viernes, 25 de mayo de 2012

¿Qué recomienda Andrés Velasco?


La presentadora dice que lo importante no son las medicas ("policy"), sino la política ("politics"), y continúa diciendo que lo difícil es acercarse a la comunidad y obtener el mandato popular para poner en práctica la política que necesitamos. Luego, nos presenta a Andrés Velasco, el hombre que le llevaba la billetera a Michelle Bachelet, y que ahora —por fin— se ha lanzado con todo a la arena política a dar la pelea.

El ex ministro plantea cosas de extraordinario interés, sin abandonar el sentido del humor ("there's no such thing as an expansionary fiscal contraction"). Lo primero es que los latinoamericanos tenemos más experiencia que ningún otro contienente sobre crisis económicas. A partir de eso, Velasco nos entrega 7 observaciones:

1. El problema de la moneda única europea es el modelo económico-político erróneo. La idea era que los indisciplinados del Mediterráneo por fin aceptarían las reformas necesarias gracias a la "camisa de fuerza" del euro. Velasco nos recuerda que eso hicieron las dictaduras militares de Chile, Argentina y Uruguay en los 70 con el tipo de cambio fijo, que todos sabemos terminó con la devaluación, y en especial en Chile, el colapso total de la banca en 1982, que hundió al país en la peor crisis de su historia. Argentina reincidió con la paridad nuevamente en 1991, y colapsó, por supuesto, nuevamente.

Velasco destaca que cuando un país hace esto comienza a recibir dólares fácilmente, y cuando estamos flotando en divisa, ¿alguien quiere reformas? No, nadie, por eso los PIIGS no reformaron nada, ni los sudamericanos, y en ambos la única salida es una devaluación.

2. Esta crisis no es tal. La esencia de una crisis es la interrupción repentina de flujos de capital. Cuando esto ocurre, si los países ya sufren de un gran déficit de cuenta corriente, quedan expuestos. Pero a los PIIGS nadie ha dejado de prestarles dinero. Los alemanes no pararon de entregarles plata.

3. Ojo con la tasa de cambio real. Tal como en América latina, los europeos han visto una apreciación de su tasa de cambio. Y una depreciación larga implica necesariamente tocar la tasa de cambio nominal. 

Velasco relata a la audiencia como en mayo de 1982 el general Pinochet declaraba que sobre su cadáver se devaluaría el peso chileno, fijado a $39 dólares. Para demostrarlo, reduciría 10% el sueldo del sector público. Al mes siguiente, la moneda chilena ya estaba devaluada. El 2001, Domingo Cavallo en Argentina decía que su moneda no sería devaluada y que rebajaría 10% el sueldo del sector público. Ese año, colapsó Argentina.

4. Son muy raras las "recuperaciones fénix", o sea, sin crédito. Velasco da el ejemplo de México durante la "Crisis Tequila". Pero México con una moneda devaluada puede exportar mucho a EEUU. Es una excepción. Los bancos europeos tienen mucho dinero pero se niegan a prestarlo, y sin crédito no hay recuperación.

5 ¿Cómo hacer que los bancos vuelvan a dar crédito? Saquen los riesgosos bonos del gobierno de los balances de los bancos comerciales. Cuando los bancos se llenan de papeles del gobierno, el peligro de una corrida bancaria es inminente. El gobierno tiene problemas y le entrega su deduda a los bancos, los bancos tienen problemas y ponen a todo el país en problemas. Esto ocurrió en Argentina con la corrida bancaria (y el "corralito"). Europa está haciendo lo mismo

Los bancos deben estar capitalizados, pero no tan pronto. Velasco cita a Agustín: "Señor, si lo deseas hazme casto, pero no todavía". Pretender ahora empezar a capitalizar los bancos significa que empiecen a vender lo que tienen y a prestar cada vez menos, agudizando la recesión.

6. Política fiscal: sin una moneda propia, con una tasa de cambio apreciada, con contracción de crédito y, más encima ajustes fiscales, es imposible crecer. Se necesitan ajustes fiscales, desde luego, pero no aún.

7 ¿Cómo hacer un ajuste fiscal entonces? Se deben imponer reglas fiscales. O sea, cuando un país se encuentra en la fase expansiva del ciclo es cuando debe ahorrar y poner la casa en orden. Cuando comience la contracción, esos excedentes se emplean para recuperar el crecimiento. Las políticas deben ser creíbles y flexibles, cícilas y flexibles, no como Maastricht, ya que su simplismo hizo que nunca nadie creyese en él, y llegado el momento hasta Alemania lo rompió.

Al relatar esto, Andrés Velasco nos dice que esto último fue lo que lo mantuvo ocupado por cuatro años mientras fue ministro de Hacienda de Chile, lo que "me llevó a ser el hombre más odiado de Chile". Pero cuando colapsó Lehman Brothers, "seguí siendo el hombre más odiado de Chile, pero me odiaron un poco menos".

Los invito a ver el video:

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que la contienda presidencial más justa para el 2013 es VELASCO-ALLAMAND. Ambos dan garantías de gobernabilidad en caso de ganar. Aunque Allamand tiene una tarea difícil por delante: convencer a la UDI de cambiar el binominal sin caer en trucos sucios.


Felipe Cruz
UNAM

Chile Liberal dijo...

Ganaría Velasco porque Allamand es un tipo destemplado, suyos arrestos de descontrol, sus travesías por el desierto, etc muestran poca estatura de estadista.

Su Excelencia dijo...

Sin contar con que Allamand (a diferencia de Piñera) es un politicastro antisistema, cuyas credenciales fascistoides vienen, al menos, desde su Sí a Pinochet.