Hay consenso entre todos los observadores: el aumento de 50 puntos puntos base ha sido una medida correcta, y la tasa de interés de política monetaria alcanza un 6,75%, lo que por ahora es sensato. No conviene endeudarse en estos días, ya que se espera otra alza, que también será acertada.
Las repercusiones no se han hecho esperar y el dólar probablemente seguirá débil. El acceso al crédito también afectará a las PYMES, lo que influirá negativamente en el crecimiento del país y en el desempleo, y probablemente el descontento popular mermará aún más la alicaída popularidad del gobierno de Michelle Bachelet. Pero nada de esto debe preocupar al Banco Central porque su misión es una sola: controlar la inflación. Notamos nuevamente las ventajas de contar con un Banco Central independiente del gobierno.
Lo anterior es importante ya que en muchísimas economías emergentes los Bancos Centrales siguien siendo la maquinita de hacer plata que tienen los gobiernos, con sus consabidas catástrofes inflacionarias que han históricamente agobiado a las economías del mundo. Pero cuando la inflación parecía estar relativamente controlada, se ha hecho presente el fenómeno de la agflación, que ha castigado con particular rudeza a los países más pobres, donde los consumidores gastan gran parte de sus ingresos en alimentarse. De ahí que Chile haya fracasado en lograr su meta inflacionaria de 3%, básicamente, por ser un país pobre. El Banco Central ha actuado con excesiva cautela, pero el aumento anunciado ayer ha enviado una señal clara de que el objetivo sigue siendo el control de la inflación.
La inflación en el mundo
Otros países lo están pasando peor, en particular aquellos donde el Banco Central no es independiente del poder político. En Argentina la inflación es de 23% y en Venezuela 29%. En ambos países los gobiernos han mentido descaradamente y han falseado las cifras. Si aparte de la agflación tomamos en cuenta el precio del barril de crudo, que ha alcanzado los $135, podemos suponer que la inflación ha llegado para quedarse un buen tiempo. Lo que el mundo emergente vive hoy es el fenómeno que las economías desarrolladas experimentaron en la década 70 cuando por primera vez se empezaron a tomar en serio las teorías monetaristas de la escuela de Chicago y pasaron a formar parte de la ortodoxia. La agflación, en cambio, no ha disparado la inflación en el primer mundo y se circunscribe al aumento de precios de los alimentos. Lo que sí les afecta es que el 80% de las reservas de petróleo las explotan empresas estatales, normalmente en países corruptos, dirigidos por líderes incompetentes (Chávez, etc), por lo que el panorama se vislumbra poco favorable. Peor aún, las tasas de interés de casi todo el mundo emergente están demasiado bajas, tal como muestra el gráfico de la izquierda. La política monetaria chilena está en buenas manos, o al menos, regida por criterios técnicos, no políticos.
¿Y la política fiscal?
Por otro lado, el gobierno aún persiste en sus errores, quizás por falta de visión de la propia Michelle Bachelet, más interesada en crear un sistema de protección social que en enfatizar el crecimiento. No sólo el gobierno se ha negado a bajar impuestos, principalmente el IVA, sino que aún no se decide (o se niega) a eliminar por completo los impuestos a los combustibles. Si el petróleo está caro, lo lógico es bajar los impuestos a los combustibles. La conmoción social no se ha hecho esperar (huelga de camioneros etc.), lo que demuestra mal manejo político.
El alto precio de la energía también es un factor importante, pero la Concertación (izquierda) en 18 años de gobierno no fue capaz de visualizar un sistema energético acorde a las necesidades del país. El abastecimiento energético chileno pasó a depender del pentacampeón de defaults mundiales, Argentina, y mientras Bolivia está repleta de yacimientos de gas natural, el prepotente Ricardo Lagos hizo un magnífico trabajo al enemistarnos con dicho país, perdiéndonos la oportunidad de comprarles energía barata o de invertir en la nación altiplánica para abastecernos. La construcción de centrales en Aysén se ha visto, predeciblemente, afectada por las campañas de movimientos econazis. Si bien el gobierno no ha gastado en exceso, es de esperar que el próximo presupuesto nacional sea acorde con los niveles bajos de crecimiento, y que no responda a criterios populistas destinados a acallar una posible oleada de protestas que puede ocurrir en el futuro cercano (no olvidemos que se aproximan elecciones).
La situación internacional no va a mejorar a corto plazo. La inflación nos acompañará por un buen tiempo.
Documentación y gráficos
La Tercera, The Economist
7 comentarios:
Lamento tener que decir que los "observadores" no parecen muy entendidos en el tema, como -con todo respeto- puede esperarse de abogados que se documentan con artículos sobre economía escritos por periodistas. No han tomado en cuenta al indicador verdaderamente relevante: la inflación subyacente. Considerando que ésta excluye de sus componentes a los combustibles, podemos ver que su crecimiento no ha sido suficientemente alarmante como para justificar un alza de tasas tan significativa. Otro importante factor a tener presente es que no estamos ante un shock de demanda agregada, sino que de OFERTA (de petróleo). Por lo cual sí, la inflación ha llegado para quedarse, porque no será corregida con medidas como la tomada por Mr. De Gregorio y compañía. Punto en contra para la autonomía tan intocable del Banco Central. Todos la pagaremos, por desgracia.
Me parece que la inflación subyacente (excluye alimentos y combustible) y la inflación básica (excluye alimentos, pero incluye combustible) sirven para entender fenómenos estacionarios. Pero acá estamos frente al problema de la agflación y del petróleo a $135, que serán de largo plazo, por lo que la medida del Banco Central ha sido correcta. Desde luego que todos tendremos que sufirir por ello, pero el problema del BC no es preocuparse de nosotros, sino que mantener la inflación a raya. Y vendrán más alzas y serán igualmente acertadas.
El problema es que Velasco parece bastante técnico, pero no sé cuál sea la reacción política cuando ya se anuncian protestas exigiendo aumento del sueldo mínimo.
De por sí el sueldo mínimo es una distorsión gravísima, y un acto meramente populista de parte de los políticos. Subirlo sólo agravará el problema, aunque lamentablemente este gobierno no está para bajar impuestos, o al menos, no sin paros nacionales primero.
"El problema del Banco Central no es preocuparse de nosotros, sino de la inflación". Lindo, TODO en la economía y sus actores está supeditado al bien de la sociedad. Cómo se te ocurre sugerir siquiera que la inflación per se tiene que ser un objetivo. El objetivo es, entre otros, suavizar el ciclo económico, de modo que los ajustes sean lo menos caros posible en términos de empleo, crecimiento y otras variables que ni tú puedes darte el lujo de ignorar. Muy pro-mercado se puede ser, pero...
Claramente no has terminado de leer el Sachs & Larraín siquiera, toda vez que la economía es una ciencia social y no exacta.
No confundas liberalismo con falta de criterio político.
¿Velasco, sueldo mínimo? ¿En qué momento se metieron esos temas en la discusión? ¿A pito de qué, de buscar más argumentos para la oposición? Stick to the point, please.
Sorry por lo pesada. El argumento cae de maduro.
¿Suavizar el ciclo económico? Para nada. El deber del Banco Central es justamente lo contrario, dejar que un período de baja destruya todo lo inútil e inoperante en una economía y que se recicle. Por suavizar el ciclo económico aún no superamos la crisis asiática.
Para que el sistema funcione la inflación debe ser baja. Esta es la función del Banco Central.
Advierto otros errores, dices "de modo que los ajustes sean lo menos caros posible en términos de empleo, crecimiento". La economía no existe para dar empleo, esta es una mentira para la galería que normalmente repiten los políticos, pero no es el objetivo de la economía. Ninguna empresa existe para dar empleo, salvo una agencia de gobierno. Las empresas existen para aumentar su capital, y en ello deben crear fuentes de trabajo, pero a veces deben cerrar empleos (echar gente). La empresa que exista para dar trabajo tiene sus días contados. Lo mismo con la economía. No caigas en las desechadas falacias keynesianas.
Lo que sí estoy de acuerdo es lo que mencionas sobre el crecimiento. En eso puede actuar el gobierno, pero para ello querida hay que tener a la inflación a raya. Esa es la función del Banco Central (mandato constitucional, por lo demás).
Ahora bien, cuando dices "¿Velasco, sueldo mínimo? ¿En qué momento se metieron esos temas en la discusión? ¿A pito de qué, de buscar más argumentos para la oposición? Stick to the point, please.," te explico, ya que desde luego no captaste el fondo de mi escrito, y no te culpo, lo que digo es de cierta complejidad:
Terminé el artículo advirtiendo sobre las dificultades que generará la inflación alta, tu propio comentario es prueba de ello. Ya se ve a la horda exigiendo aumento de sueldo mínimo, y si el gobierno cede, dificultará aún más la tarea del BC. ¿Me entiendes? Tu preguntas "a pito de qué", pues a pito de que el clamor del populacho para mantener la tasa de interés baja intensificará aún más los problemas de inflación.
La solución es fácil: eliminar el sueldo mínimo, aumentar la tasa de interés, eliminar los impuestos a los combustibles y los aranceles a la importación de alimentos.
Para redondear la idea, Florencia, Bardón opina que El Central debió haber ajustado la tasa hace dos años.
Veo hoy que los populistas sólo subieron el sueldo mínimo a 159 mil, cómo no. Velasco sabe que el sueldo mínimo es un acto populista, y los dirigentes de la CUT también, por eso se conformaron con poco. Pero si eliminan el sueldo mínimo, ¿qué hará la cúpula de la CUT? Capaz que tengan que empezar a producir, ¡qué horror!
tienes toda la razón, chile liberal.hay que salvar la economía, cague quién cague...total el populacho se reproduce rápido, para eso está la santa madre iglesia y su política pro-maternidad ilimitada.
Acá Florencia me increpó porque no me "stick to the point" cuando mencioné el sueldo mínimo y su relación con la inflación... "a pito de qué", fue la pregunta.
Pues hoy el ministro del Ocio, Osvaldo Andrade, ha dicho lo siguiente en el siguiente artículo de EMOL...
Andrade realiza fuertes críticas a grandes empresas por reparos sobre salario mínimo
Jueves, 26 de Junio de 2008
Economía y Negocios Online
El secretario de Estado dijo que "más que una preocupación por los pobres, hay un interés pragmático de las grandes empresas por mantener lo más bajo posible un factor que afecta directamente a sus propias utilidades".
Correcto: una empresa existe para aumentar sus utilidades. A diferencia de usted, señor ministro, que no sabe dónde está el dinero.
El ministro del Trabajo dijo que "hay un cierto cinismo de analistas y centros de estudio ultraliberales al no decir abiertamente que en el fondo, a su juicio, no debiera existir salario mínimo".
Ya se le advirtió al ministro que se proyecta que se perderán unos 36 mil empleos.
Efecto en la inflación
Frente a las opiniones que hablan sobre un posible efecto en la inflación del reajuste al salario mínimo, Andrade fue enfático al señalar que "no es tarea de los trabajadores contener la inflación".
Claro que no es su tarea, pero ¿acaso no sabe ud. que a los que más perjudica es a los pobres?
El titular del Trabajo agregó que el control de la inflación "es tarea de otras instituciones", y que el Ejecutivo "hace lo suyo teniendo una política fiscal responsable".
Por supuesto, pero cuando el Banco Central sube la tasa de interés se ven perjudicadas las PYMES al no tener acceso al crédito, lo que nuevamente perjudica a los pobres. ¿Y por qué debe subir la tasa de interés? ¡Porque se sube por ley el sueldo mínimo!
Este señor aparte de los escándalos de corrupción ha demostrado ser un incompetente.
Presidenta Bachelet: échelo.
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