domingo, 10 de julio de 2011

Affaire DSK: Complot

Demasiados indicios en el "Affaire DSK" apuntan al Elysée
Para entender lo ocurrido el el 14 de mayo, día en que el ex director del Fondo Monetario Internacional fue arrestado, viajemos a comienzos de aquel mes, cuando una foto de Domique Strauss-Kahn y su mujer, la famosísima personalidad de TV Anne Sinclair, salían de un lujoso Porsche. "Gauche caviar!", estalló la prensa y, por sobre todo, ese hervidero de cahuines llamado Twitter. El "incidente del Porsche" no es una cuestión baladí. Recordemos que DSK era según todas las encuestas el principal contendor de Nicolás Saroky, quien por estos días goza de piñerísticos niveles de aprobación, y si las elecciones se hubiesen celebrado en aquel momento, DSK ganaba por masacre. Hay un detalle muy importante en aquella foto del Porsche. El que la entregó a los redactores del matutino Le Parisien fue el redactor en jefe del sitio Atlantico.fr, Arnaud Dassier. No olviden este nombre, Arnaud Dassier, porque es clave para entender que hay gato encerrado en el Affaire DSK.

Hay otro pequeño gran detalle anterior al incidente del Porsche. DSK comentó al periódico Libération el 28 de abril que tenía la impresión de ser vigilado y perseguido, y que tenía tres puntos débiles que sus enemigos explotarían para descarriar su firme carrera al Elysée, "la plata, las mujeres y ser judío". Fue más allá e inlcuso comentó que podría ser víctima de una acusación de  una mujer que lo denunciaría por  haber sido "violée dans un parking et à qui on promettrait 500 000 ou un million d’euros pour inventer une telle histoire" (violada en un estacionamiento y a quien le ofrecerían 500 mil o un millón de euros por inventar la historia). DSK, sin duda, ya algo habrá sospechado, a no ser que de repente haya adquirido dotes adivinatorios.

Llega el 14 de mayo, Aeropuerto JFK, el jefe del FMI es arrestado después que una camarera reportase a la policía que el pasajero de la habitación 2806 del Hotel Sofitel la forzó a darle sexo oral, quedando incluso restos de semen en su ropa. El arresto ocurrió a las 22:45 hora de París (se dice que justo antes de ser detenido, DSK le dice a una pasante "bon cul", "buen poto"). Pues bien, ¿quién fue el primero en publicar en Twitter este incidente? Fue un señor llamado Jonathan Pinet, quien increíblemente twiteó el hecho transcurridos apenas 14 minutos después del hecho. Monsieur Pinet, curiosamente, es un militante del UMP, el partido de Sarkozy. "¡No seas mal pensado!", me dirán ustedes. Sigamos. La segunda persona en twittear el incidente, y de paso, hacer un RT al mensaje de Pinet, fue Arnaud Dassier... el mismo que había filtrado a Le Parisien la foto de DSK en el Porsche. Como dije antes, este sujeto es redactor en jefe de Atlantico.fr, un sitio cercano al UMP, y cómo no, si el propio Dassier fue jefe de campaña de Sarkozy y su asesor en temas ligados a redes sociales. ¿No les parece sospechoso todo esto?

Pues hay mucho más. Muchísimo más. El jefe de seguridad de la empresa Accor, asociada a la cadena Sofitel, es un francés, René-Georges Querry, otro cercano a Sarkozy. De hecho, éste fue el primer francés en conocer el incidente ya que lo llamaron directamente a su Blackberry mientras veía la final Lille versus Paris Saint-Germain del fútbol francés en el Stade de France, nada menos que en la tribuna presidencial a pocos metros de otros precandidatos presidenciales socialistas, y nada menos que muy cerca del mismísimo Nicolás Sarkozy, quien entregaría la copa al campeón. El presidente francés, como ha comentado Le Monde ayer (tengo una copia en mis manos), recién se enteró de lo que ocurría en el Aeropuerto JFK al otro día, a pesar de que nerviosamente revisaba su Blackberry durante el match, y a pocos metros de él, Querry en su Blackberry, ya era informado del evento. ¿Y cuál es la relación entre Querry, jefe de seguridad de Accor, y Nicolás Sarkozy? Pues nada menos que el hecho no menor que Querry fue condecorado con la máxima distinción de la République, la Légion d'honneur, el año 2002, por el presidente Nicolás Sarkozy. Según informó inicialmente el palacio presidencial francés, el presidente sólo se enteró de lo ocurrido la mañana siguiente mientras desayunaba. ¿Por qué entonces Martin Aubry, precandidata socialista y alcaldesa de Lille —en el estadio para aplaudir a su equipo— le comentó a Roselyne Bachelot, ministra de Sakrozy, que el presidente se veía inusualmente nervioso?

Y todo esto no termina ahí. El jefe de la policía de Nueva York, la célebre NYPD, es un tal Ray Kelly, acusado por varios de falta de rigor para evitar la seguidilla de trascendidos que llegaron a la prensa luego del arresto. "¡Ah, pero no hay conexión alguna entre el jefe de la NYPD y el presidente francés!", me dirán. Pues se equivocan: el 2006, Ray Kelly también fue condecorado con la Légion d'honneur ya que Kelly viajaba constantemente a Lyon, sede de la Interpol, y entre ambos, Kelly y Sarkozy, surgió una gran amistad.

Resulta que después de las fotos de DSK esposado, declarando ante un juez como si ya fuese culpable, entrando a tribunales en medio de una lluvia de gritos como "Shame on you!" y carteles "DSK Not In My Backyard" o "El ataque a una de nosotras es un ataque a todas", más protestas de grupos feministas, resulta que después de todo eso, todo se fue a las pailas. La denunciante, Nassifatu Diallo, al parecer conocía perfectamente quién era DSK según se supo al analizar conversaciones que ella efectuó con su ex marido en la cárcel (condenado por tráfico de drogas), y ha trascendido que la mujer ocasionalmente ejerce la prostitución. En un extraordinario "coup de théâtre", como dicen los franceses, la defensa solicita la libertad de su cliente y el juez la concede, y vuelve la sonrisa a Le Perv, el mismo que semanas antes decía a Libération que no le extrañaría ser víctima de un complot.

Y cuando ya todos se preparaban a ver el colapso del caso contra DSK por falta de fiabilidad de la denunciante, otra bomba estalla: la novelista francesa Tristane Banon declara también haber sido víctima de un intento de violación por parte de DSK, en el año 2002, hecho que una mujer pública como ella, con acceso a todos los medios de comunicación, no se habría atrevido a denunciar. Es decir, una mujer inmigrante que trabaja por el salario mínimo sí se atreve a denunciar a DSK por violencia sexual, pero la escritora y educada Tristane no, ya que su propia madre —ligada al ex jefe del FMI— le habría aconsejado guardar silencio. ¿Qué clase de mujer aconseja aquello a su hija? Esto es inverosímil. Y ojo... ah, "¡no me digas ahora que hay alguna conexión entre Tristane y el UMP!", me increparán ahora ustedes. Pues increíblemente, Tristane Banon es otra redactora de Atlantico.fr, sitio cercano al UMP, donde el editor en jefe es... Arnaud Dossier. Justo ahora que DSK prepara su regreso triunfal para retomar la campaña que probablemente lo lleve al Elysée, aparece otra querella. Si todo esto tiene la apariencia de un complot, si los indicios dejan entrever un complot, los involucrados muestran conexiones propias de un complot, entonces esto es muy probablemente un complot.

Todos se rieron de DSK. Otros se indignaron. Nadie se acordó que un acusado es inocente hasta que se demuestre lo contrario más allá de toda duda. Lo acusaron con el dedo pasándose por el traste la "presunción de inocencia", baluarte de las libertades de Occidente. DSK es lo que llamamos en Chile un "viejo verde", un sujeto de aspecto repulsivo que saliva como animal cuando ve una mujer, y es célebre además por ser el arquitecto de uno de los disparates más espectaculares que ha visto la economía francesa, la "semana de 35 horas", idiotez que tomará años en corregirse, si es que alguna vez se revierte. No obstante, el tipo hizo un buen trabajo en el FMI, a pesar que varias economistas "extrañamente" renunciaron a sus labores mientras el hombre dirigía el buque del organismo, hecho que por cierto no tiene nada de gracioso porque el acoso sexual al nivel que sea es algo terrible, al que nuestras mujeres, hermanas y amigas están expuestas. Podremos basurear como queramos a DSK, no obstante, está claro que la acusación de violación, cuestión gravísima, es tan débil que ya pronto quedará desechada. Todo lo indicado en este post nos lleva a ventilar públicamente el secreto a voces que corre en Francia: Dominique Strauss-Kahn, la carta presidencial más potente del Partido Socialista para vencer a Sarkozy, ha sido víctima de un complot.

2 comentarios:

luigi dijo...

Carlos:

Como en el caso Wikileaks, el feminazismo se está usando en forma artera para asestar golpes políticos. Criminalizar falsamente a un político es una forma de hacerle lo que a Kennedy, pero sin balas.

Cristian dijo...

Buen articulo hombre. Me gusto bastante tu blog.