Para la navidad anterior leí un intersantísimo artículo en The Economist sobre el poder, significado y consecuencias de los perfumes (ver How Perfumes Work). Les resumo la historia: todos tenemos una parte de nuestro genoma llamada MHC, o complejo principal de histocompatibilidad. La gente elige sus perfumes porque la esencia coincide con el MHC de cada cual. Lo asombroso es que gracias mecanismos de la evolución, los mamíferos estamos equipados para elegir como nuestra pareja a quien tenga una estructura de MHC diferente a la nuestra, ya que tiene resultados postivos en la generación de críos. Lo anterior me llamó la atención porque cada vez que elijo una fragancia para regalarle a Chanchi en navidad, al final siempre la devuelve. Claro, porque si un hombre le compra un perfume que a él le gusta, signfica que coincide con su MHC. Si a ella le disgusta aquella elección, entonces significa que ambos tienen un MHC diferente. Con Chanchi estamos hechos el uno para el otro.
Lo anterior no sólo impacta a quien escribe. La estructura genética, que cambia poquísimo a lo largo del tiempo (sólo los creacionistas creen que los monos pariendo humanos es prueba de la evolución), significa que la industria de los perfumes ha evolucionado tanto como los humanos: nada. Las mayores innovaciones de los productores de estos productos tienen que ver con el marketing, los envoltorios y, por sobre todo, la publicidad.
La conocida firma Yves Saint Laurent ha lanzado un nuevo producto en esta temporada navideña, se llama Parisienne, y su rostro publicitario es la estupenda Kate Moss. Tan bien está todo con Chanchi que apenas le insinué si le gustaría que el Viejito le trajese una Parisienne de regalo, me dijo que ni lo soñara. Más encima, en cuanto al aviso publicitario, mientras a mi me encantó, a ella le cargó. "¡Qué tiene que ver esa ridícula, si es inglesa, más encima todavía no se arregla los dientes!" —exclamó Chanchi. La lectura que yo le doy es más bien otra. Primero vean el video:
Lo anterior no sólo impacta a quien escribe. La estructura genética, que cambia poquísimo a lo largo del tiempo (sólo los creacionistas creen que los monos pariendo humanos es prueba de la evolución), significa que la industria de los perfumes ha evolucionado tanto como los humanos: nada. Las mayores innovaciones de los productores de estos productos tienen que ver con el marketing, los envoltorios y, por sobre todo, la publicidad.
La conocida firma Yves Saint Laurent ha lanzado un nuevo producto en esta temporada navideña, se llama Parisienne, y su rostro publicitario es la estupenda Kate Moss. Tan bien está todo con Chanchi que apenas le insinué si le gustaría que el Viejito le trajese una Parisienne de regalo, me dijo que ni lo soñara. Más encima, en cuanto al aviso publicitario, mientras a mi me encantó, a ella le cargó. "¡Qué tiene que ver esa ridícula, si es inglesa, más encima todavía no se arregla los dientes!" —exclamó Chanchi. La lectura que yo le doy es más bien otra. Primero vean el video:
El fondo musical es un monótono y sucio guitarreo inspirado en el lúgubre tema de Depeche Mode (mi banda favorita) titulado I Feel You. El sonido es siniestro. La iluminación no es tenue, sino tenebrosamente oscura. Moss dentro de un auto, quizás un taxi (que en París son más caros que la mierda por exceso de regulaciones) aparece atribulada, incómoda, o quizás con una líbido irrefrenable, ya que hay cortes con ella misma en una cama y al parecer en actos copulatorios. Quizás fantasea sexualemente, no sabemos. Hay algo inquietante y aproblemado entre tonos de luz, y la icónica modelo inglesa que ahora es la figura de una firma francesa que presenta su última fragancia, Parisina.
No tengo idea cómo es el producto éste, lo que si sé es que ya me cabrié de comprar leseras para que me las devuelvan. Menos mal que es un signo de "buena histocompatibilidad", y si tenemos cabros chicos, van a salir sanitos. Ya compramos los pasajes para pasar nuestras tradicionales vacaciones de Navidad en el hexágono. Todo bien, excepto que lamentablemente no podré ahorra comprando fragancias en el Duty Free.
6 comentarios:
La solución a tu problema se llama Gift Card.
Bon voyage!
Jjajajajaj, buenísimo el artículo.
Saludos, Felipe
Flo: El problerma es que los "gift card" son un poco fomes, ¿no? O sea no es lo mismo un sobre con X en crédito que llegar con una cajita que contiene un producto al cual la publicidad le ha dotado de características cuasi-místicas.
Felipe: un saludo
Es que darling, la tarjeta puede ir escondida en un paquete con lazos rojos con chocolates, entregada en un momento y lugar apropiado.
O bien hazte asesorar por una vendedora que no tenga pinta chillona y apuesto que no habrà devoluciòn.
Flo: traté de comprarle a Chanchi una tarjeta de regalo de las Galeries Lafayette, pero al final se decidió por Un jardin après la mousson, que fue lo que le trajo Papa Noël. Comprado entre los dos y fome después entregar el regaloel día de navidad, pero filo
Ah...Galeries Lafayette...la suerte de algunos.
Yo también prefiero elegir mis regalos.
Algunas tenemos gustos muy claros.
Salutti.
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