I can't stand this indecision
Married with lack of vision
Everybody wants to rule the world
"Everybody Wants To Rule The World" (Tears For Fears, 1985)
El Congreso debe nombrar un Comité de Expertos para que redacte la Nueva Constitución junto a un Comité Ciudadano nombrado al azar
En Chile Liberal pedimos una Constitución breve, ideológicamente neutra, y duradera. La Convención Constitucional no hizo lo primero, ni lo segundo, ni tampoco lo tercero. Produjo un borrador de casi 500 artículos de extensión, partisanamente woke, y tan deficiente que necesitaba reformas incluso antes de su eventual proclamación. Fue plebiscitado ante la ciudadanía y sufrió correctamente un Rechazo taxativo e inapelable.
Desde esta tribuna ya establecimos que el gran conflicto de nuestra era es la brega entre el pueblo y las élites. Luego del colapso de la Unión Soviética y el consecuente fin del socialismo real, el esquema establecido en la Constitución de 1980 quedó caduco. Necesitábamos una institucionalidad para el mundo post-Guerra Fría, para responder al desafío del cambio climático, la desigualdad relativa, y la difuminación de las fronteras nacionales. Pero el conflicto entre pueblo vs élite es tan profundo que incluso fue la causa misma del fracaso estrepitoso de la tristemente célebre Convención Constitucional: los convencionales de izquierda se obnubilaron por el triunfo y se constituyeron como una nueva élite. Propusieron un borrador atiborrado del lenguaje de la izquierda brahmánica, como la llama Thomas Piketty, un economista francés. El divorcio entre las clases populares y la izquierda es patente.
La lección que aprendimos de la fallida Convención es que este sistema de redacción, mediante un órgano paralelo al Congreso, otorgando carte blanche y compuesto por miembros elegidos por una única vez, no logra un Borrador de unidad, ni representatividad, ni adhesión. Tampoco proporciona calidad técnica. El Plebiscito de Salida debía ser un referendo, es decir, un trámite más bien aburrido donde acudiría la masa del electorado a una mera ratificación, pero la Convención lanzó una molotov al país, enfrentó a unos contra otros, inflamó los ánimos, y todo salpicado de contradictorios y sinuosos meandros jurídicos en un refrito incomprensible de conceptos de las ciencias sociales y del mundo académico. Los independientes se desempeñaron incluso peor que los pocos eruditos.
Chile Liberal invitó, en lo más álgido del Estallido Social, a Sebastián Piñera a proponer una Nueva Constitución, mediante una Convención Constitucional. Fue un error. Desechada para siempre esta opción por la irresponsabilidad de los convencionales, ahora proponemos enmendar el rumbo.
Un Comité de Expertos, más un Comité Ciudadano aleatorio, mandatado por el Congreso Nacional
Proponemos a Gabriel Boric dar curso a un nuevo proceso, expedito, para producir la mentada Constitución breve, neutra, y duradera. Esta vez, el Congreso Nacional extenderá una invitación a un Comité de Expertos (CdE) para que redacten una Carta Magna desde donde emanará una institucionalidad apta para la nueva era. No para satisfacer caprichos.
Primero, deberá el propio Congreso producir un Mandato Constitucional, donde se establecerá el mission statement de lo que será el trabajo del Comité de Expertos. Será un acuerdo de caballeros y damas, que se basará mucho sobre la palabra empeñada y los acuerdos tácitos. Se dejará claro que deben trabajar de forma desideologizada, y que deben reflexionar y luego decidir cómo deben reestructurarse los equilibrios entre los poderes del Estado.
En el Mandato Constitucional quedará establecido que la Nueva Constitución tendrá máximo 10 mil palabras y 20 artículos. Estará constituida de tres partes:
* Un Preámbulo, que ordenará el trabajo
* 20 Artículos, donde se establecerá la institucionalidad (10 mil palabras máx)
* Una Carta de Derechos y Deberes Ciudadanos, que incluirá derechos a prestaciones de salud, educación, agua, etc.
El problema del Borrador de la Convención es que sus caóticos 500 artículos fueron ilegibles y desestructurados. Ahora proponemos una estructura similar a la de la Constitución de Estados Unidos, que consta de un preámbulo, unos pocos artículos, y el Bill Of Rights con las Enmiendas, donde se establecen varios derechos (como p.ej. el de portar armas, o la privacidad, como ya vimos). Proponemos a Gabriel Boric preceptuar así al Congreso y luego el trabajo del Comité para asegurar que el texto sea aprobado cómodamente en un referendo sereno, que será rechazado por la Ultraderecha y el Partido Comunista, pero que el grueso del electorado visará sin grandes reparos.
El CdE será formado por no más de 8 personas, entre juristas, académicos e intelectuales destacados. Se nombrará recurriendo a la buena fe de los congresistas.
Se les exigirá además usar las Constituciones pasadas, inlcuido los apuntes de los Cabildos de Bachelet y el Borrador rechazado, y primero que todo tendrán qu emitir un informe donde establezcan a priori qué es lo que detectaron que está mal del orden constitucional de nuestros 200 años de historia republicana, y cómo planean cotejarlo con las demandas actuales de los votantes.
Pero lo más novedoso que propone Chile Liberal es el Comité Ciudadano (CC). Esto es simplemente un Focus Group. El Servel elegirá al azar, tal como se hizo en la Convention en Irlanda, a 20 miembros de la comunidad, sin mediar elecciones, ni listas, ni cháchara. Estas 20 personas asistirán algunos Sábados en la tarde (como en Irlanda) a una sesión con el Comité de Expertos, donde se les explicará lo redactado. En un ambiente distendido y de bonhomía, los ciudadanos plantearán sus consultas, y los expertos tendrán que ser capaces de explicar con peras y manzanas su trabajo. Al final, como se ha hecho en algunos programas de TV, el Comité Ciudadano votará y así sabremos si esta muestra aleatoria de votantes quedó satisfecha con el trabajo del Comité de Expertos.
Si el Nuevo Borrador es breve y pulcro, este método será productivo. Las sesiones se pueden transmitr por YouTube, y se publicará sagradamente un Acta, donde se recogerán las explicaciones y el feedback ciudadano. El CdE luego definirá cómo adoptará las reacciones expresadas por el CC. Se puede nombrar más de un Comité Ciudadano, y los Expertos pueden desplazarse a Regiones para sostener estos encuentros. Pueden incluso organizarse sesiones ad-hoc con dirigentes vecinales, y por invitación, a gremios (médicos, profesores, abogados, sindicatos de trabajadores, uniones estudiantiles).
Particularmente interesante sería al final invitar a los ex Presidentes para que entreguen su opinión y su visión de los desafíos que vieron en el pasado y qué creen que puede ayudar en la Nueva Constitución.
En resumen, proponemos a Gabriel Bric un Comité de Expertos que realice la redacción, con la asistencia de un Comité Ciudadano aleatorio, realizando algunas sesiones conjuntas, trabajando bajo un Mandato del Congreso para producir un resultado que debe concitar gran apoyo ciudadano. El Nuevo Borrador debe ser breve, compuesto por un Preámbulo, un articulado sucinto, y una Carta de Derechos en una sección aparte. Desde Chile Liberal seguiremos la discusión y nos aseguraremos que sea exitoso.