sábado, 23 de agosto de 2008

El Comité Olímpico debe renunciar, y Chiledeportes debe clausurarse

50 millones de dólares y cero medallas: renuncien

Una economía basada en las exportaciones, como la chilena, debe hacer un esfuerzo por crear una "marca país". Cualquier producto que exhiba Made in USA o Fabriquée en France inmediatamente proporciona seguridad de que estamos ante a un producto de calidad. El objetivo debe ser convertir a Made in Chile o Product from Chile también en símbolo de calidad.

Los esfuerzos al respecto han sido desastrosos en Chile, simplemente porque responden a un plan burocrático destinado a inventar una marca. La marca Made in China ha subido de rango: desde la "infamia absoluta" a la simple "infamia", algo que el gobierno chino comprendió en su momento e hizo todos los esfuerzos posibles en los actuales Juegos Olímpicos para realzar la imagen de su país y demostrar excelencia y disciplina. Probablemente, la próxima vez que alguien compre un computador Lenovo asocie dicha tecnología con los estándares atléticos que hemos visto en Beijing 2008. Pero no todo es color de rosa. En China (como ocurría en todos los países del ex bloque soviético) han competido atletas del terror, producto más bien de la manipulación estatal. Como vemos en el siguiente video, niños chinos son adiestrados -incluso contra la voluntad de sus padres- para ganar medallas y adornar la imagen del gobierno chino...





En Chile no hay nada de esto. Sí hubo 50 millones de dólares desperdiciados por parte del aparato estatal, o sea, dinero de todos los contribuyentes, todo para que la delegación chilena no sólo trajera cero medallas, sino que la nadadora casi se ahoga, el payaso ciclista hizo el ridículo, y la mitad de la delegación ni siquiera superó sus marcas.

Turistas olímpicos
El fenómeno del turismo olímpico es conocido. Se observa en las fiestas en las Villas Olímpicas donde muchísimos atletas no tienen posibilidad alguna de ganar medallas y se dedican a pasear e intercambiar experiencias placenteramente penetrantes con miembros de otros países, o entre ellos mismos.

Todo financiado gracias a la benevolencia del Estado, como debe ser.

Hay algo grandioso en los Juegos Olímpicos: una fiesta pacífica del deporte, donde cada vez se rompen marcas y uno se pregunta hasta dónde llegaremos. También se ve lo peor del mundo: recordemos los Juegos de Hitler, la masacre de Múnich 72, los atletas del terror que enviaba el comunismo, y hoy, el terrorismo Chino (ver video anterior) con el fallido boicot que promovió el Dalai Lama. Así todo, el espíritu olímpico se impone y todos recordamos las grandes hazañas de deportistas africanos, como por ejemplo John Akii Bua, que sin zapatos, sin ropa, sin comida, en medio de masacres y enfermedades en su Uganda natal, logran deslumbrar al mundo con sus récord mundiales.

Pero nada de esto impresiona al Comité Olímpico de Chile, ni a Chiledeportes, ni menos aún, a los turistas olímpicos que mandamos a Beijing. Ellos reclaman que no hay recursos, pero 50 millones de dólares son suficientes. ¿Resultados? Cero medallas, pero ni siquiera eso, sino que la mitad no mejora sus propias marcas.

Si al menos perdieran con dignidad. Pero no, el payaso Almonacid tiene que hacer el ridículo.

La inyección de recursos ha sido contundente, y los resultados siguen tan paupérrimos como en Sidney y Atenas. Como si fuese poco, se nos advierte que tampoco habrá medallas en Londres 2012. Es probable que estos sujetos ahora exijan más recursos para obtener triunfos, pero no se les debe dar nada más porque estamos en presencia del fenómeno de los rendimientos decrecientes.

Si los dirigentes se dedican a pasear y despilfarrar recursos, si los atletas son unos flojos, si no han ganado medallas, no ganan medallas, ni van a ganar medallas, entonces el Comité Olímpico de Chile debe cerrarse, o al menos, su plana mayor debe renunciar inmediatamente finalizados los actuales Juegos.

Los dirigentes deben hacerse responsables por el uso de recursos públicos. ¿Dónde están nuestros diputados que no fiscalizan? Los honorables diputados estaban practicando deportes.

El Comité Olímpico de Chile debe presentar su renuncia. Y si los atletas van a pasear, que lo hagan, pero que se paguen ellos mismos la estadía y viáticos.

La empresa privada
Parte de los recursos han provenido de la empresa privada. Es mejor que contribuyan entidades privadas a los deportistas, donde los propios empresarios asuman los costos de las pérdidas (o sea, exijan resultados), o de lo contrario, sean ellos los que contribuyan a la economía realzando la imagen y concepto de Chile. Si la bandera chilena flamea en el podio olímpico, la percepción de Chile mejora, y por lógica los productos chilenos encontrarían mejor aceptación en los mercados extranjeros, lo que redunda en mayores exportaciones, y beneficios para todos (principalmente, para quienes asumen los riesgos). Los propios medallistas pueden convertirse en los rostros publicitarios de las firmas que los auspicien, lo que generará gran dinamismo económico.

Los aportes del Estado se han despilfarrado y nadie se hace responsable. Señor Neven Ilic Álvarez, presidente del COCH, y todo el directorio: RENUNCIEN

Señores y damas de Chiledeportes: ... sin comentarios. Cierren esa agencia inútil

El Plan ADO, como lo advertimos, fue un fracaso.

No se vayan de vacaciones con dineros de todos. Páguense ustedes mismos.

La gran excepción fue por supuesto nuestro gran Fernando González, quien tuvo el gesto y la nobleza olímpica de dedicarle a todos sus compatriotas su triunfo personal. Un gran saludo a Feña, ejemplo de superación y digno de elogios.

No hay comentarios.: