viernes, 28 de marzo de 2008

Día del Joven Combatiente: aún no se hace justicia

Un día nos llama Rafael y nos dice que se va de la casa... que quiere unirse a las milicias "...Yo creo que no hay otra solución". Mi hijo era un hombre profundamente cristiano y profundamente revolucionario. ver fuente

Se acerca otro aniversario del asesinato de los Hermanos Vergara, que ha dado paso a la celebración del Día del Joven Combatiente. El hecho lo conozco muy bien y la verdad siempre la supe. Un profesor mío, de música, y decidido activista de izquierda, un día invitó a un grupo de sus alumnos a su sencillo departamento para una "completada". Lo pasamos muy bien, pero entendí el objetivo central de dicho encuentro extracurricular cuando nos íbamos. Al salir de su casa, nos mostró el lugar en que "murieron los Hermanos Vergara.... uno de ellos fue baleado, y rematado en el suelo, y el otro fue asesinado, un poco más allá por Carabineros". Nos mostró los lugares exactos de los hechos.

El gobierno del que mis padres se sentían tan orgullosos era capaz de esconder hechos de sangre injustificables: "uno de ellos volvió a abrazar a su hermano, y lo mataron también", me decía el profesor.

Los hechos ocurrieron un día 29 de marzo de 1985. Han pasado 18 años y aún no se hace justicia. Mientras Chile no sea capaz de hacer justicia ante todos estas atrocidades, no habrá paz. Podemos desear que haya paz, podemos pedir paz, podemos soñar con un país reconciliado, pero no habrá paz ni reconciliación sin justicia.

Es cierto que estos dos sujetos intentaron asaltar un local y se encontraban armados. También es cierto que eran muy cristianos. En los sectores populares, la Iglesia Católica se dedicó a incentivar el odio y la violencia, mientras que el católico Augusto Pinochet, quien aseguraba que "no se mueve una hoja sin que yo lo sepa", hacía vista gorda de brutalidades como rematar por la espalda a heridos y abandonar cadáveres en la vía pública.

La siguiente es una versión de los hechos obtenida de La Nación, opuesta a La verdad de los hechos según las víctimas, quienes a pesar de lo que sufrieron, también podrían ayudar repudiando la violencia y haciendo un llamado a la calma, y reconociendo que era la vía política la forma legítima de luchar contra el régimen militar:

Eduardo y Rafael, junto a cuatro jóvenes deciden realizar “una acción de recuperación de dinero”. En concreto: asaltar una panadería de 5 de Abril con Las Rejas. El fatídico 29 de marzo del 85 había llegado. Se dividen de a dos y reparten tres revólveres y una pistola, sin contar la de Rafael.

Desde el retén Alessandri comienza a patrullar un furgón tripulado por el subteniente Ambler Hinojosa, el oficial Marcelo Muñoz Cifuentes y los cabos segundos Jorge Marín Jiménez y Nelson Toledo Puente. Llevan sus pistolas de servicio, un fusil SIG, una subametralladora UZI y una escopeta a perdigones.

En calle Miguel de Cervantes divisan a los muchachos y comienzan a perseguirles. Las calles avanzan vertiginosamente. De pronto, los hermanos Vergara se ven juntos. Se refugian en unos blocks de departamentos, pero son interceptados por Muñoz y Marín que portan la Uzi y un revólver. Frente al block 972-C resuenan detonaciones. El primer efectivo es impactado en el pecho. Rafael, lesionado de gravedad, trata de abrazar a su hermano tendido en el suelo, pero no reacciona: un balazo le quita la vida en forma instantánea a los 20 años de edad.

Entonces sucede algo espeluznante: desarmado, esposado y sin poder caminar por una paraplejia en las piernas debido a los impactos, Rafael es golpeado en el rostro -probablemente con un fusil- y subido al furgón. Se oye un disparo. Una bala en la nuca le causa una muerte fulminante. Tiene 18 años. Ambos cuerpos son abandonados en plena vía pública. (ver fuente)

Aún falta hacer justicia. Y no olvidemos que el cristianismo sigue siendo el enemigo público número uno del progreso de Chile.

10 comentarios:

Flo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Flo dijo...

Glup, fuerte la historia. A pesar de lo cual me cabe la más que razonable duda de que los imbéciles encapuchados que dedican el día de hoy a destruir a diestra y siniestra, tengan la primera idea de quiénes son los hnos. Vergara. Yo no lo sabía (aunque eso puede no decirle nada a muchos).
Además no tiene mucho sentido protestar por la falta de libertad política (que podríamos pensar llevó a los hnos. Vergara a actuar originalmente) cuando llevamos haaarto tiempo en democracia. Si fuera por homenaje, que se paseen por el cementerio o por el mismo centro, pero para qué tirar piedras y palos y romper todo.
Ya puh, termina de darle a la iglesia. Ateos haciendo huevadas puchas que hay, también.

María Paz Ureta dijo...

Como ya dije, me parece insultante en vez de resaltante de la memoria de los hermanos Vergara. Son sólo idiotas los que se ponen a tirar piedras en vez de tratar de construir un país nuevo.

Aún así, creo que deberías ver las cosas con la objetividad que merecen, y no darle como bombo al mismo tema de que el cristianismo es el verdadero problema de todo. Una cosa no tiene NADA que ver con la otra.

Saludos!!

Anónimo dijo...

"Ku Kuei": el tipo de homenaje para los hermanos Vergara efectuado por quienes protestan es, probablemente, apropiado según lo que ellos mismos practicaban: la violencia. Seguramente crees que un homenaje digno sería como el propuesto por Florencia. De todas maneras, admitiendo que el mejor homenaje sería éste y no aquél, creo que ellos no deben ser homenajeados porque eran delincuentes.
El que hayan sido abatidos ya es otra cosa. Por lo que se dice acerca del hecho, ellos hirieron a un carabinero. Ya que eran perseguidos (aparentemente: otra posibilidad es que se hayan estado enfrentando con carabineros), cabría esperar que los efectivos utilizaran sus armas para reducirlos. Pero, según lo que se narra, hubo cierta medida de fuerza innecesaria con el segundo hermano (Rafael). A mi juicio, pues, el único hecho punible en este caso es el haber asesinado a un hombre que ya estaba reducido, pues el otro murió accidentalmente (es presumible que quien lo hirió sólo pretendía reducirlo y no matarlo) mientras huía de las Fuerzas de Orden después de haber participado en un incidente en el que un carabinero resultó herido de bala. Lo del asalto es relavante sólo si ya se había consumado y esto no es confirmado por las fuentes citadas (habría que averiguar si después se interpuso alguna denuncia acerca del hecho).
Hay otras precisiones que podrían hacerse al respecto:
1. que los hermanos Vergara eran objeto de una persecución política y fueron buscados intencionalmente para ser asesinados.
2. que Eduardo habría sido asesinado tal como Rafael si la bala que le quitó la vida solamente lo hubiese herido.
Verificar estas precisiones, sin embargo, resultaría difícil. Pero estimo que valdría la pena si queremos evitar que en el futuro las personas decidan hacer justicia pública (a través de los Tribunales) en lugar de privadamente (por sus propias manos).
Teniendo en consideración que hay un proceso en desarrollo, esperemos que alcance un final satisfactorio para nuestras conciencias. No lamento que esos chiquillos hayan muerto, pero me preocupa que hoy, veintitrés años después, sigamos arrastrando este problema.

Chile Liberal dijo...

@Florencia: pedirle a ellos una vigilia pacífica con algún discurso bien articulado exigiendo justicia habría sido mucho más útil para marcar ese hecho, pero como dice Cristian Mancilla, en realidad lo de ellos parece ser la violencia.

@Cristian: los dos hermanos sí pertenecían al MIR, y al portar armas ya se debía aplicar la justicia militar (¿dónde están los apologetas de las armas ahora?). Sin embargo, acá hubo un delito, el asalto a una panadería, y luego, un homicidio calificado con carácter de delito de lesa humanidad, como sostiene el ministro Múñoz. Dicho de otro modo, los pacos ejecutaron a dos personas, y las autoridades durante años han obstaculizado la investigación. Y recordemos el contexto, ya que en aquellos días de marzo hubo varios asesinatos con móviles políticos.

No queda sino aguardar el fallo y que se haga justicia.

Los encapuchados, las piedras y tiroteos típicos de esta fecha demuestran que así como existe una derecha reaccionaria y fanática, persiste una izquierda odiosa y violentista. Pero es la ceguera de algunos que ha intentando apagar con la bencina del encubrimiento la chispa de este incidente de 1985.

Noten que ambos fueron rematados. La Fiscalía Militar no movió un dedo para esclarecer los hechos.´

Como país aún nos falta madurar.

Anónimo dijo...

No es la primera vez que don Cristián Mancilla Mardel relativiza, cuando no excusa o aplaude, los crímenes de los sicarios de la Dictadura. Con una odiosidad digna de El Mercurio, el Sr. Mancilla "no lamenta" el asesinato de los hermanos Vergara. Quizás nosotros tampoco lamentemos si, enterado de sus miserables opiniones, alguno de sus compañeros del Piedragógico le aplica un merecido correctivo.

Anónimo dijo...

Si los hechos son tal y cual se han narrado, los hermanos Vergara fueron alevosamente asesinados y eso no merece más que una condena absoluta y los responsables deben asumir su responsabilidad y pagar sus culpas.

Sin embargo, tal y como dice Cristian Mancilla, los Vergara no merecen ningún reconocimiento especial como héroes o algo por el estilo. Ellos estaban involucrados en actividades delictuales y, según se señala, también hirieron a un efectivo policial en los hechos.

Por supuesto que su muerte merece justicia, pero de ahí a recordarlos y homenajearlos cuasi héroes, hay una enorme distancia.

Por otro lado, me gustaría conocer la verdad exacta de los hechos, para con ello hacerme un juicio de valor más certero sobre las responsabilidades de unos y otros, pero . . . ¿será eso posible?.

Se ponen en duda las versiones oficiales de la época, porque ellas provenían de la dictadura y se ha probabo que hay ocasiones en que esas versiones oficiales no eran la verdad pero . . . ¿se puede creer en la verdad de las versiones de la izquierda y sus miembros?.

También se ha probado más de una vez que la izquierda (como todos), también miente si ello les conviene, aunque en su caso ella lo tiene casi por doctrina, no olviden eso de "miente, miente, que algo queda". Y es también un hecho que el papel que más le acomoda a la izquierda, es el de víctimas. Ellos son siempre los perseguidos, los torturados, los asesinados, etc, sea de verdad el caso o no.

Y para muestra un botón, hoy en día, ya en democracia hace varios años, e incluso con Gobiernos de izquierda en el poder, los violentistas involucrados en hechos delictuales y/o de sangre cometidos en estos tiempos, cada vez que son acusados o perseguidos por ellos, acusan que son víctimas de una conspiración, lloran inocencia y, cuando son detenidos, piden asilo porque dicen no confiar en la Justicia chilena y, por supuesto, cada vez que han confesado, lo hicieron bajo torturas . . . ¿es eso creíble?. Quizás lo era en tiempos de la dictadura (aunque dudo que en todos los casos), pero hoy continúan con el mismo cuento . . . ¡¡¡hasta cuando!!!.

Por otro lado, como ya se le ha dicho a Carlos más de una vez, el siempre mezcla en todos los temas su anticlericalismo, venga al caso o no, y es por esa razón que más de una vez lo he tratado de "anticlericalismo DELIRANTE", pues ya es obsesivo en su recurrencia. Varios acá se lo señalan (gente que tampoco es de Iglesia), y le piden que no continúe porque resulta absurdo y cansa . . . ¿hará caso alguna vez Carlos de todas las voces que le piden que la corte con el asunto?.

Finalmente, vomitiva me parece la opinión de "Su Excelencia" en contra de Cristian Mancilla. Lo suyo es casi un llamado a que los "compañeros del Piedragógico", le apliquen "un merecido correctivo". Eso es violentismo en las palabras y además, ¿no es atentar contra la libertad de expresión el pedir "correctivos" contra alguien cuya opinión no nos gusta?.

Un saludo

Cristian Muñoz P.

Anónimo dijo...

Mi Excelencia se alegra de que Su opinión no sea del agrado de Cristiancito Muñoz. Pues como dijo Tomás de Iriarte, "si el sabio no aprueba, malo; si el necio aplaude, peor".

Al "no lamentar" el asesinato de los hermanos Vergara Toledo, el nazi Cristián Mancilla emitió una apología del crimen. La apología fue vaga e hipócrita, dada la cobardía del canalla, y por lo tanto difícil de probar ante un tribunal. Pero sigue siendo una apología del crimen, no una opinión legítima.

Desde luego, complacería a Mi Excelencia que el delito del nazi Mancilla tenga un castigo condigno. Pero el no lamentar un eventual correctivo al nazi no constituye un llamado a propinar dicho correctivo, en la misma medida en que el no lamento del nazi no constituye un llamado a realizar más asesinatos.

¿Entendió, Cristiancito Muñoz, o hay que explicárselo con dibujitos?

Anónimo dijo...

Carlos: en cuanto al tema de las armas portadas por el par de hermanos, no he censurado eso (aunque sé que es un delito). De hecho, me parece legítimo que las personas puedan portar armas: está claro que debiese haber algunas condiciones de por medio y que estas condiciones deben ser mucho más exigentes que las solicitadas para conducir (alguna vez leí que alguien comparaba el porte de armas con la conducción(!), pero yo no sería partidario de esa comparación). Lo que no me parece legítimo es que una de esas armas haya sido usada para herir a una persona (un carabinero, concretamente) y, eventualmente (pues no me quedó claro si ocurrió o no), para asaltar un local comercial.
Qué aprovechador eres recordando el tema del porte de armas en este contexto. Pero si me respondieras apropiadamente, creo que podría llegar a reconsiderar lo que te he expuesto hasta ahora.

Chile Liberal dijo...

Me parece que por el carácter irreversible del daño que puede producir un arma, éstas deben estar a cargo de profesionales.

Cuando esto no ocurre,como hemos visto últimamente, tienden a producir pánico, lejos de la supuesta sensación de seguridad que algunos aducen.

Ocurre que crecientes miembros de la comunidad se han apertrechado de armas y vemos a Carabineros temerosos para proteger una ambulancia que si hubiese llegado a tiempo, habría salvado una vida.

Noten que he ido a visitar a la familia y han recibido llamadas de distintos sectores políticos tratando de manipular un hecho que nada tiene que ver con posturas ideológicas. Me parece, eso sí, que el sujeto irresponsable que llamó a las protestas, el vocero del FMR, debe ser procesado por incitar a la violencia y por ser parte de una asociación ilícita. Curioso pero primera vez que estoy en relativo acuerdo con el ministro sec. general de gobierno.