lunes, 19 de julio de 2010

Beneficios del divorcio

Aún está fresca en la memoria la discusión sobre el divorcio en Chile, que apenas se zanjó en noviembre del 2004. Chile tuvo el triste honor de ser el último país del mundo en considerar el divorcio en su ordenamiento jurídico, lo que responde a nuestra incultura católica. Mientras que en países protestantes-puritanos es tabú el engaño pero se acepta el divorcio, en países de raigambre católica es tabú el divorcio pero el engaño es signo de virilidad. Desterrar la hipocresía del resquicio legal de la anulación nos significó todo tipo de absurdas advertencias sobre el inminente colapso social, la hecatombe de occidente, los suicidios colectivos y el acabo de mundo.

Después de todos estos años hemos notado una paradoja: mucha gente se casa por ceremonias de la iglesia de Roma, y luego se divorcia. Chile Liberal sostiene que todo aquel que se case en una ceremonia religiosa católico-romana debe tener estrictamente prohibido el divorcio civil. Si a una católica el marido borracho la agarra a puñetes, le rompe la nariz, y le saca la cresta a los hijos, la católica debe ir donde el cura a arreglar su problema, pero no se le permitirá el divorcio.

Ahora bien, ¿qué ocurre con el resto? Pues nada. Se nos pinta que el divorcio es la peor tragedia. Nuestro sitio sostiene que esto no es cierto. De hecho, el divorcio es beneficioso. ¿Qué? ¿El divorcio es beneficioso? Sí, eso dije: el divorcio es beneficioso. Este es el pequeño gran detalle que los católicos no les contaron. Justin Wolfers y Betsey Stevenson, profesores de economía de la Universidad de Pennsylvania (ver artículo), por ejemplo nos cuentan que en general el matrimonio es bueno, pero no es para todo el mundo, ni tampoco el divorcio es lo peor. De hecho, inmediatamente después de un divorcio la gente no se siente feliz, pero después de un año, hombres y mujeres se alegran de su decisión, como sostiene otro estudio.

Mientras aumenta el divorcio, disminuyen las tasas de violencia intrafamiliar, el suicidio de mujeres, y los femicidios. Esto es lógico. Muchos de los agresores de mujeres son sus propios maridos, y ellas están expuestas a todo tipo de vejaciones cuando se les impide disolver la unión matrimonial. Consecuentemente, podemos deducir que el divorcio nos ha traído beneficios, y nos asegura que una parea seguirá junta por decisión propia, y no porque las leyes obligan a seguir casados.

Estudios esta línea nos dicen (ver Matrimonio y el mercado):
Muchos han citado las crecientes tasas de divorcio como conducentes al colapso de la familia (...). Pero las altas tasas de divorcio entre quienes se casaron en la década 70 refleja una etapa de transición, ya que muchos se casaron con la pareja ideal siguiendo el antiguo modelo de especialización en el matrimonio, sólo para encontrar que sus parejas eran inadecuadas en el matrimonio hedonista moderno.

Las tasas de divorcio de hecho han ido disminuyendo desde que alcanzaron su punto máximo hace 30 años. Y quienes se han casado estos últimos años tienen más altas probabilidades de continuar juntos que la generación de sus padres. Estos datos deben ser enfatizados y deben repetirse: el divorcio ha ido disminuyendo por tres décadas. Este importante factor es a menudo ignorado en las discusiones sobre el estado actual de la familia.

En cuanto a los niños, también hay claros beneficios cuando los padres se divorcian. Me parece que esto es lo más fácil de deducir ya que difícilmente un niño puede ser feliz si ve durante toda su infancia a sus padres regañándose en feroces disputas con descalificaciones de toda especie, y ni hablar de como afecta a los pequeños la violencia intrafamiliar. Si esto es así, el divorcio beneficia no sólo a los padres, sino también a los niños ya que un factor irritante, las peleas de sus padres y su consecuente amargura, es evitado.

Chile Liberal sigue perplejo ante la insistencia de los sectores conservadores sociales que nos advierten un futuro lúgubre cada vez que se propone una medida hacia una mayor autonomía de los individuos. Se nos hizo creer que el divorcio nos destruiría, lo que aquí hemos demostrado, como de costumbre, que era una falsedad absoluta.

8 comentarios:

Herr Löbel dijo...

Desde mi punto de vista, la pregunta es incluso anterior: Tiene el estado algún tipo de prerrogativa para "sancionar" el matrimonio y establecer condiciones bajo las cuales este se pueda celebrar y prohibir su disolución?

Con respecto a este tema, es muy interesante el artículo de Albert Esplugas "Privatización del Matrimonio":

http://www.liberalismo.org/articulo/274/53/privatizacion/matrimonio/

Cristian Mancilla dijo...

Como lo he expresado en otras ocasiones, no me gustan tus argumentos efectistas porque este tipo de argumento tiende a pasar por alto los derechos fundamentales de las personas. En el caso presente, por ejemplo, si todo nos indicara (tanto la ciencia como la lógica natural) que el divorcio solamente produce efectos negativos, ¿las personas debieran carecer del derecho de hacerlo? Cuando el ejercicio de un derecho solamente contrae efectos negativos y ninguno positivo, la ley no debe inmiscuirse para detenernos si nosotros mismos hemos elegido ejercer ese derecho. Los efectos negativos producidos por el ejercicio de nuestros derechos no se evitan prohibiendo por ley que tales derechos sean ejercidos, sino que se asumen: así de simple.
Los argumentos efectistas también pueden ser peligrosos en el sentido opuesto: el de permitir conductas que atentan contra los derechos fundamentales de las personas para conseguir efectos positivos. Es el caso de las dictaduras comunistas, por ejemplo. Los comunistas imaginan que la desigualdad económica es un problema y que la forma de resolverlo es suprimiendo la propiedad privada. Concluyen, por lo tanto, que es necesario atropellar el derecho a la propiedad (y a la libertad de empresa etcétera) para conseguir el efecto (positivo según ellos) de que se terminen las desigualdades económicas entre los individuos.
A mí me parece que, más que ver los efectos positivos o negativos de las políticas públicas, debiéramos concentrarnos en defender y asegurar aquellos elementos fundamentales para la democracia y los derechos básicos de las personas.

Anónimo dijo...

El divorcio se extiende entre los más pobres creando aún más pobreza; pronto sólo podrán seguir casados los ricos; recomiendo este articulo que refuta las tesis divorcistas:Divorcio exprés: la creación de una nueva desigualdad social http://www.fundacionburke.org/2008/03/13/641/
Tienes razon en un punto, quien se cado por la iglesia no deberia poder divorciarse por lo civil:
http://www.fundacionburke.org/2007/05/14/a-nosotros-ponganos-un-matrimonio-indisoluble/

Anónimo dijo...

"El divorcio libre, “sin culpa”, cumple 40 años: Reagan se arrepintió de firmarlo.Reagan fue presionado por el principal promotor de la ley, el diputado James A. Hayes, un hombre que tenía un interés muy particular en el asunto: su esposa le había presentado el divorcio con acusaciones de “crueldad”. Tenía mucho que perder, y mucho que salvar. Y una ley de “divorcio sin culpa” era lo que necesitaba.
Reagan firmó el 5 de septiembre de 1969, entró en vigor el 1 de enero de 1970 y Hayes logró así un divorcio favorable en el que dejó sin nada a su esposa y sus cuatro hijos. La prensa recogió un tiempo después como su ex-familia tenía que acudir a los bonos de ayuda alimenticia que ofrecía el Estado."

Etos son unos extractos de un interesantisimo titulo:http://www.datum.org.ar/?p=2549

Ignacio Burges dijo...

Este anonimo de arriba escribe puras leseras, el divorcio sin culpa, en la practica , se aplica en EEUU desde que los padres peregrinos llegaron en el Mayflower, ellos aceptaban el repudio , tal como esta en el antiguo testamento.

Ahora bien eso que el divorcio cree mas pobreza, si claro, Suiza, donde el divorcio existe desde la Reforma de Zwinglio, es un pais pero muy pobre,lo mismo Holanda, Escandinavia, Escocia, ja,ja, ja.

Anónimo dijo...

Hello, it's Emilia. Regarding your statement that in Catholic cultures divorce was not accepted but adultery was, in the case of Italy specifically adultery was accepted for MEN (los hombres), not women. A woman whose husband cheated on her was sympathized with but told she simply had to put up with his behaviour - and sometimes, if she for example had six kids and didn't work out of the home, she might not have any other choice. Adultery, however, was the worst sin a married woman could commit. Adultery on the part of married men, on the other hand, was at worst tolerated and at best even admired as a sign of virility. I'm happy to see that things are changing now in Italy somewhat.

Chile Liberal dijo...

@Emilia, yes definitely in catholic cultures infidelity is a status symbol. Every time there are reports on Silvio Berlusconi's affairs (and there are plenty), his popularity goes up. In other countries, the subject is taboo, so the president of any catholic country could have as many extra marital affairs as he wishes but no journalist would ever ask any question, and people may not be really interested. The whole culrure turn a blind eye on it.

But Chile was the last country in the Western hemisphere to legalise divorce (after Ireland, where it was equally controversial). The controversy is not settled yet, with the anti-divorce camp still claiming that the crumbling of the country has started.

Of course I don't subscribe to this point of view and, as ever, I have proved them wrong, and I have fun proving them wrong. In fairness, Catholic idiocy is a source of endless entertainment.

Anónimo dijo...

Just regarding divorce, I don't think divorce is a "good thing" in itself. For example, if a couple is having problems in their relationship, perhaps they should try their best to resolve them before resorting to divorce.

On the other hand, in cases where, for example, a woman's married to an alcoholic who beats her (ex. my ex-boyfriend's mother and father), I think it's a farce to make her stay with him in the guise of the "sanctity of marriage."

You were mentioning Ireland and Chile being the last Western countries to legalize divorce. Just a small correction: there's one Western country left in the "no divorce" league. That is Malta, a small island in the Mediterranean just south of Sicily. Apparently in that country the Catholic Church really has the upper hand. Another country without divorce is the Philippines, though I wouldn't exactly call it a Western country. And while divorce was legalized in Italy some years ago, there was a big debate about it, and the Church really tried its best to prevent the legislation from going through.