miércoles, 25 de junio de 2008

Privaticemos las ballenas

Invitamos a la diva chilena a que proponga entregar los derechos de explotación a empresas balleneras. Su conservación será un buen negocio, y no se extinguirán

Hace un tiempo se hizo un experimento muy simple que arrojó resultados elocuentes. En una primera etapa se le pidió a un grupo de varones contestar un cuestionario. Luego se repitió el ejercicio, con un cuestionario de igual dificultad, salvo que antes de responder se les mostraba a los participantes una foto de una mujer bella. Las respuestas correctas fueron menores en la segunda etapa. Conclusión: a los hombres nos cuesta concentrarnos cuando estamos frente a una beldad. Más aún nos cuesta debatir. Y si se trata de Leonor Varela, elegida en este blog como la mina más rica de Chile, llevarle la contra será muy difícil.

Pero la belleza de nuestra diva no debe obnubilar nuestro razonamiento. Si las ballenas están en peligro de extinguirse es simplemente porque son propiedad pública, o sea son de todos nosotros, pero como son de todos, en realidad no son de nadie, y la caza indiscriminada está a punto de condenar a las ballenas a la extinción. Japoneses, islandeses y noruegos son grandes consumidores de carne de este cetáceo, ¿por qué les vamos a negar que deleiten sus paladares con ballena?

Si los derechos de explotación de la ballena fuesen asignados a empresas pesqueras, éstas se esmerarían por aumentar sus utilidades, como corresponde a toda empresa capitalista. O sea, sería de interés para la propia pesquera el conservar las ballenas, porque si se extinguen, agotarán su propio rubro. La extinción de las ballenas, dicho de otro modo, sería muy mal negocio: nadie mata a la gallina de los huevos de oro. Si queremos ponernos serios en cuanto a la preservación de esta especie, es imperativo que la privaticemos.


Conservar, ¿para qué?

No queda claro cuál es el objetivo del lobby anti-comercialización de ballenas, conservar la ballena o evitar su caza. Si el objetivo es el primero, entonces reaundar la explotación ballenera es urgente (ver artículo The Economist, Whaling: Too Much Blubber), tal como explicamos anteriormente. Pero así todo, este lobby debe explicarnos qué tienen de carismático estos enormes mamíferos. No es que me disgusten las ballenas, pero tampoco guardo un especial cariño hacia ellas. Nunca he visto una, ni creo que veré una porque no tengo planes de ir a ver ballenas, y no conozco a nadie que quiera tampoco (de seguro hay, pero pocos). He vivido toda una vida sin ver una ballena. Tampoco me interesa comer carne de ballena, nunca la he consumido y no me apetece degustarla. Entiendo que es grasosa y no muy sabrosa. La verdad sea dicha, si la ballena desaparece a mí no me va ni me viene. Sí estoy seguro que si desaparecen, islandeses, noruegos y japoneses se entristecerán bastante. Si los consumidores quieren ballena, déjenlos que coman. Conservarla será excelente negocio.

Tampoco estoy tan seguro de que su extinción generaría un desastre ecológico serio. En el planeta han existido muchísimas especies, y muchas otras se han extinguido y la tierra sigue igual. La extinción de los dinosaurios no significó el fin del mundo. El 99% de las especies que han existido ya se extinguieron. Las especies aparecen y desaparecen, van y vienen, no veo cuál es el motivo para tanta polémica, especialmente cuando se trata de especies descomunalmente enormes e intimidantes, y más bien feas.

Al parecer el lobby anti-comercialización de ballenas quiere evitarles sufrimiento, ya que al cazarlas, hay que desde luego afilar los arpones y matarlas. Esto es evidentemente absurdo. Todos los animales deben matar a otros para su subsistencia. Los Homo sapiens somos también animales y debemos alimentarnos. La idea no es someter a los animales a abusos innecesarios o matarlos por gusto. Si la caza de ballena tiene como objetivo alimentar a los consumidores, no hay motivo alguno para oponerse con tanta vehemencia a la caza de ballenas. Llamar la atención de los consumidores sería recomendable, pero las prohibiciones sólo generarán mercado negro, costos de aplicación, y tal como ha ocurrido con especies como el rinoceronte blanco y los elefantes, su extinción está asegurada con una prohibición. Por otro lado, incluso es bueno que algunas especies desaparezcan.


Explotar para conservar
Muchas especies están en peligro. El gráfico de la derecha (fuente: The Economist) muestra varias commodities y su valor comercial. Como vemos, las cantidades son interesantes. Acá hay enormes oportunidades de negocio, pero las prohibiciones y moratorias han mostrado resultados más bien negativos. De hecho, el mercado negro y la ilegalidad son los peores aliados de los ecologistas y amantes de los animales. Es incomprensible que no atiendan criterios lógicos y que no propongan la privatización de especies como forma de preservación.

Las prohibiciones de venta y compra de estos commodities, así como sus moratorias, están condenadas al fracaso absoluto si es que hay consumidores dispuestos a comprarlos, o si hay gobiernos que no respaldarán las medidas, y más aún, si su valor es atractivo. En el caso específico de la ballena, los países consumidores de su carne no parecen cooperar en el prohibicionismo, y sus consumidores, de hecho, parecen ir en aumento, simplemente porque la polémica ha despertado la curiosidad.

Si de algo estamos seguros es que las vacas, los pollos y los cerdos no se van a extinguir pronto, porque la industria que generan tiene intereses en su conservación. El mismo principio es válido para las ballenas. Su privatización debiese ser la bandera de lucha de Leonor Varela, y tema central en la reunión que lleva a cabo la Comisión Ballenera Internacional (CBI) en Chile.

Presidenta Bachelet, su proyecto de ley que crea un santuario de ballenas no es la solución. Privatice mejor.


ENCUESTA: Pueden votar en la encuesta situada en la parte superior de la barra lateral.


Más información
Especial EMOL: Leonor y las ballenas (fuente de las fotos)
The Economist, Special Report: Whaling

martes, 24 de junio de 2008

Otra vez los pacos asesinos

La brutalidad policial no cesa. Es urgente desarmar a la policía estatal (Carabineros) y entregar a agencias privadas la protección ciudadana


Ángel Canto Matus, cabo de Carabineros de Chile (foto derecha - LUN), acribilló a un niño de 11 años an agosto del 2007 (ver portada de hoy de LUN). Otra víctima más de esta institución fundada por decreto de un ex dictador chileno, una asociación concebida para reprimir y así extender por medio de las armas la coacción del Estado contra los individuos libres.

Nadie está a salvo de los pacos culiados. Ni siquiera los niños.

Hace unas cuantas semanas los más exaltados lloraron a moco tendido al "general del pueblo", el paco mayor que murió en un accidente fortuito. "Héroe", le llamaron. Ya tiene una calle con su nombre. Funeral de Estado se decretó para la víctima de un accidente lamentable, pero accidente a fin de cuentas. Miles sollozaron, millones. ¿Quién consolará a los padres del pequeño Óscar Landeros, que debieron sepultar a su propio hijo por culpa de un maniático analfabeto y sicópata? ¿Orden? ¿Patria? ¿Matando niños?

No, paco. Tú no debes portar armas.

El historial de este tentáculo del poder estatal es deplorable. Como dije anteriormente, 12 personas han muerto este año por el directo accionar de Carabineros, asociación ilícita e ilegítima ya denunciada por Amnistía Internacional este año por su brutalidad sórdida.

La mujer de el sicópata ni siquiera se dignó a apagar el reggeatón de su teléfono móvil durante el juicio oral, en el que esperamos se haga justicia y se encarcele a esta pareja de dementes.

El paco no sólo le mandó un tiro en el estómago a Óscar (quien se burló del hijo del paco por lo agudo de su voz), sino que antes lo pateó, todo a vista y paciencia de la mujer del paco, quien no mostró ni atisbo de congoja.

Si el establishment político, con la complicidad de la masa, siguen negándose a desarmar y privatizar a esta agrupación policíaca, entonces será necesario que cada ciudadano se arme, justamente para tener la esperanza de lograr defendernos del Estado y sus secuaces de verde. Los pacos no existen para protegernos. Existen para proteger a los narcos, para ellos mismos no cursar infracciones de tránsito a sus camaradas de armas (¿han visto a algún paco pagando un parte?), y para ponerse a disposición del Estado a cambio de una paga. Seguimos desprotegidos, y necesitamos armarnos para protegernos de ellos.

Privaticemos Carabineros de Chile, por el bien de Chile. La delincuencia tiene rienda suelta porque el control y seguridad pública están a cargo de una institución que no tiene incentivo alguno para cumplir con su labor. Una agencia privada que no responda a su comunidad estará condenada a desaparecer. Los pacos no desaparecerán jamás sin importar cuán funesto sea su desempeño, porque están financiados con el dinero que el propio Estado nos roba mediante los impuestos.



Más información
Amnistía Internacional Chile expresa consternación por represión policial
Amnistía Internacional denuncia el aumento de la violencia policial en Chile

sábado, 21 de junio de 2008

La Europa de las Luces y el Gran Hermano

Las libertades civiles están amenazadas y muy pocos están preocupados. Pero los liberales no podemos mantener una actitud pusilánime


El bloguero Socióblogo ha comentado sobre la universalidad de los derechos (ver artículo), destacando que el candidato John McCain (Republicano) ha declarado que los individuos acusados de terrorismo y detenidos en Guantánamo poco menos que no tienen derechos porque no son ciudadanos. Si son terroristas, por pérfidos que sean, sí tienen derechos, los cuales no son otorgados por el Estado ni algún otro ente real o ficticio: todos nacemos con derechos, y son universales. Peor aún, los detenidos en Guantánamo son sólo "sospechosos" de terrorismo, ni siquiera se ha comprobado su culpabilidad. Pero según las disposiciones del actual gobierno de EEUU, no tienen derecho a defenderse, ni menos aún a saber de qué se les acusa. No olvidemos que mientras no se demuestre que son terroristas, son inocentes. Si es necesario llevarlos a juicio, que se haga. Pero es inadmisible detener por sospecha a individuos, al menos por períodos extensos. La universalidad de los derechos fue una de las banderas de lucha de la Revolución Francesa, que produjo la Declaración universal de los derechos del hombre. No se confundan, no fue una declaración de los derechos de los franceses, o de los europeos, o de unos por sobre otros. No. Los revolucionarios franceses declararon que los derechos son universales.

Ya habían adelantado algo los ingleses al limitar el poder del rey mediante la Magna Carta (ver ilustración abajo; fuente: Enciclopedia Británica), y con la consagración del hábeas corpus. La vilipendiada Wikipedia define hábeas corpus como institución jurídica que garantiza la libertad personal del individuo, a fin de evitar los arrestos y detenciones arbitrarias. El primer registro escrito del uso de habeas corpus ad subjiciendum data de 1305, en la Inglaterra de Eduardo I. Desde aquella época el mundo y la cultura Occidental han avanzado bastante en cuanto a defender la libertad individual, y se puede decir que el logro más formidable de Occidente es justamente el carácter sagrado conferido a la libertad del individuo. En el siglo XX, el novelista George Orwell escribió su obra de ficción "1984", donde se describe un mundo en que el Estado controla por completo la vida de los individuos. Semejante horror se quiso llevar a cabo en la Alemania Nazi y en la Unión Soviética: ambos proyectos fracasaron. Occidente mantuvo la libertad individual como su estandarte.


Desgraciadamente, las libertades individuales y las libertades civiles se han visto erosionadas por parte de los políticos a ambos lados del Atlántico, con la complicidad de los embobados miembros de la opinión pública, quienes han sucumbido junto a sus autoridades ante los embates del terrorismo. Los terroristas odian nuestra libertad y, como saben que no pueden luchar contra ella, han volcado a nuestras propias autoridades en contra de nosotros mismos.

El Reino Unido ha aprobado una ley que permite detener hasta por 42 días a un individuo bajo sospecha de terrorismo. Esto es inaceptable. ¿42 días? ¿Es que realmente necesitan los servicios policiales tanto tiempo para recopilar información? De inmediato se viene a la mente la película En el nombre del padre, que describe la trágica (y verídica) historia de aquellos muchachos irlandeses arrestados en Londres y acusados de ser miembros del IRA, y condenados por un crimen que jamás cometieron. Sólo podemos esperar más películas igualmente desgarradoras con las historias de horror que surgirán a partir de esta ignominiosa afrenta a las libertades civiles. Lo triste es que los más exaltados querían fijar el límite en 90 días.

En el nombre del padre (trailer)



Ya vimos el descriterio de las autoridades represivas británicas cuando dispararon contra Jean Charles de Menezes, un ciudadano brasileño cuya gran falta fue dirigirse hacia un país donde el mercado le ofrece mejores expectativas laborales, y murió asesinado en el Underground por un paco culiao inglés. La policía no debe portar armas, y si ellos desean tener armas, entonces todos debemos armarnos para protegernos de los pacos. Hasta hace muy poco, los policías eran miembros de la comunidad que sólo necesitaban una luma (bastón) para defenderse en casos extremos; su autoridad emanaba del respeto de la comunidad. Al menos esto aún es así en Irlanda, pero es imperativo quitarle las armas a los policías en los países que quieran llamarse civilizados.

No al Estado policial
Como si fuese poco, es el propio público el que aplaude estos disparates. El gráfico de la derecha (fuente: The Economist) muestra los niveles exorbitantes de apoyo que gozan medidas autoritarias y abusivas como la proliferación de las cámaras de circuito cerrado en lugares públicos, la creación de una base de datos de ADN en los registros de la policía inglesa, una base de datos en el sistema de salud, y la obligatoriedad de tener un documento de identidad. En resumen, un mundo orwelliano en todo su esplendor. Lo paradójico es que el gráfico muestra en su último punto que la gente se opone a que el gobierno siga recopilando información. ¿Quién los entiende?

Si queremos limitar el accionar del gobierno y si deseamos anteponer al individuo por sobre organizaciones ilíctas como el Estado, es esencial que el gobierno no tenga acceso a nuestra información privada. Las cámaras de TV y cédulas de identidad son odiosas porque le entregan un poder descomunal al aparato gubernamental, y más aún, se presta para situaciones incómodas en las que vemos nuestra intimidad expuesta ante los operarios de dichos medios y los burócratas. Es sólo cuestión de tiempo hasta que el mal uso de estos datos supere a los supuestos beneficios. Si alguna entidad desea información, debe ser recopilada por acción voluntaria de los "beneficiados". En el Reino Unido e Irlanda no existen los documentos de la vergüenza llamados "carné de identidad", y no deben existir tampoco.

También en Suecia se han dispuesto medidas similares. El parlamento ha aprobado una ley que permite a los servicios secretos el espionaje de llamadas telefónicas y correos electrónicos desde el país hacia el extranjero, lo que nuevamente abre las puertas para todo tipo de abusos. Lo más patético es que la medida la impulsó el gobierno de centro-derecha encabezado por Frederik Reinfeldt, a quien tenemos gran estima en este sitio, pero este adefesio no puede quedar impune. Este disparate es de la misma magnitud que el Acta Patriótica (USA PATRIOT Act), medida que busca restringir las garantías de las que goza el individuo bajo la Constitución Americana, y entrega enormes poderes represivos al gobierno norteamericano.

El Gran Hermano nos está mirando.

viernes, 20 de junio de 2008

Tratado de Lisboa: sepúltenlo

Estamos de acuerdo con The Economist. El pueblo fue consultado y dijo "No". La decisión debe respetarse

El No irlandés no debe interpretarse como un rechazo de la pequeña república a Europa, porque esto no es así. El apoyo a un proyecto comunitario a nivel europeo es enorme en Irlanda. Esta es una de las primeras conclusiones que se pueden sacar después del shock del resultado del referendo. Más bien, el No debe asumirse como el rechazo de Irlanda a un texto incomprensible que no admitía una respuesta Sí/No. Una lección no menor que los políticos del mundo deben aprender.

La segunda lección tiene que ver con una cuestión lógica. Lisboa representaba un gran cambio en la forma que Irlanda tiene de relacionarse con el resto. Hasta ahora, todos los acuerdos deben tomarse por consenso. Lisboa pretendía crear un nuevo sistema de vetos, que al no ser comprendido por el electorado, se prestó para mentiras de todo tipo mediante eslóganes contradictorios, y lo más seguro fue rechazar el acuerdo. El No hizo creer que Europa ahora se impondría sobre Irlanda, Don't be bullied (ver foto abajo), fue uno de las consignas que más resonaron. Un país pequeño como Irlanda sintió que pasaría a la irrelevancia absoluta (en estricto rigor, esto no era cierto, y el principal argumento por el Sí por parte de este sitio fue que Lisboa establece un mecanismo claro para retirarse de la Unión, en caso que Irlanda no se sintiese representada). En este artículo de The Economist, se cita a un votante que declaró sobre el tratado, con la reconocida elegancia irlandesa, que era "puras huevadas" (" a lot of crap").

Muchos sí captaron que Irlanda perdía presencia en la Comisión Europea, lo que lleva a la tercera lección: respeto. La primera reacción de algunos fue la de llamar a expulsar a Irlanda, o aislarla, o apartarla un tiempo de la UE. Otros llamaron a continuar con el proceso de ratificación, como si los irlandeses fueran un espectro en Europa, o una especie de rebaño borrachos tontos. Bueno, algo de eso hay, pero básicamente, la contienda electoral resultó en una derrota, y demanda una solución. Pero no debe ignorarse el No irlandés.


Después de Lisboa
Quizás sea bueno hacer algunas precisiones al incomprensible texto. Por ejemplo, dejar claro que la preciada neutralidad irlandesa no va a sufrir modificaciones en la nueva Europa. Irlanda tiene una enorme tradición de de neutralidad y una vocación pacifista, y como país se siente incómodo ante los matones de la UE: Francia, Alemania y, cómo no, el Reino Unido. Irlanda no tiene una presencia militar, por su reducido tamaño, ni quiere ser parte de una fuerza militar europea sometida a la OTAN. La derecha religiosa, representada por la Iglesia Católica Romana, cuenta con elementos serviles a su causa, en especial en sectores rurales, que no desean por ningún motivo tocar el tema del aborto, la eutanasia o el matrimonio gay, o perder los beneficios agrícolas y pesqueros, ya en serio retroceso en la economía irlandesa (los sectores rurales quieren seguir produciendo lácteos, mientras Dublín es una knowledge economy). Los puntos sociales mencionados pueden llevarse a cabo de todos modos gracias a la cercanía con otros países, particularmente Inglaterra, pero es parte de la idiosincrasia del país el evitar esos temas, y tienden a no discutirse (no olvidemos el carácter católico de la Irlanda profunda, donde el No arrasó). Lisboa da la impresión que todas estas políticas pueden imponerse a Irlanda sin una discusión nacional. Por pequeña que sea Irlanda, se merece respeto (antes de Chile, sólo Irlanda no consideraba el divorcio en sus leyes, un ejemplo de lo patético que puede llegar a ser la realidad en la isla).

Si estos temas se aclarasen, podría llegarse a un acuerdo. Pero no debe volver a repetirse la experiencia del Tratado de Niza, el 2001. En aquel referendo, se votó sobre el ingreso de nuevos países a la Unión. Los irlandeses votaron No. Luego, se repitió el ejercicio, salvo que el gobierno y los eurócratas le dieron un mensaje claro a los irlandeses: "esta vez voten bien". Ganó el Sí en la repetición (increíble), pero la misma gracia ya no podrá imitarse esta vez. No a Lisboa, and No means No.

El modelo anglosajón
Irlanda y el Reino Unido son países que no se sienten europeos como tal. La distancia física al Contienente es mínima, pero culturalmente es gigantesca. Europa gira en torno al eje Francia-Alemania, el cual parece estar dominado por los galos. Los franceses están convencidos de que su cultura es la más rica, su cocina la más sofisticada, sus mujeres las más bellas y que ellos son capaces de proponer una alternativa al modelo anglosajón de libre mercado. Alemania es una irrelevancia, a pesar de tener tanto peso como Francia. Es natural que británicos e irlandeses sientan, respectivamente, admiración y cariño por EEUU. Los ingleses admiran el poderío norteamericano y se sienten sus aliados naturales. Irlanda sabe que ha sido un aporte a la cultura de EEUU y sus lazos sanguíneos con dicho país están latentes. Y aquí yace uno de los problemas más grandes para la UE, que los políticos deben captar: Francia votó No a la Constitución europea porque no quiere adoptar el modelo anglosajón, mientras el Reino Unido e Irlanda temen que se les imponga el modelo social europeo.

Un ejemplo claro de lo anterior es la actitud hacia la inmigración. La pujante economía inglesa necesita inmigrantes, al igual que Irlanda, y ambos recibieron una enorme oleada de inmigrantes del ex bloque comunista, sin poner grandes reparos. El resto de Europa, en particular Francia, es tremendamente hostil a la inmigración.

La integración política que pretende la UE debe ser la consecuencia natural de la integración económica, ya en marcha, y cultural, que muestra un quiebre (ya mencionado respecto al modelo anglosajón). Lo último aún no ocurre, o al menos, no en suficiente profundidad como para justificar un nuevo orden, como pretendía Lisboa.

Si bien este sito endosó el Sí, creemos que el No merece respeto y debe acatarse. Por supuesto, así es la democracia. Las instituciones en Bruselas y el funcionamiento económico continúa como siempre. Las idioteces como las ridículas deportaciones masivas siguen aprobándose, como si Auschwitz nunca hubiese existido, o como si el estado benefactor no atrayese a lo peor del mundo, o como si las economías europeas no necesitasen mano de obra. Europa sigue su curso sin el Tratado de Lisboa: business as usual.

No a Lisboa entonces. Insistir en él es un error.

jueves, 19 de junio de 2008

Por el lukro en la edukación

Para algunos puede sonar chocante la irreverente y contestataria propuesta de este sitio: alentar el lucro


Estamos todos de acuerdo en que la eficiencia económica es algo deseable. Para ello, debemos ser capaces de procesar la información disponible, que debe ser asequible, comprensible y exacta. El Estado parece cumplir una labor loable y más bien efectiva cuando se trata de educar a las grandes masas en las habilidades numéricas y literarias mínimas. Desde que los liberales del siglo XIX plantearon la necesidad de alfabetizar a los inquilinos, el Estado se ha encargado de impartir educación al "bajo pueblo". Mediante el uso de la fuerza, esto se logró, hasta obtener buenos resultados a mediados del siglo XX. Pero la evolución inexorable de la economía de mercado ha cobrado vigor, y ahora el mercado demanda habilidades tales que ya no son posibles de determinar ni proveer por el Estado. El principal argumento a favor de la privatización total de los sistemas educativos resalta cuando constatamos que el mercado demanda con premura mano de obra educada, mientras el Estado, a paso cansino, sigue educando bajo regímenes obsoletos que culminan por corroer la imaginación y la iniciativa individual de educadores y educandos.

El inmenso flujo de información en una economía es el principal argumento a favor de la mano invisible, mecanismo que explicó Adam Smith en su célebre tratado La riqueza de las naciones. Hoy sabemos que un sistema donde "los medios de producción están a cargo del Estado" se ve condenado al fracaso (URSS, Cuba, etc). Pero el triunfo de las ideas liberales, o sea, contrarias a la planificación central, se circunscribe al campo conceptual y no práctico, porque en la realidad aún comprobamos con desazón que muchos quieren seguir planificando la productividad de la economía. Debemos entender al sistema educativo como un medio de producción. El producto final es un individuo capacitado para unirse al mercado, donde será recompensado económicamente por su talento. Esta es una idea que puede parecer chocante para algunos, pero piénsenlo bien, ¿qué padre no dice "quiero que mi hijo sea un profesional"? Inconcebible que alguna familia aspire a que sus hijos vayan a fin de mes a cobrar algún seguro de cesantía (paro) en una fría e impersonal repartición estatal. Si todos deseamos educarnos para entrar a producir en el mercado, ¿por qué no dejamos al mercado que eduque? Más aún, ¿por qué no dejamos que el sistema educativo funcione bajo los principios del mercado?

Una cuestión de incentivos
Para optimizar el rendimiento en una economía es indispensable contar con incentivos. El empleado público, al no tener incentivo alguno para hacer su trabajo, trata mal a todos los usuarios, todos lo sabemos. Por ello, es mortífero no diseñar los incentivos correspondientes para que los profesores enseñen conforme su talento. Si no hay incentivos, no hay competitividad. Sin competitividad, no hay rendimiento. Sin rendimiento, sólo tenemos mediocridad. El diseño de dicho sistema es mejor concebido a partir de las fuerzas del mercado, mucho más sabias cuando se trata de administrar información.

El profesor que desempeña bien su trabajo debe ser remunerado de manera acorde: el malo debe aprender del bueno y esforzarse por mejorar. Todos nos beneficiamos de la competitividad. Y un sistema de libre mercado ofrece los mejores incentivos, ya que en él impera el lucro.

Si todos los establecimientos educacionales fuesen privados, los dueños de colegios se esmerarían por contratar a los mejores profesores. Los mejores alumnos serán seleccionados por los mejores colegios, a los cuales, por lo mismo, postularían los mejores alumnos. Es tan gigantesca la cantidad de información que una familia necesita para decidir qué colegio es el mejor para sus hijos, que esta decisión es mejor dejársela a la propia familia. Es natural negarse a creer que un burócrata sabrá mejor que una familia qué es más conveniente para los hijos. Estas decisiones no deben ser centralizadas, justamente para administrar mejor la información por parte de los involucrados: la familia y sus hijos. Si queremos un sistema competitivo y donde el lucro actúe como el gran incentivo, debemos evitar el vicio centralista: laissez faire et laissez passer. Al contrario de lo que algunos especulan, es en un sistema osificado por el estatismo donde se producen las asimetrías de información, siempre menores en un sistema libre.

Lo anterior es tan cierto que podemos comprobarlo en los colegios privados existentes. No todas las familias pueden costear una educación privada para sus hijos, esto es un hecho. El Estado tiene recursos de sobra y puede perfectamente mandar mensualmente a cada familia un cheque por 110 mil pesos para que los padres elijan dónde educan a sus hijos. Esta es una cantidad más que suficiente para pagar un colegio privado. Si la calidad de la educación fuese mala, entonces nadie podría reclamarle al Estado, porque la educación pasa a ser responsabilidad de la propia familia: no vale echarle la culpa al empedrado. ¿Hay alguna familia que no quiera darle lo mejor a sus hijos? ¿Hay algún padre que no quiera dejarle una buena educación a sus hijos? ¿Hay algún empresario educacional que no quiera hacerse rico satisfaciendo las exigencias educaciones de los padres?

Cuando el Estado educó a los inquilinos hizo un trabajo relativamente bueno. Fue necesario aumentar los presupuestos, y los resultados mejoraron a mediados del siglo XX. El presupuesto de educación se triplicó, pero la calidad se mantuvo igual. Hoy, el gobierno de Michelle Bachelet cuenta con el presupuesto educacional más cuantioso de la historia, y la calidad sigue donde mismo. ¿Qué parte de los "rendimientos decrecientes" es la que no entienden las autoridades? ¿Por qué insistir en gastar recursos en un sistema que ya no logra rendir y que es un mero saco roto?

¿Qué esperan para cerrar el ministerio de Educación? Pongámosle atajo a los consabidos despilfarros, e implantemos el Cheque Escolar. Hagámoslo ya.

Gracias a los sabihondos de la Concertación y sus aciertos en educación en estos 18 años de gobierno, ya tenemos los primeros resultados de nuestra labor educadora. Chile va rumbo a ser un país ilustrado...


martes, 17 de junio de 2008

La inteligencia de los irlandeses

"Si alguien cree que los reyes, nobles y sacerdotes son buenos para conservar la felicidad pública, mándenlo a Europa."

Thomas Jefferson

Una de las mejores series de humor de la historia de la televisión es Yes, Minister (BBC, 1980). Sus chistes son agudos e inteligentes. Es una crítica contra la hipocresía e inoperancia del establishment como pocas, y una manera sarcástica y ácida de descuerar a la clase política. Cuando aparezca por ahí en Film&Arts o alguno de esos, véanla, si es que aún no lo han hecho. Más que una comedia inteligente, Yes, Minister ha pasado a ser objeto de estudio. ¿La habrán visto los políticos chilenos?

Quizás no, pero los amigos lectores de Chile Liberal pueden ver el siguiente clip que refleja a la perfección la triste realidad del proyecto Europeo. Cuando se transmitió la serie por primera vez, la Unión Europea tenía el menos grandilocuente nombre de Comunidad Económica Europea... y ya era una chapuza política inexpugnablemente arrogante.

Pueden ver la transcripción en inglés del clip, y más abajo una traducción propia.


Yes, Minister (Serie 2, capítulo 5, "The Devil You Know")




min 1:03

Sir Jim Hacker: Bueno, diga algo
Sir Humphrey: Sí, Ministro
JH: ¿Es eso todo lo que tiene que decir?
H: Ministro, creo que este es el precio que tenemos que pagar por tratar de que el resto crea que somos europeos. Ministro, créame que comprendo completamente su hostilidad contra Europa

JH: No, no soy anti-Europa, soy anti-Bruselas. A veces creo que usted es anti-Europa y pro-Bruselas
H: No soy anti o pro nada, Ministro, simplemente soy un modesto servidor que recibe toda la información de los ministros. Aunque puede decirse que teniendo en consideración lo absurdo de este proyecto europeo, Bruselas está tratando de hacer lo mejor posible por defender lo indefendible y utilizar lo inutilizable

JH: Eso simplemente no es cierto. No quiero sonar pomposo pero toda esta idea de Europa es mejor atendida cuando nosotros no atendemos nuestros propios egoístas intereses
H: Usted no suena pomposo ministro, más bien inexacto


JH: Escúcheme, modesto servidor. Europa es una comunidad de naciones, dedicadas a un sólo objetivo
H: Oh, ha ha ha

JH: ¿Me puede decir cuál es el chiste, Humphrey?"
H: Oh Ministro, por favor seamos objetivos. Este es un juego de intereses nacionales, siempre lo ha sido. ¿Por qué cree que nos metimos en este cuento?

JH: Para reforzar la hermandad entre las naciones libres de Occidente
H: No me diga, ¿en serio?. Nos metimos para cagarnos a los franceses y separarlos de los alemanes

JH: ¿Y para que se unieron los franceses entonces?
H: Para evitarle competencia comercial a sus ineptos agricultores

JH: Nada de eso es cierto para los alemanes
H: No no no, ellos se unieron para limpiar su nombre del genocidio que organizaron y para que el resto vuelva a considerarlos miembros de la especie humana

JH: ¡Nunca he escuchado un negativismo más espantoso! Al menos las naciones más pequeñas no se unieron por egoísmo
H: ¿En serio? Luxemburgo sólo busca sus propias ventajas; la capital de la CEE, con todas esas divisas extranjeras entrando a su país...

JH: Muy bien ubicados
H: ¿Con la administración en Bruselas y el Parlamento en Estrasburgo? Ministro, es como poner a la Cámara de los Comunes en Swindon y a los empleados públicos en Kettering.

JH: Y si todo esto fuese cierto, ¿por qué hay países que quieren unirse?
H: ¿Cómo quién?

JH: Por ejemplo, Grecia
H: Me cuesta tomar en serio a Grecia... a pesar de lo abierto de mente que soy hacia los extranjeros, como les consta a ustedes. Pero ¿qué van a querer los griegos? Un cerro de olivos y un lago de retsina

JH: No acepto nada de lo que dice

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H: Bruselas es un desastre. Ya saben lo que se dice sobre el funcionario europeo típico: tiene la capacidad de organización de los italianos, la flexibilidad de los alemanes, y la modestia de los franceses. Añádanle la imaginación de los belgas, la generosidad de los holandeses y la inteligencia de los irlandeses.

lunes, 16 de junio de 2008

Tratado de Lisboa: Crónica de una muerte anunciada

Café en Seine es el bar más exclusivo de Dublín. En realidad es un pub, pero para darle cierto aire de sofisticación se le llama café, y no pub (viene de public house). Es uno de los símbolos de la prosperidad irlandesa y está catalogado como uno de los mejores bares del mundo. Los domingos siempre hay una banda fusión entre jazz y buen rock, ideal para amenizar el brunch. El ambiente estaba algo caldeado por una razón muy simple. Ya todos nos dimos cuenta que el Sí en Irlanda debía provenir de la clase media de Dublín, urbana, internacional y progresista, que tiene como símbolo el Café en Seine. El No era un voto católico, rural, anti-aborto, medio IRAiento, SinnFenneisco, terroristoide y retrógrado (de los llamados culchies y knackers, en el argot irlandés).

Dublín tiene una línea divisoria: el río Liffey. Al igual que nuestra Plaza Italia, divide a la ciudad entre clase media alta y clase media baja. A cada distrito se le asigna un número, los pares son para el sur, o sea la elegancia, las empresas tecnológicas, los nuevos ricos, la casa de Bono, etc, y los números impares son para el norte, o sea los knackers. Desde mi departamento en Dublin 4 me fui caminando por las arboleadas veredas hasta el Café en Seine para leer el Irish Times y todos los periódicos para más o menos tener una idea de qué escribe la opinología de Dublín. Las cifras son elocuentes: el No arrasó en Dublin South. ¡Pero cómo! Claro, porque muy pocos se dieron la molestia de ir a votar.

Distinta habría sido la historia si se le hubiese explicado al electorado, en términos sencillos, cuál era la motivación para ir a sufragar. En esto coincide toda la prensa escrita de Irlanda. Un panfleto católico llamado "Las nueve razones por las que un católico verdadero debe rechazar Lisboa" (mencionado en The Economist) probablemente motivó más a los elementos papistas para ir a rechazar este intento continental por acabar de corromper la pureza del último bastión católico en el continente. La prohibición del aborto está consagrada en la Constitución del país. En cambio, la Constitución de la UE puede ahora estar por sobre la de Irlanda, y las irlandesas, en vez de declararse dementes o con tendencias suicidas para conseguir un aborto, quizás puedan simplemente apelar a la Constitución de la "Federación Europea". Un católico debe rechazar semejante tropelía.

¿Cómo explicamos el triunfo del No en Dublin South? O sea, en los pueblos que viven de la pesca no hubo votos Sí. Irlanda tiene casi el 18% de las aguas de la Unión, y una cuota pesquera de apenas 4%. Y Europa no quiere a los irlandeses ordeñando vacas sino diseñando software. Es entendible que en aquellos sectores agrícolas y de verde belleza bucólica dijesen No al unísono. ¿Pero en Dublin South? El No urbano se debe únicamente a la ignorancia e indolencia de todo el establishment. Vamos por partes:

Fianna Fáil
El Partido de gobierno en el Oireachtas, el parlamento irlandés, sufre de una crisis de popularidad. Sea cual sea su mensaje, no será atendido por los electores.

Progressive Democrats
El partido aliado del gobierno, de corte liberal, es la organización política más espectacularmente irrelevante de la política irlandesa. Nadie sabe quién es su líder, qué hacen, menos aún, qué piensan (si es que). No se vio un sólo cartel de sus líderes a favor del Sí. Junto a Fianna Fáil culparon a la Oposición del fracaso.

Fine Gael
El Partido de Oposición. Por supuesto, culpó al gobierno por el fracaso.

Brian Cowen
El actual taoiseach (Primer Ministro), pusilánime y completamente desconectado de la realidad. Aún vive a la sombra del ex taoiseach y arquitecto del Milagro Celta, Bertie Ahern. Poco alentadoras fueron sus palabras sobre el Tratado de Lisboa: "no lo he leído".

Bertie Ahern
Hombre carismático, eficaz, un viejo zorro de la política, terminó saliendo de las oficinas de gobierno por la puerta trasera. Más de una década en el poder termina por agotar a cualquiera. Fue él, de hecho, quien negoció el Tratado de Lisboa con sus contrapartes a nivel europeo. Confiado en que lograría un triunfo, no contó con que varios escándalos de corrupción al final de su mandato anticiparían su salida del poder. Su sombra afectó demasiado a Cowen, y el electorado terminó por votar contra Lisboa simplemente para manifestar su antipatía contra el establishment en general y contra Ahern en particular.

Socialist Workers Party
Como en todo el mundo, los resentidos sociales canalizan sus frustraciones en el socialismo. Irlanda no es la excepción. Los sectores industriales y sindicalistas fueron menos vocíferos que de costumbre, simplemente porque estaban seguros de que su opción, el No, ganaría el referendo.

Partido Laborista
Aquí se complica la cosa. Los laboristas apoyaban al Sí para proteger a los trabajadores. El problema es que el Socialist Workers Party llamó a votar No porque es la mejor opción para proteger a los trabajadores. Yo no sé ustedes pero esto es algo confuso.

Libertas
Un oscuro movimiento, a medio camino entre thinktank y asociación política, que hizo una campaña feroz a favor del No. Si Cowen & Co hubiesen tenido al menos un 10% del tesón de Libertas, el Tratado de Lisboa habría sido ratificado.

Sinn Féin
El brazo político del terrorismo católico (IRA), sufrió en la última elección general en la República una paliza brutal que los dejó en la UTI. La República de Irlanda es una nación progresista, moderna, próspera, pos-católica y ampliamente desinteresada en los conflictos de los 6 Counties, como despectivamente se le llama a Irlanda del Norte (territorio británico). Sinn Fein trató de liderar la campaña del No, pero sabe perfectamente que en la República tiene poco arrastre. El mejor motivo para votar Sí era porque Sinn Fein apoyaba el No. Pero al parecer, la estupidez y los primeros signos de xenofobia ya están asomando la nariz en Irlanda. Si esto es el regreso de Sinn Féin a la política, hay motivos para preocuparse.

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Visto lo anterior, y lo mencionado en el artículo previo, la euroignorancia jugó un papel fundamental en el fracaso de Lisboa. La confusión es demasiada, la tortuosa complejidad del texto fue inexpugnable. La actitud de la masa es comprensible: "en la duda, abstente". Sólo los más radicales fueron a votar.

Se rumoreaba en el Café en Seine que el No de Irlanda, al menos, mandaría una señal clara a los eurócratas de Bruselas. Un país pequeño como Irlanda tiene miedo de pasar a la insignificancia ante las exigencias de Francia o Alemania, o peor aún, ambos juntos. Se sabe que el desempleo va en aumento y el Tigre Celta es un felino cada vez menos agresivo, ya parece minino. Pero Monsieur Sarkozy y Frau Merkel tienen planeado pasar olímpicamente de Irlanda, y ya se habla de una Europa de dos velocidades: la pista rápida para todos, y la pista lenta para Irlanda y "otros países de habla inglesa que se le querrán unir"... no quiero dar nombres porque sería impropio pero sólo daré iniciales: UK.

Irlanda ha adquirido un compromiso con la defensa de la knowledge economy y los bajos impuestos. Las regulaciones excesivas del Continente hacen temer que la UE se convierta en la EUSSR. El país que se precia de haber resistido 400 años de ocupación y que recién logró su independencia en 1916 parece desconfiar demasiado de las potencias europeas.

La UE es un proyecto loable, pero a veces aterra. Los eurócratas deben aprender a entablar un diálogo con sus conciudadanos, que no son sus súbditos. La idea sigue siendo buena, pero nadie aún es capaz de explicar en plain English en qué consiste.

Así todo, la ralentización de la economía irlandesa tiene mucho que ver con la crisis subprime en EEUU y su efecto en el UK, y se focaliza en la construcción y el mercado hipotecario. Irlanda salió incólume de la crisis punto com del 2000, y su vigor sigue ahí. Irlanda va al ritmo del rock'n'roll, mientras Europa danza al ritmo de un decadente vals que es internacionalmente irrelevante, y ridículo. El No se veía venir.




sábado, 14 de junio de 2008

Irlanda: No hay plan C

La Unión Europea se ha sumido en una crisis después del No de Irlanda al Tratado de Lisboa



El proyecto europeo es la empresa política más grandiosa que se ha llevado a cabo hasta hoy. Desde el pináculo de la cultura, Europa tocó fondo en el siglo XX con sus dos guerras mundiales, iniciada la segunda por lunáticos en Alemania e Italia. Los triunfadores fueron la democracia republicana francesa y la democracia parlamentaria británica (con ayuda no menor de EEUU) por sobre el nacional-socialismo. Años después de liberar a Alemania del fascismo y del marxismo, Europa aún no aprende bien la lección.

En un intento por federalizar la UE, se presentó al electorado un proyecto de Constitución Europea, que no fue ratificado por dos de sus miembros fundadores, Francia y Holanda. Se decidió entonces desechar la modalidad de plebiscitos a cambio de un acuerdo menos extenso y que necesitaba la ratificación no en referendos sino en votaciones en los parlamentos. Acá comienza el problema: la constitución irlandesa se vería modificada con el Tratado de Lisboa, y demandaba igualmente un plebiscito.

Se organizó el "trámite" y el nacionalismo terrorista del papista Sinn Fein y el marxismo del Socialist Workers Party apoyaron el No, en una campaña plagada de mentiras. A favor del Sí estaban el partido de gobierno, Fianna Fáil, y sus socios Progressive Democrats (único partido irlandés miembro de Liberal International, noten el uso de las voces "liberal" y "progressive"), el partido de Oposición Fine Gael, y toda la prensa escrita, incluidos los editores de The Economist. Los bajísimos niveles de participación demuestran la desinformación del electorado. El No, en cifras, ganó rotundamente. Pero la participación fue tan baja que este referendo puede considerarse una pérdida de tiempo con consecuencias brutales: Europa se ha sumido en una crisis política gracias a un país que sólo ha recibido ayuda y que constituye menos del 1% de la población.

La verdad del Tratado de Lisboa
Como decíamos, el famoso tratado es una versión reducida de la Constutición Europea. Pero no por ello menos complejo. Hay algo inherentemente estúpido en consultarle al electorado sobre temas de enorme dificultad. A pesar de los recursos tecnológicos de hoy, nadie supo exactamente qué estaba en juego "en Lisboa", pero todos sí saben que Irlanda es un país pequeño que se ha convertido en una nación própsera gracias a una base de impuestos muy inferior al resto de Europa. El impuesto a las utilidades de las empresas (corporate tax) es un mero 12,5%, la mitad de la media continental. Acá comienzan los problemas de mayor complejidad, y me sorprende que todavía estés leyendo este artículo: los irlandeses quieren mantener su economía como "de bajos impuestos". Incluso los sectores de izquierda así lo entienden. ¿La izquierda quiere bajos impuestos? Sí, así es. Pero hay más. Con justa razón, todos temen que Irlanda pierda peso en la nueva Federación Europea, y que desde algún pintoresco lugar del Contienente se comience a dictar que Irlanda suba impuestos, lo que causará la fuga de Microsoft, Intel, Google, y de todo el circuito tecnológico instalado en Irlanda. Por otro lado, también se teme que Europa comience a dictar cuotas para pesca y agricultura, o incluso peor, que países progresistas comiencen a promover sus políticas pro-aborto (prohibido en Irlanda) y pro-eutanasia. Lo anterior ha motivado a sectores rurales y católicos (ambos se combinan) a oponerse a Lisboa.

Mientras tanto, el miedo ante el terrorismo ha hecho perder la cabeza a varios políticos y vemos cómo en el Reino Unido se ha decidido detener hasta 42 días a sospechosos de terrorismo, sin presentar cargos. Esto va en contra del espíritu de la Magna Carta y constituye una afrenta al hábeas corpus, el pilar del derecho occidental y de las libertades individuales. Francia y muchos otros también temen al terrorismo. Irlanda sabe que aloja en sus fronteras a los terroristas del IRA, y con razón se ha visto inquieto al colaboracionista criminal y genocida Gerry Adams, quien será incapaz de manipular a los grandes burócratas del continente, y en la nueva Europa será simplemente catalogado como lo que es: un terrorista. Sinn Fein lideró la campaña del No, lo que explica por qué este blog estuvo a favor del Sí.

Irlanda se ha beneficiado de Europa y tiene la economía más pujante. Pero es un país muy pequeño con una tradición de neutralidad y exhibe ciertos resquemores ante la posible pérdida de sus beneficios. Lo deplorable del plebiscito fue la pésima campaña del establishment político. Pocas veces se ha visto a un gobierno y su oposición a favor de una misma política, y ambos fueron incapaces de llevar a cabo una campaña electoral. El propio ex Taoiseach (Primer Ministro), Bertie Ahern, renunció para así abrir el camino a un nuevo líder y no alienar al electorado, tal como ocurrió en Francia, donde la gente votó No a la Constitución simplemente para molestar al gobierno. Pero el actual Taoiseach, Brian Cowen, no supo llevar la campaña y su política europea puede ser catalogada como un absoluto desastre.

Lo que nos lleva al tema de fondo. ¿Por qué se quiso hacer pasar la "Constitución Europea" por la puerta trasera, mediante el Tratado de Lisboa? ¿Qué habría ocurrido si no fuese por el "trámite" irlandés? ¿Están los eurócratas tratando de concebir su proyecto a espaldas de los ciudadanos europeos? ¿Acaso no era la superación del fascismo y la promoción de la democracia la esencia del proyecto europeo?

La respuesta de este blog es simple: estos temas son de complejidad tan grande que son mejor abordados por los políticos y especialistas. Por eso era buena la idea del Tratado de Lisboa, y es inconveniente preguntarle a cada uno qué piensa sobre cuestiones de derecho constitucional. El gran problema de los eurócratas es que no supieron plantear los temas al electorado, ni menos aún explicarlos en términos legibles, y menos aún supieron organizar campañas decentes. La euroignorancia es un fenónemo que merece máxima atención. Franceses y holandeses votaron No a la Constitución pero en realidad votaron contra sus propios gobiernos. Europa se merece más, y puede más.

La crisis actual debe servir para hacer un soul searching para retomar el camino. Después del fracaso de la Constitución Europea el plan B era Lisoba. No hay plan C. Irlanda dijo No, y hasta acá llegamos. Algunos hablan de expulsar a Irlanda de la Unión. Pero se acataron las reglas, se adhirió al estado de derecho y el pueblo dijo No. Vale la pena citarle a los europeos una frase del libertador sudamericano Simón Bolívar: El pueblo debe ser obedecido hasta cuando yerra.


Los dejo con dos acompañamientos. El primero, una escena conmovedora de la película Casablanca. Mientras los nazis cantan sus estúpidas canciones, el resto se pone de pie y canta La Marsellesa. El segundo, el Himno a la alegría, designado como el himno de Europa.


Casablanca - escena de la Marsellesa





Himno de Europa


miércoles, 11 de junio de 2008

Inflación: el regreso en gloria y majestad

El Banco Central de Chile ha acertado en su aumento (algo tardío) de la tasa de interés. Pero la inflación llegó para quedarse

Hay consenso entre todos los observadores: el aumento de 50 puntos puntos base ha sido una medida correcta, y la tasa de interés de política monetaria alcanza un 6,75%, lo que por ahora es sensato. No conviene endeudarse en estos días, ya que se espera otra alza, que también será acertada.


Las repercusiones no se han hecho esperar y el dólar probablemente seguirá débil. El acceso al crédito también afectará a las PYMES, lo que influirá negativamente en el crecimiento del país y en el desempleo, y probablemente el descontento popular mermará aún más la alicaída popularidad del gobierno de Michelle Bachelet. Pero nada de esto debe preocupar al Banco Central porque su misión es una sola: controlar la inflación. Notamos nuevamente las ventajas de contar con un Banco Central independiente del gobierno.

Lo anterior es importante ya que en muchísimas economías emergentes los Bancos Centrales siguien siendo la maquinita de hacer plata que tienen los gobiernos, con sus consabidas catástrofes inflacionarias que han históricamente agobiado a las economías del mundo. Pero cuando la inflación parecía estar relativamente controlada, se ha hecho presente el fenómeno de la agflación, que ha castigado con particular rudeza a los países más pobres, donde los consumidores gastan gran parte de sus ingresos en alimentarse. De ahí que Chile haya fracasado en lograr su meta inflacionaria de 3%, básicamente, por ser un país pobre. El Banco Central ha actuado con excesiva cautela, pero el aumento anunciado ayer ha enviado una señal clara de que el objetivo sigue siendo el control de la inflación.

La inflación en el mundo
Otros países lo están pasando peor, en particular aquellos donde el Banco Central no es independiente del poder político. En Argentina la inflación es de 23% y en Venezuela 29%. En ambos países los gobiernos han mentido descaradamente y han falseado las cifras. Si aparte de la agflación tomamos en cuenta el precio del barril de crudo, que ha alcanzado los $135, podemos suponer que la inflación ha llegado para quedarse un buen tiempo. Lo que el mundo emergente vive hoy es el fenómeno que las economías desarrolladas experimentaron en la década 70 cuando por primera vez se empezaron a tomar en serio las teorías monetaristas de la escuela de Chicago y pasaron a formar parte de la ortodoxia. La agflación, en cambio, no ha disparado la inflación en el primer mundo y se circunscribe al aumento de precios de los alimentos. Lo que sí les afecta es que el 80% de las reservas de petróleo las explotan empresas estatales, normalmente en países corruptos, dirigidos por líderes incompetentes (Chávez, etc), por lo que el panorama se vislumbra poco favorable. Peor aún, las tasas de interés de casi todo el mundo emergente están demasiado bajas, tal como muestra el gráfico de la izquierda. La política monetaria chilena está en buenas manos, o al menos, regida por criterios técnicos, no políticos.


¿Y la política fiscal?
Por otro lado, el gobierno aún persiste en sus errores, quizás por falta de visión de la propia Michelle Bachelet, más interesada en crear un sistema de protección social que en enfatizar el crecimiento. No sólo el gobierno se ha negado a bajar impuestos, principalmente el IVA, sino que aún no se decide (o se niega) a eliminar por completo los impuestos a los combustibles. Si el petróleo está caro, lo lógico es bajar los impuestos a los combustibles. La conmoción social no se ha hecho esperar (huelga de camioneros etc.), lo que demuestra mal manejo político.

El alto precio de la energía también es un factor importante, pero la Concertación (izquierda) en 18 años de gobierno no fue capaz de visualizar un sistema energético acorde a las necesidades del país. El abastecimiento energético chileno pasó a depender del pentacampeón de defaults mundiales, Argentina, y mientras Bolivia está repleta de yacimientos de gas natural, el prepotente Ricardo Lagos hizo un magnífico trabajo al enemistarnos con dicho país, perdiéndonos la oportunidad de comprarles energía barata o de invertir en la nación altiplánica para abastecernos. La construcción de centrales en Aysén se ha visto, predeciblemente, afectada por las campañas de movimientos econazis. Si bien el gobierno no ha gastado en exceso, es de esperar que el próximo presupuesto nacional sea acorde con los niveles bajos de crecimiento, y que no responda a criterios populistas destinados a acallar una posible oleada de protestas que puede ocurrir en el futuro cercano (no olvidemos que se aproximan elecciones).

La situación internacional no va a mejorar a corto plazo. La inflación nos acompañará por un buen tiempo.

Documentación y gráficos
La Tercera,
The Economist

domingo, 8 de junio de 2008

Can you?

Hillary Clinton sería una mejor presidenta, pero fue una mala candidata, mientras McCain promete una contienda democrática poca veces vista


En la mayoría de los países del mundo la designación de candidatos presidenciales es como fabricar salchichas. A la mayoría les encantan, pero es mejor no preguntar cómo se hicieron ni de qué están hechas. Pero en EEUU se organizan elecciones primarias donde todas las peleas internas salen a la luz. En Chile tuvimos primarias entre Soledad Alvear y Michelle Bachelet, también entre Andrés Zaldívar y Ricardo Lagos. En ambas elecciones presidenciales finalmente ganó el candidato del sector que organizó primarias. O sea, todos vimos por televisión el proceso de hacer salchichas, que tienen su mérito. En Chile nunca se llegó a la vehemencia vista en los conatos políticos de EEUU, donde finalmente Barack Hussein Obama ha sido nominado el candidato para representar al Partido Demócrata.

Las primarias constituyen una de las fortalezas de la democracia norteamericana, un ejemplo de vigor democrático y cultura cívica: el propio George Bush llamó por teléfono a Obama para felicitarlo. La Concertación, probablemente, volverá a realizar una primaria. Ésta vez Ricardo Lagos no participará por eso de ser ex-presidente, y no sabemos aún quién competirá contra José Miguel Insulza. Aunque es probable que el candidato sea nominado al estilo en que el Soviet Supremo de la UDI designa a su Politburó ("dedocracia"). Si así ocurre, la enclenque democracia chilena perderá una de sus pocas virtudes (si bien las primarias sólo se organizaron debido a las irrenunciables ansias de poder entre el bloque DC y el PS/PPD, ambas facciones a punto de desligarse por completo). En el mundo moderno, especialmente en la cultura de la farándula actual, todos vemos por TV cómo se preparan las futuras estrellas en los reality shows. Las primarias tienen algo de eso, y si al final el público vota, se genera interacción y debate, entonces nos gustan. Y nos alegramos de que por fin EEUU haya decidido a nombrar a Obama, aunque Hillary Clinton habría sido mucho mejor.

Con bastante entusiasmo, The Economist ha titulado "Lo mejor de EEUU" a esta elección. Es que el candidato centrista John McCain es muy bueno, y haber derrotado a la formidable Hillary Clinton es un triunfo en sí mismo para Obama. Ambos son excelentes candidatos y ya es hora de que comience el debate serio con un real contraste de ideas para que el electorado tome una decisión informada.

Primer round
Esperamos con ansias ver a Obama, de una buena vez, explicando cómo espera financiar su plan estatal de salud. Será interesante ver cómo se las arregla McCain para recoger el guante: él mismo reconoce que no sabe absolutamente nada de economía. Obama se opuso a la invasión a Irak desde un comienzo y promete un retiro casi inmediato. McCain quiere quedarse, y éste último es reconocido como excelente estratega y como el político más capacitado para liderar a EEUU en la lucha contra el terrorismo, y con un McCain es posible ganar la guerra de Irak. Si bien este blog también se opone a la guerra, ¿no sería fantástico que EEUU la ganase y no hiciera un nuevo "Vietnam"? Con Bush no existe posibilidad alguna de ganar, pero con McCain sí.

Obama es negro, fue educado en las mejores universidades norteamericanas y su profesión es la de catedrático de derecho, ¿pueden los obreros blancos identificarse con él? La respuesta es no. Muchos fuera de EEUU no comprenden que Obama no es el candidato "del pueblo". Su tarea es suplir su elitismo con carisma, como la doctora y vecina de Las Condes Michelle Bachelet, quien mientras departía alegremente exquisitos asados con el multimillonario Sebastián Piñera en Caburgua, hizo creer a medio mundo que ella era la candidata "del pueblo" (vaya uno a saber qué significa "pueblo"). Su triunfo desató la euforia, pero su falta de experiencia le jugó una mala pasada y la decepción ha sido tan fenomenal como la euforia que en su día provocó. Obama ha electrizado a los jóvenes, quienes tendrán un motivo para levantarse temprano el día de la elección e ir a votar en masa, algo inusual en EEUU, donde el voto es voluntario (otro palo a los políticos chilenos: ¡voto voluntario ya!). En la misma línea, la edad de McCain marcará aún más el contraste con Obama. Los electores más mayores y republicanos también tendrán motivos para ir a sufragar, si bien serán menos estridentes. La competencia se ve intensa.

El vigor de la democracia estadounidense también suele mostrarnos a los norteamericanos en sus representaciones diplomáticas preparándose para votar. ¿Por qué en Chile se argumenta todo tipo de idioteces en contra del voto de los chilenos en el exterior? Nos encontramos con que el principal enemigo de esta medida es el Partido Neonazi "UDI Popular". Pero no importa: Chile es ejemplo para el mundo. Los gringos están equivocados, los chilenos están en lo correcto, como siempre.

El gran problema de la política de EEUU es su afición por la religiosidad. Los Padres Fundadores fueron grandes visionarios y también profundamente secularistas. Ya en su época aspiraron a un país regido por leyes, y no por personas, y sin las religiones metiches. Sin embargo, abunda el mensaje religioso en los políticos norteamericanos, y Obama ya pagó caro su error al asociarse con el demente Jeremiah Wright, un canuto de esos locos de remate, cuyos mensajes de odio ("Dios maldiga a América") y el propio estilo anormal de sus declamaciones merecen el repudio inmmediato de este blog y de todos los observadores de la política norteamericana.



Afortunadamente, el centrista John McCain ha causado ira en la derecha religiosa por su falta de religiosidad, lo que le vale los aplausos de este blog. Pero los republicanos ante todo han sido pragmáticos y saben que después de los disparates del fanático cristiano George Bush, es hora de sacar a dios de la política y McCain se presenta al electorado amplio como una superación del fundamentalismo cristiano. Además, conviene devolver el tema de dios a los locos televangelistas en sus iglesias, y expulsar a la religiosidad para siempre de la arena política y las oficinas de gobierno. Venga de pastores evangélicos, curas, monjos budistas, rabinos o ayatolas, desde este blog siempre nos opondremos a los intentos religiosos por secuestrar el debate político.

Más allá de los aciertos y errores al tratar de convencer a sus propias filas, Obama y McCain comienzan una nueva etapa y ahora deben entablar un diálogo con todo el espectro político. La carrera recién comienza y se vislumbra interesante. Obama, eso sí, debe demostrar más sustancia.

jueves, 5 de junio de 2008

Que hable la que sabe

El monjo de mierda que la tropa de huevones llama "Su Santidad" el XIV Dalai Lama me cae pésimo. Me tiene las pelotas bastante hinchadas. Sospecho que este viejo en su callampera vida de monjo ha hecho deporte, sin embargo, este líder espiritista ha logrado anteponer sus ansias de poder en el debate internacional que los Juegos Olímpicos han desatado, quitándole protagonismo a las verdaderas estrellas: los deportistas. Vuelvo a insistir que este monjo es un líder espiritista y no un líder político que posea algún mandato entregado democráticamente por su pueblo. No debe soslayarse el pasado feudal, absolutista y esclavista de la elite de cabezas rapadas que él dirige, ni podemos olvidar que de independizarse el Tíbet se convertirá en una teocracia subyugada a la tiranía del monjo Lama.

Por otro lado, hay una mujer que sí me cae bien por ser profesional, dedicada a su trabajo, una deportista de elite, muy hermosa y, más encima, ahora es mamá, y así todo ha logrado balancear exitosamente su exigente carrera profesional con el trabajo de ser madre. Me refiero a la poseedora del récord mundial de maratón, la hermosa atleta inglesa Paula Radcliffe. El año 2003, la rubia corredora rompió el récord mundial de los 42 km (26,2 millas) y estableció su propia marca, 2 horas 15 minutos 25 segundos en la Maratón de Londres (la única donde todos corren disfrazados de Chewbacca, etc). A sus 34 años, y después de un parto de 27 horas (!!!) en que dio a luz a su hija y que le significó un daño a los huesos de la columna, aún nos puede dar una sorpresa. Esperamos que no se repita la conmovedora desgracia de Atenas 2002, y que en una de esas vuelva a romper su propia marca.


Paula se ha convertido en uno de los símbolos de Nike+ (se pronuncia "naiki plas"), un extraordinario aparato que mide la velocidad de un corredor y la distancia recorrida a través de un transmisor que envía una señal desde la zapatilla Nike al iPod. El autor de este sitio es un gran aficionado a las carreras de larga distancia y ha corrido en varias competencias, con una maratón incluida, y es ahora dueño de un Nike+. Otra de las gracias de esta maravilla tecnológica es que mediante iTunes puedes enviar tu rutina al sitio Web de Nike+ y registrar cada jornada de entrenamiento para hacer un análisis del trabajo realizado y compartir los resultados con los amigos. Pueden ver al inicio de la barra lateral el registro de mis últimas salidas.

Espero que el verdadero espíritu olímpico sea la estrella de Beijing, y desde luego todos esperamos que China adopte el camino de la democracia. Pero no que el Dalaicito Lama se convierta en la vedette del encuentro deportivo más grande de la humanidad. A propósito, Paula ha hecho un par de declaraciones interesantes a The Guardian (ver artículo), que Chile Liberal traduce y publica a continuación:

"Los boicots nunca han solucionado ningún problema. Pero si eso es lo que quieren entonces es una cuestión a nivel de gobiernos, con sanciones económicas, no comprando productos chinos, ese tipo de cosas. Sí creo que el respeto a los Derechos Humanos en China dejan mucho que desear y hay que poner atención a eso, y en cierta forma los Juegos Olímpicos lo han hecho."

Y sobre la antorcha olímpica y el Tíbet...

"Sí creo que los asuntos en el Tíbet necesitan ponerse de relieve y se les debe prestar atención. Pero atacar la llama olímpica de esa manera creo que fue un error, porque la llama olímpica simboliza mucho más que los Juegos Olímpicos de Beijing. Representa el espíritu olímpico. Representa el derecho que tienen los niños a salir a jugar y hacer deporte. Representa la competencia leal, representa ir y dar lo mejor de uno para salir a ganar y ver los resultados de la competencia leal y toda la ética del deporte, y creo que tratar de apagar esa llama es apagar este espíritu, y eso es algo que nadie debe apagar."

Hermosas palabras de una campeona mundial y de un símbolo de la libertad de las mujeres occidentales. Desgraciadamente, no olvidemos que en muchos países musulmanes a las mujeres se les prohíbe hacer deporte simplemente porque se considera inmoral que anden con shorts o andar sin velo (en la Maratón de Londres, la propia Paula hasta meó en el camino). Prohibiciones estúpidas también se han visto en EEUU, en una medida que pudo potencialmente afectar a mujeres que corren con sujetador deportivo en la calle.

Un mensaje al Dalai Lama y seguidores es que por favor no politicen este evento. Estoy en contra del boicot a Beijing 2008, si bien detesto al comunismo en todas sus formas, pero los JJOO no deben usarse como plataforma para hacer política. Tampoco estoy tan seguro de que el señor Lama sea un líder representativo del Tíbet como para que lo alaben tanto.

Espero que esta sea otra gran fiesta del deporte. Y todos los que tengan un Nike+ pueden compartir su perfil conmigo y competir en línea, sanamente.

El siguiente es un spot publicitario de Nike+ con Paula Radcliffe. Lo que más me impresiona de ella es su disciplina y, más aún, como dije al comienzo, su capacidad de balancear trabajo con los cuidados que demanda su hija. Una muestra de los muchos logros femeninos de la mujer occidental, que comenzó su batalla por la libertad en la década 60. En lo estrictamente deportivo, Paula es un ejemplo e inspiración para muchos que seguiremos los extenuantes 42 km de Beijing, que por primera vez corrió desde Atensa hasta Maratón el soldado Filípides en el año 490 antes de la era Común.

Paula Radcliffe - "I am a Runner"





... encore: Paula Radcliffe, video motivacional con Nike+





Ilustraciones: The Economist, The Guardian

martes, 3 de junio de 2008

Promoviendo la decadencia

En realidad debiésemos alegrarnos de la vitalidad de la economía de mercado que siempre busca la forma de convencernos de comprar sus productos, sin obligarnos, sino que simplemente apelando a nuestro sentir o nuestra capacidad de decisión. El despliegue creativo que genera el mercado va más allá de la simple publicidad y comienza a tomar ribetes artísticos, mezclándose arte, publicidad y comercio.

Comparto con los amables lectores de este blog algunas de las fotos y anuncios que más han llamado la atención este año.

Comienzo con el virtuoso e ídolo de generaciones, el legendario guitarrista de los Rolling Stones, don Keith Richards (de quien hablaré pronto). No sólo inspiró al amoral y casi bisexual Jack Sparrow de Piratas del Caribe, sino que se ha convertido en el rostro (sí, increíble) de Louis Vuitton. El rock ya pasó la etapa de desprestigio, y resulta que el drugs, sex and rock'n'roll ha sido aceptado por la masa de consumidores, como siempre se dijo que sería. La siguiente foto muestra el espíritu cool, rebelde, pero clásico, de una de las bandas de rock más influyentes de la breve historia del rock, ahora asociada con la exclusiva empresa francesa Louis Vuitton.


Uno de los fotógrafos más cotizados del momento por todas las grandes casas comerciales del mundo es Finlay Mackay. Su foto de la "Reina Sophie Margot" del calendario 2008 de la marca de café Lavazza (mi favorito) no ha pasado inadvertida.



Finalmente, last but not least, destaco un comercial de Gucci dirigido por David Lynch ("Carretera perdida", "El hombre elefante", "Twin Peaks"), con el acompañamiento de Blondie (ver trabajo de producción). Cuando la modelo se deja llevar por el envolvente perfume, nos recuerda inmediatamente escenas de la abstracta e inquietante película Carretera perdida. El trabajo final de Lynch en el siguiente spot fue magistral. Uno de mis favoritos, véanlo....

Gucci by Gucci (dirigido por David Lynch)




Quería mostrar lo anterior para destacar la vitalidad y creatividad que genera la economía de mercado, que en su virtuosidad no deja de demandar talento y crea industrias insospechadas. En una economía centralmente planificada, nada de lo anterior sería pensable: ni artistas, ni fotógrafos, ni diseñadores, ni nada. ¡Viva la economía de mercado!

domingo, 1 de junio de 2008

Basta de leyes estúpidas


Otra ley estúpida en el mundo: en Londres se prohíbe beber alcohol en el legendario Underground (metro). La medida ha sido respaldada por Boris, el recientemente elegido alcalde de la ciudad (y a quien apoyamos en este sitio), pero su hilacha Conservadora quedó inmediatamente de manifiesto.

Pero justo antes de que se aplicase esta ridícula ley, mediante Facebook y otros medios electrónicos se convocó a una protesta que consistía en ir al metro y beber alcohol y celebrar los últimos minutos de libertad. La policía llegó de inmediato y comenzaron los arrestos. Otro atentado a las libertades individuales.

El ambiente de la protesta fue festivo, aunque la policía ha mentido al respecto ya que fue la represión la que generó violencia, muy menor por lo demás. En el siguiente clip se puede apreciar como los ciudadanos libres celebran con euforia pero pacíficamente sus últimos instantes de libertad, véanlo.

Fiesta-protesta en el Underground




Este sitio se manifiesta en contra de esta prohibición: es imposible de poner en práctica, y no genera ningún beneficio, sólo costos. Rige desde anoche y esperamos que se revoque a la brevedad.