Debido a que varios contertulios reaccionaron a nuestro artículo anterior, es menester puntualizar la discusión para que quede clara la postura de Chile Liberal sobre el aborto en embarazos con síndrome de Down.
Primero, aclaremos que el Down es una enfermedad congénita que severamente reduce tanto la expectativa de vida como su calidad. Si bien existen distintos grados de severidad del Down, en sus formas más agresivas apenas posibilita la supervivencia. Es por esto que —incluso para quienes erróneamete asemejan al aborto con un "crimen"— la interrupción del embarazo ante esta condición debe aceptarse como un acto legítimo, e incluso deseable. Si una criatura sólo nace para sufrir, es perfectamente lícito terminar esa vida en su etapa más temprana de gestación, cuando carece tanto de conciencia de sí mismo como de capacidad para experimentar dolor.
En segundo lugar, aclaramos que nuestro sitio considera la eugenesia algo repugnante. Tanto así que no queremos ni siquiera referirnos a ello. Por tanto, se le ruega a los contertulios que deseen impugnar la postura de Chile Liberal que no caigan en la Ley de Godwin. Si tienen alguna opinión sobre este tema, se les invita a compartir su visión junto con el razonamiento que lo sostenga. Nuestra visión se basa en la filosofía utilitarista de, por ejemplo, un Peter Singer, o en las propias declaraciones de la filósofa liberal Ayn Rand. Para no envliecer más la discusión, y de paso no trivializar el concepto de nazismo, les aliento a buscar otra arista a la discusión, alejándose del arma arrojadiza de la reductio ad hitlerum.
Además, —en tercer lugar—, y relacionado con el segundo punto, se abre un tema mucho más amplio para los partidarios del gobierno limitado: si una familia de escasos recursos no puede costear los tratamientos de un sujeto Down, ¿debe el Estado inmiscuirse y financiar la atención de salud de alguien que jamás será un aporte a la sociedad? ¿Qué piensa a respecto la lunatic-fringe anarcocapitalista que en este sitio aboga por la abolición total del Estado?
Más aún, en asuencia de Estado, si una mujer desea interrumpir su embarazo, ¿quién lo impide? ¿Quién defiende a la mórula que en el futuro se convertirá en un bebé con síndrome de Down? Cabe destacar que Chile Liberal no alienta la intromisión del Estado ya que no propugnamos interferencias del poder coercitivo de la ley tanto para obligar a un aborto, como tampoco para prohibirlo, ni peor aún, penalizarlo. Lo que sugerimos es que el Estado se limite a respetar la decisión de la pareja, o de la mujer, sobre continuar o terminar un embarazo en estas desdichadas circunstancias.
De lo anterior se desprende que si alguien desea tener un hijo con síndrome de Down porque es una "experiencia maravillosa" y "única" que "llena de alegría", entonces que lo tenga. Pero producto del escaso valor que aquella criatura presta al resto, es inadecuado que el Estado deje a un niño con hambre, quitándole recursos a su familia, para redistribuirlo entregándoselos a otros, quienes ni siquiera con capaces de sobrevivir por sí mismos, como en el caso de los niños Down.
El dinero de los contribuyentes debe emplearse de forma eficiente. No obstante, si alguien libremente desea establecer instituciones de caridad que con aportes voluntarios financien los tratamientos de estos niños, pues bienvenido sea.