El aborto es una cuestión de conciencia. Ni el estado ni grupos religiosos deben interferir en las decisiones de una mujer embarazada
Muchos países del mundo han legalizado el aborto, prácticamente todas las naciones más avanzadas. Muchos otros países prohíben el aborto, en su mayoría son países pobres, sometidos a la opresión religiosa. Muy pocos países penalizan el aborto. Desgraciadamente, Chile es uno de éstos.
Si Chile espera unirse al selecto grupo de naciones OECD, debe comenzar un debate con altura de miras sobre la realidad de las terminaciones clandestinas de embarazos. México, uno de los países miembros de la OECD, ha legalizado hace poco el aborto. Chile debe ser el próximo país latinoamericano que enfrente esta realidad. Ya hemos dicho que el progreso económico no es posible en un país que no respeta las libertades sociales ni la individualidad.
Todo el argumento del lobby pro-vida para prohibir el aborto consiste en equiparar un cigoto, es decir, un cúmulo microscópico de células, con una persona. El concepto de persona es intrincado, el concepto de cigoto no lo es. Éste último hace referencia al potencial de convertirse en vida humana, que carece de conciencia, no posee voluntad ni actividad cerebral, vale decir, no tiene individualidad. Esto es muy importante ya que desde el punto de vista de la defensa de la libertad individual, es preeminente la voluntad de la madre (un individuo como tal) por sobre un ente que carece de voluntad propia. Este es el argumento que ha llevado a todas las naciones desarrolladas a contemplar la terminación del aborto bajo el amparo de la legalidad y sacarlo de la clandestinidad, donde miles de mujeres mueren en condiciones vejatorias.
El estatus del cigoto quizás sea discutible: hay varios que insisten en que un organismo microscópico es un individuo. Lo que no puede negarse es que el mismo cigoto o embrión depende de la madre, por estar conectado al organismo de ella. Por lo mismo, siguiendo la postura de defensa del individuo que promueve Chile Liberal, es que consideramos que si un individuo debe disponer libremente de su patrimonio y de su individualidad para forjarse su propio destino, es coherente exigir que su propio cuerpo pase a ser parte de su patrimonio, argumento irrefutable. ¿Por qué los conservadores insisten en controlar lo que ocurre en el útero de la mujer? Llegó la hora de devolverle a las madres lo que les pertenece, por lo tanto, la capacidad de una mujer para decidir cuándo se convierte en madre debe residir en su fuero interno y ella debe disponer, libre de interferencias, de su propio cuerpo. Dicho de otros modos, el útero debe privatizarse.
¿A qué se debe la postura que penaliza el aborto?
Los conservadores sociales han ido lentamente perdiendo la batalla por someter la sociedad libre a sus dictados subjetivos. El aborto, una de sus banderas de lucha más emblemáticas, les justifica para intentar imponer sus opiniones parciales (y erróneas) al resto. Algunos creen que el cigoto es una persona. Si así fuese, desde luego, nos encontraríamos frente a un asesinato, y la madre sería una agresora. El lobby pro-vida se niega a entender que mientras el cigoto esté conectado a la madre, ningún otro individuo ni alguna entelequia legal o religiosa (o ambas en conjunto) pueden dictarle a una embarazada qué debe hacer.
Y si el argumento es tan débil, ¿por qué insisten con tanta vehemencia? Probablemente, desean enviarle una señal a la sociedad para que la actividad sexual disminuya. Podemos comprobar empíricamente que ésta es una de las principales motivaciones de los grupos pro-vida (“pro-vida”, como si el resto fuésemos “pro-muerte”), ya que claramente son los grupos que promueven la sexualidad exclusivamente dentro del matrimonio los primeros en llamar a penalizar a una mujer que se ha practicado un aborto. Es decir, muchos miembros del lobby pro-vida usan el embarazo, y por tanto, a los bebés como instrumento de publicidad negativa: “vean este bebé, éste es el castigo a los promiscuos”, podría ser su lema. Comprobamos que no hay respeto por la vida humana, simplemente el deseo de controlar la vida sexual de la sociedad. Después de privatizar el útero, también tendremos que considerar la privatización de los órganos sexuales.
El aborto, moral y sociedad, ¿por qué debemos evitar los embarazos no deseados?
Los principios morales se transmiten mediante la interacción social de los individuos. La evolución siempre ha seleccionado a los grupos humanos que actúan conforme a la moral universal, de ahí que es necesario atender el conflicto ético que implica el aborto, es decir, este es un tema que vale la pena debatir. Así como todos nacemos con la capacidad intrínseca de aprender un lenguaje, también estamos equipados en nuestro cerebro para interpretar las acciones como buenas o malas, de acuerdo a los parámetros que ha construido cada grupo humano (ver). Cada vez que se conforma una comunidad de homo sapiens, nace una moral. No debemos olvidar que esta moral va evolucionando, y creamos a partir de ella una ética. Los grupos humanos que han diseñado una ética compleja y racionalista han evolucionado más: la selección natural los prefiere. Éste es el motivo que en el pasado hizo a las naciones cristianas más cohesionadas y más estables que el resto. La ética cristiana fue avanzada para su época, y dio paso a éticas aún más complejas, principalmente la cosmovisión que surgió a partir de la Ilustración europea (siendo ésta una superación del cristianismo). En las naciones actuales del llamado G7, sólo un país, Japón, no proviene de la tradición cristiana/Ilustrada.
Al punto que queremos llegar es que es notable que en nuestra civilización contemporánea queramos defender la vida hasta llegar a extremos de abstracción como considerar al cigoto un individuo. Pero más ventajoso es que entendamos que la vida de una madre es anterior y prioritaria al cigoto, la maternidad debe planificarse, y la sexualidad debe ser responsable. Como decíamos al principio, aprendemos los principios morales a través de la interacción social, y todos hemos internalizado el concepto del día en que la mujer conoce su estado de gravidez: la sospecha de que el atraso puede ser un embarazo, la compra del test en la farmacia, la espera impaciente del resultado, y finalmente, la gran noticia que llena de gozo a la pareja. Después viene un abrazo, lágrimas de felicidad, y llamadas telefónicas a los padres y amigos. Sin duda, éste es uno de los días más dichosos en la vida de una persona, tanto para la madre o como para el padre. Este concepto social lo hemos codificado como el bien, y aspiramos a que así nos ocurra.
El polo opuesto es el horror de la maternidad no deseada, recibir la noticia del embarazo con angustia, muchas veces con la mujer en el desamparo, o simplemente con desinterés. De ahí la importancia de procurar la educación sexual de las masas, enseñar cuáles son los métodos anticonceptivos, enseñar a los escolares cómo se usa correctamente el condón, explicarle cómo funcionan los métodos anticonceptivos, promover la sexualidad responsable y el embarazo responsable. No obstante, muchos grupos religiosos en Chile y sudamérica se oponen incluso a enseñar los detalles de la formación sexual. Recordemos que hace poco Joseph Ratzinger llamó a los jóvenes brasileños a oponerse al aborto, pero la organización que él encabeza ha opuesto feroz resistencia al uso del condón, anticonceptivos, y a la enseñanza realista de la sexualidad. En qué medida un señor octogenario, solterón, vestido de sotana y sentado en un trono es un representante genuino de la moral cristiana, es discutible.
Lo que está fuera de discusión es que la civilización contemporánea ha elaborado una nueva ética, y en ella hemos comenzado a construir una sociedad que encuentra su fundamento en el respeto a la individualidad a partir del racionalismo. La maternidad ha pasado a ser potestad de la mujer, y sus decisiones deben aceptarse.
Finalmente, cabe preguntarse, ¿es el aborto algo malo? Y si es algo malo, ¿porqué debe despenalizarse? Miles de mujeres eligen un aborto, a pesar que socialmente lo percibimos como una acción “mala”. Muchos argumentarían que siguiendo esta línea sería lógico despenalizar el crimen. Para empezar, el aborto no es un crimen, pero sí es una situación que no deseamos. El embarazo no planificado es contrario a lo consuetudinario, es decir, va contra lo que hemos aprendido en la sociedad. Por lo mismo, tenemos que apuntar hacia una disminución en las tasas de embarazos no planificados. Pero prohibir el aborto es vulnerar la conciencia e individualidad de la mujer, de ahí que sea inaceptable.
Muchos países del mundo han legalizado el aborto, prácticamente todas las naciones más avanzadas. Muchos otros países prohíben el aborto, en su mayoría son países pobres, sometidos a la opresión religiosa. Muy pocos países penalizan el aborto. Desgraciadamente, Chile es uno de éstos.
Si Chile espera unirse al selecto grupo de naciones OECD, debe comenzar un debate con altura de miras sobre la realidad de las terminaciones clandestinas de embarazos. México, uno de los países miembros de la OECD, ha legalizado hace poco el aborto. Chile debe ser el próximo país latinoamericano que enfrente esta realidad. Ya hemos dicho que el progreso económico no es posible en un país que no respeta las libertades sociales ni la individualidad.
Todo el argumento del lobby pro-vida para prohibir el aborto consiste en equiparar un cigoto, es decir, un cúmulo microscópico de células, con una persona. El concepto de persona es intrincado, el concepto de cigoto no lo es. Éste último hace referencia al potencial de convertirse en vida humana, que carece de conciencia, no posee voluntad ni actividad cerebral, vale decir, no tiene individualidad. Esto es muy importante ya que desde el punto de vista de la defensa de la libertad individual, es preeminente la voluntad de la madre (un individuo como tal) por sobre un ente que carece de voluntad propia. Este es el argumento que ha llevado a todas las naciones desarrolladas a contemplar la terminación del aborto bajo el amparo de la legalidad y sacarlo de la clandestinidad, donde miles de mujeres mueren en condiciones vejatorias.
El estatus del cigoto quizás sea discutible: hay varios que insisten en que un organismo microscópico es un individuo. Lo que no puede negarse es que el mismo cigoto o embrión depende de la madre, por estar conectado al organismo de ella. Por lo mismo, siguiendo la postura de defensa del individuo que promueve Chile Liberal, es que consideramos que si un individuo debe disponer libremente de su patrimonio y de su individualidad para forjarse su propio destino, es coherente exigir que su propio cuerpo pase a ser parte de su patrimonio, argumento irrefutable. ¿Por qué los conservadores insisten en controlar lo que ocurre en el útero de la mujer? Llegó la hora de devolverle a las madres lo que les pertenece, por lo tanto, la capacidad de una mujer para decidir cuándo se convierte en madre debe residir en su fuero interno y ella debe disponer, libre de interferencias, de su propio cuerpo. Dicho de otros modos, el útero debe privatizarse.
¿A qué se debe la postura que penaliza el aborto?
Los conservadores sociales han ido lentamente perdiendo la batalla por someter la sociedad libre a sus dictados subjetivos. El aborto, una de sus banderas de lucha más emblemáticas, les justifica para intentar imponer sus opiniones parciales (y erróneas) al resto. Algunos creen que el cigoto es una persona. Si así fuese, desde luego, nos encontraríamos frente a un asesinato, y la madre sería una agresora. El lobby pro-vida se niega a entender que mientras el cigoto esté conectado a la madre, ningún otro individuo ni alguna entelequia legal o religiosa (o ambas en conjunto) pueden dictarle a una embarazada qué debe hacer.
Y si el argumento es tan débil, ¿por qué insisten con tanta vehemencia? Probablemente, desean enviarle una señal a la sociedad para que la actividad sexual disminuya. Podemos comprobar empíricamente que ésta es una de las principales motivaciones de los grupos pro-vida (“pro-vida”, como si el resto fuésemos “pro-muerte”), ya que claramente son los grupos que promueven la sexualidad exclusivamente dentro del matrimonio los primeros en llamar a penalizar a una mujer que se ha practicado un aborto. Es decir, muchos miembros del lobby pro-vida usan el embarazo, y por tanto, a los bebés como instrumento de publicidad negativa: “vean este bebé, éste es el castigo a los promiscuos”, podría ser su lema. Comprobamos que no hay respeto por la vida humana, simplemente el deseo de controlar la vida sexual de la sociedad. Después de privatizar el útero, también tendremos que considerar la privatización de los órganos sexuales.
El aborto, moral y sociedad, ¿por qué debemos evitar los embarazos no deseados?
Los principios morales se transmiten mediante la interacción social de los individuos. La evolución siempre ha seleccionado a los grupos humanos que actúan conforme a la moral universal, de ahí que es necesario atender el conflicto ético que implica el aborto, es decir, este es un tema que vale la pena debatir. Así como todos nacemos con la capacidad intrínseca de aprender un lenguaje, también estamos equipados en nuestro cerebro para interpretar las acciones como buenas o malas, de acuerdo a los parámetros que ha construido cada grupo humano (ver). Cada vez que se conforma una comunidad de homo sapiens, nace una moral. No debemos olvidar que esta moral va evolucionando, y creamos a partir de ella una ética. Los grupos humanos que han diseñado una ética compleja y racionalista han evolucionado más: la selección natural los prefiere. Éste es el motivo que en el pasado hizo a las naciones cristianas más cohesionadas y más estables que el resto. La ética cristiana fue avanzada para su época, y dio paso a éticas aún más complejas, principalmente la cosmovisión que surgió a partir de la Ilustración europea (siendo ésta una superación del cristianismo). En las naciones actuales del llamado G7, sólo un país, Japón, no proviene de la tradición cristiana/Ilustrada.
Al punto que queremos llegar es que es notable que en nuestra civilización contemporánea queramos defender la vida hasta llegar a extremos de abstracción como considerar al cigoto un individuo. Pero más ventajoso es que entendamos que la vida de una madre es anterior y prioritaria al cigoto, la maternidad debe planificarse, y la sexualidad debe ser responsable. Como decíamos al principio, aprendemos los principios morales a través de la interacción social, y todos hemos internalizado el concepto del día en que la mujer conoce su estado de gravidez: la sospecha de que el atraso puede ser un embarazo, la compra del test en la farmacia, la espera impaciente del resultado, y finalmente, la gran noticia que llena de gozo a la pareja. Después viene un abrazo, lágrimas de felicidad, y llamadas telefónicas a los padres y amigos. Sin duda, éste es uno de los días más dichosos en la vida de una persona, tanto para la madre o como para el padre. Este concepto social lo hemos codificado como el bien, y aspiramos a que así nos ocurra.
El polo opuesto es el horror de la maternidad no deseada, recibir la noticia del embarazo con angustia, muchas veces con la mujer en el desamparo, o simplemente con desinterés. De ahí la importancia de procurar la educación sexual de las masas, enseñar cuáles son los métodos anticonceptivos, enseñar a los escolares cómo se usa correctamente el condón, explicarle cómo funcionan los métodos anticonceptivos, promover la sexualidad responsable y el embarazo responsable. No obstante, muchos grupos religiosos en Chile y sudamérica se oponen incluso a enseñar los detalles de la formación sexual. Recordemos que hace poco Joseph Ratzinger llamó a los jóvenes brasileños a oponerse al aborto, pero la organización que él encabeza ha opuesto feroz resistencia al uso del condón, anticonceptivos, y a la enseñanza realista de la sexualidad. En qué medida un señor octogenario, solterón, vestido de sotana y sentado en un trono es un representante genuino de la moral cristiana, es discutible.
Lo que está fuera de discusión es que la civilización contemporánea ha elaborado una nueva ética, y en ella hemos comenzado a construir una sociedad que encuentra su fundamento en el respeto a la individualidad a partir del racionalismo. La maternidad ha pasado a ser potestad de la mujer, y sus decisiones deben aceptarse.
Finalmente, cabe preguntarse, ¿es el aborto algo malo? Y si es algo malo, ¿porqué debe despenalizarse? Miles de mujeres eligen un aborto, a pesar que socialmente lo percibimos como una acción “mala”. Muchos argumentarían que siguiendo esta línea sería lógico despenalizar el crimen. Para empezar, el aborto no es un crimen, pero sí es una situación que no deseamos. El embarazo no planificado es contrario a lo consuetudinario, es decir, va contra lo que hemos aprendido en la sociedad. Por lo mismo, tenemos que apuntar hacia una disminución en las tasas de embarazos no planificados. Pero prohibir el aborto es vulnerar la conciencia e individualidad de la mujer, de ahí que sea inaceptable.
Nuestro país debe tomar medidas para evitar los miles de ultrajes sociales que significan los abortos clandestinos. En la medida que sepamos a ciencia cierta cuántos, dónde y porqué se terminan los embarazos, podremos tomar medidas realistas que apunten a abordar las causas mismas del problema. Invitamos a Ratzinger y sus seguidores a sacar sus rosarios, padrenuestros y avemarías de los úteros de las embarazadas.
14 comentarios:
Totalmente de acuerdo con lo expuesto por ud., Sr. Chile Liberal; los grupos religiosos y conservadores han transformado este tema en su "caballito de batalla", cuando la verdad es que esto no pasa de ser un tema de conciencia personal; nada ni nadie debe (o debería) interferir en el derecho de la mujer a elegir si quiere ser madre o no... todo lo demas es discusión sin sentido, pero lamentablemente este país aún no ha llegado a un nivel donde un tema se pueda discutir sin caer en las vehemencias propias de la ignorancia y del fanatismo (sea éste religioso o político)... pero hacia allá vamos... llegará el día donde se pueda hablar de estos temas sin que la "señora conservadora" se horrorice ni la señora "iglesia" nos condene a arder en el infierno...
pppffff
Mister Liberal.. cada vez los papiros son más largos jajajaja
weno..
Personalemnte no creo que el aborto sea algo malo.. se está arreglando un error de calibre mayor no más po jaja..(shusha me dio risa jaja), onda es malo que una persona pueda corregir un error?
No po !
Ahí salen los weones a decir que la gente se oponga al aborto.. por favor!
después las pendejas tienen las wawas y son infelices y esas crías van directo a ser de lo peor!
Salud Mister Liberal!
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me aborté jajaja eso siempre lo digo jaja aunque quedó ideal ahora
tau
Opino que con respecto al tema de la libertad de la mujer, hay que resolver otros aspectos mas importantes antes de empezar a discutir sobre el aborto.
Me preocupan màs las mujeres que son tratadas como ciudadanas de segunda clase en los paises fundamentalistas musumulmanes. Ellas no tienen derecho a trabajar, ni tampoco siquiera a tener educaciòn.
Yo creo que a la mayorìa de las mujeres les encantaria tener a sus hijos. pero abortan porque no tienen ni las redes sociales. ni las redes emocionales.
La controversia sobre el aborto limita la libertad de la mujer al derecho a decidir si quiere o no ser madre, pero antes hay que preocuparse del derecho a la educaciòn, a voto, a recibir el mismo sueldo que los hombres que ocupan cargos similares, etc.
En estos temas, ni la "señora conservadora", ni la "señora iglesia" son un impedimento para avanzar.
Y yo creo que si en nuestro pais se hace una encuesta preguntandole a las mujeres que quieren resolver antes, si estos problemas sociales o el derecho al aborto, la resolucion de los problemas sociales ganaria lejos...
Loreto
Los cristianos invitamos a los liberales y sus seguidores a alejar las agujas, venenos y tijeras del cuerpo de sus hermanos más pequeños y desvalidos.
"Si Chile espera unirse al selecto grupo de naciones OECD, debe comenzar un debate con altura de miras sobre la realidad de las terminaciones clandestinas de embarazos"
mmmm....
"el progreso económico no es posible en un país que no respeta las libertades sociales ni la individualidad"...de las cuales, la única importante sería el aborto...
mmmm....
¿No estamos juntando peras con manzanas?
¿no será más urgente para ello bajar impuestos, modernizar el Estado, mejorar la salud y la educación, llegar al pleno empleo, mejorar las remuneraciones de la gente, combatir la pobreza?
Esta no me parece una postura liberal, sino que, simple y llanamente, egocéntrica.
Un abrazo
Denle un sí al Registro Civil Fetal en la semana 13. Que todo feto registrado sea considerado "legalmente nacido".
Si quieren reírse un rato, vean esta discusión en este mismo blog:
http://chileliberal.blogspot.com/2007/05/aborto-cuestin-de-vida-y-muerte.html
El señor Cristian Muñoz sugiere ni más ni menos que "abortar poniendo la muerte en manos de Dios", esto es, abrir en canal a la pobre chica para que el feto se muera "solo".
No sé cómo en Chile pueden andar por la calle esta clase de dementes.
@Luigichido: con un comentario es suficiente. Además te pido que rebatas argumentos y no que ataques a personas.
Chile Liberal:
Te diré que yo me considero antiabortista, y sin embargo, te concedo toda la razón del mundo en argumentos como el del "incentivo perverso" (las famosas ayudas a la maternidad tan pregonadas por Cristian).
Y sería bueno que establecieras tu postura; por ejemplo, ¿admitirías el aborto libre en el último trimestre? De no ser así, ¿apoyarías el Registro Civil Fetal en la semana 13?
@Luigichido: el "aborto a pedido" me parece que debe ser libre hasta el momento en que el feto ya no sea viable. Claro, sería absurdo obligar a una mujer a portar un feto cuando sabemos que muchos son abortados espontáneamente, ante lo cual jamás se he visto a nadie mover un dedo para evitarlo (al parecer, es la intencionalidad la que le da el carácter de "crimen").
Por ello, no sé exactamente cuando sea el momento, me gustaría escuchar la opinión de científicos, médicos, eticistas, juristas y filósofos, y de gente de otras disciplinas para decidir. Pero por ahora, creo que en el tercer trimestre el feto ya es capaz de experimentar dolor. Si el aborto le produce dolor al feto, y el feto es sano, tengo objeciones entonces en una etapa tardía con la práctica del aborto "a pedido" (si el feto es deforme, no tengo objeción).
Chile Liberal:
Claro que sí hay estudios y asociaciones para remediar el problema de los abortos espontáneos. Una amiga hasta pensó en el suicidio por tantos abortos espontáneos que tenía, lo cual frustraba sus anhelos maternos.
Pero, claro: meter ese tema cuando estamos hablando de abortos inducidos, suena un poco a salida tangencial. Es como si metiéramos el tema de mujeres muertas por cáncer de mama cuando estamos hablando de estranguladores de mujeres. Si bien ambas cosas matan, el cáncer y los feminicidas, mezclarlos suena a triquiñuela para difuminar la responsabilidad de los asesinos.
Ahora bien: el récord mundial de viabilidad se halla en la semana 21. ¿No crees que a partir de la semana 20 todo aborto debiera castigarse con el cien por ciento de la sentencia por homicidio?
Yo creo que sí. Un aborto de un niño a término viene siendo un tipo de infanticidio.
@Luigichido: según Roe v. Wade la viabilidad comienza en la semana 28.
Buena analogía con el cáncer de mama: millones de millones se gastan cada año en quimioterapias y exámenes de detección para evitar las muertes. En cambio, si el aborto fuese un "crimen" de un "inocente", ¿por qué nadie hace nada para evitar los millones de muertes cada día cada hora cada minuto en todo el mundo por aborto espontáneo?
Bueno, pero como te dije, desde algún momento ya no estamos frente a una masa viviente sino a un ser capaz de exclamar de dolor. Ese momento, por ahora, sólo basándome en Roe vs Wade, tiendo a defender la tesis de que desde la semana 28 ya estamos ante un sujeto de derecho, que requiere protección legal.
Chile Liberal:
En cuanto a abortos espontáneos, te falta información si crees que no existe toda una lucha organizada contra ellos. Teclea en tu Google "spontaneous abortion prevention" y lo comprobarás.
Pero dejemos de sacar los balones de la cancha y atengámonos al tema que nos ocupa, el del aborto inducido.
De los tiempos de Roe vs. Wade a la fecha pasó mucho tiempo. Esa resolución data del año de 1973, el año de la muerte de Bruce Lee...
Imagina cuántos cambios han ocurrido en cuanto a tecnología y valores éticos.
Hoy día, el récord de viabilidad (que coincide con la formación de la corteza) se halla en la semana 21. Si tú aceptas matar a fetos de 23 semanas, por ejemplo, entonces, para ser coherente contigo mismo, tendrías que admitir muchos infanticidios de niños prematuros. ¿Estás dispuesto a afrontar ese reto ético?
Ve este link:
http://www.20minutos.es/noticia/204056/0/sobrevive/bebe/prematuro/
Yo te formulo esa pregunta, misma que hago extensiva a Cristian Muñoz: ¿pueden ustedes admitir la impunidad de quien mate a una criatura como la de esa noticia, y dormir sin sufrir pesadillas?
Cristian de seguro no contestará. A él le gusta correr cuando algo no le conviene. A ver si tú sí contestas.
Añadamos lo siguiente:
Un defecto del Código penal chileno es la subsistencia del bárbaro concepto de "infanticidio" como atenuante de un crimen, siendo que debería ser agravante:
2. Del infanticidio
Art. 394 Cometen infanticidio el padre, la madre o los demás ascendientes legítimos o ilegítimos que dentro de las cuarenta y ocho horas después del parto, matan al hijo o descendiente, y serán penados con presidio mayor en sus grados mínimo a medio.
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