La excelente serie danesa de ficción política Borgen, femme au pouvoir nos ha cautivado
Birgitte Nyborg, la Primer Ministra danesa, se prepara para un debate |
El canal cultural franco-alemán ARTE ha transmitido anoche el último episodio de la temporada final de Borgen, femme au pouvoir, una serie escrita y producida en la apacible Dinamarca y que nos narra las intrigas políticas, la vida cotidiana y los conflictos éticos de Birgitte Nyborg, personaje ficticio que encarna a la Primer Ministra del pequeño país escandinavo.
Los más cínicos desecharán nuestra apreciación de Borgen por no tener parangón respecto a mega-series como los espectaculares thriller políticos 24 o The West Wing. Por supuesto. Pero la diferencia radica en que en EEUU la poderosísima industria de la TV cuenta con presupuestos astronómicos, una envidiable producción de primer nivel técnico y verdaderos ejércitos de guionistas formados en las mejores escuelas de literatura y medios audovisuales del mundo. Un país como Dinamarca, cuya población es equivalente a la Región Metropolitana, con un idioma que es una barrera, logra sin embargo una serie que ha sido un rotundo éxito en Europa al lograr ser transmitida no sólo por ARTE, un canal relativamente modesto, sino tambien por la señal BBC4 y otras cadenas europeas. Y ya se rumorea un remake gringo.
Desde luego ésta no es una serie para las masas. Los televidentes de ARTE o BBC4 son un público selecto. En Francia cuenta con el auspicio del periódico Le Monde, el darling de la clase intelectual parisina. Esto no es anodino ya que el libreto nos muestra las intrigas que vive la jefa de gobierno danesa y su entourage, proveniente del ficticio Partido Centrista, una colectividad con una fuerte vocación por la economía de mercado —en su última temporada proponen bajar impuestos a las utilidades— y que está a favor de despenalizar la prostitución y de una política de inmigración de puertas abiertas. Eso último lleva a nuestra Birgitte Nyborg a romper con sus antiguos aliados, quienes comienzan un inaceptable coqueteo con la ultraderecha.
La trama es muy atractiva para quienes regularmente sintonizan BBC4 o ARTE, gente culta, de fina apreciación artística, con un cariz cosmopolita, de espíritu abierto, escéptico del socialismo y enemigos acérrimos de la xenofobia. Numéricamente quizás sean marginales pero la influencia de este sector de votantes-televidentes es inexplicable en relación a su cantidad. Esta gente si no estamos viendo tele estamos leyendo Le Monde o cualquiera de los auspiciadores de Borgen, por eso a esos pocos se los pelean. La serie, en su nicho, terminó con un rating constante y sólido.
En una época en que está de moda basurear a los políticos, despreciar la política y declararse abstemio de las votaciones, Borgen, femme au pouvoir nos muestra el lado B de la gente dedicada a la cosa pública. ¿Cómo reaccionan los hijos de la presidenta de un partido cuando ven a su mamá en un debate? ¿Qué impacto tiene en la vida familiar cotidiana el defender cuestiones como la eliminación de aranceles a las importaciones o la despenalización de la prostitución? ¿Qué pasa cuando hay disputas, amoríos y divorcios entre quienes trabajan juntos por una convicción política? ¿Realmente hay políticos mala leche de ambiciones desquiciadas, votantes estúpidos, periodistas mercenarios y noticieros chabacanos en la ordenada y pintoresca Dinamarca? Estas cosas aborda la serie, que mezcla las relaciones interpersonales y con la prensa de un grupo de gente para quienes la política es un higher call, y no un mero cúmulo de intereses o un hobby.
Me pregunto si en Chile habrá alguien interesado en transmitir esta serie. Creo que mostrarla y verla sería un magnífico ejercicio de virtudes ciudadanas e incluso una pequeña clase de educación cívica. Entre tanta porquería que muestran las televisoras chilenas, ¿cómo no hacer un esfuerzo por transmitir esta pequeña joya de la televisión nórdica? ¿Probablemente porque no hay mucho votante de un ficticio Partido Centrista?
"Soy Birgitte Nyborg, vote por mi" |
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