El director técnico especialista en equipos pequeños, y que nunca debió ser contratado por el Real Madrid, por fin se va
Cuando Manuel Pellegrini, "El Pele", con toda seguridad uno de los más mediocres técnicos que ha producido Chile, fue contratado —equivocadamente— por el Real Madrid, la columnista Karin Ebensperger nos dijo que Pellegrini "es una rara avis chilensis, porque no es común en nuestras tierras que alguien sepa desde tan joven cuál es su meta, se enfoque tan concienzudamente en ella, supere enormes obstáculos que a otros los habrían abatido, y persevere hasta lograr el objetivo". Me pareció jocoso. Cualquiera que sepa un poco de fútbol sabe que Pellegrini tiene el mérito de haber remitido a la U de Chile a la segunda división, hecho inédito y único en la historia de aquel equipo, y cuando esto ocurrió, en 1988, en vez de aceptar su responsabilidad, Pellegrini simplemente musitó algo así como que "bajaba a segunda con más puntos que ningún otro equipo en la historia del fútbol chileno".
Eso no es todo, amigos. Los desaciertos continuaron después de mandar a la U a los potreros. No satisfecho con causar estragos en equipo azul, El Pele, en 1994, llegó a la dirección de Universidad Católica. Después de dos temporadas sin ganar nada, los furiosos abucheos de la hinchada cruzada y las críticas de la dirigencia no se hicieron esperar. Ante el escenario adverso, Pellegrini se despachó otra de sus estúpidas justificaciones tecnocráticas: "El estadio estuvo repleto durante dos años, ganamos la Copa de Chile, la Copa Interamericana, el equipo dio espectáculo, peleamos el título hasta el final, hicimos más goles" (sin hueveo, por favor ver fuente). En este artículo, Chile Liberal argumenta que Manuel Pellegrini es un mediocre, que en vez de reconocer sus errores se empeña en edulcolorar sus fracasos, y sus éxitos, que si bien ha obtenido algunos, siempre son en equipos pequeños, que van de menos a más. En equipos grandes no rinde, por lo mismo el Real Madrid jamás debió haberlo contratado, y ha hecho muy bien en despedir al técnico chileno, si es que aún no lo hace.
Como decíamos, Manuel Pellegrini sí ha alcanzado éxitos en su carrera como entrenador. En 1999 fue campeón en... Ecuador (!) con el Liga de Quito, llevando al equipo a octavos de finales (!!) en la Copa Libertadores. Pero justamente, este logro demuestra nuestro punto: tal como en la UEFA 2005 y Champions League 2006 con el Villarreal, Pellegrini ha conseguido triunfos con equipos menores. Con San Lorenzo de Almagro, en Argentina, fue campeón el 2001, y después llegaría a conducir al poderoso River Plate en el mismo país, donde comenzó tambaleante y no sin antes alienar a gran parte de la prensa y a los hinchas. Podemos decir que su único "éxito de la voluntad", como afirmaba Ebensperger, fue sobreponerse a las críticas en Argentina y revertir un fracaso inminente. En el Villarreal sobresalió, pero con unos pocos triunfos y en un equipo muy menor en España, que prácticamente no tenía historial alguno de éxitos ni en la liga española ni a nivel internacional.
La dirigencia del Real Madrid se encandiló con lo que logró Pellegrini en un equipo de bajo perfil, y tal como la ANFP respecto a la selección de Bolivia dirigida por Azkargorta, pensó que si un técnico logra algo mediano en un equipo pequeño, el mismo técnico en un equipo grande será un éxito rotundo. El non sequitur es evidente. No es lo mismo deslumbrar en un equipo discreto y llevarlo a ganar sus primeros partidos, que dirigir una maquinaria colosal como el Real Madrid. Los triunfos de un técnico en un equipo chico no pueden extrapolarse a un equipo grande. No es lo mismo dirigir a un equipo de estrellas multimillonarias con una dirigencia arrogante y una hinchada severa, que un club modesto donde los jugadores harán lo que les diga un técnico tan bien articulado y elegante como "el ingeniero".
Pellegrini, no obstante ser un tipo muy bien educado y un caballero de tomo y lomo, es un mediocre. Del Real Madrid se va sin haber conseguido ningún título. Tampoco logró nada en la UC, ni menos aún en la U, si es que llenar estadios o descender con un alto puntaje se pueda considerar un logro: no dan ni para triunfo moral.
Cuando Pellegrini fue contratado por el Madrid, la reacción de la prensa chilena me pareció exaltada, y los análisis —como de costumbre— no se basaron en ninguna evidencia. Ya creímos que en Chile podíamos formar y exportar técnicos de excelencia a nivel internacional. En particular, el artículo de Ebensperger me causó estupor con cosas como "Manuel Pellegrini representa al conductor de equipos moderno, que prefiere liderar con decisión, pero involucrando en el proceso a sus colaboradores". La misma columnista llegó al extremo de declarar que "con un Pellegrini en cada ministerio, Chile sería un país desarrollado". Ya me imagino: "nuestro país se ha declarado en default, pero somos el país en default cuyos credit default swaps de sus bonos soberanos han sido más bajos que cualquier otro país en default". Luego se iria a Burkina Faso donde levantaría la economía de aquel país. Como es un caballero, los emires de Arabia Saudita se fijarían en él y lo contratarían para que administre ese país, pero finalmente dejaría la cagada, pero alegaría cualquier embuste estadístico en su defensa (como sabemos, es más fácil mentir con cifras).
Chile Liberal prefirió guardar un prudente silencio después de la llegada de Pellegrini al Bernabeu. Le otorgamos el beneficio de la duda. Grave error. De una buena vez, Pellegrini, por favor ándate del Madrid, y si te ofrecen la Selección Chilena, di que no.
Crédito foto: The Guardian
--Actualización:
Ya lo sabía. Manuel Pellegrini ya salió con una "pelegrinada", y ha intentado solapadamente disfrazar su pálida temporada en el Real Madrid con una de sus características declaraciones:
"En Liga, hemos peleado ante un gran Barcelona, hemos batido récords de victorias en casa, con números difíciles de repetir en un equipo que ataca constantemente y que ha hecho muchos goles. El portero rival ha sido siempre el protagonista. Hemos conseguido 98 puntos y estoy orgulloso de los jugadores que he dirigido, consciente de que hay muchas cosas a mejorar en el futuro".
"Si el trabajo que estamos haciendo no continúa el año que viene, el que venga tendrá que hacer más de cien puntos y más de cien goles y eso no es fácil"
No, Pellegrini. No puedes ahora decir que "el 80 u 85 por ciento siempre me ha apoyado en las encuestas". Tus cifras no valen de nada. Ni menos tus absurdas explicaciones como que "el portero rival ha sido siempre el protagonista", o que poco menos que perdiste porque el Barcelona es demasiado bueno.
Pellgrini, mejor habrías dicho "no gané la Copa del Rey ni la Champions ni la Liga, éste es el Real Madrid y lo que ha ocurrido es inexcusable, ya que dirijo un equipo que tiene obigación de ganar. Siempre. Por lo mismo, pongo a disposición de los dirigentes mi cargo". No. ¡Saliste de nuevo con tus explicaciones mulas!
Ándate ya, chanta.
1 comentario:
No sé cómo pueden hablar tan mal de una persona tan exitosa como Pellegrini.
El único mediocre aquí es el que escribió esta nota. Una verdadera lástima.
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