Las contradicciones de Jesús

Jesús de Nazaret hizo y dijo muchas cosas en su vida, tantas que, si se escribiera cada una de ellas, pienso que ni en el mundo entero cabrían los libros que se escribieran (Juan 21:25). Pero a pesar de que su padre (¿él mismo?) era Todopoderoso, no tuvo el tino de venir al mundo en la era digital, cuando podríamos haber filmado toda su vida, o él mismo podría haber escrito un blog y así nos evitaríamos las discusiones sobre lo que dijo y lo que no dijo. Como veremos a continuación, los relatos sobre este hombre son incoherentes, contradictorios, inverosímiles o incluso reprochables.

Jesús acostumbró a hablar en parábolas, “A ustedes se les ha revelado el secreto del reino de Dios --les contestó--; pero a los de afuera todo les llega por medio de parábolas, para que por mucho que vean, no perciban; y por mucho que oigan, no entiendan; no sea que se conviertan y sean perdonados (Marcos 4:11-12)"... como vemos, elocuencia y claridad no fueron su punto fuerte. Fue bastante críptico. Pocas personas lo inquirieron sobre sus verdaderos motivos o lo forzaron a diálogos interesantes como los que registró Platón. El cuestionamiento y el uso del raciocinio aparecerían recién en el siglo XVIII. Al contrario, cuando uno pone en aprietos a los cristianos, normalmente tratan de defender esta ideología inconexa con la respuesta “es difícil de explicar” para prontamente acabar con “es un dogma de fe”. Pero lo cierto es que el relato bíblico hace aguas por todos lados.

Aunque Jesús dijo que venía a cumplir con la ley y los profetas, no siempre fue coherente. Vemos por ejemplo que el Antiguo Testamento ordena “honrar padre y madre”. Jesús no fue muy amigo de los valores familiares, como los llamamos los humanistas hoy, vean: Si alguno viene a mí y no sacrifica el amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo (Lucas 14:26). Claro, Jesús, como no tuviste ni esposa ni hijos, es fácil hablar. (¿O si tuvo familia e hijos?). La próxima vez que alguna autoridad eclesiástica hable de valores familiares, recuérdenle este pasaje. Ojo, que dice sacrificar el amor, eufemismo para decir odiar.

Pero cuando se refiere a los profetas, dice: Por eso volvió a decirles: "Ciertamente les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que vinieron antes de mí eran unos ladrones y unos bandidos, pero las ovejas no les hicieron caso" (Juan 10:7-8), con lo que borra de un plumazo toda la tradición judía de los profetas. Ninguno de los pescadores y hombres analfabetos que lo seguían entendieron muy bien estas declaraciones, ni menos aún lo cuestionaron. Aunque es probable que los primeros cristianos gentiles hayan introducido estos pasajes para deliberadamente borrar la tradición judía.

No sólo llamó víboras (Mateo 23:33) a sus oyentes y sus padres. Sino que los culpabiliza por la muerte futura de sus discípulos, y la muerte pasada de sus antecesores: Así recaerá sobre ustedes la culpa de toda la sangre justa que ha sido derramada sobre la tierra (Mateo 23:35). En su arranque de ira (como buen esquizofrénico, tuvo varios), Jesús anuncia que ellos serán los responsables por todos los hombres de bien que serán asesinados en el mundo, y desde el primer momento que un crimen se registró en el mundo. ¿Otra adición de los gentiles?

Como vemos, hay que recurrir al propio ingenio y al marco moral y filosófico de cada época para sacar las mejores partes de la biblia y conformar un relato coherente. Los cristianos primitivos seguro que jamás imaginaron que 21 siglos más tarde, la humanidad avanzaría a tal punto que hoy consideramos el matar un animal una acto barbárico. ¿Recuerdan el “milagro” de los cerdos de Gerasa? Jesús cura a un hombre (vemos que la cura de enfermedades en las mentes pre-científicas era una obsesión) enviando dos mil demonios a igual cantidad de cerdos, los que inmediatamente murieron ahogados (Marcos 5:12-13). ¿Acaso no tenía una manera más humanitaria y compasiva de curar a ese pobre enfermo, sino que haciendo sufrir innecesariamente a dos mil animales (y de paso arruinarle la fuente laboral a algún campesino)? Si hoy Jesús hiciese lo mismo, Greenpeace y la Sociedad Protectora de Animales se querellarían en su contra.

El hecho de que el mismo Jesús se expusiera absurdamente a la tortura y la muerte brutal es reprochable, pero pone en aprietos la supuesta actitud pacífica y no violenta del credo cristiano. Uno de los pasajes bíblicos que hace las delicias de los Conservadores Norteamericanos es Lucas 22:36, llamando a sus seguidores a portar armas. La Asociación del Rifle Norteamericana encuentra acá que dios está de su lado. Pero los mismos cristianos parecen no entender que Jesús al menos sí tuvo sentido del humor y que practicaba cierto sentido de la ironía. Cuando sus discípulos volvieron con dos espadas para mostrar que obedecían a su maestro, Jesús les dijo que “era suficiente”, y está claro, no necesitaban arma alguna. Curioso que Pedro no captó el sarcasmo y sí llevaba una espada cuando Jesús fue arrestado y le cortó la oreja de un golpe a uno de los sirvientes del sumo sacerdote. Jesús tomó la oreja y se la pegó en la cabeza. Increíble. ¿Cómo es posible que no arrestasen a Pedro en ese mismo momento? Y al ver la oreja repuesta, ¿no se habrán convencido los otros de que Jesús sí era un ser sobrenatural? Días antes, Jesús expulsaba a golpes a los mercaderes del templo, ¿no fue ése un motivo más poderoso para arrestar a Jesús? Aunque los conservadores del Far West se saltan por obra del espíritu santo el pasaje que dice Guarda tu espada --le dijo Jesús--, porque los que a hierro matan, a hierro mueren (Mateo 26:52). Jesús no fue amigo de la proliferación de armas, pero sí fue un tipo sarcástico.

Es lamentable que la gente lea cada vez menos la biblia, porque si la leyesen más, las masas se darían cuenta de los absurdo del relato y la sociedad se habría librado de la iglesia hace bastante tiempo y habría más escépticos en el mundo. Y si Jesús viviese hoy, de seguro que él mismo sería ateo.

CONTINUAREMOS CON EL RESTO DEL CICLO