Nuestra filosofía

Chile Liberal fue fundado para defender las libertades individuales y civiles en un sistema democrático que fomente las condiciones de paz y estabilidad que no asfixien el instinto natural de los chilenos por procurarse su sustento en una economía de mercado. 

Queremos creer que este es un blog con una postura clara, donde siempre seremos certeros en la posición que tomamos en la gran batalla de las ideas, la cual, ciertamente, aún no es ganada por los que añoramos un Chile libre e integrado en la economía global, y que nunca deje de ser "la tumba de los libres o el asilo contra la opresión".

Nuestro estilo es combativo, vigoroso y directo, pero no por eso menos caballeroso o deferente. Las ideas más poderosas ganan por la sola autoridad que comanda la razón, mientras que las falacias y los mitos necesitan de pasión y rituales para subsistir. Nuestro estilo, en su esencia, es calmoso y pacífico. 

El convencimiento de que defendemos el progreso material y ético del ser humano es el motor que nos inspira a continuar dirigiendo nuestras opiniones, ideas y propuestas a los funcionarios de gobierno, al presidente de la república de Chile y de otros países, a los legisladores y jueces, tanto así como a estudiantes, profesionales y trabajadores que se asomen a nuestro blog. La idea es que cada vez que alguien lea nuestros artículos se encuentre ante una opinión desafiante, contestataria, quizás desconcertante, y nuestra meta es que el razonamiento que nos sustente esté abierto a la contra-argumentción de nuestros contertulios. Una sociedad libre y democrática se nutre de una ciudadanía pensante y argumentativa.

Siguiendo la tradición iniciada por grandes aportes al pensamiento como Adam Smith, David Ricardo y John Stuart Mill, hasta otros más contemporáneos como Milton Friedman, sin relegar a los inspiradores chilenos del siglo XIX como un Francisco Bilbao, Benjamín Vicuña Mackenna, Diego Barros Arana  y José Manuel Balmaceda, queremos cultivar una filosofía política que defienda la preeminencia y la iniciativa del individuo por sobre la obediencia a un gobierno, sea de la tendencia que sea, y aunque si bien es mejor vivir en una sociedad gobernada por leyes e instituciones, es función de Chile Liberal el velar para que el gobierno y la legislación no se excedan en sus labores y terminen por causar el mal mayor a nombre del bien común.

Es fútil clasificar nuestra postura, o tratar de ubicar nuestras coordenadas políticas. En nuestra lucha por defender al individuo frente al dogmatismo moralista, es natural que nos enfrentemos a los sectores conservadores, aquellos que juran defender la libertad, pero no nos dejan decidir cuándo tener hijos, qué métodos anticonceptivos usar, y finalmente sólo buscan secuestrar al Estado para dictar sentencias moralistoides, basadas en falsedades y prejuicios de antaño. Pero, por otro lado, también opondremos resistencia al socialismo, que defendiendo una supuesta justicia social, quiere atosigarnos con impuestos para darle cada vez más poder al gobierno, dejándonos a merced de quien llegue al poder, terminando por crear una sociedad de haraganes que fagocitan de un Leviatán irrefrenable.

Nuestro objetivo final es cuestionar la autoridad, defender el individualismo, y promover una tasa impositiva justa, no rapaz, que no premie la holgazanería, sino que procure el orden para que cada cual se gane la vida por sí mismo. No queremos un gobierno que empequeñezca a sus gobernados, aunque sea para que la obediencia nos lleve al bien de todos, porque sabemos mejor que con gente pequeña no se logran cosas grandes.

Buscamos emancipar la mente de atavismos oscurantistas. No descansaremos hasta conformar una opinión pública en Internet que comparta nuestros valores, los cuales desde siempre han venido conquistando las tinieblas, porque el pensamiento esclarecido siempre prevalece por sobre el neomedievalismo universal que hoy, como ayer, se yergue como verdad absoluta e incuestionable.