jueves, 5 de febrero de 2009

Más que un escote

La televisión diurna ("daytime television") es como un mundo paralelo y desconocido, al que uno viaja sólo durante las vacaciones, o los días de enfermedad, la vejez, o, desgraciadamente, durante los días de desempleo. Uno de los programas diurnos favoritos de vuestro corresponsal es Veredicto, en el canal de ultra-derecha Megavisión, conducido por una abogada de la Universidad Católica, la bella Macarena Venegas (ver foto izquierda). Por lo visto, serán muchos este año quienes conocerán los encantos de la hermosa jueza ya que el grupo de los desempleados va in crescendo.

Aparte del atractivo físico de la "señorita Macarena", como la llaman los litigantes, hay dos cosas de ella que me gustaría tocar: por un lado su revelación sobre un cáncer cervical (y la nefasta influencia de la religión papista), y la urgencia de privatizar las agencias de justicia.

Macarena ha señalado en esta entrevista que sufrió de esta mortal enfermedad y que en realidad casi no vive para contarlo, y que en otros países hay vacunas para evitar este agresivo cáncer, una de las principales causas de muerte en mujeres jóvenes. Efectivamente, existe una vacuna que previene el cáncer cervical (también llamado "cáncer de cuello uterino"), y es efectivo prácticamente en el 100% de los casos. Su eficacia depende de que se aplique a niñas de edad no superior a los 12 años. ¡Fantástico!, dirán ustedes. ¿Qué esperamos que no la aplicamos en masa a las niñas para erradicar esta enfermedad?, exclamarán. Estamos todos de acuerdo en la necesidad de vacunar.

El tema no es menor ya que justo hoy me entero que una de las más reconocibles celebridades del Reino Unido, la polémica Jade Goody (27 años, dos hijos), hace algunos años ganadora de Big Brother, ha revelado que este mismo cáncer que ella padece no logró ser eliminado con las quimioterapias, y sus probabilidades de sobrevivencia son muy bajas. ¡Si tan sólo se hubiese vacunado!, pensarán. Pues resulta que cuando el laboratorio inglés GlaxoSmithKline anunció que había descubierto una vacuna contra este cáncer y el gobierno inglés se disponía a comprar dosis para toda la población, adivinen quién se opuso tenazmente a la administración de la mentada vacuna... sí, ya adivinaron: Nuestra Santa Madre la Sacrosanta Iglesia Católica Apostólica Romana se opuso a la vacuna. Ocurre que el cáncer en cuestión es una enfermedad de transmisión sexual y como la religión papista tiene una tranca enorme con el sexo, prefiere que sigan muriendo mujeres en vez de vacunar. Claro, si las perras maracas tienen sexo, es mejor que se mueran. Invito a ver Catholich Church Warning y artículo de opinión en The Guardian.

Lo anterior no es nada de extraño. Ya Pío XII se opuso en su oportunidad a la vacuna contra la viruela. Hoy, el papismo se opone a otra vacuna. Macarena Venegas tuvo la enorme suerte de sobrevivir a esta enfermedad y nos dice que en otros países existen las vacunas que la previenen. (Un tema interesante para los liberales es determinar si es legítimo o no que el gobierno obligue a las menores a vacunarse. Por ser esta enfermedad una de carácter contagioso es una cuestión de salud pública, por lo tanto sí es legítimo.)

En este blog daremos la batalla cuando llegue la hora en Chile de vacunar contra el cáncer cervical y estalle la polémica. Ya lo dijo Adam Smith:
"La iglesia de Roma es la más formidable conspiración jamás formada contra la autoridad y seguridad del gobierno civil, así como contra la libertad, inteligencia y felicidad de la Humanidad." (ver fuente)

Volvamos al tema central de este artículo: el programa Veredicto. Como saben, en él se imparte justicia. Los casos varían desde un joven a quien quieren expulsar de una banda de rock hasta cuestiones como demandas de pensión alimenticia. Lo que tenemos que preguntarnos es por qué toleramos que sólo el Estado administre justicia, y no agencias privadas. ¿No es acaso Veredicto una forma de privatizar el Poder Judicial? Si contásemos con más agencias de este tipo, podríamos descongestionar los ya saturados tribunales. Por ejemplo, podríamos darle la oportunidad a gente como la modelo Adriana Barrientos para que sus 25 querellas del año 2008 las presente en otro lugar. Podemos dejar la "justicia estatal" para casos donde es imperativo el uso de la fuerza, y la "justicia privada" para el resto de los casos. Ambos tendrían que competir, así mejoraría la calidad de la justicia en cuanto a celeridad y ecuanimidad, y se permitiría el acceso a la justicia al grueso de la población lo que contribuiría a edificar una sociedad más justa y pacífica.

El funcionamiento de las agencias privadas de justicia estaría regulado, por supuesto, por las fuerzas del mercado. Una agencia privada necesita clientes y para ello debe proteger su prestigio. Este principio es un poderoso incentivo para su correcto funcionamiento. ¿Qué o quién incentiva a los tribunales estatales para que se desempeñen bien? Nada ni nadie.

En la medida que la rama judicial sea un servicio, es perfectamente privatizable. No hay nada que discutir. Al surgir estas agencias, luego pueden requerirse al momento de firmarse un acuerdo o contrato, cualquiera sea éste, y así evitar acudir a la lenta y desprestigiada justicia estatal. Esta iniciativa debe ir de la mano de la privatización de las agencias de seguridad y la privatización de Carabineros de Chile ("police").

Tribunales de este tipo ya existen a nivel internacional. Por ejemplo al firmar un acuerdo de libre comercio, las naciones suscritas a la OMC (WTO) también acuerdan someterse a los tribunales de dicha organización. Del mismo modo, individuos privados pueden someterse al arbitraje de una agencia particular. La idea no es nueva ni mucho menos, la plantea el pensador liberal Robert Nozick en su libro "Anarquía, Estado y utopía", y también han elaborado al respecto muchos otros pensadores.

Algunos dirán que esto no es posible. Pues entonces expliquen por qué existen "La Jueza" de Chilevisión, "Tribunal Oral" de Canal 13, entre otros, y todos con centenares de casos todos los días. Y éstas son sólo las versiones chilenas del internacionalmente famoso Judge Judy, y ni hablar del popular "Caso Cerrado" con Ana María Polo, probablemente el más exitoso a nivel Latinoamericano. ¿Ven que es posible? Pues bueno, habrá muchas juezas, pero bellas como Macarena una sola. Los dejo con un par de maravillosas fotos (ver fuente).

8 comentarios:

Patoace dijo...

Ignoraremos las ilusiones conspiranoicas del post para hablar de derecho.

Si bien hay ciertos ámbitos de la justicia que se pueden privatizar, no es posible hacerlo en forma generalizada, por una razón muy sencilla: no puedes obligar a una persona a concurrir a un tribunal privado para resolver un conflicto.

Dos razones, en realidad: la segunda es que, por muy justo y razonable que sea un fallo, tarde o temprano alguien se negará a cumplirlo, y en ese caso se necesita la intervención del Estado para forzar el cumplimiento.

Anónimo dijo...

En realidad no es imposible.

Algunas preguntas:
¿Habría sólo un sistema legal o varios?

¿Se aplicaría esta pluralidad sólo a lo civil o también a lo penal? ¿Bajo que criterio se dirime en qué casos corresponde el uso de la fuerza?

Tomando en cuenta a Nozick ¿Un sistema judicial unificado se encargaría de determinar cómo llevar a cabo y dar el cumplimiento de las sentencias por ejemplo? Esto último también es cuestionable en el sistema estatal.

¿Cómo se ponen de acuerdo la agencia dominante y las restantes agencias privadas para
arbitrar o sustanciar sus litigios, a ser posible ya antes de que se produzcan?

¿Todos los jueces competidores tendrían que ponerse de acuerdo sobre el modo de aplicar y ampliar los principios básicos de las leyes consuetudinarias o de la legislación común?

Saludos

Anónimo dijo...

El mercenario vaticano Potoace expresa que "Ignoraremos las ilusiones conspiranoicas del post", ya que no las puede refutar. De la misma manera que ignorará el apoyo de la Prostituta de Babilonia a la teoría geocéntrica, el creacionismo y demás joyas científicas que Diosito transmitió a sus mandamases.

Y eso que los links están ahí, facilitos.

Chile Liberal dijo...

@Anónimo1: yo no digo que el mercado regule a la perfección a las agencias privadas de justicia, sino más bien que regula mucho mejor que un ente burocrático. Se puede encontrar un equilibrio entre ambos, pero por sí sólo, quienes regulan a los tribunales actuales son la mejor muestra de su ineficiencia.

En cuanto a lo del enfermizo paternalismo chileno, estamos de acuerdo en que es el origen de todos los males de Chile: que el Papito Estado me venga a dar trabajo y a pagarme las deudas porque yo por mí mismo no puedo.

@Patoace: Desde luego que no te conviene referirte a la oposición de tu ONG favorita (porque la iglesia de Roma es eso: una ONG) a la vacunación contra el cáncer cervical.

En cuanto al derecho, un individuo puede negarse a declarar en un tribunal privado o someterse a sus dictámenes. Pero hemos visto que la mayoría de las personas sí lo hace. A una persona no se le puede obligar, pero si la agencia tuviese un servicio policial a su disposición, puede obligar. En el programa Veredicto o Caso Cerrado puedes ver como mucha gente se somete a los jueces sin necesidad que los obliguen.

@Anónimo2: Trataré de responder a la vez todas tus preguntas conectando un comentario de Anónimo1 sobre la necesidad de someter las leyes a una revisión.

En Chile tenemos un sistema jurídico llamado "continental", distinto al Derecho anglosajón. El segundo se basa en la jurisprudencia, o sea en las sentencias previas, mientras que el primero en leyes, muchas de ellas completamente estúpidas. El segundo es mucho más flexible que el primero. Ya vimos algo en el concepto de Zeitgeist, donde lo que es completamente aceptable en una época se convierte en algo horroroso en otra época, o viceversa. Del mismo modo, lo que era ilegal ayer, es legal hoy. Un sistema sin leyes escritas permite irse adaptando a los tiempos de manera más rápida porque sería más flexible.

Por ello, todos los jueces tendrán que actuar con criterio para determinar cuando corresponde el uso de la fuerza. Un juez, y por ende una agencia, que actúe con descriterio se expone al repudio público y desaparecerá del mercado. Hoy, un criminal puede quedar libre o se puede detener a gente inocente y no existen los mecanismos expeditos para sancionar estos errores.

Necesitamos eliminar las leyes y abolir el Código Civil para que la justicia pueda funcionar (y tener un sistema similar al anglosajón). Yo esperaría que esto crease un "orden espontáneo" que coordine el accionar de las agencias de justicia, por lo cual no es necesario preocuparse de si habrá un sistema legal o varios, o de cómo unificar los criterios que tendrán los jueces.

La forma pacífica e inteligente de lograrlo sería empezar por crear agencias privadas de justicia donde la gente concurra libremente, al estilo Veredicto. Luego veremos cómo éstas ganan en prestigio y celeridad al sistema estatal, e idealmente, generará competencia entre ambos. En una etapa más avanzada puede pensarse en cómo profundizar las funciones de las agencias privadas hasta reducir al mínimo al poder judicial, lo que vendría de la mano con la eliminación del Estado.

Sé que suena fantasioso. Pero por ahora, empecemos por descongestionar los tribunales.

Anónimo dijo...

Ciertamente la opinión expresada por algunos miembros de la Iglesia al respecto de esa vacuna no tiene un buen fundamento. Lo que no me gusta de la forma en que lo comentas es que pretendes adjudicarle la opinión de uno o unos pocos miembros de la Iglesia a toda la comunidad eclesiástica y esto es injusto porque esta comunidad está conformada por individuos particulares y distintos entre sí que no comparten las mismas opiniones en relación con todos los temas, aunque sí concuerdan en torno a una misma fe. Pero concordar en torno a una misma fe solamente determina que llevaremos a cabo una adoración similar en el interior de los templos; la concordancia en la fe no tiene ninguna relación con las opiniones públicas de los feligreses. Por mi parte, creo que el argumento entregado por esos miembros en particular contra el uso de la vacuna que mencionaste es un argumento efectista, es decir, se preocupa demasiado por ciertos efectos no desaeados por la parte argumentadora y olvida, de paso, ciertos aspectos fundamentales como el derecho de las personas a la integridad física y psíquica. Y me parece que no es necesario recibir la inspiración del Espíritu para darse cuenta de qué opción es mejor entre aplicar la vacuna o no aplicarla. Lo que sí me llama más la atención —y esto es por ignorar la situación religiosa del Reino Unido— es que la Iglesia Romana tenga tanta tribuna en un país donde la cabeza eclesiástica es la Reina y no el Papa.

En cuanto a los juicios privados, como tú mismo observas, el sistema ya existe y está siendo aplicado. Basta, pues, que se masifique. Parece, en cualquier caso, una alternativa muy efectiva para resolver diferencias particulares.

Anónimo dijo...

Totalmente desinformado amigo la Iglesia Católica no tiene influencia en Inglaterra, dado que, se separo la Iglesia, allá esta la Iglesia Anglicana cuya máxima autoridad es el Rey y no el PAPA, falta leer historia antes de escribir en este medio porque quedas como un ignorante.

Anónimo dijo...

Terrible rica la srta. macarena wn
tiene las meas gomas , es mi amor platonico. La amo!

Chile Liberal dijo...

Sin duda los atributos físicos de la señorita Macarena son portentosos, y "Veredicto" ha seguido dirimiendo muchos casos tal como lo haría una agencia privada de justicia.

Aparte de eso, destaco que en marzo del 2009 finalmente murió Jade Goody de cáncer de cuello uterino, y que la vacuna se ha aplicado en todo el Reino Unido.