Cuando Cristina Fernández anunció que estatizaba la petrolera, no pocos en Chile aplaudieron a rabiar. Incluso hablaron de "ejemplo".
El ex candidato Marco Enríquez Ominami elogió esta usurpación; por su parte, la Confech exigió hacer lo mismo en Chile para financiar la educación e imitar el excelente modelo gratuito allende los Andes.
Pero transcurridos algunos meses de la supuestamente paradigmática movida del gobierno argentino, el socialdemócrata The Guardian revela lo que la clase bienpensante auguró: la economía argentina se paralizó después de la estatización. Nos preguntamos si la Confech y los los populistas en Chile insistirán en robar estatizar las inversiones de cobre que Chile ha recibido hasta paralizar la economía chilena, como ocurrió en los años 70. Una de las pocas voces que inequívocamente se alzó contra la ridiculez del gobierno de Fernández fue el ex ministro y ahora candidato presidencial Andrés Velasco.
El daño ahora está hecho, pero que sirva en Chile no como ejemplo, sino como lección de lo que no debemos hacer. Además, sirve para discernir los candidatos populistas de los serios.
El daño ahora está hecho, pero que sirva en Chile no como ejemplo, sino como lección de lo que no debemos hacer. Además, sirve para discernir los candidatos populistas de los serios.
Pero qué boluda fui... la cagué. Pero en Chile me van a aplaudir igual, che |
Invito a los lectores de esta tribuna a leer el artículo completo de The Guardian, traducido y publicado por Clarín de Argentina.
América Latina levanta vuelo mientras Europa se desploma
Los cajeros automáticos de Santiago de Chile se están quedando sin dinero, pero no se trata de una corrida bancaria. Los consumidores chilenos simplemente están gastando billetes tan rápido que no dan tiempo a que se los reponga. En Bogotá, se levantan nuevos rascacielos para crear el espacio de oficinas y comercio minorista que necesita una economía en crecimiento. México –el nuevo niño mimado de los inversores extranjeros- supera con creces los pronósticos de PBI. Brasil, que el año pasado desbancó al Reino Unido del puesto de sexta mayor economía mundial, acaba de anunciar un plan de estímulo de 66.000 millones de dólares además de los generosos fondos que asignará a los preparativos para la Copa Mundial 2014 y las Olimpíadas de 2016.
La música de fondo económica en América Latina durante la mayor parte de este año difícilmente podría marcar un mayor contraste con la de la Unión Europea, empantanada en la crisis financiera, deprimida por la austeridad y cayendo nuevamente en recesión.
América Latina ahora se está reacomodando, ya que la mayoría de los países espera un crecimiento más lento pero todavía firme y algunos se preparan para utilizar sus abundantes reservas para escapar de la caída de la actividad económica mundial a través del gasto.
Su capacidad para soportar la tormenta que se avecina tendrá implicancias de largo plazo para la imagen de una región que hasta hace poco era sinónimo de turbulencias financieras. Últimamente, muchos de los gobiernos de la región recibieron elogios de la ONU, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial por acumular sólidas reservas y mantener niveles en general bajos de deuda pública.
Esto les da más margen para abrir las canillas del estímulo fiscal cuando la economía comience a flaquear, como hizo Brasil esta semana con el anuncio de un paquete de estímulo de 133.000 millones de reales. Si pueden evitar los peores coletazos de la crisis internacional sin quedar sumergidos en deudas –como ocurrió con la mayoría de las naciones de Europa en 2008-, reforzarían el buen nombre que ganaron por una administración económica prudente.
Varios años de fuerte crecimiento en las economías de desempeño más sólido han creado un impulso visible. En Santiago, el fuerte aumento de los precios de las propiedades, cientos de nuevos restaurantes y verdaderas selvas de grúas en el paisaje urbano indican que la economía chilena ha logrado atravesar las primeras etapas de la última crisis. Las ventas de autos se multiplicaron a tal punto el año pasado que en un momento el gobierno se quedó sin chapas patentes y debió reemplazarlas por placas de cartón.
Con un crecimiento del PBI calculado en 4,5 por ciento para este año, más robustas reservas públicas, Chile está en condiciones de capear las posibles consecuencias de la crisis europea. "Tenemos una situación bastante cómoda para enfrentar los desafíos de 2012", dijo este año a la prensa la directora de presupuesto Rosanna Costa en Santiago. El gobierno cuenta con un fondo de estabilización calculado en 14.000 millones de dólares que puede usarse para estimular la economía a través de proyectos de obras públicas o inyecciones de efectivo, de acuerdo con las necesidades.
Perú también vive una expansión sostenida, mientras que Venezuela, con el impulso de las ventas de petróleo y el importante gasto preelectoral de Hugo Chávez, podría crecer más del 5 por ciento, aunque su capacidad para pagar las cuentas dependerá de que los precios del petróleo estén altos.
Hay algunas excepciones significativas a estas tendencias. La economía argentina se paró en seco luego de la nacionalización de los activos locales de la petrolera española YPF, lo que indica que la influencia de los mercados financieros globales sigue siendo fuerte en América Latina.
Aun así, se prevé que la región crecerá un 3 o 4 por ciento este año –una situación privilegiada si se la compara con la depresión que castiga a los países latinos del Viejo Mundo-. Portugal, España e Italia estuvieron entre las naciones de peor desempeño cuando la UE esta semana anunció que el PBI de la zona euro había caído 0,2 por ciento en el último trimestre.
Los contrastes son notables. Mientras España ruega que le den un rescate, Juan Carlos Echeverri, ministro de Hacienda de su ex colonia Colombia, este año se jactó de que su gobierno "no necesita más ingresos". Gracias al crecimiento de la tasa de inversiones externas, la caída del desempleo y un crecimiento anual de 4,5 por ciento durante más de una década, se considera que las finanzas de su país están en buena forma para resistir las repercusiones de la crisis europea.
Aunque el estado de ánimo ha caído un poco en los últimos meses, se siguen construyendo símbolos de riqueza. Colombia está levantando el rascacielos más alto del país, el edificio BD Bacata de 66 pisos, que albergará un centro comercial, oficinas y departamentos de lujo.
El magnate inmobiliario español responsable del proyecto, Venerando Lamelas, dijo que marchaba al ritmo de los tiempos. "Al mercado europeo no le está yendo bien. América Latina es muy importante y, dentro de América Latina, el mejor mercado es Colombia", señaló en declaraciones a un diario local.
Otros corren detrás de las oportunidades atravesando el Atlántico. Gonzalo Rodríguez hace poco renunció a su empleo de operador del mercado de bonos en España y se mudó a Brasil para trabajar en una empresa de energía que diseña líneas de transmisión para parques eólicos.
"No gano tanto aquí como en España pero pienso en lo que ocurrirá de aquí a cinco años", señaló el joven de 25 años en Copacabana. "Hay un 100 por ciento más de potencial de crecimiento en la energía brasileña que en los bancos españoles. En España hay muchísima gente con talento que no encuentra empleo. Aquí sucede lo contrario. No tienen suficientes trabajadores calificados."
Los próximos meses pondrán a prueba semejante optimismo. Brasil se ha visto más afectado que cualquier otro país por la caída económica de otras regiones –en particular, la mayor debilidad de la demanda china de materias primas-. Es probable que este año crezca más lentamente –alrededor del 2 o 3 por ciento- que cualquiera de las grandes economías regionales, lo que llevó a la presidente Dilma Rousseff a lanzar el importante paquete de estímulo anunciado esta semana.
Sin embargo, tiene dinero para gastar. Las reservas internacionales de Brasil pasaron de 38.000 millones de dólares en 2002 a más de 370.000 millones, un fondo considerable para hacer frente a la crisis mundial.
"En el pasado, cuando el mundo estornudaba, nosotros teníamos neumonía. Ya no es así," expresó Rousseff este año. "Puedo asegurarles que Brasil está un 100 por ciento, un 200 por ciento, un 300 por ciento preparado."
Muchos economistas se preguntan si Brasil y la región en general serán tan resistentes esta vez. La fuerte demanda china de soja, petróleo, cobre y otras materias primas ayudó a América Latina a atravesar la crisis de 2008-09. Esta vez, con la caída de la actividad en China, tendrá que meter la mano más hondo en sus reservas. Aunque las finanzas públicas están mucho más fuertes que en los 80 y los 90, la gran pregunta es si Brasil ha invertido lo suficiente en capital humano.
"Los puestos importantes aquí en Brasil ahora están siendo ocupados por europeos, en especial de España y Portugal", dijo Nelson de Sousa, profesor de finanzas de la escuela de negocios Ibmec. "No hemos invertido lo suficiente en educación y capacitación. Esa es nuestra gran dificultad, una dificultad muy distinta a los problemas que afronta Europa."
"El gobierno brasileño gasta mucho pero mal. Dilma es conciente de eso pero hay una gran diferencia entre saber qué hay que hacer y poder hacerlo."
Pero si ella –y otros dirigentes de la región- tienen éxito, mucho más que la antorcha olímpica pasará este año de Europa a América Latina.
TRADUCCIÓN: Elisa Carnelli
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