lunes, 14 de octubre de 2013

La vie d'Adèle, I parte: La polémica

Que empiece el tortilleo
Se estrena en Francia la cinta galardonada con la Palma de Oro 2013 en el Festival de Cannes, obra calificada por la crítica como un verdadero chef d'ouvre y aclamada por la unanimidad de los especialistas. En situaciones normales Chile Liberal dedicaría un post con nuestra apreciación del trabajo del realizador Abdellatif Kéchiche, lo haremos esta vez pero dividido en dos partes: esta primera entrega dedicada exclusivamente a la extraordinaria controversia que rodea al film, y la segunda, con nuestra crítica, una vez que hayamos visto las más de 3 horas de esta producción francesa.

Steven Spielberg, presidente del jurado de Cannes, anunció en mayo pasado que la obra ganadora sería La vie d'Adèle, y que las premiadas con la palma de oro a mejor actriz serían ambas protagonistas del film, las jóvenes Léa Seydoux (28) y Adèle Exarchopoulos (19), quienes excepcionalmente fueron premiadas ya que una extraña regla del certamen impide a los protagonistas de la mejor película ser también los ganadores en la categoría mejor intérprete. Se desató el furor. Exultantes, las dos actrices lloraron en la ceremonia, el realizador las abrazó, la imagen fue emotiva más aún por ahondar en la temática de las relaciones homosexuales adolescentes en momentos que Francia debatía el marriage pour tous, es decir, el matrimonio del mismo sexo (finalmente promulgado como ley).

Un hecho que no pasó inadvertido fue que la película fue presentada sin los créditos. En represalia por las quejas del equipo técnico sobre el comportamiento del director, éste último dejó la versión en competencia sin siquiera mencionarlos. Pero no pasó a mayores.

Diligentemente, las actrices comenzaron el arduo trabajo publicitario, como de costumbre agradeciendo el excelente trabajo del realizador tunecino-francés que le valió a Léa Seydoux su consagración final como la estrella francesa del momento, y a la jovensísima Exarchopoulos ser declarada la próxima gran estrella gala.
Todos felices en Cannes
Pero de gira por norteamérica, y cuando ya se acercaba la fecha del estreno, Léa Seydoux declaró en una entrevista que nunca volvería a trabajar con Kechiche, y que las condiciones del trabajo fueron no arduas, sino de "abuso sicológico". 

La joven Exarchopoulos añadió detalles perturbadores como por ejemplo que el director la obligó a comer hasta hacerla vomitar y que la filmó. Incluso, las filmó haciendo pichí. 

La película contiene una controversial escena de 8 minutos de cunnilingus en primer plano, inédito en una película mainstream, cuya filmación duró 10 días seguidos, bajo continuas descargas de ira del director. En una escena ellas se van a golpes. Kechiche las obligó a golpearse hasta quedar sangrando. Pidieron no continuar filmando por la sencilla razón que físicamente no resistían el dolor. Esto entre otras torturas síquicas que aplicó Kechiche hasta extenuar por completo a las actrices, que a semanas del estreno sacaron la voz para expresar sus propias quejas. Por su parte, también volvió a la carga el equipo técnico.

Incluso algunos dirigentes sindicales llamaron la atención sobre las condiciones inhumanas del trabajo. Kechiche, furioso, denunció a Léa Seydoux como una niña malcriada —es de una familia muy adinerada— que por primera vez trabajaba de verdad. Nieta del propietario de la mayor productora francesa, fue blanco de más ataques de Kechiche, quien la acusó de ser parte del linaje artístico francés que "toda la vida me ha cerrado las puertas". Trascendió que las disputas en el set llegaron a tal extremo que el propio Kechiche le pidió que abandonara el proyecto, pero al parecer Seydoux aceptó continuar.

Un crítico llegó al extremo de afirmar que las querellas son el reflejo de las tensiones raciales y socioculturales de la Francia actual: el director inmigrante que lucha tenazmente por abrirse camino versus la niña aristócrata malcriada—lo que es injusto, a decir verdad, Léa Seydoux es una actriz de extraordinario talento.

Nada es antojadizo. El director a tal extremo se comprometió con su trabajo que por ejemplo llamó "Adèle" al personaje de Adèle Exarchopoulos, actriz de origen modesto, para que fuese total su encarnación con el personaje. El personaje de Seydoux es, a su vez, una niña pudiente de dotes artísticos que se enamora de una niña liceana de clase trabajadora. El acoso mental tenía como objetivo hacer de este un film ultrarealista y provocarles casi un quiebre nervioso, tal como ocurriría en la tortuosa trama de la obra.

Censurada en algunos estados de EEUU, criticada en ese puritano país donde es inconcebible que en plena gira publicitaria estalle un escándalo de estas proporciones, y víctima de ataques de sectores ultraconservadores franceses, sin olvidar la disputa con los técnicos, todo esto derivó en un arranque de ira en que Abdellatif Kechiche buscó abortar el estreno alegando que después de las declaraciones de las protagonistas y de los técnicos la película había sido "ensuciada". La idea era presentarnos una historia tormentosa entre una artista bohemia y una joven de clase trabajadora que debían enfrentarse a la sociedad por el crimen de vivir su historia de amor, pero que ante todo, es una historia de amor. Pero acabó como una película porno dirigida por un tirano, alegó Kechiche. Su obra maestra ha sido arruinada.

Los más cínicos aducen que esto es una maniobra publicitaria. Lo dudo.

La verdad es que si fue estrategia publicitaria, fue bastante mala, ya que ciertamente esta debía ser una historia de amor no un porno barato dirigido por un desgraciado. 

Haré el esfuerzo por hacer abstracción de toda la chimuchina inútil e ir al cine a ver una película que, como han dicho los críticos, amerita traer muchos pañuelos porque nos va a estremercer y nos hará llorar. 

Cuando la vea y logre metabolizarla les contaré qué tal es. Y ojalá que entre tanta basura que se muestra en Chile, hagan un espacio para difundir La vie d'Adèle no sólo en El Biógrafo o el Normandie, si es que aún existen, sino en los multiplex también. 

Por mientras los dejo con el tráiler oficial, que viene acompañado del hipnótico tema "I Follow Rivers" de la sueca Lykke Li.




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