sábado, 7 de diciembre de 2013

YA BASTA

Les conté anteriormente que una terrible noticia me había golpeado profundamente tanto a mi y como a  mi familia. A 4 meses de embarazo, después de algunas semanas de especulación, a mi hermana finalmente le han confirmado el diagnóstico de síndrome de Potter, una malformación gravísima. En términos simples, su bebé sufre de una deformación de los riñones a causa de insuficiente líquido amniótico. Las probabilidades de vida para el futuro hijo son iguales a cero. 

No obstante, la ley fascista en vigor, avanzada por un alcohólico ex golpista y aprobada con el consentimiento irresponsable de la Junta Militar, e inspirada en las retorcidas perversiones de Jaime Guzmán, obligan a mi hermana a "llevar el embarazo a término", como han indicado los médicos.

Las implicancias de esta barbarie legal son de una crueldad inaudita. Mi hermanita deberá partir corriendo a urgencias cuando — probablemente — sufra un aborto espontáneo, cuestión que desde luego añade aún más incertidumbre a un embarazo de alto riesgo. Se está discutiendo practicarle una cesárea si esto no ocurre hasta los 6 meses.

Lo anterior significa que mi hermana dará a luz una criatura incapaz de vivir pero los médicos están obligados a revivirlo cuantas veces sea necesario hasta que se produzca la "muerte natural", como dicen los católicos, probablemente unos pocos días después de su nacimiento. Existe incluso la posibilidad — aunque menor — de que viva más, para ello habrá que someterlo a diálisis o a un transplante de riñones. Todo para que pueda vivir sólo unos cuantos meses y así satisfacer la ideología católica detrás de este disparate legal.

Por otro lado, a su bebé deberá sacarle carné de identidad, y cuando muera, como inevitablemente ocurrirá, organizar un funeral. Por ahora debe continuar con el embarazo y verse importunada por la gente que quizás con la mejor intención le dice "ay qué linda su guatita ya sabe si es niñito o niñita". El sadismo de esta situación sobrepasa los límites de lo tolerable.

Todo esto podría evitarse si la ley chilena contemplase el aborto terapéutico o eugenésico, como paradojalmente he venido sosteniendo por años en este blog. La ironía del destino no puede ser mayor.

Jaime Guzmán defendía la penalización del aborto, como ocurre en estos momentos, porque según él "La madre debe tener al hijo aunque este salga anormal, aunque no lo haya deseado, aunque sea producto de una violación, o aunque tenerlo derive en su muerte". La misantropía sicopática de ese sujeto es inquietante, pero que su estupidez continúe siendo ley de la república es inaceptable. No quiero pensar que esto derive en complicaciones mayores y que después de llevarla a urgencia, a mi madre le digan que perdió a su hija, a mi que perdí mi hermana, y a mi cuñado que se quedó viudo a los 28 años.

Mi hermana debiese tener la opción de elegir un aborto terapéutico o espontáneo apenas comenzaron las sospechas de esta terrible condición. Pero no fue así y los médicos se han dado vueltas sin ofrecer una solución, constreñidos por una ley basada en oscuros preceptos religiosos defendidos por una piara de maniáticos.

Aclaro que lejos de ser un embarazo no deseado, mi hermana no tenía intención alguna de interrumpirlo, todo lo contrario, estaban todos vueltos locos con la guaga, y en su candor, mi cuñado ya tenía comprada cuna, mamaderas, y un montón de cosas. Pero con tal de impedir el aborto a voluntad, han llegado al extremo de prohibir cualquier aborto, arriesgando vidas y exponiendo la gente a torturas síquicas. 


BASTA
Por demasiado tiempo hemos convivido con la grotesca ley chilena. Llegó la hora de rectificar esta anomalía y legislar sobre el aborto. Muchos creen que las elecciones son inútiles y que la política tiene que ver con el blindaje para unos o un cupo ministerial para otros. Pero en realidad sino nos volcamos a la política, la política — como en el caso que describo —, se vuelca contra nosotros. 

Michelle Bachelet ha sido enfática en proponer legislar sobre el aborto, pero recién podrá asumir el mando en marzo, tres meses después que se realice la última junta médica para decidir qué hacer con mi hermana. Patéticamente, Matthei llega a la bajeza de decir que no se debe gobernar contra la Biblia. La derecha me repugna y ojalá que esta señora Matthei se dedique a otra cosa luego de perder por masacre.

Aprovecho esta tribuna para llamar a votar por Michelle Bachelet y evitar que otras mujeres tengan que sufrir innecesariamente, como lo hace mi hermana, y que se restituya el aborto terapéutico y se contemple el aborto eugenésico. La penalización actual del aborto es insostenible y no aguanta un día más. Exijo que se termine esta aberración, y que se termine AHORA YA.

10 comentarios:

Diego dijo...

Es muy triste lo que está pasando tu hermana. Triste para ella e indignante para quienes leen, y se dan cuenta nuevamente que Chile es un país donde una tropa de fanáticos religiosos de la peor especie tiene tanto poder. De verdad son seres humanos detestables, imponiendo su superchería religiosa al resto.

Soy escéptico de cambien las cosas en el corto plazo, no te lateo más, toda mi solidaridad con tu familia, y especialmente con tu hermana.

Yo creo que si va a Uruguay o Argentina no tendría problemas en practicarse un aborto terapeútico.

Anónimo dijo...

Comprendo su dolor como el mio propio ya que pase por una situacion similar con mi mujer y mi familia. Como te lo dije en otra ocasion, espero que tu hermana y tu familia encuentren la paz, fortaleza y resignacion. Por que lo mas duro esta por venir.

Saludos compadre.

Pablo Alberti

Manu el Eurovisivo dijo...

No estoy de acuerdo con el lenguaje, pero sí en el concepto que hay detrás. El principio debería ser "Non religionis est cogere religionem, quae sponte suscipi debeat, non vi" temas valóricos mediante, en la Política.

Anónimo dijo...

Qué triste noticia. Mucha fuerza para ti y tu familia.
Creo que esto refuerza la necesidad de que los liberales nos manifestemos en masa a favor de Bachelet el 15.
Queremos una derecha que avance en ideas conforme a los nuevos tiempos, no una derecha talibana y teocrática que imponga sus perversiones al resto de la población.
Debo reconocer que tenía fe en Matthei y en algunas de sus propuestas, me volvió a reencantar al invitar a Lily Pérez y a Carla Rubilar a su equipo, pero no fueron más que meros cambios cosméticos ya que ahora está más secuestrada aún por la medieval UDI.

Chile Liberal dijo...

Gracias a todos por sus mensajes, les envío un saludo

Herr Löbel dijo...

mucha fuerza Carlos y ánimos dentro de lo posible para tu familia!!! nada más que seguir peleando por la liberta de poder hacer con nuestro cuerpo y nuestras vidas lo que decidamos!

Chile Liberal dijo...

Agradezco tus palabras Andreas, recibe un gran saludo

Anónimo dijo...

Siento mucho lo de tu sobrino y tu hermana, ojalá se resuelva de la mejor manera.

Anónimo dijo...

Solo falta que llegue el idiota de Cristian Muñoz Poblete a decirte que los medicos estan equivocados y reiterar, como lo hizo en El Mercurio, avalado en lo que segun el "le escucho decir a un doctor" que "medicamente el aborto terapeutico no se justifica".

JFE

Aníbal dijo...

Voy a hacer algunas reflexiones sobre lo escrito por el autor. En primer lugar, llama la atencion los calificativos violentos y escritos por una persona llena de odio hacia quienes piensan distinto. Que paradoja: se supone que los liberales son respetuosos del pensamiento ajeno, pues respetan el derecho de pensar sin restricciones, o sea, en libertad. Insultar , agredir, odiar, desptrestigiar y calumniar a quienes piensan distinto es un signo de intolerancia y una forma sutil, claro esta, de coartar la libertad de pensamiento. Efectivamente: el aborto " terapeutico" lo pongo asi porque este nombre es engañoso no se justifica. Nunca curar va a ser sinonimo de matar. Nunca va a ser moralmente licito, hacer un mal para obtener un bien. No al aborto.