La visita de la presidenta argentina es ahora un recuerdo. ¿Ganó algo Chile con todo esto?
No hubo sólo protocolo ni refinados manjares aparte de intelectuales, ex presidentes, y hasta futbolistas, sino besuqueos, ditirambos mutuos que llegaron hasta el llanto (¡era que no!). No obstante, la visita Cristina Fernández, presidenta de Argentina, debe dejarnos muy preocupados.
Primero, Sebastián Piñera incomprensiblemente no reprochó en público la inaceptable política proteccionista que propicia allende los Andes el oscuro secretario de Comercio, Guillermo Moreno, quien no cesa de aplicar a su antojo restricciones al libre comercio, lo que ha provocado una balanza comercial negativa para Chile en nada menos que US$ 3.700 millones. A los propios argentinos les afecta ya que Chile Liberal comprueba tanto en la prensa como por testimonios de amigos argentinos que el desabastecimiento es una triste realidad en Argentina.
Si la balanza comercial fuese negativa porque Chile posee una mano de obra torpe, adquiere insumos caros, no goza de infraestructura eficiente, sus modelos de negocio son obsoletos, o sea, si su productividad fuese baja, entonces nada diríamos, sólo nos quedaría mejorar la productividad y competir en buena lid. Pero el fenómeno de la enorme balanza negativa se debe exclusivamente a las arbitrariedades discrecionales de un burócrata que hasta se ha jactado ejercer su función a punta de pistola.
¿Por qué Piñera le da besuqueos a Fernández y no condena de una buena vez este mariconeo contra la industria nacional? LAN, Enap, hasta el salmón chileno han sufrido los desvaríos del gobierno argentino. Esto es completamente i-na-cep-ta-ble.
Como si fuese poco, Cristina declara que en Chile le gritaron que las Malvinas son argentinas. La política de Piñera ha sido errática. Como ya hemos establecido, éste es exclusivamente un problema bilateral entre el Reino Unido y Argentina. ¿Qué tiene que ver Chile en todo esto? ¿Estamos para hacer causa común en un conflicto que no nos compete? ¿Vamos a terminar como Perú bloqueando barcos ingleses?
Absurdamente, Fernández trató de hacernos creer que el Reino Unido busca apropiarse de algunas riquezas naturales, ya que al parecer habría petróleo en el Atlántico Sur. Falso. Tal como se demostró en la liberación de Libia, mucho más fácil es simplemente ir y comprar el petróleo sin involucrarse en conflictos bélicos, lección que las potencias imperialistas (Inglaterra y Francia) aprendieron amargamente en el siglo 19. Si el gobierno no es institucional ni democrático, sino una tiranía, basta corromper a los políticos y comprarles el petróleo sin enredarse en costosos enfrentamientos militares. Mientras que los británicos sufren los embates del más feroz plan de austeridad que Occidente ha visto desde la II Guerra Mundial, es difícil explicarle al ciudadano de a pie en Gran Bretaña que debe pagar cada vez más impuesto, disponer de menos seguridad social, y cada vez menos enfermeras y profesores, para que el país se dé el gustito de mover costosos portaviones para pelear por dos islas en el poto del mundo. Si Cristina cree todo esto, está fumando de la mala, y se pegó unas buenas pitiadas con Don Piñi parece.
Pero las falacias continuaron cuando la jefa de gobierno argentino alertó que el Reino Unido buscaba apropiarse de la Antártida, lo que afectaría los intereses de Chile. La zona que reclama Chile en el continente blanco se superpone a la que reclama Argentina, ambas llamadas Tierra de O'Higgins y Tierra de San Martín respectivamente. Tendría que Chile ser muy inocente para creer que en caso de conflicto por la Antártida, Argentina no la reclamará como propia.
Europa ha disfrutado de más de medio siglo de paz luego de reconstruirse sobre el pilar del libre comercio. En el cono sur debiésemos apuntar a lo mismo para asegurar la paz mediante el libre flujo de personas y capitales. Pero ya en abril se intensificarán más las restricciones argentinas, esta vez sobre bienes y servicios. No obstante, mañana, cuando los conservadores chilenos lloriqueen que "hay que proteger la industria nacional" e impongan trabas y aranceles, tendremos que salir a luchar contra el proteccionismo nacional y defender al consumidor que tiene derecho a comprar a menor precio a quien se le antoje. Esto es, por sobre todo, una garantía de paz ya que unos dependemos de otros independiente del país en que vivamos.
No sólo Argentina nos bloquea, sino también Brasil impide entrada del vino chileno a pesar que los brasileños lo demandan. ¿Qué tipo de pantomina es el Mercosur?
Algunos reclaman que el gasto militar de Chile es desproporcionado. Esto es parcialmente cierto. Pero no podemos olvidar que ante la rapiña a gran escala que hemos visto, si en algún momento las inversiones chilenas en el exterior se ven usurpadas, el país necesita Fuerzas Armadas musculosas que logren hacer valer los derechos de propiedad incluso fuera de nuestras fronteras. Ojalá no sea así y que prime la plena libertad para invertir, para exportar y para importar porque el libre comercio es paz y prosperidad.
2 comentarios:
no existe tal desavastecimiento. soy camarografo y trabajo en prensa y gracias a dios todo lo que necesitamos lo tenemos. Soy de abuela chilena y en mi ciudad que es comodoro rivadavia tenemos muchos habitantes de chile, por favor chequea bien la informacion, el gobierno de C fernandez no me gusta,pero no te dejes llevar por los medios de prensa de argentina, PD lo que mas admiro de tu pagina es que siempre sostenes de manera firme tus convicciones. gustavo velasquez
olvidaba decirte que salvo el mineral (cobre) no recuerdo en mis 36 años de vida recivir productos de chile. mis saludos señor de tan bello y lindo pais donde la gente siempre me trato como un rey gustavo velasquez camarografo de prensa canal 3 comodoro rivadavia
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