Medidas de parche
Apenas anunció The Economist que la economía chilena era demasiado virtuosa, el ministro Andrés Velasco se apresuró a declarar frente a la prensa que las cosas en Chile se hacen bien en materia económica.
Pero más allá de lo que haya dicho Velasco, el gesto fue notable. Creo que tenemos a un buen ministro, que sin ser un pragmático como un Hernán Büchi, no ha descendido a los niveles de un Foxley y su Reforma Tributaria. Bachelet y Velasco parecen estar preocupados de los magros resultados logrados y hace una semana Velasco ha anunciado un tercer paquete de medidas destinadas a retomar la senda del crecimiento, extendiendo invitaciones a la Oposición y al empresariado para conformar grupos de trabajo. Un gran gesto que lo distingue de Eyzaguirre, quien siempre hizo oídos sordos de las advertencias que le daban.
Si bien un tercer paquete de medidas muestra la falta de un eje central en la tienda económica, en apariencia la situación parece estable. El mismo Velasco ha anunciado que no habrá alzas de impuestos (contrario a lo pidió el descriteriado de Patricio Aylwin el año pasado, o como otros lunáticos laguistas han insistido esta semana) ni parece dar muestras de necesitar expansiones en el gasto público. De hecho, Jovino Novoa y otros de la Alianza han comentado sobre las buenas relaciones con el encargado de las finanzas de Chile. Sin embargo, estamos de acuerdo con la derecha que este tercer paquete llamado “Chile Invierte”, en apenas en un año de gobierno, demuestra improvisación.
Análisis de las medidas
El punto central ha sido la “depreciación acelerada”, en la que se reconoce como gasto tributario el 50% del valor de los bienes físicos. Las empresas tendrían mayores gastos iniciales y por tanto una menor renta que tributar. En concreto, se reducen impuestos a las nuevas inversiones (al menos hasta diciembre 2008). Se busca que las sociedades puedan contar con mayor liquidez inicial para enfrentar pagos de deudas y evitar intereses. La idea no es mala, pero nos lleva a la esencia misma del asunto, y es determinar hasta qué punto el gobierno busca incentivar a las pymes, o si insiste en favorecer a las grandes empresas. Hasta qué punto el gobierno entiende que este es momento para bajar impuestos, y si lo entiende, desconocemos qué espera para tomar medidas más profundas,
Los gravísimos problemas de burocracia que afectan a nuestro país no son un misterio para nadie, lo que también nos hace preguntarnos porqué recién hoy se nombra a Carlos Mladinic para eliminar los “cuellos de botella” que bloquean las inversiones. La medida se propuso hace cuatro años. Pero beneficia a grandes inversiones, no a las pymes. A éstas se les ha anunciado la creación de un Estatuto Pyme, vale decir, más regulaciones para eliminar la burocracia. Suena paradójico. Habrá que aguardar los resultados que arroje esta medida.
Sin entrar en detalles técnicos, baste contemplar las reacciones para formarnos una imagen global de la situación. Ricardo Escobar, director del SII, afirma que efectivamente se fomenta las inversiones en activos fijos. Esto es correcto. Alfredo Ovalle, titular de la CPC, también se mostró conforme. Vale decir, gobierno y empresariado se encuentran conformes con las medidas.
Pero Iván Vuskovic, vicepresidente de Conapyme, dice que el plan no surtirá efecto alguno. Lo que también es correcto. Porque en vez de facilitarles acceso al crédito, se les da algunas facilidades mediante un aumento en los fondos de CORFO. La medida dejó con gusto a poco.
Otras medidas son perogrulladas. Los descuentos tributarios sobre activos fijos inmovilizados.... ¿por qué no se hizo antes? Se busca además la exención del IVA a la exportación de servicios y eliminación del impuesto de timbres y estampillas. Ídem. A diferencia de la corriente de pensamiento dominante en Chile (socialismo o socialdemocracia), en Chile Liberal creemos que el gobierno debe bajar impuestos siempre, para justamente incentivar la inversión. A fin de cuentas, la economía consiste en eso, en incentivar. El disparate de la administración Lagos de subir el IVA aún no se rectifica, y recordemos que esto hizo para compensar las menor recaudación por la firma de los tratados de libre comercio. Es absurdo que firmemos acuerdos de libre comercio y nos veamos obligados a tributar más.
Si bien es cierto que los nuevos fondos para CORFO significarán más créditos para las pymes, dudamos que el énfasis se haya puesto en este sector. Y es aquí donde se da la batalla contra la pobreza. Persiste la creencia errónea que el capitalismo es una ideología destinada a los grandes mercaderes, y aún no se emplea para mejorar la condición de los más necesitados, de manera que salgan por sí mismos de la pobreza.
Otra medida insuficiente es la propuesta “Un gobierno más ágil”, que asigna más directores independientes a las empresas estatales, como Codelco, y la modernización del Mop. Nos gustaría comenzar a discutir la privatización total de Codelco, tema impensable de discutir en una administración concertacionista. Pero es un gran avance el poner énfasis en la despolitización de reparticiones públicas en vista de los gravísimos incidentes de falta de probidad acaecidos por la nefasta corrupción heredada de la era Lagos.
Hubo otras medidas de menos calibre en cuanto a turismo y energía, pero son tan deslucidas que no merecen comentario. El área energética merece un debate a fondo, por sobre ideologías y partidos políticos, lo que aún no ocurre. El turismo es una inmensa fuente de recursos que no se ha sabido explotar.
Aún faltan medidas que incentiven el empleo, y más aún el empleo con contrato, donde radica la principal falencia de las AFP. Desde un ángulo liberal, buscaríamos crear incentivos mediante la eliminación de la nefasta indemnización por años de servicio, que es un lastre para la bajísima productividad del trabajador chileno, a cambio de una mejora en el sistema de seguros de desempleo (“paro”). Pero este tema lo analizaremos en otra oportunidad.
Podríamos ir mejor
La conclusión que sacamos es que el trabajo de Velasco parece serio y viene acompañado de metas y plazos, por lo que se envía una señal de confianza al público y a los especialistas. El plato fuerte del menú, la depreciación acelerada, va justamente contra las normas aplicadas durante el gobierno de Lagos. Vale decir, parece que el actual ministro tiene la película más clara que su antecesor.
Apenas anunció The Economist que la economía chilena era demasiado virtuosa, el ministro Andrés Velasco se apresuró a declarar frente a la prensa que las cosas en Chile se hacen bien en materia económica.
Pero más allá de lo que haya dicho Velasco, el gesto fue notable. Creo que tenemos a un buen ministro, que sin ser un pragmático como un Hernán Büchi, no ha descendido a los niveles de un Foxley y su Reforma Tributaria. Bachelet y Velasco parecen estar preocupados de los magros resultados logrados y hace una semana Velasco ha anunciado un tercer paquete de medidas destinadas a retomar la senda del crecimiento, extendiendo invitaciones a la Oposición y al empresariado para conformar grupos de trabajo. Un gran gesto que lo distingue de Eyzaguirre, quien siempre hizo oídos sordos de las advertencias que le daban.
Si bien un tercer paquete de medidas muestra la falta de un eje central en la tienda económica, en apariencia la situación parece estable. El mismo Velasco ha anunciado que no habrá alzas de impuestos (contrario a lo pidió el descriteriado de Patricio Aylwin el año pasado, o como otros lunáticos laguistas han insistido esta semana) ni parece dar muestras de necesitar expansiones en el gasto público. De hecho, Jovino Novoa y otros de la Alianza han comentado sobre las buenas relaciones con el encargado de las finanzas de Chile. Sin embargo, estamos de acuerdo con la derecha que este tercer paquete llamado “Chile Invierte”, en apenas en un año de gobierno, demuestra improvisación.
Análisis de las medidas
El punto central ha sido la “depreciación acelerada”, en la que se reconoce como gasto tributario el 50% del valor de los bienes físicos. Las empresas tendrían mayores gastos iniciales y por tanto una menor renta que tributar. En concreto, se reducen impuestos a las nuevas inversiones (al menos hasta diciembre 2008). Se busca que las sociedades puedan contar con mayor liquidez inicial para enfrentar pagos de deudas y evitar intereses. La idea no es mala, pero nos lleva a la esencia misma del asunto, y es determinar hasta qué punto el gobierno busca incentivar a las pymes, o si insiste en favorecer a las grandes empresas. Hasta qué punto el gobierno entiende que este es momento para bajar impuestos, y si lo entiende, desconocemos qué espera para tomar medidas más profundas,
Los gravísimos problemas de burocracia que afectan a nuestro país no son un misterio para nadie, lo que también nos hace preguntarnos porqué recién hoy se nombra a Carlos Mladinic para eliminar los “cuellos de botella” que bloquean las inversiones. La medida se propuso hace cuatro años. Pero beneficia a grandes inversiones, no a las pymes. A éstas se les ha anunciado la creación de un Estatuto Pyme, vale decir, más regulaciones para eliminar la burocracia. Suena paradójico. Habrá que aguardar los resultados que arroje esta medida.
Sin entrar en detalles técnicos, baste contemplar las reacciones para formarnos una imagen global de la situación. Ricardo Escobar, director del SII, afirma que efectivamente se fomenta las inversiones en activos fijos. Esto es correcto. Alfredo Ovalle, titular de la CPC, también se mostró conforme. Vale decir, gobierno y empresariado se encuentran conformes con las medidas.
Pero Iván Vuskovic, vicepresidente de Conapyme, dice que el plan no surtirá efecto alguno. Lo que también es correcto. Porque en vez de facilitarles acceso al crédito, se les da algunas facilidades mediante un aumento en los fondos de CORFO. La medida dejó con gusto a poco.
Otras medidas son perogrulladas. Los descuentos tributarios sobre activos fijos inmovilizados.... ¿por qué no se hizo antes? Se busca además la exención del IVA a la exportación de servicios y eliminación del impuesto de timbres y estampillas. Ídem. A diferencia de la corriente de pensamiento dominante en Chile (socialismo o socialdemocracia), en Chile Liberal creemos que el gobierno debe bajar impuestos siempre, para justamente incentivar la inversión. A fin de cuentas, la economía consiste en eso, en incentivar. El disparate de la administración Lagos de subir el IVA aún no se rectifica, y recordemos que esto hizo para compensar las menor recaudación por la firma de los tratados de libre comercio. Es absurdo que firmemos acuerdos de libre comercio y nos veamos obligados a tributar más.
Si bien es cierto que los nuevos fondos para CORFO significarán más créditos para las pymes, dudamos que el énfasis se haya puesto en este sector. Y es aquí donde se da la batalla contra la pobreza. Persiste la creencia errónea que el capitalismo es una ideología destinada a los grandes mercaderes, y aún no se emplea para mejorar la condición de los más necesitados, de manera que salgan por sí mismos de la pobreza.
Otra medida insuficiente es la propuesta “Un gobierno más ágil”, que asigna más directores independientes a las empresas estatales, como Codelco, y la modernización del Mop. Nos gustaría comenzar a discutir la privatización total de Codelco, tema impensable de discutir en una administración concertacionista. Pero es un gran avance el poner énfasis en la despolitización de reparticiones públicas en vista de los gravísimos incidentes de falta de probidad acaecidos por la nefasta corrupción heredada de la era Lagos.
Hubo otras medidas de menos calibre en cuanto a turismo y energía, pero son tan deslucidas que no merecen comentario. El área energética merece un debate a fondo, por sobre ideologías y partidos políticos, lo que aún no ocurre. El turismo es una inmensa fuente de recursos que no se ha sabido explotar.
Aún faltan medidas que incentiven el empleo, y más aún el empleo con contrato, donde radica la principal falencia de las AFP. Desde un ángulo liberal, buscaríamos crear incentivos mediante la eliminación de la nefasta indemnización por años de servicio, que es un lastre para la bajísima productividad del trabajador chileno, a cambio de una mejora en el sistema de seguros de desempleo (“paro”). Pero este tema lo analizaremos en otra oportunidad.
Podríamos ir mejor
La conclusión que sacamos es que el trabajo de Velasco parece serio y viene acompañado de metas y plazos, por lo que se envía una señal de confianza al público y a los especialistas. El plato fuerte del menú, la depreciación acelerada, va justamente contra las normas aplicadas durante el gobierno de Lagos. Vale decir, parece que el actual ministro tiene la película más clara que su antecesor.
Por mientras, sigue siendo una calamidad la falta de apoyo a las pymes, elemento esencial en la erradicación de la pobreza. Podemos parafrasear a Karol Wojtyła: Las pymes no pueden esperar.
Ver Conapyme está en "estado de alerta" y no descarta movilizaciones
1 comentario:
Amigos de Chile-liberal;
Para todos los que creemos en una sociedad de hombres libres, mas una economia de mercado potente y generadora de riqueza, para los que creemos en una sociedad de emprendedores y propietarios, esta claro que estas 27 medidas son por decirlo menos risibles, dejar a la pyme a su suerte, siendo que es la que otorga el 80% de los puestos de trabajo de este pais, me parece solo digno de un pensamiento tan siniestro como el socialista. Felipe Gonzalez, ex primer ministro Español (Socialista) decia que creia en monopolios empresariales fuertes, que despues se transformarian en grandes propiedades colectivas (de todos los trabajadores) reguladas por el estado y asi finalmente desapareceria la propiedad privada a manos del colectivismo y el "papa estado".
La concentracion economica por las razones que sea es la antesala al socialismo, ya que lo facilita en gran medida. La actual burocracia aplasta el espiritu emprendedor de las personas, las vuelve cobardes, timidas, obedientes y dociles como esclavos. Asi el socialismo avanza, minando la capacidad emprendedora de nuestro pueblo, aniquilando la pyme y convirtiendonos en obedientes "perritos falderos" de papa estado. Esta es la famosa tercera via, o via capitalista hacia el socialismo, mas inteligente que la via armada de Lenin, Castro, Chegevara o Allende, pues es una forma inocua de estatizar una gran industria, se hace sin disparar un tiro.
Carlos Larrain dijo en "Tolerancia Cero" el Domingo recien pasado, que es una verdadera locura pretender que la pyme subsista, si tiene "las mismas reglas del juego" que un gran monopolio empresarial de capitales millonarios.
- Bajar el IVA
- Impuestos a la renta diferenciados segun las ganancias de la empresa.
- Flexibilizacion Laboral.
- Eliminacion de la indemnizacion por años de servicios.
- Reprogramacion de deudas previsionales, y con los chupasangres de Impuestos Internos.
- Privatizacion de la inspeccion del trabajo.(crear ente profesional y no un club de resentidos y marxistas).
- Eliminar trabas al emprendimiento, en EE UU la empresa se crea, se ve su viabilidad, sus ganancias y posteriormente pasa por la burocracia del estado.
- Cursos gratuitos, pagados por el estado (para eso debe estar, para impulsar el emprendimiento) para crear nuevos empresarios, especializar trabajadores, y buscar nuevas oportunidades de negocios en areas no explotadas.
"El socialismo es la filosofia del fracaso, el credo a la ignorancia y la predica a la envidia. Su virtud inherente es la distribucion igualitaria de la miseria."
Saludos
Cristian Sereño
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