domingo, 17 de agosto de 2008

Manipulando a los campeones olímpicos

Es bueno doparse, intervenir y manipular la estructura genética

Los Juegos Olímpicos abren un nuevo debate sobre el uso de tecnologías y el empleo del dóping para aumentar el rendimiento. Sus consecuencias en el desarrollo de la medicina -aparte de las consideraciones éticas- no deben pasar desapercibidas.

El pilar del espíritu olímpico y de todos los deportes es el juego limpio, o sea, atenerse a las reglas y en la derrota, ser noble y felicitar el contrincante. Para que la competencia sea limpia, es imperativo que las partes compitan en igualdad de condiciones. Por ejemplo, a nadie le gustaría ver a Fernando González jugando con Chile Liberal: el resultado sería desastroso para quien escribe, y avergonzante para quien lo observe. Pero ver dos jugadores de primer nivel es un espectáculo glorioso. Sería poco ético contaminar el agua que bebe Nadal, o causarle una fractura: los competidores deben estar al mismo nivel. Pero sabemos que muchas veces hay diferencias genéticas infranqueables, que constituyen una ventaja para el afortunado poseedor.

Por ejemplo, el medallista olímpico finlandés Eero Mantyranta, tal como nos relata The Economist en este artículo, "sufre" de una mutación genética que le permite rendir mucho más que prácticamente cualquier otro ser humano. Su caso ha sido objeto de estudio para la ciencia. Las mutaciones son completamente al azar y constituyen la esencia de la evolución de las especies, como explicase Charles Darwin. En una competencia olímpica, el deportista finlandés goza de una ventaja completamente fortuita. ¿Es legítimo entonces que un deportista sin dicha mutación genética opte a un tratamiento para así competir en igualdad de condiciones? La respuesta es sí, justamente porque permite igualar condiciones para que haya un juego justo.

Igualdad, y un poco de ayuda
En el deseo irrefrenable del ser humano por competir, se ha desarrollado una tecnología llamada "terapia genética", que le permitiría a otros competidores igualar al filandés Eero Mantyranta. ¿Cómo aborda este tema la legislación deportiva? ¿Es justo someterse a estos tratamientos?

Algunos pueden reclamar porque hay una intervención contra natura. Pero ya hemos visto en este blog que no hay nada místico ni planificado en la naturaleza. El ser humano es dueño de sí mismo y libre para modificar su propia naturaleza.

Los tratamientos que ayudan a los deportistas son muchos, y todos van contra natura. ¿Por qué la estructura genética de un atleta no va a poder modificarse? ¿Si hay un plan genético del Creador, cómo explicamos las mutaciones? Nada tienen de naturales la estimulación muscular eléctrica, los nutrientes ricos en proteínas y carbohidratos, o el calzado ultra aerodinámico, ¿por qué entonces se rechaza de plano la modificación genética?

El cuerpo humano contiene muchísimas fallas, lo que demuestra la ausencia de un creador de la estructura humana. Por ejemplo, una mujer puede causar muchos abortos al eliminar cigotos espontáneamente. ¿Por qué un aborto deliberado se considera un crimen, y no uno espontáneo? Si un aborto es un crimen, ¿el aborto espontáneo no lo es? ¿Qué esperan los feroces lobbies anti-aborto para operar a mujeres de modo que nunca aborten espontáneamente, y así evitar un "crimen"? "Porque es de la naturaleza", dirán. Pues bien, los virus y los microorganismos que producen pestes también provienen de la naturaleza, ¿por qué entonces nos sometemos a vacunaciones? Con esto sólo quiero demostrar que la absurda idea de un Planificador Central del universo nos hace creer que hay algo "bueno" en la naturaleza, y que es "malo" intervenirla, o que es malo ir contra natura. Si intervenir nos reporta ventajas, sea evitar un embarazo no deseado, o salvar la vida de un niño con una vacuna, o mejorar el rendimiento de un atleta, entonces es perfectamente legítimo hacerlo.

Ojo con los efectos secundarios

Tal como la competencia que tienen las escuderías para ganar la Fórmula 1 permite inventar tecnologías que se aplican en el mercado automotriz, la investigación genética para optimizar el rendimiento de atletas puede llevar a inventar tratamientos que combatan el Alzheimer, el cáncer, etc. Muchas de estas enfermedades son genéticas, por lo mismo, mediante las terapias genéticas pueden prevenirse. Las consecuencias en la calidad de vida de los Homo sapiens serán enormes.

El único límite debe ser la seguridad. La salud de un atleta no debe arriesgarse. Si la salud e integridad no están en peligro, todo tipo de intervención es bienvenida.

¡Adelante con la manipulación genética, y que gane er má mejol!

Gráfico: The Economist

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Si se supone no "hay algo "bueno" en la naturaleza"
¿Por qué creer que la Evolución sí es buena?

De tu texto se puede desprender que la competencia entre las especies, entre miembros de una misma especie es buena. Yuxtaponiéndolo al darwinismo social y siguiendo tus planteamientos ¿Por qué no intervenir el mercado o la sociedad, para hacer más justa la competencia entre los sujetos?

¿Por qué si no hay un orden perfecto, creemos que la competencia económica sí lo es, como si fuera un símil de la evolución? ¿Por qué creer que la competencia social es simétrica entre los individuos, cuando tenemos más ejemplos de su asimetría?

Chile Liberal dijo...

Yo no creo que la evolución sea buena o mala. La evolución es como la gravedad: ahí está, existe, hay que comprender cómo funciona.

La competencia tampoco es ni buena ni mala, sino que es inherente a las especies que deben proveerse alimentos etc. Lo que la tropa de ignorantes no comprende es que la clave de la evolución y el éxito en traspasar los genes a la próxima generación consiste en cooperar, es así como las especies se sustentan.

De todos modos, el error de Darwin fue observar especies, y no genes. Son los genes los que importan, algo que el ilustre biólogo no supo porque murió mucho antes que surgiera la genética.

Apuntas cuando trazas un símil entre "evolución mediante selección natural" y economía. Otra desgracia fue que Darwin no leyó nunca a Adam Smith.

Los mercados se compiten por sobrevivir, y los más aptos son quienes sobreviven. Este comportamiento es similar al de las especies.

La selección artificial sería recomendable si es que hubiese alguien capaz de procesar toda la información del mercado. Como esto es imposible, las decisiones no deben quedar en manos de unos pocos, sino en las millones de decisiones de muchos, de ahí que privatizar y dejar las decisiones al mercado sea mucho más eficiente.

Ahora bien, el hecho de que nazcan criaturas con errores, deformidades de todo tipo y mutaciones es una prueba de que no hay un Planificador Central. O si lo hay, es un sádico que manda bebés siameses, mongólicos, o incapaces de sobrevivir. Pero algunas de estas mutaciones son benéficas.

Por ejemplo, se han estudiado casos de prostitutas africanas que son inmunes al VIH. Ellas han espontáneamente mutado hacia un gen que, en condiciones de selección natural y de darwinismo social, sobrevivirán y traspasarán el gen de la inmunidad al VIH a sus descendientes, y así la especie logrará evolucionar.

Por supuesto que la maravilla del ser humano ha logrado dominar a las fuerzas de la naturaleza y podemos inventar tratamientos antivirales y fabricar condones, aparte de educar, para evitar infecciones y millones de muertes.

Todo esto demuestra el absurdo del mito que la naturaleza es lo bello, lo puro y lo lindo.

Un gran debate persiste en el Reino Unido sobre el uso y venta de alimentos como frutas y granos "genéticamente modificados". Son completamente inofensivos, pero muchos creen que es ir contra natura, a pesar que prácticamente todos los alimentos que consumimos ya han sido modificados genéticamente, incluso en la Antigüedad ya los agricultores aprendían a combinar semillas para obtener resultados eficientes, tal como los criadores de ganado, etc.

Nicolás V. dijo...

Diculpa por abrir un viejo tema pero:

Si me manipulo geneticamente hasta alcanzar un mayor nivel que aquel que tiene la mutación ¿no seria volver al principio?, es decir "desigualar" la competencia....

Yo creo que al final tendremos que ver deportes donde gana aquel que tiene mas dinero para "chutarse" quimicos que aquel que tiene un "talento" -mutación o lo que fuese...

salu2

Chile Liberal dijo...

Los Juegos del futuro se decidirán a favor de quienes tengan acceso a la mejor tecnología, no sólo "dinero". Se puede tener recursos económicos, pero no la inteligencia o innovación.

Por ejemplo, Arabia Saudita es un país riquísimo, pero no tiene la tecnología de EEUU o de algunos países europeos.

Desde luego que le dará una ventaja competitiva por sobre el resto. Pero esto ya ocurre. Muchos atletas en África no tienen una nutrición completa, ni zapatillas apropiadas para entrenar. Están en desventaja.

El equipamiento será reemplazado por la estructura genética, modificada en un laboratorio.

Un saludo, Nicolás. Bueno verte por estos lares nuevamente.