domingo, 26 de julio de 2009

Una nueva Constitución: "We the People..." (II)

Firma de la Constitución Americana, Cuadro de Howard Chandler Christy (1873-1952). George Washington preside la convención, de pie en el estrado. Figuras centrales son Alexander Hamilton, Benjamin Franklin y James Madison.

Si consideramos el valor simbólico que tiene una Constitución, la de 1980 es urgente reformarla porque no comanda ningún respeto en los gobernados (*). A pesar de las múltiples reformas, según aquella Constitución, aún terminamos declarando que la píldora del día después es ilegal así como muchos anticonceptivos, varios en pleno uso.

En términos políticos, y de organización de nuestra república, el presidencialismo descomunal de la Constitución obedecía a la necesidad de legalizar la dictadura de Pinoshit. Muerto el dictador, y caído el Muro de Berlín—e, incidenemente, culminada la Guerra Fría—ya ni la derecha conservadora puede justificar un sistema binominal y un presidencialismo exacerbado. Ya no necesitamos un hombre fuerte a cargo del gobierno, sino un gobierno limitado, y una política competitiva. Es necesario reemplazar la Constitución vigente, y a pesar de que Sebastián Piñera se opuso a la de 1980 tanto como Eduardo Frei, el único que ha planteado escribir una nueva Carta Magna ha sido el candidato díscolo, Marco Enríquez-Ominami.

No es necesario que él mismo escriba una. Más acertado sería convocar a una asamblea constituyente originaria, fundacional y plenipotenciaria (huevadas, al fin y al cabo), donde nuestros más brillantes juristas, eticistas, filósofos y especialistas en derecho se reúnan para salir con algo decente. Cómo elegirlos, es algo que MEO no aclara, y he ahí el quid del asunto.

MEO bajo el microscopio
No obstante, MEO ya ha lanzado un borrador con algunas propuestas sensatas, y con otras no tanto. Y con otras definitivamente estúpidas. La propuesta de Chile Liberal es volver al sistema parlamentario y dejar la figura de presidente a cargo de presidir el Estado, y un primer ministro para ser el jefe de gobierno, siendo éste(a) último(a) un miembro del Parlamento. Estamos pensando desde luego en la democracia parlamentaria británica, pero nuestro país sufre un love affair eterno con el presidencialismo. Así como la muchacha adolescente que se enamora siempre de cuarentones, nuestro país siempre quiere un presidente fuerte. Por ello, la Constitución Americana debe ser el paradigma de la chilena. Y muy bien hace MEO en cambiar el paternalista primer artículo donde se establece que la familia (cuál, no se sabe) es la base de la sociedad. El siguiente es el texto actualmente vigente:

"Artículo 1º.- Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
La familia es el núcleo fundamental de la sociedad.
El Estado reconoce y ampara a los grupos intermedios a través de los cuales se organiza y estructura la sociedad y les garantiza la adecuada autonomía para cumplir sus propios fines específicos."

MEO propone cambiar a lo siguiente:
"El pueblo chileno en su forma de organización social y política tiene por finalidad crear una sociedad fundada en la libertad, la igualdad, la solidaridad y la justicia."

Lo que nos retrotrae no a la Constitución Americana, sino a la "Declaración de independencia" de dicho país, que recogió el 4 de julio de 1776 en sencillas palabras una de las ideas más poderosas que emergieron del espíritu ilustrado:

“Sostenemos como evidentes por sí mismas estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres, los gobiernos derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla, o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad.”
Por su parte, la Constitución Americana en su preámbulo dice:
“Nosotros, el pueblo de los Estados Unidos, a fin de formar una Unión más perfecta, establecer justicia, asegurar la tranquilidad interior, proveer para la defensa común, promover el bienestar general y asegurar para nosotros y para nuestra posteridad los beneficios de la Libertad, establecemos y sancionamos esta Constitución para los Estados Unidos de América.”
Los conceptos fundacionales de EEUU son—típicas gringas esas weás—la búsqueda de la felicidad y también la justicia (la libertad y la igualdad ya son conceptos que nadie discute, al absolutismo ya le hemos ganado varias batallas). La gente reclama porque las películas gringas siempre tienen un final feliz: es que está inscrito en el ADN de los gringos el que ganen los buenos, y que el jovencito se queda con la bonita. Esa es la quintaesencia del espíritu norteamericano, la búsqueda de la felicidad y la justicia. Visto desde esta perspectiva, si un hombre es feliz casándose con otro hombre, las leyes no pueden impedirlo porque la búsqueda de la felicidad por parte del individuo es una cuestión central en la cultura gringa, algo que no todos los estados de aquel país han comprendido (no aún).

En Chile, ya es hora de que abramos los ojos y empecemos a respetar al individuo en la búsqueda de su felicidad.
La Constitución y la "familia burguesa"
Nadie está desplazando a la familia como núcleo de la sociedad. El concepto de “familia burguesa” siempre ha sido un instrumento de control social. Pero no olvidemos que la propia familia burguesa es el mecanismo más eficiente en la creación de capital humano productivo. El problema está en que no es necesario meter esta idea en la Constitución del país, sino dejar que los propios mecanismos sociales evolucionen a su favor, o en favor de cualquier concepto de familia. Es decir, en estas materias es mejor el laissez-faire que las sanciones constitucionales.

La constitución gringa declara “Nosotros, el pueblo...”, algo impensable para la Comisión Ortúzar que escribió la constitución chilena, ya que era claro que el origen del texto no era popular, sino una mera imposición para mantener la legalidad y el orden (este último concepto es vital para los Conservadores: imponer el orden, siempre y cuando lo impongan ellos mismos, y no que el orden lo impongan los comunistas, y viceversa. Los liberales más bien creemos en el orden espontáneo o la mano invisible).

La idea es que la base de la sociedad sea la familia, pero la verdad es que la sociedad no existe. Hay indiviudos que colaboran y se coordinan entre sí, y algunos forman familias. Pero el núcleo de la sociedad y lo que la sostiene es el individuo. Podemos decir que de entrada, el borrador de MEO es un acierto.

El resto del proyecto de MEO contiene perogrulladas como declarar abolida la pena de muerte, facilitar el voto de chilenos en el exterior, y sacar la línea que “protege al que está por nacer”, cuestión que como se resolvió en EEUU es más bien algo que queda a conciencia.

Maldito estatismo
El problema de la Constitución de MEO es su lastre socialistoide, estatista y paternalista. Por ejemplo, pretende abolir el congeso bicameral, cuando todos sabemos que el Congreso debe tener más poder y por ello es esencial que los proyectos de la cámara de diputados se pongan en el congelador del senado. MEO quiere la impronta hiperkinética de su personalidad en el orden político del país.

Otro gran error es que el poder que le da al Estado, mientras—contradictoriamente—quiere darle más poder al “pueblo” sacando la palabra “nación” en el actual texto: "La soberanía reside esencialmente en la Nación". MEO quiere que el Estado garantice la calidad de la educación.

No, Marquito.

Los individuos son libres de procurarse su propia educación, y el Estado puede, a lo sumo, subvencionarla. De hecho, el Estado no debiera tener injerencia alguna, pero reconozcamos que los bolsones de pobreza e ignorancia en Chile deben desterrarse con libros, pizarrones y aulas. Pero el Estado no puede garantizar nada. El Estado está para garantizar una república "más perfecta, establecer justicia, asegurar la tranquilidad interior, proveer para la defensa común, promover el bienestar general y asegurar para nosotros y para nuestra posteridad los beneficios de la libertad", ¿es que no has leído la Constitución Gringa, Marquito?

Y aquí encontramos el principal escollo que impide apoyar a Marquito. En Bolivia, la Constitución sanciona la propiedad estatal de los hidrocarburos. Chile pasó esa etapa cuando vendió a Inglaterra los recursos del salitre, y quedó el know-how, y los royalties. Si los latinoamericanos pudiésemos “pensar fuera de la caja” crearíamos joint-ventures entre el Estado y los capitalisas y financistas internacionales para explotar los recursos, y dejar felices a estatistas y libremercadistas. Pero estos huevones son brutos y no aprenden. La Constitución de Ecuador declara que no puede haber pobres, y así todos los proyectos de los tiranos latinoamericanos, Pinoshit incluido, convierten a sus proyectos constitucionales en meros afanes refundacionales, y con textos que son unos bodrios avergonzantes aparte de inaplicables y condenados desde el día de su promulgación a ser en el mejor de los casos letra muerta, y en el peor, textos dañinos.

Marco, peor aún, quiere crear la facultad para revocar el mandato de las autoridades. Yo pensé que esa etapa la habíamos superado. Si el electorado se equivoca y elige una autoridad que se convierte en ilegítima (piensen en Allende, o ahora en Zelaya en Honduras), pues la Constitución debe construir los suficientes diques para contrarrestar el poder de la autoridad, de modo que su salida sea inminente en caso de traición al electorado. Basta un gobierno de 4 años, para que si a mitad de camino nos damos cuenta que la cagamos, saquemos al presidente y entreguemos el gobierno a la Oposición. La reelección después de 4 años es importante, ya que en la práctica la da al electorado la oportunidad de emitir un veredicto sobre el primer período. Si pasa la prueba, el gobierno está 8 años en el poder, período suficiente como para pensar a largo plazo, y apropiado para que el mandatario no se convierta en un tirano.

El derecho de rebelión es importante—en una democracia adolescente. Nuestro país tiene problemas de infantilismo, ya que somos una de las democracias más largas del mundo pero aún actuamos como bananeros. En el camino no se arregla la carga, sino que cuando llega el momento de votar, los electores deben ser responsables y saber qué esperar. Y si se equivocan, deben sufrir las consecuencias.

A fin de cuentas, es loable la intención de MEO. Pero surgen algunos temores, porque no sabemos si su inspiración es la Constitución Americana, o las constituciones de Evos, Correas, o Huguitos. No sé si vamos a cambiar la Constitución que impuso un dictador latinoamericano, o vamos a reemplazarla por la de los dictadores que son del gusto de MEO. Una democracia y una república de extensa trayectoria como la nuestra (ver imagen a continuación) se merece algo mejor.

Sesión inaugural del primer Congresio Nacional de Chile, 4 de julio de 1811. (ver fuente)



(*) En ningún caso este sitio hace un llamado a quebrantar la ley. Todo lo contrario, creemos en el estado de derecho y el acatamiento de las leyes, y buscamos por medios legítimos e institucionales las reformas necesarias.

11 comentarios:

SSergioA dijo...

¿Sería mucho pedirle a MEO que antes de hacer una constitución haga una buena película?

Anónimo dijo...

Hace mucho tiempo que se viene hablando de la necesidad de una nueva constitución. Se han hecho seminarios en universidades, hay abogados que vienen trabajando hace tiempo con esto, incluso dando propuestas para ejercer presión a través del voto. No es algo nuevo.
MEO sólo lo hace más público y no es el único candidato que ha propuesto nueva constitución, Arrate y Navarro, incluso Frei también lo han hecho. Lo que difiere es el modo y el qué.

Lo bueno es que el debate se está haciendo más público.

Lo clave es que la nueva constitución sea creada de forma democrática, no violenta, y con amplia participación y debate, para que el resultado sea algo acorde a los tiempos y respetuoso de los derechos civiles y políticos.

Un detalle: En Chile nunca ha existido un sistema parlamentario como tal, ni siquiera semipresidencial.

Lo que llaman el período del parlamentarismo es errado (que habría existido entre 1891 y 1920), pues sólo hubo predominio del Congreso sobre el ejecutivo, pero siempre se mantuvo la estructura presidencialista.

Por otro lado, acá son conservadores transversalmente y aman el presidencialismo, por ende el paternalismo y el autoritarismo. No se salva nadie.

Tomate de Paine

Anónimo dijo...

Suena ideal decir que convoquemos "una asamblea constituyente originaria, [...] donde nuestros más brillantes juristas, eticistas, filósofos y especialistas en derecho se reúnan para salir con algo decente". Pero lo más probable es que los miembros de la asamblea sean elegidos por votación popular y, en consecuencia, la integrarían los mismos políticos que solemos ver en el congreso y en los partidos. Y en este punto ya veo arruinada tu brillante idea. Aparte de lo anterior, está el temor acerca de lo que pretende alcanzar Enríquez-Ominami.
Además, siempre se corre el riesgo de que la Constitución represente el espíritu político de un momento particular y no de todos los escenarios posibles: el constituyente chileno, según me parece, ha tendido a tener este tipo de prácticas. Lo anterior obstaculiza el sentido primero de cualquier Constitución: demarcar el espacio público donde los hombres pueden actuar libremente.
Por otra parte, una Constitución siempre será objeto de reformas en virtud de las discusiones políticas por las cuales atraviese el país. A raíz de esto, me pregunto: ¿será mejor invertir un enorme esfuerzo en redactar una nueva Constitución que deberemos modificar en el futuro o continuar reformando nuestra Constitución actual, que nos ha otorgado estabilidad política durante casi treinta años?

Ignacio Burges dijo...

Estoy de acuerdo con un Congreso unicameral, Chile no es los Estados Unidos donde el senado representa a los estados, en el ambito de un estado federal, y no es el Reino Unido donde representa la nobleza, (aunque Blair cambio la composicion), ademas que en los paises de la Commonwealth la camara alta no tiene ningun poder efectivo es como la reina.

Pablo dijo...

Para crear una constitución decente se necesitan consensos gigantes en torno a ideas decentes. Eso actualmente me parece que no existe. Por otro lado, la constitución de 1980, si bien tiene muchos complejos heredados de jaime guzman y compañía, ha sido relativamente funcional y ha dado estabilidad al país.

Sabemos que las grandes reformas a la constitución son dificiles por la falta de consensos. Y esa misma razón me parece razón suficiente para no empantanarse con un proyecto de cambio constitucional. Con la actual sociedad chilena y con la actual clase politica chilena, la constitucion que saldría no sería mejor que la de 1980. La única forma de obtener una constitución genial al estilo de los United States, es por medio de un dictador que llame a puros demócratas liberales a redactarla.. y eso no va a suceder, y en caso de suceder, jamás será reconocida por el pueblo ni por los políticos. Es la realidad.. por eso yo prefiero que se siga reformando de a poco la constitución de 1980 antes de comenzar a meternos en experimentos dudosos que quien sabe donde nos llevarán.

Pd: Al igual que MEO, estoy de acuerdo en la descentralización del poder a las regiones -soy de la región de los lagos-, y la creación de una formula parlamentaria para Chile. Eso si, me opongo al congreso unicameral ya que me parece necesario que las leyes pasen por dos filtros de diferentes edades e intereses antes de publicarse (el senado tiene menos preocupación electoral y son mas viejos, ergo, se toman las cosas con mas calma, no como los diputados).

Ignacio Burges dijo...

Aqui veo una contradiccion, en los sistemas parlamentarios la camara alta no es politica, al contrario de lo que ocurre en Chile, y ademas tiene pocas atribuciones,al contrario de Chile, o sea en la practica los regimenes parlamentarios funcionan con un parlamento unicameral, la camara baja elige al primer ministro y censura al gabinete, la camara alta a veces tiene como unica atribucion el retraso de la aprobacion de los proyectos de ley, como ocurre en el Reino Unido, esto sin dejar de lado que muchas veces no es elegida sino designada como en dicho pais o en Canada por ejemplo.

Chile Liberal dijo...

Soy de la opinión de que un sistema parlamentario es el mejor ya que el poder se encuentra menos concentrado, y en la práctica la presidencia se convierte menos en la llave que permite tomar al Estado como botín de guerra.

Mi principal objeción al sistema presidencial es que en la práctica, el presidente no elige a su gabinete entre personas de su confianza sino mediante oscuros cuoteos de los partidos. En un sistema parlamentario, cada uno de los miembros del gabinete son parlamentarios que han sido votados por sus respectivos electores, lo que le da mayor representatividad al electorado, además sirve como camisa de fuerza al jefe de gobierno ya que tiene limitadas opciones entre donde elegir. En caso de un parlamento colgado, incluso deberá formar gabinete con opositores.

La belleza del sistema inglés es que nombra además al "shadow cabinet" o Gabinete de Oposición, en que existe un gobierno paralelo dedicado todo el día todos los días a hincharle las pelotas al gobierno. En caso que el gobierno caiga, el Gabinete de Oposición ya está listo para inmediatamente hacerse cargo del gobierno.

Respecto al Congreso bicameral, me parece apropiado que exista una cámara alta donde sus miembros sean más viejos y justamente retrasen la aprobación de los proyectos despachados por la cámara baja. Me parece que es un dique de contensión ante la cámara baja, algo importante para contener los ímpetus del Ejecutivo y de los diputados. Mi analogía es entre el Senado y un congelador. Las leyes no pueden promulgarse en caliente.

En caso de un sistema parlamentario, me inclino hacia una cámara alta como la inglesa (Cámara de los lores), que no es elegida directamente por los electores, pero que no obstante tiene menos atribuciones.

Por lo mismo, un sistema presidencial debe tener un Congreso bicameral con un Senado fuerte, y un sistema parlamentario con un Parlamento también bicameral pero con una cámara alta más débil. No digo que la cámara alta sea designada, pero al menos que tenga un sistema distinto de elección, para que en un estilo parlamentarista se distinga de la cámara baja.

Pablo dijo...

Un comentario nada que ver con el tema pero... el responsable de ChileLiberal no podría darle un diseño más armónico al blog?.
Más alla de las diferencias que se puedan tener, es un buen blog para recomendar, pero su diseño sobresaturado de elementos hacen lenta la navegación, aparte de resultar desagradable el resaltar noticias como las de MEO o Piñera a un costado. Sería bueno ver eso.

Chile Liberal dijo...

Pablo, buen comentario. He estado pensando en reestructurar el sitio, pero me gustaría escuchar opiniones sobre la presentación y el formato.

La idea de usar la barra lateral con noticias es para ir comentando temas rápidos. El formato en sí del blog quiero que siga con artículos a medio camino entre ensayo y columna de opinión.

Dime cómo te gustaría que fuese.

(No me había dado cuenta que la navegación era lenta)

Pablo dijo...

1º No se si es la configuración del sitio o un error de diseño, pero el banner de imagenes liberales que hay arriba es bastante más ancho que el uso que la plantilla da al blog, además de verse muy saturado de elementos y ocupar mucho espacio.

2º Cada nota del sitio es bastante larga y suele tener imagenes o videos, lo que entorpece la búsqueda de contenidos específicos. Yo creo que podrían limitarse a 5 las notas que se vean abiertamente, dejando más visible en el menu lateral el listado de notas anteriores.

3º El menu lateral no debería saturarse tanto con elementos como encuestas ya cerradas, noticias ya tratadas o un millon de enlaces que al final nadie considera. Por mucho que los Liberal Democrats británicos sean liberales, no significa que sea vital que estén en el menu lateral.

Lo de la navegación lenta se nota más en computadores más lentos (el mio es del 2005), ya que como el sitio publica las 10 notas más recientes y tiene un menu lateral muy lleno de cosas, el navegador (especialmente si es firefox) consume mucha memoria.

Anónimo dijo...

Hablando de temores en torno a Marco Enríquez-Ominami, el vocero de su comando declaró hoy, al finalizar el acto de proclamación del candidato, que "la historia ha querido que sea Marco el candidato socialista que postula a La Moneda" (http://www.emol.com/noticias/nacional/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=369908). ¿No pecaríamos de ingenuos si pensáremos que esta afirmación no sea más que un simbolismo?