miércoles, 30 de junio de 2010

De uniones civiles y matrimonios

Este ha sido, y sigue siendo, un año pivotal para quien escribe, por varias razones. La primera es que, como no soy nada de macabeo, he decidido dejar atrás muchas cosas y hacer varios sacrificios para mudarme a la ciudad luz, la capital de Francia, París. Chanchi ha dicho "ça suffit" y ha aceptdo una oferta de trabajo extraordinaria, y para que no digan que los sudamericanos somos machistas, he decidido seguirla. Aparte, tengo ya ganas de volver a vivir en un país con gente menos cerrada de mente.

Como si fuese poco, este año concluye una etapa y comienza un nuevo ciclo. Chanchi tiene tres grandes amigas de infancia (a las cuatro, colectivamente, las llamo las Sex And The City francesas: se juntan a puro comer y chismosear), de las cuales, en septiembre, la tercera dirá el "sí" con lo que se cierra un ciclo.

Paradójico que en un país donde el papismo nos ha vendido la cuchufleta que por la descristianización han caído en la manida crisis moral y que la hecatombe social —si es que aún no ha estallado— ya es inminente y que seguirán los suicidios colectivos y la pérdida de los "va-lo-res", los franceses sigan casándose como lo han hecho los Homo sapiens desde que el mundo es mundo —ciertamente, desde mucho antes que fuese fabricada la historia trucha de ese mamarracho inexistente llamado "Jesús"—. Así ha sido, es, y seguirá siendo.

Pues bien, el sábado pasado estuve en un casorio franchute. Y embargados por la emoción del momento tan especial, hemos decidido con Chanchi... no, no casarnos, pero si pacsearnos. ¿Qué es esto? El PACS es la versión gala del proyecto que en Chile se llama AVC, o Acuerdo de Vida en Común, un pacto de unión civil.

El novio de este sábado, quien en estos momentos ya rumbo a Bali (Indonesia), es un tipo que me cae muy bien. Es un joven gerente de Renault que gasta su tiempo libre como árbitro de fútbol, y que sin duda vivió un momento muy emotivo cuando todos sus antiguos compañeros de la école polytechnique formaron, a la salida del municipio —no hubo esa ordinariez de matrimonio religioso, claro está— un túnel con los gorros de su universidad, en el cual él besó feliz de la vida a su flamante mujer en una lluvia de flores y entre gritos de vive le mariage!! A Chanchi le cayó un lagrimón, o varios, al ver ya por segunda vez a una de sus mejores amigas vestida de blanco y convirtiéndose en madame, y se rumorea que a vuestro humilde servidor también le bajó la emoción, algo que, desde luego, desmiento... aunque no categóricamente.

Lo anterior me lleva a preguntarme, como chileno, ¿por qué tanta fobia al matrimonio? Y creo tener la respuesta: porque nací en un país en que un cura fascista nos sermoneaba en el noticiario de TV sobre la sacrosanta familia y el peligro del divorcio, y que si uno usa métodos anticonceptivos estallará la crisis moral. O sea, me dejaron traumado con su huevada. Otros, en cambio, como ya ni se casan por la iglesia, ya no sufren de aflicciones y se casan jodidos de la risa y felices.

Pero eso no es todo, amigos lectores. Luego fuimos al vin d'honneur en un castillo medieval bastante imponente donde se habilitó una sección para cuidar a los cabros chicos, ya que llegó un montón de gente con guaguas (babies) y nios. Y menos mal, ya que varios con vuvuzuelas metían una bulla infernal y en realidad mejor que los cabros chicos estuviesen aparte. Pero, a ver... la gente se casa, ¿y tienen guaguas por montones? ¡Bah!, bien rara la crisis moral esta. Yo creo que esos curas y la manada de giles que aún los escuchan tienen bastantes dificultades para explicarnos que sin los de sotana la gente se casa igual y tiene hijos igual. La verdad es,que ninguna sociedad sana puede seguir basando su ética en un esperpento inexistente, unas monas de yeso o, peor aún, unos onanistas compulsivos vestidos de sotana negra y, más encima, pedófilos. Hay que estar bien cagado del mate, digo yo.

¡Pero qué exagerado!, me dirán. ¡Estás loco!, insisten. Pero vean lo que opinan en los principales diarios de Chile. Lo que algunos no entienden es el objetivo mismo de la unión civil, que no es otra cosa sino un pololeo ("dating") normado por ley. En su esencia es diametralmente distinto a un matrimonio. El primero es un contrato entre dos personas, el segundo, es entre dos personas que pasan a ser uno, por cursi que suene, y que firman un contrato ante la sociedad. Es por eso que en Chile necesitamos un AVC, y sólo los más necios insistirán en que debilitará a la familia. La familia seguirá existiendo, siempre habrá gente que querrá casarse.

El matrimonio, como decía, es un acuerdo entre la pareja y la sociedad, y basta ver las tradiciones al respecto, ya que como institución, el matrimonio data desde tiempos inmemoriales, siglos antes de la Era Común (o "antes del Cristo", whatever). Como saben, el matrimonio se firma no sólo ante una autoridad, sea civil o religiosa, sino que ante testigos. A la ceremonia asisten los amigos y familiares, porque es frente a ellos que la licencia de matrionio es extendida, y el contrato de casamiento firmado. En todas partes es así, y es interesante notar las alegorías y la simbología. El novio, al pie del altar, nervioso, ve acercarse a la novia, escoltada por su padre, quien la deja luego frente a él. El simbolismo más potente viene cuando, después de leídas las reglas del matrimonio (en todas partes consiste en fidelidad, auxilio y protección "hasta que la muerte los separe"), y justo antes de declararlos marido y mujer, se pregunta a los asistentes: "si alguien se opone a esta unión, hable ahora o calle para siempre". Se guarda un silencio ritual. Finalmente, se declara la unión.

Quiero detenerme en este aspecto, que es lo central del presente artículo. Acá sostengo que el matrimonio no se limita a un contrato entre dos individuos. Por lo mismo, el matrimonio no puede privatizarse. En su esencia, el matrimonio es un contrato social. Lo anterior me valido fuertes críticas de mis pares liberales, quienes creo que caen en un profundo error al querer privatizar el matrimonio.

¿Por qué existe la tradición de consultar si alguien se opone que hable o calle para siempre? ¿Por qué se firma el acuerdo de matrimonio ante testigos? ¿Por qué los padres "entregan" a sus hijos para que se casen? ¿Po qué se invita a los amigos y familiares? Piensen en las respuestas y entenderán mi posición. Y siguiendo esta línea argumentativa, considero totalmente legítimo, y muy necesario, el debatir el matrimonio homosexual y no simplemente declararlo legal por secretaría.

Alguien perfectamente puede oponerse al matrimonio de dos personas del mismo sexo ya que "los otros" tienen mucho que decir sobre la conformación de un matrimonio. Si el matrimonio es un contrato social, entonces una sociedad debe tener un grado mayor de aceptación del matrimonio homosexual para que este sea válido. Esto no ocurrió en EEUU donde todos conocemos el fiasco de la Proposición 8, que dejó en el limbo varias licencias de matrimonio extendidas a parejas gay casadas durante la breve existencia legal del matrimonio del mismo sexo. En cambio, en Dinamarca u Holanda, ha sido plenamente aceptado simplemente porque aquellas sociedades se dieron el trabajo de debatir el asunto.

Creo que en Chile hay un creciente consenso, al menos entre adultos jóvenes (quienes están en edad de casarse), en que la relación de dos homosexuales debe gozar de algún tipo de protección legal. No veo gran problema en que bajo el mandato de Sebastián Piñera entre en rigor el AVC y con ello el advenimiento de uniones homosexuales. Pero como en nuestro país no tenemos una tradición ilustrada ni de defensa de las libertades civiles, nos costará bastante aceptar el matrimonio homosexual. Pero ese es el objetivo último. Lo que algunos no entienden es la diferencia entre unión civil y matrimonio, y no captan que ambos no son mutuamente excluyentes, sino complementarios.

El matrimonio sigue con el mismo vigor de siempre, y lo mejor sería que elementos religiosos dejasen de adjudicarse —sin que nadie se los pida ni lo agradezca— el monopolio moral de él y que entiendan que es parte de la naturaleza humana el formar una familia y vivir en sociedad como tal, y poco tienen que ver cuentos de esquizofrénicos crucificados en esta cuestión. El AVC no va a debilitar al matrimonio. Llegaremos a la conclusión, incluso, que, como me ha ocurrido a mí mismo, soy escéptico del matrimonio porque detesto a los católicos, lo que es una asociación injusta.

No es la unión civil la que debilita al matrimonio, como aducen los tontos, sino aquellos incontinentes por sermonear, los agoreros de la crisis moral, los que están destruyendo a la institución social de más larga data que se conoce. Con menos condescendencia, el matrimonio seguirá los bríos de siempre. Sino pregúntenme a mí, que este sábado estuve gritando vive le mariage soplando una vuvuzuela: ni yo me reconocí a mí mismo.

20 comentarios:

SSergioA dijo...

Después de todas las vueltas que te diste y las puteadas que echaste, tuve que volver al principio del post para asegurarme de que había leído que te vas a pacsear.
Y ahí está, por escrito.
Así que, felicitaciones. Y que Dios ilumine a Chanchi en la conducción de semejante bestia.

Lo mejor para ustedes.

Javier Bazán Aguirre dijo...

El proyecto de Allamand es una copia de la ley francesa.

El que le tiene fobia al matrimonio eres tú.

El proyecto de las Uniones de Hecho a los adultos los trata como 'cabros chicos' que no saben de obligaciones.

Defiendes las Uniones de Hecho, pero las quieres convertir en Uniones de Derecho, por lo que dejarían ser hecho.

Si en realidad defiendes eso, no necesitas de ninguna ley.

Si no te gusta el matrimonio religioso, ¿por qué no te casaste por el civil?

Espero que en Francia vivas en un barrio musulmán donde la policía francesa no entran y donde además practican la Sharia.

Mario Abbagliati dijo...

Siutiquerías aparte, me llama la atención un hecho. Mencionas como la tradición nos muestra la importancia de realizar la ceremonia de matrimonio ante testigos, hecho fundamental según tu análisis. Sin embargo, la tradición en Occidente también nos dice que la unión es monógama y heterosexual. En el momento que procedes a la voladura de uno de los supuestos sobre los que descansa, es sólo cuestión de tiempo para que se alteren los restantes.

El pecado capital de los racionalistas es la soberbia, pensar que su razón limitada lo puede comprender todo. Las tradiciones transmiten sabiduría que va más allá de nuestra comprensión, donde las razones iniciales por las que mantenemos ciertas conductas hundan sus raíces tan atrás en nuestro pasado que las hayamos perdido de vista. Nuestra razón debería ayudarnos a comprender el aspecto evolutivo de la institución matrimonial, desgraciadamente le resulta más atractiva la ingeniería social.

Tampoco podemos perder de vista las motivaciones políticas. José María Marco en un artículo reciente en Libertad Digital menciona como el año pasado hubieron en España 3.412 uniones entre personas del mismo sexo. Eso sucede en un país con casi 47 millones de habitantes y donde lo gay está de moda. Qué busca realmente Allamand, dar salida a una demanda social o encontrar una herramienta política con la que atacar a la UDI y a ciertos elementos de su propio partido, un elemento diferenciador. Yo me inclino por lo último. Hay mucho de artificial en el debate y hay que separar la paja del grano. Quién sabe, quizás la penitencia por votar Si en el plebiscito del 88 sea de por vida, y todo sea poco para enmendar su acción.

Chile Liberal dijo...

@Mario: la tradición sólo tiene valor cuando libremente es adoptada. Plantear que " la tradición en Occidente también nos dice que la unión es monógama y heterosexual" es ridículo como motivo para seguir marginando a los homosexuales del matrimonio. La tradición de Occidente también nos decía que la esclavitud ha existido toda la vida, siguiendo tu argumento, la esclavitud no debió abolirse. La tradición de Occidente nos dice también que los padres eligen los esposos. La tradición de Occidente nos dice que el último rey de Francia antes de la Revolución fue escogido a los 16 años para casarse con María Antonieta, de 15, era la tradición de Occidente y nadie chistó.

Tu problema es confundir tradición con atavismo.

La gente se casa ante testigos, amigos y familiares porque así queremos. Algunos como tú le niegan el acceso a la protección legal que brinda el matrimonio a los gays simplemente por atavismo. El primero consiste, como te expliqué, en libremente adoptar una costumbre, la segunda, en seguirla porque sí y más encima hacer todo lo posible para mantenerla y, ojalá, imponerla.

atavismo
2. m. Tendencia a imitar o a mantener formas de vida, costumbres, etc., arcaicas.

Si lo gay está "de moda", bueno, está tan de moda como sostener que las mujeres deben ganar lo mismo que los hombres. Menos mal que también está de moda el no esclavizar a los negros.

@SergioA: no sé si fue una mofa o no, pero, en caso que no, te doy las gracias.

@Javier: no me he casado nunca y créeme que jamás me casaría por un matrimonio religioso.

En cuanto a las uniones de hecho, no soy yo quien quiere convertirlas en uniones de derecho. Son los mismos que demandan casarse o unirse quienes libremente lo piden. Yo sólo propongo no negarles el acceso. Diferencia sutil en apariencia pero significativa.

No conozco barrios musulmanes en Francia ni sé de lugares donde se practique la sharia. Francia es una república laica. La inmensa mayoría de los musulmanes también quiere que Francia siga siendo laica.

Chile Liberal dijo...

@Mario: la tradición sólo tiene valor cuando libremente es adoptada. Plantear que " la tradición en Occidente también nos dice que la unión es monógama y heterosexual" es ridículo como motivo para seguir marginando a los homosexuales del matrimonio. La tradición de Occidente también nos decía que la esclavitud ha existido toda la vida, siguiendo tu argumento, la esclavitud no debió abolirse. La tradición de Occidente nos dice también que los padres eligen los esposos. La tradición de Occidente nos dice que el último rey de Francia antes de la Revolución fue escogido a los 16 años para casarse con María Antonieta, de 15, era la tradición de Occidente y nadie chistó.

Tu problema es confundir tradición con atavismo.

La gente se casa ante testigos, amigos y familiares porque así queremos. Algunos como tú le niegan el acceso a la protección legal que brinda el matrimonio a los gays simplemente por atavismo. El primero consiste, como te expliqué, en libremente adoptar una costumbre, la segunda, en seguirla porque sí y más encima hacer todo lo posible para mantenerla y, ojalá, imponerla.

atavismo
2. m. Tendencia a imitar o a mantener formas de vida, costumbres, etc., arcaicas.

Si lo gay está "de moda", bueno, está tan de moda como sostener que las mujeres deben ganar lo mismo que los hombres. Menos mal que también está de moda el no esclavizar a los negros.

@SergioA: no sé si fue una mofa o no, pero, en caso que no, te doy las gracias.

@Javier: no me he casado nunca y créeme que jamás me casaría por un matrimonio religioso.

En cuanto a las uniones de hecho, no soy yo quien quiere convertirlas en uniones de derecho. Son los mismos que demandan casarse o unirse quienes libremente lo piden. Yo sólo propongo no negarles el acceso. Diferencia sutil en apariencia pero significativa.

No conozco barrios musulmanes en Francia ni sé de lugares donde se practique la sharia. Francia es una república laica. La inmensa mayoría de los musulmanes también quiere que Francia siga siendo laica.

SSergioA dijo...

Chile Lberal:

De ninguna manera.
Me parece un gran paso y te felicito.

Anónimo dijo...

Más y más católicos se unen a la aceptación de la homosexualidad:

http://infocatolica.com/blog/fidesetratio.php/1007030859-religiosas-a-favor-de-las-uni#more8582

Mario Abbagliati dijo...

@Carlos,

Una y otra vez nos encontramos ante la misma disyuntiva los límites de la razón humana. La institución matrimonial nos ha llegado fruto de un proceso evolutivo de ensayo y error, para cuya comprensión los humanos estamos mal equipados. Ello choca con el ideal racionalista, según el cual el orden social es el resultado de una construcción deliberada. Esta idea falaz hunde sus raíces en un antropomorfismo primitivo, donde todo tipo de regularidad es entendida como diseño de la mente de un actor. Nuestro lenguaje tampoco nos ayuda en ese cometido. Resulta llamativo que captes la idea al hablar de la mano invisible en los procesos de mercado, pero que sin embargo, decidas ignorarla cuando se refiere al desarrollo de la instituciones. Es probable que ello se deba a tu frontal rechazo al Cristianismo.

Equiparar la esclavitud con el mantenimiento del matrimonio monógamo y heterosexual es una trampa. Es fácilmente comprobable porque lo primero es un error, pero no así lo segundo. Qué sabemos acerca del origen del matrimonio, por qué se optó por ese arreglo en vez de otro. Catalogarlo como atavismo o superstición es un acto de soberbia simplemente porque nuestra limitada razón no pueda justificar su implantación, la evidencia científica no es la única fuente de valoración. El hecho que civilización humana tenga vida propia puede resultar frustrante, hiere nuestra vanidad, nos genera malestar y hace patentes nuestras contradicciones, pero ya es hora de aplicar un análisis racional a la razón y comprender cuál es su campo de actuación en vez de actuar como un elefante en una cacharrería.

Chile Liberal dijo...

@Mario: tu error es creer que yo inventé el matrimonio homosexual y ahora quiero imponerlo. Yo sólo quiero que a quienes libremente lo demanden, no se les niegue.

El argumento que das es malo porque puedo darlo vuelta y decirte que tu rechazo al matrimonio homosexual se debe a frontal aceptación al Cristianismo.

Después de dos siglos diciéndonos que un libro sagrado e inspirado por "Dios" nos ordena matar al homosexual, tu postura es comprensible a partir de la distorsión cristiana.

Lo que describes en tu comentario es conservadurismo puro. Es continuar con la tradición y otorgarle valor simplemente porque nos llegó hasta hoy, y recurres a faramallas ("para cuya comprensión los humanos estamos mal equipado", "civilización humana tenga vida propia") para justificarlo. No hay peor justificador del atavismo que la religión, arma imprescindible de todo conservador.

Mario Abbagliati dijo...

Carlos,

El punto central de mi argumentación es la comprensión imperfecta que tiene la razón humana,consecuencia de su naturaleza limitada, de las instituciones que nos han llegado a través de la tradición. Juega limpio y no tergiverses la discusión. ¿Crees tú lo contrario?

Chile Liberal dijo...

@Mario: no me acuses de cometer foul.

No sé dónde vas con el argumento, pero hay cosas jocosas. Hablas de "la razón humana", ¿hay caso una razón "animal" o razón "inhumana"? ¿Cuál es la "razón humana"?

El Homo sapiens crea instituciones a lo largo del tiempi y no es capaz de entenderlas, ¿es eso una justificación para no modificarlas? Desde luego que no. El proceso de ensyao y error continúa. El discriminar y marginar a la pareja homosexual es uno de los errores que hoy podemos corregir.

Tu error consiste (creo que ya 3a vez que te lo reitero) en atribuirle u valor especial a la tradición simplemente porque es tradición. Peor aún, simplemente quieres conservarla. Eso se llama conservadurismo.

Lo tuyo es el conocido y expandido fenómeno de un conservadurismo social mezclado con un liberalismo económico. Y titubeo antes de llamar "homofobia" al conservdursimo social.

Mario Abbagliati dijo...

"El Homo sapiens crea instituciones a lo largo del tiempi y no es capaz de entenderlas, ¿es eso una justificación para no modificarlas? Desde luego que no. El proceso de ensyao y error continúa. El discriminar y marginar a la pareja homosexual es uno de los errores que hoy podemos corregir."

¿Por qué tienes la certeza de que es un error?

__________

"hay cosas jocosas. Hablas de "la razón humana", ¿hay caso una razón "animal" o razón "inhumana"? ¿Cuál es la "razón humana"?"

¿Te molesta el uso del pleonasmo?

Anónimo dijo...

Los promotores de las bodas gay intentan atacar a la Iglesia, pero en cierto modo la legitiman, porque de un modo u otro reconocen su institución llamada matrimonio, a la cual sin embargo le imprimen una variante.

Creo que si en verdad careciera la gente de ataduras religiosas, podrían perfectamente vivir juntos tres gays, o dos lesbianas bisexuales y un hombre hetero, por ejemplo.

¿Por qué la monogamia católica?

Mario Abbagliati dijo...

Carlos,

Acerca de un par de faramallas:

"para cuya comprensión los humanos estamos mal equipado"

¿Conoces la cita de Hayek The brain is an organ enabling us to absorb, but not to design culture?


"civilización humana tenga vida propia"

¿Crees tú que alguien en 1900 pudiera haber previsto el desarrollo de la Civilización durante el siglo XX?

Mario Abbagliati dijo...

Hay un elemento de la legislación sobre el aborto que queda apartadato en medio de la discusión sobre el aspecto moral de la misma. La legalización del aborto es una trampa que tiene como finalidad desarmar el poder de decisión del individuo al transferir éste sus responsabilidades al Estado, de ahí que se lo disfrace calificandolo de "terapeutico". Al igual que sucede con la educación y salud estatal, se apela a los instintos más primitivos de las personas para esconder el engaño, quién en su sano juicio estaría en contra de negar salud y educación al necesitado.

Es raro que una libertad, cualquiera que sea, se pierda toda de una sola vez.
David Hume

Chile Liberal dijo...

@Mario: Hayek desde luego que declararía aquello, cuando el mismo considera a la religión como la guardiana de la tradición. Desde luego que esto no puede considerarse liberalismo, porque se llama conservadurismo.

Lo que aún no logras explicar es por qué te opones a modificar la tradición, ¿simplemente porque somos incapaces de comprender el mundo en que vivimos? Desde ese supuesto, una tradición milenaria e inherente al ser humano como el matrimonio, ¿no somos nosotros mismos en nuestro zeitgeist capaces de continuar el ensayo y error?

Insisto que no comprendo por qué le otorgas a la tradición un valor sacrosanto. Los matrimonios por conveniencia también fueron una convención por gran parte de la historia del hombre. El matrimonio era básicamente una forma de división del trabajo, una estrategia de sobrevivencia para asegurar descendencia. Pero ya superamos la era agraria y ahora nos regimos por otros valores.

Déjame adelantarme: la tradición no puede cambiarse cuando a ti no te parece. Conservadurismo puro, y un toque de autoritarismo más encima.

En cuanto a lo de la "razón humana" , no es el pleonasmo lo que encuentro hilarante, sino la estupidez humana ("¿hay estupidez animal o inhumana?").

Es notable como te muerdes la cola. Dices que no somos capaces de comprender el "proceso evolutivo de ensayo y error" porque "los humanos estamos mal equipados".

En parte, tienes razón. No podemos comprender nuestro entorno básicamente porque el propio idioma que empleamos está contaminado con conceptos arcaicos, y como decía Ludwig Wittgenstein "los límites de mi idioma son los límites de mi mundo".

Supongo (confírmamelo) que desprevenidamente dejaste escapar lo de "razón humana", en contraste a la "razón divina". Así como en otro comentario, Javier Bazán dice que "estamos diseñados". Nuestro entendimiento del mundo está constreñido por atavismos y arcaísmos en nuestra lengua, la cual debemos limpiar para así comprender el mundo.

Finalmente, como he dicho repetidamente y lo reitero: sobre la marginación de los homosexuales del matrimonio no tengo "certeza de que es un error". De nuevo, la hilacha conservadora, de creer que hay cosas acertadas y otras erróneas. Simplemente, creo que hay gente homosexual que quiere ser feliz en pareja, casándose. Si los hace felices, entonces que se casen.

Chile Liberal dijo...

@Mario: Hayek desde luego que declararía aquello, cuando el mismo considera a la religión como la guardiana de la tradición. Desde luego que esto no puede considerarse liberalismo, porque se llama conservadurismo.

Lo que aún no logras explicar es por qué te opones a modificar la tradición, ¿simplemente porque somos incapaces de comprender el mundo en que vivimos? Desde ese supuesto, una tradición milenaria e inherente al ser humano como el matrimonio, ¿no somos nosotros mismos en nuestro zeitgeist capaces de continuar el ensayo y error?

Insisto que no comprendo por qué le otorgas a la tradición un valor sacrosanto. Los matrimonios por conveniencia también fueron una convención por gran parte de la historia del hombre. El matrimonio era básicamente una forma de división del trabajo, una estrategia de sobrevivencia para asegurar descendencia. Pero ya superamos la era agraria y ahora nos regimos por otros valores.

Déjame adelantarme: la tradición no puede cambiarse cuando a ti no te parece. Conservadurismo puro, y un toque de autoritarismo más encima.

Chile Liberal dijo...

En cuanto a lo de la "razón humana" , no es el pleonasmo lo que encuentro hilarante, sino la estupidez humana ("¿hay estupidez animal o inhumana?").

Es notable como te muerdes la cola. Dices que no somos capaces de comprender el "proceso evolutivo de ensayo y error" porque "los humanos estamos mal equipados".

En parte, tienes razón. No podemos comprender nuestro entorno básicamente porque el propio idioma que empleamos está contaminado con conceptos arcaicos, y como decía Ludwig Wittgenstein "los límites de mi idioma son los límites de mi mundo".

Supongo (confírmamelo) que desprevenidamente dejaste escapar lo de "razón humana", en contraste a la "razón divina". Así como en otro comentario, Javier Bazán dice que "estamos diseñados". Nuestro entendimiento del mundo está constreñido por atavismos y arcaísmos en nuestra lengua, la cual debemos limpiar para así comprender el mundo.

Finalmente, como he dicho repetidamente y lo reitero: sobre la marginación de los homosexuales del matrimonio no tengo "certeza de que es un error". De nuevo, la hilacha conservadora, de creer que hay cosas acertadas y otras erróneas. Simplemente, creo que hay gente homosexual que quiere ser feliz en pareja, casándose. Si los hace felices, entonces que se casen.

Anónimo dijo...

Por si les interesa: en Argentina también se está debatiendo el asunto de las bodas gay:

http://es.5wk.com/viewtopic.php?f=3&t=222611

Anónimo dijo...

En Argentina, una jueza se niega a casar a homosexuales:

http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=6865

Lo gracioso es que cae en el relativismo de siempre: "Yo no los caso, pero el del siguiente turno sí".

De esa manera, sus convicciones vienen siendo relativas y al rato ella será considerada la "rara", la "disidente", como hace treinta años lo fueron los homosexuales.

En fin: creo que ésa es una condición natural del ser humano: el ser tribal, agresivo y competitivo.