miércoles, 23 de enero de 2008

La Bachelé es puta

Un estudio sobre los límites de la libertad de expresión

La libertad de expresión es el pilar sobre el cual descansa una sociedad libre. Los norteamericanos la llaman freedom of speech, consagrada en el famoso First Amendment de su Constitución que, desde luego, incluye la libertad de culto. Cada cual es libre, como veremos en este artículo, de creer y decir las estupideces que quiera. EEUU se cree un país libre.

Chile, al contrario, es un país autoritario. La libertad de expresión debe estar sometida a los designios de los rectores del país. ¿Quiénes los designaron en el cargo? no se sabe, y no importa. Obedece, chileno.

La libertad de expresión no debe tener límites, sino es una mofa. En Chile, el tema lo ha abordado Carlos Peña en su columna semanal, y Patoace lo replica en Insultos al púvlico.

Acá se cuestiona la estética de una obra de teatro que, al parecer, es indecorosa. Hay alusiones a la masturbación, insultos varios y groserías contra la actual mandataria. El problema es que una funcionaria de la "Universidad" Católica ha sido despedida de su cargo por no obedecer a las autoridades académicas, que toleraron la obra pero sólo un par de días.

La Coporación de Televisión de la "Universidad" Católica en su señal abierta transmite todo tipo de groserías, pero al parecer eso da lo mismo. Lo que quiero demostrar con este artículo es que liberales y conservadores simplemente pensamos distintos.

Libertad es hacer lo que uno quiere, decía John Stuart Mill. Si yo quiero montar una obra grosera, y la gente está dispuesta a verla, no hay problema alguno. ¿Y si dicha obra atenta contra la estética de la UC? Pues bien, acá desde luego que la agrupación heredera de la Inquisición y del infame Índice de libros prohibidos, la organización que ha mandado ayer a la hoguera, y que hace poco logró que Madonna no entrase a Chile, lo mismo a Iron Maiden, que censuró la Última tentación de Crsito, Papa Villa, que critica desde Harry Potter hasta Sabor Latino, en fin, todo ello, desde luego ahora reaccionan como saben: censurando.

Los liberales no tenemos ese complejo. Cuando el gobierno quiso censurar Epopeya, me opuse. Cuando Chávez clausuró RCTV, me opuse. Cuando quisieron censurar Papa Villa, me opuse, aunque no escribí al respecto (porque me importaba un pico ver esa serie). Me opongo a silenciar a mi prójimo simplemente porque a mí se me para la raja. Me opongo a que me hagan callar: me opongo a hacer callar.

¡Pero cómo!, me dicen, eso es caos. No. Mill nos decía que no debemos temer. Cuando cada uno se expresa, es el público el que determina qué queda y qué se olvida. Así combatimos la ignorancia y la estupidez. La libertad de expresión es la peor pesadilla de los tiranos y sumos pontífices. Para los liberales, es nuestra raison d'être.

¿Y las groserías, qué pasa con los insultos? Pues bien, las impertinencias y palabras soeces son el costo -muy menor- que debemos pagar por disfrutar los enormes beneficios de la libertad de expresión.

¿Y cuál es el límite?, me inquieren. Pues bien, el prestigio, las carreras y el honor de cada cual siempre está en juego. Si una compañía de teatro monta una obra impúdica y la gente la repudia, hasta ahí llega el honor y prestigio de actores y libretistas. El oprobio público es la fuerza disuasiva más potente.

¿Y si el público clama por groserías e inmundicias? Pues dénle al público lo que quiere. ¿Quién es quién para decidir por el resto? No, gracias. No necesitamos guardianes de la moral, la belleza y las buenas costumbres.

En su momento se consideró vulgar a Los Beatles. Hoy los aplaudimos. Se consideró al rock una basura. Hoy goza de prestigio. A Voltaire se le consideró una rata abyecta, un "ateo infame". Hoy es el padre de la lengua francesa. La Mona Lisa, por no ser consagrada a dios, se le consideró de inferior calidad. Picasso debió huir a la laica Francia para salvarse de las garras de Franco, el guardián de España. Los Jaivas, si no me equivoco, escribieron Alturas de Macchu Pichu en París, lejos de la dictadura chilena. En fin, a los artistas no los podemos perseguir ni acallar. Ellos tienen la obligación de su arte, y es el público el que decide. Ya vemos que la basura de ayer se convierte en la belleza de hoy, porque todo es relativo, incluso nuestros parámetros artísticos. Si algún señor de la UC cree que puede salvaguardar los principios morales del resto, pues que lo haga, pero hace el ridículo (es su costumbre).

Hace un tiempo se censuró en China a los Rolling Stones. Las autoridades comunistas, celosas en el resguardo de la moral de los chinos, decidieron que los fans de los Stones no podían interpretar Start Me Up dentro de las fronteras de la República Popular China. El motivo, su estrofa you make a dead man come, juego de palabras que significa haces resucitar un muerto, y a la vez haces eyacular a un muerto. El concierto tenía un tinte político porque el rock, expresión netamente occidental, era interpretado en vivo en nada menos que China por sus máximos cultores, nada menos que los Rolling Stones. Mick Jagger (graduado de LSE), dijo en tono sarcástico: "agradezco a las autoridades chinas que se preocupen de resguardar los estándares morales de nuestros fans, los banqueros que vendrán a vernos y sus novias", en alusión a los únicos capaces de costear las entradas al evento.

Sólo quiero graficar que así como es imposible el socialismo porque es imposible controlar la economía, es absurdo controlar los gustos del público.

Chile es particularmente triste porque aún no superamos esta etapa del patronaje y la tutela paternal. De hecho, la gente lo exige. basta comparar a Chile con otros países y nos damos cuenta de lo atrasado que estamos.

A mí me gusta el punk, y también Pink Floyd. Los Floyd son los rockeros elegantes, filósofos, virtuosos de la música y con su invento, el rock progresivo, situaron al rock en un sitial de honor. En cambio, los Sex Pistols son 'arrotaos', cantan mal, prácticamente no tocan instrumentos, sus letras son ofensivas contra toda forma de autoridad, e incluso contra sus propios fans. Su único álbum se llamó Nevermind the Bollocks (Here's the Sex Pistols), algo así como A la chucha con los culiaos, acá estamos los Sex Pistols. Su odio iba dirigido al sistema en general, a la Reina en particular, también contra el público inglés y en especial contra los arrogantes Pink Floyd.

Llegaban al escenario, el público les gritaban groserías, y escupitajos. Ellos respondían con groserías y más escupitajos. Cuando comenzaba el ruido (porque no es música lo de ellos), sus fans comenzaban a darse de patadas, puñetes y escupitajos. Las drogas y el alcohol amenizaban las veladas. La escena punk fue de tal virulencia que también se exigió la censura. En Chile, nos maravillábamos con Johhny Rotten ("Juanito Podrido"), un humilde hijo de inmigrantes irlandeses, quien le gritaba La Reina Isabel que era una vieja culiá y ándata a la chucha maraca y la conchetumadre. Sus discos fueron éxito en todo el mundo. El pueblo inglés les rindió homenaje.

En Chile, por decirle lo mismo a Pinochet habríamos recibido la cordial visita de los agentes de seguridad del estado. Era imposible decirle a Pinochet que era un puto. Era imposible decirle a Castro que es un puto. A Mao nadie podía decirle que era un puto. A Lenin nadie podía decirle que era un puto.

La presidenta de Chile, la primera entre sus iguales, Michelle Bachelet Jeria, se merece todo nuestro respeto, seamos opositores o partidarios de ella, o indiferentes. Pero celebremos que hoy somos más libres que antes, y si quiero, puedo decir que La bachelé es puta, y nadie me va a meter a la cárcel.

Los dejo con la música

Sex Pistols - Anarquía en el Reino Unido



7 comentarios:

Catalina Fernández dijo...

El caso concreto de la obra es una estupidez.
La obra, aparte de ser mala, tenía todo gratuito.
Los desnudos gratuitos, los insultos gratuitos, las insinuaciones gratuitas..nada era en absoluto necesario..así que toda el bla bla de libertad de expresión, en ese caso, da igual, porque la obra nisiquiera buscaba "libertad de expresion"..era una tropa de actores que se volvieron locos con esto de que podían aparecer en pelota en el escenario.

Ahora...sobre el resto, no sé. Está el tipico problema de que "Tu libertad termina donde empieza la del otro"
Si..yo soy libre de putear..pero el otro acaso es libre de no ser puteado?

En todo caso el mejor ejemplo es Estados Unidos con Michael Moore...como ha podido insultar al presidente a diestra y siniestra sin que nadie le diga nada.
Realmente admirable

Un saludo

PS: MILAGRO! Primer post en que no insultan gratuitamente a la Iglesia.

Ricardo dijo...

a mi siempre me ha llamado la atención como los conservadores le hacen el favor a los "escandalosos" al, valga la redundancia, escandalizarse por sus expresiones de cualquier tipo... es publicidad gratis.

Yo jamás habría visto, por ejemplo, South Park (que es notable), si no hubiera venido acompañado de polémica... lo mismo con Popeville (mala), La Última Tentación de Cristo (buena), etc.

Los Sex Pistols fueron grandes justamente gracias a todos los que se escandalizaron, si no jamás habrían pasado a la historia.... la música es, seamos sinceros, "ahi no mas"... pero se agradece que hayan sido tan hijos de puta.

Distinto es con Pink Floyd, que es lo máximo.

Anónimo dijo...

Me parece increíble que siquiera haya que dabatir la libertad de expresión; me parece increíble que a Cristóbal Orrego le paguen porque esciba en el blog de "EL MERCURIO". No puedo creer que Cata Fernández, tan jovencita y linda ella, no entienda que la calidad de la obra no tiene nada que ver. No puede haber censura y punto. La libertad de expresión es la conquista más grande del siglo veinte y es la coronación de una lucha que empezó el siglo dieciocho y que se fragua desde mucho antes. Toda la historia pesa sobre nosotros.
Viva la libertad.

Chile Liberal dijo...

Cata Fernández: OK, de hecho, no he visto la obra. Pero el encargado de castigar al elenco y a los productores es el público, asistiendo o no a las presentaciones. NO alguna autoridad, sea de la PUC o de donde sea.

Muchos han muerto por defender incluso el derecho de un grupo de locos en pelota a proliferar obscenidades. Antes mandaban a la hoguera, y hoy, en muchos países significa azotes o cárcel. Por favor respetemos la libertad del otro, incluso cuando el otro habla tonterías.

Lo de Michael Moore es buen ejemplo. Pero él tenía una crítica que manifestar (buena en el caso de "Bowling", regular con "Farenheit 9/11", mala con "Sicko"). Puse a los Sex Pistols porque me gustan, aunque son malos -como apunta Ricardo- pero principalmente porque son abiertamente groseros. "Soy un anticristo/soy un anarquista/no sé lo que quiero/pero me gusta destruir". No hubo intento alguno de crítica constructiva.

Yo celebro que en Inglaterra el rock incluso llegue a esos extremos. En Corea del norte, en Libya, Arabia Saudita, Cuba, o en la ex URSS, imposible.

Defiendo el derecho del otro incluso a decir lo que quiera.

Ricardo: muy interesante, de hecho, en Chile nunca podemos disfrutar de buen arte porque la cantidad absurda de energía derrochada en censurar y prohibir lo "malo", termina por incluso eclipsar al verdadero talento. Se termina así por incentivar lo que llama la atención, que normalmente, es lo de menor calidad.

Un Andrés Pérez sólo surgirá cuando todos los del medio tengan libertad absoluta. Esto explica, en parte, por qué gran parte de la mejor música y cultura popular no se produce en países censuradores.

Arturo: en total acuerdo, he leído también tus comentarios en El Mercurio y estuvieron buenos. Bienvenido a este espacio ahora.

...
Gracias a todos por participar y por defender la libertad de expresión.

Chile Liberal dijo...

Ricardo, ve este video de God Save The Queen (dios salve a La Reina) en el minuto 1:00 aparece el ranking y el Número 1 justamente aparece en blanco, en minuto 1:17 también.

Los Sex Pistols estuvieron censurados "de facto".

Ahora desde luego que el talento era muy discreto, ni comparar con Pink Floyd.

Como dijeron los Sex Pistols criollos - censurados por un año antes del Plebiscito del 88:

En las garras de la comercialización
Murió toda la buena intención.


Contra el mercado no se puede. Los Stones lo entendieron.

Catalina Fernández dijo...

No es que esté de acuerdo con la censura, simplemente comento que en la obra en particular, no buscaban "LIBERTAD DE EXPRESION"

Eran desnudos y puteadas gratuitos de un grupo de personas que lo hicieron solamente porque PODIAN hacerlo.
Y eso es digno de un niño de 5 años, no de actores y actrices graduados.

Anónimo dijo...

Chile Liberal:
El sólo hecho de que este blog tuyo exista, o más bien que sea necesario y que tenga que existir es increíble. Que todavía tengamos que estar hablando acerca de estas cosas, defender estas cosas...

Cata:
Pero si lo hacen porque pueden,porqueieren o ocmo catársis bien. Tal vez sea infantil, sobrante, baladí, prescindible, no sé, no he visto la obra y al parecer no voy a hacerlo. Esto sin embargo implica quela obra salga de escena por falta de público, que los críticos la destrocen, que les pongan mala nota por malos...

PERO NADA JUSTIFICA LA CENSURA

Y los Sex Pistol no son tan malos con la justa cantidad de alcohol.