miércoles, 30 de enero de 2008

Stephanie Conover: Fuera por ¿bruja?, ¿hereje?

Se ha producido una extraordinaria simbiosis entre este sitio y las bitácoras de Cristian y Ricardo (recomiendo leer a ambos). Ciertamente extraordinario porque entre nosotros tenemos visiones muy disímiles sobre la política, la sociedad, y muchas otras, pero creo que entre los tres hemos comenzado ciber-funas a los charlatanes y timadores profesionales, incluidos los agentes religiosos. Sólo nos diferencia el estilo, siendo ellos mucho más cordiales (Chile Liberal es casi grosero, y me lo han reprochado).

Pues siguiendo en este línea de denuncia -o de servicio público-, en este artículo Polmuadi me hizo notar un hecho paradójico acontecido en Canadá. La señorita Stephanie Conover, de 23 años, fue rechazada como jurado del concurso de belleza Miss Canada Plus (para "rellenitas") por practicar ella el tarot y el reiki. En principio, esto me parece muy bien. Esas dos técnicas son ridículas, no tienen asidero científico alguno, y se han convertido en industrias multimillonarias que carecen de regulación aunque por su carácter curativo y por involucrar cuestiones de sanidad ameritan algún grado de control. Cualquier persona que se someta o practique el reiki o a la lectura del destino mediante el tarot no puede ser jurado de nada, simplemente porque la sociedad se ha civilizado y hemos avanzado mucho desde los tiempos de nuestros antepasados. El método científico sepultó a la estupidez.

Pero -increíblemente- el motivo de fondo para descalificar a esta mujer no fue exactamente el ser bruja, sino por ser nada más ni nada menos que hereje. Los organizadores arguyeron lo siguiente (ver fuente):
"Nuestro directorio la ha descartado como juez ya que el reiki y el tarot pertenecen al ocultismo y son rechazados por Dios, los judíos, musulmanes y cristianos. Leer las cartas del tarot constituye brujería, espiritistas y mediums para consultar el mundo de lo oculto."

Ya mencionó Ricardo en Ratzinger y Harry Potter el monopolio que ejerce la Iglesia de Roma sobre la magia, al rechazar ahora a dicho personaje ficticio. Como ya dije en su oportunidad, un católico doctrinario puede encomendarse a San Antonio de Padua en caso que justo al salir de casa se dé cuenta que perdió el carné de identidad, ya que el susodicho es el "santo patrono de los objetos perdidos" (!!). O el católico puede encomendarse a San Expedito para apurar un trámite, o puede hacerle mandas a la Virgen del Carmen, a la Teresita de los Andes o al Padre Humberto Hurtado. O, por lo mismo, a la Santa Cachucha (patrona de cualquier cosa, inventen algo ustedes).

Lo lógico habría sido apartar del certamen de belleza a cualquier miembro de ritos religiosos, ya que todos practican igualmente la magia. Como nos recuerda Cristian, la Fundación Educacional James Randi entrega un millón de dólares a quien sea capaz de demostrar que tiene poderes sobrenaturales. ¿Por qué no van y pasan a cobrar su premio? ¿Será porque todas estas charlatanerías no tienen sustento alguno?

Pero atengámonos estrictamente a los concursos de belleza (que si son machistas o no, eso ya pronto lo analizaremos). Fue igualmente tonto que se cuestionara el cetro que obtuvo en Valérie Begue como Miss Francia (para "flacuchentas"), por la ofensa a ciertos grupúsculos católicos que significaba la foto de la joven francesa posando sobre una cruz, y luego bebiendo yogurt (ver a continuación). A la pobre le permitieron mantener su corona pero le impidieron representar a su país en el certamen internacional, cohartando su carrera como modelo.



El profesor Richard Dawkins ha lanzado la Campaña OUT (¡Fuera!) para sacar de la vida pública a los elementos que promueven las supercherías, ya que producen un daño atroz y constituyen una pernición social. Es decir, una cosa son los concursos de belleza, pero otra es devolver a los religiosos a sus templos, sacándolos de todo aspecto de la vida pública, como certámenes de belleza, política, etc.

Un poco de escepticismo nunca le hizo mal a nadie, al contrario, hace bien: despeja la mente y ahuyenta la estupidez. Hoy en día la ciencia permite que nuestros hijos no mueran a temprana edad de peste o polio, y nuestras mujeres rara vez fallecen al dar a luz; hoy por hoy gozamos de adelantos que desde los albores de la ciencia fueron severamente sancionados por la asociación romana católica, y gracias a todas las técnicas disponibles actualmente, contamos con una larga esperanza de vida y tiempo de ocio, pero en vez de cultivar las ciencias y el arte nos dediquemos a estas creencias rayanas con la demencia.

Los organizadores de Miss Canada Plus debiesen saber que las religiones son otra forma de brujería.

sábado, 26 de enero de 2008

Sexo compro, sexo vendo, sexo arriendo, sexo (ofrezco)


La política es la segunda profesión más antigua del mundo, y muy similar a la primera. (Ronald Reagan)

Se define prostitución como actividad a la que se dedica quien mantiene relaciones sexuales con otras personas, a cambio de dinero. Es una actividad económica como cualquiera, vale decir, una persona ofrece un servicio a quien lo demanda. Como no perjudica a terceros, es inmoral penalizarlo o prohibirlo, de ahí se desprende la actitud tolerante de este blog. Pero el argumento práctico es igual de elocuente, lo que veremos a continuación.

Steven Levitt (sí, el de Freakonomics) ha presentado en EEUU los primeros resultados de un estudio sobre la prostitución, que pueden leer en An empirical analysis of street-level prostitution; aquí resumimos los hallazgos, apoyándonos en Selling sex (en The Economist):
  • La mitad de los arrestos por el "crimen" de la prostitución se efectúan en el 0,3% de las esquinas de Chicago (recordemos que Levitt es profesor de la Universidad de Chicago, sí, la de los Chicago Boys)
  • La alta concentración de la industria se debe a que -lógicamente- potenciales clientes y proveedores deben ser capaces de encontrarse fácilmente
  • Las trabajadoras ganan entre US $ 25 a 30 por hora, cuatro veces más que en otras actividades a las que podrían dedicarse
  • El uso de condón es prácticamente nulo
  • Las trabajadoras reciben al menos una agresión física al mes, y por la clandestinidad en la que viven, las acciones legales para defenderlas son mínimas
  • Las más atractivas no ganan más que el resto
  • A los clientes negros les ofrecen un precio inicial, de los blancos esperan una oferta para regatear y acordar el precio. Ambas variables dependen de la percepción que ella tiene de el poder de compra del potencial cliente
  • Es mucho más plausible que una prostituta tenga relaciones sexuales con un policía a que sea arrestada por uno
El objetivo Chile Liberal es influir a la opinión pública hasta que se despenalice el comercio sexual, y para ello es útil recurrir al más notable hallazgo de los investigadores, que es el siguiente: las prostitutas que recurren a proxenetas perciben mayores utilidades, sufren menos arrestos y menos agresiones físicas. El estudio también arrojó que los proxenetas pagan un "bono de productividad", es decir, un pago adicional como incentivo para atraer y mantener más clientes.

Si pueden ganar más y reciben protección, ¿por qué los feroces prejuicios contra las "casas de remolienda"? Quizás las brigadas moralistas esperan acabar con la profesión más antigua del mundo, pero las probabilidades de éxito son ínfimas. El problema que persiste es el del bajo uso del condón y la consecuente exposición a enfermedades. Un informe sobre la prostitución en Ecuador (titulado Sex Work and Infection: What's Law Enforcement Got to Do with it? - no tengo el vínculo - sorry!), nos ilumina entre tanto oscurantismo:
  • Las trabajadoras en burdeles legales perciben mayores utilidades que las prostitutas callejeras
  • Las empleadas de negocios legales son más atractivas, más educadas y más jóvenes
  • El uso del condón es la norma
De lo anterior se desprende que al ejercer legalmente el oficio, las prostitutas de burdeles pueden iniciar acciones legales contra agresores, lo que las hace menos vulnerables. El uso del condón también permite evitar el contagio de ETS.

EEUU es un país bastante gazmoño donde persiste un fundamentalismo puritano (al menos en los sectores alejados de las costas). Esto explica los serios riesgos de violencia y enfermedades que describe Levitt. Por otro lado, Inglaterra -tampoco el lugar más liberal de Europa-, vio horrorizada como en Ipswich fueron brutalmente asesinadas cinco prostitutas callejeras, lo que trajo a la mente al tristemente célebre Jack El Destripador. Se alzaron voces a favor de la legalización de burdeles para que así el comercio sexual salga a la luz pública y se preste la debida protección a las muchachas, e información y ayuda a quienes deseen abandonar la actividad. Desgraciadamente, se hizo oídos sordos.

Algunos alegarán que la prostitución es una vileza social similar a la pornografía. Pues este sitio defiende el siguiente axioma: mientras no haya terceros dañados, no hay crimen. De hecho, la amplia oferta de sexo mitiga los impulsos reprimidos y contribuye a disminuir la cantidad de desquiciados que deambulan por las calles. Recordemos que la falta de sexo produce neurosis, y el intento por reprimir la libido (castidad) requiere un despliegue tan descomunal de esfuerzo que genera serias perturbaciones mentales y emocionales. Los datos, como suele ocurrir, respaldan a Chile Liberal. El gráfico que ven a la derecha muestra una brusca caída en la cantidad de asaltos sexuales en EEUU. A pesar de las razones esgrimidas por las autoridades (mejor educación, etc.), se puede deducir que una extensa variedad de oferta de material pornográfico ha distendido las urgencias sexuales de muchos, y luego de la penetración de Internet, la cantidad de violaciones se ha desplomado. Hoy se puede bajar y solicitar material de este tipo con total discreción gracias a los medios electrónicos, e incluso solicitar prostitutas (lo veremos a continuación); vale la pena investigar más al respecto. Por ahora, la evidencia indica que el prohibicionismo ya tiene sus días contados. Pueden ver el artículo completo en Rape, Porn and Criminality: Political Truth on Trial. De paso, alguien reenvíe este articulo al cura Jorge Medinda, obsesionado con impedir que la gente compre revistas pornográficas y nos alerta -para variar- que vivimos una crisis moral.

Conviene destacar un reportaje especial que apareció en The Guardian sobre la prostitución de estudiantes en Francia, donde nada menos que 40 mil alumnos se prostituyen para costearse sus estudios. Sin duda que la baja intervención del mercado de préstamos y un añejo esquema estatal de subvenciones y burro-cracias para determinar quién paga y quién no ha redundado en esta anómala situación. La Internet -Facebook en particular- ha facilitado el acercamiento entre potenciales estudiantes "prostitutas" y sus clientes. Debemos preguntarnos por qué esto ocurre en la cuarta economía más grande del mundo, y por qué los bancos no tienen un efectivo sistema de préstamos.

Quizás la respuesta sea que en cualquier trabajo por hora jamás ofrecerá cuatro veces un sueldo mínimo, la recompensa que ofrece la prostitución (al menos en EEUU).

Otro interesante estudio es In Da Club: An econometric analysis of strip-club patrons, o sea, un análisis sobre los clientes de clubes de striptease. Los habitués de estos lugares fueron analizados y se obtuvo los datos siguientes:
  • Estos clientes (de clubes de stripteaseras) buscan intimidad, y rara vez intercambio sexual
  • Saben que pueden obtener sexo en otros lugares, si es que así lo deseasen
  • Tienen estudios superiores
  • Han portado alguna ETS, y la irrupción del VIH les preocupa
  • Tienden a ser solteros
  • Buscan sensaciones intensas
O sea, nada que ver con el estereotipo del viejo verde casado y aprovechador, lo que nos sirve para ilustrar nuestro punto, y es que el aparato represor del estado sólo genera ilegalidad y falta de información y prejuicios, ya que hay actividades -como el comercio sexual- que han acompañado a nuestra especie desde tiempos inmemoriales. Este oscurantismo se traduce en ataques a prostitutas, asesinatos, comercio ilegal y propagación de enfermedades sexuales.

Pero más aún, podemos concluir que estamos frente a una actividad económica que se rige por las leyes del mercado. La actitud hacia el riesgo, el equilibrio entre oferta y demanda, etcétera, todo ello es regulado por el mercado y mientras no haya daño a terceros, no hay crimen, y no hay nada que prohibir. El acceso a la información que nos abrirá la legaliad podrá ayudarnos a extender una mano a quienes deseen salir de este mundo. Así todo, habrá quienes decidan prostituirse (es beneficioso para la sociedad: ¿se imaginan qué pasaría si no hubiese más prostitutas?). Conviene no olvidar las sabias palabras de John Stuart Mill: en cuestiones de la mente y el cuerpo, el individuo es soberano. Si es decisión de alguien ofrecer su cuerpo, eso es asunto de cada cual.

Un máxima que queremos ofrecer a nuestros legisladores para reformar las leyes represivas es el siguiente, en palabras del teórico liberal del utilitarismo, Jeremy Bentham:

La mayor felicidad para el mayor número de gente, ése es el fundamento de toda moral y toda legislación.

Posteriormente John Stuart Mill corregiría y declararaba que no es la cantidad de felicidad (o placer) lo que importa, sino la calidad.

Debemos preguntarnos hasta qué punto nuestras leyes se dedican a reprimir, a prohibir, y a incentivar los mercados negros, o a luchar absurdamente contra actividades -como la prostitución- que son ineluctables, y que el raciocinio nos indica que es mejor tolerar que reprimir.

Preguntémonos también hasta cuándo seguiremos siendo un país hipócrita, donde el fundamento de la moral y la legislación es el doble estándar.

jueves, 24 de enero de 2008

Clemencia

No quiero parecer extremista, ciertamente no lo soy. Bertrand Russell nos proponía adoptar una actitud subversiva: el escepticismo. Él se apresuró en declarar que no incitaba a la violencia ni mucho menos, ya que su tradición proviene de los Whigs (liberales), y aclaraba que él se identificaba con el espíritu británico del diálogo y la moderación. Además, Russell consideraba que los argumentos defendidos con más pasión eran los más débiles. Suscribo las palabras del notable filósofo. Este blog no es extremista, y el lenguaje duro y ofensivo no debe interpretarse como un llamado a la agresión, todo lo contrario.

Por lo mismo, no puedo refrendar el terrorismo ni la violencia. Hay ideologías que la incitan, en particular el marxismo, el nacionalismo y las religiones. "La moral termina donde empieza la pistola", decía Ayn Rand. Acá se defiende la preeminencia de la razón por sobre cualquier cosa. Todo esto me lleva a sacudir la cabeza y lamentar los actos de violencia que ejecutó Patricia Troncoso, actualmente en prisión. Se merece estar privada de libertad por incendiar bosques y dañar no sólo el ecosistema sino que la propiedad de otra persona, y por exponer la vida de gente inocente, y por emplear innecesariamente la violencia en desmedro del diálogo, y todo por defender una causa más bien noble. El año 2005 fue condenada a diez años de cárcel y a pagar una suma elevada de dinero. Se lo merece. Es justo que pague por su crimen.

Pero no es justo que se le haya sentenciado bajo una "ley antiterrorista", que fue dictada durante el gobierno de facto de Augusto Pinochet, y que —inexplicablemente— aún sigue ahí. Patricia Troncoso lleva 100 días en huelga de hambre en protesta por el rigor desproporcionado de la pena aplicada, bajo una legislación que no se corresponde con la realidad. Los elementos más exaltados demandan libertad: eso es inaceptable. Ella sólo pide salidas dominicales y traslado a un recinto donde pueda estar en contacto con la tierra. Lleva tantos días en huelga que su muerte es inminente.

Esto nos recuerda episodios de la dictadura. ¿Acaso no vivimos en democracia?

El mundo vive la amenaza del terrorismo, y los gobernantes exigen más poder de la maquinaria estatal para someternos a sus designios, como si acaso el voto por ellos fuese una carta blanca para que hagan lo que se les plazca a nombre nuestro. George Bush abrió Guantánamo, donde hay "sospechosos" de terrorismo detenidos por años, sin juicio ni posibilidad de defensa. Esto es una afrenta ignominiosa a las libertades individuales de Occidente. Gordon Brown está maquinando una ley que permitirá detener por 42 días a sospechosos de terrorismo. Señores, esto es inadmisible. El hábeas corpus es uno de los logros más importantes de nuestra civilización. Ellos, los terroristas, no soportan nuestra libertad, y quieren aterrorizarnos para que vivamos con miedo, y así obligarnos a renunciar a nuestras libertades individuales, pero no lo lograrán porque no claudicaremos ante sus estúpidos atentados. Terroristas ocultos en Portugal pretendieron incluso atentar contra la Torre Eiffel, el símbolo del romanticismo y del erotismo occidental. Todo esto es indignante. No por ello vamos a renunciar a lo que nos hace únicos.

Nada de esto tiene que ver con Patricia Troncoso. Ella no es terrorista, salvo en las afiebradas mentes del conservadurismo latifundista chileno. La ley penal sanciona el delito de incendio y el vandalismo, que de haberse aplicado habría significado una pena mucho más justa, presidio mayor que luego de unos años considera la libertad condicional. Acá nada tiene que ver la infame ley 18.314, dictada en 1984, y que "determina las conductas terroristas y fija su penalidad". Diez años de presidio no es justicia, es injusticia. Si el objetivo es desincentivar la violencia, estos excesos sólo generarán extremismo más virulento y —para desgracia de todos— más organizado. La justicia se ha vuelto loca, y Patricia Troncoso está a punto de morir. No es necesario que un vándalo se convierta en causa célebre, ni menos aún que la justicia se ensañe contra una persona acusándola de un crimen fuera de toda proporción.

Amnesty International ha comenzado a exigir que se atiendan los pedidos de Troncoso. Chile Liberal también. Esto me recuerda una campaña similar del grupo Rage Against the Machine a favor de Leonard Peltier del American Indian Movement, por un incidente en Pine Ridge Reservation. Amnesty también salió su defensa, y me parece que es razonable aún exigirle al señor Bush "executive clemency", y de paso que cierre Guantánamo. ¿"The Land of the Free", Mr President?

Alguna similitud hay acá con el incidente en que murió Rodrigo Cisternas, en el cual comenté en el blog de la República. Como veíamos en el artículo anterior, las demandas salariales no pueden imponerse con actos de violencia, menos aún cuando se ataca directamente la vida de los policías. En el caso de Cisternas hubo un acto premeditado para matar pacos. La diferencia es que Troncoso quemó bosques, y se le acusa de terrorismo.

La causa de los mapuches me interesa bastante poco. Los mapuches no existen. Chile es un proyecto republicano nacido a partir de los nobles ideales de libertad que emanaron desde la Revolución Francesa. Somos "la tumba de los libres o el asilo contra la opresión". O al menos así nos han enseñado. No me trago mucho todo ese cuento, pero quiero creer que aspiramos a un país justo y pacífico, donde todos somos iguales, y no podemos hacer diferencias étnicas porque son inútiles. Somos todos chilenos, si es que nacionalidad o patria significan algo. En realidad da lo mismo. Hay gente en el sur que quiere educación y trabajo, el resto vale callampa. No hay educación y no hay trabajo. Hagamos algo. Nada se logrará ignorándolos, ni nada se logrará quemando bosques.

Respetemos el derecho a la rebelión. Pero usemos los medios lícitos. La desidia y la estupidez de nuestros legisladores (elegidos por nosotros mismos) han dejado en pie ese bodrio legal llamado "ley antiterrorista". Deroguémoslo. Le pedimos a Michelle Baclehet que se pronuncie al respecto, y creo no ser el único que demanda clemencia.

Pueden ver el mensaje de Patricia Troncoso.

En cuanto a política, la postura de este blog es tan opuesta a lo que representó Rage Against The Machine, que hace necesario destacar cuando estamos en completo acuerdo. Acá también somos subversivos, aunque —como decía al comienzo— con diferencias de estilo.

Freedom


miércoles, 23 de enero de 2008

Contra los socialistas de todos los partidos: Oxfam y libertad de expresión

Me comía un delicioso salmón cancato en una cocinería de Angelmó, Puerto Montt. Cuando nos trajeron la cuenta, nos reímos mucho porque la boleta era falsa. La cocinería sin duda que vive al filo de la ley. Según las estúpidas regulaciones del gobierno central debiese cerrar, o pagar impuesto. Según Chile Liberal, es fuente de trabajo, y ellas, las señoras que atienden y cocinan ahí frente a uno, son gente que labura muy duro, y no me lloriquean ni me chantajean emocionalmente por unas monedas. Ellas me ofrecen un salmón rico, yo les pago el precio libremente acordado. Todos nos beneficiamos. Algo que los ministros del Ocio (o del "Trabajo") y las reparticiones estatales de Santiago simplemente no logran comprender.

El mérito de una economía de libre mercado es que demanda una organización política donde los individuos son libres para emprender (en Cuba, no se puede tener un local con más de 6 mesas), y exige que en la sociedad todos sean libres de expresarse (ver artículo anterior). Hace muchos años, el pragmático Hernán Büchi propuso tres objetivos para la economía chilena: exportar, exportar, y exportar. La zona de Puerto Montt inventó la piscicultura del salmón, y Chile se ha convertido en el segundo país exportador de salmones del mundo, sólo superado por Noruega. La industria ha traído empleos y bienestar al sur de Chile.

El senador socialista Camilo Escalona hizo un llamado a aumentar los impuestos ("royalties") a estas empresas. Su medida apunta a subsanar una situación evidenemente injusta. Las salmoneras cuentan más de US $2 mil millones en utilidades mientras mucha gente apenas gana el sueldo mínimo, y en general el promedio de sueldo no sobrepasa los $218 mil. A la luz de las enormes ganancias de los productores, los sueldos son bajísimos. La solución del socialista Escalona demanda el uso de la coacción estatal, requiere de hordas de inspectores, sistemas de control, burro-cracias y, en general, costos de dudoso beneficio. Las señoras de la cocinería son gente de trabajo, como todo el mundo. Ellas quieren ganarse la vida honradamente, y no quieren alimentar a los burócratas, sino a los turistas que les paguen. La solución a la "injusticia" de los bajos sueldos es una ironía tan deliciosa como el cancato: eliminar el sueldo mínimo.

Dejemos de lado por un momento al lobby socialista, veamos qué dice el lobby conservador, y de paso comprobemos lo necio que son ambos. El presidente de SalmonChile, César Barros, afirma que ellos no harán ningún mea culpa. De hecho, ellos se escudan en la ley. Simplemente, se les exige pagar, al menos, el mínimo, y lo hacen. Pagan un poquitito más, y ya se vanaglorian de los excelentes sueldos del sector. Lo que debemos entender es que mientras exista ese disparate llamado sueldo mínimo, las empresas no harán el menor esfuerzo por pagar un sueldo justo. ¿Para qué? Basta acatar la ley. El socialista, por su parte, propone el aparataje estatal para dar rienda suelta a su resentimientos sociales y aprovecha de alienar a trabajadores y empresarios. Acá presenciamos un argumento poderoso para eliminar el sueldo mínimo, y mientras en eso estamos, aparece -de la nada-, un actor imprescindible en todo país donde existe la libertad de expresión: entra una ONG, Oxfam, y queda la grande.

La ONG Oxfam ha iniciado la campaña Contra la corriente, que pretende sensibilizar a la opinión pública sobre los sueldos en la región y las condiciones de (in)seguridad de los trabajadores. El señor César Barros alega que Oxfam miente. Pues bien, señor Barros tome la palabra y diga su verdad. ¿Ven que es virtuoso el garantizar que cada cual tenga libertad absoluta para expresarse?

Lo que Oxfam busca es usar el oprobio público, un arma mucho más poderosa que cualquier ley de algún senador socialista. Ahora que disponemos de información, surgida libre y espontáneamente de la iniciativa de privados (la ONG en este caso), la vergüenza y, por sobre todo, el temor a perder su imagen pueden ser más efectivos que la coacción legal, y es de esperar que SalmonChile dé la cara y se explique sobre sus sueldos negreros. Mucho más eficaz sería si además no existiese el sueldo mínimo. Los grandes productores no podrían escudarse en la ley para decir: oye, qué reclaman, pago 60% por sobre el mínimo. Claro, pero en comparación a las utilidades, es un abuso. ¿Qué esperamos para eliminar el sueldo mínimo?

Pero eso no es todo. El arsenal de Oxfam contiene un arma mucho más poderosa. Esta ONG es parte de un movimiento llamado Make Trade Fair, o en castellano, Por un comercio justo. Es indigno entregarle una limosna a quien la necesita. Lo honrado y lo ético es que esa persona me ofrezca el fruto de su trabajo, y yo pague lo justo por ese servicio. Mediante estos intercambios pacíficos la sociedad avanza (no con las hordas viviendo a costillas del Papito Estado). Lo que el movimiento Make Trade Fair pretende es informar a los consumidores del Primer Mundo sobre cuáles son los productos y empresas que pagan sueldos justos, y así los consumidores, vale decir, las fuerzas del mercado, serán mucho más eficaces en erradicar la pobreza, haciendo que los pobres reciban lo que se merecen por su esfuerzo. Make Trade Fair es famosa además por contar con apoyo de celebridades como Chris Martin de Coldplay, lo que ha tenido un notable impacto en el llamado "consumidor ético" de Europa y EEUU. Como vemos, acá se interconectan el rock, la justicia, la economía de mercado, la recompensa al esfuerzo y la libertad de expresión en un contexto de sociedades y mercados libres. O sea, todo lo que promueve este blog.

En realidad acá no hay nada muy nuevo. Ya lo hizo el célebre abolicionista inglés Thomas Clarkson quien buscó influir a los ingleses para que no comprasen azúcar ni chocolate producido por mano de obra esclava, dando paso al primer boycott de la historia. En los refinados salones de té del Imperio Británico, la vergüenza y la culpa comenzó a apoderarse de los caballeros y damas de la época quienes ya no podían disfrutar tranquilamente de los exquisitos brevajes y reposterías a sabiendas que sus lujos eran posibles gracias a sórdidas condiciones de trabajo de los esclavos. Exactamente lo mismo ocurre hoy con el consumidor ético del Primer Mundo que cuando compra salmón chileno en el supermercado espera que el intercambio sea justo y los trabajadores sean recompensados como se merecen.

Las empresas asociadas a SalmonChile, si realmente viven de la avaricia y desean aumentar su capital, deberán entonces satisfacer las necesidades del consumidor ético y empezar a pagar sueldos justos, de otro modo, el consumidor ético preferirá a SalmonNoruega. Acá incluso aparece la mano invisible de Adam Smith.

A los amigos exranjeros, especialmente españoles, les interesará saber que SalmonChile se jacta de pagar la extraordinaria suma de... 311 €. ¡Tah-dah! ¿Y el sueldo mínimo? ¡Exorbitantes 200 €! Es decir, SalmonNoruega no tiene por dónde competir contra los chilenos. Y las empresas noruegas en Chile, también deberán enfrentarse al oprobio público y explicar cuánto pagan y porqué remuneran menos que en su país.

Los mecanismos descritos apelan a la inteligencia y al raciocinio, a la justicia y por sobre todo a informar al consumidor para que este castigue o premie a quien le ofrezca lo que el consumidor demanda. Si el mercado demanda productos éticos, pues habrá que producirlos. La iniciativa privada de una ONG se enmarca dentro de la libertad de expresión.

Todo esto es mucho más inteligente y digno que las rabietas de algún senador socialista, que a diferencia de las esforzadas trabajadoras que evaden impuestos en la cocinería de Angelmó, él es un sujeto con cara de borracho que no le ha trabajado un día a nadie, y sus manadas de recaudadores de impuestos no son bienvenidos en Puerto Montt ni en ninguna parte.

PD: Eliminen el sueldo mínimo; la derecha es la única que se beneficia.

La Bachelé es puta

Un estudio sobre los límites de la libertad de expresión

La libertad de expresión es el pilar sobre el cual descansa una sociedad libre. Los norteamericanos la llaman freedom of speech, consagrada en el famoso First Amendment de su Constitución que, desde luego, incluye la libertad de culto. Cada cual es libre, como veremos en este artículo, de creer y decir las estupideces que quiera. EEUU se cree un país libre.

Chile, al contrario, es un país autoritario. La libertad de expresión debe estar sometida a los designios de los rectores del país. ¿Quiénes los designaron en el cargo? no se sabe, y no importa. Obedece, chileno.

La libertad de expresión no debe tener límites, sino es una mofa. En Chile, el tema lo ha abordado Carlos Peña en su columna semanal, y Patoace lo replica en Insultos al púvlico.

Acá se cuestiona la estética de una obra de teatro que, al parecer, es indecorosa. Hay alusiones a la masturbación, insultos varios y groserías contra la actual mandataria. El problema es que una funcionaria de la "Universidad" Católica ha sido despedida de su cargo por no obedecer a las autoridades académicas, que toleraron la obra pero sólo un par de días.

La Coporación de Televisión de la "Universidad" Católica en su señal abierta transmite todo tipo de groserías, pero al parecer eso da lo mismo. Lo que quiero demostrar con este artículo es que liberales y conservadores simplemente pensamos distintos.

Libertad es hacer lo que uno quiere, decía John Stuart Mill. Si yo quiero montar una obra grosera, y la gente está dispuesta a verla, no hay problema alguno. ¿Y si dicha obra atenta contra la estética de la UC? Pues bien, acá desde luego que la agrupación heredera de la Inquisición y del infame Índice de libros prohibidos, la organización que ha mandado ayer a la hoguera, y que hace poco logró que Madonna no entrase a Chile, lo mismo a Iron Maiden, que censuró la Última tentación de Crsito, Papa Villa, que critica desde Harry Potter hasta Sabor Latino, en fin, todo ello, desde luego ahora reaccionan como saben: censurando.

Los liberales no tenemos ese complejo. Cuando el gobierno quiso censurar Epopeya, me opuse. Cuando Chávez clausuró RCTV, me opuse. Cuando quisieron censurar Papa Villa, me opuse, aunque no escribí al respecto (porque me importaba un pico ver esa serie). Me opongo a silenciar a mi prójimo simplemente porque a mí se me para la raja. Me opongo a que me hagan callar: me opongo a hacer callar.

¡Pero cómo!, me dicen, eso es caos. No. Mill nos decía que no debemos temer. Cuando cada uno se expresa, es el público el que determina qué queda y qué se olvida. Así combatimos la ignorancia y la estupidez. La libertad de expresión es la peor pesadilla de los tiranos y sumos pontífices. Para los liberales, es nuestra raison d'être.

¿Y las groserías, qué pasa con los insultos? Pues bien, las impertinencias y palabras soeces son el costo -muy menor- que debemos pagar por disfrutar los enormes beneficios de la libertad de expresión.

¿Y cuál es el límite?, me inquieren. Pues bien, el prestigio, las carreras y el honor de cada cual siempre está en juego. Si una compañía de teatro monta una obra impúdica y la gente la repudia, hasta ahí llega el honor y prestigio de actores y libretistas. El oprobio público es la fuerza disuasiva más potente.

¿Y si el público clama por groserías e inmundicias? Pues dénle al público lo que quiere. ¿Quién es quién para decidir por el resto? No, gracias. No necesitamos guardianes de la moral, la belleza y las buenas costumbres.

En su momento se consideró vulgar a Los Beatles. Hoy los aplaudimos. Se consideró al rock una basura. Hoy goza de prestigio. A Voltaire se le consideró una rata abyecta, un "ateo infame". Hoy es el padre de la lengua francesa. La Mona Lisa, por no ser consagrada a dios, se le consideró de inferior calidad. Picasso debió huir a la laica Francia para salvarse de las garras de Franco, el guardián de España. Los Jaivas, si no me equivoco, escribieron Alturas de Macchu Pichu en París, lejos de la dictadura chilena. En fin, a los artistas no los podemos perseguir ni acallar. Ellos tienen la obligación de su arte, y es el público el que decide. Ya vemos que la basura de ayer se convierte en la belleza de hoy, porque todo es relativo, incluso nuestros parámetros artísticos. Si algún señor de la UC cree que puede salvaguardar los principios morales del resto, pues que lo haga, pero hace el ridículo (es su costumbre).

Hace un tiempo se censuró en China a los Rolling Stones. Las autoridades comunistas, celosas en el resguardo de la moral de los chinos, decidieron que los fans de los Stones no podían interpretar Start Me Up dentro de las fronteras de la República Popular China. El motivo, su estrofa you make a dead man come, juego de palabras que significa haces resucitar un muerto, y a la vez haces eyacular a un muerto. El concierto tenía un tinte político porque el rock, expresión netamente occidental, era interpretado en vivo en nada menos que China por sus máximos cultores, nada menos que los Rolling Stones. Mick Jagger (graduado de LSE), dijo en tono sarcástico: "agradezco a las autoridades chinas que se preocupen de resguardar los estándares morales de nuestros fans, los banqueros que vendrán a vernos y sus novias", en alusión a los únicos capaces de costear las entradas al evento.

Sólo quiero graficar que así como es imposible el socialismo porque es imposible controlar la economía, es absurdo controlar los gustos del público.

Chile es particularmente triste porque aún no superamos esta etapa del patronaje y la tutela paternal. De hecho, la gente lo exige. basta comparar a Chile con otros países y nos damos cuenta de lo atrasado que estamos.

A mí me gusta el punk, y también Pink Floyd. Los Floyd son los rockeros elegantes, filósofos, virtuosos de la música y con su invento, el rock progresivo, situaron al rock en un sitial de honor. En cambio, los Sex Pistols son 'arrotaos', cantan mal, prácticamente no tocan instrumentos, sus letras son ofensivas contra toda forma de autoridad, e incluso contra sus propios fans. Su único álbum se llamó Nevermind the Bollocks (Here's the Sex Pistols), algo así como A la chucha con los culiaos, acá estamos los Sex Pistols. Su odio iba dirigido al sistema en general, a la Reina en particular, también contra el público inglés y en especial contra los arrogantes Pink Floyd.

Llegaban al escenario, el público les gritaban groserías, y escupitajos. Ellos respondían con groserías y más escupitajos. Cuando comenzaba el ruido (porque no es música lo de ellos), sus fans comenzaban a darse de patadas, puñetes y escupitajos. Las drogas y el alcohol amenizaban las veladas. La escena punk fue de tal virulencia que también se exigió la censura. En Chile, nos maravillábamos con Johhny Rotten ("Juanito Podrido"), un humilde hijo de inmigrantes irlandeses, quien le gritaba La Reina Isabel que era una vieja culiá y ándata a la chucha maraca y la conchetumadre. Sus discos fueron éxito en todo el mundo. El pueblo inglés les rindió homenaje.

En Chile, por decirle lo mismo a Pinochet habríamos recibido la cordial visita de los agentes de seguridad del estado. Era imposible decirle a Pinochet que era un puto. Era imposible decirle a Castro que es un puto. A Mao nadie podía decirle que era un puto. A Lenin nadie podía decirle que era un puto.

La presidenta de Chile, la primera entre sus iguales, Michelle Bachelet Jeria, se merece todo nuestro respeto, seamos opositores o partidarios de ella, o indiferentes. Pero celebremos que hoy somos más libres que antes, y si quiero, puedo decir que La bachelé es puta, y nadie me va a meter a la cárcel.

Los dejo con la música

Sex Pistols - Anarquía en el Reino Unido



lunes, 21 de enero de 2008

Ratzinger, el Inquisidor cobarde

En todos los medios se ha dicho que un grupo de fanáticos ateos -y muy intolerantes- impidieron que Joseph Ratzinger, en su calidad de director de la ONG del Vaticano, visitase la Universidad La Sapienza.

Mienten.

En este artículo de El Mercurio, en esta columna de Cristóbal Orrego y en esta carta de un fundamentalista evangélico, todos coinciden en destacar que Ratzinger fue una víctima de un grupo de laicos desquiciados. Lo que NINGUNO de ellos ha querido decir es que la protesta de los estudiantes y profesores fue a causa de la siguiente declaración de Joseph Ratzinger en 1990:

"El juicio a Galileo fue razonable y justo". (ver fuente)

Desde luego, tienen razón los miembros de la opinión pública cuando dicen que el mundo ya superó el anticlericalismo, y que los días de la Santa Inquisición ya pasaron. Entonces, ¿por qué Ratzinger insiste en decir que encarcelar a Galileo fue razonable y justo?

Según ese señor alemán, encarcelar a un científico por declarar que la Tierra gira en torno al sol es razonable y justo.

El señor Ratzinger debe pedirnos perdón, y sus seguidores también. Desgraciadamente, en vez de acudir de todos modos a la universidad y retirar lo dicho, y así dar público testimonio de que la asociación que él dirige se ha modernizado, este señor se rehúsa a concurrir para enfrentar a la comunidad académica y se esconde en su palacio, y sólo se asoma para saludar a la horda de desquiciados que lo vitorea.

¿Por qué defienden al cura Inquisidor? ¿Por qué no tienen autocrítica? ¿No fue su profeta quien les enseñó a ser humildes? ¿O acaso es razonable y justo perseguir científicos? ¿Es razonable y justo defender a los prepotentes? ¿Es razonable vitorearlos cuando se asustan y justifican su cobardía escudándose en la masa?

Con su hipocresía característica, El Mercurio se limita a decir (en las postrerías del artículo):
La iniciativa contra el Papa surgió de un grupo de más de 60 profesores y estudiantes, en su mayoría de la facultad de física y defensores del laicismo, los cuales criticaban al pontífice por sus ideas sobre la condena al científico Galileo Galilei.
O sea, los apologetas del papismo, aparte de cobardes, son tergiversadores de la verdad, y lo hacen para justificar su miedo. Nada le costaba destacar las palabras de "Su Santidad". No. Sólo se limitan a confundir a la opinión pública, para dejar a los catedráticos y estudiantes como un grupo de fanáticos que reaccionaron ante algunas "ideas" del pontífice.

Les invito a leer una fuente mucho más veraz, BBC Mundo: Religión vs ciencia, pelea de antaño.

Los únicos fanáticos son los papistas. Con sus razonables y justas palabras refrendan una historia sanguinaria, repleta de abusos y odios contra la comunidad científica.

No quería ahondar sobre este tema, pero la tergiversación, la mentira, la cobardía y la victimización ameritan el dejar en claro cuál es la verdad de los hechos.

Si al menos, Ratzinger, tuvieses la hombría de dar la cara. Pero eres un cobarde, y ya no es la primera vez que usas una universidad para propagar tu odio. ¿Qué hace un "teólogo" en una universidad? La teología no es una ciencia, ¿acaso no era "dios" todo aquello que la ciencia no puede explicar, y que está fuera del conocimiento científico? ¿Te das cuenta de tus contradicciones? Y como todo mariconcete, te victimizas haciéndote el "perseguido". ¡Ay, sí, lo persiguen al lindo! Y has anunciado que quieres venir a Chile.

Acá te esperamos, Inquisidor cobarde.

domingo, 20 de enero de 2008

No reconocemos fronteras

Los represores de ambos lados de la línea de la concordia quieren hacernos creer que tenemos un conflicto sobre algo tan trascendental para nuestras familias y amigos como una maldita frontera.

Aquellos quienes con la miserable promesa de un voto cada cuatro años se han arrogado nuestra representación, ellos, que nos asaltan a plena luz del día y con todas las de la ley mediante ese atraco llamado "impuesto" y repletan sus bolsillos con el dinero nuestro, sí amigos, ellos se han aliado con la mandamás de Chile para resolver -en una corte lejana- un conflicto que no existe.

Ellos, los políticos, han creado un sistema en el que no aceptan a nadie más. Ellos ahora quieren un fallo sobre una línea imaginaria.

Ellos y ellas jamás se decidirán a abolir las fronteras y así permitir que las gentes marchen hacia donde puedan libremente explotar los recursos de la naturaleza para ganarse la vida dignamente. Los pescadores de la zona en cuestión no reconocen fronteras, no necesitan banderas. Las pesqueras que exploten estos recursos no necesitan adherir a abstrusos conceptos como "nacionalidad" o "patria".

Ellos nos obligan hasta hoy a levantar el brazo en un saludo hitleresco y jurar que por dios y por esta bandera daremos la vida si fuese necesario. Nos entregan un arma y enseñan a matar al prójimo por haber nacido al otro lado de una línea imaginaria, por tener otro acento y otra pigmentación de piel. Todo ello es perfectamente legal y democrático. Luego, rendimos pleitesía a sus órdenes. Los obedientes peones del subdesarrollo incluso lo hacen convencidos de que así es. Los ricos siguen en sus cómodas haciendas, generando conflictos, y declaran guerras para que las peleen los pobres. Éstos últimos son tan estúpidos como los primeros.

Y luego decretan un sueldo mínimo, para esclavizarte, y así nunca podrás conocer el valor real de tu trabajo.

Criticar es fácil. Proponer es aún más fácil: eliminemos por completo las aduanas y las fronteras, sólo la iniciativa privada y los acuerdos pacíficos nos regirán, por acuerdo mutuo de las partes involucradas, así se respeta la individualidad. ¿Conflictos? Sí, habrá: las agencias privadas de justicia pueden dirimir, siempre y cuando las partes pacíficamente así lo acuerden. No como hoy, donde el estado es juez y parte, y tú... tú no eres nada: tu país lo es todo. Agacha la cabeza y trabaja, que para eso te pago.

No elaboraré más en cuanto a principios, simplemente les dejaré -como se hace costumbre- con un tema.

Con la autoridad que nos da el buen juicio
Y en pleno uso de nuestra razón
Declaramos romper de forma extraoficial
Los lazos que nos pudieron atar alguna vez
A una institución o forma de representación
Que nos declare parte de su total.


Con toda honestidad y con la mente fría
Renegamos de cualquier patrón

Ya todas las divisas nos dan indiferencia

Renegamos del cualquier patrón

Se llame religión se llame nacionalidad

No queremos representatividad.


No necesitamos banderas

No reconocemos fronteras

No aceptaremos filiaciones

No escucharemos mas sermones.


jueves, 17 de enero de 2008

¿Valores familiares "cristianos"?

El concepto de familia nuclear es una convención social y cultural que surgió a partir de la Revolución Francesa, entendida ésta como una revolución burguesa. Fue justamente esta "clase social" la que acuñó el concepto, pasando de la familia extendida a la familia burguesa. Hoy, se acepta la familia nuclear como un valor social. Recomiendo leer El supermercado de los modelos familiares para comprender mejor esta idea (sé que a muchos les sonará extraña).

La ideología papista, en su extraordinaria confusión de conceptos, ha asociado la familia nuclear a su propia doctrina, y se ha autoproclamado como su guardiana. ¿Sabrán los lobbistas cristianos qué defienden cuando salen a las calles (blog de Aeronauta) a defender la "familia cristiana"?

De hecho, el archienemigo número uno de la familia nuclear fue el propio Jesús de Nazaret, o quien haya inventado su historia. No sólo fue hijo de una madre soltera, y al parecer el padre estuvo ausente, sino que él mismo no formó una familia, no debió trabajar extenuantes jornadas para alimentar a sus hijos (se limitaba a trucos como multiplicar panes, etc), y en su fanatismo (Jesús, si es que existió, probablemente fue un esquizofrénico) dijo cosas como las siguientes:

He venido para poner al hijo en contra de su padre, a la hija en contra de su madre, y a la nuera en contra de su suegra. El peor enemigo de ustedes vivirá en su propia casa. (Mateo 10: 35-36)

Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas y hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo. (Lucas 14:26)

¿Pensáis que he venido para traer paz a la tierra? Os digo: no, sino enemistad. De aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres; estará dividido el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra. (Lucas 12: 51-53)

No ajena a la anómala situación que ha ocurrido en EEUU, donde un presidente evangélico ha azotado al mundo con su estupidez, España parece aspirar a mezclar clericalismo con política, y en el inocentón artículo de Aeronauta (que pretende defender la -sic- "famila cristiana") se esconde una realidad sórdida: los obispos españoles se han dedicado a desprestigiar al gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Así lo aclara The Economist en su artículo La revuelta de los obispos.

La manifestación en defensa de la (sic) "familia cristiana" no es más que un mero acto homofóbico, o sea, en contra del matrimonio gay. Pero acabó en un acto proselitista. En un país donde Franco se alió con la curia para oprimir al pueblo (cualquier semejanza con un dictador sudamericano que iba a misa todos los días no es mera coincidencia) y que tiene problemas serios para distinguir entre derecha y clericalismo (de nuevo: Chile), la curia romana se asocia con el conservadurismo (o, cuando le conviene, con la teología de la liberación y el marxismo).

Lo que Chile Liberal defiende, más allá de la cristianofobia, es separar el clericalismo de la política. Los curas nada tienen que hacer hablando de política. Ellos deben circunscribirse a sus púlpitos. Es nocivo mezclar ambas. Es perjudicial tanto para las ideologías religiosas como para las democracias. Así como los miembros de las FFAA no pueden participar en política, los miembros de la curia deben entender cuál es su lugar en la sociedad: sus propios templos.

EEUU ahora tiene un candidato Bautista y un Mormón en las elecciones primarias. La lucha contra el clericalismo recién comienza.

The Economist también nos advierte que en la familia se debilita el sistema inmune y es más factible que se transmitan enfermedades. Como concepto, sigue evolucionando.

miércoles, 16 de enero de 2008

Patricia Verdugo

Es una difícil tarea el comprender y asimilar la historia reciente de Chile. Una de las voces que se alzó con más fuerza para mostrarnos los lamentables hechos acontecidos durante el gobierno militar fue la periodista Patricia Verdugo, de quien lamentamos su sensible fallecimiento el día 13 de enero recién pasado.

Daniela, amiga y colaboradora de este blog, ha escrito las siguientes líneas, que Chile Liberal comparte con la blogósfera, a modo de respetuoso agradecimiento a la figura de Patricia Verdugo, una mujer que no titubeó para defender los Derechos Humanos.

chileliberal@gmail.com

Es difícil para mí comenzar a escribir esto. Hablar sobre Julio Martínez hace unos días fue un impulso del momento y muy sentido, pero hablar de Patricia Verdugo es para mí una tarea titánica.

Aunque ella produjo libros a granel y escribió enormemente, no me resigno a su partida y no me resigno a que los medios la encapsulen solo a una "defensora de los DD.HH".
Patricia Verdugo era mucho más que eso. Existía como periodista desde antes de la Unidad Popular. Era una Demócrata Cristiana de corazón, desde esos años de la Patria Joven. Particularmente, a través de sus entrevistas de muchacha veinteañera en Revista Ercilla, me enseñó a conocer la ternura de un Eduardo Frei Montalva y a respetarlo a pesar de cualquier error.

Aprendí con ella a conocer los días siguientes al fallecimiento de este personaje señero, con todo el pesar y la tristeza que causó en quienes lo conocieron y lo admiraron. Patricia me enseñó también a conocer que el odio no era más importante que el dolor. O en otras palabras, que el odio por razones políticas no conducía a sentir orgullo de vivirlo.

A Patricia la conocí por Los zarpazos del Puma.

Mi Padre un día domingo, cuando yo tenía catorce años, me dijo: "toma y léelo, para que vayas conociendo..."

La verdad es que un libro tan grande y detallado no me entusiasmaba mucho y tuve que retomar la lectura un tiempo después, pero con él asimilé ciertos desaciertos inexplicables para una persona, cuando el odio y las ganas de eliminar personas nos son ajenas.

Sin embargo, el libro que más me impresionó fue Bucarest 157, casi una autobiografía de la propia Patricia. Viví con ella en ese libro hermoso, sus aventuras, amores, dolores, perdidas, esperanzas.

Me di cuenta de la gran mujer que era. Grande en su perdón, grande en sus ganas de investigar, grande en el amor a su familia. Quise tener entonces un poquito de ella.

Con Patricia no habríamos compartido la visión política, eso es casi seguro... pero me enseñó mucho, sin habernos hablado nunca en persona.

Siento una conexión entre la Patricia Verdugo que escribía en 1967 - 1969 y muchos otros jóvenes idealistas demócrata-cristianos de aquella época, quienes aparecían en la Revista Ercilla, en el Comité Político de la DC en 1969. A todos ellos los unía la devoción hacia la persona de Eduardo Frei Montalva.

Esa añosa devoción la recuerdan unos pocos, hoy suena a anticuado, pero para mí es la época más linda, repleta de esperanzas, una época en que la política si conducía a derramar lágrimas y a entregar el corazón.

Tantas personas a las que se lleva el cáncer con todos sus dolores y agonías, y nos priva de gente buena.

martes, 15 de enero de 2008

No puede ser un delito

Hace un tiempo se modificó la ley que establecía el límite de edad del consentimiento sexual a los 12 años, y se publicitó el fallido intento por eliminar por completo tan absurda restricción con el alarmante título de ley que legaliza la pedofilia, nada menos que por el Vaticano (institución con CUATRO MIL de sus miembros acusados de pedofilia), .

Lo que Chile Liberal argumenta es que en ningún país del mundo debe establecerse arbitrariamente un límite para el consentimiento sexual. Esto es por razones obvias. La ley no puede determinar cuándo una persona efectivamente puede estar enamorada de un menor de edad. De hecho, según estos sinsentidos legales, nos encontramos que un individuo de 16 años puede mantener relaciones con una menor de 13, y ocurre que estamos frente a un crimen. Más aún, los lazos afectivos y sexuales son de una complejidad tan extraordinaria, que no debiese legislarse al respecto.

La ley debe evitar que se someta a pequeños a trabajos forzados, y sin duda que la pornografía infantil se incluye dentro de este tipo de abusos, y ciertamente constituye un crimen. Pero de ahí a pretender castigar una relación amorosa, que puede materializarse en sexo, es inapropiado.

Casos de este tipo hay, y muchos. Y siempre habrá. En algunos países se les considera como crimen a los 14 años, en otros a los 15 años, en otros a los 16 años. Sólo medidas arbitrarias que no responden a la realidad.

¿Acaso no ha habido relaciones maduras, o incluso que han conducido a matrimonio, y que han comenzado como "crimen"? ¿Acaso hasta hace algunas décadas no se consideraba "normal" casar a adolescentes, y en matrimonios por conveniencia? ¿Acaso la Iglesia Católica no bendijo el matrimonio -por conveniencia- entre Luis XVI (16 años) y María Antonieta (14 años)? Recientemente, el brazo periodístico y sensacionalista del movimiento Conservador internacional, Fox News (Rupert Murdoch, nuevamente), se dedicó morbosamente a informar sobre la relación de dos profesoras norteamericanas con alumnos de 17 y 13 años respectivamente.

Lo anterior demuestra cómo a través del tiempo nuestros parámetros morales han ido cambiando, y que ciertas acciones antes recriminadas en un momento, luego pasan a ser normales, y viceversa. Otras, incluso, se repiten a través del tiempo. Por tanto, es absurdo hablar de principios morales eternos. Si hubiese sido chilena, la profesora Pamela Rogers Terner, por ejemplo, no habría cometido ningún delito hasta que, a partir de cierto día determinado, los señores parlamentarios cambian la ley y resulta que terminaría probablemente ante un juez. Absurdo.

Si una relación nace del convencimiento de que hay un intercambio afectivo entre ambas partes, no puede el derecho comenzar a regir el comportamiento de estos individuos. Por cuestiones de desarrollo físico y emocional, ya hay adolescentes que pueden mantener relaciones de adultos, de hecho, todos sabemos que así ocurre.

Es hora que la sociedad entienda cuáles son los límites de las leyes.

Pues siguiendo con el tema, y en lo que se ve convirtiendo en una característica de este blog, les dejo con un clip musical. El video se llama Moi... Lolita de la joven cantante francesa Alizée. Detrás de su talento musical, y del tema mismo, se encuentra la controversial Mylène Farmer (de quien ya hablaremos en más detalle). No hace falta saber el idioma para comprender la historia del video. Causó revuelo en Francia y quise compartirlo con los lectores de este sitio.

Este tema fue un éxito en las radios galas: en Chile de seguro lo habrían prohibido.


sábado, 12 de enero de 2008

La Viennoiserie contra chez Paul: entendiendo el SIDA en África

Teníamos que comprar pan, tal como en Chile, salvo que en Francia la variedad es mucho más amplia. Entramos al centro comercial y fuimos directo a la boulangerie chez Paul. La fila era larga. Justo en frente hay otra boulangerie, con productos similares, salvo que la calidad es menor y con menos variedad. Los precios, además, son más bajos. Sin embargo, siempre hay una o dos personas. Todo el mundo sabe que chez Paul es mejor y que La Viennoiserie es de calidad inferior. ¿Por qué la segunda aún sigue en pie? Más aún, ¿por qué siempre hay al menos una persona comprando ahí? Entender este fenómeno significa comprender los mecanismos de elección en una economía de mercado, y por lo mismo, podremos entender cómo se transmite el VIH/SIDA, y por qué la única solución es el uso del condón.

En este artículo Chile Liberal argumentará que la asociación del Vaticano nuevamente se hace partícipe de un holocausto cuando se opone ferozmente a educar sobre el uso del condón en África. Pero, además, los liberales se equivocan cuando creen que el desarrollo económico logrará subsanar la situación. El condón es la única solución.

Costos y beneficios
Si tienes poco tiempo, si estás apurado, no tendrás opción sino una baguette "flaite" en La Viennoiserie. El coste es menor, así también el beneficio. La mayoría prefiere pagar un poco más y perder algo de tiempo para obtener un beneficio mayor: una baguette de chez Paul. Algunos deben ahorrar cada centavo: siempre irán a La Viennoiserie. Para ellos, la panadería cara será excepcional. ¿Qué tiene que ver con el VIH/SIDA en África? Mucho.

El VIH/SIDA se transmite principalmente por contacto sexual, y como el sexo tiene mucho que ver con la sicología humana, debemos considerar también el aspecto mental que influye en la epidemia. En África, la expectativa de vida es de un promedio de 30 años. Llegar a los 35 años en África es un logro. Pasar los 40 es extraordinario. Producto de la baja escolaridad y la miseria extrema, los adolescentes tienen pocas aspiraciones y poco que hacer. No hay ningún incentivo para posponer la iniciación sexual. La gratificación inmediata que produce el sexo es una de las pocas cosas que pueden disfrutar, lo que explica la promiscuidad. Tampoco hay incentivos para reducir la cantidad de parejas. La dimensión afectiva de la sexualidad no existe: no hay amor en tiempos del SIDA.

Un joven adolescente africano no tiene incentivos para protegerse del SIDA además porque si no se muere de esa enfermedad, se morirá de malaria, de cólera, o de alguna infección, o será asesinado en alguna guerra tribal. De hecho, considerando la paupérrima calidad de vida, morir es la mejor manera de escapar de la miseria. Gracias al SIDA, se puede morir con algo de placer sexual. Visto desde este ángulo, el SIDA es la mejor enfermedad: no produce satisfacción el contagiarse de malaria ni de cólera, o de alguna extraña enfermedad que nadie aún investiga. Dicho de otro modo, para los africanos sólo existe La Viennoiserie; chez Paul representa la castidad y la pareja única, salvo que la boulangerie de calidad está en el Cielo. En su mundo, sólo deben conformarse con lo peorcito. ¿Cómo pueden los africanos elegir lo que no conocen, o lo que no les reporta ningún beneficio? Elegir la abstinencia significa no morirse de SIDA, pero morir de cólera o malaria, o fallecer deshidratado por falta de agua potable. O morir de hambre. Elegir la abstinencia para un africano es un coste sin ningún beneficio. Es como ir a chez Paul cuando uno no tiene dinero, ni tiempo, y más encima, recibir la calidad de La Viennoiserie.

Según las hordas de predicadores y misioneros que agobian a los africanos, mantenerse alejados de los condones y abrazar la castidad significa un premio en el Paraíso, por amor y gracia de Dios Padre Todopoderoso por intercesión divina de su Hijo sentado a la diestra, amén. Pero como el africano no comprende o no le interesa, y mientras se le enseña a optar por la abstinencia, él o ella le dicen al hombre blanco que sí a todo, pero seguirán teniendo sexo... salvo que ahora ya no hay condones, y la infección sigue propagándose. Por otro lado, el premio metafísico no tiene validez cuando una tribu arrasa la aldea en la que vive y violan a todas las mujeres (unas putillas alzadas, por culpa de Satanás y el misterium iniquitatis, como diría el Opus Dei; amén).

En un mundo de abundancia de alimentos, seguros de salud, hospitales, hogares calefaccionados y donde se aspira a la educación universitaria, se puede incentivar la castidad hasta cierto punto. Me imagino que varios lectores de este blog se iniciaron sexualmente después de salir del liceo, en aquel verano antes de entrar a la universidad. Todo esto es tan absurdo para un africano que no vale la pena explicárselos. Ellos están teniendo sexo ahora, y lo menos que podemos hacer es explicarles que la enfermedad existe, y que el condón debe usarse. Los infectados de VIH son millones, y van a morir. Podemos salvar vidas a pesar de la Iglesia Católica y los evangélicos norteamericanos.

La economía, la gota que rebalsará el vaso
La solución entonces -dirá alguno-, es mejorar el estándar de vida de los africanos. Si pueden optar a vivir 60 o más años, tendrán un incentivo para tratar de llegar a esa edad, y evitar el sexo a destajo. Nada mejor que exportar y para ello, promovamos el libre comercio. Suena bonito, pero tampoco es la solución.

Una economía libre implica movimiento de capitales y por sobre todo de personas. Las gentes irán a ofrecer su mano de obra ahí donde los empleos abunden. El desplazamiento de personas es lo peor que puede ocurrir. El SIDA, no olvidemos, tiene una dimensión mental.

Los camioneros y mercaderes que viajen por África, los marinos que vuelvan del resto del mundo, son los principales focos de infección. Recordemos por ejemplo que en Chile la primera mujer que murió de SIDA fue una mujer de Valparaíso, en 1986. Se contagió mediante su marido, un marino mercante. Ella, Gladys, quizás creía en la pareja única. Nada de mal le habría venido usar condón. Pero eso no le importa al lobby cristiano: nada mejor que miles de muertes como parte de su campaña a favor de la castidad. En Cuba, en Corea del Norte, o en cualquier país aislado, esto jamás habría ocurrido. Sus economías no tienen contacto con el resto. Pero en los países que deben comerciar con el resto del mundo, el desplazamiento de personas también produce transmisión de enfermedades. En África, el movimiento masivo de personas será devastador, a no ser que se promueva el condón.

De hecho, el condón es la única solución al problema del SIDA. Su uso es una cuestión de vida o muerte.

El fortalecimiento del papel de la mujer, el acceso a la información y la posibilidad de elegir el método de prevención son los factores que permitirán enfrentar ese holocausto que ocurre ante nuestros ojos. Probablemente, la campaña ABC (abstinencia, fidelidad y condón) explican el éxito en Uganda hasta el año 2001. Luego, vino George Bush y sus hordas de evangélicos en el continente: la tasa de infección aumentó.

Es imperativo pedirle a los cristianos que en su demencial obsesión con la sexualidad se dejen de mentir. El condón es efectivo. No tiene microscópicos orificios mediante los cuales atraviesa el virus. El amor y los sentimientos lindos de Gladys no la protegieron contra el SIDA de su marido. Las relaciones condonizadas no son motivo de burla. Estamos hablando de una de las peores epidemias que ha enfrentado la humanidad, incluso peor que la Peste Negra que arrasó a Europa. Cuando se descubrió la vacuna contra la peste bubónica, la iglesia se opuso a la vacunación. Al igual como se opuso en el año 2006 en Inglaterra a la vacunación de niñas contra el cáncer cervical (enfermedad de transmisión sexual).

Así como los cristianos callaron frente al Holocausto durante la II Guerra Mundial, ahora sólo les pido que frente a este nuevo holcausto, vuelvan a callar.

Ustedes son un peligro para la salud pública y para la humanidad.

domingo, 6 de enero de 2008

Historias de Francia: Año nuevo, Défense de fumer

Justo frente a la Gare de Lyon hay un café que se llama L'Européen. Después de un par de horas en tren (con una resaca descomunal), nada mejor que pasar a beber algo. Y fue la primera vez que entro a un café parisino sin que haya ni una pizca de humo. En Francia está prohibido fumar desde el 1 de enero de 2008 (ver sito ley antitabaco)

Irlanda el año 2004 fue el primer país europeo en aplicar una prohibición total de fumar en lugares públicos. Ahí estaba yo en ese momento cuando mis suegros vinieron de Francia y me decían que la misma medida sería impensable en su país. La verdad es que era mucho más impensable en Irlanda: pint of Guiness and a fag van de la mano en los pubs. La prohibición se pospuso varias veces por presiones de los publicans (dueños de pubs), la asociación más poderosa de la isla. En Irlanda la raison d'être de la restricción fue clara: proteger la salud de los trabajadores en los bares. La legislación protege a los trabajadores y garantiza que puedan desempeñar sus labores en un ambiente limpio.

¿Por qué se iba a permitir que quienes trabajan en bares respiren toxinas durante su horario de trabajo? La razón fue tan elocuente y poderosa que al final nadie chistó.

La excepción fue el dueño de un pub en Galway, quien frente a las cámaras del canal sensacionalista SkyNews (cuyo dueño es Robert Murdoch, muy importante) dijo algo así como "no estoy ni ahí con la prohibición". Sacó un encendedor, se llevo un pucho a la boca y empezó a fumar miércole. Los clientes estallaron y aplaudieron a rabiar y empezaron a fumar. Después de unos minutos llegó la policía y aplicó las multas correspondientes (noten el apellido del sujeto: Lawless).

Hace un año el apoyo de la opinión pública a la medida alcanzó una aprobación unánime. Los irlandeses cuando iban a Europa se daban cuenta de lo ridículo que era ir a un bar atiborrado de humo y soportar las bocanadas del resto. El ejemplo de Irlanda lo siguió el otro paladín de la salud pública: Escocia (donde se comen los chocolates fritos: sanitos los huevones). Se aplicó con igual éxito. La única excepción fue un actor de teatro que fumó mientras interpretaba a Winston Churchill (fumador empedernido). Fue necesario cambiar el libreto. Keith Richards fue la otra excepción, salvo que fumó a propósito en pleno concierto.

Francia no tiene rockeros y tiene menos borrachos, y sus fumadores más insignes han sido los intelectuales. Jean-Paul Sarte y Simone de Bauvoir en Les Deux Magots y el Café des Fleurs fumaban como chimeneas. Todo francés en su adolescencia se deja crecer barba, se autoproclama socialista, y empieza a fumar. Y aunque parezca increíble, hoy está prohibido.

El fumar tiene mucho que ver con el calentamiento global. Hoy, no faltan los pelotas que dicen que el calentamiento global no es cierto, y presentan estudios que los avalan. En su época, cuando comenzó a restringirse el tabaco en ascensores o en el transporte público, aparecieron científicos que presentaban sus estudios demostrando que fumar era inofensivo. No importa que se contamine al que está al lado (puede ser un bebé, niño o anciano), total los estudios (pagados por las tabacaleras) confirman que nada malo ocurre. Parece increíble que en alguna época se intentó negar la relación entre cáncer de pulmón y tabaco. Del mismo modo que hoy se niega que el carbono produzca el calentamiento de la Tierra (los estudios los paga Exxon).

La opinión pública francesa ha comenzado a asimilar la idea que es factible salir de un recinto y fumar al aire libre, y luego volver. O incluso se puede habilitar mesas en las veredas o en los patios, y reservar el interior para los no fumadores, y así evitar el daño a los pulmones del otro.

Los franceses sin duda que no habrían sido los primeros en lanzar la piedra de la prohibición de fumar, sólo lo hacen porque han visto los resultados positivos en otros países. La clásica atmósfera de los cafés franceses comenzará a ser más respirable, y dentro de unos años parecerá incomprensible que se haya alguna vez fumado en presencia de otros. Los intelectuales no se volverán tontos por dejar de fumar, ni nadie saldrá lastimado. Muchos usarán esta oportunidad para comenzar a dejar el cigarrillo, y de paso, dejar de recargar al sistema público de salud. De hecho, lo justo es que si usted fuma y su tabaquismo le produce cáncer, usted se costee solito el tratamiento. Sino pues tendrá que morirse nomás. Ya le advertimos que el tabaco produce cáncer: la decisión fue suya.

En Chile la ley fue mucho más complicada y, desgraciadamente, no protege al trabajador. El debate fue feroz y quienes no fuman no tienen muchas alternativas. La ley chilena es similar a la ley antitabaco en España, mientras que la francesa es más similar al de las islas británicas. En aquella oportunidad, uno de los más decididos opositores a la ley fue nuestro gran amigo Álvaro Bardón, con quien no estuve de acuerdo (¡viva la diferencia!). De hecho, don Álvaro dijo que la ley era "aweonada". Ver Un huevoncito del Parlamento no puede restringir mi derecho. Ver también Fumar, nuevo crimen en Chile.

La consecuencia de fumar es el humo que contiene residuos tóxicos, los cuales invaden el espacio del otro. Es además un abuso hacia el trabajador que se desempeña en un local de fumadores, quien expone su salud a las serias consecuencias del humo del cigarrillo de los clientes. Cuando voy a un café o un bar y me tomo varias cervezas, la consecuencia es querer orinar. Yo no puedo ponerme a mear delante de medio mundo y tirarle el meado a la mesera. Pues bien, lo mismo con el cigarrillo.

En todo caso, no debiésemos emplear el término "prohibir" cuando hablamos de impedir que las bocanadas de humo de un fumador contaminen al resto. La palabra prohibir es horrible, y un defensor de la libertad no debe jamás apoyar prohibición alguna, aunque sí es necesario que cada uno defienda sus derechos. Y tenemos derecho a respirar un aire limpio, y a trabajar en un medio ambiente limpio. Libertad es hacer lo que uno quiere, decía John Stuart Mill, el principal teórico del liberalismo. Y continúa: en un país civilizado, el único objetivo por el cual se justifica el uso del poder sobre un miembro de la comunidad, incluso contra su propia voluntad, es para evitar que dañe a otros. Esto se conoce como el principio del daño. Mill, y la moral milliana, no justifican el uso de la fuerza para evitar que un individuo se dañe a sí mismo.

Por lo anterior, sería inaceptable que un gobierno prohibiese que los individuos fumasen: es decisión de cada cual (al igual que los alucinógenos). Pero si es necesario restringir que se dañe al otro.

Los cafés y bares parisinos serán mucho mejores con un aire menos contaminado. Por lo demás, en Irlanda la mejor manera de flirtear es salir a fumar, donde es mucho más fácil el "meter conversa". Por ello, han aumentado los fumadores sociales, pero en general el tabaquismo ha disminuido.

Este blog está completamente a favor a las restricciones al tabaquismo, siguiendo las ideas acá expuestas. En Chile, debiese aplicarse el "modelo francés anti-tabaco".

Yo soy un fanático del café, me parece una bebida maravillosa (pensar que para los mormones es "pecado"). El café se produce en África, también en Sudamérica, se exporta a todo el mundo y su consumo puede sacar a muchos de la pobreza si lográsemos que el precio que se paga en los países más prósperos llegase directamente a los campesinos que lo producen. El Nescafé lo detesto (No-es-café), pero el siguiente comercial es un clásico, que muestra el magnetismo multicultural de esta bebida. Puedes ser rico sin dinero, puedes hacer de todo cuando sabes entender, puedes ser madre aunque no seas mujer. Abre tu mente, abre tus ojos, abre tus pensamientos, -open up-.

Se puede beber café o alcohol sin fumar: un vicio a la vez, por favor. Es la manera más sana de disfrutar de los vicios.






Y bueno, finalmente un anuncio que resume todos los principios de John Stuart Mill.


viernes, 4 de enero de 2008

Historias de Francia: Ella, elle l'a

Llegué a Francia antes de Navidad y esta vez decidí ir, por primera vez, al Musée Carnavalet. Nos levantamos muy temprano y recorrimos, en la agradable tranquilidad matinal y dominical, el barrio de Le Marais, mi favorito. Éste era un rincón mugroso de la capital, pero gracias al dirigisme, hoy está en ebullición. Tomamos desayuno (café au lait, croissant et tartine) en la Place de Vosges, lugar que me produce una comezón en el estómago. Es difícil admitir que uno ama a un lugar más que al propio terruño. O sea: Place des Vosges primero, y el Parque Forestal después: en ese orden. El área fue refugio tradicional de judíos y de la comunidad homosexual. Abunda la cocina kosher, algunas boutiques rosadas y centros culturales. Lo bello y lo marginal se entremezclan en el único país que sabe combinar obscenidad con elegancia.

De entrada, la casona del museo impresiona. Me conmovió el pupitre en el que trabajaba el maestro Voltaire, y algunos muebles que pertenecieron al insigne encyclopédiste Denis Diderot ("con las tripas del último cura ahorcaremos al último rey"). Al llegar al Massif Central, a la casa de mis suegros, me preguntaba si acaso no habrá sido la ansiedad de los revolucionarios franceses por justificar su carnicería lo que inventó la Ilustración -Siècle des lumières-, al contrario de lo que se nos ha contado toda la vida (que les philosophes abrieron la mente del pueblo, en particular de la burgesía, y el desenlace todos lo sabemos: ¡guillotina a todos los huevones!). Antes de Año Nuevo, la televisora France 3 exhibió el téléfilm Divine Emilie. La verdad es que Voltaire, tal como se describe en Voltaire In Love, fue bien hijo de puta para sus cosas ("L'Emmerdeur"). Salvo que, no olvidemos, fue un hijo de puta brillante. En su lecho de muerte, agonizante, le pidieron que renunciara a Satanás. El maestro contestó: éste no es el momento de ganarme nuevos enemigos.

Después del museo, comimos en Le Marais, fuimos a una exposición de arte, y caminamos, mucho. Llegamos a la rue de Rivoli, hasta el Hôtel de Ville, y me di cuenta que hay cientos de afiches demandando la liberación de Ingrid Betancourt. Las guerrillas marxistas no conocen la vergüenza. Pasamos frente a Notre-Dame (usada como bodega durante la revolución) hasta llegar a un chocolate chaud en Les Deux Magots, la mejor manera de pasar el frío.

Ahí, en las mesitas sobre la vereda de la rue Saint-German-des-Prés, mientras admiraba la arquitectura parisina y la arquitectura de las parisinas, apareció una mujer extraordinariamente bella. Mi chanchi (mucho más bella, desde luego) me miró y sacudió la cabeza, "ay, qué hombre más predecible éste, pero si le vieses la cara... ¡qué fea!". La parisina en cuestión, después de saludar a quien la esperaba (un tipo horrible), pasó justo en frente de nosotros. "En realidad, no está nada de mal", reconoció. Pero en menos de un minuto, pasa otra, ¡con portaligas!". "Ah, mira" -le digo- "¿ves?, las francesas son así". La verdad es que no sé cómo alguien podía andar con una minifalda tan corta un día tan frío. "Créeme que es primera vez que veo algo así", fue el comentario. Pero bué, así es al parecer. Después de las sandeces leídas en este y otros blogs sobre las mujeres provocativas, ya no me queda más que encoger los hombros y conformarme que en Francia hay tontos, al igual que en Chile, pero parece que en Chile hay más, y son los que más tienen tribuna. Una dama tiene derecho a andar con minifalda, con portaligas y con lo que se le dé la real gana. Y ojalá se vea bien sexy: cosa de ella. Los admiradores de los ayatolas en Chile abundan como callampas en la humedad.

Con todo, ser chileno no está nada de mal, podría ser peor. Por ejemplo, la inglesa Louise Clark (30 años) despertó convencida de que ella era francesa. Sí, vean: La mujer que despertó creyendo que era francesa. Ella sufrió de un rarísimo trastorno mental que se llama síndrome de Susac, diagnosticado a no más de 200 personas en el mundo. La inglesa Louise Clark dijo que puede parecer gracioso, pero pensar que uno es francés es horrible. Lo cierto es que ser francés tampoco está nada de mal.

Volviendo a temas graciosos, y retomando a Voltaire, esto decía el insigne intelectual francés:
Il est plaisant qu'on fait une vertu du vice de chasteté, et voilà encore une drôle de chasteté que celle qui mène tout droit les hommes au péché d'Onan, et les filles aux pâles coluleurs.
O sea, algo así como "es gracioso que se haya convertido en virtud el vicio de la castidad, y es una castidad bien rara, que lleva a los hombres a caer en el vicio de Onán y a las mujeres a ponerse pálidas".

Para quienes no lo sepan, el vicio de Onán significa "correrse la paja". Pueden consultar Onanismo en el diccionario filosófico de Voltaire, o Génesis 38:9-10 en ese libro de depravaciones llamado antiguo testamento.

A pesar de que yo mismo he sido bendecido y he visitado los míticos cabaret franceses Lido, Crazy Horse y Moulin Rouge (donde se inventó el Can-Can), y que no son nada de baratos, nunca me había sentado en las mesitas de vereda del Deux Magots, donde el espectáculo también está soberbio (aunque el Chocolat Chaud des Deux Magots á l'ancienne cuesta la no despreciable cifra de 8,50 €, gracias a Jean-Paul Sarte et al).

Para la Réveillon fuimos a un club que incluía bar abierto para cervezas, vinos y algunos tragos, y desde las 11 de la noche incluía champagne.... la música era de los años '80 ("Les années quatre-vingt", o sea, los años "cuatro veces veinte": esta gente es complicada) y las francesas se visten todas de negro, y no se emborrachan, a pesar que había champagne para bañar yeguas. Bueno, yo soy chilien y, amigos, la resaca ha sido de antología.

Aprovecho de desearles a todos un excelente año 2008.




Algo que me hace sentir extrañamente bien
Es como la historia del pueblo negro
Que pasa del amor a la desolación...
Si tú lo tienes,
Ella, Ella ("FitzGerald"), también
Tiene un "je ne sais quoi"