domingo, 31 de mayo de 2009

No, Cristian, yo no maté a Victor Jara

En su último artículo, el destacado columnista de El Mercurio y figura en la TV cultural, Cristian Warnken, nos dice que

"No fue el conscripto José Paredes Márquez el que mató a Víctor Jara. No. Lo maté yo y lo mataste tú, lector, porque preferiste no oír sus desgarradores gritos en el Estadio Chile, que segaron su voz cantora para siempre."


La leyenda urbana todos la conocemos. Llegó un militar y le preguntó a Víctor Jara si él acaso era el músico del que todos hablaban. Luego le cortó la manos y le dijo: "toca ahora poh weón". El folclorista intentó tomar la guitarra. El militar, furioso, lo mató. Si esto fuese cierto sería atroz. El problema es que la realidad supera la ficción: Víctor Jara fue detenido ilegalmente, torturado, y fue asesinado por la espalda. Su cuerpo registró 44 disparos y fracturas múltiples por agonizantes torturas.

No Cristian. No jodas. Yo NO maté a Víctor Jara. Fue el asesino, el criminal más lunático que ha regido Chile, el dictador Augusto Pinochet Ugarte el responsable de matar por la espalda a un músico, "para salvar a la patria", según él y la horda que aún lo aplaude. Los que viven hablando de las Kalisnikov, del Plan Z, del marxismo internacional, esos son los que mataron a Víctor Jara. El conscripto Paredes efectivamente acribilló a Víctor Jara, ¿dónde están los mandos superiores? A la cárcel los asesinos, los preprotentes, los que se creen dueños de Chile y eligen quién vive y quién muere. Un país debe ser gobernado por leyes e instituciones, no por matones con armas. Castigo a los que detienen ilegalmente, ordenan la pena de muerte y ejecutan por la espalda, con 44 disparos. ¡¡44 disparos!! ¿Qué sicópata puede decir que eso es salvar a la patria?

A Víctor Jara no lo maté yo. A Víctor Jara lo mataron ellos. Y ellos ahora deben comparecer ante la justicia, esclarecer la verdad, establecer los hechos, y en un juicio justo deben pedir perdón y luego ser remitidos a la cárcel.

Luego de acabada la II Guerra Mundial, EEUU y los Aliados llegaron a liberar y reconstruir Alemania (que se convertiría al final en una potencia). Emergieron los horrores de los campos de exterminio, el mundo vivió en carne propia lo más maniático que puede llegar a ser un criminal al mando de un país. Los Aliados jamás comenzaron a matar a los jerarcas nazis por la espalda. Comenzaban los juicios de Nuremberg, donde comenzó una de las etapas más avanzadas del derecho internacional, en que la sed de venganza y el horror abrió paso a la justicia en tribunales, con derecho a defensa y en un estado de derecho. Se estableció que los mandos superiores son responsables por los actos de sus subalternos. Nadie puede ahora reclamar que no sabía nada. En Chile, por tres años tumultuosos de gobierno comunista (jamás una "guerra mundial"), los secuaces de Pinochet, excitados con el olor a sangre, comenzaron juicios clandestinos, ejecuciones aberrantes, cuerpos escondidos o incinerados, o arrojados al mar, descuartizados, torturados. Necesito, eso sí, que alguien me explique qué peligro representaba Víctor Jara, o muchos otros, que evidentemente no eran una amenaza subversiva para nadie. ¿Era el niño de 13 años Carlitos Fariña una amenaza subersviva, o escondía Kalishnikovs en su arsenal? ¿Era Víctor Jara una amenaza que se merecía una ejecución por la espalda?

No Cristian. Yo no maté a Víctor Jara.

6 comentarios:

Flo dijo...

Está bien, pero yo me imagino que la idea iba más bien por el lado de apelar a una gran proporción de quienes leen El Mercurio, que siguen echando de menos al Tata y deseando reimponer un estado policial en Chile; no por nada le dan tanto bombo al pánico masivo, recientemente encarnado en estas epidemias de influenza.
En tal caso podemos decir que Warnken peca un poco de ingenuo. Pero yo me quedo con sus palabras, poéticas e innegablemente sensibles.
Estamos esperando se apersonen los superiores que dieron las órdenes de matar a Jara para comparecer ante la justicia civil.
Cheers.

Chile Liberal dijo...

Flo, sin duda no pretendí negar que CW es un excelente columnista. Entiendo además a quiénes va dirigida la columna de esta semana. Simplemente quise dejar constancia de que hay un grupo en Chile que aún debe una explicación al país sobre estas atrocidades.

Como todos, también espero que no sólo caiga el pelao conscripto. Estoy a la espera de que caigan los peces gordos.

Cheerio

Manuel dijo...

Considero que CW cae y recae en la prosa cursi, más allá de eso lo encuentro un tipo simpático, aunque algo ingenuo y con un afán desmedido por estar del lado de lo políticamente correcto, cuestión que implica, entre otras cosas, reconocer las "excepcionales" virtudes de Victor Jara (honestamente, yo no soporto dos canciones seguidas del "cantor"). Ahora, el problema es que en Chile lo políticamente correcto también abarca cosas como pitearse a los flaites (siempre que no se diga de esa forma, claro) y la idea de que exigir justicia por los atroces crímenes cometidos en el pasado es odioso e incluso poco cristiano. CW se enmarca en esta última visión (más por ingenuidad que por maldad, creo), cuando exhorta, como un profeta, a no seguir "alimentando un odio sin fin", y al diluir la culpa de personas concretas en el intangible de "todos los chilenos".

Por otra parte, me parece notar una contradicción en quienes están por ejercer el perdón cristiano, en su versión más extrema, para con los criminales de la dictadura: suelen ser los mismos que exigen la pena de muerte para los ladrones de celulares.

Chile Liberal dijo...

Manuel: yo noto incluso otra contradicción. Los que defienden la vida, los defensores de la cultura de la vida por sobre la cultura de la muerte, son los primeros que justifican el matar con 44 disparos a un músico. Eso, aparentemente, no es crimen. Pero que una mujer decida sacar de su útero un manojo microscópico de células es un crimen contra la humanidad.

Ignacio Burges dijo...

En un blog espanol "liberal", batiburrillo.redliberal, en cierto modo se justifica la muerte de Victor Jara , lo acusan de terrorista ,algo asi como "comandante" del fantasmal Plan Z, con 15000 gerrilleros cubanos incluidos.

Anónimo dijo...

En otro blog "liberal" incluído entre tus amigos, también indirectamente se justifica la muerte de Víctor Jara.