miércoles, 31 de octubre de 2007

La toma de la Pastilla

El papismo no cede. Esta vez, la más formidable conspiración jamás formada contra la autoridad y seguridad del gobierno civil, así como contra la libertad, inteligencia y felicidad de la Humanidad nos ataca de manera más sutil. Los empresarios farmacéuticos, siguiendo los principios conjurados en el Estado Vaticano, se han negado a poner a disposición del público la llamada Píldora del Día Después, un anticonceptivo de emergencia (levonorgestrel). El gobierno ha aplicado sanciones, con las que estamos de acuerdo, y se ha mostrado resuelto: el levonorgestrel ha sido incluido en el formulario nacional, con ello, su venta es obligatoria.

El papismo recalcitrante esta vez clama objeción de conciencia, retorciendo el propio espíritu de dicho principio. Los adeptos a la Iglesia de Roma carecen de libertad de conciencia, ya que han renunciado a su individualidad y ceden su propio raciocinio a los dictados de un estado foráneo. El Vaticano ha fundado y promovido toda clase de ardides y estudios científicos apócrifos en los que ellos, contra toda evidencia científica internacional, afirman que la PDD es abortiva, dejando al descubierto la contradicción de dicha iglesia. Desde su perspectiva, condenan el aborto, de ahí su oposición a la PDD. Ocurre que esta píldora no es abortiva, como lo demuestran los verdaderos estudios, inlcuso algunos que ellos mismos han fundado, pero se niegan a aceptar la evidencia veraz. ¿Por qué continúan su compulsiva oposición a la anticoncepción de emergencia? Simplemente, porque desean promover el totalitarismo sexual ("castidad") y no soportan que el resto de la comunidad haga caso omiso a su oscurantismo bastardo, basado en serios traumas sexuales y desórdenes siquiátricos.

O sea, no es abortiva, pero se oponen de todos modos. Si fuese abortiva, ¿cuál es el problema? Estamos hablando de un medicamento que se emplea hasta el tercer día de gestación, vale decir, cuando hay no más de 150 células en el cigoto. Alguien me dirá oye pero eso es un montón de células. Pero ocurre que en el cerebro de una mosca hay 120 mil células, por ello, si tanto les preocupa la "defensa de la vida" (léase "usar la maternidad como castigo a los promiscuos"), entonces debiesen oponerse a matar moscas o sacarle garrapatas a los perros, ya que constituyen crímenes. El lobby pro-vida intentará refutar reclamando que las células del cigoto contienen células con potencial humano y ADN de un individuo. Pues bien, todas las células humanas tienen ADN y con la manupulación adecuada se pueden clonar y crear individuos a partir de ellas. Siguiendo su retorcida línea de pensamiento, rascarse la nariz o reventarse una espinilla constituirían un Holocausto ya que estamos eliminando centenares de miles de células humanas. La posición pro-vida que postula el papismo es intelectualmente indefendible, moralmente reprochable y simplemente insostenible.

Responsabilidad social de los empresarios farmacéuticos
Sectores de izquierda y sindicalistas han difundido la gran mentira de que los empresarios tienen una "responsabilidad social" que desempeñar. Esto es completamente descabellado. Primero, la sociedad no existe (there's no such thing as a society - Maggie Thatcher), por tanto, ¿responsabilidad hacia quién tiene el empresario? Pues hacia sus consumidores. El único deber del empresario es prestar los servicios o bienes prometidos a los consumidores y clientes (ni siquiera ofrecer empleos ni pagar "salarios éticos" son deberes del empresario). Desde este punto de vista, los empresarios farmacéuticos están faltando gravemente a su deber al negarse a distribuir un fármaco requerido por sus clientes, más aún, cuando éste es de emergencia. ¿Acaso esperan estos empresarios adictos al papismo que una muchacha violada peregrine por las farmacias de la ciudad hasta encontrar una tienda con el levegesterol? ¡Por favor! ¿Hasta cuando seguiremos secuestrados por culpa del Vaticano y su Imperio del Mal. ¡Basta!

Las sanciones están correctamente aplicadas.

Bachelet y el papa: ¿sintonía?
Paradójicamente, mientras la extraordinariamente aconfesional Michelle Bachelet se entrevistaba con Joseph Ratzinger en una parafernalia sin precedentes, el gobierno decidió enfrentar a dicha organización. Bachelet declaró que había gran sintonía entre ella y Ratzinger, pero la realidad muestra que es imposible no tener serias dificultades con la Iglesia de Roma, que al igual que todas las mafias italianas, ejerce tal dominio que acaba por conspirar contra el gobierno civil de naciones soberanas.

El gobierno de Chile ahora ha incluido el fármaco en el formulario nacional, medida obviamente en respuesta a la obstinada oposición que ofrece el papismo. El que sea o no sea medicamento es una cuestión baladí, no viene al caso. Lo importante es que el levegesterol debe estar a disposición de quienes lo soliciten.

Ya el año pasado el papismo se opuso a la vacuncación de niñas británicas contra el cáncer cervical, que es una ETS terminal. Para justificar semejante atrocidad, citaron estudios oscurantistas. También disponen de otros estudios, igualmente turbios, que demuestran la ineficacia del condón, y misteriosamente, también tienen estudios que comprueban lo maligno de la píldora anticonceptiva, así como de los efectos malignos de la PDD: para todo lo que contravenga su antediluviana obsesión con la sexualidad, presentan sus propios e inverosímiles estudios que, según ellos, les dan la razón. Todo vale cuando se trata de justificar sus complejos sexuales.

En Gran Bretaña, se llevó a cabo una campaña educativa radial recordando a los oyentes que la PDD estaba a disposición en farmacias y que en ningún caso debe emplearse como un anticonceptivo rutinario. El aviso era serio e informativo, daba cuenta de los efectos secundarios, y destacaba que en caso de ser víctima de abusos, hay números telefónicos confidenciales a los cuales acudir. Nada de esto se puede hacer en Chile; no es posible educar porque las garras de la tiranía católica impiden el normal funcionamiento del país.

Es hora de ponerle atajo a esta asociación oscurantista, maligna y retrógrada, que constituye un peligro público. Sus soldados de a pie en la política chilena se han unido para salir en defensa del papismo, y a ellos debemos castigar en las urnas negándoles nuestro voto. Los apologetas del papismo deben ser expulsados del Congreso Nacional, alcaldías y gobierno central, ya que someten nuestra institucionalidad a los designios del Estado Vaticano, situación anómala e inaceptable.

El blog Chile Liberal está a favor de las sanciones a farmacias que se rehúsen a poner el levonorgestrel (PDD) a disposición de los consumidores. (Ver encuesta al costado superior derecho.)

14 comentarios:

Cristian dijo...

El problema es que la objecion de conciencia da para mucho.

El dios inexistente en el que creeo, el Chancho Volador Constantemente Feliz, me ha dicho a mi y solo a mi, que debo manejar por la izquierda en chile en vez de la derecha, porque el SAGRADO CHANCHO, escribio con su propia cola de relampagos en un libro al que yo y solo yo tengo acceso que El es ingles, y no le gusta manejar a la derecha.

Eso, que escribi es delirio, y no tiene ninguna diferencia con los argumentos de las farmacias rebeldes. La objecion de conciencia es un recurso que no deberia usarse basado en creencias arriagadas en dogmas en los que solo una fraccion de la poblacion cree. Es distinto si se hace por convicciones filosoficas y eticas basadas en un argumento logico (como desertar del ejercito ante la posibilidad ir a una guerra con la que no se esta de acuerdo)

A todo esto Chileliberal, quisiera dejar un avisito, a esos infieles que creen en FSM y el PIU, les espera el eterno infierno por no creer en el Sagrado Chancho Volador Constantemente Feliz.

Chile Liberal dijo...

Y mientras la ciencia no demuestre que el "Chancho Volador Constantemente Feliz" no existe, entonces se declara como existente.

Así todo, "dios" no pertenece a la esfera de lo terrenal, sino de lo metafísico, pero eso no importa, porque hay algunos que conocen al dedillo la esfera metafísica, lo oyen, lo aman, y legislan basado en su amor, e incluso se niegan a vender una pastilla apelando al Chanchito.

A todo esto, el rito central del Servicio Militar es el Juramento a la Bandera: Yo, soldado conscripto Perico de Los Palotes, juro por Dios y por esta bandera....dar la vida si fuese necesario

Sospecho que si los ateos objetaran el servicio militar diciendo que no se les puede forzar a jurar dar la vida por dios ya que no creen en dios, la cantidad de ateos en Chile sería altísima.

¿Ha pensado algún abogado ateo en esto?

Y ahí me gustaría ver a monseñor, el arzobispo y el cura de mi pueblo hablando de si somos un "país cristiano" o no. El argumentum ad populum es lo único que aun les mantiene con vida.

Los de sotana han tenido chipe libre desde siempre en Chile. ¿Cuando nos tomaremos La Bastilla?

Anónimo dijo...

Que sórdido tu blog. Me pareciera estar leyendo a los demonios sentados en sus tronos.
¿Libre? ¿Qué es libertad? ¿inteligencia? ¿FELICIDAD? Por lo visto no eres muy distinto al común de los seres humanos. Todos necesitamos dar respuesta a esos conceptos tan básicos subjetivos al parecer. Pero si mi libertad me asegura poder matar a alguien porque yo lo quiero y soy libre de hacerlo y ser feliz, entonces nada debería prohibírmelo. ¿O no?
En tanto, la muerte carnal no es tan solo la que existe. Sino entonces, ¿dónde habita la inteligencia? ¿En el mundo metafísico?
Entonces seamos todos tontos.

Ricardo dijo...

cristian: cuidado con lo que dices... eso de creer en dioses inventados está muy mal. No es mi caso porque yo creo en IPU (invisble pink unicorn) que demuestra su existencia haciendo desaparecer mis calcetines cada vez que mi fe flaquea.

Voy a rogarle a ELLA (si, mi dios es mujer) que te saque de tu error para que veas la luz... HEREJE !!!

Chile Liberal dijo...

Yo respeto las creencias de cada uno. Más sepan que Cristian y Ricardo, y seguro que Karla, creen en religiones que provienen del hombre. En cambio, el verdaero Padre Celestial, como en su corazón intuye Cristian (si bien es duro de alma y lo niega), es el Monstruo del Espagueti Volador (FSM - Flying Spaghuetti Monster). A diferencia de las de uds, ésta es una religión revalada por amor del Espagueti mediante sus dos albóndigas amorosas, que representan el origen creador no creado de la misericordia del Monstruo, que es carbohidrato puro (sin él, el hombre no es nada).

Cuando vino el Profeta Albóndigo a la Tierra (EEUU, of course), tal como lo declara Salsa de Tomate 69:69, pronunció las siguientes palabras a sus discípulos

Oh Tallarines que están en los cielos gourmets
Santificada sea tu harina
Venga a nosotros tus nutrientes
Hágase su voluntad en la Tierra como en los platos
Danos hoy nuestras albóndigas de cada día
y perdona nuestras gulas así como nosotros perdonamos a los que no te comen.
No nos dejes caer en la tentación (de no alimentarnos de vos)
y líbranos del hambre...
RAmén.


Más el Magisterio del Tallarín ha declarado que no hay conflcto entre el Espagueti, las Albóndigas, y la ciencia, si bien esta última no pude acceder a la metatallarinística tomatiana.

A todo esto, lo siguiente lo leí este artículo blog de Patoace hace un tiempo:

Un Regalo a Dawkins con mucho cariño.. :

… Para el Neoplatismo, el ser (ipsum esse) constituye el vértice de la pirámide de las ideas; es la primera esencia después del Uno o el super ente. Tomas asume esta doctrina del “ipsum esse” como la idea suprema, pero califica a esta como “esse commune”, es decir, como el ser general en el que participan todos los entes, salvo Dios. Porque Dios como origen de todo ser no “tiene” ser, sino que ES el ser.Por eso, contrariamente al neoplatismo, Dios no es para Tomas el super-ente, sino el «ipsum esse subsistens», el ser subsistente, en el que participa todo ente. Dios no participa en el esse commune; mas bien el esse commune participa en Dios, es el el primero y autentico efecto de Dios. Asi, Dios como ser subsistente es también origen y fundamento; o, en términos bíblicos, el padre de toda realidad.

Con esta doctrina de Dios como el ser subsistente, Tomas puede salvar la trascendencia de Dios frente al mundo. En efecto, entre el ser ser de Dios y el tener ser de las criaturas hay una diferencia cualitativa infinita.

De la definición de Dios como ipsum esse subsistens se sigue que, como plenitud del ser, no sufre ninguna deficiencia (potentialitas), sino que es el ser absolutamente perfecto, pura actualidad (actus purus). Esta coincidencia de la esencia y el ser en Dios es la base tanto de la simplicidad de Dios como de su inmutabilidad. Es decir, Dios no realiza su esencia sucesivamente, sino que el es su esencia sin mas.

Por eso la eternidad de Dios no solo significa que Dios no tiene principio ni fin, sino que es el principio y el fin al mismo tiempo. Como no necesita realizar su ser sucesivamente, su eternidad consiste en la “tota simul et perfecta possession” de su ser.

La inmutabilidad y la eternidad que se desprende de la esencia de Dios como ipsum esse subsistens no significa que Dios sea un ser inmóvil y rígido en todos los aspectos. Al contrario, de esa definición se sigue que el es el conocer puro y que por ello posee la vida en grado supremo. El Dios que concebimos mediante las categorías de la metafísica clásica tampoco es, pues, un Dios muerto, sino un Dios esencialmente vivo.

Walter Kasper (citando a Tomas de Aquino) en EL DIOS DE JESUCRISTO


RAmén

Elías Lestrade dijo...

"la más formidable conspiración jamás formada contra la autoridad y seguridad del gobierno civil, así como contra la libertad, inteligencia y felicidad de la Humanidad "

COMING SOON ON CINEMAS
BUY YOUR POPCORN 25C OFF!

Chile Liberal dijo...

Sí, y acá viene la segunda parte:


La ciencia es el gran antídoto contra el veneno del entusiasmo y la superstición. (Adam Smith)

Elías Lestrade dijo...

El problema (creo) es el siguiente: existen personas que creen que es inmoral en sí la venta de una píldora anticonceptiva, y más inmoral aún si es abortiva. Existen personas que creen que la moralidad no tiene que ver tanto con la naturaleza de las cosas como con las convicciones subjetivas. Sin embargo, cuando los del primer bando invocan, al menos que se le conceda el derecho a tener "convicciones subjetivas", los otros automáticamente creen que la moral no se trata de convicciones personales, sino de leyes objetivas. Me parece contradictorio, pero muy entendible: al final cada uno quiere que prevalezca su verdad --eso del relativismo puro es un invento.

Chile Liberal dijo...

Patricio: el problema es que tu libertad de conciencia o, por lo mismo, la libertad de conciencia del empresario farmacéutico, no puede vulnerar la libertad de conciencia de terceros. ¿Me entiendes?

Vale decir, el dueño de la farmacia puede ejercer su libertad de conciencia en la medida que algo le afecte directamente a él o ella (por ejemplo, consumir o no la PDD o el anticonceptivo en general).

El dueño de farmacia no puede clamar libertad de conciencia para impedir que otra persona ejerza su libertad de conciencia. En este caso, es un burdo intento por imponer la moral católica, tal como lo pregona Ratzinger desde su vida palaciega en Roma.

Como siempre, los defensores de la libertad individual nos encontramos en una línea de pensamiento coherente. Y cómo no, si nuestra natureleza humana es individualista.

Un testigo de jehová puede clamar objeción de conciencia para no recibir un transplante de órgano o transfusión de sangre. Pero no puede reclamar si trabaja en un hospital como cirujano o médico y debe practicar un transplante o una transfusión de sangre a otros. Si éste es el caso, es mejor que no se dedique a la profesión médica.

Por lo mismo, los farmacéuticos o se cambian de rubro o reciben las sanciones y multas correspondientes.

Espero hayas captado la diferencia.

(Por último, los creyentes y sus cuestiones metafísicas son parte de la esfera celestial, que no se metan en lo terrenal. La derogación por secretaría y decreto supremo del Limbo les compete a ellos: la legislación de los países, no.)

Elías Lestrade dijo...

Carlos, te recomiendo que antes de escribir pienses antes.

tú dices:

"Patricio: el problema es que tu libertad de conciencia o, por lo mismo, la libertad de conciencia del empresario farmacéutico, no puede vulnerar la libertad de conciencia de terceros. ¿Me entiendes?"

Tu argumento se puede dar vuelta, y queda igual: "la libertad de conciencia de los compradores no puede vulnerar la libertad de conciencia de terceros.

Vale decir, los compradores de la píldora pueden ejercer su libertad de conciencia en la medida que algo le afecte directamente a él o ella (por ejemplo, vender o no la PDD o el anticonceptivo en general)."

--¿En qué quedamos?

--¿Puedes explicar ahora cómo defiendes el argumento de la libertad de conciencia?

Las demás cosas que dijiste (la vida palaciega del Papa y las cuestiones de metafísica) dejémoslas de lado por ahora.

Elías Lestrade dijo...

donde dice "los compradores de píldora" debe decir: "los farmacéuticos"

saludos

Chile Liberal dijo...

Lo que tú dices sería válido en el supuesto caso que el farmacéutico fuese forzado a administrar la PDD a una mujer que no desea emplearla. ¿Me entiendes?

En el caso de los farmacéuticos, no es válido porque sólo se les exige que la pongan a disposición de quienes deseen utilizarla. No se les obliga a dársela a quien no quiere.

Imagínate un hombre trae a su polola o su mujer a la fuerza a la farmacia, ella no quiere usarla, pero el hombre la obliga, y la ley obligase al farmacéutico a administrarla a la fuerza.

El asunto es que el uso sigue siendo estrictamente a voluntad de la interesada, y como consumidora, ella ve sus intereses vulnerados. Es cuestión de ella consumirla, y es en ella quien recae la objeción de conciencia, la cual puede ejercer simplemente no comprando la píldora.

Dices...
Tu argumento se puede dar vuelta, y queda igual: "la libertad de conciencia de los compradores no puede vulnerar la libertad de conciencia de terceros.

No. La liberad de conciencia de las usuarias de la PDD sólo afecta a un ente microscópico, que a las 72 horas apenas tiene 150 células. Si hubiese un supuesto afectado con la PDD, no es en ningún caso el farmacéutico.

¿Captas?

--¿Puedes explicar ahora cómo defiendes el argumento de la libertad de conciencia?

Sí, lee lo escrito anteriormente.

La venta de la PDD no vulnera la libertad de conciencia del farmacéutico. Q.E.D.

Elías Lestrade dijo...

Carlos, no hay que ponerse tan sutil en las distinciones. El punto es más simple. La objeción de conciencia es aquel derecho que le da la sociedad a un individuo cuando este tiene razones para pensar que cumplir la ley va en contra de sus convicciones más íntimas.

Tú dices que en el caso del farmacéutico (o dueño de la farmacia, o la persona que maneja el camión de la farmacia), aunque él encuentre que vender un determinada pastilla es un mal para la sociedad y vaya en contra de su conciencia, tiene igual que venderla, ¿no?

Los argumentos son: porque de no hacerlo, se viola la libertad de conciencia de quien quiere comprar la píldora. Y cuando alguien te dice que también se viola la libertad de conciencia del farmacéutico, dices que no. ¿Por qué no? Eso es lo que no puedes explicar. Dices que no porque simplemente no. Tu ejemplo no ayuda a resolver el caso. Se puede a alguien obligar a hacer algo en muchos sentidos: se puede a alguien obligar a vender armas, se puede a alguien apretar el gatillo. En ambos casos es obligación. Y si se obliga a alguien en contra de su conciencia, entonces la libertad de conciencia no es absoluta.

Lo que el estado liberal no puede explicar es porqué, si la libertad individual es el valor supremo, entonces hay personas “más” libres que otras. ¿Por qué la consumidora de pastilla tiene más derecho a tomarla que el vendedor el negarse a venderla? Bueno, porque al final los liberales igual tienen una escala de valores, igual o más autoritaria que los cristianos o personas que creen en la existencia de un orden moral objetivo.

Entonces, la pregunta es: ¿por qué la consumidora de pastilla tiene más derecho a tomarla que el vendedor el negarse a venderla?

Espero no encontrar una respuesta metafísica.

Chile Liberal dijo...

Es muy simple, te lo vuelvo a explicar en detalle.

Objeción de conciencia se refiere a la atribución de alguien para negarse a hacer algo que ordena la ley y que afecta a sí mismo, no negarse a acatar la ley por algo que afecte a terceros. Más aún, cuando no afecta a terceros, sino que es un bien que un tercero, libremente, demanda.

Te vuelvo a poner el ejemplo del Testigo de Jehová que no acepta recibir una transfusión de sangre. Él, además, puede negarse a donar sangre. Él no puede entorpecer la transfusión de sangre a un tercero. El Testigo de Jehová reclama objeción de conciencia para no cumplir él con su servicio militar, porque a él le afecta la conscripción: él es el afectado.

Lo que no comprendes es que la objeción de conciencia se invoca cuando un individuo se niega acatar la ley porque vulnera sus principios, y a él lo afectan.

Lo que algunos pretenden es desvirtuar la objeción de conciencia para obstruir la libertad de terceras partes. Ya se ha explicado en este blog que el límite de mi libertad es la libertad individual del otro.

Si el farmacéutico se niega a vender la PDD, él obstruye la libertad individual de la usuaria. Esto es inaceptable. Por eso no corresponde invocar la objeción de conciencia en este caso.

Como ya se explicó, además, el farmacéutico está en su derecho a no poner a disposición de los usuarios la PDD. Para ello, puede cambiarse de rubro.

Vuelvo al ejemplo del servicio militar. En ese caso, el afectado no tiene opción, o al menos, pide permutar servicio militar por servicio a la comunidad etc.

Mientras el supuesto "afectado" por la venta de la PDD tenga opción, es libre para hacer otras cosas. Por lo mismo, queda demostrado nuevamente que no procede la objeción de conciencia.

Reitero: no puedes invocar objeción de conciencia para obstruir la libertad de terceros. Menos aún el dueño de un local comercial, quien sujeto a reglas como en todo estado de derecho, viola la libertad individual de los usuarios. Él tiene el deber de prestar los servicios o bienes requeridos.

La usuaria no vulnera al farmacéutico, simplemente porque ella es la usuaria, y el debate sobre la supuesta inmoralidad de la PDD es una cuestión de la mujer, no procede considerar la interferencia de terceros. Como dije, la mujer que no desee usar la PDD puede recurrir a su objeción de conciencia y no adquirirla, pero si va a adquirirla, ella como usuaria exige la prestación del servicio que demanda: el farmacéutico no puede intervenir, simplemente porque no le incumbe lo que hagan terceros.

Siguiendo tu argumento, un dueño de restaurante puede negarse a atender a un negro porque él es racista, y su convicción íntima es que los negros son una raza inferior. En este caso, se atenta contra el consumidor.

Ahora bien, tu dices
La objeción de conciencia es aquel derecho que le da la sociedad a un individuo cuando este tiene razones para pensar que cumplir la ley va en contra de sus convicciones más íntimas.

Para empezar, la sociedad no dota de derechos a un individuo. El individuo nace libre, no es la sociedad la que te entrega derechos para que seas libre. Por otro lado, tú no te puedes negar a acatar la ley y obstruir la libertad de terceros. Los dos puntos anteriores atentan justamente con la postura individualista que acá se propone.

Tu insistirás: ¿y la libertad individual del farmacéutico? Te respondo por enésima vez: no puedes obstruir a otros, y en este caso, el farmacéutico, como empresario, no puede vulnerar a sus usuarios.

Si al farmacéutico le parece incompatible con sus funciones, está en todo su derecho a cambiarse de rubro.