"He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto. Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra. "
"Y aquella abundancia no se echará de ver, a causa del hambre siguiente la cual será gravísima. Y el suceder el sueño a Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla. Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto. Haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de la abundancia. Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo. Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre."
Génesis 41:29-36
Nuestro blog tiene como tarea el difundir artículos de interés y recortes de prensa especialmente escogidos. A propósito del extraordinario desempeño del ministro Velasco, recordemos la época del alto precio del cobre, en el apogeo de Michelle Bachelet: estudiantes aleonados por sus profesores y sindicalistas desbocados exigieron gastarse los excedentes. Todos reclamaron un pedazo de la torta. Velasco hizo lo imposible y puso el dinero fuera de las garras del populacho... y cuando llegó la crisis ahora todos entendieron el valor de comprender el ciclo económico.
El siguiente artículo ha sido seleccionado y traducido por Chile liberal desde el Financial Times, publicación de cabecera de este sitio. Para ver la versión original (Tables turned: a lesson from Latin America for the west) hagan clic aquí, y para ver la versión colgada en nuestro proyecto paralelo hagan clic aquí.
Por cierto, un saludo a nuestro ministro de Hacienda en este momento durísimo (mensaje aparte: ¿Qué resulta más peligroso: una pistola o una piscina?)
Se dio vuelta el tablero: lecciones de América Latina a occidente
Por Philip Stephens
6 de febrero de 2009
Juguemos a identificarnos políticamente.
Empecemos por un país A. Se jacta de sus políticas de libre comercio que lo convierten en una de las economías más abiertas del mundo. Una sucesión de superávit fiscales ha esfumado su nivel de deuda. Cuenta con un sistema privado de pensiones y de cheques escolares que permiten a los más acomodados contribuir en las ayudas que entrega el estado. La responsabilidad fiscal se ha consagrado en sus leyes.
Ahora consideremos un país B, una economía emergente de similar tamaño. Se enorgullece de sus agresivas políticas de erradicación de la pobreza. La proporción de jóvenes en la educación universitaria se ha cuadruplicado. La salud pública ha conseguido enormes mejoras en las expectativas de vida. El estado garantiza un ingreso mínimo a los jubilados. Un banco de propiedad de los contribuyentes ayuda a mitigar los efectos de la contracción del crédito.
Para quienes conocen los principales puntos de referencia de la política en occidente, la división ideológica es obvia. El país A está gobernado por una coalición de centro-derecha: el conservadurismo fiscal, el libre comercio y las pensiones privadas lo delatan. Mientras que en el país B, el énfasis en educación, reducción de la pobreza y asistencia social son típicas del progresismo de izquierda.
Aquellos que han notado el extraordinario progreso económico y político de Chile desde su retorno a la democracia 20 años atrás saben que la cosa no es tan sencilla, porque resulta que el país A y el país B son el mismo: una historia de éxito en América Latina.
Me acordé de todo esto cuando Andrés Velasco, el ministro de Hacienda de Chile, visitó Europa hace algunos días. El señor Velasco es un miembro de lo que podríamos llamar “el jet set del progresismo”, la red de políticos de centro-izquierda que emergió a partir de la “tercera vía” concebida por Bill Clinton y Tony Blair. El año pasado Velasco pronunció un interesantísimo discurso en una conferencia de líderes progresistas organizada por Policy Network, cuyo anfitrión fue el primer ministro Gordon Brown. El próximo mes el encuentro se celebrará en Chile.
Con permiso administrativo de su cátedra en Harvard, el señor Velasco es un político progresista a cabalidad. Lo que lo diferencia del resto es que es al mismo tiempo un apóstol de las supuestas políticas económicas “de derechas”, mientras que se identifica con los valores sociales “de izquierdas”. Su posición me recuerda el mantra del Nuevo Partido Laborista que encumbró a Tony Blair al poder en Gran Bretaña el año 1997. Para que no lo olvidemos: Los señores Blair y Brown hicieron su campaña política prometiendo un matrimonio entre la eficiencia y la justicia social.
Aunque ha pasado desapercibido para gran parte el mundo, Chile ha hecho lo mismo que Gran Bretaña en 1997. Velasco tiene de su lado las estadísticas que lo corroboran. El crecimiento económico de Chile ha promediado el 5% desde que el país se liberó de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990. Chile tiene dos fondos soberanos para invertir parte de sus excedentes de las exportaciones de cobre. Ha eliminado muchos aranceles. Sus bancos (siendo el banco estatal sólo el cuarto en tamaño) están bien administrados.
Cuando Pinochet finalmente abandonó el poder, el 40% de los chilenos vivía bajo de la línea de la pobreza. La proporción actual es de 12 a 13%. El número de jóvenes en la educación superior ha pasado del 10 al 40%.
Se puede decir que éste ha sido uno de los benignos legados de los años de Pinochet: una sucesión de gobiernos estables de centro-izquierda. Los políticos han tenido espacio para pensar más allá de las justas electorales. Han sido lo suficientemente inteligentes para mejorar—y no desmantelar—las políticas de libre mercado del régimen dictatorial, de modo que la inmensa mayoría cuenta con un fondo privado de pensiones, y el gobierno sólo proporciona una red de seguridad.
20 años atrás, dos quintos del gasto público de Chile se dedicada a pagar deudas. La cifra actual es 0. Hoy, el 70% del gasto público se destina a programas sociales.
Chile, por supuesto, cuenta con ventajas naturales, principalmente sus enormes reservas de cobre. Exporta una sorprendente cantidad de buenos vinos. La desigualdad ha caído lentamente a medida que los pobres empiezan a acercarse a la clase media profesional. Chile no es inmune a la crisis internacional: su economía ya se ha desacelerado.
El lado menos luminoso de la ya longeva coalición de gobierno, la Conertación, es que se ha entrampado en peleas internas y sufre de acusaciones de corrupción. La Alianza, de centro-derecha, tiene altas probabilidades de ganar la próxima elección presidencial. Algunos ven en esta alternancia en el poder un signo inequívoco de la madurez democrática de Chile.
Hay más lecciones de Chile para las grandes potencies de occidente. La más obvia, los políticos deben practicar lo que predican. Hace no mucho, EEUU y Europa daban lecciones a América Latina sobre excesos fiscales, desregulación de bancos y oscuros mercados financieros. En el caso de Chile, el tablero se dio vuelta. No saldrá ileso del shock global, pero su posición fiscal y su sistema financiero son robustos, y su transparencia así lo demuestra.
El primer ministro Brown debe sentir algo de vergüenza. Si se hubiese ceñido, como ministro de finanzas y primer ministro, a la prudencia prometida en 1997, Gran Bretaña no estaría hoy en el deplorable estado que se encuentra. El déficit anual de su presupuesto tampoco llegaría al 10% del ingreso nacional.
El principal mensaje, no obstante, es la forma en que Chile ha separado sus fines políticos de sus medios. No tiene nada de malo ser ideológico para actuar, ya sea con fe en la creencia conservadora en la libertad individual o en la visión progresista de que el estado debe proveer igualdad de oportunidades. Donde el añejo debate entre izquierda versus derecha se convierte en una pérdida de tiempo es cuando la ruta escogida se confunde con el destino elegido.
Chile ha evitado la trampa al combinar y conciliar gobierno con mercado, ortodoxia económica con intervención social. Esto mismo era lo que Gordon Brown se suponía iba a traer a la política británica durante los años 90. Hoy, el Nuevo Laborismo ha adquirido una imagen negativa. La economía se hunde pero Brown parece plantear la próxima elección como una agotada lucha entre su promesa de “invertir” en servicios públicos contra los planes de reducción de impuesto del Partido Conservador.
La verdad sea dicha, cuando pase la recesión, lo que tendrán en común los políticos británicos y la mayoría de sus pares europeos será un gigantesco déficit que los gobiernos habrán acumulado al tratar de evitar la depresión.
La recuperación económica traerá consigo un debate profundo sobre cómo los gobiernos buscarán modelar el capitalismo post-financiero. El peligro será el apresurarse a volver a las viejas trincheras de la izquierda y la derecha, con un bando promoviendo el resurgimiento del nacionalismo por un lado, y por el otro un grupo partidario de los gobiernos grandes.
En Chile, los politicos han preferido las políticas progresistas de corte pragmático. Ciertamente, una lección para todos nosotros.
philip.stephens@ft.com
Traducción de Chile Liberal, chileliberal@gmail.com. No reproducir sin citar la fuente
Copyright The Financial Times Limited 2009
4 comentarios:
Muy interesante el artículo. Yo no soy de esos que adoran a su país por sobre todas las cosas, pero igual siento un poco de orgullo.
Que diferente es el Chile que se observa y analiza fríamente desde lejos (como el de este artículo) con el que describen algunas personas más desde cerca. Basta con leer los comentarios a las cartas al director en EMOL... si me guiara solo por lo que se lee ahí estaría seguro que Chile va camino a la ruina y que el gobierno se ha dedicado única y exclusivamente a robar.
Gracias por compartir el texto.
¿Qué evidencia hay que las políticas contracíclicas del estado funcionen? Si el estado no sabe asignar recursos adecuadamente, ¿cómo es que en la coyuntura actual va a tener éxito?
Imagino que el ministro Velasco obra de buena fe, pero fracasará. Hay un problema anterior, y es cómo se hará con la información para que sus acciones tengan el efecto coordinador esperado. La Escuela Austríaca de Economía ha mostrado lo siguiente:
1º Enorme volumen de información.
2º La información es tácita, del tipo "know how", que por su naturaleza no es susceptible de formalismo matemático.
3º La información ha de ser descubierta y puesta en práctica, de ahí el rol crucial del emprendedor, lo que los teóricos llaman "función empresarial."
4º El estado, por su propia dinámica, obstaculiza que la nueva información se descubra y pueda transmitirse a través del mercado.
Hay que instaurar una moneda de mercado con respaldo 100% oro, abolir los bancos centrales, el sistema de reserva fraccionaria de banca y poner fin al oligopolio del sistema financiero. De esa manera no habría que implementar "políticas anticíclicas" porque no habrían ciclos económicos.
Sólo añadiré que las recomendaciones de Chile Liberal al ministro Velasco son las siguientes:
1.- Considerando el Índice de Erección ("Erection Index"), el momento en que el ciclo económico llega a su punto máximo es cuando se construye el edificio más alto. Luego, inevitablemente viene una recesión.
La paralización de la obra de "Cencosud Costanera Centre" marca el comienzo en gloria y majestad de la crisis. Se prevee que el desempleo llegue el segundo semestre a dos dígitos, o más. Los más afectados serán los más pobres, en particular los obreros de la construcción ("la Constru").
2.- Es imperativo que se tramite el subsidio a la contratación de jóvenes ahora ya. De hecho, ya llevamos un mes desperdiciado porque los políticos están de vacaciones.
Sr Velasco: pida a la presidenta una sesión extraordinaria.
3.- Recursos ingentes del estado deben aprovecharse para absorber la mano de obra desempleada.
Este es el momento ideal para comenzar megaproyectos de envergadura, como por ejemplo la construcción de líneas de Metro en Santiago y regiones.
Una vez que vuelva la normalidad, las grandes obras se privatizan. Se mantiene el empleo estable, se suaviza el ciclo, y el contribuyente a mediano plazo gana en infraestructura.
@Mario: volver al patrón oro es ridículo. Lo que gatilló la gran depresión fue el patrón oro. La moneda debe tener como patrón una canasta fija de commodities, y la independencia del Banco Central, dirigido por técnicos y no por políticos, actuando como prestamista de última instancia, puede en el caso de la contracción del crédito actual inyectar circulante para reactivar los préstamos interbancarios y devolverle la vida al sistema financiero.
Recomiendo ver el siguiente video de Milton Friedman: El rol del oro en la Gran Depresión, donde se explica con peras y manzanas el problema del patrón oro (pensé que esa etapa ya la habíamos superado).
@Ricardo: saludo
"Es imperativo que se tramite el subsidio a la contratación de jóvenes ahora ya. De hecho, ya llevamos un mes desperdiciado porque los políticos están de vacaciones.
Recursos ingentes del estado deben aprovecharse para absorber la mano de obra desempleada."
Chile liberal,
Quizás deberías plantearte un cambio de nombre al blog: Chile Keynesiano.
¿Cómo sabe el estado la manera en que debe asignar los recursos?
En cuanto a Friedman, la depresión y el patrón oro:
1. Friedman es un monetarista, así que su visión de la depresión tiene que ver con una contracción del crédito. Yo me alineo más con la escuela austríaca de Mises y Hayek, que predijeron con anterioridad la depresión, al ver el origen en la expansión crediticia de mediados de los 20, generando la burbuja. Ello causa errores de inversion (malinvestment) que después terminan por colapsar la economía. Su teoría del ciclo económico lo explica con claridad.
Acá un artículo sobre las diferencias de la escuela de Chicago y la austríaca sobre las causas de la depresión.
http://www.fff.org/freedom/0499b.asp
2. Conforme pasa el tiempo y más conozco a Friedman va perdiendo credibilidad para mí. En Free to Choose explica el rol del oro en la depresión desde su perspectiva monetarista. Sin embargo en su artículo Has Gold Lost Its Monetary Role? dice lo siguiente:
""if you could re-establish a world in which government's budget accounted for 10 percent of the national income, in which laissez-faire reigned, in which governments did not interfere with economic activities and in which full employment policies had been relegated to the dustbin, in such a world you might be able to restore a real gold standardŠ. A real honest-to-God gold standard is not feasible because there is essentially no government in the world that is willing to surrender control over its domestic monetary policy."
"A real gold standard is thoroughly consistent with [classical] liberal principles and I, for one, am entirely in favor of measures promoting its development."
Acá la fuente:
http://www.fff.org/freedom/0399b.asp
3. Poco antes de morir en una entrevista en la PBS alaba la labor de Greenspan como motor del crecimiento económico. Hoy día sufrimos las consecuencias de esos errores.
Acá la entrevista
http://www.youtube.com/watch?v=2wRMNhqKnBg
Para mí Friedman entra en contradicciones en lo que se refiere al patrón oro. No puede ser que por un lado lo identifique como un ideal liberal clásico, y por otro aplauda a Greenspan y su creación artificial de dinero.
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