"Si sueñas con Nueva York y con EuropaTe quejas de nuestra gente y de su ropa
Vives hablando del cine arte del Normandie.
Si quieres ser occidental de segunda mano,
¿por qué no te vas?, ¿no te vas del
país?"-Los Prisioneros
El éxito del museo de arte moderno Tate Modern, de Londres, es un ejemplo notable de cómo acercar el arte abstracto a las multitudes
A los ingleses les debemos mucho. Nos regalaron el idioma inglés, el fútbol, Charles Darwin, Los Beatles, la Magna Carta, aunque también nos dieron a las Spice Girls, el Partido Conservador y las papas fritas con vinagre.
Una de las últimas chifladuras londinenses ha sido el museo Tate Modern, al cual fui hace muy poco. Las fotografías que tomé las pueden ver en Flickr. Un grupo de artistas (los Pet Shop Boys entre ellos), empresarios y benefactores anónimos reunieron un capital para comprar y remozar un horrible galpón situado frente a la catedral de St Paul (zzzZZz) y destinarlo a conservar y exhibir varias obras de arte moderno... o tomaduras de pelo, como quieran. Tate Modern se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de la ciudad y es oficialmente el museo más popular y exitoso del mundo. La entrada es gratuita y, como debe ser, sólo se recomienda un aporte voluntario (seguro es más rentable que exigir una entrada: algo similar a la eliminación del sueldo mínimo). Hay varias cafeterías donde se venden productos FairTrade, que aseguran un pago justo a los campesinos cafeteros, y las utilidades se reinvierten en la manutención de este excelente museo.
El día de nuestra visita un grupo de estudiantes de arte montaba una exposición interactiva en la que cada visitante podía armar construcciones con cajas de zapatillas Adidas, tomarse fotos en un caleidoscopio, o armar muñecos de trapo. Si el arte se volvía agobiante, las cafeterías con vista al Támesis servían bebidas calientes y galletas para recobrar energías y con nuevos bríos continuar disfrutando del arte contemporáneo. O sea, un entretenido día cultural. La propia vista panorámica desde la terraza es un espectáculo.
El museo no tiene estructura como tal ni un orden cronológico. De hecho, no se entiende nada, y una de las principales atracciones es una fisura en el piso de la artista colombiana Doris Salcedo, quien dice que su obra representa
Una de las últimas chifladuras londinenses ha sido el museo Tate Modern, al cual fui hace muy poco. Las fotografías que tomé las pueden ver en Flickr. Un grupo de artistas (los Pet Shop Boys entre ellos), empresarios y benefactores anónimos reunieron un capital para comprar y remozar un horrible galpón situado frente a la catedral de St Paul (zzzZZz) y destinarlo a conservar y exhibir varias obras de arte moderno... o tomaduras de pelo, como quieran. Tate Modern se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de la ciudad y es oficialmente el museo más popular y exitoso del mundo. La entrada es gratuita y, como debe ser, sólo se recomienda un aporte voluntario (seguro es más rentable que exigir una entrada: algo similar a la eliminación del sueldo mínimo). Hay varias cafeterías donde se venden productos FairTrade, que aseguran un pago justo a los campesinos cafeteros, y las utilidades se reinvierten en la manutención de este excelente museo.
El día de nuestra visita un grupo de estudiantes de arte montaba una exposición interactiva en la que cada visitante podía armar construcciones con cajas de zapatillas Adidas, tomarse fotos en un caleidoscopio, o armar muñecos de trapo. Si el arte se volvía agobiante, las cafeterías con vista al Támesis servían bebidas calientes y galletas para recobrar energías y con nuevos bríos continuar disfrutando del arte contemporáneo. O sea, un entretenido día cultural. La propia vista panorámica desde la terraza es un espectáculo.
El museo no tiene estructura como tal ni un orden cronológico. De hecho, no se entiende nada, y una de las principales atracciones es una fisura en el piso de la artista colombiana Doris Salcedo, quien dice que su obra representa
los límites, la experiencia de los inmigrantes, la experiencia de la discriminación, la experiencia del odio racial. Es la experiencia de una persona del Tercer Mundo que viene al corazón de Europa. Por ejemplo, el espacio que ocupan los inmigrantes ilegales es un espacio negativo. Y por eso esta obra es un espacio negativo.
Hay filmes bastante abstractos entre otras instalaciones (léase "rarezas"). En cinco años ha recibido ¡22 millones de visitantes!
Tate Modern ha reescrito la historia del arte moderno y lo ha acercado a las masas ávidas de cultura. El pequeño gran impulso de los contribuidores privados puede haber sido la chispa que inflamó la demanda por arte contemporáneo y abstracto. Como de costumbre, se puede esperar más de la iniciativa privada que de la estatal.
También se puede visitar en línea en Tate Modern Online. Me gustan mucho las pinturas abstractas de Mark Rothko.
2 comentarios:
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