entregamos el mando a la Oposición. Sólo falta saber una cosa, y es determinar si seremos capaces de ser business as usual gane el que gane. Eso es en sí mismo algo más importante de celebrar que el triunfo de Fulano o Mengano.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Lest We Forget

"La guerra es una cosa horrible, pero no es la cosa más horrible que existe. El degradamiento de la moral y del sentimiento patrio, que llega a creer que ninguna guerra vale la pena, es algo mucho peor. Aquel que no tiene nada por qué morir, ni nada por lo que está dispuesto a luchar, y para quien nada es más importante que su propia seguridad, es un sujeto miserable y que no tiene posibilidad alguna de ser libre sino a costillas de otros, quienes son mejores personas que él mismo."

John Stuart Mill
Economista y filósofo británico (1806 - 1873)


Nuevamente se conmemora el Día del Armisticio (en estricto rigor, fin de la I Guerra Mundial), evento que debiésemos recordar en nuestro país si es que queremos rendir homenaje a quienes nos defendieron del odioso aparataje de Hitler y la Gestapo.

Como cada día 11 del mes número 11, a las 11:11 de la mañana, se guardan dos minutos de silencio en honor a todos aquellos que dieron su vida para luchar contra el criminal innombrable. "Nunca tantos le han debido tanto a tan pocos", es una frase famosa, que no se refería a los centenares de miles de deudores de hipotecas subprime que deben cantidades impagables a un puñado de especuladores, sino fue pronunciada por Winston Churchill refiriéndose a los soldados que fueron al campo de batalla, en cielo, mar y tierra, durante la II Guerra. Hoy los recordamos a ellos, mientras aparecen en televisión las imágenes de los veteranos desfilando, ya no como bravos soldados, sino como abuelitos ya jorobados, con toda una vida a cuestas, de andar pesado y modesto, pero orgullosos por haber servido a una causa noble. Y respetuosos, como la población civil, de la memoria de todos aquellos quienes jamás volvieron.

Para sanar las heridas de la guerra, Europa creó el Estado de Bienestar, para asegurar que ninguno de los veteranos ni de los civiles que resisitieron los embistes del nazismo se quedasen sin salud o alimento. Pero jamás se pensó que ya cicatrizada las heridas de guerra, seguiría en pie el Estado de Bienestar, incluso cuando la evidencia ya muestra que es insostenible.

Uno de los episodios más traumáticos de la II Guerra Mundial fue el bombardeo de Londres, conocido como el Blitz, en que el maniático ordenó bombardear a la población civil británica. En Londres, a orillas del Támesis, aún se conservan algunas de las huellas del bombardeo, y esas heridas deben seguir ahí para nunca olvidar las lúgubres noches de 1940 en que por más de un año, ininterrumpidamente, el terrible sonido de las sirenas advertía a la población que se cernía un ataque. Es aterrorizante imaginar un Londres en silencio sepulcral, seguido por la escalofriante sirena "Carter Gents", y luego el ensordecedor ruido de las bombas y el fuego, mientras mujeres y niños corrían a sus refugios. Sobre el Blitz alguien compiló el siguiente video, con el acompañamiento de la insigne banda británica Radiohead. Invito a verlo.



Hoy ya vivimos en otra época. Porque el odio es el germen que hace estallar guerras, debemos dejar atrás las rencillas del pasado, y me parece que ya era hora que Sarkozy invitase a la canciller Merkel a conmemorar juntos el Armisticio en Francia.

Perdonar, sí. ¿Olvidar? Jamás. Lest We Forget.

lunes, 9 de noviembre de 2009

A 20 años de la caída del Muro de la vergüenza

Se acaba de celebrar en las democracias occidentales el Remembrance Day, o Día del Armisticio. Nunca es tarde para celebrar a nuestros héroes, a todos aquellos modestos jóvenes que sacrificaron su vida para que tú y yo seamos libres de la tiranía. Pero el triunfo de la democracia después de la II Guerra Mundial no fue total. También Gracias al Ejército Rojo, Hitler fue derrotado. Como sabemos, entre los Aliados y los Soviéticos la caída Alemania fue dividida. El punto de mayor tensión fue Berlín.

Hace 20 años cayó ese muro aberrante que erigieron los comunistas. Mientras Alemania Federal emergería, tal como Japón, como una nación industrializada, la Alemania Oriental quedó anclada en el tiempo, y aún no se recupera. No hay otro ejemplo más nítido e inapelable de la virtud de la libertad individual y de la democracia, por sobre la tiranía, el Estado Policial, y la economía planificada.

Ayer me di una sobredosis de documentales en el Discovery Channel, que para celebrar el triunfo de los Aliados, ha lanzado una maravillosa serie llamada La Guerra Mundial en Colores y en Alta Definición. Simplemente fan-tá-st-ico. El momento en que Charles de Gaulle anuncia que París ha sido liberada, y el pueblo parisino sale espontáneamente a desfilar bajo el Arco del Triunfo, de la mano de los soldados franceses, británicos y americanos, la verdad es que me produce un nudo en la garganta. Para quienes deseen saber más sobre nuestra visión de la Segunda Guerra, también les invito a leer El cuarto número de La Bestia, con una breve reseña a La Batalla de Inglaterra.

La Segunda Guerra así todo no culminó en 1945. Sino que en 1989, con la caída del Muro de Berlín, y finalmente, el enemigo soviético fue derrotado. Para recordar tan magno evento, y siguiendo nuestro gusto por la música, y en línea con la exquisita apreciación estética de los alemanes, los dejo con el siguiente histórico video, broche de oro de un momento cúlmine de nuestra historia:

David Hasselhoff canta en los escombros del Muro de Berlín (1989)

jueves, 5 de noviembre de 2009

La inquietante postura política de MEO

Marco Enríquez-Ominami debe arrojar más luces

Ya hemos analizado las interesantes propuestas económicas del díscolo-venido-a-aspirante-a-La-Moneda, Marco Enríquez-Ominami. En balance, nuestro veredicto fue positivo. Chile Liberal busca un candidato que sea un liberal no sólo en lo económico, sino además en lo valórico, en lo político y lo social. Es hora entonces de escudriñar la política de MEO. En esta arista, el candidato apuesto proyecta algunas sombras.

La taxonomía política clasifica a MEO como un social-demócrata tardío, emergiendo desde el socialismo y en evolución hacia una relativa comprensión de las virtudes de los mecanismos de mercado. Pero el ADN socialista de MEO está ahí. Y no nos gusta. ¿O es sólo un espejismo nuestro?

El candidato en cuestión debe dejarnos clara su visión sobre el eje Pacífico/Atlántico que divide a nuestro subcontinente. En la costa occidental, México, Colombia, Perú y, cómo no, Chile, buscan alianzas de libre comercio con el mundo y ven a EEUU como un gran país que, a pesar de sus ignominias (¿quién no las tiene?), es una constante fuente de inspiración por su consolidada institucionalidad democrática, su espíritu individualista y su vitalidad económica. En contrapunto, la costa oriental de Amércica latina nos muestra, cual Museo de Horror, al Hombre Muerto Caminando ya con un pie en la tumba pero aún causando estragos en la isla caribeña, luego aparece su pupilo, un Simio Golpista farreador de las divisas petroleras de su país, en el altiplano se divisa a un auquénido que le hace barra a los dos anteriores, y también contamos a un extraño economista cobijador de terroristas en un pequeño enclave en el medio del mundo. Y sin olvidar el caso más triste de todos, a un binomio cleptócrata hundiendo al país más culto y más urbano de sudamérica. El eje por supuesto no es tan tan nítido. Lula es "Atlántico" pero es un izquierdista moderado y democrático; Correa es "Pacifico" aunque pertenece al eje colectivista y corrupto que no abandona el poder ni por acto mínimo de decencia. En esta disyuntiva, ¿dónde sitúa MEO sus coordenadas? ¿Está MEO por bañarse en la costa pacífica o atlántica? ¿O incluso querrá nadar en una costa boliviana, con su amigo Marambio? Nos asustas, MEO.

El Mercurio, diario ultraconservador por antonomasia y que no puede sino entregar su endorsement a Sebastián Piñera, pretende ahora dárselas de independiente y ha presentado, con claridad elogiable, diez parámetros que MEO debe sortear para ser el candidato de Edwards. Desde luego, El Mercurio no es desequilibrante como el Wall Street Journal, The Economist o el New York Times, simplemente porque el Fortín Conservador es un instrumento servil a la derecha autoritaria y ultramontana, como Fox News lo es al "Grand Old Party". Pero qué bueno que empezamos a ver una cultura del endorsement en nuestro país.

Si el ex-díscolo apetece el endoso de Chile Liberal, necesita sortear allgunos escollos con nosotros. Queremos saber si la espiritualidad izquierdista de MEO tiene a la "Tercera Vía" de Clinton y Blair como su karma, o si aún guarda nostalgia por el decrépito barbudo de La Habana, o por el simiesco populista de Caracas. Es preciso que MEO nos aclare si su aliado natural será Lula, un demócrata respetado que ha puesto a Brasil a un sitial digno, o si siente mariposas en el vientre por el auqénido, un personaje carente de fibra democrática.

Marco Enríquez-Ominami debe celebrar el ritual exigido a todo candidato izquierdista, y es afirmar que en caso de ser elegido será "presidente de todos los chilenos". Si es así, como por cierto esperamos que él lo diga, entonces MEO debe representarnos bien en su calidad de primero entre sus iguales, y como presidente de Chile deberá mantener una postura cordial pero firme ante el "Eje Atlántico", porque somos muchos los chilenos quienes no queremos transar en los logros que la economía de mercado, purgada de pecado por la legitimidad democrática de la Conertación, y que nos ha dado estabilidad y progreso por dos décadas. Deseamos reforzar la estabilidad política y rechazamos a los presidentes vitalicios. Y eso implica mantener distancias de quienes continúan las añejas prédicas socializantes, y retuercen sus Constituciones para empotarse en el poder, mientras arrojan bencina a los fuegos internos que dividen a sus electores. MEO debe mantener a raya a quienes exaltan la emoción de la masa por sobre las virtudes ciudadanas y democráticas.

Creo que Marco es capaz de inspirar confianza a todos nosotros, y si gana, la Bolsa no se desplomará ni los capitales huirán. El país continuará siendo business as usual. Pero persisten ciertas inquietudes, y queremos que MEO prometa que será presidente de todos los chilenos, y como tal debe representarnos a los muchos que creemos que la ideología del Eje Atlánitco no nos llevará hacia la prosperidad ni la consolidación democrática. Debe además asegurarnos que ya dejó atrás payasadas pueriles como declararse avergonzado por su nacionalidad.


Crédito imagen: El País

lunes, 2 de noviembre de 2009

Por no atender nuestras recomendaciones

"I don't see why we need to stand by and watch a country go
communist due to the irresponsibility of its people. The issues are much too important for the Chilean voters to be left to decide for themselves."
- Henry A. Kissinger



Tanto la Alianza como la Concertación hicieron caso omiso de los consejos de Chile Liberal

En este sitio hemos sostenido desde siempre que un mecanismo de primarias es el método más saludable para elegir a los candidatos presidenciales. Una primaria permite a los conglomerados lavar sus ropas sucias en la plaza, lo que no deja de ser atractivo de presenciar. Casi siempre queda la cagada, como por ejemplo en la primaria entre Clinton y Obama. Pero al final son los simpatizantes y votantes los que eligen, así que el final feliz está garantizado.

La derecha chilena nomnbró con métodos soviéticos al billonario chileno Sebastián Piñera como su ungido. Nadie sabe cómo ni por qué, ni exactamente quiénes lo eligieron. Unas encuestas por aquí y otras por allá, añadan unos cálcuos al ojímetro, más varidas conversaciones de pasillo, llamadas turbias y reuniones-alumerzo entre los actores políticos, y ya está. ¿El resultado? Piñera necesita algunos votos progresistas, ante lo cual responde correctamente a la necesidad de regular las uniones civiles, incluidas las parejas homosexuales. Pero la derecha muestra anacronías escalofriantes y surgieron las rencillas internas en un pacto político que debe ofrecer calma ante la incertidumbre del cambio. ¿Por qué no pudieron discutir este tema en un debate civilizado? ¿No habría sido mejor una primaria para debatir este importante tema?

Así todo, lo más penoso es el estado catastrófico de la Concertación. La presidenta Michelle Bachelet, encumbrada en un insólito 80% de respaldo popular, debiese entregarle la banda presidencial a uno(a) de su propia coalición. Esta persona fue identificada por nuestro sitio: Andrés Velasco, actual ministro de Hacienda. El caudillo de las finanzas es un tipo que transmite seguridad y confianza, bienes inconmensurables en la arena política, por servir de muro de contensión contra la incertidumbre. Velasco goza de prestigio ante la prensa especializada, exuda temple presidencial, y permitiría darle continuidad a la gestión del gobierno de Bachelet (objetivo de la coalición gobernante). Pero la Concertación falló en promoverlo, o quizás incluso él no se entusiasmó (a pesar de nuestro llamado). Es posible que ante el prospecto de ocupar una presidencia cada vez más devaluada, donde ser jefe de Estado no reporta gran recompensa económica, el hombre que lleva las cuentas de Chile prefirió asegurarse una pensión y un trabajo estable retomando su cátedra en Harvard, de donde se encuentra con permiso administrativo (consejo de Chile Liberal: súbanle el sueldo al presidente y sus ministros).

La Concerta, a regañadientes, y desgastada, y sin savia nueva, continuó con su tradición de primarias, pero éstas fueron un bochorno. Escalona terminó sacándole la madre a José Antonio Gómez, y al final, el ganador fue Eduardo Frei, un ex presidente. La candidatura del antiguo mandatario no ha cobrado fuerzas, y por inverosímil que parezca, la Concertación puede perder los próximos comicios a pesar de disfrutar de una popularidad inédita. El culpable de esta crisis concertacionista se llama Marco Enríquez-Ominami, un hombre con legítimas aspiraciones presidenciales, a quien la Concertación marginó estúpidamente del proceso de primarias.

Nuestro sitio le pidió a la Concertación que bajaran a Frei, y subieran a MEO. Mientras MEO ha logrado igualar, o incluso superar marginalmente a Frei, aún sigue con tendencia al alza, mientras Frei ya está estancado. Craso error no alinearse con MEO, para rectificar el error de la primaria redomadamente charcha.

¿Por qué los políticos le tienen miedo a las primarias? ¿Aún no confiamos en la democracia? Todos vimos por YouTube las primarias de los republicanos, con figuras tan disímiles como Ron Paul (libertario) Mike Huckabee (derechista religioso) o McCain (centrista) debatiendo entre ellos para ser nominados. Gran diversidad en un mismo partido. ¿No podríamos ver a un centrista Piñera contra un ultra-conservador como Kast y un tony como Lavín, por ejemplo? Y no hablar de las primarias Demócratas gringas, donde dos monstruos, la colosal Hillary Clinton versus el imbatible Barack Obama, casi rajaron al partido, pero así todo un abrazo y un apretón de manos selló el destino del ticket Demócrata luego que los votantes emitiesen su veredicto. ¿No pudo la Concerta replicar esta idea? Porque fue tan rasca la primaria de la coalición de gobierno.

Nuestro candidato era Andrés Velasco. No se pudo. Nos gustaba Sebastián Piñera, pero se vendió a los Conservadores, y su candidatura al final guateó. ¿Frei? Ni cagando. En esta elección realmente queremos cambio. A pesar de ahora manifestarse a favor del aborto terapéutico, el renegar ahora de las privatizaciones es populismo, tal como lo fue el llamar a farrearse los excedentes del cobre.

Ahora nos encontramos con que la votación de diciembre será una "primaria conjunta" para la Alianza y la Concertación. Como no pudieron hacer un trabajo político profesional, no organizaron la necesaria primarias internas. La hora de la verdad llegará en enero, cuando la gente quiere darse su merecido descanso estival. Nuestros políticos no sólo son huevones, sino además desorganizados, insustanciales, e hincha-pelotas. Tener que interrumpir las vacaciones por ir a votar es el colmo.

Nuestro sitio pronto emitirá su political endorsement, donde endosaremos al candidato favorecido por Chile Liberal en la elección de diciembre. Como decíamos antes, queremos cambio. El economista Paul Klemperer acuñó el término switching costs, vale decir, el costo que implica el llevar a cabo un cambio. Creemos que la Concertación ya no tiene raison d'être y es hora de correr el riesgo y optar por el cambio. Al señor Arrate lo descartamos ipso facto. Frei es continuismo, por lo que también queda fuera. La cosa está entre Sebastián Piñera y Marco Enríquez-Ominami.

domingo, 1 de noviembre de 2009

La intrigante política económica de MEO

Más luces que sombras

Marco Enríquez-Ominami ya pasó de mero candidato testimonial a serio contendor por el sillón presidencial. Sin duda, un mérito. Ahora debemos preguntarnos qué tan bien responde a nuestros criterios de desregulación, agilidad en el inicio de emprendimientos, y baja tasa impositiva. A continuación Chile Liberal examinará las principales propuestas del ex-díscolo, y argumentaremos que MEO, siendo social-demócrata, es quien mejor encarna las propuestas de nuestro sitio.

En el plan económico de MEO se observan tres grandes características: impuestos pigouvianos (malos), privatización de empresas del Estado (lo que nos excita), y una desconcertante subida y rebaja, respectivamente, de impuestos a las personas y a las empresas (lo que nos deja perplejos). Esto último merece gran atención.

MEO no quiere que fumemos ni que bebamos
El economista Arhtur Pigou propuso enfrentar las externalidades negativas de ciertos comportamientos de consumo aplicando un impuesto (ver impuesto pigouviano). Para financiar los costos de salud que genera el consumo de alcohol, Pigou argumentó que se debe cobrar un impuesto a dicho producto, cuya recaudación se destina a cubrir costos de salud. MEO toma este concepto y postula, de rompe y raja, aplicar un aumento de 10% al alcohol y tabaco.

MEO, escúchame culiao: NO. Yo tengo derecho a beberme una copa de vino para amenizar los quesos, que ya están ferozmente distorsionados, y no tengo por qué hacerme responsable de los huevones que se empinan una garrafa de pipeño porque no saben beber como gente civilizada. Además, con esto incentivas la producción casera de alcohol (hacer chicha es fácil), con sus nefastas consecuencias, y peor aún, el mercado encontrará formas de producir y vender alcohol con más grados alcohólicos y más baratos, ¿cachai? En cuanto al tabaco, no tengo opinión, porque salvo el consumo ocasional de cannabis (con vaporizador), en lo personal no fumo, porque sé que es perjudicial para la salud. El fumador además debiese costearse por sí mismo su propia cobertura médica. Por ejemplo, cuando yo acordé mi póliza, fue con el compromiso de que no fume tabaco. El mercado de los seguros de salud puede ser mucho más eficiente en combatir el "vicio" que el poder intimidador y represivo del Estado.

El alcohol en cantidades moderadas es benéfico para la salud. Cobrar más impuesto por el vino es como subirle los impuestos a la leche (chucha, verdad que eso ya lo hicieron). Estos impuestos son una mala idea y esperamos que MEO desista, o que la Oposición a su gobierno (es decir, todo el Congreso) impida este gravamen insolente.

El acto sacrificial de las Vacas Sagradas
En el video que podrán ver al final de este artículo, escucharán varios datos muy interesantes. Por ejemplo, ahora todos critican (porque son huevones) la privatización del agua y de las sanitarias (no falta el pelotudo que cree que el agua es "gratis") que impulsó Frei-Ruiz Tagle. El Estado ha mantenido una pequeña parte de las sanitarias, y aplica un impuesto a la parte privatizada, con lo que el fisco ha recaudado lo mismo que cuando era el Estado el dueño exclusivo estas empresas. "¿Aaahh?", balbucean, con cara de huevones (la de siempre), los socialistas. Claro, el Estado es despilfarrador, es torpe, y para mover un dedo, necesita una comisión de 10 personas mientras tres giles siguen robando igual. Al entregarle la concesión a los privados, la necesidad de lucrar comienza a prescindir de todo lo ineficiente. Tiene sentido privatizar los medios de producción del Estado. Las sanitarias fueron privatizadas por Eduardo Frei-Ruiz Tagle, quien increíblemente ahora muestra aversión a las privatizaciones y reniega de su pasado. El único, el ÚNICO que ha manifestado la intención de privatizar, ha sido MEO.

El candidato de cabellera sexy ha propuesto privatizar 10% de Enap y 5% de Codelco, y vender Televisión Nacional de Chile. Es uno de los grandes misterios de la administración de nuestro país el saber qué chucha hace Enap. Si no somos productores de petróleo, ¿para qué tenemos una empresa donde los trabajadores perciben sueldos 5 veces por sobre la media nacional? Algunos arguyen razones estratégicas. Seguro. Enap sólo sirve para fomentar el clientelismo y actúa como preciado botín de guerra que obtienen los ganadores de la elección presidencial. Los puestos de esta "empresa de todos" se reparten por afinidades políticas. Como Enap no produce nada, es gente como tú la que paga impuestos para que otros, sentados en su poto y haciendo nada todo el día, sin mérito alguno, reciban sueldos por mamar de la ubre de la Vaca Sagrada. Enap debe privatizarse. MEO al menos propone vender una parte. Algo es algo.

Ni hablar de Codelco. Esta otra "empresa de todos", que en realidad es de la Concertación, tiene como objetivo este año no ir a pérdida. Si no fuese por el molibdeno, estaría hace rato causando estragos. En el paquete reactivador del ministro Velasco, ya le asignaron 1.000 millones de dólares para que no se vaya a pérdida. Es evidente que Codelco debe seguir privatizándose porque su ineficiencia ya ha tomado ribetes de escándalo. La nominación de sus ejecutivos, cuestión meramente política, es un acto obsceno.

Tal como explicamos en el caso de las sanitarias, en que quedándose con una pequeña porción el fisco recauda más, el candidato-estrella-de-TV hará muy bien en reducir la participación del Estado en estas empresas. Preferiríamos sacrificar a las Vacas Sagradas, pero los socialistas son demasiado brutos como para entender algo tan simple. Es mejor, como en otros departamentos de la vida, ir poniéndola de a poquito.

Subir para bajar
Es bueno bajar impuestos a las empresas. Claro. Piensen en el caso del "Tigre Celta", Irlanda (que ahora es un minino fétido y desnutrido, por acción concertada de sus políticos y banqueros). Mientras la media de impuestos a las utilidades de las empresas en Europa bordea el 35%, en Irlanda era un 12,5%. Intel, Microsoft y Oracle, por nombrar sólo algunas empresas, se fueron de inmediato a la isla. Crearon tantos empleos que Irlanda pasó a ser uno de los países más ricos del mundo. Cuando la Unión Europea le dijo a Irlanda que abriera los ojos y que reconociera que ya no era un país pobre y que subiera los impuestos, los irlandeses prefirieron salirse de la UE. Uno de los pilares del renovado Tratado de Lisboa fue garantizar libertad tributaria a Irlanda. Esto es, nuevamente, algo incomprensible para el Homo socialistus. Para el votante de izquierda, es un axioma el que el Estado debe subir impuestos para así repartir los recursos. Los liberales sabemos mejor que el propio mercado asigna las utilidades mejor que un ente centralizado (esto se llama chorreo o trickle-down economics)

Si el Estado deja de cobrarle impuestos a las empresas, el dinero sigue circulando en la economía. Una empresa con mayores utilidades puede innovar más o generar mejores puestos de trabajo. Puede subir sueldos a los trabajadores. Puede ser más competitiva, lo que beneficia a los consumidores. Cuando el Estado saca este dinero de circulación, queda la cagada: lo reasigna mal, o los dineros se roban (perdón, se "desvían", como dijo Ricardo Lagos).

Lo que propone MEO es bastante extraño. Actualmente el impuesto es de 17% de tasa fija sobre la renta imponible. MEO asegura que quiere subir el impuesto a las empresas, para así ganarse aplausos de las tribus de Homo socialistus. Para ello, propone un 17% sobre las utilidades devengadas, más un 13% sobre las utilidades distribuidas, con lo que suma un aumento a 30% de impuesto, lo que se lleva una ovación de la izquierda. Para no quadar mal, además, lo compensa con una rebaja de 40% a 30% en impuesto a las personas.

Pero si examinamos con cuidado, notamos que el impuesto a las utilidades puede imputarse como crédito en el pago del impuesto a la renta de las personas. O sea, al propietario de una empresa le suben el impuesto pero como a su vez lo usa como crédito al pagar su impuesto personal, esto significa que en la práctica le aumentan el crédito para que pague menos impuestos. O sea, un tongo. MEO nos dice que va a subir impuestos, pero en realidad hace exactamente lo contrario.

Como MEO no dice ni "mu" sobre la elusión de impuesto (es fácil crear entes ficticios para no pagar nada), en la práctica MEO está dejando al fisco recaudando menos. Ojo: esto es sólo una buena noticia si es que el gasto fiscal disminuye. El rampante aumento de los programas sociales que deja Bachelet, sin duda su más penoso legado, tiene que financiarse de algún modo. Las reformas de MEO apuntan en la dirección correcta, pero siempre y cuando mantenga como objetivo el superávit fiscal. Para ello, es inevitable que revierta muchas de los planes de Bachelet.

Bueno, no nos vamos a referir sobre la privatización de TVN. No concibo que alguien defienda semejante derroche de dineros públicos.

MEO en su momento abrió una pequeña empresa, una productora audiovisual, y sin duda sabe los beneficios de trabajar en una economía ágil y de bajos impuestos. Quizás ha asociado la mafia de TVN frente a su pequeña productora, con los carteles que controlan las Vacas Sagradas versus los contribuyentes. De ahí ha concluido que deben privatizarse. El plan aquí analizado parece demostrar que el candidato-galán adquirió experiencia en sus aventuras emprendedoras. Lo que nos parece muy bien. Plasmar esta experiencia en la arena política es lo que complace a Chile Liberal.

Lo paradójico de todo esto es que, por lo explicado anteriormente, el mayor beneficiado con los planes de MEO es nada más ni nada menos que... el candidato-magnate, Sebastián Piñera.

Nuestro sitio recomienda el siguiente video con un análisis independiente y honesto.