jueves, 20 de septiembre de 2012

Nuestro desafío al islamismo radical

A causa de la película The Innocence of Islam, han estallado fuertes protestas contra Occidente en el mundo musulmán, incluso también en Europa. Los principales periódicos europeos han arremetido con sátiras y caricaturas del Profeta. Recordemos que según el Corán, el texto sagrado del islam, es pecaminoso representar a Mahoma.

No pocos han exigido censurar a estos medios, y las amenazas no cesan. Ante este inaceptable intento de cohartar la libertad de expresiòn, Chile Liberal se pliega a los medios eurpoeos, como el periódico satírico Charlie Hebdo —incendiado anteriormente por radicales— y también publicamos aquí nuestra propia caricatura, con la que además rechazamos las declaraciones del gobierno francés que en vez de defender la libertad de expresión —baluarte de Occidente — ha claudicado ante el miedo a unos pocos energúmenos.

Hacemos gala de nuestros extraordinarios dotes artísticos —sólo comparables al talento de la señora Cecilia Giménez, restauradora del Ecce Homo— y acá va nuestro mono:


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sábado, 8 de septiembre de 2012

Mentiroso mentiroso


Nadie te cree, payaso



El gobierno de Chile ha manipulado las cifras de la pobreza, y debe asumir las graves consecuencias de su irresponsabilidad 

Cuando Granma, el periódico oficial de la dictadura cubana, fustigó al gobierno de Chile, el vocero Andrés Chadwick ironizó diciendo que "es un honor" ser el blanco de un medio como aquel. Sin duda, un honor. Lamentablemente para el gobierno, no es ningún honor que el prestigiso Financial Times compare al gobierno con las "malas prácticas" —como diría Andrés Velasco— , de la cleptocracia de los Kirchner, en Argentina. Piñera no pudo sino minimizar el incidente, descalificando al FT como un medio "sesgado".

Primero, entendamos el gravitas de este periódico. Las pink pages son omnipresentes. Lo típico, cuando abordas un British Airways, en la cabina tienen las páginas rosa. Llegas al London City Airport, en las tiendas está a la venta las páginas rosa. En el hotel, junto al buffet para el desayuno, tienen una rumba de ejemplares del Financial Times. Llegas a la City a visitar a tus clientes, y mientras esperas en recepción, ¿qué tienen para leer? ¡El Financial Times! Su prestigio e influencia los ha logrado gracias a su excelencia e independencia —desconocidos en la prensa chilena— además de su honestidad en defender la democracia liberal y la economía de mercado, siendo ambas el pilar de nuestra civilización. Un medio escrito serio no puede hacer otra cosa sino defender estos principios, además de informar y formar a sus lectores.

Como tristemente sabemos, el gobierno anunció con boato que la pobreza se había reducido, rompiendo la inercia que arrastraría desde el gobierno anterior, bajo la conducción económica de Andrés Velasco. En Tolerancia Cero, el ministro Lavín se defendió torpemente ante los cuestionamientos de que, primero, la  caída se encuentra dentro del margen de error, y segundo, no han podido aclarar satisfactoriamente la razón de los cambios metodológicos ni la mensualización de un bono que distorsiona los resultados, situaciones denunciadas por un reportaje de Ciper, un centro de estudios. Las diapasón aumentó hasta volverse insoportable.

Once is a happenstance...
Esta ya es la tercera vez que el gobierno de Piñera procura malograr el principal recurso natural de Chile: su credibilidad. El fiasco de AngloAmerican, recién rectificado, fue la primera torpeza, incomprensible en un gobierno que pretenda ser business-friendly. El segundo, los serios cuestionamientos al supuesto fin de las listas de espera en la atención del sistema de salud pública.

Ahora, el incidente de la encuesta CASEN, añade un factor más, la mauvaise foi. Porque el gobierno ha mentido descaradamente, no una vez festejando lo que no es, ni dos veces, manipulando las preguntas, ni tres, descalificando las críticas. Sino que cuatro, al no asumir sus errores. Esta maquinación propagandística à la Kirchner exige, como mínimo, la renuncia de Joaquín Lavín, ministro de Desarrollo Social (un ministerio inherentemente absurdo, pero capaz de causar gran daño). Un pez gordo debe caer, luego que rodaran cabezas de los encargados técnicos tanto de gobierno como de la Cepal.

El FT citó al ex ministro y actual precanditado presidencial Andrés Velasco, quien ha aprovechado esta oportunidad para reafirmar sus pergaminos de presidenciable. Su explicación además es atinente, ya que en su calidad de ex ministro tiene mucho que decir sobre las novedades técnicas empleadas en este gobierno. 

Cabe destacar que en Chile Liberal hemos sostenido que la pobreza en Chile no va a disminuir. Después de 20 años de ayudas sociales, bonos, educación municipal, y todo tipo de dádivas, la pobreza ha sido erradicada, al menos dentro de las posibilidades de un gobierno. Ahora nos enfrentamos a una pobreza dura, que no responde a los criterios conocidos. Se podrá duplicar o triplicar el presupuesto para planes sociales, pero con suerte la pobreza se disminuirá apenas unas pocas décimas, a lo cual se aplica el fenómeno ricardiano de los rendimientos decrecientes. Se requiere otro enfoque, ahora que los gobiernos ya ha hecho lo que han podido.

En lo inmediato, estamos en presencia de un acto inexcusable de este gobierno, que ha dañado la reputación del país, y ha mermado la fe pública en las instituciones técnicas. Y más aún, hipócritamente, continúan la mala fe de negar lo que todos hemos visto. La renuncia de Lavín sería un acto tan expiatorio como improbable porque Piñera elegirá sabotear sus extraordinarios logros hundiéndose en mal entendidas lealtades personales. Lo único que lo mantiene a flote es que la oposición continúa desarticulada, añorando el regreso de la ex presidenta, en vez de reforzar a Velasco en su labor opositora.

domingo, 2 de septiembre de 2012

La Confession d'un enfant du siècle



En uno de los muchos cines del barrio Montparnasse, Vuestro Humilde Servidor vio la excelente producción francesa La Confession d'un enfant du siècle, adaptación de la obra homónima del novelista francés Alfred de Musset, y que recomendamos a los contertulios de Chile Liberal.

El film, dirigido por Sylvie Verheyde, cuenta en el reparto con la francesa Charlotte Gainsbourg, la hija del mítico cantante Serge Gainsbourg, y con el rockero inglés Pete Doherty, quien debuta en la pantalla grande con una actuación que calificaremos de curiosa

El personaje principal es Octave, un hombre desgarrado por sus instintos libertinos, quien al no lograr reponerse del engaño de su amada, se deja llevar por un hedonismo a destajo, "la enfermedad de nuestra era", sin que su lado nostálgico y taciturno deje de atormentarlo en la búsqueda de un amor tradicional. 

Nadie puede sostener que el ex líder de The Libertines deslumbra con su histrionismo, pero el papel calza a la perfección con la historia personal de Pete Doherty, lo que por momentos da la impresión que Octave, el protagonista, es la versión decimonónica de Doherty, aunque más dandy y más philosophe.


La paradoja que se nos presenta es que las confesiones de un muchacho del siglo XIX no son muy distintas de las del siglo XX, ni del siglo XXI. Ni probablemente, de ningún siglo de la historia.

El film es de época por la ambientación y vestuarios de un París que, gracias a Alfred de Musset, le daba a Occidente el romanticismo, con un dramático telón político de fondo en que el país era una potencia imperialista convulsionada por revoluciones políticas internas y extenuantes guerras. Pero su temática existencial, el drama de un hombre desgarrado por los celos frente un amor obsesivo, el conflicto político-social y la manida crisis moral son tópicos que nos han acompañado desde siempre, y seguirán con nosotros mientras exista el amor no correspondido.

La fotografía recurre a la cámara temblorosa, hoy omnipresente gracias a las cámaras de mano, dándole un aire intensamente actual y realista a lo que en verdad es una narración abstracta, en la Francia de 1830.

Los pedantes desde luego dirán —como siempre— que "el libro es mejor que la película", o que la película deja de lado esto y lo otro. Nunca es feliz la traducción de una novela en un film, por lo mismo, es estúpido juzgar una película por su fidelidad al original.

Como film, el mérito de Confesión de un muchacho de nuestro siglo es mostrarnos que el amor de Alfred Musset por la novelista George Sand sigue vigente en la era del rock, de Pete Doherty y The Libertines. Una película que no obstante haber sido despedazada por los especialistas, Chile Liberal recomienda no perdérsela.