Estimados(as): Les entregamos la primera reacción de The Economist ante la devstación que ha asolado nuestro país. ¿Cuánto porcentaje de PIB hemos perdido? ¿Podemos usar esta tragedia para reactivar la economía de nuestro país? Considerando la complicada situación financiera internacional, un esfuerzo gubernamental por inyectar recursos a la economía, más la necesaria labor de los inversionistas privados, harán lo que hoy puede parecer imposible: volcar esta tragedia a nuestro favor. Esperamos que Sebastián Piñera y su Team estén atentos.
Arreglos necesarios
Chile calcula los costos del devastador terremoto, y planea su recuperación
Arreglos necesarios
Chile calcula los costos del devastador terremoto, y planea su recuperación
1 de marzo 2010 SANTIAGO Por The Economist en línea
Traducción de Chile Liberal (Original: Chile's earthquake - In need of repair)
En un comienzo hubo una sensación de alivio ante lo que parecían daños relativamente limitados, considerando la fuerza del terremoto que ha sacudido al centro y sur del país en la madrugada del 27 de febrero. Pero esa imagen ha sido gradualmente reemplazada por la consternación, a medida que comienza a emerger la realidad. El domingo en la mañana, la cantidad de muertos había sobrepasado los 700, y es muy probable que siga aumentando, de acuerdo a lo señalado por la presidenta Michelle Bachelet. Así todo, es un saldo bajo, no obstante, para un terremoto de 8,8 de magnitud, uno de los mayores en la historia del mundo, desde 1900.
Fue sentido en casi todo el país, aunque el terremoto impactó con mayor fuerza seis regiones de la zona central, desde la capital, Santiago, y el puerto cercano de Valparaíso, hasta la región de la Araucanía en el sur del país. Estas partes del país albergan al 60% de la población total de 17 millones, y cuenta alrededor del 70% del PIB. Se estima que 1,5 millones de hogares se han dañado y un tercio deberá ser demolida.
El mayor daño y la pérdida de vidas, sIn embargo, parece ser a causa no del terremoto en sí mismo sino de una marejada que arrasó con varios pueblos en la costa de la zona centro-sur de Chile. En uno de estos pueblos, Constitución, los socorristas encontraron más de 300 cadáveres el domingo. Gran parte del único poblado en el archipiélago de Juan Fernández, que pertenece a Chile y es famoso por ser el lugar donde naufragó Robinson Crusoe, fue también destruido.
Chile ha implementado un eficiente sistema de contingencia para responder ante lo que Bachelet ha descrito como "una historia repleta de desastres naturales". Sin embargo, los saqueos, especialmente en la ciudad sureña de Concepción y sus pueblos aledaños, han mermado la imagen de Chile, que se precia de ser un país que inmediatamente activa su sistema de emergencia para socorrer a sus compatriotas. Aunque algunos de los saqueadores sólo buscaban víveres y agua confrontados ante la escasez, otros simplemente se llevaron todo lo que podían. Como consecuencia, el gobierno ha impuesto un toque de queda en las áreas más afectadas.
El terremoto ha afectado a Chile precisamente cuando su economía comenzaba a recuperarse después de una contracción de un 0,9% en el 2009. Los efectos de la desgracia dificultarán las exportaciones, que son el motor económico del país. El cobre, la principal fuente de ingresos, se produce principalmente en el norte, donde el país no sufrió daño alguno. Pero los daños en los puertos del sur obstacularizarán los embarques de maderas y otros productos forestales, incluida la pulpa, mientras que las exportaciones de frutas, ahora plena temporada de cosecha, sufrirán serios retrasos como resultado de los daños en las principales carreteras en Chile central.
A pesar del posible impacto en el crecimiento durante el primer trimestre, y probablemente en el segundo también, es factible que esta catásrofe sirva de estímulo en el mediano plazo ya que el gobierno gastará ingentes recursos en los esfuerzos de reconstrucción del país. Estas son buenas noticias para el presidente electo, Sebastián Piñera, quien deberá asumir el mando de la nación el 11 de marzo y ganó la elección con la ambiciosa promesa de lograr un crecimiento económico de un 6%anual durante sus cuatro años de gobierno.
Hasta que se haga una evaluación completa del daño, es difícil cuantificar el costo de la reconstrucción. Eqecat, una empresa norteamericana de gestión de catástrofes, ha sugerido que podría alcanzar unos $30 mil millones de dólares, equivalentes a un 20% del PIB chileno en el 2009. Parte del costo puede financiarse de inmediato desde el erario nacional, recurriendo a los ahorros acumulados por Chile cuando obtuvo grandes utilidades por el alto precio del cobre, entre 2005 y 2008.
Sin embargo, el señor Piñera, quien ha identificado a la inversión privada como uno de los más importantes componentes del aumento en el crecimiento, ha indicado que el gobierno no hará solo todo el trabajo. Él espera que las empresas chilenas jueguen un papel central en los esfuerzos de reconstrucción mediante un plan bautizado como "Levantemos Chile", el que ha esbozado ayer domingo. Este plan puede incluir un esquema de concesiones público-privadas que fueron lanzadas en la década 90, precisamente para construir muchas de las carreteras que fueron afectadas en el terremoto de este sábado.
Traducción de Chile Liberal (Original: Chile's earthquake - In need of repair)
En un comienzo hubo una sensación de alivio ante lo que parecían daños relativamente limitados, considerando la fuerza del terremoto que ha sacudido al centro y sur del país en la madrugada del 27 de febrero. Pero esa imagen ha sido gradualmente reemplazada por la consternación, a medida que comienza a emerger la realidad. El domingo en la mañana, la cantidad de muertos había sobrepasado los 700, y es muy probable que siga aumentando, de acuerdo a lo señalado por la presidenta Michelle Bachelet. Así todo, es un saldo bajo, no obstante, para un terremoto de 8,8 de magnitud, uno de los mayores en la historia del mundo, desde 1900.
Fue sentido en casi todo el país, aunque el terremoto impactó con mayor fuerza seis regiones de la zona central, desde la capital, Santiago, y el puerto cercano de Valparaíso, hasta la región de la Araucanía en el sur del país. Estas partes del país albergan al 60% de la población total de 17 millones, y cuenta alrededor del 70% del PIB. Se estima que 1,5 millones de hogares se han dañado y un tercio deberá ser demolida.
El mayor daño y la pérdida de vidas, sIn embargo, parece ser a causa no del terremoto en sí mismo sino de una marejada que arrasó con varios pueblos en la costa de la zona centro-sur de Chile. En uno de estos pueblos, Constitución, los socorristas encontraron más de 300 cadáveres el domingo. Gran parte del único poblado en el archipiélago de Juan Fernández, que pertenece a Chile y es famoso por ser el lugar donde naufragó Robinson Crusoe, fue también destruido.
Chile ha implementado un eficiente sistema de contingencia para responder ante lo que Bachelet ha descrito como "una historia repleta de desastres naturales". Sin embargo, los saqueos, especialmente en la ciudad sureña de Concepción y sus pueblos aledaños, han mermado la imagen de Chile, que se precia de ser un país que inmediatamente activa su sistema de emergencia para socorrer a sus compatriotas. Aunque algunos de los saqueadores sólo buscaban víveres y agua confrontados ante la escasez, otros simplemente se llevaron todo lo que podían. Como consecuencia, el gobierno ha impuesto un toque de queda en las áreas más afectadas.
El terremoto ha afectado a Chile precisamente cuando su economía comenzaba a recuperarse después de una contracción de un 0,9% en el 2009. Los efectos de la desgracia dificultarán las exportaciones, que son el motor económico del país. El cobre, la principal fuente de ingresos, se produce principalmente en el norte, donde el país no sufrió daño alguno. Pero los daños en los puertos del sur obstacularizarán los embarques de maderas y otros productos forestales, incluida la pulpa, mientras que las exportaciones de frutas, ahora plena temporada de cosecha, sufrirán serios retrasos como resultado de los daños en las principales carreteras en Chile central.
A pesar del posible impacto en el crecimiento durante el primer trimestre, y probablemente en el segundo también, es factible que esta catásrofe sirva de estímulo en el mediano plazo ya que el gobierno gastará ingentes recursos en los esfuerzos de reconstrucción del país. Estas son buenas noticias para el presidente electo, Sebastián Piñera, quien deberá asumir el mando de la nación el 11 de marzo y ganó la elección con la ambiciosa promesa de lograr un crecimiento económico de un 6%anual durante sus cuatro años de gobierno.
Hasta que se haga una evaluación completa del daño, es difícil cuantificar el costo de la reconstrucción. Eqecat, una empresa norteamericana de gestión de catástrofes, ha sugerido que podría alcanzar unos $30 mil millones de dólares, equivalentes a un 20% del PIB chileno en el 2009. Parte del costo puede financiarse de inmediato desde el erario nacional, recurriendo a los ahorros acumulados por Chile cuando obtuvo grandes utilidades por el alto precio del cobre, entre 2005 y 2008.
Sin embargo, el señor Piñera, quien ha identificado a la inversión privada como uno de los más importantes componentes del aumento en el crecimiento, ha indicado que el gobierno no hará solo todo el trabajo. Él espera que las empresas chilenas jueguen un papel central en los esfuerzos de reconstrucción mediante un plan bautizado como "Levantemos Chile", el que ha esbozado ayer domingo. Este plan puede incluir un esquema de concesiones público-privadas que fueron lanzadas en la década 90, precisamente para construir muchas de las carreteras que fueron afectadas en el terremoto de este sábado.
8 comentarios:
¿Dónde está el déficit fiscal que se comentaba antes del terremoto? The Economist lo omitió.
¿Ya dijeron los keynesianos que esta catástrofe (u otras como una guerra) constituye una oportunidad de "reactivar la economía"?
"A pesar del posible impacto en el crecimiento durante el primer trimestre, y probablemente en el segundo también, es factible que esta catásrofe sirva de estímulo en el mediano plazo ya que el gobierno gastará ingentes recursos en los esfuerzos de reconstrucción del país."
Ese comentario es un desproposito. Da la impresión que algunas falacias no mueren nunca. Se gastarán ingentes recursos que se habrían destinado a otros fines en la reconstrucción del país. ¿Cómo va a ser eso bueno? No es tan dificil de ver, sólo hay que pensar un poquito. Es obvio que los redactores del The Economist no han leído a Bastiat, y tampoco parece que estén interesados en ello.
Exacto, Mario, a eso apuntaba mi comentario, pareciera que desearan más de esos estímulos, lo cual no hace sino ahondar la miseria intelectual en la que están emporcados...
@Javier: es que no es lo mismo un déficit durante la fase de contracción del ciclo, como ocurrió en el 2009, que durante la fase expansiva. El comentario, correcto, por lo demás, de Piñera, me pareció que apuntaba no tanto como crítica al déficit, sino para alertar que no podrá acogerse las demandas sociales durante el próximo año ya que, justamente, comienza la recuperación y no será el momento de endeudarse.
Piensa en el fatal error de Frei RT, quien se jactaba de que Chile no se endeudó durante la Crisis Asiática. Al contrario, no haberse endeudado agravó la crisis, ya que es preferible una crisis brusca, profunda, pero breve, que una leve pero prolongada, como al final fue el corolario de la crisis financiera del 98/99.
@Mario: primero, me alegro que estés bien. En cuanto a tu comentario, no es un despropósito. Como dije en este comentario, donde dije que el "mejor índice para medir la productividad de una economía es la llamada FTP, o factor total de productividad. Este índice mide la eficiencia en empleo del capital y el trabajo, estimando en términos porcentuales la diferencia no contabilizada de aumento en "output" luego de considerar el aumento en trabajo y capital." Lo que Piñera ahora podrá hacer será aumentar la inversión de capital y movilizar mucha mano de obra, especialmente mano de obra paralizada por la contracción en la construcción, lo que le puede permitir mejorar el rendimiento del 'output' y así es posible alcanzar niveles de crecimiento incrementados. Así todo, habrá que estar atentos a las cifras que entregue la OECD para Chile sobre nuestro factor total de productividad, ya que por otro lado es también posible que el crecimiento simplemente se deba al aumento de inversión y mano de obra producto del plan "Levantemos Chile".
Desde un punto de vista macabro, el terremoto le ha venido como anillo al dedo a Piñera porque le permitirá mover capital y mano de obra, que si no fuese por el desastre, tardaría mucho más en incorporarse.
@Zoidzilla: me alegro que estés bien
Lo dicho: un despropósito. Lee siquiera un poquito a genuinos autores liberales como Bastiat y la Falacia de la Ventana Rota.
Fear the Boom and Bust [sub español] Hayek vs Keynes Rap Anthem
http://www.youtube.com/watch?v=GMD9_sT5tzk
The Economist se remite a hablar sobre los hechos, evidentemente las actividades de reconstrucción emplearán recursos y ocuparán la brecha de capacidad disponible con los recursos ociosos postcrisis. De no haber terremoto, los recursos que tenemos probablemente hubiesen sido despilfarrado por la autoridad de turno en "programas sociales" o préstamos a países como Ucrania o Bulgaria a través del FMI (sí, préstamos plata asegurada por el FMI, por eso corren todos en nuestra ayuda).
ChileLiberal. La productividad total de factores, es solo lo que se conoce como residuo de Solow, y proviene del modelo de Solow-Swan (este último es un brillante economista australiano que nunca recibe el crédito por nada), aquí básicamente Solow fue incapaz de explicar cierto residuo en la producción de un país y lo asocia a una productividad que tendría que ver con factores como el progreso tecnológico o la calidad del capital humano. Aunque es un modelo bastante obsoleto en el ámbito académico, se utiliza con frecuencia por su simpleza. Un ejemplo claro lo dio Eduardo Engel en un seminario en Expansiva, donde explicó que una reducción de esta FTP es como si se nos olvidara hacer hielo.
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