sábado, 27 de mayo de 2017

El derecho a la imagen en las farándulas de feos y bonitos


Hemos establecido en Chile Liberal que cada individuo tiene pleno derecho a disponer de su cuerpo y su conciencia, algo extremadamente simple pero que causa revuelo. Como corolario de aquello, concluimos también que a cada cual también le asiste pleno derecho a disponer de su propia imagen. Veremos en este post que bajo este prisma debemos analizar la disputa entre la exministra Cecilia Pérez y el humorista Daniel Alcaíno. 

La política es la farándula de los feos. La señora Pérez en ningún caso debe sentirse particularmente ofendida, pero en la actualidad es uno de los pasatiempos más comunes ⎯ incluso es una profesión pública de fe secular ⎯ el declararse perpetuamente ofendido por cualquier cosa.

Las mofas de Yerko Puchento son de mal gusto y nocivas. Este señor ha sobrepasado el límite que puso ya Chile Liberal cuando explicamos que es sujeto de legítima burla todo aquello que sea decisión de un individuo. Por ejemplo, ser de derecha es una cuestión de elección personal. Cualquiera puede reírse de Pérez por ser de derecha (o hincha de la U, evangélica, vegetariana, etc). Si los chistes son buenos o malos, eso queda a discreción del público. El problema de fondo tiene menos que ver con la vocera de Sebastián Piñera y más con la bajeza del humorista de marras quien claramente es un aprovechador y un usurpador de imagen.

El señor Puchento ha hecho mofas de la condición homosexual de varios personajes de la farándula. Esto es preocupante. Considera que ser mapuche es digno de ser ridiculizado. Nadie elige su condición sexual. Nadie debe sentirse ofendido por tener un apellido mapuche. El público embrutecido podrá quizás encontrar esto gracioso pero cabe preguntarse por qué nadie puso atajo a Puchento mucho antes.

Particularmente triste es lo que ocurrió con el periodista Carlos Tejos, en quien se basó Alcaíno para crear a Puchento. Acá es necesario detenernos para ilustrar el punto central de este post.

El periodista Carlos Tejos es un tipo bien formado y a quien se le ha motejado como el precursor de la chismografía en Chile. Se inició comentando temas sobre la monarquía y otras especialidades de la "prensa del corazón". Seamos honestos: era también extraordinariamente pomposo. Su afectación era rayana en lo grotesco. Se jactaba de su dicción pero cayó en la caricatura. Daniel Alcaíno usó esto mismo para crear su personaje Yerko Puchento, con excelentes resultados para él mismo.

Lo que sobrevino cuesta creerlo: Tejos, ridiculizado frente a todo el país en el medio que lo llevó a una fama relativa, perdió la credibilidad que intentó construir. Se quedó sin empleo en el veleidoso mundillo de la tele porque la caricatura de Alcaíno superó al personaje real. Después de años sin ejercer su profesión acabó sumido en una depresión y lo último que supimos de él fue a causa de un triste acto de cleptomanía. Ha transcurrido más de una década de infortunios para Tejos.

El derecho a sí mismo
Los franceses llaman droit à l'image al derecho que tiene cada uno sobre su propia imagen. El primero en interponer una querella contra Daniel Alcaíno tendría que ser Carlos Tejos. Debiera exigir que al menos la mitad de todos los beneficios percibidos por el humorista vayan a él. Si su carrera se vio truncada, esto amerita resarcimiento. ¿Por qué no ejerce el legítimo derecho a preservar su imagen? El humorista Alcaíno y sus libretistas no hacen humor en una cena con los amigos sino que reciben pingües pagos a costa de la imagen de Tejos.

No sólo él sino que como decíamos, el periodista Cañulef o la señorita Luli han sido víctimas de las bromas de Alcaíno. Ninguno de ellos son eminencias ni constituyen un aporte alguno a la sociedad. Ganan dinero a costa de la estupidez inherente de los televidentes chilenos. Pero tienen derecho a su imagen.

Por consiguiente, lo mismo debió haber hecho Cecilia Pérez. Increíblemente, ella no sólo busca proteger su imagen, sino que ha llamado a clausurar por varios días la señal de Canal 13. No hay un ejemplo más claro de la expresión "matar una mosca con la bomba atómica". La libertad de expresión es sagrada. Comparar a Pérez con La Monga (un ser simiesco de un parque de diversiones) no puede esgrimirse como razón para conculcar la libertad de expresión. Pero no esperemos mucho de los conservadores como Pérez, y más aún, Piñera.

Así que ya saben. En vez de abstrusas disquisiciones sobre la dignidad femenina, mejor concentrémonos sobre el derecho que tiene cada cual sobre su propia imagen. Háganlo y saquen a ese tonto de la TV de una buena vez.

jueves, 25 de mayo de 2017

Nos odian y nos combaten

"Libertad", por Ludovic Baron 
El ataque cobarde en un concierto de música pop en Mánchester, Inglaterra, sacude al mundo y debe unirnos en la lucha contra el enemigo islamista.

No basta con llorar y enviar apoyo en las redes sociales. Debemos, ante todo, entender qué piensan estos criminales. Y no sólo limitarnos a etiquetarlos como dementes. Es imperativo comprender sus motivos, su religión, y su cosmovisión. No son violentistas dislocados sino promotores conscientes de un culto religioso que debe ser extirpado hoy tal como lo fue el cristianismo ayer.

Los jihadistas publican una revista en línea, Dabiq, escrita en un inglés impecable y de altísima calidad, donde explican las razones de su odio a la cultura Occidental. Invito a los lectores de este blog a meditar una columna en particular titulada Why We Hate You & Why We Fight You, pág. 20.

Sólo colgaré un breve extracto, traducido por Chile Liberal, para que sirva como contrapunto para que nosotros examinemos cuáles son los valores que debemos proteger para defender nuestras libertades y nuestra civilización.


Por qué los odiamos y por qué los combatimos
Desde la época de la llamada Revolución Francesa en Occidente y luego con la Revolución de Octubre en el Este, en las tierras cristianas del escepticismo religioso rigen en general las filosofías en guerra con el fitrah (naturaleza humana). Las enseñanzas de Darwin, Marx, Nietzsche, Durkheim, Weber y Freud han permeado las sociedades Occidentales a través de sus sistemas educativos y los medios de comunicación con el fin de producir generaciones vacías de cualquier rastro de fitrah. Niños –incluso adultos– han sido adoctrinados para creer que la creación de la humanidad es producto del mero caos, que la historia es el resultado de los conflictos sobre el dominio de recursos naturales, que la religión es un invento de hombres ignorantes, que la familia unidad esencial de la sociedad, se ha adoptado como un puro acto de pragmatismo, y que las relaciones sexuales son el objetivo último de las decisiones y acciones de los humanos. Estas filosofías han llevado a la destrucción de todas las facetas del fitrah en las tierras del paganismo cristiano. Han destruido los fundamentos de la religión –aunque en ellos es una aberración de las Sagradas Escrituras– y de su consecuente sentido de la moralidad y de la vida en sociedad.

domingo, 21 de mayo de 2017

La importancia de un debate

 
Desde hace una semana que ya está instalado Emmanuel Macron en el Palacio del Elíseo. Mientras el flamante mandatario comienza a poner en práctica sus promesas de campaña ⎯empezando por la importantísima moralización de la vida política⎯ repasemos uno de los momentos cúlmines que lo llevaron a ser el ungido por el pueblo galo.

Analizamos anteriormente el primer debate, en que participaron solamente los "candidatos grandes". El banquero-filósofo, nuestro candidato, tuvo un desempeño más bien discreto. El joven gran orador no brilló y nos dejó inquietos. Dijimos en aquel momento que quizás se guardaba para el gran momento, que sería el cara a cara con la formidable Marine Le Pen. 

Ocurrió algo completamente inesperado en el segundo debate, que convocó a los 11 postulantes (los llamados "candidatos chicos" conjuntamente alegaron discriminación y se debió organizar un debate con todos). Uno de los candidatos testimoniales se robó la película. El señor Poutou, en un minuto, hizo más por demoler a Marine Le Pen que toda la clase política mainstream en 10 años. 

Potuou le recordó a Marine Le Pen que ella se cree antisistema y que vive del sistema, que es anti-Europa y su sueldo viene de la Unión Europea, que se cree proletaria pero cuando la convocaron a declarar por el escándalo de empleos ficticios ella se escudó en la inmunidad parlamentaria. "Usted goza de inmunidad parlamentaria, pero nosotros los obreros no tenemos inmunidad obrera", remató el colorido dirigente sindical. Causó sensación en Twitter y las redes sociales. 

El gran ganador así todo fue desde luego el banquero-filósofo, beneficiándose al ver que la candidata de ultra-derecha salió malherida. 

El momento de la verdad
No exageré cuando dije en Twitter que el futuro de Occidente dependía del desempeño de Macron en las 2 horas en el debate del balotaje. Un paso en falso del ex asesor de Hollande, y Le Pen sería Presidenta de Francia. Francamente, estaba nervioso. 

Marine Le Pen llegó con unas fichas de colores que leía de reojo, mientras Macron la hacía añicos en el primer tema de la riña que fueron las políticas laborales, comerciales e industriales. Twitter empezó a matarse de la risa. Una técnica común en los abogados que no conocen el dossier que les presentan, las fichas preparadas por Philippot, el Vicepresidente del FN, incluso estaban incompletas y mal hechas. El propio Macron le pidió que las leyera bien porque en un momento se equivocó de ficha. 

Se vio que Macron fue desde su época escolar un alumno aplicado, un mateo, un niño bueno que se sacaba buenas notas. Su mundialmente famoso amor tanto por la lengua de Molière y como por la filosofía se combinó magníficamente con su conocimiento de economía y finanzas.

Sacó una frase que hizo al país entero reírse con su celebre alusión al poudre de Perlimpimpin, (aceite de serpiente o "snake oil", como se dice en inglés, para llamar a los remedios mágicos que vendían los charlatanes a comienzos de siglo 20).

El momento más lastimoso de Marine Le Pen vino cuando trató de explicar que el Frente Nacional sí quiere salirse del euro para adoptar un "nuevo franco" como moneda nacional, a la vez que el euro, la "moneda del sistema", seguiría circulando en paralelo. Ya no de reojo, sino que abiertamente empezó a leer sus torpedos y sólo hablaba incoherencias. El país se dio cuenta que Marine Le Pen es realmente una charlatana. Sus medidas son chapuceras. 

Macron fue el más convincente, qué duda cabía. El resto es historia.

Le Pen reconoció hace pocos días que el debate no fue su mejor momento. El señor Philippot admitió que no tenían por dónde ganar la elección. Ambos se disputan ahora el rumbo del FN post fracaso presidencial 2017. La señorita Marion Marechal Le Pen, sobrina de Marine, anunciada como la sucesora de su tía, abatida ha renunciado al partido

Para enfrentar las eleciones legislativas dentro de 4 semanas, ya se discute abandonar la idea de salirse del euro lo que ha causado una fracción interna. Tanto el Partido Socialista como el Frente Nacional se han desmoronado gracias a Macron.

La lección de Sun Tzu, como dijimos anteriormente, es que en política como en el arte de la guerra jamás se debe menospreciar al contrincante, y jamás ir a la batalla mal preparado. Gracias al extroardinario Monsieur Macron, Occidente puede respirar tranquilo. Al menos, por ahora.

martes, 9 de mayo de 2017

Victoria en Europa

Discurso de Macron frente a la Pirámide del Louvre
En Chile Liberal estamos exultantes. No hay otro hombre cuyas coordenadas políticas coincidan tanto con las de nuestro sitio. Cuando Emmanuel Macron lanzó su candidatura independiente fue motivo de burlas, mofas y desprecios. Ahora véanlo dónde ha llegado.

Tendremos mucho tiempo para ir analizando paso a paso la instalación de este filósofo banquero en el Palacio del Elíseo. 

No obstante hay un elemento turbio que no puede pasar inadvertido. Macron ha derrotado a Marine Le Pen, una mujer de tendencias odiosas, de un partido petanista. OK, a muchos no les agrada demasiado votar por Macron, pero la disyuntiva no era tan complicada: Marine Le Pen es nazi, Macron no. ¿Tanto hay que pensarlo?

Con Le Pen la asonada populista pudo haber causado estragos a escala planetaria. Había que detenerla a como dé lugar.

Mientras el mundo se unía frente a la amenaza fascista, muchos se dirigieron a la iglesia de Roma, como suele ocurrir, para hallar una guía y de alguna forma escuchar algunas palabras sabias.

No se sorprendan que entre una nazi y un liberal, el señor Bergoglio, tal como hizo la asociación del Vaticano durante la ascensión de Adolfo Hitler, en el mejor caso titubeó, y en el peor, apoyó a la nazi.

Sobre Macron, Bergoglio con desprecio declaró: "no lo conozco, no sé de dónde viene". Palabras que de inmediato usó Le Pen para traer agua a su propio molino. El silencio posterior del líder del Vaticano constituye un apoyo tácito a una de las mujeres políticas más tóxicas de esta última era.

Marine Le Pen argumentó que "un ultraliberal no puede ser del gusto del Papa". De hecho, tiene razón.

Así que ya saben. Entre un nazi y un liberal, la iglesia de Roma lo medita, luego vacila, y termina apoyando a los nazis. Es su costumbre. No esperaba otra cosa.

De la iglesia de Roma no espero nada y así todo me decepciona.