Piñera no ha hecho nada reprochable
He leído mal la historia entonces. Siempre tuve la impresión que Sebastián Piñera, actual candidato presidencial de la derecha, había sido víctima de una maniobra del régimen militar cuando fue encargado reo en 1980 por el "caso Banco de Talca", ya que Piñera había participado activamente en la campaña contra la Constitución de 1980, y mientras ocupaba el cargo de gerente general de dicho banco, asistió a un acto de repudio en el Teatro Caupolicán junto al ex presidente Frei Montalva, convocante del evento. Esto último ocurrió en 1980. Piñera fue encargado reo en 1982, cuando ya había abandonado el Banco. Frei finalmente fue asesinado, y el director del Banco, Carlos Massad, también fue encargado reo junto a Piñera, en la misma causa.
No es intención de este sitio canonizar a Sebastián Piñera, pero tampoco nos interesa enlodar su imagen, como ha pretendido el comando de Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Sí nos interesa asegurarnos de que el probable futuro presidente de Chile sea un hombre con la estatura moral que la presidencia exige. Y a diferencia de lo que opina Carlos Peña en El Mercurio, a este sitio no le parece que la reacción de Piñera no sea "compatible con la que era de esperar de quien aspira a conducir el Estado".
El error de Carlos Peña es aplicar los estándares de hoy al pasado. Hoy Chile es una nación democrática, o casi democrática, relativamente próspera y estable. En 1980, el país estaba sometido a una dictadura asesina que practicó el terrorismo de Estado dentro y fuera del país, y Chile sufría la peor crisis bancaria de la historia nacional, en un contexto de recesión internacional. Tratar de salvar el propio pellejo era la norma en aquellos lúgubres días. Sebastián Piñera se fugó de la justicia porque, aunque uno de sus hermanos era ministo de Pinochet, el actual candidato era un joven gerente que desde luego temía por su vida, más aún cuando quien ordenaba su captura era el extraordinariamente corrupto juez Luis Correa Bulo (finalmente destituido). Quizás el dictador quiso sólo darle un susto, a diferencia de Frei, a quien lisa y llanamente ordenó matar. En medio de las oscuras movidas que se realizaron en aquella época, donde la corrupción era rampante mientras empezaban las privatizaciones truchas y llegaba a su punto cúlmine el "capitalismo de amigotes" (crony capitalism), reprochar a Piñera por el caso Banco de Talca es un mero ataque personal, un manotazo de ahogado que da Frei al comprobar, encuestas en mano, que la Concertación se desintegra y que no logra capitalizar la popularidad de Bachelet.
Piñera por su parte respondió con la verdad. Él fue procesado cuando ya nada tenía que ver con el Banco. Carlos Massad, presidente del Banco, también fue procesado por el mismo caso. Frei nombró a Massad como ministro, ¿por qué ahora sólo Piñera es el cuestionado?
Como sabemos, la Corte Suprema absolvió a Piñera de los cargos, por decisión unánime. Si Piñera hubiese sido condenado a pena aflictiva, no podría ser candidato. Nada de esto ha ocurrido. Por otro lado, el propio Patricio Aylwin, ícono de la Democracia Cristiana, ha prestado su apoyo a Piñera y no a Frei.
El comando de Frei ya evidenció desesperación al intentar que TVN despida a Karen Doggenweiler. Ante las erráticas y contradictorias respuestas de otros miembros del comando, y un "no estoy ni ahí" del propio Frei, podemos declarar que el comando de Frei es lo más similar que hemos visto en forma y fondo al Ejército de Pancho Villa: un desorden. Ahora continúan con un ataque a Piñera, que con la alusión a Massad el candidato de derecha evadió con elegancia. El apoyo de Aylwin sólo hundió más al candidato de la nariz grande, al declarar que Piñera no tiene por qué dar explicaciones.
Muy mal, señor Frei. Muy, muy mal.
Ahora José Antonio Gómez, al mismo que le sacaron la madre durante la primaria más penca que hemos visto, anuncia que el PRSD puede retirarse de la Concertación. Enríquez-Ominami sube en las encuestas y muestra madurez. Navarro y Arrate continúan en carrera. La centro-izquierda en conjunto es el Ejército de Pancho Villa.
Chile Liberal le recomienda a la centro izquierda menos palos de ciego, menos chimuchinas y peleas internas, y concentrarse en quien es el verdadero contendor en esta elección: Sebastián Piñera.
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