domingo, 17 de diciembre de 2006

Adiós al modelo nórdico


El presente es un análisis de actualidad que nos presenta The Economist. Como verán, es muy útil para comprender la realidad chilena.

Para ver artículo sobre Fredrik Reinfeldt haga clic aquí.
Para ver la opinión de un lector amigo haga clic aquí.

Para ver la opinión de Andrés Velasco (Ministro de Hacienda) en El Mercurio haga clic aquí.

He añadido un comentario basado en los reportes de Le Monde de ayer 16 de diciembre.

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Saludos afectuosos,
El editor



El final de otro sueño europeo

El concepto de modelo nórdico siempre ha sido atrayente. Durante estos últimos años los europeos se han sentido ansiosos por defender su desgastado sistema de seguridad social y por evitar la supuesta crueldad del modelo anglosajón de libre mercado, y tienden a mirar con nostalgia hacia la parte norte de su continente. Existe la creencia en todo el mundo de que los países nórdicos han encontrado alguna especie de fórmula mágica para combinar impuestos altos con un estado fastuoso junto con crecimiento acelerado y bajo desempleo. Y ciertamente es un hecho que las economías nórdicas han obtenido resultados mucho mejores que el resto de Europa.

Pero la creencia en este especial modelo o “tercera vía” seguirá derrumbándose durante el 2007. Como de costumbre, el modelo siempre ha sido mejor evlauado por observadores extranjeros que por los propios habitantes de estos países. La evidencia más reveladora de este último tiempo ha sido la elección sueca en septiembre del 2006. El gobernante partido Social Demócrata, en el poder durante los 12 años anteriores (y durante 65 entre los 74 últimos), sufrió una paliza electoral al obtener los peores resultados registrados desde 1914.

El electorado sueco está particularmente preocupado del empleo y la inmigración. A pesar de los buenos índices de crecimiento, el negarse a liberalizar el mercado laboral, los sindicatos fuertes y la falta de competencia en el área de servicios se han combinado para atrofiar la creación de empleos en Suecia. La falta de trabajos ha acentuado las dificultades de la creciente comunidad de inmigrantes para integrarse a la sociedad.

Ahora el nuevo gobierno de centroderecha liderado por el Partido Moderado de Fredrik Reinfeldt probablemente adoptará medidas tendientes hacia una mayor liberalización, privatización y desregulación. Consciente del apego subyacente de los suecos hacia el estado del bienestar, las reducciones en impuestos y beneficios que aplicará el gobierno serán más bien modestas. No obstante, Reinfeldt, de apenas 41 años, será uno de los focos de atención en la escena política europea.

A los devotos les concedemos que, efectivamente, una de las virtudes del modelo nórdico es que siempre logra hacernos cambiar de parecer. Si Suecia no nos satisface, ¿qué hay respecto a la high-tech Finlandia? ¿O Dinamarca, con su famoso sistema laboral flexiseguro? ¿O la hermosa y pingüe Noruega? ¿O incluso Islandia, con todo el vigor de sus nuevas empresas informáticas? Las dos últimas naciones son particularmente seductoras para los euroescépticos quienes las presentan como ejemplos de países ricos que prosperan sin pertenecer a la UE.

El problema es que cuando se observa cada país de cerca, resulta ser difícil de imitar o muestra gaves falencias, o ambos. Tomemos dos casos, el par más famoso del momento: Finlandia y Dinamarca. Los finlandeses normalmente se encuentran en la cumbre de prácticamente todos los ránkings internacionales en áreas como educación, salud, competitividad y uso de tecnologías de punta. Dinamarca es un caso excepcional en Europa por sus bajos niveles de desempleo y por la facilidad para iniciar nuevas empresas.

Pero Finlandia depende peligrosamente de la salud de una sola compañía, Nokia. Dinamarca ha conseguido un éxito innegable en generación de nuevos empleos pero muestra una oposición feroz contra la inmigración. En ambos países se oyen muchísimas quejas sobre las altas tributaciones y el tamaño gigante del estado.

A decir verdad, cada vez que el modelo nórdico funciona bien es cuando liberaliza sus mercados. En cambio, cuando este principio es rechazado, especialmente en los servicios públicos, el resultado es una desaceleración de la productividad. Y aunque el gran tamaño del sector público ofrece mayor libertad de elección para el consumidor, más competencia y menos corrupción que en el resto de Europa, los altos impuestos necesarios para pagar dichos servicios siguen siendo una carga onerosa.

Europa en el año 2007 aprenderá, no por primera vez, que no hay ninguna fórmula mágica que permita mantener el famoso modelo social intacto y permanecer incólume para recuperar el dinamismo perdido en ciclos pasados. En síntesis, la realidad nos demuestra que no hay ninguna alternativa al cruel proceso de reformas económicas.

chileliberal@gmail.com

6 comentarios:

Chile Liberal dijo...

ANÁLISIS

The Economist nos advierte que el liberalismo está dando mucho que hablar en la cuna de la socialdemocracia. Los últimos acontecimientos en Suecia son sin duda muy interesantes.

Wanja Lundby-Wedin, presidenta del ultrapoderoso sindicato sueco de trabajadores (LO) ha hecho llegar al ministro del trabajo, Sven Otto Littorin, una petición firmada por 250 mil trabajadores suecos contra la reforma al seguro de desempleo.

Lo peor de todo es que los sindicalistas, como en todo el mundo, recurren a la amenaza del uso de la fuerza cada vez que saben que sus petitorios tan descomunales como inaceptables. “No trate de enfrenatarse contra el sindicato más poderoso del mundo”, ha advertido la sindicalista.

El asunto de fondo es que las reformas, tal como lo recalca The Economist, son necesarias y, peor aún para el lobby sindical, son parte del programa de gobierno del Liberal Fredrik Reinfeldt y, por tanto, es su deber el llevar a cabo el “cruel proceso de reformas económicas”.

Suecia tiene una falencia que se compone de dos millones de problemas. La asociación sindical "LO" tiene dos millones de adherentes que representan el 80% de la fuerza laboral obrera de Suecia. Sin duda, esta situación es anómala.

El jueves pasado se llevó a cabo la primera jornada de protesta contra el proyecto que se debatirá el 20 de diciembre y que Fredrik espera poner en práctica en enero. Como ven, la celeridad con que se han debatido demuestran su urgencia.

En esencia, el gobierno quiere que los trabajadores coticen más y que los cesantes reciban menos beneficios. Como sabemos, en Suecia los beneficios de desempleo y los impuestos son demasiado altos. El gobierno desea bajar los impuestos, para solventar dicha baja aumentará la cotización, y bajará los beneficios para estimular a los desempleados a que se integren el mercado laboral.
Para que se hagan una idea, un obrero de la construcción debe pagar 329 coronas (36,3 €) por concepto de adhesión a un sindicato, cifra que incluye 103 coronas de contribución al seguro de desempleo. El gobierno quiere que los trabajadores contribuyan con 250 coronas al seguro. Evidentemente, muchos que ganan sueldos bajos sacirifcarán su adhesión a los sindicatos con tal de mantener el seguro de desempleo. En otras palabras, el gobierno les exige elegir entre el sindicato o el seguro de desempleo.

Algunos temen que todo esto significará introducir un sistema de clases sociales en Suecia. Pero lo que la mayoría de los suecos ya parece haberse dado cuenta es que la situación actual es insostenible. Es por ello que están en estos momentos en el poder y Chile Liberal, modestamente, envía todo su respaldo a las reformas encabezadas por Fredrik.

(Fuente: Le Monde)
http://www.lemonde.fr/web/article/0,1-0,36-846103,0.html

Elías Lestrade dijo...

Amigos de “Chile Liberal”:

Encuentro interesante que se hagan espacios en la internet como estos, donde hay lugar para exponer ideas y pensar. Los he conocido a través de los mensajes que dejan uds. en el blog de "El mercurio". Últimamente, a raíz de la polémica en torno al aborto, me he sorprendido del nivel de vuestras intervenciones, sobre todo las de don Carlos Riquelme. Y no precisamente por su buen nivel. Me explico. Don Carlos dice que está a favor del aborto o del fin del embarazo mediante una sarta de argumentos. Me parece que resumiendo, podríamos reducirlo a 2: el primero habla de la libertad de la madre para deshacerse del embrión. El segundo habla de que el embrión en cuestión no sería ser humano porque no habría x característica científicamente comprobable (en este caso, actividad cerebral). Me parece que el “liberalismo” que defiende don Carlos peca de ingenuo, dogmático y, por qué no decirlo, un poco infantil. En primer lugar, no matiza qué entiende él por libertad. En sus intervenciones del blog habla de mucha libertad económica, libertad para abortar, libertad de acción, etc. También se habla de crímenes, maldad y errores. Como me parece que los conceptos no están para nada afinados, he llegado a la página oficial de “Chile Liberal”: y he aquí que me encuentro con la sorpresa de que uds. se dicen admiradores de Kant y Locke. No he leído jamás una línea de Kant donde se exacerbe la libertad como lo hacen uds., de modo tan acrítico. Kant era ciertamente un ilustrado, pero eso no lo hace un relativista moral, entusiasta del aborto, del divorcio o avance económico a cualquier costo. Cuesta creer que haya “defensores” tan acríticos de la ilustración, cuando ya los tristes hechos nos han mostrado que todos esos mitos del progreso eterno, la moralización de los pueblos y el advenimiento de la paz gracias al progreso técnico no son más que fantasmas.

En segundo lugar, parece que uds. comparten una visión epistemológica que ya está bastante en desuso. Creen que la ciencia empírica “descubre” verdades “objetivas”, y que este método es aplicable a todo tipo de ámbitos. Ha partir del siglo XX, esta idea se ha hecho bastante problemática: ya no es totalmente indefenso, por ejemplo, hablar de moral en términos de “cálculo” o hablar de persona en términos de “actividad neuronal”.

Creo que matar a un feto porque éste presenta marcas de enfermedad mental no es muy distinto a la eugenesia llevada a cabo por los nazis. ¿Cómo va a ser esto un avance? ¿No es nuestra sociedad algo para todos, sin importar raza, estado mental o condición social?

saludos

Chile Liberal dijo...

Estimado Patricio,

Te escribe Carlos.
Las intervenciones en El Mercurio tienen un cierto cariz "incendiario" que está más bien destinado a estimular reacciones de otros contertulios. Como sabemos, Chile es un país que le tiene miedo al debate y a decir las cosas de frente.
Mi intención nunca ha sido insultar a nadie pero te habrás dado cuenta de las oleadas de insultos que recibo diariamente.
Por otro lado, acá en Chile Liberal debatimos en torno a la libertad individual, no desde una línea editorial conservadora como en El Mercurio. Curioso pero acá el nivel de las intervenciones de los participantes es excelente, no siempre es el caso en El Mercurio.

Además, lo que se dice acá corresponde a una visión liberal clásica pero queremos nutrirnos de todas las corrientes liberales que haya en Chile para formar un auténtico "Liberalismo Chileno".

El tema del aborto, en particular, será debatido con más profundidad la próxima semana. Te invitaremos a plasmar acá tus opiniones.

Por lo demás, interesantísimo tu párrafo sobre "el mito del progreso eterno", ya que es a ese progresismo al que nos referimos, al del siglo XVIII, no a la tergiversación de hoy, donde "progresismo" se emplea como eufemismo de socialista renovado. Gracias por poner el tema en el tapete.

Saludos cordiales,
Carlos.

Anónimo dijo...

Hola muchachos:
Ya les he posteado antes "y después" (escribí algo por ahí en los bloggs del naciente 2007) y aquí estoy otra vez..
1)Yo vivo en Suecia hace 1 1/2 años y concuerdo sí y no en algunas visiones del artículo (no discutiré aquí)
2) El post original me parece está copiado de otro lado (me parece haberlo leido). Por favor, agreguen las fuentes cuando sea necesario.
Atte,
Oscar

Chile Liberal dijo...

Óscar,
normalmente publicamos la fuente original de los artículos, pero en este caso, es parte de la sección Premium de The Economist. De todos modos, puedes consultarlo aquí.

Si deseas, puedes buscarlo en inglés en otro sitio o te lo puedo enviar vía email.

Tus opiniones presenciales, desde Suecia, son bienvenidas.

Saludos.

Vladimir Bukovsky dijo...

Suecia es casi un estado corporativo fascista,solo falta que a alguien se le ocurra darle facultades extraordinarias al gobierno,una "ley de habilitación".
Es irónico,Suecia es un estado "antifascista";"progresista",a la cabeza en la legislación antinazi,pero con un sistema económico cada vez más similar.
El corporativismo es una trampa,el resultado es muy similar al comunismo,solo que este apela a la debilidad y al odio,el fascismo,a la fortaleza y orgullo nacional.
Hitler tuvo muchas frases que demuestran sus verdaderas(y malignas)intenciones.Una de ellas es casi desconocida:
"Yo no solo vencí al marxismo,también apliqué el marxismo en mi gobierno".