Europa en su momento representó el pináculo de la cultura, las ciencias, el arte y el refinamiento. Cargada de historia, el Viejo Continente ha sido una influencia positiva para el mundo al descubrir valores e ideas universales. Pero en el siglo XX Europa tocó fondo, y sus dos guerras mundiales, los exterminios masivos, el odio racial y el fanatismo la arrojaron a la miseria absoluta. EEUU, con su simpleza y pragmatismo, tuvo que ir a salvar a Europa y debió reconstruir Alemania y hasta hoy aún está a cargo de su seguridad. Si no fuese por el Plan Marshall, Europa no existiría. Por eso, cada cierto tiempo los europeos se organizan para hacer el ridículo y, quizás, no olvidarse de sus propios absurdos. Esta ridiculez concertada se transmite por televisión y se conoce como Festival de la Canción de Eurovisión.
Así como la historia reciente de Chile se puede comprender en el Festival de Viña, (¿por qué en 1975 nadie pifió a Pinochet?) Eurovisión, al parecer un inocente concurso musical (similar a la OTI), esconde intrigas, prejuicios, lealtades mal entendidas, y arrastra un karma histórico. A fin de cuentas, el programa tiene un trasfondo político hilarante. Ocurre que los representantes de la Unión Europea de Radiodifusión votan por los ganadores. En teoría, la mejor canción y la performance de mayor calidad debiese ganar, pero como nos muestra The Economist a continuación, resulta que el ganador más bien se decide por la cercanía de unos países con otros.
Acá empieza lo realmente entretenido del concurso. Es común reunirse con amigos para ver esta tontería, aprovechando los primeros días de sol, la votación empieza normalmente cuando ya el efecto de las cervezas se hace notar, en medio de las hamburguesas recién comidas, En países multiculturales la tensión sube ya que no falta el amigo de un país que vota por su archi-rival histórico para deleite de todos (ojo: nadie admite públicamente que ve el programa, pero todos lo ven y todos los diarios lo comentan) ¿Deben los irlandeses votar por el Auld Enemy, Inglaterra? (respuesta: sí, pero sólo si la canción es mala, para cagárselos) ¿Por qué los nórdicos siempre eligen como mejor canción entre sus vecinos? Lo mismo hacen los países de los Balcanes, los del bloque Este, los españoles votan por los portugueses, y un largo etcétera. La votación de Eurovisión es una cuestión puramente política. Hay países que ya no existen (URSS, Yugoslavia), y otros que ahora existen (Kosovo), y otros que si bien son europeos (Turquía) aún algunos insisten que no pertenecen a Europa, pero sí a Eurovisión.
Pero igualmente interesante es determinar cuál es el incentivo para ganar, y esto es necesario para comprender por qué la calidad de los temas en competencia es tan ridículamente mala. Hace unos años, Irlanda mandó un cantante vestido de Pavo, con su fantástico tema "Irlande Douze Points". Los ingleses mandaron el tema "Flying the Flag", ver video a continuación, (terminó en último lugar, quizás influenciados por la Guerra en Irak y la relación especial del UK con EEUU).
Resulta que el ganador no recibe dinero, y organizar el concurso es carísimo, y los gastos corren por cuenta del país ganador. La promesa de promover el turismo y mejorar la imagen país no siempre es incentivo suficiente. El resultado es que un país pobre puede ganar y se alegra, pero nadie quiere ganarlo dos veces. Luxembrugo en su momento se negó a pagarlo. Irlanda posee el récord con 7 triunfos, lo que en su momento fue motivo de orgullo por la tradición musical de la isla. Pero El Pavo Dustin dejó claro que los irlandeses no quieren ganar nunca más ni tienen interés en demostrar sus proezas musicales La economía es una cuestión de incentivos, básicamente porque se sustenta en la competencia. Cualquier política económica debe analizarse sobre los incentivos para producir y competir. Nada muy distinto de un concurso de canciones: si no hay incentivo para ganar, se termina enviando temas especialemente concebidos para perder. Se anula el objetivo de la competencia.
France rules
En un vuelco impresionante, este año la super cool cantante francesa de blues Patricia Kaas se ha postulado y fue elegida como la representante de Francia. En su país esta mujer es desdeñada ya que gracias a los altísimos impuestos franceses, ella se llevó su fortuna a Suiza, (de nuevo, incentivos) país que en realidad es pobre pero que vive de la desregulación bancaria. En Wikipedia (ver entrada), Kaas es retratada como one of the most successful French-speaking singers in the world. Es cierto que algunos grandes de la música europea han surgido en Eurovisión, notablemente Abba (ganaron con Waterloo) en 1974, o quizás también Lordi (con Hard Rock Hallelujah) el 2006, pero que una artista totalmente consagrada como Patricia Kaas se presente es algo nunca antes visto.
Lo que nos lleva nuevamente a hurgar en el trasfondo político y socioeconómico del concurso. Francia, otrora potencia imperialista, ha visto paulatinamente reducida su influencia en el mundo. En la crisis actual ocurre que Francia es uno de los menos afectados. Su despreciado modelo económico resultó ser eficiente para evitar el descalabro de los Anglosajones (si bien su rigidez le impedirá recuperarse con celeridad). Se sabe que la Unión Europea es un proyecto en que Francia quiere moldear el contiente a su imagen y semejanza, pagado con el dinero de los alemanes (y mientras no se olvide la II Guerra, los alemanes tendrán que seguir pagando la cuenta). Francia es un país que ante todo exalta el estilo y la elegancia, y parece que Eurovisión ha caído tan bajo que es hora de darle un toque galo, como si Eurovisión fuese la Unión Europea.
La balada de Patricia Kaas Et s'il fallait le faire ya se ha convertido en una de las favoritas, y quizás La France vuelva a marcar presencia y ocupar el sitial al que aspira guiando el concurso en una dirección más artística y sofisticada. El problema no es si ella gana, el problema es qué pasará si pierde.
La decisión queda en los prejuicios históricos de los votantes.
Desde ya Chile Liberal le desea buena suerte a Patricia y Francia en la versión 2009 de Eurovisión, que se realizará en Moscú. Estaremos comentando mañana los resultados.
PD: Los organizadores han censurado la canción de Georgia porque los cantantes se burlaron de Vladimir Putin en el tema "We Don't Wanna Put In"
Así como la historia reciente de Chile se puede comprender en el Festival de Viña, (¿por qué en 1975 nadie pifió a Pinochet?) Eurovisión, al parecer un inocente concurso musical (similar a la OTI), esconde intrigas, prejuicios, lealtades mal entendidas, y arrastra un karma histórico. A fin de cuentas, el programa tiene un trasfondo político hilarante. Ocurre que los representantes de la Unión Europea de Radiodifusión votan por los ganadores. En teoría, la mejor canción y la performance de mayor calidad debiese ganar, pero como nos muestra The Economist a continuación, resulta que el ganador más bien se decide por la cercanía de unos países con otros.
Acá empieza lo realmente entretenido del concurso. Es común reunirse con amigos para ver esta tontería, aprovechando los primeros días de sol, la votación empieza normalmente cuando ya el efecto de las cervezas se hace notar, en medio de las hamburguesas recién comidas, En países multiculturales la tensión sube ya que no falta el amigo de un país que vota por su archi-rival histórico para deleite de todos (ojo: nadie admite públicamente que ve el programa, pero todos lo ven y todos los diarios lo comentan) ¿Deben los irlandeses votar por el Auld Enemy, Inglaterra? (respuesta: sí, pero sólo si la canción es mala, para cagárselos) ¿Por qué los nórdicos siempre eligen como mejor canción entre sus vecinos? Lo mismo hacen los países de los Balcanes, los del bloque Este, los españoles votan por los portugueses, y un largo etcétera. La votación de Eurovisión es una cuestión puramente política. Hay países que ya no existen (URSS, Yugoslavia), y otros que ahora existen (Kosovo), y otros que si bien son europeos (Turquía) aún algunos insisten que no pertenecen a Europa, pero sí a Eurovisión.
Pero igualmente interesante es determinar cuál es el incentivo para ganar, y esto es necesario para comprender por qué la calidad de los temas en competencia es tan ridículamente mala. Hace unos años, Irlanda mandó un cantante vestido de Pavo, con su fantástico tema "Irlande Douze Points". Los ingleses mandaron el tema "Flying the Flag", ver video a continuación, (terminó en último lugar, quizás influenciados por la Guerra en Irak y la relación especial del UK con EEUU).
Resulta que el ganador no recibe dinero, y organizar el concurso es carísimo, y los gastos corren por cuenta del país ganador. La promesa de promover el turismo y mejorar la imagen país no siempre es incentivo suficiente. El resultado es que un país pobre puede ganar y se alegra, pero nadie quiere ganarlo dos veces. Luxembrugo en su momento se negó a pagarlo. Irlanda posee el récord con 7 triunfos, lo que en su momento fue motivo de orgullo por la tradición musical de la isla. Pero El Pavo Dustin dejó claro que los irlandeses no quieren ganar nunca más ni tienen interés en demostrar sus proezas musicales La economía es una cuestión de incentivos, básicamente porque se sustenta en la competencia. Cualquier política económica debe analizarse sobre los incentivos para producir y competir. Nada muy distinto de un concurso de canciones: si no hay incentivo para ganar, se termina enviando temas especialemente concebidos para perder. Se anula el objetivo de la competencia.
France rules
En un vuelco impresionante, este año la super cool cantante francesa de blues Patricia Kaas se ha postulado y fue elegida como la representante de Francia. En su país esta mujer es desdeñada ya que gracias a los altísimos impuestos franceses, ella se llevó su fortuna a Suiza, (de nuevo, incentivos) país que en realidad es pobre pero que vive de la desregulación bancaria. En Wikipedia (ver entrada), Kaas es retratada como one of the most successful French-speaking singers in the world. Es cierto que algunos grandes de la música europea han surgido en Eurovisión, notablemente Abba (ganaron con Waterloo) en 1974, o quizás también Lordi (con Hard Rock Hallelujah) el 2006, pero que una artista totalmente consagrada como Patricia Kaas se presente es algo nunca antes visto.
Lo que nos lleva nuevamente a hurgar en el trasfondo político y socioeconómico del concurso. Francia, otrora potencia imperialista, ha visto paulatinamente reducida su influencia en el mundo. En la crisis actual ocurre que Francia es uno de los menos afectados. Su despreciado modelo económico resultó ser eficiente para evitar el descalabro de los Anglosajones (si bien su rigidez le impedirá recuperarse con celeridad). Se sabe que la Unión Europea es un proyecto en que Francia quiere moldear el contiente a su imagen y semejanza, pagado con el dinero de los alemanes (y mientras no se olvide la II Guerra, los alemanes tendrán que seguir pagando la cuenta). Francia es un país que ante todo exalta el estilo y la elegancia, y parece que Eurovisión ha caído tan bajo que es hora de darle un toque galo, como si Eurovisión fuese la Unión Europea.
La balada de Patricia Kaas Et s'il fallait le faire ya se ha convertido en una de las favoritas, y quizás La France vuelva a marcar presencia y ocupar el sitial al que aspira guiando el concurso en una dirección más artística y sofisticada. El problema no es si ella gana, el problema es qué pasará si pierde.
La decisión queda en los prejuicios históricos de los votantes.
Patricia Kaas - "Et s'il fallait le faire"
Desde ya Chile Liberal le desea buena suerte a Patricia y Francia en la versión 2009 de Eurovisión, que se realizará en Moscú. Estaremos comentando mañana los resultados.
PD: Los organizadores han censurado la canción de Georgia porque los cantantes se burlaron de Vladimir Putin en el tema "We Don't Wanna Put In"
2 comentarios:
Deberían de eliminar el concurso porque es un gasto enorme y totalmente innecesario. Tienes razón en prácticamente todo, sin embargo, este año no se ha decidido el ganador por cercanía: TODOS los países menos Azerbaijhan le han votado con 10 o 12 puntos, algunos con menos.
Más que eliminar el concurso, yo buscaría la forma de eliminar el "incentivo perverso" de achacar la organización y sus gastos al país ganador. Respecto a la cercanía, si te fijas bien en el gráfico de The Economist, te vas a dar cuenta que Oslo no está tan lejos de Moscú, y Noruega ha sido el ganador con el tema Fairytale. Además, el tema ganador, a pesar de ser noruego, suena completamente europeo-oriental, lo que explica la cantidad de votos. El ganador en el formato actual necesita ante todo el voto de Europa del Este.
Pensemos además en la crisis económica actual y ningún país desde luego va a querer ganar. Excepto Noruega que también guardó los excedentes de sus años de vacas gordas y es prácticamente el único país europeo que sigue creciendo.
Algunas curiosidades del concurso este año (ver noticia):
El ganador de este año, Alexander Rybak, de origen bielorruso, acaba de cumplir 23 años e interpretó la canción ganadora, 'Fairytale', de la que es autor e intérprete, al tiempo que tocaba el violín con aires de inspiración de Europa del Este, rodeado de jóvenes chicas.
Horas antes de que empezara la final de Eurovisión la policía de Moscú detuvo este sábado a alrededor de 40 activistas que se manifestaban a favor de los derechos de los homosexuales.
La policía antidisturbios se movilizó cuando unos 15 manifestantes corearan "¡La homofobia es la vergüenza de Rusia!" o "¡Los mismos derechos para todo el mundo!", presenció un periodista de AFP.
La homofobia es un prejuicio muy extendido en Rusia, donde la homosexualidad fue un delito hasta 1993 y se clasificó como "enfermedad mental" hasta 1999.
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