jueves, 23 de julio de 2009

En defensa de Karen Doggenweiler

Cuando Oprah Winfrey, la popular reina de la TV diurna de EEUU, le entregó su apoyo (endorsement) al actual presidente, le dio más votos que Colin Powell, quien también endosó a Obama. El poder de los rostros de TV es desproporcionado en las democracias actuales.

En EEUU nadie criticó mayormente a Oprah Winfrey por involucrarse en política partidista. En Chile, la presentadora de TV Karen Doggenweiler (foto izquierda) se ha convertido en uno de los principales rostros de la campaña del candidato "díscolo" de la centro-izquierda, Marco Enríquez-Ominami. Sin embargo, su presencia ha causado un escándalo. Es que hay dos diferencias con la animadora norteamericana: la chilena es empleada del canal estatal TVN (copia triste de la BBC), y más aún, Karen es la esposa de MEO.

En un acto que combina la estupidez y la desesperación, el títere a cargo de (des)coordinar la campaña de Frei ha declarado lo siguiente (ver fuente):

"Es complejo para una institución, y lo tienen que resolver, tener un rostro emblemático de su respectiva pantalla, al mismo tiempo rostro emblemático de una respectiva campaña. Es algo que TVN va tener que definir".

Y la vocera de del comando de Frei:
"Entendemos que evidentemente cuando hay un personaje que es un rostro importante de un canal, el cómo eso puede influir en una campaña política yo creo que merece revisión institucional de parte de TVN".

Es francamnete inaceptable y avergonzante ver cómo se pretende acallar a Karen Doggenweiler, cohartando no sólo su libertad de expresión sino además su libertad de trabajo. Ella por méritos propios (cuáles, lo desconozco) habrá llegado a ganarse un puesto en las pantallas de TVN. Pretender que guarde silencio durante la campaña de su marido es propio de un tarado. Querer dejarla sin trabajo es propio de un demente.

En ningún caso la mujer de MEO buscó protagonismo en la TV para hacerle publicidad a su marido: esto ha sido pura coincidencia. De hecho, ya era rostro de TV antes de siquiera conocer a MEO. El insistir en que TVN rescinda el contrato de ella es más todavía un claro signo de desesperación del establishment de la Concertación al ver que una candidatura díscola se convierte en la principal opción del electorado.

Insultante además que después de dos décadas en que la Concertación históricamente ha usufructado de los endosos de las figuras de TV, ahora al comprobar que muchos apoyan a MEO, pretendan negarle a otros lo que a ellos les benefició por tanto tiempo.

Como si fuese poco, Andrés Palma, otro miembro del comando de Eduardo Frei, había hecho declaraciones similares a las de Sebastián Bowen y Paula Narváez. Ante las consultas de los periodistas, Frei musitó un burdo "Yo hago mi campaña, declaraciones de otros no me interesan". Y remató: "no estoy en la farándula".

Muy mal, señor Frei. Muy mal.

Es deber de cualquiera el defender a una ciudadana ante una maniobra política tan baja. Karen Doggenweiler tiene posibilidades de convertirse en "primera dama" de la nación. Después de este incidente, tiene incluso más posibilidades.


3 comentarios:

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Vaya veo que estamos de acuerdo. Hoy también escribí algo sobre estas purgas de guante blanco.

Saludos

Flo dijo...

A mí me parece que Frei hizo bien en no decir más; desprestigiaría a su propio comando si defendiera a la Doggenweiler y ahí sí que quedaría como chaleco de mono y perdería votos. Otra cosa es que tú quieras que eso suceda, pero no habría sido el comportamiento óptimo.
Sí me parece que sus "voceros" metieron la pata y, por querer figurar, empezaron a decir tonteras. Como dices, que la K.D. esté en TVN y sea la mujer de M.E-O es coincidencia y no veo necesidad ni justicia en despedirla.
En unos pocos años más nos enfrentaremos a la misma situación cuando sea Andrés Velasco el candidato y la Consuelo Saavedra no pueda decir esta boca es mía porque todos los cortos de vista temerán que eso le gane votos al marido.
Claro que eso tendrá otro pelo, porque Velasco al menos es una persona de más peso en una candidatura presidencial. Enriquez-Ominami, no. Yo le aconsejaría que se lo tome con espíritu deportivo porque posibilidades de que gane...cero.

Manuel dijo...

Creo que es la misma lógica restrictiva que la Derecha esgrime para impedir que la Presidenta y los ministros manifiesten sus preferencias políticas."Intervencionismo electoral", le llaman.