Fue en el fragor de la campaña para el plebiscito de 1988 cuando vi por primera vez una franja política, es decir, un espacio de TV asignado por ley a cada facción en una campaña electoral. La verdad es que en aquella época no la vi el primer día, porque tampoco me interesaba, no estaba en la edad de meterme en política tampoco. Sí recuerdo que a la mañana siguiente, algunos de mis compañeros de curso hablaban de ella. Mi mejor amigo hace un gesto con los brazos moviendo las manos, al tiempo que da un paso de baile y canta "vamos a de decir que No-oh oh". Le pregunté qué hacía. "Así salió bailando un gallo en la Franja del NO", me contestó. "Ridículos", exclamaba algo molesta la mamá de mi amigo. "Salió un tonto bailando", me decía mi mamá. "No vale la pena ver esas leseras", escuchaba decir. En general era gente del Sí. Hasta que vi la franja. Con lo del baile se referían al minuto 0:18 de este extracto de la franja del NO, de fondo la inolvidable canción "La alegría ya viene". La franja del Sí, como sabemos, fue un bochorno. La del NO en cambio logró cautivar a la audiencia. Desde ese momento que la franja ha sido el plato fuerte de las campañas políticas, donde se impone la cancioncita y el spot por sobre el debate y las ideas, todo en detrimento de la democracia.
Hoy al ver la franja del No me pregunto cómo es posible que en un momento decisivo de la evolución histórica de Chile se recurra a tanta liviandad. Porque la sustancia en la franja del No brillaba por su ausencia. Pero 21 años más tarde, la cosa no mejora.
Analicemos los primeros episodios de la Franja en la campaña de este año.
Marco Enríquez-Ominami
Empezó con una cancioncita más o menos pegajosa acompañada de imágenes estereotípicas, excepto por una pareja de hombres caminando de la mano, quienes además visten de traje. Marco explotó bien una de sus principales ventajas y es la simpatía sureña con algo de glamour que transmite su mujer, la presentadora de TV Karen Doggenweiler. Su discurso sobre la familia fue muy bueno: importa la calidad de la familia, no su forma. Punto para MEO. Luego un beso con la Karen. Otro punto para MEO.
El ex díscolo de seguro recurrirá a la imagen de su mujer para transmitir calma y sensatez, y así neutralizar su imagen alocada e hiperkinética (en un momento incluso sale corriendo). MEO ahora se expresa mejor, modula bien y trata de convencernos, con trajes grises o negros, que es estadista. Pero de llegar a La Moneda, MEO lo hará con un claro mandato para ponerle una estructura legal a la modernización que ha experimentado la sociedad chilena, particularmente en cuanto al matrimonio homosexual y el aborto. No mencionó a "Dios" como sí lo hizo, desgraciadamente, Piñera. Marco en todo caso pudo haber puesto una franja un poco mejor.
Jorge Arrate
Arrate fue abúlico y su franja fue la más débil de todas. "Voto por Arrate porque mi hijo es maravilloso", se dice en 1:18. Voto por Arrate porque Chanchi hizo gratin dauphinois con pato asado y le quedó súper rico.... nada que ver, ¿cierto? "Arrate, Arrate, es poderoso", brama casi en éxtasis una mujer que al parecer se dirige a su trabajo. Arrate luego nos dice que votará por él mismo por sus principios y valores. El menos tiene un voto asegurado.
Los principios del socialismo real están ya sepultados bajo los escombros del Muro de Berlín. Arrate parece simplemente hacer acto de presencia y montar un pequeño show mediático para la izquierda dura, antes de que éstos voten en bloque por Frei, si es que no quieren ser gobernados por Piñera. En suma, la del candidato socialista fue la más débil de todas.
Eduardo Frei
Los cinco minutos de Frei fueron soberbios, en el buen sentido de la palabra. Nos cuentan la historia de una mujer joven que luego de embarazarse en el liceo, no pudo graduarse, pero así todo, una reforma impulsada por la Concertación, le permitió terminar su educación y recibir su liencia de enseñanza secundaria. Un país que desee insertarse en la economía del conocimiento debe poner especial énfasis en educación. La idea de expulsar a las niñas embarazadas fue del Pinocho y su irracional mojigatería conservadora. Frei no hizo otra cosa sino comenzar a exhibir los logros de la Concertación en estas dos décadas, si continúa por esta senda, los próximos capítulos serán tan buenos como el primero.
Luego prosiguió a hacer propuestas. En la franja se nos explicó que los planes sociales ahora se extenderán a la clase media. Acá estamos en total desacuerdo con el ex presidente. Mucho mejor sería rebajar los galopantes cobros de contribuciones y que dicho ahorro lo usase cada familia para negociar con entes privados, sean bancos o aseguradoras, sus propias pólizas para seguros de desempleo, etc. La franja de Frei fue enfática en proponernos que esta red será estatal. Piñera no ha dicho nada al respecto, sólo nos mostró a él mismo con su grupo Tantauco. Frei se atrevió con algo y a pesar de la discrepancia, lo aplaudimos porque podemos estar en desacuerdo. Con Piñera, no hay nada que decir porque no dijo casi nada.
Como broche de oro, Frei le explica a una joven que es mejor votar por él porque es más "buen mozo". Un Frei dicharachero no es sino el reflejo de una nueva época, ya no la del engominado presidente de los 90 que debía mantener relaciones con las Fuerzas Armadas bajo la sombra atemorizante de Pinochet. El país se ha consolidado, y Frei ofrece estabilidad y confianza, hasta un toque de humor.
Balance
Por su formato claro, su presentación profesional, y por exponer contenidos, el ganador de la primera jornada de la franja política ha sido Eduardo Frei. El abanderado de la Concertación también ganó el debate abierto organizado por Canal 13, con lo que su candidatura sigue cobrando fuerzas, a pesar que casi lo habíamos desahuciado.
Lo anterior nos lleva a preguntarnos si es mejor exigirle a la Concertación que se reforme, y no cambiarla. Después de todo, Frei es un hombre decente y ajeno a la corrupción, quien puede encabezar la necesaria reforma que el bloque en el gobierno tanto necesita.
Con un Frei que se estabiliza, si logra pasar a segunda vuelta, es claro que captará más votos de Arrate y MEO que Piñera. El magnate ya se ha estancado en el 43% histórico de la derecha, y no tiene por donde aumentar. Para derrotar al nominado por la opositora Alianza, basta simplemente con que Piñera siga empantanándose con lo más conservador de su sector, como lo ha hecho hasta ahora. El país en unas pocas semanas tendrá que decidir si le devuelve el poder a quienes aplauden la expulsión de adolescentes embarazadas de los liceos. Dudo que Piñera sea tan cabeza dura como para no entenderlo. De no ser así, no quedará nadie para explicar cómo el mercado de los seguros privados puede mejorar nuestra calidad de vida.
2 comentarios:
viejito sea objetivo esta bien que queramos que gane frei(y me incluyo) pero su franja fue la peor de todas, un bodrio con todas sus letras, gastarse dos minutos de su franja para una historia aburrida que mas encima se da el lujo de repetir durante dos dias creo que es un lujo que no nos podemos dar. El gingle tiene tintes añejos parece que estuviesemos viendo una franga enganchada en el pasado, la famosa flechita cero sustancia. Lo del frei dicharachero dejame decirte que es lo peor, viejito lo peor que podemos hacer es tratar de negar nuestra escencia, frei es fome, si lo es, frei es parco, si lo es, entonces no lo neguemos ese no es el camino te lo aseguro. Estoy bastantte molesto con esta franja es como estar cavando la propia tumba. En fin, a pesar de ser partidario de frei debo ser objetivo, su franja la màs mala de todas. Y en tu comentario se nota mucho que no eres objetivo, dices que piñera no dijo nada respecto de como va a hacer lo que prometo, para nuestro pesar, frei tampoco lo dice. Otra cosa que aparezca màs, no es tan feito como para aparecer solo los ultimos 20 segundos.
Que horror lo de Piñera pidiendle a dios, y no solo una vez, si no que varias veces...me parecio estar viendo una convención canuta, pero de las mas rancias e integristas...que miedito!!!
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