miércoles, 11 de noviembre de 2015

Escándalo Ceroni: Por qué publicar sus mensajes fue lo correcto


El diputado violó las reglas del Congreso, y El Dínamo sólo cumplió su función fiscalizadora

Hay ciertos temas que debiesen generar gran debate por el impacto que tienen sobre todos nosotros. Así como hay otros temas que son nimiedades, en los cuales no debiésemos perder nuestro valioso y escaso tiempo. La tasa de interés que fija el Banco Central es, por ejemplo, un gran tema, y debiese ser profusamente debatida ya que afecta la vida cotidiana de cada uno de nosotros, pero es una cuestión relegada a las secciones de Economía y Finanzas de los periódicos, y acaban por ser marginadas por el gran público. En cambio, los mensajes homo-eróticos, vía WhatsApp, de algún diputado de la república no merecen mayor atención ya que debiesen ser inmediatamente repudiados, pero lamentablemente debemos referirnos a ello producto de la trifulca en que Chile Liberal se vio envuelto anoche por defender algo extraordinariamente fácil de entender: lo que haga cualquier parlamentario en el hemiciclo, en sesión pública, es de interés público.

Ocurrió ayer que "El Dínamo", un medio informativo virtual, sorprendió al diputado Guillerno Ceroni, casado, sexteando a otros tres hombre, en tres sesiones de la Cámara, y lo publicó. Como ya enunciamos, el comportamiento del diputado no sólo es poco profesional sino que atenta directamente en contra del Código de conductas parlamentarias, que dice, por ejemplo:

Art. 2º
Todo parlamentario, por ser representante de los ciudadanos, quienes lo ven como modelo de conducta, de esforzarse por actuar, en todos los aspectos de su vida, conforme a las virtudes de un ciudadano ejemplar.
Art. 3°
Los Diputados deberán permanentemente observar una conducta moralmente intachable y una entrega honesta y leal al desempeño de la función y de su cargo, con preeminencia del interés general sobre el particular.
Se expresa en el recto y correcto ejercicio del poder público; en la razonabilidad e imparcialidad de las decisiones; en la rectitud en la ejecución de las actuaciones; en la integridad ética y profesional de los Diputados;
Artículo 6°.
La actividad de los Diputados debe inspirar la confianza de los ciudadanos, con el preciso objeto de fortalecer la credibilidad del Congreso Nacional y del Estado.
El Diputado debe actuar en forma tal de que su conducta pueda admitir el examen público más minucioso. Para ello, no es suficiente la simple observancia de la ley; deben aplicarse también los principios de conducta y ética públicos.



El diputado Ceroni no sólo engaña a su mujer sino que se dedica a esta faena en plena sesión. Para Chile Liberal él falta a la ética y al profesionalismo.

Ética en país católico
Algunos aducen que "quién no ha enviado un mensaje erótico durante su horario de trabajo". Pues para empezar, yo jamás he hecho aquello. En mis reuniones de trabajo, exijo que mi equipo apague sus teléfonos, y en función de la importancia de la discusión, incluso demando que no se enciendan los laptop. 

Ante una falta, al llamado "Cuarto Poder", la prensa, debiese exigir que los poderes formales del Estado trabajen correctamente. Cuando vemos enormes filas de espera para atenderse en centros de salud, u hospitales como El Pino que son insalubres, con campamentos que persisten en Chile y una creciente ola de delincuencia, Chile Liberal exige dedicación total y no que un parlamentario esté diciendo a otro sujeto que desea masturbarse junto a él ⎯⎯ en plena sesión en el hemiciclo.

En Chile tenemos una visión católica del matrimonio, o sea, tener amantes es algo connatural a estar casado, de hecho, es un signo de prestigio. El que tiene una amante es bacán. No sé si sea lo mismo cuando el amante es otro hombre, pero el asunto acá no es el contenido homosexual, sino el dedicarse a otras cosas. Por otro lado, en la cultura protestante, el matrimonio es no sólo nominalmente la base de la sociedad, sino que es en sí misma la institución que provee la máxima felicidad y realización personal. La gente casada es lógicamente más feliz y por tanto más productiva ya que se dedica más a su trabajo, no se necesita de encuestas ni estudios para comprobarlo. Por lo mismo, en Chile Liberal hemos insistido que el matrimonio debe estar disponible para parejas del mismo sexo.

Es lógico pedirle a un parlamentario, entonces, que si está casado que se dedique a su trabajo. Las cuestiones personales debe atenderlas en casa.

La opinión mayoritaria del vulgo desde luego ha sido "qué tanto". Como el chileno además no sabe diferenciar cuestiones personales y cuestiones de trabajo, además de ser el mayor "sacador de vuelta" en la OCDE , no ven nada reprochable en lo que hizo Ceroni, o al menos no ven la necesidad de que se publique, total, el diputado hace lo mismo que el populacho: saca la vuelta y tiene un amante. Añadamos esta última moda de que los parlamentarios deben ser tan idiotas como el votante promedio, y nos encontramos con que Ceroni ha gozado de una defensa cerrada, e incluso, El Dínamo se disculpó. Ya empieza a exigirse la cabeza de su director.

El diputado Ceroni no ha actuado con la integridad ética que exige su cargo, violando normas morales y profesionales. Éstas se encuentran consignadas en el código de conducta que él debe seguir al asumir el cargo. En momentos en se respira la furia ciudadana ante la desidia de sus representantes, generosamente remunerados para que trabajen, los periodistas hicieron bien en denunciar. El diputado no pasó "el examen público más minucioso", que demanda el Congreso en sus normas.

Por lo explicado en este post, acá se actuó correctamente y los periodistas cumplieron su función. Chile Liberal los apoya y queremos seguir viendo este nivel inquisitivo en la prensa.

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