La crisis
La educación estatal chilena está en crisis, qué duda cabe. ¿Está en crisis el sistema privado? No, porque en la educación privada existe competencia.
Dinamismo privado
Los apoderados son libres para cambiar a sus hijos a los establecimientos que más se adapten conforme a sus principios. La competencia genera dinamismo, los estándares mejoran, se buscan los mejores profesores y se les remunera adecuadamente según su rendimiento. Se selecciona a los mejores alumnos, a quienes se alienta el espíritu de superación innato al ser humano.
¿Solución?
La solución sería enviar a todos los alumnos a colegios privados. Pero esta solución es impracticable. Las ataduras burocráticas que exacerba la coalición gobernante sólo ayudan a agudizar el problema.
Lo que proponemos es, obviamente, liberalizar los colegios municipales. El estado tiene recursos de sobra, perfectamente se puede entregar un voucher de 300 mil pesos mensuales, por medio de un cheque nominativo, para que los padres, alumnos, profesores y administradores reinventen sus colegios.
Esta solución se basa en un fundamento esencial de la filosofía liberal: el ser humano siempre busca su bienestar. Un padre no descansará hasta proporcionarle una educación de excelencia a sus hijos, y cómo no, si es la educación lo más valioso que un padre puede darle a los suyos. Los profesores siempre querrán lo mejor para sus alumnos, y procurarán lograr las mejores condiciones laborales para alcanzar este fin. Son ellos además los especialistas en la materia y confiamos en su capacidad natural de producir "bien común" para guiar a los alumnos y apoderados.
Los aspectos administrativos pueden recurrir a la asistencia del ministerio de educación, cuya naturaleza estatal debe reducirse a un papel organizador y no administrador. Un funcionario público asignado a coordinar los establecimientos liberales de una zona geográfica determinada sería suficiente para mantener un orden que no atente contra el instinto creador y la capacidad de superación de las comunidades educativas.
No es necesario subir impuestos ni incrementar las recargadas burocracias actuales (6000 asesores en educación tiene el Mineduc).
Sí es necesario eliminar el Estatuto Docente (idea de Ricardo Lagos) y promover el re-entrenamiento de los profesores. El Colegio de Profesores debe manifestarse con ideas, y debe hacerlo ahora ya.
Invitemos a los privados
Los empresarios nodernos, las compañías que hoy generan empleos reales, crecen sólo en la medida que su gente sea educada para aportar al mercado laboral. Son ellos quienes mucho tienen que decir y contribuir en la instrucción pública, son ellos los que mañana le darán un trabajo al que hoy es estudiante.
Mediante exenciones tributarias, el liberalismo vería con alegría a empresas como Yahoo Chile, por ejemplo, colaborar codo a codo en la formación de los profesionales de la era digital, en la nueva economía de la información. Los docentes se beneficiarían directamente del contacto con los profesionales de hoy. ¿Conoce alguien a un niño que no le interese la computación? No es necesario asfixiar la iniciativa de los niños con los controles absurdos que la Concertación inculca.
Muchos colegios que han fallado en los exámenes de monitoreo de calidad de la educación (Simce, etc.) pueden dar el primer paso. Son ellos los más afectados, y ninguna comisión de gobierno propondrá una solucón oportuna a esta crisis.
Conclusiones
El colegio no es más que una extensión de la familia, ésta última es la real institución educadora. Junto con profesores y administradores, son los componentes de la comunidad educativa, la cual asumimos que en un entorno libre siempre promoverá la excelencia entre sus miembros.
Es a la comunidad educativa a quien debemos entregarle el poder para ser libres de forjarse su propio destino.
Cobrar impuestos y nombrar comisiones es lo que quiere un gobierno socialista. Pero como ya lo dijo Ronald Reagan: "el gobierno no es la solución, el gobierno es parte del problema".
chileliberal@gmail.com
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Perspectiva histórica
Si los personeros de gobierno hubiesen leido y entendido La República, de Platón, no estaríamos hoy llorando sobre la leche derramada. Es en los orígenes de Occidente donde encontramos los fudamentos de la meritocracia, la igualdad, la importancia de la educación para lograr el progreso humano y los avances sociales.
Es inevitable que existan elites, pero éstas deben estar conformadas por los individuos más capaces, y es la educación la que permite detectar a los miembros más brillantes de la sociedad, sin importar la procedencia social.
La Ilustración, impuslada gracias a la invención de la imprenta, se propuso iluminar al hombre y fomentar el humanismo. Es en este contexto donde comenzamos a dimensionar en toda su magnitud la real importancia de un sistema educativo de excelencia para la soecidad completa, sin exclusiones.
Una sociedad educada en la libertad para forjar su propio destino es capaz de crear un orden social carente de resentimientos, es decir, una sociedad donde la lucha de clases (y, en consecuencia, el comunismo y el socialismo) serían imposibles.
Se dice que la filosofía de Occidente no es más que un conjunto de notas al pie de página de las obras de Platón. Invitamos a releer al maestro clásico.
Vínculos en este sitio:
Colegios chilenos, cómo mejorarlos (The Economist)
http://chileliberal.blogspot.com/2006/10/colegios-chilenos-cmo-mejorarlos.html
Crisis educacional en Chile
http://chileliberal.blogspot.com/2006/10/movimiento-liberal-progresista-crisis.html
Lecuras recomendadas:
La República (Platón)
jueves, 19 de octubre de 2006
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1 comentario:
Estoy de acuerdo contigo, pero ¿qué respondeías a personas como Carlos Peña que critican el sistema privado por aumentar las desigualdades?
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