jueves, 31 de mayo de 2007

El aborto y Miss D


Sobre la mente y el cuerpo de cada uno, el individuo es soberano.
John Stuart Mill, 1806 - 1873. Economista y filósofo liberal británico.




Controversia generó en Irlanda el caso de Miss D, una muchacha adolescente que al enterarse de que el feto que ella portaba nacería sin cerebro (anancefalia), decidió practicarse un aborto, pero como este procedimiento médico está explícitamente prohibido en la Constiución de Irlanda, Miss D anunció en su hospital que viajaría a Gran Bretaña a terminar su embarazo. Increíblemente, la Agencia Nacional de Salud la denunció a la justicia para que la policía impidiese su viaje a Gran Bretaña. Como vemos, el lobby pro-vida no titubea en entrometerse en la vida para cohartar las libertades de las personas.

Acá hay mucho que analizar. Primero, Miss D nunca quiso practicarse un aborto. Alguien se preguntará por qué una niña de 17 años, soltera, sin estudios secundarios completos, hija ella misma de una madre adolescente, con padre ausente, desearía ser madre. La respuesta es el incentivo perverso del estado. La tradición católico-romana de Irlanda ha impedido la legalización del aborto en la ley irlandesa, y el estado ofrece generosos beneficios sociales (dinero y departamento fiscal) a las madres solteras. El resultado no es la protección de los bebés, sino que el embarazo adolescente indiscriminado con tal de cobrar beneficios sociales, los que aumentan progresivamente con dos o más hijos. Es decir, las muchachas pobres se embarazan y viven de por vida de las dádivas estatales, a cuenta de los contribuyentes. Todo gracias a al lobby pro-vida. Lo único que se logra es perpetuar el círculo vicioso de la pobreza.

Sin embargo, en este caso, Miss D quiso abortar ya que su bebé nacería sin cerebro y apenas sobreviviría 3 días fuera del vientre. Después de una década de debate, la ley irlandesa sí contempla aborto en caso que la madre sufra una crisis mental a causa del embarazo y se le diagnostiquen "tendencias suicidas". Muchas mujeres simulan querer suicidarse con tal de terminar el embarazo en su propio país. Como Miss D no quiso mentir, se encontró con que los servicios sanitarios irlandeses le impiden el aborto, y, peor aún, ordenaron a la policía que no la dejase abordar un vuelo a Gran Bretaña. Sin darse cuenta, Miss D a sus diecisiete años generó una crisis constitucional, y un debate en los países católicos y del tercer mundo donde aún se prohíbe el aborto legal.

La justicia irlandesa finalmente determinó que no puede cohartar la libertad de desplazamiento de un individuo, y por tanto Miss D puede viajar. Esta crisis pone de manifiesto la absurda postura de los grupos conservadores y pro-vida, a quienes no les basta con querer dominar las mentes y los cuerpos del resto, sino que llegan a extremos como el querer impedir el desplazamiento de una persona.

En el mundo globalizado, los gobiernos nacionales se debilitan cada vez más, lo que permite comparar cómo algunos estados se inmiscuyen más que otros en lo que no les corresponde. El aborto puede prohibirse en Irlanda, pero no importa, las mujeres viajarán a Inglaterra para proceder con el aborto seguro y legal que su país les niega. En Inglaterra se niega la muerte digna que ofrece una eutanasia, los ingleses viajan a Holanda. Y como veíamos aquí, en Chile se niega el matrimonio homosexual, pero los dos jóvenes chilenos viajan a España para casarse.

Las legislaciones del mundo ya comenzarán a moldearse a partir de la individualidad ya que los intentos de unos pocos por oprimir al resto serán inútiles. Mientras haya lugares más civilizados donde se acepten las decisiones libres de las personas, habrá gente que viajará a ellos. Chile debe seguir los pasos de México y de todo el mundo occidental, que ya contemplan la terminación segura y legal de un embarazo. La decisión última recae en la mujer, y sus decisiones deben respetarse.

lunes, 28 de mayo de 2007

Delincuencia y los beneficios sociales del aborto (y cómo cuantificarlo)

Se cree que existe una relación inversamente proporcional entre maternidad adolescente y delincuencia. Un grupo de estudiantes se ha contactado con Chile Liberal sobre esta materia, a quienes les proporcionamos acá algunas ideas para su tesis, y las compartimos con la blogósfera. Desde luego sólo damos pautas básicas, pero no por eso son menos interesantes.

Como decíamos, mientras menos mujeres adolescentes sean madres, menos potenciales delincuentes nacerán. Muchos estudios han intentado determinar si el delincuente nace o sea hace, pero Chile Liberal recomienda indagar sobre un hecho poco investigado: un individuo desde el útero ya puede venir condicionado para convertirse en delincuente.

Factores que influyen en la formación de un delincuente
La edad y escolaridad de la madre son dos de los principales factores, pero también hay que considerar el ambiente (conviene determinar si hay comunas proclives a albergar y formar delincuentes) y la propia escolaridad del antisocial. Existe un perfil del delincuente, el cual debemos determinar. Una vez comprobado, podremos determinar dónde y cuándo están naciendo delincuentes, y más aún habrá que explorar cómo la legalización del aborto ayudaría a combatir la delincuencia.

La delincuencia es el tema que más preocupa al electorado, y permanentemente ocupa los primeros lugares en todos los sondeos de opinión. Y no es un tema menor, la tasa de crímenes registrada en Chile el año 2006 ha sido de 9,276 por 100.000 personas (según The Economist: World in Figures), el quinto más alto del mundo.

La idea es obtener información de reclusos y recopilar los siguientes datos:

  • Edad de la madre al tener su primer hijo (sea o no el delincuente)
  • Escolaridad de la madre
  • Comuna en que residen

Luego de recopilados estos datos, el objeto de estudio será determinar si existe algún patrón que haya influenciado al sujeto para convertirse en delincuente. Si los datos nos muestran que la mayoría de los reclusos han sido hijos de madres adolescentes, con familias o mal constituidas y de baja escolaridad, y más aún, si tienden a concentrarse en ciertas comunas de la Región Metropolitana, tendremos un corpus valioso que nos permitirá recomendar políticas y medidas realistas que apunten a disminuir las tasas de delincuencia.

Edad de la madre
Probablemente el principal indicador. No entraremos en las matemáticas por ahora, pero habrá que determinar la injerencia de este factor. Es importante porque es en este factor donde el aborto (o la PDD) podría contribuir a disminuir la delincuencia. Se ha dicho que es imposible saber si una madre adolescente criará a un criminal. Veremos que no es cierto, quizás si podemos determinarlo.

La personalidad y madurez de una persona promedio culmina completamente a los 21 años, aunque ya a los 18 años estamos en presencia de un adulto. Por tanto, cualquier maternidad hasta los 17 años podemos considerarla de riesgo. Desgraciadamente, embarazos a los 13 e incluso 12 años ocurren. Determinaremos un rango entre 12 a 17 años como de “riesgo alto”. De 18 a 21 años será de “riego medio”. Cualquier maternidad posterior a los 21 años será de “riesgo bajo”.

Según esta escala, se pueden asignar puntos a cada delincuente. Si los padres han formado una familia, consideraremos la edad promedio de ambos. Si bien lo más probable es que nos encontremos con un padre ausente. En dicho caso, sólo se considerará la edad de la madre, es decir, sólo de quien directamente influya en la formación del carácter del hijo.

Edad de la madre = Puntos

  • 21 años = 1
  • 20 años = 2
  • 19 años = 3
  • 18 años = 4
  • 17 años = 5
  • 16 años = 6
  • 15 años = 7
  • 14 años = 8
  • 13 años = 9
  • 12 años = 10

Escolaridad de la madre
Chile tiene un nivel de alfabetismo relativamente alto, 95,7%. Es decir, podemos asumir que de los 12 años de escolaridad, la inmensa mayoría de los chilenos al menos sabe leer y escribir, para lo cual debieron haber cursado al menos hasta 6º año de Enseñanza Básica. Pero para efectuar nuestros cálculos, asignaremos los mismos puntos según edad a cada madre dependiendo de los años de educación cursados.

Escolaridad = Puntos

  • Superior = 0
  • 4º medio = 5
  • 3º medio = 6
  • 2º medio = 7
  • 1º medio = 8
  • 8º básico = 9
  • 7º básico =10

Una mujer fuera de la edad escolar pero con 4º medio y sin educación terciaria, segurá registrando 5 puntos. Con educación terciaria, pasará a 0.

Comuna en que residen
Empíricamente podemos notar que en comunas como La Pintana, Cerro Navia o Pudahuel viven más delincuentes que, por ejemplo, Ñuñoa o La Reina (no nos referimos a la delincuencia "de corbata"). Lo importante será determinar cuáles son las comunas donde residen tanto los delincuentes como sus progenitores. Según los resultados de la encuesta a los delincuentes, cada comuna donde ellos residan (y hayan nacido) serán agrupadas bajo la etiqueta “comunas de riesgo” y si existe algún patrón, se les asignará 2 puntos.

Esta información es valiosa porque vimos durante el debate de la PDD que la alcaldesa de La Dehesa se negó a acatar las disposiciones que ordenaban poner a disposición de la comunidad las píldoras. Si nos encontramos que efectivamente hay comunas de riesgo, será en esos lugares donde convendrá poner los datos de relieve para tomar una decisión informada.

El impacto del aborto
Finalmente, habría que preguntarle a las propias madres (o los mismos investigadores podrán determinarlo) si la madre de un delincuente hubiese considerado practicarse un aborto cuando se encontraba embarazada. Si las respuestas muestran una inclinación a la respuesta “sí”, el resultado será claro: si legalizásemos el aborto, las cárceles estarían más vacías. Será además un fuerte respaldo a la postura pro-elección.

El tema es delicado porque muchos sectores conservadores considerarían que la investigación raya en lo inmoral. Lo curioso es que los mismos sectores conservadores son los primeros en alarmarse ante las altas tasas de delincuencia y exigen que fondos públicos se destinen para construir más cárceles, desplegar más personal policial en las calles, aumentar las medidas de represión, y no son pocos quienes reclaman que se reimplante la pena de muerte. Éste último es un tema ya zanjado en Chile, pero recordemos que en su momento el debate fue arduo. No deja ser paradójico que muchos quienes llaman a aplicar la pena de muerte opongan resistencia feroz a la postura pro-elección. En otras palabras, terminar un embarazo en las primeras semanas (con un cigoto o un embrión microscópico) parece ser un crimen, pero condenar a muerte a un ser humano inducido socialmente a la delincuencia, parece constituir un acto de justicia. El representante internacional más notorio de esta falacia es George Bush: como gobernador de Texas, miles fueron condenados a la silla eléctrica, pero su leitmotiv es oponerse al aborto y reprochar la libertad de conciencia de las madres.


El perfil del delincuente
Esperamos los datos recopilados y las necesarias correcciones a los cálculos, pero creemos que ya tenemos un objeto de estudio y un modelo que nos permitirá predecir resultados y comprobar la tesis de que el aborto disminuye la delincuencia.

Si los datos obtenidos arrojan resultados similares a las estimaciones que presentamos a continuación, será una fuerte indicio que tan equivocados no estamos. Los estudiantes podrán crear un índice basado en esta muestra:

Muestra 1: Juan Pérez

Edad de la madre : 17 (5 puntos)
Escolaridad : 2ºM (7 puntos)
Comuna : La Pintana (2 puntos)
Total = 14 puntos

¿Deseaba la madre un aborto? =

Lo más probable es que la mayoría de los delincuentes obtenga 14 puntos o más (14 podría ser el índice, es decir, 14 = 100). Si la madre del sujeto en cuestión hubiese efectivamente deseado un aborto, la sociedad se habría ahorrado un criminal.

Reflexión final
Pero aunque la madre no estuviese disponible para contestar esta pregunta, cualquier muestra que obtenga 14 puntos implica que es necesario concentrar en las comunas mencionadas en la investigación las medidas que mejoren la escolaridad y la educación sexual para lograr eliminar los factores que inciden en la formación de delincuentes. A pesar que la madre conteste “no”, sería de todos modos conveniente poner a disposición de las interesadas los métodos que permitan, de manera segura y legal, terminar con un embarazo "de riesgo" que probablemente producirá un antisocial.

Es fundamental que la sociedad aborde estos temas con altura de miras y que los recursos se empleen con eficacia. La preocupación de la comunidad ante el aumento descontrolado de la criminalidad necesita de soluciones integrales, y no basta con crear un "estado policial" como algunos reclaman.

miércoles, 23 de mayo de 2007

Aborto: cuestión de vida y muerte

Chile Liberal ha seleccionado y traducido este excelente artículo del semanario liberal inglés The Economist (ver original), que nos servirá para evaluar la situación del aborto en el mundo. Las cifras son elocuentes. Si bien esta vez The Economist prácticamente se abstiene de dar su opinión, nosotros ya la dimos en La privatización del útero. Invitamos a leer y comentar.


Una mirada a la tensión entre los gupos "pro-elección" y "pro-vida" en el mundo

La ecografía mostraba un feto de cuatro meses que sufría anencefalia, una condición poco común e incurable; el bebé nacería sin cuero cabelludo y prácticamente sin cerebro. Apenas sobreviviría un par de días fuera del vientre materno. Su madre, una muchacha soltera de 17 años, conocida sólo bajo el seudónimo de "Miss D", solicitó un aborto. Pero en su país de origen, Irlanda, el aborto se prohibe a no ser que la vida de la madre corra peligro. Las autoridades de salud no la autorizaron para abandonar el país y proceder con la terminación del embarazo en Gran Bretaña. El día 9 de mayo, la Corte Suprema irlandesa dictaminó que Miss D sí puede viajar para practicarse un aborto. El "derecho a la vida del no nacido", estipulado en la Constitución del país, no tiene precedencia sobre el derecho de Miss D a viajar.

Ese mismo día, el Papa Benedicto XVI, de gira en América Latina, reiteraba la oposición enérgica del Vaticano contra el aborto: los políticos en Ciudad de México que recién habían aprobado la legalización de dicho procedimiento médico serían excomulgados, decía él. No se trata de una "medida arbitraria", sino que en conformidad al derecho canónico.

En el exremo opuesto del debate se encuentra China, donde el aborto es controversial no por estar prohibido, sino porque es obligatorio; se aplica a las madres que infringen las estrictas limitaciones al número de hijos permitidos. Circularon noticias esta semana de un padre multado con 600.000 yuan (US $78.000) por violar la ley de "sólo un hijo", en vigor desde 1979. Mientras tanto, en EEUU, el aborto promete convertirse en uno de los grandes temas durante la próxima campaña presidencial. Rudy Giuliani, uno de los favoritos para ganar la nominación del Partido Republicano, se ha visto en aprietos tratando de no alienar a los candidatos conservadores debido a su tendencia "pro-elección".

Han transcurrido cuatro décadas desde que la controversia sobre la legalización del aborto comenzó a sacudir el mundo, y la batalla entre los grupos "pro-vida" y "pro-elección", con su explosiva mezcla de sexualidad, religión y moral, no cede un milímetro. Quienes impulsan un acceso más fácil al aborto legal dicen que a pesar de los reveses sufridos en algunos países, y la resistencia acérrima en otros, su causa avanza a paso seguro. Según el Centro de Derechos Reproductivos (Nueva York), más del 60% de los 6.500 millones de habitantes del mundo ya viven en países donde generalmente se permite el aborto. Sólo una cuarta parte de la población mundial vive en países donde generalmente se prohíbe.

Y han transcurrido doce años desde que la llamada
Plataforma de Acción de Beijing, firmada por 189 países, instó a revisar todas las leyes que penalizan a las mujeres por practicarse un aborto. Desde entonces, 18 países han facilitado el acceso a las terminaciones. Pero en al menos cuatro países, EEUU, Rusia, Hungría y Polonia, han aumentado las restricciones (con limitaciones sobre la etapa de embarazo, motivos y métodos), mientras que en otros dos países, Nicaragua y El Salvador, se ha prohibido completamente. Más de 50 países ya permiten el aborto a solicitud pero fijan un límite máximo en la duodécima semana de embarazo; otros (incluido el Reino Unido), lo autorizan hasta la vigésima cuarta semana, y en algunos lugares (como en partes de China) no tiene límite alguno.

No obstante, para quienes están de acuerdo con la fórmula acuñada por Bill Clinton, es decir, que el aborto debe ser "seguro, legal y poco frecuente", el mundo aún está lejos de ser perfecto. De un número estimado total de 46 millones de abortos efectuados cada año (más de uno cada cuatro embarazos es abortado), 20 millones son clandestinos, lo que arroja una cifra de 70 mil mujeres muertas cada año, según la OMS. El aborto se encuentra o absolutamente prohibido, o bien confinado a casos de violación, incesto o riesgos para la madre, en los países musulmanes, la América Latina católica, y África.

Aunque China reporta 7 millones de abortos anuales (la cifra real es mucho mayor), no tiene la tasa más alta del mundo. Este lugar lo ocupa Rumania, donde tres cuartas partes de los embarazos son terminados (igual proporción que en Nueva York o Shanghai). Rusia, el primer país del mundo que permitió el aborto (en 1920), ocupa el segundo lugar con dos de cada tres embarazos terminados. Las tasas son altas en todo el ex bloque soviético, con más de uno de cada dos embarazos terminados en la mayoría de dichas naciones.

En EEUU, Australia, Canadá, Reino Unido y gran parte de Europa Occidental, alrededor de un 15-25% de embarazos son terminados. En India, se realiza un número anual de abortos estimado en 6,4 millones (principalmente fetos femeninos), es decir, uno de cada cuatro embarazos. En muchos países africanos y musulmanes la tasa es de probablemente menos de un 5%, dice William Robert Johnston, un experto norteamericano. Pero también destaca que los datos son esquivos, y que la relación entre leglidad y realidad es débil.

Ciertamente, las tasas más mundiales más altas de aborto se encuentran en América Latina, justamente donde más se prohíbe. Los legisladores mexicanos que votaron a favor de despenalizar el aborto basaron su argumento en los efectos brutales que genera la separación entre legalidad y realidad: se estima que alrededor de 5.000 mujeres mueren cada año en América Latina a causa de abortos clandestinos insalubres o autoinfringidos, aparte de las 800.000 mujeres que han debido ser tratadas en centros hospitalarios.

Siguiendo el mismo espíritu, el nuevo ministro de salud de Brasil ha llamado a un "debate amplio" sobre el aborto, a pesar que dos tercios de la opinión pública se opone a cualquier cambio. La visita del Papa y la nueva ley mexicana han hecho aflorar fuertes sentimientos en ambos bandos. La mayoría de los colombianos, mexicanos y chilenos se oponen a legalizar el aborto. Pero en Argentina, donde se cree que cuatro de cada diez embarazos son terminados ilegalmente, más del 75% dice que puede legalizarse en ciertos casos.

Al igual que la Iglesia Católica, el islam considera que la vida es sagrada desde la concepción. Pero a diferencia del Vaticano, los pensadores musulmanes tienden a calibrar la gravedad del "pecado" de acuerdo a la etapa del embarazo: los abortos tempranos se consideran menos serios. La mayoría de los países musulmanes prohíben esta práctica a menos que la vida de la madre esté en riesgo, pero Turquía y Tunisia permiten el aborto a solicitud durante las primeras diez semanas o tres meses respectivamente.

En algunos países, los jueces se están involucrando. En mayo del año pasado, la Corte Constitucional de Colombia resolvió que una prohibición total del aborto era inconstitucional, debe permitirse en casos de violación, incesto, deformidad severa del feto o riesgo para la madre. En noviembre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dijo que la prohibición total del aborto en Nicaragua constituía una violación a los derechos básicos de la mujer. Y en marzo, la Corte Europea de Derechos Humanos dictaminó que los gobiernos deben facilitar el acceso de las mujeres al aborto, en los países donde sea legal.
Mientras muchos países hacen que el aborto sea más fácil, los norteamericanos pueden comenzar a moverse en la dirección opuesta. El mes pasado la Corte Suprema de EEUU ratificó una ley federal, aprobada el año 2003, que prohibía los "abortos por nacimiento parcial", un procedimiento en la etapa tardía del embarazo en que se peforaba el cráneo del feto. Algunos guardaban la esperanza, otros temían, que pudiera traducirse en un preludio de la revocación del fallo Roe v Wade, precepto que otorgó a EEUU uno de los derechos legales más contundentes del mundo a favor del aborto. Si este fallo se anulase, el aborto podría penalizarse en 30 estados. Las encuestas indican que la mitad del electorado norteamericano estaría de acuerdo.

domingo, 20 de mayo de 2007

La privatización del útero

El aborto es una cuestión de conciencia. Ni el estado ni grupos religiosos deben interferir en las decisiones de una mujer embarazada

Muchos países del mundo han legalizado el aborto, prácticamente todas las naciones más avanzadas. Muchos otros países prohíben el aborto, en su mayoría son países pobres, sometidos a la opresión religiosa. Muy pocos países penalizan el aborto. Desgraciadamente, Chile es uno de éstos.

Si Chile espera unirse al selecto grupo de naciones OECD, debe comenzar un debate con altura de miras sobre la realidad de las terminaciones clandestinas de embarazos. México, uno de los países miembros de la OECD, ha legalizado hace poco el aborto. Chile debe ser el próximo país latinoamericano que enfrente esta realidad. Ya hemos dicho que el progreso económico no es posible en un país que no respeta las libertades sociales ni la individualidad.

Todo el argumento del lobby pro-vida para prohibir el aborto consiste en equiparar un cigoto, es decir, un cúmulo microscópico de células, con una persona. El concepto de persona es intrincado, el concepto de cigoto no lo es. Éste último hace referencia al potencial de convertirse en vida humana, que carece de conciencia, no posee voluntad ni actividad cerebral, vale decir, no tiene individualidad. Esto es muy importante ya que desde el punto de vista de la defensa de la libertad individual, es preeminente la voluntad de la madre (un individuo como tal) por sobre un ente que carece de voluntad propia. Este es el argumento que ha llevado a todas las naciones desarrolladas a contemplar la terminación del aborto bajo el amparo de la legalidad y sacarlo de la clandestinidad, donde miles de mujeres mueren en condiciones vejatorias.

El estatus del cigoto quizás sea discutible: hay varios que insisten en que un organismo microscópico es un individuo. Lo que no puede negarse es que el mismo cigoto o embrión depende de la madre, por estar conectado al organismo de ella. Por lo mismo, siguiendo la postura de defensa del individuo que promueve Chile Liberal, es que consideramos que si un individuo debe disponer libremente de su patrimonio y de su individualidad para forjarse su propio destino, es coherente exigir que su propio cuerpo pase a ser parte de su patrimonio, argumento irrefutable. ¿Por qué los conservadores insisten en controlar lo que ocurre en el útero de la mujer? Llegó la hora de devolverle a las madres lo que les pertenece, por lo tanto, la capacidad de una mujer para decidir cuándo se convierte en madre debe residir en su fuero interno y ella debe disponer, libre de interferencias, de su propio cuerpo. Dicho de otros modos, el útero debe privatizarse.

¿A qué se debe la postura que penaliza el aborto?
Los conservadores sociales han ido lentamente perdiendo la batalla por someter la sociedad libre a sus dictados subjetivos. El aborto, una de sus banderas de lucha más emblemáticas, les justifica para intentar imponer sus opiniones parciales (y erróneas) al resto. Algunos creen que el cigoto es una persona. Si así fuese, desde luego, nos encontraríamos frente a un asesinato, y la madre sería una agresora. El lobby pro-vida se niega a entender que mientras el cigoto esté conectado a la madre, ningún otro individuo ni alguna entelequia legal o religiosa (o ambas en conjunto) pueden dictarle a una embarazada qué debe hacer.

Y si el argumento es tan débil, ¿por qué insisten con tanta vehemencia? Probablemente, desean enviarle una señal a la sociedad para que la actividad sexual disminuya. Podemos comprobar empíricamente que ésta es una de las principales motivaciones de los grupos pro-vida (“pro-vida”, como si el resto fuésemos “pro-muerte”), ya que claramente son los grupos que promueven la sexualidad exclusivamente dentro del matrimonio los primeros en llamar a penalizar a una mujer que se ha practicado un aborto. Es decir, muchos miembros del lobby pro-vida usan el embarazo, y por tanto, a los bebés como instrumento de publicidad negativa: “vean este bebé, éste es el castigo a los promiscuos”, podría ser su lema. Comprobamos que no hay respeto por la vida humana, simplemente el deseo de controlar la vida sexual de la sociedad. Después de privatizar el útero, también tendremos que considerar la privatización de los órganos sexuales.

El aborto, moral y sociedad, ¿por qué debemos evitar los embarazos no deseados?
Los principios morales se transmiten mediante la interacción social de los individuos. La evolución siempre ha seleccionado a los grupos humanos que actúan conforme a la moral universal, de ahí que es necesario atender el conflicto ético que implica el aborto, es decir, este es un tema que vale la pena debatir. Así como todos nacemos con la capacidad intrínseca de aprender un lenguaje, también estamos equipados en nuestro cerebro para interpretar las acciones como buenas o malas, de acuerdo a los parámetros que ha construido cada grupo humano (ver). Cada vez que se conforma una comunidad de homo sapiens, nace una moral. No debemos olvidar que esta moral va evolucionando, y creamos a partir de ella una ética. Los grupos humanos que han diseñado una ética compleja y racionalista han evolucionado más: la selección natural los prefiere. Éste es el motivo que en el pasado hizo a las naciones cristianas más cohesionadas y más estables que el resto. La ética cristiana fue avanzada para su época, y dio paso a éticas aún más complejas, principalmente la cosmovisión que surgió a partir de la Ilustración europea (siendo ésta una superación del cristianismo). En las naciones actuales del llamado G7, sólo un país, Japón, no proviene de la tradición cristiana/Ilustrada.

Al punto que queremos llegar es que es notable que en nuestra civilización contemporánea queramos defender la vida hasta llegar a extremos de abstracción como considerar al cigoto un individuo. Pero más ventajoso es que entendamos que la vida de una madre es anterior y prioritaria al cigoto, la maternidad debe planificarse, y la sexualidad debe ser responsable. Como decíamos al principio, aprendemos los principios morales a través de la interacción social, y todos hemos internalizado el concepto del día en que la mujer conoce su estado de gravidez: la sospecha de que el atraso puede ser un embarazo, la compra del test en la farmacia, la espera impaciente del resultado, y finalmente, la gran noticia que llena de gozo a la pareja. Después viene un abrazo, lágrimas de felicidad, y llamadas telefónicas a los padres y amigos. Sin duda, éste es uno de los días más dichosos en la vida de una persona, tanto para la madre o como para el padre. Este concepto social lo hemos codificado como el bien, y aspiramos a que así nos ocurra.

El polo opuesto es el horror de la maternidad no deseada, recibir la noticia del embarazo con angustia, muchas veces con la mujer en el desamparo, o simplemente con desinterés. De ahí la importancia de procurar la educación sexual de las masas, enseñar cuáles son los métodos anticonceptivos, enseñar a los escolares cómo se usa correctamente el condón, explicarle cómo funcionan los métodos anticonceptivos, promover la sexualidad responsable y el embarazo responsable. No obstante, muchos grupos religiosos en Chile y sudamérica se oponen incluso a enseñar los detalles de la formación sexual. Recordemos que hace poco Joseph Ratzinger llamó a los jóvenes brasileños a oponerse al aborto, pero la organización que él encabeza ha opuesto feroz resistencia al uso del condón, anticonceptivos, y a la enseñanza realista de la sexualidad. En qué medida un señor octogenario, solterón, vestido de sotana y sentado en un trono es un representante genuino de la moral cristiana, es discutible.

Lo que está fuera de discusión es que la civilización contemporánea ha elaborado una nueva ética, y en ella hemos comenzado a construir una sociedad que encuentra su fundamento en el respeto a la individualidad a partir del racionalismo. La maternidad ha pasado a ser potestad de la mujer, y sus decisiones deben aceptarse.

Finalmente, cabe preguntarse, ¿es el aborto algo malo? Y si es algo malo, ¿porqué debe despenalizarse? Miles de mujeres eligen un aborto, a pesar que socialmente lo percibimos como una acción “mala”. Muchos argumentarían que siguiendo esta línea sería lógico despenalizar el crimen. Para empezar, el aborto no es un crimen, pero sí es una situación que no deseamos. El embarazo no planificado es contrario a lo consuetudinario, es decir, va contra lo que hemos aprendido en la sociedad. Por lo mismo, tenemos que apuntar hacia una disminución en las tasas de embarazos no planificados. Pero prohibir el aborto es vulnerar la conciencia e individualidad de la mujer, de ahí que sea inaceptable.

Nuestro país debe tomar medidas para evitar los miles de ultrajes sociales que significan los abortos clandestinos. En la medida que sepamos a ciencia cierta cuántos, dónde y porqué se terminan los embarazos, podremos tomar medidas realistas que apunten a abordar las causas mismas del problema. Invitamos a Ratzinger y sus seguidores a sacar sus rosarios, padrenuestros y avemarías de los úteros de las embarazadas.

jueves, 17 de mayo de 2007

El voto chileno en el extranjero: postergado nuevamente

Sebastián Piñera ha cumplido con su promesa de facilitar el voto a la diáspora chilena. Pero una vez más, la UDI, y en cierta forma RN, han vulnerado la democracia, sin olvidar que el gobierno nuevamente ha respondido con improvisaciones

Con gran decepción escribimos este artículo. El ex candidato presidencial Sebastián Piñera ha sufrido un revés al ejercer su liderazgo natural sobre los parlamentarios de la Alianza, quienes no ratificaron el proyecto de ley impulsado por el destacado político y empresario, quien siempre se ha mostrado como partidario de perfeccionar nuestra democracia.

El gobierno, representado por el ministro Viera Gallo, ha presentado una indicación poco precisa: "'el servicio electoral se va hacer cargo del problema". El servicio electoral indudablemente se puede prestar para irregularidades, lo que a fin de cuentas se tradujo en la abstención de los parlamentarios de RN en la Cámara. El gobierno no da garantías de transparencia y nos presenta una nueva prueba de su falta de profesionalismo al no exponer con claridad los mecanismos que permitirían validar el conteo de votos y eliminar cualquier posibilidad de fraude. Con los antecedentes de corrupción e intervención por parte del gobierno y el servicio electoral, era difícil que el proyecto se aprobase. Mientras no haya un mecanismo que garantice transparencia, no es posible avanzar en esta materia. De todos modos, también manifestamos un grado de decepción ante los diputados de RN quienes como bloque mostraron una actitud pusilánime.
(Ver aquí y aquí.)

La UDI, por su parte, no titubeó y votó en contra. Otra muestra de lo nefasto y antidemocrático de este sector, siempre dispuesto a limitar las libertades individuales y sociales. Los 23 votos en contra fueron de diputados de la UDI más la independiente Marta Isasi. Las abstenciones correspondieron a legisladores de RN, más los UDI Julio Dittborn, Felipe Salaberry, Edmundo Eluchans y Gonzalo Uriarte, y el independiente Alberto Cardemil. Invitamos a que se dirijan al sitio web de la Cámara de diputados, sección Diputados, y envíen sus reclamos a las casillas de correo de los diputados UDI y Marta Isasi, que votaron en contra.

Si bien el proyecto estaba lejos de ser óptimo, podría haberse trabajado mejor y debió de todos modos haberse permitido en de algún modo que los chilenos fuera del territorio nacional votasen en la próxima elección presidencial.

El proyecto
Agradecemos y apoyamos a Sebastián Piñera por sus gestiones. Pero el proyecto que modificaba la Ley 18.700, Orgánica Constitucional de Votaciones Populares y Escrutinios, en sí presenta varias falencias. Para empezar, ¿por qué RN se entromete en la vida de los votantes exigiendo al menos una visita al país durante los cinco años anteriores al día de la elección? Muchos chilenos pueden decidir no viajar pero de todos modos siguen siendo ciudadanos chilenos, y por tanto, con derecho a sufragar y ejercer su ciudadanía.

Otro grave problema es que se pretendía establecer una mesa en el consulado, que actuaría como local de votación. Para facilitar la votación debe implantarse un sistema de votación por correo, o de "representación", como se hace en Francia y muchos otros países, donde un chileno puede o votar por carta o solicitar a una persona de su confianza que vote por él o ella.

A pesar de todo, el gesto de los parlamentarios de la Concertación es rescatable, aunque desde luego responde a la percepción (quizás errónea) que la mayoría de los chilenos residentes fuera del país serían proclives a votar por un candidato presidencial concertacionista.

En fin, habrá que esperar al menos un año hasta que vuelva a ponerse el tema en la tabla de discusión. Por ahora, enviamos a Sebastián Piñera nuestras felicitaciones por sus gestiones, y manifestamos nuestro rechazo a la UDI y al gobierno. Los diputados de la Concertación hicieron un esfuerzo notable, pero destacamos especialmente la apasionada defensa que hizo el diputado Álvaro Escobar durante el debate, a él le enviaremos una carta de agradecimiento.

martes, 15 de mayo de 2007

Cómo abordar el calentamiento global

La reciente gira latinoamericana del verdadero presidente de EEUU, Al Gore, ha traído a estas tierras un tema que reviste máxima seriedad para el futuro de nuestra especie. Durante años, grupúsculos han intentado negar la relación entre CO2 y calentamiento global. La evidencia es abrumadora. Estas chifladuras de algunos grupos conservadores sólo tiene explicación en los misterios de la sicología humana. Así como hubo un momento en que las tabacaleras negaban la relación entre nicotina y cáncer, hoy también hay varios que persisten en seguir las manipulaciones científicas de Exxon Mobil y su influencia en la Casa Blanca.

No sólo los lobbies petroleros son los más interesados en cuestionar a la ciencia, sino que también muchos grupos religiosos. Ellos creen que la destrucción del ecosistema corresponde al advenimiento de las profecías del Apocalipsis y luego de destrozar el planeta, creen que Jesús bajará del Cielo para salvarlos, mientras nosotros, el resto de los patanes ateos, arderíamos en el infierno (también necesitan armas para luchar durante el Armagedón, de ahí que la NRA también entre a este círculo vicioso). Más aún, Fox News insiste en darle cabida a los charlatanes pagados por los petroleros. Antes de hablar del cambio climático, podemos fácilmente reconocer cuál es el verdadero enemigo: el Partido Republicano, Exxon Mobil, y Fox News. Una vez identificado el origen del problema, pasemos al tema en cuestión.

Al Gore nos ha presentado el documental Una verdad inconveniente (¿aún NO lo has visto?... ¡arriéndala ya!), en el que se presenta la mitad del problema, y en esta mitad Al Gore ha hecho un trabajo impecable: mientras más CO2 arrojamos a la atmósfera, más aumenta la temperatura de la tierra. Junto con el notable trabajo de difusión que ha realizado, que alcanzará su punto cúlmine con el concierto Live Earth, al momento de encontrar soluciones la verdad es que nuestro respetado Al Gore ha caído en varios errores no menores.

En su presentación, Al Gore ha dicho que la solución son los biocombustibles. Estamos en desacuerdo. Recordemos que Gore es un hombre inteligente, y ya ha hecho mención al problema del encarecimiento de los alimentos. En EEUU, ya estamos en presencia de subsidios y sobreproducción de maíz (choclo) para producir etanol. Acá hay varios elementos que contemplar.

Primero, producir maíz en sí genera altos niveles de polución. Esto es importante de destacar: el etanol no es une fuente limpia de energía. Segundo, encarecerá el valor de la tierra y, debido al tamaño de EEUU, es probable que muchos países utilicen sus recursos agrícolas para producir maíz, lo que, como lo ha dicho el propio Gore, encarecerá los alimentos, intensificando las hambrunas que ya hay en el mundo. Tercero, el propio etanol y sus refinerías tampoco reducen sustancialmente las emisiones al medio ambiente. Cuarto, EEUU caerá en la tentación de los subsidios agrícolas (ya lo hace) distorsionando el libre comercio, y tal como ocurrió con las Corn Laws en Inglaterra, son los más pobres los que deberán costear el aumento de precios.

Las soluciones, otra vez el ingenio humano
Hemos mencionado las Corn Laws, hecho decisivo en la creación del Partido Liberal, fundado para eliminar específicamente esa ley. Ésta subsidiaba a los grandes latifundistas, encareciendo el costo del pan y los cereales, que constituían la principal fuente de alimentación de los trabajadores. No sólo surgió el Partido Liberal, sino que en la lucha contra el proteccionismo y a favor del libre comercio, se fundó un periódico editado y dirigido por activistas defensores de la causa del liberalismo y el sentido común, The Economist Newspaper.

Hoy, ha transcurrido más de un siglo y medio, y The Economist insiste en soluciones prácticas. La verdad es que no es una contradicción la postura que el semanario británico ha defendido, que es la de encarecer las tecnologías contaminantes, de modo que se incentive la creatividad y el desarrollo científico que permita producir una nueva tecnología no contaminante. Los subsidios al maíz serán nefastos.

Y quizás ni siquiera necesitemos descubrir una nueva tecnología, la solución está ante nuestros propios ojos. Vale la pena comenzar un debate serio sobre la creación de plantas nucleares y el uso de esta fuente limpia y prácticamente inagotable de energía. Al contrario del etanol, es importante destacar que la energía nuclear es una fuente limpia de energía. Desde luego, el tratamiento de desechos y las medidas de seguridad deben atenderse con suma precaución, cualquier accidente puede ser fatal. Pero los países occidentales, Francia uno de ellos, han procesado la energía nuclear sin inconvenientes, al contrario de las torpes tecnologías comunistas que abrieron paso a una de las más horrendas tragedias humanas, el accidente de Chernobyl.

Lo importante es que la ciencia avance en cuanto a conocimiento y optimización al emplear energía nuclear, lo que puede tardar dos décadas. Es esencial que no desperdiciemos nuestro tiempo y recursos en técnicas inviables o insuficientes.

Poniéndole precio al CO2
El problema actual es que preferimos los combustibles fósiles porque son muy baratos. Peor aún, todos se encuentran en países antidemocráticos (Arabia Saudita, Venezuela, etc). Para comenzar a abordar inmediatamente el problema, deberíamos estimular los mecanismos de mercado que crean incentivos. Como necesitamos incentivar las tecnologías limpias, que son caras, y desincentivar las tecnologías sucias, que son baratas, lo lógico es determinar el precio del carbono, que hoy se lanza a la atmósfera sin que nadie responda por los daños que provoca. El objetivo es estabilizar la concentración de partículas de gases de efecto invernadero en 550 partículas por millón, para lo cual debemos aplicar un costo de US $20 por tonelada de carbono el año 2020. Esta es una proyección del precio actual establecido por el Esquema Europeo de comercio de Emisiones (EU-ETS), que ha variado entre US $6 - 40 en los años 2005-06, sin que hasta ahora se perciban contracciones económicas. La economía mundial sacrificaría apenas un 0,1% de su PGB, cifra que sería imperceptible, pero los beneficios serán enormes.

La única condición para que el mecanismo descrito funcione, es que todos los países hagan un esfuerzo. El informe de Sir Nicholas Stern ya nos demostró que el costo de no hacer nada es mayor (y fatal) que hacer un esfuerzo hoy. Para que todos los países se unan, no es necesario usar el pánico ni el terror, sino que estudiar con calma las cifras, y veremos que el problema es fácilmente solucionable. Es esencial, además, abandonar dogmatismos. Determinar el precio de las partículas de carbono no es un impuesto, sino que significa cobrar a los emisores por el daño que producen. El efecto positivo sería incentivar las tecnologías limpias, estabilizar el nivel de partículas, y abrir nuevas áreas de investigación.

Sí estamos todos de acuerdo con el mensaje de Al Gore: es nuestro deber moral el salvar el planeta.

domingo, 13 de mayo de 2007

Anarchy in the UK, Eurovisión y Tony Blair



Hace una década, los británicos nos ponían ante la disyuntiva: ¿Oasis o Blur? En esos momentos, no eramos pocos los que preferíamos “There’s No Other Way”. Gran Bretaña dominaba las ondas radiales, el Brit Pop se convertía en patrimonio de la humanidad, Liam Gallagher y Damon Albarn se disputaban la corona de reyes del rock. En política, sin embargo, no había ninguna duda quien imponía el ritmo, no podía ser otro sino el escocés, líder del la banda de rock universitario Ugly Rumours, Anthony Blair, en sus días de estudiante de derecho en Oxford. Pero avancemos a 1997 y el mundo veía como Cool Britannia adoptaba la Tercera Vía. “Mi generación es la primera que puede contemplar la idea de que podremos vivir toda nuestra vida sin que debamos mandar nuestros hijos a una guerra”, declaraba en mayo, 1997. El mundo alcanzaba el clímax. Ése era el líder que necesitábamos. Las encuestas le otorgaban casi un 70% de apoyo. Oh, y por supuesto, los británicos junto con Katrina and The Waves ganaban el festival musical Eurovisión, donde los países votan por afinidad política más que por talento musical (que escasea).

Hoy, el Brit Pop ha muerto. Tony Blair ha descendido a un 35% de aprobación (uno de los más magros jamás registrados). Los representantes británicos en Eurovisión, el grupo Scooch, terminó penúltimo, con un número grotesco, la tragedia habría sido completa si no hubiese sido por los votos que siempre les otorgan Irlanda y Malta (país liberado por los ingleses). No es coincidencia que The Times este domingo haya editado el volumen 1 de una compilación llamada “Anarchy in the UK, para que recuerdes tus años de rebelión”. El líder de la oposición, David Cameron, le había endilgado a Blair el poco auspicioso título de “Hombre muerto caminando”, y finalmente, el vocalista de Ugly Rumours anunció su renuncia.

Tony Blair en realidad ha abandonado la jefatura del gobierno de Su Majestad en su calidad de líder del Partido Laborista, y lo más probable es que su Canciller autista, Gordon Brown, otro escocés, asuma las riendas del gobierno. Es tal el desprecio hacia Tony Blair que es casi imposible que los laboristas ganen la próxima elección general. La corrosiva amistad entre Bush y Blair ha convertido a Cool Britannia en un chiste de mal gusto. Su par americano también goza del apoyo de unos pocos, sólo los campesinos en Iowa y los pistoleros de la NRA en Utah lo apoyan, aparte de los directores de Exxon Mobil. El eje angloamericano es una muestra patética de cuánto puede cambiar el mundo en una década, pero en particular, el caso de Tony Blair tiene resonancias en Chile.

Nosotros también elegimos a una líder carismática, “buena onda”, “cool”, “simpaticona”, que generó delirios de efervescencia una vez instalada al mando del país. Pero elegir a la persona a cargo de los destinos de una nación debe obedecer a criterios más técnicos que a referencias personales del candidato. Ambos, Blair y Bachelet, tienen algo en común, y es que simbolizan un quiebre respecto a la izquierda en sus respectivos países. De la UP a la Concertación hay una distancia sideral, equivalente al salto de Labour a New Labour.

Escucho a Johnny Rotten bramar “soy un anticristo, soy un anarquista, sé lo que quiero y sé lo que hago: quiero destruir, porque soy anarquista”, letra de Anarquía en el Reino Unido, que interpreta bastante bien la rabia acumulada contra quien ayer nos prometió que ya no tendríamos que ir a ninguna guerra, pero terminó lamiéndole el culo a George Bush y refrendando incondicionalmente el disparate llamado “War On Terror”. Ese joven y “charming” primer ministro laborista también me recuerda el tema de Blur “The story of a charmless man”. Su sonrisa hoy es hipocresía, su claridad hoy es engaño, sus palabras aún no explican el escándalo de corrupción que le valió el privilegio de ser el único primer ministro interrogado en Downing Street, la casa de gobierno. Mentiroso, corrupto, cobarde. Blair debió haber renunciado hace dos años, hoy es demasiado tarde.

Tan atroz como el final de Tony Blair fue, como siempre, Eurovisión. Los europeos aún sienten la necesidad de avergonzarse por la II Guerra Mundial, y mostrar lo peor de sí mismos en un concurso que en vulgaridad y falta de talento sólo es superado por el Festival de Viña. Scooch y su tema “Flameando la bandera” fue un número triste. Los votos que recibieron quizás sean un reflejo de lo que hoy representa el Union Jack, la bandera británica: opresión. Quizás el único primer ministro comparable a Anthony Blair sea Anthony Eden y ese otro desaguisado internacional, la invasión de Suez.

En Chile Liberal pronto publicaremos un artículo sobre el legado del recientemente renunciado Tony Blair. Por ahora, sólo deseamos que se vaya luego. Se va por la puerta angosta y nadie lo va a echar de menos. Goodbye, Tony. Hasta nunca.

viernes, 11 de mayo de 2007

Y ahora, la tercera vuelta

La résistence será menor que lo esperado, pero es muy probable que las reformas de Sarkozy también sean menos profundas que lo esperado

Lo predijimos, los franceses se decidirían a reformar su modelo económico. No sólo el triunfo de Sarkozy fue contundente (53%, con 84% de votación), sino que también, como lo predijimos, el centro político (en este caso, Bayrou) se ha robustecido. Sarkozy irrumpe como el antídoto contra el mayo del 68, y el electorado lo respalda. Pero tenemos que sumar muchos de los votos del candidato más cercano al liberalismo, François Bayrou, para que el respaldo al nuevo proyecto francés legitime las reformas ya propuestas por el partido UMP.

Ahora analicemos el futuro del presidente Sarkozy y de la Nueva Francia. Comenzará la primera etapa con su habitual despliegue energético y con las medidas más urgentes. Es improbable que las oleadas de protestas lleguen al grado de intensidad que enfrentó Maggie Thatcher. El sindicalismo es a la fuerza laboral lo que el SIDA es a la sistema inmune: una infección incurable de consecuencias fatales a no ser que se mantenga bajo control. El SIDA sindicalista de Francia tiene un nivel de virulencia de 12%, muy inferior al casi 60% que afectaba a Gran Bretaña a fines de los 70. La economía francesa necesita reactivarse (el ejemplo alemán es notable porque demuestra que es factible en corto plazo) porque crece poco. En cambio, Thatcher tuvo que asumir un país en recesión. Sarokzy, por otra parte, aplicará el remplazo durante las jornadas de protesta que se avecinan, lo que acerca al modelo francés al modelo de libre mercado y es sin duda una medida que el electorado francés brama para que se implante.

Otro problema son los estudiantes, quienes desde luego opondrán resistencia feroz a todo intento de privatizar la educación. Esperamos que el presidente Sarkozy mantenga el diálogo y que impere la tranquilidad, para ello es indispensable que los ajustes sean graduales. Del mismo modo, es inaceptable que use verborreas para denostar a las minorías étnicas, a las cuales en cierta medida él mismo pertenece (es hijo de inmigrantes húngaros, y es el primer président de padres no nacidos en Francia). Esperamos que la crisis de la banlieu le haya enseñado una buena lección de uso del idioma.

El fin del socialismo francés
Afortunadamente, el electorado galo no se dejó embobar por la simple aparición de una mujer como candidata. Royal solía jactarse de su amistad con la presidenta chilena, pero la caída en picada de la popularidad de ésta última obligó a realinear las estrategias. En tanto que el dominio de materias económicas por parte de Royal evidenciaba vacíos de proporciones bacheletistas, fue en este ítem donde el socialismo francés se mostró agónico, sin entender que era el principal tema de esta elección. Mientras que en EEUU los pobres se unen a la fuerza laboral trabajando por el sueldo mínimo, de algún modo los franceses creían que es el Estado quien debe hacerse cargo de los pobres. Los franceses ya están hartos de las cifras de desempleo y parecen ahora exigir que todos contribuyan a sostener el bienestar social. El sistema de beneficios no debe desmantelarse, sino todo lo contrario, y más adelante en este artículo veremos porqué.

Sarkozy no ha ocultado su admiración hacia EEUU, mientras que el socialismo no tuvo nada que aportar sino ofrecer un aumento en el gasto social sin jamás explicar de dónde provendrían los recursos. La campaña de Royal fue muy mala, y a partir de este momento su colectividad tendrá que abandonar su amor secreto por el comunismo. El mensaje para la izquierda francesa es claro: renovarse o morir.

Sarkozy el conservador, no liberal
El nuevo presidente ha anunciado encuentros con los mandamases del colectivismo sindicalista y probablemente les haga entender que la flexibilidad debe abordarse pronto si es que la economía francesa desea aumentar su competitividad. Aunque los trabajadores franceses son altamente productivos, las innecesarias regulaciones sobre las horas extra y la aberración de las 35 horas semanales son un lastre nefasto. Otros problemas estructurales son más complicados: déficit de 2,5% de su PGB, y un nivel de endeudamiento de 64% de su PGB. Siendo el mismo Sarkozy el ministro de finanzas y parte instrumental de la misma coalición de Jacques Chirac, cabe preguntarse hasta qué punto estamos frente a un "cambio" o una "reforma".

Sarkozy debe entender que el respaldo popular no significa un cheque en blanco. Si bien las protestas no serán tan dramáticas como algunos creen, es probable que el temperamento arrebatado de Sarkozy genere alguna crisis emblemática similar a la huelga de hambre de los mineros en Inglaterra. No obstante, las reformas económicas no serán tan liberales como deseamos. Sarkozy es un intervencionista declarado y ya ha anunciado sandeces como aplicar impuestos a las importaciones chinas. Es muy posible que el dinero de los contribuyentes se use para socorrer a más empresas locales, y dudamos que tenga la sapiencia para comprender el fenómeno de la délocalisation économique. Los conservadores nunca han entendido como funcionan los ciclos económicos ni parecen captar la esencia del libre mercado, por tanto, la competitividad francesa mejorará, pero seguirá mostrando rezagos. La exportación de empleos y capitales generaría vicisitudes, pero el sistema social francés está particularmente bien equipado para resistir. Por esto, los beneficios sociales deben mantenerse no por un apego romántico hacia los ideales de liberté, egalité, fraternité, sino porque los franceses precisan agilizar la generación de conocimientos y altas tecnologías, para ello las áreas menos productivas deben eliminarse, y los empleos de menor valor agregado externalizarse a países de bajo costo, usando los lazos con sus ex colonias como Vietnam o incluso África del norte (de paso, dejando que el papel civilizador del mercado opere sus mecanismos mágicos en las zonas más pobres de la francophonie). Desde luego, se perderán puestos de trabajo y empresas en el país. Pero una vez que se estabilice la economía, Francia volverá a ser capaz de producir tecnologías, ciencia y nuevos empleos en nuevas áreas, ocupando el nicho que le corresponde en su calidad de economía G7.

Un empleo perdido en Francia significa que la economía genera más ganancias, y le entrega un trabajo a algún desempleado en algún país pobrísimo. Por su parte, los mayores ingresos percibidos en la metrópolis permitirán reordenar la economía y destinar recursos humanos y económicos a las áreas en que sólo una economía G7 puede avanzar.

Francia y el mundo
El motor franco-alemán de Europa ha sido comparado con un enfermo. Alemania ya recupera sus signos vitales, y por el bien de la UE es que Francia debe redoblar sus esfuerzos por volver a ser la nación inspiradora e innovadora de antaño.

En EEUU, es muy probable que gane un demócrata. En Chile Liberal apostamos por un triunfo de John Edwards. Sarkozy no debiese tener inconvenientes en estrechar lazos con la nueva administración norteamericana y gracias a su personalidad avasalladora puede convertirse en un líder internacional. Ahora, si será capaz de dar el gran salto hacia el futuro, está por verse.
Chile Liberal de todos modos le ofrece el beneficio de la duda. Bonne chance et bon courage.

martes, 8 de mayo de 2007

Libres para educarse, libres para aprender

Nuevas investigaciones demuestran que cuando los padres son libres para elegir, mejoran los estándares educacionales, incluso los de aquellos alumnos que permanecen en colegios estatales.


Pocas ideas en educación son más controversiales que los cheques escolares, es decir, dejar que los padres sean totalmente libres para elegir dónde desean educar a sus hijos, pero con financiamiento de los contribuyentes. La idea la propuso por primera vez el economista Milton Friedman en 1955, y su mecanismo de funcionamiento es extraordinariamente simple: el Estado paga, los padres eligen, los colegios compiten, la calidad sube, todos ganan.

Puede parecer simple, pero el establishment educacional ha opuesto una resistencia predecible y, muchas veces, fatal. Dejar que los padres elijan por sí mismos dónde educar a sus hijos es una idea absurda; los profesionales son los únicos capaces de decidir bien. La manera correcta de mejorar la educación es a través de la cooperación, no la competencia. Los cheques escolares aumentarán la desigualdad porque los niños más difíciles de educar serán segregados.

Pero estos argumentos son insostenibles y se desmoronan ante el brillo y el peso de la evidencia. Los sistemas de cheque escolar están dando buenos resultados en muchos y variados países sin que se perciban efectos adversos en cuanto a igualdad y cohesión social; al examinar aquellos que usan un sorteo para entregar los cheques, normalmente se aprecia que los beneficiados reciben una mejor educación que aquellos que no los obtienen.

Harry Patrinos, economista educacional del Banco Mundial, cita un programa colombiano de ampliación del acceso a la educación secundaria, conocido como PACES, una iniciativa de los años 90 en que se entregó cheques a unos 125 mil niños pobres por un valor equivalente a la mitad del costo de la educación secundaria. Un elemento crucial fue que había más interesados que cheques. El programa, que seleccionó a los niños por sorteo, significó para los investigadores observar un experimento casi perfecto, similar a los estudios con píldoras placebo usados para juzgar la eficiencia de nuevas medicinas. Los resultados muestran que los niños beneficiados con cheques tuvieron entre un 15-20% más probabilidad de terminar su educación secundaria, 5% menos probabilidad de repetir de curso, mejoraron levemente en sus exámenes y demostraron mayor interés en rendir los exámenes de admisión a las universidades.

Los programas de cheques escolares en varios estados americanos han tenido éxito similar. Greg Forster, experto en estadísticas de la Fundación Friedman, organización de caridad que promueve la iniciativa del cheque escolar a nivel mundial, dice que hubo ocho estudios similares en EEUU: siete mostraron resultados estadísticos positivos para las afortunados receptores del cheque, el octavo estudio muestra resultados positivos pero no estaba lo suficientemente bien diseñado como para considerarse seriamente.

Los alumnos con cheque escolar rindieron más, a pesar que el Estado gastó en ellos menos que en los alumnos de escuelas regulares. Los esquemas de cheques escolares en EEUU ofrecen normalmente a los colegios privados cerca de la mitad de lo que el Estado gastaría si esos niños se quedasen en colegios públicos. El programa colombiano no sólo ofreció una mejor educación que la disponible en el sector público, sino que lo logró a pesar que su objetivo era simplemente aumentar las tasas de matrículas de la manera más rápida y barata posible.

Estos resultados son importantes porque desechan otros factores. Hogar, barrio y habilidades naturales son variables que afectan los resultados más directamente que el colegio. Si los alumnos que reciben los cheques se diferencian de aquellos que no -quizás simplemente por el hecho de venir de una familia que consigue a empujones colarse en la fila- cualquier efecto puede ser simplemente el resultado de otros factores. Pero el hecho de asignar los cheques al azar protege contra este riesgo.

Los oponentes al cheque escolar de todos modos argumentan que quienes emplean su libertad para elegir serán las familias más educadas, preparadas e interesadas en proporcionar una buena educación a sus hijos, y que al unirse entre sí formarán círculos en torno a las mejores escuelas, mientras que los niños de familias más débiles y sin voz deberán abandonar a sus hijos en los peores colegios. Algunos citan el ejemplo de Chile, donde hay un sistema universal de cheque escolar, pero que permite a los establecimientos cobrar una mensualidad complementaria al aporte estatal (el cheque escolar), que parece haber mejorado solamente la educación de las clases medias y altas.

La evidencia más fuerte contra esta crítica viene de Suecia, donde los padres son más libres que en cualquier otra nación para gastar como estimen conveniente el dinero que el gobierno les entrega para educar a sus hijos.

Las profundas reformas educacionales de 1992 no sólo desregularon las normas de matriculación de alumnos en el sector estatal, lo que permitió a los alumnos asistir a colegios fuera de sus municipios, sino que también pudieron empelar el financiamiento estatal para costearse colegios privados, incluidos los establecimientos religiosos o colegios con fines de lucro. La única restricción real impuesta a los colegios privados fue la obligación de matricular a los alumnos por orden de llegada y debieron comprometerse a no cobrar mensualidades extras (la mayoría de los cheques escolares norteamericanos imponen condiciones similares)

El resultado ha sido una floreciente variedad de colegios y una expansión veloz del sector privado. En la época de dicha reforma, apenas el 1% de los estudiantes suecos se educaba en el sector privado; hoy la cifra es de 10%, y la educación privada sigue creciendo.

Anders Hultin, de la cadena de colegios Kunskapsskolan (26 establecimientos), fundada por un capitalista de riesgos en 1999 y que ahora es altamente rentable, dice que sus colegios rara vez necesitan aplicar la regla de matricular alumnos por orden de llegada; la cadena ha respondido ante la demanda expandiéndose tan rápido que los padres, deseosos de enviar a sus hijos a estos establecimientos, casi siempre encuentran un cupo. Por ello, el sector privado, al aumentar el número total de lugares disponibles, logra aliviar el frenesí que desata la búsqueda desesperada por cupos en los mejores colegios estatales (los burócratas, por el contrario, normalmente se niegan a financiar cupos extras en los colegios populares mientras haya vacantes en los colegios malos).

Más pruebas que demuestran la eficacia de la libertad de elección para aumentar los estándares educacionales las proporciona Caroline Hoxby, economista de la Universidad de Harvard, quien ha comprobado que cuando los colegios estatales norteamericanos se ven obligados a competir con los colegios que reciben cheques escolares para conseguir alumnos, su rendimiento mejora considerablemente. Los investigadores suecos han llegado a la misma conclusión. Al parecer, quienes trabajan en escuelas estatales simplemente se rigen por una norma universal: rendimos más cuando se nos obliga a competir un poco.

viernes, 4 de mayo de 2007

Chile S.A.

Adiós a la "República de Chile", bienvenidos a Chile S.A., ¿una utopía?

Los seres humanos somos, ante todo, seres libres. Nuestras vidas consisten en un continuo devenir de decisiones que apuntan en conjunto hacia un fin último: mejorar nuestra condición.

En este entorno de libertad, lo primero que nos llama la atención es que siempre luchamos por preservar nuestra libertad para elegir. Esta es la postura central de Chile Liberal, de nuestros artículos y de nuestras propuestas. Mientras más posibilidades de elegir tengamos, mejor. Mientras contemos con más opciones, mejores decisiones podremos tomar y, en consecuencia, nuestra condición también mejorará. Debemos, por lo tanto, garantizar que cada uno de nosotros pueda elegir entre la mayor cantidad posible de alternativas para que podamos edificar, a partir de cada indiviudo, una sociedad más próspera.

Estas son perogrulladas, dirá alguno. Sí, y he aquí el gran avance de la humanidad. Hace apenas tres décadas, un populista le prometía medio litro de leche a cada niño, gentileza del estado. Hoy nos horrorizamos ante semejante disparate. La idea que procuramos hoy es que cada padre pueda tener acceso a la mayor cantidad de tiendas de alimentos y que mientras más tipos de leche tenga a su disposición, podrá tomar mejores decisiones para su familia. Hoy podemos elegir entre leche con sabores, descremada, semidescremada, cultivada, reforzada con vitaminas, sin lactosa, larga vida, o incluso soya, que ni siquiera es leche. Es decir, todos entendemos las virtudes del mercado. Pero entender que la leche subsidiada es más cara que la importada desde, por ejemplo, Argentina, es un tema de discusión que separa a proteccionistas (conservadores) de liberales. Entender que si bajásemos los impuestos, por ejemplo el IVA, haríamos los productos más accesibles para los más pobres, es la línea que separa a los socialistas (también conservadores) de los liberales.

Y así sucesivamente, para cada producto y cada servicio, queremos asegurarnos de que cada persona sea libre para elegir. El panorama se vuelve nebuloso cuando abordamos los grandes temas del debate chileno actual: en educación, ¿puede un padre elegir el colegio de su hijo? No. Las recientes reformas educacionales son un vejamen contra la capacidad de elegir y logran cualquier cosa excepto la excelencia académica. Como vemos, seguimos gobernados por los mismos que querían entregarnos una tarjeta de abastecimiento y limitar nuestra capacidad para elegir. Triste, pero los chilenos siguen pidiendo más socialismo. Después de todo, la capacidad de ser libres para elegir entre múltiples opciones no era una perogrullada.

¿Es bueno que desaparezca el gobierno?
Sí, es la respuesta. Pero veamos porqué. Cada vez que un liberal habla de desmantelar los gobiernos nacionales y devolverle el poder a los individuos, mucha gente reacciona con un "pero necesitamos un gobierno". ¿Sí? ¿Realmente necesitamos que alguien nos cobre impuestos y que se los redistribuya a sus amigos? ¿Quién se beneficia con Codelco o Chiledeportes? ¿Usted? Del mismo modo, cuando uno dice que no es necesario creer en "dios", la mayoría reacciona con un "pero necesitamos creer en un ser superior". Cuando pensamos en qué realmente creemos, nos damos cuenta que cada uno se ha inventado su propio sistema de creencias, no hay una creencia objetiva en lo sobrenatural, sino un cúmulo de subjetividades metafísicas. Nunca, ni Zeus, ni Tor, ni la Pachamama, ni Brahma, Alá, ni nadie nos ha ayudado, simplemente porque no existen: son constructos mentales, ilusiones. El estado exhibe una mecánica similar, salvo que sí existe, pero es igualmente inútil, o en el mejor de los casos, nos ayuda muy poco. Los colegios a cargo del estado son malos, la salud estatal es peor, el nuevo sistema de transporte (diseñado por el estado) es malo, los ferrocarriles del estado son una burla. No necesitamos un estado, o al menos no uno como lo conciben los socialistas.

En cambio, la iniciativa privada siempre ha sido más efectiva y más potente que los gobiernos, y hoy, a comienzos de la era informática, las entidades privadas son más poderosas que nunca antes en la historia. Tomemos el caso de Microsoft. No es exagerado afirmar que Bill Gates sea más poderoso que el presidente de Uruguay. Microsoft maneja más dinero que muchos países africanos, y los productos de Windows y MS Office han facilitado el avance de las tecnologías y, por tanto, de la humanidad. Una mérito del cual ningún gobierno nacional puede jactarse. Bill Gates ha ganado tanto dinero que ha comenzado a financiar iniciativas filantrópicas que, aplicadas con criterios corporativos (no estatistas), serán más efectivas que cualquier iniciativa de un corrupto tirano africano o de un BM, FMI, OMC, o un TPKJ, LÑZ, RRTGH o WXYZ.

Pero hay más. Mucha gente trabaja para Microsoft, en todo el mundo. Todos ellos se ganan la vida produciendo para Bill Gates, y cada empleado de esta compañía es libre para comprar acciones de la misma y participar de las ganancias corporativas, o simplemente para cambiarse de empresa. En cambio, un salvaje desnudo de Burkina Faso no tiene alternativa sino seguir siendo en un servil peón obediente a su tirano. Su única opción de progreso es que una de las muchas obras filantrópicas de Bill Gates (y Warren Buffet) le devuelvan su libertad.

La democracia, sin duda, que ha sido uno de los inventos más notables de nuestra civilización. Pero la promesa de un voto no es suficiente para asegurar que cada individuo mejore su bienestar. En Zimbabwe, Robert Mugabe ha sido reelegido varias veces, y todos sabemos que es uno de los dictadores más infames del mundo. En 1980, los chilenos aprobaron la Constitución de Pinochet...algunos dicen que fue fraude, pero lo dudo: este país es así de estúpido. Y sin ir más lejos, Hugo Chávez está cada vez más cerca de convertirse en un presidente vitalicio como sus pares africanos. El ex golpista venezolano gobierna con decretos y ostenta cada vez más y más poder. Al punto que deseamos llegar es que, en el caso de Chávez y los presidentes africanos, todos tienden a estatizar la producción del país usando al "pueblo" como aval. La democracia tiende a convertirse en un ogro tiránico si es que nadie le pone atajo. De ahí la importancia de privatizar y de "empoderar" a cada individuo para que, tal como somos libres de comprar la leche que más nos conviene sin que nos la regale el estado, podamos cambiar de empleo tanto como nos convenga.

Otro dilema que nos separa de los socialistas: mientras más rigidizan los puestos de trabajo, más se alegran. Más sometemos al empleado a los caprichos del empleador. Pero el trabajador también es ciudadano, por tanto devolvamos la libertad no sólo a los trabajadores sino a cada miembro de la sociedad y limitemos al máximo a quienes desean ostentar el poder absoluto. Lo vemos hoy en China y en Corea del Norte, aquellos que antes centralizaron todo el poder, sólo repartieron hambre y miseria. Sólo nos produce algarabía que ya nadie defienda a un Kim Il-Jong, Deng Xiao Ping, Mao Tse Dong, Kuao Chang Ding, Sohn Fi Kum, ni Dol Fuao Chung. Hoy, China abraza al libre comercio y se convierte en una nación próspera, aún faltan libertades sociales.

Nos referimos, como se podrán dar cuenta, a la libertad individual, que en el área laboral la llamamos "flexibilidad laboral", frase tabú para los políticamente correctos socialistas de izquierda y socialistas de derecha. Pero visto en este contexto, flexibilizar la contratación y despido beneficia a los trabajadores. Así como los países se benefician de las privatizaciones, que se convierten en diques ante el avance de las oleadas estatizadoras de un Chávez, o un Mugabe. Lo que proponemos, como ven, es limitar el poder de los gobiernos y devolvérselos a los individuos para que cada uno tome sus propias decisiones. Libertad, en síntesis. Los franceses así lo han entendido y este domingo se lo harán saber al mundo a través del triunfo de Nicolas Sarkozy.

En países con economías ultra-abiertas, como Dinamarca, es posible iniciar una empresa en tres pasos, a través de un formulario en Internet, lo que tarda unas pocas horas. Los trabajadores no están atados a sus puestos de trabajo gracias a la "flexiguridad" danesa. Es fácil entender porqué existe pleno empleo. El estado, contrario a lo que creen muchos, es pequeño... y recolecta más del 50% de su PGB en impuestos. Y si ponemos esta economía bajo el microscopio, apreciamos que sus miembros gozan de movilidad tanto laboral dentro como fuera del país, las fronteras nacionales prácticamente son inexistentes, y sus capitales provienen de muchos lugares, tanto así que es difícil determinar su procedencia. Estamos frente a un fenómeno que pocos han notado: Dinamarca no existe.

Chile S.A.
Como veíamos anteriormente, la economía danesa es un concepto más abstracto que real, pero que cuenta con grandes recursos. Los socialistas, si fuesen más astutos, se unirían al liberalismo para lograr construir sus bienamados "estados de bienestar", pero es menester la destrucción creativa de las repúblicas decimonónicas y reinventarlas bajo un nuevo concepto de sociedad, una "sociedad anónima". Interesante juego de palabras. Una sociedad civil que no tiene un elemento rector superior, pero a la vez, una economía dominada por las entidades privadas.

Podemos lograrlo si intensificamos la apertura económica, si seguimos facilitando la inversión directa extranjera, el libre flujo de capitales y la eliminación de aparatajes estatales. Esta es la forma en la que lograremos crear riqueza, y cuando tengamos los recursos, los socialistas podrán hacer el trabajo de decoración de interiores que tanto les gusta. Pero antes, hay que tomar las medidas, diseñar los planos, y construir. Y hay que "entrar a picar".

Un Chile S.A. va más allá de los capitales privados. Las fuerzas armadas, por ejemplo, aún pueden llamar a soldados conscriptos a sus filas y por razones que todos conocemos, no son necesariamente los niños de los colegios privados, a no ser que sean cadetes de la Escuela Militar, claro está. ¿Por qué no privatizamos el ejército? A algunos les parece descabellado, pero ya lo propuso el Instituto Adam Smith en 1985. La idea, admitámoslo, es muy buena. ¿Podría un Chávez, por ejemplo, encabezar un golpe militar si tuviese a cargo a una división de ejército de carácter privado, no monopólico?

Viendo un día la televisión inglesa, me encontré con un aviso publicitario de una empresa de seguridad que instala en la casa de sus clientes una cámara y una alarma. Por una cantidad mensual, un guardia privado monitorea cada casa. Si la alarma se activa, le garantizan que en pocos minutos estará presente el personal de seguridad de dicha empresa, sino, "le devolvemos su dinero, sin preguntas". Más aún, basta una llamada telefónica para que esta empresa detecte la procedencia de la llamada y, nuevamente, se haga presente en minutos. A muchos chilenos les entran a robar a plena luz del día, y Carabineros de Chile se hace presente... nunca. Y nos pueden entrar a robar una y otra vez, y podemos echar raíces esperando que algún día la policía llegue. En caso que sí lo haga, la justicia puede tardar años, sí, años en castigar o recluir al antisocial que pueda haber atentado contra una residencia. Lo mejor que podemos hacer es juntar mucho dinero y pagárselo a un actuario para que agilice nuestro expediente.

Los chilenos no nos damos cuenta pero somos un país bastante corrupto. ¿Por qué no privatizamos las policías y las agencias de justicia? De este modo, le devolveríamos a los individuos la "capacidad de elegir" que mencionábamos al principio. ¿Por qué no podemos elegir nuestro propio servicio policial, que nos garantice protección, y una agencia de justicia, que nos ofrezca eficiencia y celeridad? La justicia estatal es lenta y corrupta, los jueces son prepotentes, los actuarios son chupasangres, los notarios, inútiles, y los abogados... mejor abandonemos los apelativos. Privatizar las agencias de justicia es urgente. El mundo es demasiado complejo y el estado es cada vez más anacrónico. ¿No es acaso, un programa de TV como el de la Doctora Polo, una forma de justicia privatizada, y mucho más ágil que la pusilánime y carísima justicia estatal?

Mencionábamos a Dinamarca y su economía excepcionalmente abierta. Mientras el ex presidente Allende las embestía contra los capitales extranjeros, vemos que un país "corporativo" como Dinamarca necesita alentar la llegada del capital foráneo. Éste último no requiere, si bien agradece, una banca ultramoderna o un sistema financiero tremendamente expedito. El capital y los inversionistas pueden capear estas dificultades. Pero la corrupción jamás alentará la importación de capitales y menoscaba su consecuente creación de mercados. El gobierno debe centrarse en lograr transparencia, y para ello, al estado debemos reducirlo a su mínima expresión.

Nuevamente, nuestros gobernantes envían señales contradictorias. Mientras el ministro Velasco aprende de la experiencia danesa, la presidenta Bachelet insiste en hacer negocios con el corrupto y estatista Chávez y su dudosa PDVSA, incluso desoyendo los consejos de su propio ministro de Hacienda. Por otro lado, incrementar el aporte patronal en la previsión de los trabajadores es un desaliento a las pymes, pero el gobierno parece no entender. Tampoco persigue disminuir el radio de acción estatal con las nuevas propuestas para las AFP, ni tampoco hay intención de privatizar Codelco.

Como vemos, todas las políticas sociales y económicas que tiendan a disminuir el poder del gobierno, reducir el estado y mejorar la apertura y el flujo de capitales siguen siendo ignoradas a nivel dirigencial. La educación municipal aún no se desmantela a favor de un sistema de fomento a la demanda. Las pensiones parecen empantanadas y listas para hundirse en el lodo del estatismo. El gobierno quiere seguir aferrándose a las empresas estatales. El símbolo de todo lo nefasto de la ingeniería social de la Concertación ha sido el Transantiago, pero los chilenos siguen delirando con ese constructo llamado estado y las maravillas de sus ingenieros sociales, hijos bastardos de los planificadores de antaño. La solución que ellos nos proponen: más regiones y más diputados.

El liberalismo en la segunda mital del siglo XIX diseñó las bases de nuestra república, y si bien la tarea fue incompleta, al menos fue noble y cumplió bastantes de sus objetivos. El mundo ha cambiado demasiado y el liberalismo de hoy propone una nueva estructura social y económica, que extienda la libertad individual y fomente el respeto a nuestra capacidad para elegir entre múltiples opciones. En este blog, Chile Liberal, seguiremos defendiendo nuestra libertad para elegir.

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martes, 1 de mayo de 2007

El regreso del idiota

Por Mario Vargas Llosa
Hace diez años apareció el Manual del perfecto idiota latinoamericano en el que Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa arremetían con tanto humor como ferocidad contra los lugares comunes, el dogmatismo ideológico y la ceguera política que están detrás del atraso de América Latina. El libro, que golpeaba sin misericordia, pero con sólidos argumentos y pruebas al canto, la incapacidad casi genética de la derecha cerril y la izquierda boba para aceptar una evidencia histórica -que el verdadero progreso es inseparable de una alianza irrompible de dos libertades, la política y la económica, en otras palabras de democracia y mercado-, tuvo un éxito inesperado. Además de llegar a un vasto público, provocó saludables polémicas y las inevitables diatribas en un continente "idiotizado" por la prédica ideológica tercermundista, en todas sus aberrantes variaciones, desde el nacionalismo, el estatismo y el populismo hasta, cómo no, el odio a Estados Unidos y al "neo liberalismo".
Una década después, los tres autores vuelven ahora a sacar las espadas y a cargar contra los ejércitos de "idiotas" que, quién lo duda, en estos últimos tiempos, de un confín al otro del continente latinoamericano, en vez de disminuir parecen reproducirse a la velocidad de los conejos y cucarachas, animales de fecundidad proverbial. El humor está siempre allí, así como la pugnacidad y la defensa a voz en cuello, sin el menor complejo de inferioridad, de esas ideas liberales que, en las circunstancias actuales, parecen particularmente impopulares en el continente de marras.
Pero ¿es realmente así? Las mejores páginas de El regreso del idiota están dedicadas a deslindar las fronteras entre lo que los autores del libro llaman la "izquierda vegetariana" con la que casi simpatizan y la "izquierda carnívora", a la que detestan. Representan a la primera los socialistas chilenos -Ricardo Lagos y Michelle Bachelet-, el brasileño Lula da Silva, el uruguayo Tabaré Vásquez, el peruano Alan García y hasta parecería -¡quién lo hubiera dicho!- el nicaragüense Ortega, que ahora se abraza con, y comulga con frecuencia de manos de su viejo archienemigo, el cardenal Obando. Esta izquierda ya dejó de ser socialista en la práctica y es, en estos momentos, la más firme defensora del capitalismo -mercados libres y empresa privada- aunque sus líderes, en sus discursos, rindan todavía pleitesía a la vieja retórica y de la boca para fuera homenajeen a Fidel Castro y al comandante Chávez. Esta izquierda parece haber entendido que las viejas recetas del socialismo jurásico -dictadura política y economía estatizada- sólo podían seguir hundiendo a sus países en el atraso y la miseria. Y, felizmente, se han resignado a la democracia y al mercado.
La "izquierda carnívora" en cambio, que, hace algunos años, parecía una antigualla en vías de extinción que no sobreviviría al más longevo dictador de la historia de América Latina -Fidel Castro-, ha renacido de sus cenizas con el "idiota" estrella de este libro, el comandante Hugo Chávez, a quien, en un capítulo que no tiene desperdicio, los autores radiografían en su entorno privado y público con su desmesura y sus payasadas, su delirio mesiánico y su anacronismo, así como la astuta estrategia totalitaria que gobierna su política. Discípulo e instrumento suyo, el boliviano Evo Morales, representa, dentro de la "izquierda carnívora", la sub-especie "indigenista", que, pretendiendo subvertir cinco siglos de racismo "blanco", predica un racismo quechua y aymara, idiotez que, aunque en países como Bolivia, Perú, Ecuador, Guatemala y México carezca por completo de solvencia conceptual, pues en todas esas sociedades el grueso de la población es ya mestiza y tanto los indios y blancos "puros" son minorías, entre los "idiotas" europeos y norteamericanos, siempre sensibles a cualquier estereotipo relacionado con América Latina, ha causado excitado furor. Aunque en la "izquierda carnívora" por ahora sólo figuran, de manera inequívoca, tres trogloditas -Castro, Chávez y Morales- en El regreso del idiota se analiza con sutileza el caso del flamante presidente Correa, del Ecuador, grandilocuente tecnócrata, quien podría venir a engordar sus huestes. Los personajes inclasificables de esta nomenclatura son el Presidente argentino Kirchner y su guapa esposa, la senadora Cristina Fernández (y acaso sucesora), maestros del camaleonismo político, pues pueden pasar de "vegetarianos" a "carnívoros" y viceversa en cuestión de días y a veces de horas, embrollando todos los esquemas racionales posibles (como ha hecho el peronismo a lo largo de su historia).
Una novedad en El regreso del idiota sobre el libro anterior es que ahora el fenómeno de la idiotez no lo auscultan los autores sólo en América Latina; también en Estados Unidos y en Europa, donde, como demuestran estas páginas con ejemplos que producen a veces carcajadas y a veces llanto, la idiotez ideológica tiene también robustas y epónimas encarnaciones. Los ejemplos están bien escogidos: encabeza el palmarés el inefable Ignacio Ramonet, director de Le Monde diplomatique, tribuna insuperable de toda la especie en el viejo continente y autor del más obsecuente y servil libro sobre Fidel Castro -¡y vaya que era difícil lograrlo!-; y lo escolta Noam Chomsky, caso flagrante de esquizofrenia intelectual, que es inspirado y hasta genial cuando se confina en la lingüística transformacional y un "idiota" irredimible cuando desbarra sobre política. La Madre Patria está representada por el dramaturgo Alfonso Sastre y sus churriguerescas distinciones entre el terrorismo bueno y el terrorismo malo, y los Premios Nóbel por Harold Pinter, autor de espesos dramas experimentales raramente comprensibles y sólo al alcance de públicos archiburgueses y exquisitos, y demagogo impresentable cuando vocifera contra la cultura democrática.
En el capítulo final, El regreso del idiota propone una pequeña biblioteca para desidiotizarse y alcanzar la lucidez política. La selección es bastante heterogénea pues figuran en ella desde clásicos del pensamiento liberal, como Camino de servidumbre, de Hayek, La sociedad abierta y sus enemigos, de Popper, y La acción humana, de von Mises, hasta novelas como El cero y el infinito, de Koestler, y los mamotretos narrativos de Ayn Rand El manantial y La rebelión de Atlas. (A mi juicio, hubiera sido preferible incluir cualquiera de los ensayos o panfletos de Ayn Rand, cuyo incandescente individualismo desbordaba el liberalismo y tocaba el anarquismo, en vez de sus novelas que, como toda literatura edificante y propagandística, son ilegibles). Nada que objetar en cambio a la presencia en esta lista de Gary Becker, Jean François Revel, Milton Friedman y (el único hispano hablante de la selección) Carlos Rangel, cuyo fantasma debe sufrir lo indecible con lo que está ocurriendo en su tierra, una Venezuela que ya no reconocería.
Pese a su buen humor, a su refrescante insolencia y a la buena cara que sus autores se empeñan en poner ante los malos vientos que corren por América Latina, es imposible no advertir en las páginas de este libro un hálito de desmoralización. No es para menos. Porque lo cierto es que a pesar de los casos exitosos de modernización que señala -el ya conocido de Chile y el promisorio de El Salvador sobre el que aporta datos muy interesantes, así como los triunfos electorales de Uribe en Colombia, de Alan García en el Perú y de Calderón en México que fueron claras derrotas para el "idiota" en cuestión- lo cierto es que en buena parte de América Latina hay un claro retroceso de la democracia liberal y un retorno del populismo, incluso en su variante más cavernaria: la del estatismo y colectivismo comunistas.
Ésa es la angustiosa conclusión que subyace este libro afiebrado y batallador: en América Latina, al menos, hay una cierta forma de idiotez ideológica que parece irreductible. Se le puede ganar batallas pero no la guerra, porque, como la hidra mitológica, sus tentáculos se reproducen una y otra vez, inmunizada contra las enseñanzas y desmentidos de la historia, ciega, sorda e impenetrable a todo lo que no sea su propia tiniebla.