martes, 28 de junio de 2011

Liberté, égalité, homoparentalité

Chile Liberal marcha por la igualdad ante la ley en el Gay Pride de París

En la tarde del sábado 25 de junio Vuestro Humilde Servidor se sentaba en una terraza de la avenida Saint-German-des-Prés frente al monumento de París a Danton y frente a una copia del Financial Times, acompañado de un café y un vaso de agua (Chanchi andaba de vacaciones en Copenague). En las páginas rosa, como se llama al venerable periódico inglés, y siguiendo con el tema anterior, pudimos confirmar lo que ya hemos señalado: estudiantes universitarios prefieren abandonar sus estudios para convertirse en emprendedores. La revolución la inició hace años Bill Gates, quien famosamente no aguantó más que le enseñasen idioteces y mejor se dedicó a cosas más productivas, como por ejemplo fundar Microsoft, y ahora, el ejemplo a la nueva camada lo da Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, quien también le dijo adiós a los libros y ha rehabilitado la función del emprendedor, dejando al descubierto el hecho constatable e innegable de que las universidades se han vuelto prácticamente inútiles. ¿Sirven las universidades como bolsas de trabajo para catedráticos y funcionarios? Sí. ¿Sirven para producir papers tan costosos como inutiles? También. ¿Prestan algún beneficio a la sociedad? Ni cagando. En Silicon Valey, nos cuenta el FT, es casi una medalla de honor el ufanarse de haber comenzado un emprendimiento sin terminar los estudios.

Pero ese no es el tema de este artículo, sino lo que pasó antes aquella tarde, y es que desde Montparnasse partió la Gay Pride 2011 en París bajo el lema "En 2011 je marche, en 2010 je vote", consigna potente ya que este año el matrimonio igualitario ha sufrido dos reveses extraordinarios en el Hexágono. En enero, el Tribunal Constitucional dictaminó que el matrimonio entre personas del mismo sexo no constituye discriminación, y luego, la Asamblea Nacional, el Parlamento francés, también lo rechazó argumentando que el matrimonio es una institución reservada para un hombre y una mujer.

Lo anterior no debe sorprender a nadie. Francia es uno de los países más conservadores del mundo. ¿Pero cómo? Claro. Baste notar por ejemplo que un contundente 63% de los galos rechaza la despenalización de las drogas blandas, lo que deja al descubierto que el aborto legal, practicado libremente en Francia desde hace muchos años, no conduce a un completo estallido de decadencia como absurdamente nos advierte la derecha ultraconservadora chilena, sino que los países avanzan a su propio ritmo, e incluso a veces, también, retroceden. Salvo el gobierno socialista de Miterrand, todos los gobernantes galos de la V República han sido de derecha. Por supuesto que es irrisorio ver a la gente reclamando que Francia es un "país socialista". Bueno, como siempre he dicho, la gente al final es estúpida y cree lo que quiere creer.

No obstante, sí es de máxima importancia que el electorado chileno y el gobierno de Piñera saquen lecciones del rechazo al matrimonio igualitario en Francia, puesto que los ultraconservadores chilenos sí tienen toda la razón cuando denuncian que de promulgarse el Acuerdo de Vida en Común se creará una institución paralela al matrimonio.

El asunto se vuelve bastante complejo cuando escudriñamos lo que realmente arguyó el Tribunal Constitucional para fundamentar su rechazo. Una pareja de lesbianas alegó ante esta alta instancia que negarles el matrimonio contravenía lo estipulado en el preámbulo de la Constitución francesa que garantiza el derecho a gozar de una vida familiar; ante lo cual el Tribunal falló lo siguiente:

"Ces articles ne font pas obstacle à la liberté des couples de même sexe de vivre en concubinage ou de bénéficier du cadre juridique du pacte civil de solidarité (...). Le droit de mener une vie familiale normale n'implique pas le droit de se marier pour les couples de même sexe."
"Estos artículos no constituyen un obstáculo a la libertad de las parejas del mismo sexo para vivir en pareja o beneficiarse del marco legal del 'Pacto civil de solidaridad' (PACS). El derecho de tener una vida familiar normal no implica el derecho a casarse por parte de parejas del mismo sexo."
¡Chan chan!

Pues lo anterior es de máxima importancia. Se resume más o menos así: las parejas homosexuales tienen derecho a lo mismo que los heteros, gracias al PACS. No necesitan casarse.

¿Qué sentido tiene entonces disponer de un PACS, una unión civil, para homosexuales, y un matrimonio para heterosexuales? No tiene, en realidad, ni pies ni cabeza. La situación es la misma que durante los años de la segregación racial, posterior a la abolición de la esclavitud, en que los ex esclavos eran libres no obstante la ley no permitía que blancas se casaran con negros y viceversa, y la ley de matrimonio era distina para negros y para blancos. Hasta que todos se dieron cuenta que era una soberana estupidez y se eliminó esta anomalía. Hoy sólo el racista más asqueroso podría alegar que un matrimonio interracial es un escándalo "antinatura", como se alegó una vez. Igual de repugnante es querer proteger a los niños de ser adoptados por una pareja de "otra raza". Proteger a los niños mestizos de la discriminación racial es tan absurdo como negar a los homosexuales la adopción de hijos para evitar la discriminación homofóbica contra los pequeños por ser criados por gays.

Pero ahondemos más. El PACS al final se ha convertido en un matrimonio express, al cual la mayoría de los homosexuales heterosexuales hemos preferido, en desmedro del matrimonio. O sea, inicialmente se crea el PACS como alternativa para los homosexuales pero lo usan los heterosexuales para evitar casarse, mientras los homosexuales quieren casarse y no optan por el PACS. Efectivamente, constatamos dos instituciones paralelas.

No obstante, el PACS es una excelente idea. Al final, PACS (o AVC) y matrimionio son lo mismo. Es una mera cuestión semántica. El AVC no menoscabaría al matrimonio, como argumentarían los ultraconservadores, sino que en realidad crea dos tipos de matrimonio. Es por esto que Chile Liberal sigue a favor del AVC en Chile puesto que ofrece avanzar en cuanto a igualdad ante la ley, que es una de las piedras angulares de una sociedad civilizada, y además, es un avance notable en un país horrorosamente homofóbico como Chile.

Nuestro sitio le solicita al gobierno que encabeza Sebastián Piñera que envíe pronto un proyecto de ley al Congreso Nacional que vaya en la misma línea del AVC propuesto por el ex senador Allamand. Los elementos fundamentales deben ser la firma de la unión ante el Registro Civil, y no un mero arreglo notarial como pugna la UDI; debe además ser factible de celebrarse en una ceremonia con pompa fuera de las oficinas del Registro Civil, tal como un matrimonio. Las parejas unidas en un AVC no pueden ser objeto de discriminación cuando soliciten la adopción de hijos. Cualquier forma del proyecto que vaya contra lo anterior constituirá, aparte de una bazofia legal, una bofetada en la cara a todos los que vimos en Sebastián Piñera una alternativa moderada y de inspiración centrista.

Con mi BlackBerry capté algunas imágenes de la marcha parisina y también un video, que pueden ver a continuación. Disculpen que la calidad no sea la óptima.


martes, 21 de junio de 2011

I predict a riot, I PREDICT A RIOT!

"En los estados grandes la educación pública siempre será mediocre, por las mismas razones que en las cocinas grandes la comida siempre es mala."
- Friedrich Nietzsche

Pretender suprimir el lucro en la educación es tan estúpido como querer eliminar la ley de la oferta y la demanda. No obstante, es un error desechar a priori las legítimas críticas que los estudiantes plantean en sus movilizaciones ya que, aunque errados en el objetivo, sus quejas sí poseen gran peso específico que debemos atender, y dejan al desnudo un trasfondo político que debemos corregir.

La educación chilena ha mejorado, pero no lo suficiente, y ciertamente no se ha constituído en la gran formadora del capital humano que exige la sociedad del conocimiento. Si queremos convertirnos en algo similar a Nueva Zelandia, necesitamos un capital humano alto, y no lo tenemos (aún).

Los criterios de eficiencia que surgen a partir de la existencia de entes privados es un gran motor que incentiva buenas prácticas. No obstante, el libremercadismo ramplón no es capaz de explicar por qué Finlandia posee la mejor calidad educativa del mundo, a pesar de ser completamente financiada por el Estado. ¿Por qué los colegios estatales finlandeses son los mejores del mundo? ¿Qué puede aprender Chile de ellos?

Lo primero es que nuestro Estado es añejo y no logrará educar con la celeridad ni con la calidad deseada. Sólo ha logrado cobertura.  Una extraordinaria labor hizo el Estado, a nivel mundial, en el siglo XIX y comienzos del XX, educando a las masas en las habilidades mínimas para que pudiese formarse una república: para que haya república debe haber ciudadanos, para que haya ciudadanos, cada cual debe saber ler y escribir para conocer sus derechos, y sumar y restar para ganarse el pan. Pero ahora, en el siglo XXI, es tal la sofisticación del conocimiento que no todos los Estados son capaces de educar. Chile es un país que aún exhibe atroces rezagos en la formación de capital humano, y creo que lo mejor es seguir reduciendo la intervención estatal directa y a cambio se puede profundizar el sistema de cheque escolar, y dejar a los colegios más problemáticos bajo la tutela del ministerio de Educación, con una fuerte intervención de Carabineros y de asistentes sociales. El resto debe aprender a educarse sólo. Es necesario admitir que la administración municipal también ha sido deficiente, y que educación requiere de un esfuerzo mayor del Estado ahí donde las fuerzas del mercado no logren llegar. Abandonar por completo el papel subsidiario del Estado y dejar o todo a manos del mercado o todo a manos del poder estatal es igualmente nefasto: ¿tanto cuesta encontrar un punto medio?

Por otro lado, la educación universitaria presenta problemas aún más complejos. Primero, es necesario reducir los años de estudio: cinco años para una licenciatura es ridículo. El ahorro será importante. Segundo, las universidades tradicionales no pueden seguir admitiendo una enorme cantidad de alumnos para luego jactarse de que les cortan la cabeza el primer año. Los cupos deben reducirse. Los criterios de eficiencia sólo pueden adoptarse en un régimen donde se busca el lucro, sino quedamos expuestos al despilfarro estatal.

En cuanto al financiamiento, los estudiantes aciertan cuando hablan de las deudas en que incurren. Pues esto es porque un sistema educacional superior regido sólo por las leyes del mercado genera inflación, tanto en los aranceles como en los planes de estudio. Pero, por otro lado, el mismo Estado al inyectar recursos empeora la inflación, ya que le financia los estudios a gente que, primero, no tiene capacidad, segundo, opta por carreras que no son rentables, y tercero, las universidades crean planes de estudio completamente ajenos a las necesidades del mercado laboral. El trabajo que ayer necesitaba una licenciatura hoy necesita una maestría, y pronto pedirá un doctorado, sin que se observe valor añadido alguno, sólo constatamos baja productivdad, pérdida de tiempo y encarecimiento de la educación.

Cuando los estudiantes reclaman contra el lucro en realidad lo que quieren decir es que se oponen a la usura en los créditos universitarios. Si diferenciasen entre ambos su movimiento habría sido mucho más exitoso ya que ellos sabrían qué proponen y los gobiernos entenderían qué deben remediar. Ambos son conceptos completamente distintos. El panadero no se levanta a las 4 de la mañana a amasar el pan simplemente por la felicidad que le produce ver la gente tomando desayuno con pan fresquito, sino que lo hace porque lucra de su actividad. HidroAysén cuando lucra de la Patagonia lo hace para que más gente tenga electricidad, lo que nos beneficia a todos. La señora Juanita vende abarrotes porque lucra de su almacén. El hipermercado lucra de sus ventas porque compra abarrotes en enormes cantidades, lo que al final es más barato para el consumidor común y corriente, especialmente el más pobre, el que va a optar por el supermercado y no por el almacén de la señora Juanita. Y así, todos lucramos, todos vendemos nuestro trabajo para comprar el trabajo de todos, y todos lucramos para poder comprar más trabajo de otros.

La propia presidenta de la federación de estudiantes va a lucrar cuando egrese. ¿Por qué quieren suprimir el lucro? El lucro se eliminó en la URSS, ¿queremos volver a eso? Lo dudo. Lo que ella hace es expresar su consternación ante el nivel de endeudamiento de sus padres, quienes termnarán trabajando casi exclusivamente para costear los estudios de su hija estudiante que, quizás, al graduarse, quede endeudada de por vida y peor aún pueden los beneficiados todos caer en "default". Es a la usura a lo que ellos se oponen, y sí, el Estado puede fijar topes máximos a los cobros de las universidades, y puede obligar a éstas a transparentar la informacón que manejen sobre las expectativas laborales y de renta que ofrece cada carrera. De otro modo, el sistema puede llevar al sobreendeudamiento de personas, lo que al final constituye una fuente de inestabilidad ya que al producirse inflación en educación, baja productividad (carreras costosas que no reportan ganancias) y posiblemente morosidad, crean una burbuja que puede estallar en cualquier momento. Sin entrar en detalles sobre la continua incapacidad de crear profesionales de alto nivel, independientes de pensamiento, proactivos y con los conocimientos que el mercado laboral requiere, y no con lo que los catedráticos quieren enseñar.

Pasar todo el sistema a manos estatales es estúpido. Querer desterrar el lucro es un absurdo sin paralelo. No obstante, pretender que un bien como la educación —que no es un bien de consumo—, se regule sólo mediante las leyes de mercado es igualmente tonto.

Y peor aún, la crisis educacional revela que persisten las grietas en Chile producto de una institucionalidad ilegítima, concebida bajo la dictadura de Pinochet. Es elocuente que la ley que regula la educación chilena, la LOCE, fue promulgada el día antes que el ex hombre fuerte de Chile entregase el mando al presidente Patricio Aylwin, y que desde entonces esa "ley de amarre" no haya sido suficientemente legitimada por los presidentes legítimos que hemos elegido. Persiste en el subconsciente colectivo la perversa idea de que algo tan importante como la educación fue impuesto sin consentimiento ciudadano, y más aún, el sistema es regular.

La educación ha pasado a ser otro catalizador del descontento nacional, una bola de nieve que la propia Concertación logró desoír el 2006, en el marco de la marcha de los pingüinos. Ahora, la derecha está en el poder y tiene una oportunidad de oro: dar el puntapié inicial a una profunda reforma educacional, que por un lado compatibilice los criterios de eficiencia que promueve Piñera, y por otro, otorgue la necesaria legitimidad que exige la educación chilena, después de todo, el actual presidente fue elegido democráticamente y tiene el mandato para introducir cambios profundos. Una tarea enorme para la "Nueva Derecha".

Si no se logra democratizar por completo el país ni desterrar todos los enclaves autoritarios, si no nos libramos de los amarres que no necesitamos, lamentablemente la marcha, la pérdida de tiempo, la violencia y la ignorancia vociferante serán la única forma de expresarse. Necesitamos una democracia real y no una con fallas. De hecho, necesitamos una nueva Constitución y fundar una nueva república, un sistema donde nuestros representantes trabajen por las reformas necesarias, y no que deba tomarse la calle para manifestar las demandas. De no actuar pronto, predigo que vendrán tiempos tumultuosos.


Watching the people get lairy
Is not very pretty I tell thee
Walking through town is quite scary
And not very sensible either


A friend of a friend he got beaten
He looked the wrong way at a policeman
Would never have happened to Smeaton
An old Leodensian aah aAahhhAhh  aahhh


lunes, 13 de junio de 2011

Consejos prácticos para destruir Chile

Si el objetivo es arrasar con todo lo construido en estos 20 años, Chile Liberal tiene muchos tips tanto para el Gobierno como para la Oposición

Destruir un país es mucho más fácil de lo que se cree. Lo primero que debemos hacer es comprender dónde radica el principal factor de crecimiento y desarrollo, y en seguida proceder a buscar todos los medios posibles para contenerlo. No hay mucho que escudriñar: la productividad es la piedra angular de la prosperidad. ¿En qué consiste la maldita productividad? Muy simple: generar más output con el mismo input. Los países que encuentran este Santo Grial son los que avanzan a paso firme. Alemania, por ejemplo, después del descalabro económico de la República de Weimar y su mítica hiperinflación, el desastre del nazismo y su pulverización en la II Guerra, surgió, junto con Japón, como país próspero. ¿Qué hicieron Alemania y Japón para desplazar a Francia e Inglaterra? Pues los muy malditos aumentaron su productividad, ¡desgraciados! Encontrado entonces el principal culpable del desarrollo, en Chile debemos contrarrestar la productividad por todos los medios posibles.

El primer paso es fomentar el sindicalismo. Idealmente, para que la destrucción de Chile sea total, necesitamos una versión chilena del dirigente sindical argentino Hugo Moyano, o sea, un sujeto que en nombre de los derechos de los trabajadores, la justicia social y la dignidad, entre otras linduras, logre poner de rodillas a la institucionalidad y mandar a la chucha la producción, ¡así se hace! Los sindicalistas en Inglaterra en los años 70 hicieron lo mismo, famosamente los cadáveres quedaron 3 días sin sepultura y las rumbas de basura se acumulaban en las calles hasta que Maggie Thatcher pegó el puñetazo sobre la mesa. La idea de fondo es amarrar a los trabajadores a sus puestos de trabajo y evitar cualquier atisbo de flexibilidad (¡puaj!), de modo que se asfixie la movilidad laboral, y la economía no logre innovar. Si se inventa una nueva tecnología que reemplace trabajadores, recuerden, esto afecta el empleo, y por tanto, hay que oponerse. Así no innovamos, y la productividad cae. Por ejemplo, si una máquina reemplaza 10 trabajadores, esa máquina debe desecharse de inmediato no vaya a ser cosa que con el mismo input, o incluso menos input, generemos mucho más output... ah no, eso sí que no señores. Despedir trabajadores siempre debe ser difícil, y por consiguiente, contratarlos también, así podremos tener una economía estática que no innova y no produce, condenada a estancarse e irse a la cresta.

Una de las claves de la productividad es, de hecho, la facilidad para despedir y contratar, y por otro lado, hacer expedita la iniciación de empresas para absorber el capital humano disponible. Eso nos dice la ley de Say. Por lo mismo, debemos evitar todo esto y pasarnos la ley de Say por el popó. Piñera ha hecho muy mal en rebajar a unos pocos días la iniciación de actividades ya que en nada colabora con la tarea de destruir la nación, todo lo contrario. La idea es pulverizar el país, no crear riqueza. Y por cierto, el énfasis debe siempre ser el redistribuir la riqueza, y no crear nueva riqueza. Los pobres deben recibir una tajada de la torta, jamás deberán ellos hacer su propia torta. Ellos necesitan derechos laborales, subsidios, bonos, y asistencialismo. Así el país se irá al carajo, y seremos felices.

Por cierto, para formar capital humano necesitamos un buen sistema de educación. Pero recordemos que el objetivo es avasallar el país hasta no dejar títere con cabeza. Por lo mismo, los colegios deben pasar a manos municipiales, o idealmente, estatales, y métale recursos en educación, gastar y gastar, total, un milloncito por quí y otro milloncito por allá de algo servirán. Los profesores pencas deben seguir causando estragos, y los buenos no deben ser recompensados. Los alumnos deben ser sometidos a planes educativos diseñados por un geniecito en el ministerio de Educación y ojalá recibir una educación inútil. La universidad lo mismo: catedráticos que desconocen por completo el mundo laboral deben formar los profesionales que necesita el mercado del trabajo. La función de la universidad, en nuestro maligno esquema, es preocuparse del bienestar de sus académicos, y luego de sus funcionarios. Los estudiantes vienen siempre en tercer lugar. La asignación infinita de recursos a la educación generará inflación lo que significa que para un trabajo que se necesita una licenciatura luego necesitará una maestría y después un doctorado. Esto merma la productividad, lo que es fantástico. El país se desangrará con el presupuesto de educación: magnífico. Lo importante es que todos se mantienen ocupados haciendo algo, si es productivo o no, ¡da lo mismo!

Todo lo anterior ya se logró en España, y hacia allá deben apuntar nuestros esfuerzos. Los "indignados" son jóvenes que no encuentran trabajo ya que el mercado laboral español es extraordinariamente ineficiente, su productividad es bajísima, y el sistema es de dos velocidades: unos, con trabajo, gozan de inveorsímiles beneficios que imposibilitan la libre contratación, los otros, los jóvenes, viven en la precariedad y no logran insertarse al trabajo. Nosotros queremos llegar a esto, ya lo planteó Sebastián Piñera quien ha propuesto que en unos pocos años Chile llegue al nivel sur-europeo de países como España, Portugal y, como sabemos, Checoslovaquia. Estamos ya a un paso de España: una sociedad de beneficios, mercado laboral rígido de dos velocidades, ineficiencia y baja productividad.
This Summer... Coming To A Theatre Near You
Falta seguir los pasos de Portugal. Desde 1974 este país se vanagloria de sus déficit fiscales ya que lleva más de 30 años gastando lo que no tiene. Piñera debe saber que Chile también necesita desequilibrios fiscales para así destruir lo logrado estos 20 años. Idealmente nuestro país colapsará y tendremos que mamarnos un préstamo del FMI: la destrucción de Chile será inminente.

Pero para que logremos arrasar realmente con todo y podamos corroer al país en sus bases mismas, es necesario añadir a esta mortífera mezcla una crisis política, y ahí sí que quedará la ca-ga-da. Acá Chile ha logrado avances notables. El caso español nos demuestra cómo la gente debe salir a las calles para expresar su malestar ya que los canales institucionales están rotos. Los jefes de partido, sujetos sin legitimidad popular, detentan extraordinario poder (sin olvidar que un Hugo Moyano es igualmente necesario) y eligen a quiénes representarán al electorado. Éste último debe quedar huérfano. Su voz no debe ser oída. Así las imágenes de masivas protestas deben ocupar las portadas de telediarios y de la prensa escrita para espantar toda la cochina inversión extranjera y aumentar la sensación de incertidumbre. 

Nosotros acá nos anotamos un poroto: el sistema binominal viene como anillo al dedo para avasallar el país mediante una crisis. Los caciques en los partidos políticos mediante oscuras estrategias logran designar los representantes del electorado, así el acto de votar se reduce a una mera pantomima. Carentes de representantes legítimos, los electores sienten desafección del sistema y se rebelarán ya que las leyes que los rigen no serán bien recibidas, ¿cómo podrían?, ¡si se discutieron y promulgaron de espaldas a ellos! Un sistema en que uno vota por Fulano, pero sale Mengano y al final lo sacan y ponen a Sutano es la mejor forma de mermar la legitimidad. O mejor aún, el gobierno debe ser tan poderoso que nombra a toda la administración pública lo que se traduce que en casos como la aprobación de HidroAysén los que toman las decisiones son títeres del gobierno, entonces la gente saldrá a las calles a reclamar porque ante todo su voz no tuvo representatividad, y qué mejor que las calles, y no la institucionalidad, para manifestarse.

Con este objetivo logrado, la total desafección popular es cuestión de tiempo. El polvorín del descontento será explotado por un lunático sindicalista o un líder político radical. Una justa electoral tipo Ollanta vs. Keiko pero en versión chilena, una elección presidencial con 45 candidatos, ¿por qué no?

Como telón de fondo, la Oposición debe traer un ex presidente para así fosilizar sus liderazgos y no ser alternativa fresca de conducción del país, y los partidos de Gobierno deben enfrascarse en reyertas hasta terminar como una verdadera una bolsa de gatos. Un dirigente tipo Longueira debe de un plumazo nombrar comisiones políticas con los mismos de siempre y también fosilizar su partido: con tal de no escuchar al electorado, todo vale. Nada debe interponerse entre la crisis política y la posterior destrucción del país.

Para que se profundice el deterioramiento, el sistema binominal debe seguir ahí. Añadamos una Constitución trucha y ya podemos empezar a celebrar que logramos, por fin, derruir Chile. Y ojo que no hablamos de destrucción schumpeteriana, no pues, sino destruir por puro gusto. Tenemos el capital político para lograrlo.

domingo, 5 de junio de 2011

Un vote pour Christine Lagarde


Après l’arrestation controversée de Dominique Strauss-Kahn et sa démission, le FMI a besoin d’un directeur tout aussi compétent. Incontestablement, malgré sa conduite inadmissible, DSK a su diriger le FMI avec talent pendant la crise de la monnaie unique au sein de l’UE, le sauvetage difficile des pays périphériques, et la guerre des devises au niveau mondial. Qui pourrait le remplacer ? Logiquement, quelqu'un d’aussi capable.

En 2009, le prestigieux journal britannique Financial Times a nommé Mme Lagarde la meilleure ministre des Finances de la zone euro. Dans le cadre de son dernier remaniement ministériel, Nicolas Sarkozy n’a pas changé sa ministre star. Lagarde a eu le courage de dénoncer l’excédant commercial allemand comme un problème, pas une vertu. La cerise sur le gâteau : elle est parfaitement bilingue. La candidate la plus apte pour occuper le poste de directeur de FMI est, sans aucun doute, Christine Lagarde.

Bien sûr, tout le monde n’est pas d’accord avec moi, comme par exemple l’hebdomadaire libéral The Economist. Selon ce magazine, un candidat européen ne serait pas le plus approprié pour les européens eux-mêmes. Aujourd’hui la crise que connait l’Union Européenne est uniquement la faute des européens. On peut alors se poser la question : un autre candidat, non européen, pourrait-il avoir plus de connaissance sur l’Europe que l’une des ministres la plus expérimentée de l’UE ? Peu probable. Autrefois les pays pauvres et mal gérés étaient ceux qui appellaient le FMI à la rescousse. Aujourd’hui c’est au tour de l’Europe d’ appeler à la rescousse, et s’il existe une personne aussi apte que Lagarde pour être à la tête du Fond, ce serait une vrai folie de ne pas la nommer.

Il y a aussi une autre objection, qui vient des pays émergents. A présent ils exigent que l’un d’eux occupe le poste. Malgré quelques bonnes candidatures, notamment le mexicain Agustin Cartsens mais aussi les fonctionnaires actuels du FMI comme l’israélien Stanley Fischer et le singapourien Tharman Shanmugaratnam, ceux-ci n’ont pas les talents de communication de Mme Lagarde. Les nouvelles économiques ne sont plus relayées au second plan mais font la une des journaux, cette tendance souligne le besoin d’une personne avec le talent extraordinaire de Lagarde pour les expliquer aux européens. D’ailleurs, au niveau économique et politique, les pays émergents ont encore beaucoup de chemin à faire.

D’accord, le talon d’Achille de Lagarde est son manque de connaissance technique, parce qu’elle n’est pas une économiste. Mais le FMI en a trop ! Son expérience en tant que ministre des Finances est un atout majeur pour diriger le FMI.

Malgré la possibilité d'une enquête judiciaire dans le cadre de l’Affaire Tapie, où elle est soupçonnée d’avoir abusé son autorité, il est évident que la candidature de Christine Lagarde est la meilleure. Si ce site Web avait le droit de voter, nous voterions sans réserve pour la ministre Française. Nous recommandons au gouvernement de Sebastián Piñera d’en faire de même.

Maricón el que no apoya a su propio gobierno

El ultraconservador partido UDI dejó de ser un dolor de cabeza para Piñera, se convierte en fuente de ingobernabilidad


Nuestro sitio solicitó a quienes trabajan con Piñera "que se hagan cargo del buque y por lo menos dejen a Piñera descansar por completo unos dos o tres días". ¿Qué podría ocurrir mientras el hiperkinético presidente chileno se tomaba unos necesarios días de descanso? Pues nada sino que el partido ultraconservador UDI, a propósito del proyecto de unión civil (que incluiría parejas homosexuales), ha hecho una real mariconada: enviar una ridícula carta a la prensa donde le quitan el piso al presidente, justo en momentos que se conocen los resultados de la encuesta Adimark, que revela una espectacular caída en la aprobación y aumento de rechazo al gobierno. Piñera apenas aterrice en Santiago irá directamente a una reunión con el comité político para estudiar la crisis de gobierno que ha desatado la UDI.

Es necesario entender la génesis de la UDI, y de cómo y porqué movimientos extremistas análogos, como Hezbolá o Hamas, llegan al poder. Siempre es bajo el alero de una dictadura polarizante y asesina, en medio del odio, y siempre ponen el énfasis en un su carácter confesional; recurren a la violencia, y cuando no, son apologistas de la violencia política.

En Chile bajo el gobierno de Eduardo Frei Montalva, durante la década 60, se implantaron amplios programas de control de la natalidad, que en la década 80 surtieron enorme efecto en la mejora del capital humano (por demasiado tiempo se ha creído que Chile mejoró gracias a las políticas económicas de Pinochet, esto es falso). Ninguna de esas medidas se podrían haber implantado hoy, recordemos el escándalo nacional que generó hace pocos años el anticonceptivo de emergencia. ¿Por qué el anticonceptivo de emergencia, en el siglo 21, desata pasiones, y el antinconceptivo normal en los 60 se tomó con toda naturalidad? Porque desde la década 70 un grupo de exaltados ultramontanos lograron llegar al poder como asesores de Pinochet —el peor criminal del que tenemos memoria— sin mediar el filtro democrático, o sea, sin que nadie los elija el destino logró situar ahí unos pocos, y llegaron a escribir una Constitución que instaura una dictadura con apariencia democrática, y defendieron a rajatabla las masacres contra civiles, así como argumentaron a favor de exiliar, relegar, ejecutar, torturar, descuartizar, robar a dos manos, y, más encima, defendieron la palabra de Dios. Nadie eligió a estos sujetos, insisto, y no existían antes del Golpe (1973). Pero no obstante, cuando volvió la democracia, ahí estaban, y mientras RN es más o menos la continuación del antiguo Partido Nacional, la UDI es un elemento extraño, pero ya enquistado en la vida política gracias a un obsceno sistema político que les asegura escaños. (Baste recordar que con el 24% de los votos, la UDI logra un 33% de escaños, efectivamente convirtiéndose en la mayor bancada.)

Este partido fue fundado por un oscuro ideólogo, un tipo que ya cuando era estudiante universitario tenía la mentalidad de un viejo español franquista de 80 años. Si hay algo que sorprende en Jaime Guzmán fue que desde su juventud hasta el día en que cayó sus principios no cambiaron un àpice. Si se dan cuenta, así con los conservadores, gente que cuando es joven, es vieja.

Ahora resulta que el país no puede concentrarse en la lucha aún pendiente contra la pobreza, el mejoramiento de la educación y el abastecimiento energético, aparte de la productividad, el crecimiento y  el superávit fiscal (todos temas que preocupan a Piñera, aunque el último parece que no tanto), porque los ultramontanos son capaces de amenazar con un autogolpe y se esmeran por aportillar el gobierno de Sebastián Piñera, y todo porque éste, ante la insistencia de Chile Liberal antes del Discurso del 21 de mayo, se ha comprometido a enviar un proyecto de ley de unión civil similar al que antes propuso Andrés Allamand, proyecto que goza de amplia popularidad en el electorado y en los parlamentarios de RN. La UDI se ha manifestado en contra. El gobierno desea entonces coordinar la aprobación con la Concertación, pero la UDI se opone, y desea que sólo se discuta con ellos, a pesar que sabemos que se van a oponer. La UDI, como hemos visto, ha amenazado a Piñera con una "guerra civil", como lo han dicho ellos mismos.

Sospechamos en Chile Liberal que esto es más que la propia inexperiencia de la Alianza o desaveniencias propias de una coalición en rodaje, recordemos no ha gobernado jamás. El asunto es que este bloque político contiene elementos ingobernables, fanáticos que desestabilizan el país, y que de hecho, se han convertido en la Oposición a Piñera, mientras la Concertación sigue durmiendo la siesta.

Sebastián Piñera sí desea lograr una buena gestión. Nos consta. Ha aprendido de los errores. Ahora desea enmendar el rumbo, de hecho, tiene la capacidad para hacerlo. A Piñera ya no le basta con haber sido presidente, ahora su ambición le conmina a querer ser recordado como un gran presidente, quiere ser contado entre los grandes próceres de Chile, situándose al lado de su ídolo, Frei Montalva. La única forma de lograrlo es restableciendo el orden en el paisaje político de la derecha, trayéndola al centro. 

Una de las tareas que le asignamos a Piñera fue la de reformar a su sector. La única forma de lograrlo a esta altura es encontrando una forma creativa y discreta para que la UDI, ese quiste que apareció en los 80, sea extirpado y muera una muerte natural, así como ya le ocurrió al Partido Comunista (QEPD). La Concertación lo hizo, dejando obsoletas la revolución armada, la subversión, el sindicalismo desbandado, el socialismo real, y proponiendo la socialdemocracia tipo Lagos-Bachelet. ¿Puede ahora Piñera sanear su sector (y a la política chilena toda) dejando a los ultramontanos, ultraconservadores, nacional-católicos, autoritarios y nostálgicos de Pinochet  en el pasado, y proponernos de verdad una "Nueva Derecha"?

jueves, 2 de junio de 2011

Keiko Fujimori debe ser la próxima presidenta de Perú

Una elección polarizada, con poco debate, menos respeto y ninguna propuesta. Después de una pequeña bonanza económica, Keiko Fujimori no es ni siquiera el mal menor: es apenas la más incapaz de derruir Perú


La campaña presidencial peruana ha sido deplorable incluso bajo estándares sudamericanos. Entre agresiones y bruscos cambios de programas, nada augura que en los próximos años sea posible consolidar los recientes logros de Perú. Su crecimiento es alto, y ha reinado la estabilidad. Todo esto hoy está en jaque gracias a los dos candidatos que disputan la presidencia. 

Ambos, la joven e inexperta hija del dictador Fujimori, Keiko, y el ex golpista e inquietante Ollanta Humala, son igualmente populistas, torpes e histéricos. Ninguno podrá contar con una Oposición constructiva. No obstante, al menos, será más fácil mantener a Keiko a raya.

Ollanta Humala, un ultranacionalista que ha incorporado el odio a Chile a su estilo de vida, puede perfectamente inflamar los ánimos de tal manera que una posible guerra con nuestro país debe ser una hipótesis de trabajo. Si Chile, con un ministro de Defensa que tan fácilmente se deja provocar, no maneja  con habilidad un Perú bajo Humala, esto se pondrá feo, muy feo. No está demás decir que como chileno es prácticamente imposible considerar si quiera la presidencia de Humala como un mal menor.

El ex oficial ha celebrado un solemne acto en la mítica Universidad de San Marcos donde juró que no despedazará la Constitución del país. ¿Le recuerda esto el "Estatuto de garantías democráticas" de Allende? Un candidato que presenta cuatro programas de gobierno carece de credibilidad. Ollanta Humala a cargo de Perú es capaz de pulverizar el país en menos de lo que tardamos en decir "Diferendo marítimo Perú-Chile".

El currículum, por otro lado, de Keiko Fujimori es tan corto como sus años. No exhibe ningún logro ni posee experiencia. Su único mérito en política es ser la hija de un dictador aborrecible (como todos los dictadores). No obstante, ha recibido el apoyo de Pedro Pablo Kuczynski, quizás el único candidato con proyectos serios, y ella misma se ha convertido en la darling de la prensa pro-business peruana y de las clases medias. Esto sólo nos hace pensar que un eventual gobierno suyo, si se compromete —como lo ha hecho— a hacer valer acuerdos comerciales e impulsar la economía a partir del respeto a los derechos de propiedad, será cuestión de cruzar los dedos y esperar que los peruanos defiendan su país de lo que de otro modo sería una candidata improbable.

Desde que comenzó el balotaje, Keiko ha progresivamente ganando en adeptos, convirtiendo su inicialmente rezagada candidatura en una que hizo sombra al señor Humala, y llegó a igualarlo, al punto incluso de superarlo levemente. Démosle algo de mérito por esto. Aún quedan muchos indecisos por lo que en esta elección, en que lamentablemente se juega la vida o muerte de Perú, nadie puede cantar victoria.

En Chile reside una enorme colonia peruana a quienes en Chile tenemos la obligación moral de cobijar como agradecimiento por su enorme contribución a nuestro desarrollo económico, a nuestra cultura, e incluso a nuestra forma de hablar. Como sabemos, los peruanos, hasta los más humildes, poseen excelente dicción, el chileno de la condición socioeconómica que sea apenas balbucea con una voz de pito irritante. Ni hablar de la gastronomía peruana, que gracias a la reciente estabilidad política ha alcanzado notoriedad internacional (hace poco vi un documental francés sobre la cocina peruana) y que en Chile ha posibilitado salir del arroz con pollo y el asado. Todos queremos a Perú y les deseamos bien. Los del Rímac además de la cátedra en lenguaje y gastronomía nos dan una lección democrática porque pueden votar desde el extranjero. Esta gran colonia peruana en Chile puede ser decisiva. Es deber de ellos el resguardar lo que Perú ha logrado, y Chile Liberal los invita a votar por Keiko Fujimori y nombrarla como su presidenta este domingo. Luego, será también su deber proteger al país de lo que venga.