domingo, 13 de julio de 2008

Todos somos franceses

"Nunca un acontecimiento histórico fue tan esperado, y a la vez tan inesperado"
- Alexis de Tocqueville

"¿Qué pienso sobre la Revolución Francesa? Aún es demasiado pronto para opinar"
- Chou En-Lai (Fundador del Partido Comunista de China), en 1960

On ne peut pas faire d'omelette sans casser des oeufs
- Maximilien Robespierre


Basta ver los recientes hechos en Colombia, o las revoluciones de colores en Europa del Este, para darse cuenta que Chou En-Lai tenía razón, porque aún está demasiado fresca en la memoria la Revolución Francesa. Nuestro sistema educacional se ha asegurado de convertir este acontecimiento histórico, lejos el más importante del milenio, en un polvoriento y latoso capítulo que se resume en una matanza de reyes, reinas, nobles y curas y monjas. Nada más alejado de la realidad. La próxima capitulación de las FARC deben comprenderse en el contexto de la influencia que ha ejercido todo lo que ha ocurrido en el mundo desde que la turba enfurecida se tomó la Bastilla el 14 de julio de 1789.

De hecho, entender este blog implica comprender la Revolución Francesa.

No voy a entrar narrar los hechos, porque la información es abundante. Pero sí quiero analizar brevemente las causas de la revolución, y sus consecuencias.

Guerra, deudas, impuestos, proteccionismo: ¡Revolución!
La primera causa de la RF fue la liberación económica. La aristorcracia durante el Antiguo Régimen, con la complicidad bendición del clero, cobraba impuestos exorbitantes al Tercer Estado (la burguesía). Incidentemente, éste último estamento abarcaba a casi toda la población francesa. La aristocracia y el clero estaban exentos de impuestos. Hasta hoy, los que más pagan impuestos son los pobres y la clase media. Antes, el Antiguo Régimen enseñaba que ellos mantenían la paz y el orden. Esto sería inaceptable, pero si además se nos enseña que nuestra Santa Madre la Iglesia Católica Apostólica Romana bendice a la aristocracia y que el poder del rey proviene de Dios Todopoderoso, entonces al pueblo se le podía apaciguar.

Pero no por mucho tiempo.

Las aventuras expansionistas francesas y el pésimo manejo económico empezaron a afectar gravemente las finanzas del país. Para proteger a los agricultores franceses, se cobraban aranceles a la importación de granos. ¿No es acaso exactamente lo mismo que vemos hoy con los aranceles a la importación de alimentos? ¿No les recuerda las interminables discusiones europeas sobre la PAC?


La Razón

"Con las tripas del último cura, ahorquemos al último rey"
- Denis Diderot

Los ánimos estaban caldeados en 1789. La hambruna ya se sentía. Cuando hay hambre, estallan revoluciones ("queda harina para tres días", etc). Pero un hecho extraordinario ocurrió a comienzos del siglo. Un grupo de filósofos, principalmente Voltaire y Rousseau, comenzaron a promover la superioridad de la Razón por sobre las supersticiones. Las críticas al sistema establecido fueron feroces. Todos estos colosos del pensamiento occidental fundaron un movimiento intelectual llamado la Ilustración (Enlightenment, en inglés, o Siècle des Lumières, en francés). Fue este movimiento el que instigó la RF (y al Liberalismo). La iglesia católica no era la fuente de la verdad absoluta, era mera superstición. El poder no proviene de dios, proviene del pueblo. En fin, todo fue cuestionado.

Un fenómeno poco comentado es la influencia de los periódicos. A comienzos del s. XVIII las noticias se imprimían una vez al mes y muy pocos podían leerlas. Ya a mediados de siglo, existían periódicos semanales. Antes de la Toma de la Bastilla circulaba una gran cantidad de periódicos, y comenzaba a surgir una "opinión pública". La propia Bastilla era una cárcel en la que Voltaire pasó una breve temporada, y su estatus de símbolo odioso fue la chispa que hizo estallar los acontecimientos. Hacia 1789, la situación era insostenible y la necesidad de cambio, que alguna vez pareció imposible, se volvió inevitable.

En EEUU e Inglaterra se encontraron formas más flemáticas de romper con el pasado. Pero en Norteamérica, el mismo pensamiento ilustrado europeo, particularmente de les philosophes, había dejado una marca y el país del Norte se preparaba para dar el puntapié inicial a un sistema republicano y democrático. Francia, en cambio, no tenía que independizarse de una potencia extranjera sino que de su propio régimen.

La constante censura por parte del Absolutismo a los intelectuales, y el nulo acceso que tenía el pueblo al poder, finalmente desataron la furia, que a poco andar se convirtió en odio, y luego, en una masacre a gran escala.

Las monjas de Compiègne
Todos hemos visto al cura Hasbún en el canal católico, el más reaccionario, hipócrita y de doble estándar. Todos hemos visto el encubrimiento de pedófilos que organizó Wojtila, aunque el cerebro de ello fue Ratzinger. Todos hemos visto las interferencias de la iglesia de Roma en política, sea la PDD, el condón, o el derecho a discriminar en sus colegios. Hemos presenciado a los curas de la Teología de la liberación. El problema de esa gente es que dios no es una hipótesis, es una certeza, sin que se explique o se demuestre, porque las Verdades Absolutas son así, lo que anula el debate, y peor aún, el portador de estas eternas revelaciones se declara superior al escéptico y al ateo.

Pues bien, los revolucionarios franceses se enfrentaron al poder más aberrante que ha ejercido la iglesia de Roma y uno de los hechos de sangre más publicitados ha sido el ajusticiamiento de monjas de Compiègne (ver ilustración izquierda). Lean este artículo. Para resumir: los revolucionarios se pitearon monjas.

La primera medida que dictó la Revolución fue abolir la esclavitud. En el ideario ilustrado todos somos iguales y por ello la esclavitud era inaceptable. Pero luego la Revolución comenzó simplemente una carnicería que más bien responde al odio acumulado del pueblo francés contra el poder del clero. Las monjas éstas se convirtieron en santas. Por lo visto, piterase monjas y curas es parte del plan de dios.

Lo que quiero destacar con este hecho es que en Chile aún estamos en la infancia, cuando los padres nos dicen qué podemos y no podemos hacer. Aún no llegamos a la rebelde adolescencia, que en Francia fue su revolución. Hoy, Ingrid Betancourt puede ir con toda seguridad a agradecerle a la virgen Lourdes que el presidente Uribe la haya liberado, ella puede hacer demostración pública de su fe. Sin embargo, me consta que esto es motivo de vergüenza ajena para la opinión francesa, que ya superó la etapa de la religiosidad. Francia es un país adulto.

Cuando algunos quisieron hacer referencia al cristianismo en la Constitución Europea, el país que con más fervor se opuso fue Francia. El lacicismo es el pilar de la identidad francesa. Hasta hoy se asocia a los adeptos al catolicismo romano con las clases altas. La matanza de curas y monjas en ningún caso empaña las celebraciones del 14 de julio, que siguen representando el nacimiento de la Francia moderna, laica e igualitaria.

EEUU e Inglaterra no tienen una "cultura católica", por ello, el quiebre con sus instituciones religiosas fue más suave. Romper con la iglesia Católica Romana demanda sangre, porque una asociación riquísima y centralmente organizada como el vaticano no se da por vencida fácilmente. Y así como Francia surgió a partir del odio declarado a Roma, algo de eso nos falta en Chile para ser una nación realmente libre del yugo vaiticano. O al menos, alguien debe ir donde estos curas chilenos y pedirles que se metan en sus cosas ya que la política es de este mundo, y que ellos no, los espirituales católicos, no son de este mundo. Si insisten en inmiscuirse en política, mostrarle una foto de una guillotina debe servir para ilustrar el punto.

¿Cuándo terminó la RF?
Normalmente se dice que la RF terminó con la llegada de Napoleón al poder. Éste, un dictador, fue el único que pudo poner orden. Hubo más revoluciones en Francia, principalmente porque -afírmense- podemos decir que la RF no ha terminado. Ésta representa el deseo de un pueblo de tomar el destino en sus propias manos y decidir su rumbo. Hoy, aún vemos cómo estallan revoluciones, que no son otra cosa sino una continuación de la toma de la Bastilla.

Si el resultado de las revoluciones es bueno o malo, eso depende de qué y quiénes las inspiren. Si a los revolucionarios los inspira el marxismo, como a las FARC, nada constructivo podrá esperarse. Si se inspira en los ideales de libertad individual, racionalismo, ateísmo y propiedad privada, entonces un país como Francia podrá surgir. El artículo 17 de la Declaración de los derechos del hombre y el ciudadano dice

"Siendo la propiedad un derecho inviolable y sagrado, nadie puede ser privado de ella, salvo cuando la necesidad pública, legalmente comprobada, lo exija de modo evidente, y a condición de una justa y previa indemnización."

Lo anterior disgustó a Karl Marx, quien jamás vio con buenos ojos a la revolución francesa por ser eminentemente una "revolución burguesa" (tenía razón, por cierto).

Es por ello, que la RF debe ser digna de elogio, de aplausos y celebraciones. Es cierto, aún es demasiado pronto como para tener una opinión. Pero también debemos mantener vivo el espíritu revolucionario, porque si se vuelve a levantar el sangriento estandarte de la tiranía, habrá que volver a gritar: ¡a las armas, ciudadanos!


La Marsellesa (en francés y castellano)


5 comentarios:

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Sin duda la Revolución Francesa fue un paso enorme para romper con el dominio absolutista de las monarquías y su poder fundado en la fe...
Libertad, Igualdad y Fraternidad era la consigna...yo fui jacobino...
Sin embargo, también no dejo de pensar que en el proceso, surgió un Emperador llamado Napoleón...¿Revolución traicionada?

En esto, coincido con Habermas, quién defiende los principios de la Ilustración pero considera que hasta ahora han sido bastante pisoteados y en muchos casos se han convertido en fuentes de dominación...

Anónimo dijo...

La Revolución Francesa fue, debido a su fracaso, menos importante que la estadounidense.

En Francia no se implantó la República laica en forma estable hasta alrededor de 1900, cuando Francia ya era una potencia de segundo orden. Que desde entonces ha seguido decayendo, entre otras cosas por el peso agobiante de su estado benefactor.

Chile Liberal dijo...

@Jorge: Napoleón fue la consecuencia de una revolución demasiado sangrienta, pero necesaria. Alguien debía poner orden.

La Ilustración ha definido a Occidente.

@Su Excelencia: las críticas a la RF las articuló Burke, y desde luego que si juzgamos resultados, no puede considerarse un éxito. La laïcité fue consagrada por escrito (mentalidad legalista también) en la constitución francesa en 1905.

Nos hace falta poner por escrito que Chile es una república laica. Si asú fuese, el fallo del TC sobre la PDD habría quedado viciado, y los alardes de "cristianismo" de algunos los impedirían de optar a cargos públicos. La Democracia Cristiana, por ejemplo, sería ilegal.

Pero Chile es un país de curas y patrones de fundo.

Concuerdo en que el estado del bienestar ha sido un lastre para Francia.

La comparación con la revolución americana más bien la abordaría desde una cuestión cultural. EEUU se jacta de ser un país de inmigrantes, el espíritu de los pioneros y de salir adelante siempre permanecen en su cultura. Nadie emigra a EEUU para exigir al resto que le entreguen esto o lo otro. EEUU tiene una distribución de la riqueza similar a la de Chile, pero nadie reclama. Los norteamericanos asumen que el que es pobre es flojo, y punto.

En cambio, en Europa persiste el espíritu asistencialista que deriva del mito mercantilista del ministro de finanzas de Luis XIV Jean-Baptiste Colbert, quien creía que la riqueza consiste en la acumulación de oro u otros metales preciosos, y que al ser limitada su cantidad, el que uno tenga más que otro significa que uno pierde y otro gana.

Esto es falso, como lo demostró Adam Smith. La riqueza consiste en el trabajo, y el dinero representa trabajo. Si le sumamos la ética protestante del trabajo duro que trajeron los inmigrantes, entendemos por qué EEUU sobrepasó a las potencias europeas.

Francia no puede seguir ignorando « le modèle anglo-saxon ». Como era de esperarse, Sarko ha sido una decepción.

Anónimo dijo...

No hubo una Revolucion estadounidense, no se cambio el sistema politico y social, solo se independizaron, en cambio en Francia si produjo un abrupto cambio, esa si es una revolucion.

Anónimo dijo...

En EEUU se mantuvo la esclavitud hasta 1865, de que revolucion me hablan, y la segregacion racial hasta 1963,en Francia los Judios por ejemplo obtuvieron la igualdad inmediatamente.