lunes, 25 de noviembre de 2013

Mucho ruido, esperamos las nueces


La CEO de Yahoo!, la controversial Marissa Mayer, aún no logra convencer

Furor causó hace poco más de un año la promoción de Marissa Mayer (37) al puesto de CEO de Yahoo!, otrora portal líder de la Internet. Cómo no recordar ese momento, a finales de los 90, cuando abrimos nuestra primera cuenta de correo electrónico, ya sea un Yahoo o Hotmail, y mandamos nuestro primer email. Bastantes cambios hemos visto. El segundo yace exangüe — recuperar el posicionamiento del primero es el desafío de esta pionera de Silicon Valley.

Su metodología ha sido brutal. En una época en que el trabajo a distancia ha ganado cada vez más adeptos, en que muchos — especialmente muchas — argumentan que la flexibilidad del teletrabajo permite conciliar vida profesional con vida familiar — sobre todo trabajo con maternidad —, Marissa eliminó este espacio de flexibilidad. Por supuesto causó shock por ser ella misma mujer y recientemente mamá. Su razonamiento es que afecta la productividad — no pocos empleados de Yahoo asienten. Lo claro es que la ruda decisión va a contrapelo de la tendencia mundial, que favorece la libertad de los empleados y, arguyen algunos expertos, redunda en más productividad, no menos. 

Por lejos lo más pasmoso de su administración ha sido instaurar un feroz sistema de evaluación de personal, llamado curva de vitalidad o diferenciación, aunque más conocido con el peyorativo nombre rank-and-yank. Utilizando la eficiencia de Pareto, luego de cada appraisal review los resultados del rendimiento de los empleados se ordena en una curva cuya distribución normalmente es 20-70-10. 

En el 20% superior están los miembros del equipo que exceden las expectativas establecidas, a quienes se les retribuye con aumento salarial y una promoción. En el 70% intermedio, quienes deben mejorar para llegar al 20%. Y en el 10% inferior, encontramos a quienes su responsable debe agradecer enormemente el trabajo realizado ya que sin ellos la compañía no podría haber logrado tanta éxito — en seguida se les entrega un cheque con una indemnización y se les muestra la puerta para que busquen otro empleador. Ojo, no significa que no hicieron bien su pega, sino simplemente fueron calificados por debajo del resto.

La brutalidad de este método había caído en desuso luego de ser el principal culpable del escándalo Enron. (A todo esto, quienes creen en la inmaculada concepción de la empresa privada basta recordarles escándalos corporativos como éstos para que ojalá cambien de opinión.) Microsoft aplica un sistema similar — los que no avanzan en su carrera dentro de la empresa son despedidos. Probablemente el fracaso inminente de Microsoft, o al menos su relativa decadencia, esté ligada a esta antropofagia institucional interna. Lo concreto es que después del fin del trabajo desde casa en Yahoo!, más la metodología salvaje de calificación de personal, más de 600 empleados han renunciado a Yahoo!, y muchos otros ya están amononando sus CVs. Y no es para menos. ¿Podrá alguien no temer el hachazo?

El "método Marissa", como ya lo han bautizado, exhibe logros, pero está lejos de ser despampanante. En su más reciente cuenta trimestral, Yahoo! ha reducido su facturación un inquietante 5%, no obstante ha aumentado sus beneficios, y su capitalización es relativamente cómoda. Preocupante es que la audiencia del portal dirigido por Marissa no remonta, ni la empresa ha logrado desplazar a Facebook o Google, que siguen siendo las plataformas preferidas para la publicidad en Internet. Este último punto es el gran desafío de la blonda patrona de Yahoo!, y aunque ha transcurrido apenas un año, no se han disipado las dudas.

Lo decepcionante es lo poco novedoso del método Marissa. De hecho, son un retroceso. Desterrar el trabajo flexible desde casa y revivir un sistema de evaluación infame poco aportarán a una empresa — y toda una industria — donde la creatividad es la reina, y más vale la colaboración que la competencia desbocada entre empleados que desata el rank-and-yank. Quizás esta vez es diferente, quizás ahora sí que haciendo lo mismo que antes obtendremos resultados distintos. O quizás no. Entonces, la próxima en empezar tirar currículum sea la propia Marissa. 

A propósito de estas evaluaciones, nadie lo ha captado mejor que en este sketch de la comedia británica The Office.

2 comentarios:

Ignacio Burges dijo...

http://www.elmostrador.cl/opinion/2013/12/04/casi-liberales-contra-el-estado-laico/

Anónimo dijo...

Vlado, al apoyar a un candidato que traicionó todas las propuestas liberales que tenía en su postulación de 2009, y además adherir irrestrictamente a su actual programa, también pasa a formar parte de los "casi-liberales", al igual que los evópolis, los pseudoliberales adoradores de Jaime Guzman y quienes quieren gobernar con la biblia bajo el brazo.

La única opción para un auténtico liberal en este ballotage, es apoyar por descarte a la Bachelet; aunque solo por eso: POR DESCARTE (tal como cuando Ayn Rand le entregó su voto a un demócrata para que no fuera electo el ultraconservador Reagan), ya que los liberales estamos mas cerca de la socialdemocracia que de la teocracia.

Y por supuesto, gritemos con fuerza, desde ya: VELASCO 2018!!!