Chile Liberal exigió a Michelle Bachelet que aclarase si sería candidata o no. Fiel a su estilo, la ex mandataria habló pero no dijo nada, pero al menos se comprometió a dar una respuesta en marzo, lo que nos parece suficiente como para retomar nuestros análisis (que fueron suspendidos hasta que ella hablase).
Estamos a fin de año y como de costumbre, en esta festividad consagrada al consumo y al materialismo, nuestro sitio anuncia qué marca ha sido, según nuestro exquisito gusto, la ganadora de esta temporada navideña, juzgando los diferentes anuncios publicitarios en TV.
La verdad es que ha sido muy difícil, básicamente por los efectos de la crisis económica, que ha mermado los presupuestos de todas las empresas.
Comenzaremos por el segundo lugar, que se lo adjudica la empresa H&M, quienes han producido un anuncio donde la modelo francesa —y según ella, actriz— Laetitia Casta aparece mostrándonos sus generosas formas apenas cubiertas por delicadas piezas de lencería. Sin duda, una apuesta segura: Laetitia en paños menores siempre será una opción ganadora.
Dos puntos hay que destacar. Primero, que dentro de nueve meses Francia llegará, como cada año, al peak de nacimientos, así que pueden imaginarse en qué está la gente en estos momentos: vender lencería fina es mas necesario que nunca. Hasta los años 80 las maternidades se llenaban durante los meses de abril y mayo, cuando era el verano (agosto) la época de frenética actividad sexual. Lentamente, las frías semanas de navidad y año nuevo desplazaron la calurosa temporada estival.
Segundo, siendo H&M una marca digamos de "lujo para el proletariado", es entendible que en plena crisis económica —ya van 5 años de estancamiento— sean estas empresas las que más deban gastar en publicidad, ya que es la pequeña burguesía —su público objetivo— la más golpeada por las cifras rojas. La siempre vigente Laetitia necesita los contratos, que cada vez son menos, y lencerías ya son lo único que le van quedando (después de 3 hijos, y firme en su tercera década, esta hermosa mujer además necesita reafirmar que sus presas desafían tanto a la fuerza de gravedad como al paso inexorable del tiempo).
El primer lugar se lo adjudica este año la firma francesa Yves Saint-Laurent. Otro signo de la crisis es que debió resucitar uno de sus anuncios, pero así todo, el galardón lo otorgamos por su originalidad: el fino leopardo más la cautivante belleza de Emily Blunt, acompañada por Requiem Lacrimosa de Mozart (música clásica no paga derechos de autor), forman un cuadro hipnótico, más aún cuando le producto en cuestión se llama Opium, alucinógeno que anticipó la ridícula guerra a las drogas.
La publicidad es en sí un fenómeno sicológico. Un Opium YSL se vendía antes de Navidad a unos 80 euros. Fabricar el perfume no cuesta más de 2 euros. El precio pagado sólo es gasto en marketing y publicidad. El envase tendrá un diseño sofisticado, es bien pesado y la caja del envase le da un halo especial, sin contar los honorarios pagados a las estrellas del cine para que aparezcan en los spots. Pero su producción, incluso su contenido, no es muy distinto del más modesto perfume que pueda comprarse en un supermercado. Salvo un detalle, y es que los fabricantes de perfume de alta gama ven ganancias que sobrepasan el 35%, algo descabellado en este clima económico.
La Navidad es una época muy curiosa, repleta de irracionalidades. Pagar 80 por algo que vale 2 es algo típico de la navidad, que en comenzó por allá por la época de los asirios y babilonios, quienes celebraban con todo el nacimiento de Baal, el dios sol, tres días después del solsticio de invierno (el día más corto del año), tradición adoptada por los egipcios, y que luego pasó a los judíos. Los romanos, famosamente, celebraban al Sol Invictus, fiesta que luego se combinó con el nacimiento de Jesús de Nazaret, una deidad judía adoptada por los romanos.
Cualquiera que haya visitado Newgrange, un monumento en Irlanda más antiguo que las pirámides, sabe que a aquella isla llegaron pueblos egipcios, de ahí su nombre Eire, que proviene del dios egipcio Ra, así como "Israel" proviene de los dioses egipcios Isis, Ra y El (cualquiera que les diga que los judíos eran un pueblo monoteísta es un ignorante). En Newgrange, que es un cementerio pagano, durante el equinoccio de primavera entra la luz al monumento y forma una cruz, figura mística ya conocida tres milenios antes del supuesto nacimiento de Jesús. La cruz representaba el nacimiento y muerte del sol, y curiosamente, es cuando el sol renace (solsticio de invierno) y llega a su punto más alto (el equinoccio de primavera) cuando se celebra Navidad y Semana Santa. Es decir, las tradiciones cristianas son bastante recientes, y no pasan de ser copias de religiones inmemoriales. Que Cola Cola haya añadido el Viejo Pascuero a la Navidad es la pequeña contribución de nuestra sociedad de consumo a esta fiesta.
Por nuestra parte, les deseamos que hayan pasado una muy buena fiesta del sol y que no hayan quedado demasiado endeudados después de agobiantes días de compras. Por mi parte, un gentío infernal en las famosas tiendas del boulevard Haussman no amainó mi espíritu navideño. Los dejo con una imagen de la tradicional decoración navideña de estos templos del consumo, y aprovecho de desearles un magnífico 2013.