Nuestro amigo Eugenio D´Medina Lora, ganador del prestigioso concurso de ensayos "Caminos de la libertad", envía un saludo Dieciochero a Chile Liberal
Eugenio D'Medina LoraMéxico DF, 20 se septiembre de 2010
La primera vez que tuve conciencia de que había un país llamado Chile fue cuando en 1970 tuve acceso al famoso vals del Chito Faró. Me lo regaló en un pequeño 45 un señor junto con un libro sobre Chile, en reconocimiento por haber cantado una canción suya en el coro del colegio Champagnat de Lima —increíblemente en ese entonces, yo cantaba— en una actuación escolar. Era la primavera austral de 1970.
Este fue el inicio de mi romance de cuarenta años con Chile. País que estuvo presente en mi vida personal tanto en anécdotas como la mencionada, así como en amigos del barrio, compañeros de colegio y más adelante, en otros amigos ya del ámbito profesional y en actividades de proyectos laborales. Que como todo romance que se respete, no ha estado exento de contradicciones y momentos dramáticos, por cierto. Después de todo, por la obra y gracia de la mala política, no es fácil conjugar el sentimiento de cariño por ambos países —que muchos chilenos y peruanos profesamos— el con las noticias que cada tanto alborotan la relación entre Chile y Perú.
No me cabe duda, sin embargo, que nuestros destinos se abren paso y a pesar de todo lo que hemos hecho peruanos y chilenos por encontrarnos en diferencia, la natural sincronía y apego de ambos pueblos se abre paso. Es el orden espontáneo, siempre superior a los dictámenes de quienes a ambos lados de la Línea de La Concordia, se esforzaron por casi todo el tiempo en que somos repúblicas, en separarnos y en confrontarnos.
Por eso, en este Bicentenario de la República de Chile, deseo lo mejor para el pueblo chileno. Que el devenir de los hechos ha establecido que sea precisamente en este año de tan magna conmemoración de los doscientos años de la convocatoria de Mateo de Toro y Zambrano, que gatilló el proceso independentista chileno. Pues este año va a ser el reflejo de lo que los ha hecho grandes. Porque este año Chile fue golpeado brutalmente, por fuerzas superiores. Esa ha de ser la simbología de esta conmemoración, más allá de las luces, los discursos de orden y los efectos especiales: un país levantado siempre desde la adversidad, sin pedir ni entregar tregua, con una sola mirada en su propio ser como nación. Eso es lo que más rescato del espíritu del chileno. Es mi propia manera se sentir la misma vida también. Y es lo que deben hacerlos más orgullosos de ser chilenos.
Escribo estas líneas desde México, en un amanecer precioso en el Distrito Federal y a casi un continente de distancia de Chile. Por eso, si van para Chile, lleven estos deseos y saludos a todos los chilenos, más allá de las diferencias ideológicas entre ustedes mismos y de las distancias que marque la historia o la geopolítica entre ustedes y nosotros. Trabajemos juntos por hacer de nuestras dos naciones, una sola tierra de paz, cooperación, progreso, desarrollo y libertad. Tracémonos ese objetivo que debiéramos empezarlo el 18 de septiembre de 2010 y culminar el 28 de julio de 2021, con la celebración del Bicentenario de la Independencia del Perú. Entre tanto, celebremos juntos. ¡Viva Chile! De todo corazón.
1 comentario:
"Trabajemos juntos por hacer de nuestras dos naciones, una sola tierra de paz, cooperación, progreso, desarrollo y libertad", qué buena frase, qué buen artículo!!!, es difícil para los peruanos reconocer lo bueno que hacen otros países, pero Chile es un país grande porque han trabajado por ello, porque han sabido avanzar hacia el progreso sostenido.
felicidades a todos los Chilenos en el bicentenario de su independencia!!!
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