La crisis de desempleo: la perspectiva liberal
Lo que empezó como crisis hipotecaria el 2007, pasó a ser crisis financiera el 2008 y ya vamos raudos hacia la verdadera crisis: el desempleo del 2009. Los efectos ya se hacen sentir con fuerza en la economía real, y es hora de que los gobiernos se dejen de agarrarnos p'al hueveo.
Lo primero es que los políticos deben dejarse de pendejadas con lo de cuidar el empleo. La presidenta Bachelet llama a los empresarios a "concertar fuerzas", mas no debiese tomar el camino del populismo, sino que dejar que la destrucción creativa haga su trabajo. El principio básico de la economía capitalista, como bien lo notase Karl Marx, era el de aumentar el capital. Se engañan a sí mismos quienes creen que el objetivo de la economía es dar o crear trabajo. Es exactamente al revés: para aumentar las ganancias es necesario crear trabajos. Y a veces, para mantener las ganancias, hay que despedir trabajadores. Por ejemplo, si el negocio de la señora Juanita anda bien, quizás necesite ayuda de una persona más. Pero lo más seguro es que la señora Juanita en estos momentos venda poco. El mecanismo es el mismo para las empresas chicas y las grandes. Sólo empresas ineficientes pueden pretender darse el lujo de no despedir. Es hora de cuidarse de los sindicalistas.
El problema del desempleo desde luego es difícil para un político, más aún para quien preside un país. El motor de la economía capitalista es su capacidad de innovar. En la medida que los políticos insistan en pelotudeces como mantener artificialmente los empleos, o dificultando los despidos masivos, la verdad es que más retardamos la superación de la crisis. En una oportunidad vi una huelga en Francia porque una cadena de supermercados iba a despedir cajeros para instalar cajeros automáticos. La idea errada de algunos es que no se debe adoptar tecnología para salvaguardar puestos de trabajo. Si fuese por eso, aún estaríamos en la edad de piedra, o tendríamos que empezar a prohibir robots y computadores. En la era de la robótica y la computación, vemos que cada vez se necesitan más empleos más sofisticados. Todos lo sabemos, ¿entonces por qué insistir en la falacia de "mantener el empleo a toda costa"? El momento de subsidiar el empleo ya pasó, esa fue la primera etapa de la crisis. Ahora llega el momento de legislar a favor de los despidos, eufemísticamente llamado flexibilidad laboral.
Muchos empleos que existen hoy no existirán mañana. Deben desaparecer. La mano de obra disponible será reutilizada cuando termine esta enorme corrección del sistema, y de hecho, como sabemos, la oferta de trabajo creará demanda. Los trabajadores de hoy tendrán empleos insospechados mañana. La economía mundial de la era post-financiera será un mundo nuevo y desconocido (y seriamente endeudado).
Venceremos
Desde luego, la precariedad laboral genera tensión e incertidumbre. La propuesta de socialistas y conservadores es la vieja cantinela de robustecer el sistema se seguridad social. Esto es, desde luego, un error. Si el Estado comienza a redistribuir las riquezas, las reasigna torpemente. Para funcionar, o para subsistir, necesita de un monstruo voraz llamado "Burocracia". Hagamos memoria: "el mercado es cruel", fue la tristemente célebre frase de un ex presidente chileno. Nada más cruel que la burocracia estatal, y ni hablar de sus soldados de a pie: los sindicalistas. Esos son capaces de poner al país de rodillas.
Ante la incertidumbre, la propuesta de Chile Liberal es endemoniadamente simple. Cada trabajador debiese cotizar en una cuenta de capitalización individual de cesantía. Cuando el trabajador pierde su empleo, puede echar mano a su propia cuenta, cuyos fondos habrían sido administrados por el sector privado, tal como las AFP (fondos privados de pensiones). Esto refuerza la filosofía individualista que pregona nuestro blog, y además, apacigua a la masa laboral ante el temor del desempleo. Más aún, empodera a cada trabajador, apelando a la inteligencia y a la frugalidad. Incluso se puede en situaciones de emergencia echar mano a los fondos en la AFP (una misma administradora se puede hacer cargo de ambos, y fondos de cesantía no utilizados pueden pasarse al de pensión). El gobierno, si es que anda generoso, puede contribuir a los fondos privados de desempleo, pude incluso hacerlo en exceso para generar inflación en momentos de crisis (el miedo hoy es que se aparezca el fantasma de la deflación).
Y si se rebajasen los impuestos, los propios cotizantes podrían asegurarse un ingreso extra comprando los productos que podrían ofrecer los bancos, como el seguro Vive Tranquilo del Banco de Chile, que por una cotización bajísima (ChP $ 6.900/10 €) asegura coberturas básicas. La idea implantada el año 2002 con la Administradora de Fondos de Cesantía necesita profundizarse y, de hecho, para mayor eficiencia, debe privatizarse. Lamentablemente, las ideas socialistas van por el camino equivocado.
Por si no se han dado cuenta, lo que proponemos es un sistema privado de seguridad social, o dicho de rompe y raja: privatizar la seguridad social.
Una cuestión de dignidad
Es indigno recibir una migaja, una limosna. Nada hay más enfermante que esas hordas de vagos que en las calles piden "una monea, flaquito". ¿No les da vergüenza ser pordioseros? Lo que realmente debe preocuparnos es que la ideología socialista quiera crear una sociedad de pordioseros, en las que unos viven a costillas de otros. El Estado Niñera y el asistencialismo son los enemigos públicos #1 del desarrollo económico, y más aún, de la autoestima y dignidad que siente cada cual al valerse por sí mismo. Pero parece que la presidenta Bachelet no lo entiende así.
La historia todos la conocemos. Ellos eran 6 obreros metalúrgicos, bien machos, que trabajaban en el norte de Inglaterra, zona industrial de hombres rudos que cuando salen del trabajo beben cerveza y juegan fútbol. Pero el mundo cambió, la era industrial pasó, y se quedaron sin trabajo. Desesperados, deciden hacer un show nudista. La escena es un clásico del cine y encapsula en un minuto la humillación máxima que significa ir a una sucia y maloliente oficina estatal a cobrar un cheque miserable. Increíble que algunos insistan en su objetivo final: socializar el pordioserismo, y humillarnos con unas migajas miserables, quitadas al resto mediante la fuerza y la coacción.
Lo que empezó como crisis hipotecaria el 2007, pasó a ser crisis financiera el 2008 y ya vamos raudos hacia la verdadera crisis: el desempleo del 2009. Los efectos ya se hacen sentir con fuerza en la economía real, y es hora de que los gobiernos se dejen de agarrarnos p'al hueveo.
Lo primero es que los políticos deben dejarse de pendejadas con lo de cuidar el empleo. La presidenta Bachelet llama a los empresarios a "concertar fuerzas", mas no debiese tomar el camino del populismo, sino que dejar que la destrucción creativa haga su trabajo. El principio básico de la economía capitalista, como bien lo notase Karl Marx, era el de aumentar el capital. Se engañan a sí mismos quienes creen que el objetivo de la economía es dar o crear trabajo. Es exactamente al revés: para aumentar las ganancias es necesario crear trabajos. Y a veces, para mantener las ganancias, hay que despedir trabajadores. Por ejemplo, si el negocio de la señora Juanita anda bien, quizás necesite ayuda de una persona más. Pero lo más seguro es que la señora Juanita en estos momentos venda poco. El mecanismo es el mismo para las empresas chicas y las grandes. Sólo empresas ineficientes pueden pretender darse el lujo de no despedir. Es hora de cuidarse de los sindicalistas.
El problema del desempleo desde luego es difícil para un político, más aún para quien preside un país. El motor de la economía capitalista es su capacidad de innovar. En la medida que los políticos insistan en pelotudeces como mantener artificialmente los empleos, o dificultando los despidos masivos, la verdad es que más retardamos la superación de la crisis. En una oportunidad vi una huelga en Francia porque una cadena de supermercados iba a despedir cajeros para instalar cajeros automáticos. La idea errada de algunos es que no se debe adoptar tecnología para salvaguardar puestos de trabajo. Si fuese por eso, aún estaríamos en la edad de piedra, o tendríamos que empezar a prohibir robots y computadores. En la era de la robótica y la computación, vemos que cada vez se necesitan más empleos más sofisticados. Todos lo sabemos, ¿entonces por qué insistir en la falacia de "mantener el empleo a toda costa"? El momento de subsidiar el empleo ya pasó, esa fue la primera etapa de la crisis. Ahora llega el momento de legislar a favor de los despidos, eufemísticamente llamado flexibilidad laboral.
Muchos empleos que existen hoy no existirán mañana. Deben desaparecer. La mano de obra disponible será reutilizada cuando termine esta enorme corrección del sistema, y de hecho, como sabemos, la oferta de trabajo creará demanda. Los trabajadores de hoy tendrán empleos insospechados mañana. La economía mundial de la era post-financiera será un mundo nuevo y desconocido (y seriamente endeudado).
Venceremos
Desde luego, la precariedad laboral genera tensión e incertidumbre. La propuesta de socialistas y conservadores es la vieja cantinela de robustecer el sistema se seguridad social. Esto es, desde luego, un error. Si el Estado comienza a redistribuir las riquezas, las reasigna torpemente. Para funcionar, o para subsistir, necesita de un monstruo voraz llamado "Burocracia". Hagamos memoria: "el mercado es cruel", fue la tristemente célebre frase de un ex presidente chileno. Nada más cruel que la burocracia estatal, y ni hablar de sus soldados de a pie: los sindicalistas. Esos son capaces de poner al país de rodillas.
Ante la incertidumbre, la propuesta de Chile Liberal es endemoniadamente simple. Cada trabajador debiese cotizar en una cuenta de capitalización individual de cesantía. Cuando el trabajador pierde su empleo, puede echar mano a su propia cuenta, cuyos fondos habrían sido administrados por el sector privado, tal como las AFP (fondos privados de pensiones). Esto refuerza la filosofía individualista que pregona nuestro blog, y además, apacigua a la masa laboral ante el temor del desempleo. Más aún, empodera a cada trabajador, apelando a la inteligencia y a la frugalidad. Incluso se puede en situaciones de emergencia echar mano a los fondos en la AFP (una misma administradora se puede hacer cargo de ambos, y fondos de cesantía no utilizados pueden pasarse al de pensión). El gobierno, si es que anda generoso, puede contribuir a los fondos privados de desempleo, pude incluso hacerlo en exceso para generar inflación en momentos de crisis (el miedo hoy es que se aparezca el fantasma de la deflación).
Y si se rebajasen los impuestos, los propios cotizantes podrían asegurarse un ingreso extra comprando los productos que podrían ofrecer los bancos, como el seguro Vive Tranquilo del Banco de Chile, que por una cotización bajísima (ChP $ 6.900/10 €) asegura coberturas básicas. La idea implantada el año 2002 con la Administradora de Fondos de Cesantía necesita profundizarse y, de hecho, para mayor eficiencia, debe privatizarse. Lamentablemente, las ideas socialistas van por el camino equivocado.
Por si no se han dado cuenta, lo que proponemos es un sistema privado de seguridad social, o dicho de rompe y raja: privatizar la seguridad social.
Una cuestión de dignidad
Es indigno recibir una migaja, una limosna. Nada hay más enfermante que esas hordas de vagos que en las calles piden "una monea, flaquito". ¿No les da vergüenza ser pordioseros? Lo que realmente debe preocuparnos es que la ideología socialista quiera crear una sociedad de pordioseros, en las que unos viven a costillas de otros. El Estado Niñera y el asistencialismo son los enemigos públicos #1 del desarrollo económico, y más aún, de la autoestima y dignidad que siente cada cual al valerse por sí mismo. Pero parece que la presidenta Bachelet no lo entiende así.
La historia todos la conocemos. Ellos eran 6 obreros metalúrgicos, bien machos, que trabajaban en el norte de Inglaterra, zona industrial de hombres rudos que cuando salen del trabajo beben cerveza y juegan fútbol. Pero el mundo cambió, la era industrial pasó, y se quedaron sin trabajo. Desesperados, deciden hacer un show nudista. La escena es un clásico del cine y encapsula en un minuto la humillación máxima que significa ir a una sucia y maloliente oficina estatal a cobrar un cheque miserable. Increíble que algunos insistan en su objetivo final: socializar el pordioserismo, y humillarnos con unas migajas miserables, quitadas al resto mediante la fuerza y la coacción.
Full Monty - Hot Stuff
5 comentarios:
Muy de acuerdo.
"La presidenta Bachelet llama a los empresarios a concertar fuerzas"
El gobierno ha puesto mucho énfasis en que este año su prioridad será el empleo. En realidad, nos están avisando cual será su discurso en este año electoral.
Como a pesar de todo su "gran esfuerzo", el empleo caerá, la culpa será de los empresarios en general y de Piñera en particular.
Vuelvo a reiterar algo que ya te respondí por Facebook:
Si Chile Liberal pretende ser un partido político y no un instituto de economía, tiene que considerar muchos aspectos que salen de ese campo.
Tienes que considerar que la sociedad chilena es conservadora; que la sociedad chilena es estatista, y que incluso antes que cualquiera de esas cosas, toda persona requiere de cierta tranquilidad en su vida y, especialmente los padres de familia, no se sienten satisfechos con una explicación racionalista a sus despidos... Puedes manejar una empresa asi siendo privado, pero no puedes manejar un pais asi siendo el gobierno.
Si "Chile Liberal" pretende ser un partido político que pase de ser una secta, DEBE considerar el aspecto político y social al momento de mostrarse a la sociedad. No hay partido 100%socialdemócrata ni 100%conservador.. lo mismo se aplica para uno liberal; debe ser marketearse y vender un liberalismo en la medida de lo posible... si vendes una ideología pura estás muerto, por más razon que esta pueda tener.
@SergioA: estoy de acuerdo aunque me parece que el hecho de que este sea un año electoral es más bien una coincidencia. Como sabemos, el equipo técnico de la presidenta es muchísimo mejor que el equipo político. Cuando se toman decisiones con criterios políticos y no técnicos, es cuando se cometen las estupideces más grandes (este es un blog tecnócrata)
@Pablo: me parece que no comprendiste bien mi mensaje de fondo: seguridad social debe existir, pero es más eficiente en manos privadas. El Estado debe hacerse cargo exclusivamente de los menesterosos. Nunca he hablado de tirar a la calle a los padres de familia, sino que tengan su propio fondo para casos de emergencia, como el actual.
Perfecto
El problema: como logras implantar ese pensamiento en la sociedad chilena REAL?. Te pongo el caso de las AFPs: institucionalmente el tema es la alternativa liberal frente a la seguridad social estatal. Económicamente perfecto: fortaleces el mercado de capitales, das jubilaciones y le quitas una carga al Estado... pero has entender eso a una población a punto de jubilarse y que aun ve al INP como el negocio de sus vidas que dejaron pasar.
La mentalidad de una población es muy dificil de cambiar, y por eso creo que todo partido debe moverse con moderación si pretende lograr algo.
Un ejemplo más "económico"?. Aunque Coca Cola sea nefasta para el cuerpo humano, no le vas a quitar mercado vendiendo un nectar de frutos nativos por mucha información nutricional que ofrescas. Lo mismo sucede entre estatismo y liberalismo. Por muy nefasto que sea el primero, no le vas a quitar un pais con un programa político y unos flyers en la calle... el tema es MUCHO más profundo.
Y si, entiendo perfectamente tu punto. Estudio ingeniería comercial y lo que dices me parece totalmente acertado. También comparto tu visión sobre responabilidad individual a toda costa. El problema es que tanto el entendimiento del funcionamiento de la economía como el asumirse separado de lo demás es algo que en Chile no es común. Y si quieres que "Chile Liberal" no termine como secta trotskysta, debes apelar a esos millones que no piensan igual que tu, y no al par de miles que si lo hace.
@Pablo: me parece que el desafío es justamente modular el discurso liberal y adaptarlo para que pueda ser transmitido en la onda de radio correcta para que sea captado por los receptores. De hecho, en eso consiste un partido político.
Justamente, eso es lo que pretende este blog: comenzar a abrirse camino en una sociedad ultraconservadora, estática, falta de iniciativa y que reverencia al Estado como un ente benefactor.
En el trazado del proyecto de partido, hay varias ideas de este tipo. Cuando se haga la próxima reunión ojalá quieras asistir.
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