miércoles, 28 de marzo de 2007

Es una bendición que la izquierda haya abrazado la ciencia económica

REPRODUCIMOS UNA ENTREVISTA DE EL PAÍS (ESPAÑA) A ARNOLD HARBERGER, ECONOMISTA Y CREADOR DE LA "ESCUELA DE CHICAGO". LA PREGUNTA FINAL ES PARTICULARMENTE INTERESANTE.

A Arnold Harberger se le atribuye la paternidad de los Chicago Boys, el grupo de economistas que implantó el modelo neoliberal en Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet. Creador junto a Milton Friedman de la escuela de economía de Chicago, por las aulas de este viejo profesor han pasado más de 30 ministros de Economía y 12 gobernadores de bancos centrales, principalmente latinoamericanos. Harberger (Newark, Nueva Jersey, 1924) ocupa ahora la cátedra de Economía en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), y ha visitado Madrid para participar en un homenaje a Friedman organizado por FAES y dar una conferencia en la Fundación Rafael del Pino, en cuya sede conversó ayer con EL PAÍS.

¿Ha seguido de cerca el viaje del presidente Bush por América Latina? ¿Qué le parece el acuerdo con Brasil para desarrollar el etanol?
De vez en cuando, los Gobiernos de EE UU hacen un esfuerzo para reforzar los vínculos con Latinoamérica. Creo que la política estadounidense en la zona no ha sido tan negligente como a veces se lee en la prensa. Así lo demuestra el tratado de libre comercio con Chile y las negociaciones con Colombia y Paraguay. Lo del etanol es un asunto que permite a Bush estar más en armonía con las corrientes de pensamiento del resto del mundo, y además tiene mucha aceptación en EE UU, especialmente entre los granjeros del Medio Oeste.

La mayoría de los países latinoamericanos han entrado en una senda de estabilidad económica tras años de turbulencias. Algunos Gobiernos han aplicado políticas de mercado como las que usted preconiza, pero Venezuela y Bolivia parecen haber elegido un camino muy diferente.
Creo que tarde o temprano van a tener que reaprender las lecciones de la futilidad de ese tipo de populismo. Quien afirme que las políticas que se están siguiendo benefician económicamente a sus países tiene que demostrármelo. Chávez tiene la suerte de gozar del petróleo a 60-70 dólares el barril, pero no está nutriendo el sistema productivo de Venezuela, no está estimulando la inversión en la futura productividad de su país. En lugar de eso, está regalando petrodólares a todo el mundo, tratando de comprar su aceptación. Cada dólar que va a otros países de Latinoamérica es un dólar que podría gastarlo en subir el nivel de vida de los venezolanos.
¿Pero no cree que los Gobiernos de Chávez y Morales son resultado del fracaso de políticas económicas demasiado estrictas impuestas desde Washington?
Quién sabe. He trabajado mucho con el Fondo Monetario Internacional, y una de las cosas que hicimos fue estudiar la trayectoria de los países antes y después de firmar un acuerdo con el Fondo. Resulta que, en la gran mayoría de los casos, la tasa de crecimiento fue mayor que el año anterior y que el promedio de los 10 años anteriores. También estudiamos si los gastos sociales se habían contraído mucho como consecuencia de los acuerdos con el FMI, y no se contrajeron. Es natural que haya ciertos grupos en cada país que tengan en mente financiar los déficit sin dolor, y frente a esa alternativa el Fondo es estricto. Pero los economistas del Fondo son buenos y el funcionamiento del organismo ha sido, en términos netos, bastante positivo, aunque haya habido errores.
¿Cuáles son las reformas más urgentes en América Latina?
Hay mucho margen para hacer reformas, pero le mencionaré una: el escándalo que supone que los estudiantes universitarios, en general, provengan de ese 10% o 15% de la población con más poder adquisitivo y además paguen matrículas muy bajas. Es un subsidio de pobres a ricos, cuando la universidad debería ser al revés: un subsidio de ricos a pobres. Ésta es una reforma que suavizaría el descontento social y ayudaría a reducir la brecha social.
¿Sigue siendo válido el modelo chileno?
Mi pregunta sería: ¿Qué elementos de la política económica chilena cambiaría uno para hacerla mejor? Hasta ahora no tenemos respuesta. Estuve en Colombia el verano pasado participando en una conferencia, y quien habló inmediatamente antes de mí fue el ex presidente Ricardo Lagos. Su discurso podría haber sido presentado por un profesor de economía del gran periodo de la Universidad de Chicago. Él es economista y explicó las cosas con nuestras mismas palabras. El hecho de que partidos políticos de izquierda finalmente hayan abrazado las lecciones de la buena ciencia económica es una bendición para el mundo.

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